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¿Existe el Derecho Deportivo?

Esta pregunta nos la hemos hecho muchas veces. En este blog explicamos resumidamente nuestro concepto de
derecho deportivo y las razones por las cuales reafirmamos su existencia.

Hay muchos que dicen que no existe el Derecho Deportivo

Normalmente aquellos que abogan por la no existencia del Derecho Deportivo dicen que no es una rama
autónoma, sino que es que es la aplicación de todas las ramas del derecho al mundo del deporte. Por ejemplo,
dicen que cuando un equipo de fútbol contrata a un jugador profesional, el contrato no se hace bajo derecho
deportivo, sino que es derecho laboral aplicado al deporte. Lo mismo dicen cuando una asociación deportiva se
ve envuelta en un proceso de insolvencia o liquidación, en el sentido que eso es derecho civil o comercial, y
que simplemente pasa que está dentro de la industria del deporte.

Ante estos argumentos, nos encontramos desnudos, porque son ciertos. Cuando se prepara un contrato con un
jugador profesional del futbol se tiene que buscar a un laboralista y cuando se trabaja un proceso de insolvencia
es mejor llamar al abogado corporativo, no a un abogado deportivo.

Entonces, ¿si esto es cierto significa que no existe el Derecho Deportivo? La respuesta es que no. Estos
ejemplos que acabamos de mencionar entrarían dentro de la esfera del Derecho del Deporte, en tanto que,
desde nuestro punto de vista, son hechos que suceden dentro de la industria del deporte pero que son regulados
por ramas del derecho común. Sin embargo, hay una serie de asuntos que son propios del  Derecho Deportivo y
que ocurren dentro de la esfera de la práctica del deporte y no dentro de la industria del deporte. Por ejemplo,
cuando se lleva un procedimiento de sanción a un atleta por dopaje. Esto no es algo que vamos a dirimir usando
el código de comercio o la ley del trabajo. No. Esto es un asunto especialmente deportivo. Lo mismo pasa con
temas como los relacionados con contratos de transferencia de jugadores, elegibilidad de un atleta para una
competición, pagos de indemnización por formación, entre otros.

Diferencia entre el derecho deportivo y el derecho del deporte

Entonces, para poder afirmar que sí existe el Derecho Deportivo, hemos tenido que acudir a la definición del
Derecho del Deporte para poder contrastar sus campos de aplicación.
El Derecho del Deporte es la aplicación de ramas autónomas del derecho a la industria del deporte, mientras
que el Derecho Deportivo es el conjunto de normas que regulan la práctica del deporte.

Esta diferencia es importante porque a partir de ella podemos determinar la jurisdicción aplicable a los casos y
la autonomía del Derecho Deportivo.

Si estamos frente a un caso de Derecho del Deporte, la jurisdicción competente será que le corresponda a la
rama que regule el caso. Por ejemplo, en los casos de derechos de imagen de los deportistas, la jurisdicción
llamada a resolver los temas no es la jurisdicción deportiva, sino que es la que dirime los asuntos de derecho de
imagen general en cada país.

En cambio, si estamos frente a un caso de Derecho Deportivo, como podría ser un proceso disciplinario por
insultar a un árbitro, la jurisdicción competente será la jurisdicción deportiva.

Por último, a partir de la diferenciación entre Derecho Deportivo y Derecho del Deporte es que podemos
afirmar que el Derecho Deportivo sí es autónomo. Si no hacemos esta precisión, nos quedaríamos en la
discusión sobre si el Derecho Deportivo es una rama autónoma o si es la aplicación de distintas ramas del
derecho al hecho deportivo.

Afirmamos que el Derecho Deportivo es autónomo porque tiene sus propias normas, sus propios “tribunales”,
sus propios principios y sus propias fuentes.

Esto, a efectos prácticos es importante, ya que en los casos de derecho deportivo, hay que revisar normas
autónomas, llevarlas a una jurisdicción deportiva autónoma y entender la aplicación de principios y fuentes
diferentes a las de las otras ramas del derecho.

Actualmente nos encontramos en el proceso de publicación de un libro en el que le dedicamos todo un capítulo
a esta discusión. Así que los invitamos a estar atentos para que nos hagan saber sus comentarios sobre este y
todos los otros temas que planteamos en ese libro.

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El Derecho deportivo: su escasa regulación y su cuasi inexistente práctica en México

El Derecho deportivo: su escasa regulación y su cuasi inexistente práctica en México por Adela
Noemí Monroy Enríquez Dentro del Derecho podemos encontrar una variedad muy extensa de
ramas encaminadas a regular cada una de las necesidades y actividades del ser humano. No se
debe perder de vista que el Derecho es una ciencia social, y como tal debe ser un instrumento
que encauce las necesidades sociales. El deporte, es una actividad que genera la sociedad, y
que crece y se desarrolla al margen de la inmisión pública. La creciente importancia social,
económica y política del hecho deportivo en la sociedad ha dado lugar a una intervención
pública en el deporte. Con el desarrollo e influencia de los deportes en las relaciones humanas,
la intervención de lo jurídico ha sido esencial. El fenómeno deportivo, como hecho
permanente de todos los pueblos y civilizaciones, con su carácter de institución arraigada en la
sociedad, ha engendrado un marco jurídico, es decir, un derecho del deporte, con reglas y
principios más o menos definidos, cuya existencia es reconocida1 . El marco jurídico deportivo
ha sido un resultado interdisciplinario, en donde lo económico y social ha sido parte de los
cimientos. Para entender el derecho deportivo podemos definirlo como aquelconjunto de
normas jurídicas que regulan la conducta humana en relación con la organización y práctica del
deporte y sus diversas manifestaciones, así ́ como los sujetos que se vinculan en la actividad y
que con ello, dan origen y fijan el alcance de las relaciones jurídico-deportivas que surgen
entre las personas2 . El Derecho deportivo tiene la facultad, poder o autorización que se deriva
de la norma o conjunto de normas jurídicas deportivas, que tiene una persona para actuar o
exigir de manera determinada a otra persona (individual o colectiva, pública o privada) un
comportamiento en particular en relación con la organización o práctica del deporte y sus
manifestaciones3 . Derivado de las relaciones entre los sujetos que intervienen en la práctica
deportiva podemos vincularlo a diversas ramas del derecho, por ejemplo, la laboral. En los
deportes profesionales en general, se encuentran presentes características particulares del
Derecho Laboral. Por ejemplo, existe una relación de trabajo entre un deportista profesional y
el club y/o equipo para el que juega. Por el trabajo realizado (deportivo) se recibe una
retribución económica por parte del club y/o equipo; se está a la disposición del mismo; y se
firma un contrato en el cual se establecen qué tipo de servicios se prestarán y el pago por los
mismos; en fin, se presume una jornada de trabajo, entre otras. En el caso mexicano, el
derecho deportivo sufre de una escasa regulación pública, pasando en comparación con otros
Estados, en donde su regulación es un tema muy relevante. No obstante lo anterior, en México
existen bases constitucionales para legislar en materia de deporte. Es el Congreso de la Unión
según lo que dicta el Artículo 73 Fr. XXIX Constitucional quien tiene facultades para regular en
la materia. Sin embargo, ha sido una materia poco explotada y analizada por el Poder
Legislativo. En materia laboral, la Ley Federal de Trabajo cuenta con un capítulo especial,
Capitulo X (Art. 292- 303), para regular las relaciones laborales de los deportistas
profesionales, estableciendo qué deportistas son protegidos por la Ley Federal del Trabajo
(LFT). Sin embargo, a pesar que los deportistas profesionales están contemplados en la
legislación laboral, la realidad mexicana no empata con la legislación. Los deportistas
profesionales, por ejemplo de fútbol, suelen ser “vendidos” e intercambiados anualmente o
finalizando la temporada entre otros equipos, sin que medie, en la mayoría de los casos, el
consentimiento del jugador. Así mismo, los deportistas profesionales, no cuentan con
sindicatos que los representen y la negociación colectiva es una quimera. Por ello, es necesario
fortalecer el marco jurídico del deporte profesional en México a luz de los derechos humanos,
particularmente en materia de los derechos laborales.

Derecho deportivo: una rama especializada del derecho


para los deportistas
 

Sandra Liliana Echeverri Velasquez


*
 Abogada. Magíster en Derecho Deportivo, Instituto Nacional de
Educación Física de Cataluña. Candidata a Doctorado, Universidad de
Lérida, España.
 

RESUMEN

El Derecho Deportivo es una rama del derecho que ha alcanzado un


desarrollo armónico y creciente en otros países, principalmente del
continente europeo. En Latinoamérica, no obstante su carácter
novedoso para algunos, no resulta ajeno debido a un sector de la
doctrina que, mirando hacia el Viejo Continente y aplicando las bases
a la realidad nacional, ha realizado algunos trabajos investigativos
tendientes a analizar el hecho deportivo como fuente de derecho
desde perspectivas históricas, antropológicas, sociológicas y jurídicas,
y los ha materializado en libros y tesis de pregrado que resultan
valiosos por constituir el primer eslabón de una cadena que
paulatinamente crece y se desarrolla.

En este artículo la autora proyecta, a grandes rasgos, los contenidos


objeto de estudio del Derecho Deportivo y plantea la importancia de
esta rama jurídica en nuestro medio como respuesta a la necesidad
de llenar un vacío normativo, y a la concienciación de que el deporte
trasciende la idea generalizada de asociarlo con un espectáculo que
mueve las masas.

ABSTRACT

Sport Law has of late reached an increasing and harmonical


development in other countries, mainly in Continental Europe. In
Latin America, even though is very new for some people, there have
been some research papers with the tendency of analyzing sport as a
source of rights and law from the viewpoints of history, anthropology,
sociology and juridical.

In this paper, the author gives an overview of the main contents


object of study in Sport Law, and raises out its importance in our
context, as an answer to the necessity of filling up normative vacuous
and make consciousness that sport trascends the idea associating it
with just a moving masses show.

INTRODUCCIÓN
Han existido muchos intentos en la doctrina por explicar y clasificar el
deporte. Lo podemos definir como: un conjunto de ejercicios físicos,
con un componente lúdico, que se presentan en forma de juegos,
individuales o colectivos, clasificados en modalidades y con la
observancia de unas reglas generales y específicas.

Desde los albores del siglo XX, el deporte se ha presentado en forma


más evidente como uno de los aspectos de mayor interés en la
sociedad moderna. En las distintas disciplinas deportivas se desarrolló
el lado espectacular de las competiciones y, frente a ellas, aparece un
código general fundamentado en ciertos principios básicos muy
sencillos e identificados en una ética de lealtad, que no puede admitir
la victoria lograda a cualquier precio. La garantía de esa lealtad está
representada por reglamentos específicos en continua evolución, y
estudiados para armonizar al máximo el equilibrio de posibilidades en
la competición sin impedir que el más fuerte en todos los sentidos
pueda sobresalir.

Este importante fenómeno social y cultural, que no tiene fronteras


físicas, gestó su forma de desarrollo actual, fundamentalmente a
través de entidades de origen asociativo en un principio, a las que se
unieron corporaciones de carácter público después, y sociedades
mercantiles cuando el deporte se convierte en objeto de consumo1,
Además de la relevancia que el deporte representa para el Estado,
traducida en una política de inversión social y de fomento del
desarrollo integral del individuo, es también la forma idónea de
proyección de la imagen nacional en el exterior, razones suficientes
que determinan la necesidad de gestar una regulación específica en el
complejo entramado deportivo.

EXISTENCIA DE UN DERECHO DEPORTIVO

El ámbito deportivo es un macro sistema regulado por sus propias


normas; en él interaccionan deportistas aficionados y profesionales,
entrenadores, técnicos deportivos, jueces, profesionales de la
medicina deportiva y profesiones afines, directivos, profesionales de
la comunicación social, funcionarios de las federaciones deportivas y
las diversas entidades deportivas estatales y departamentales, en fin,
componentes unos, personas físicas, y otros, personas jurídicas. El
Estado y los particulares se dan la mano en una esfera de nuestra
sociedad que tiene el peso mundial propio de una de las principales
empresas de mayor fortaleza económica como lo es el deporte.

Ese importante componente es objeto de estudio de varias disciplinas


científicas, y, como el fenómeno social de grandes masas que es, no
resulta ajeno a la juridicidad.
El objeto de estudio del Derecho Deportivo es el deber ser
comprendido en un sistema legislativo que tiene por finalidad regular
todo lo atiende al mundo del deporte y que resulta de interés para el
derecho.

Así las cosas, el derecho deportivo surge como una respuesta a la


necesidad de regular las relaciones de los diferentes sujetos tanto en
la línea del espectáculo de masas como en la práctica recreativa del
ciudadano.

UNA RAMA PARA CADA NECESIDAD

Las relaciones que se gestan en el deporte, al igual que como ocurre


con cualquier actividad de la vida cotidiana, se han explicado
tradicionalmente en el interior del orden jurídico general de cada
país; no obstante, al tener un carácter sui géneris, las situaciones
intrínsecas a la naturaleza del deporte, a veces, superan la
mentalidad del legislador plasmada en los códigos. De esta manera,
aunque consultáramos, por ejemplo, el Código Civil a fin de procurar
una solución para un evento de responsabilidad civil generada con
ocasión de un hecho deportivo, posiblemente, por la especialidad de
la materia y sus escasos antecedentes fácticos en Colombia,
habríamos de remitirnos a la jurisprudencia foránea y a la doctrina
propia y extranjera para conocer el sentido de la Ley y resolver esa
situación que requiere una adecuada solución.

Los accidentes deportivos, la celebración de contratos


administrativos, laborales y privados adecuados a la realidad del
deporte, los derechos de imagen de los deportistas en el exterior y,
en general, todas las repercusiones de diversa índole que ocasiona el
deporte en el desenvolvimiento de las relaciones que lo integran, ha
determinado en el legislador foráneo inicial-mente y luego, de
manera más modesta en el colombiano, a cubrir la necesidad de
llenar un vacío jurídico que no siempre es posible saldar con el
ordenamiento jurídico general.

Para ilustrar esta idea en otros ámbitos diferentes del civil, podemos
comenzar por afirmar que existen relaciones laborales especiales
cuando se trata del régimen particular del deportista profesional,
semiprofesional, los arbitros y los técnicos deportivos, entre otros.
Estos sujetos del mundo deportivo tienen derechos, deberes y
obligaciones muy específicas que difieren de otros oficios y cuya
solución en las numerosas situaciones de conflicto ha generado
problemas, debido precisamente al vacío de las normas laborales
colombianas frente a los trabajadores del sector deportivo
organizado. El desarrollo de este ámbito le correspondería saldarlo al
derecho deportivo laboral que, por otra parte, resultará relevante
para el derecho fiscal.

Desde la característica del ánimos lucrandi, las entidades deportivas


se clasifican en entes deportivos con ánimo de lucro cuando su objeto
consiste en la realización de actividades mercantiles, y a contrario
sensu, carecerán de ánimo de lucro cuando no se reparte el beneficio
obtenido entre sus asociados. En España, país que ise ha preocupado
por establecer una regulación muy completa en el ámbito deportivo,
la naturaleza jurídica de las entidades deportivas tiene implicaciones
considerables en la esfera del derecho fiscal, en tanto que el
gravamen que se aplica debe ser diferente para unos y otros,
valorando, por ejemplo, si el organismo de que se trate es
considerado de utilidad pública, situación jurídica que bien puede ser
legal o adquirida con posterioridad conforme los parámetros que
establece la legislación.2

Desde el punto de vista de las denominaciones, el Estado en cada


país, reconoce una sola federación en cada disciplina deportiva a
efectos de participación en competencias deportivas internacionales.
Esta situación se traduce en un monopolio sobre el nombre o
denominación de la federación reconocida y en un veto frente a
terceros que pretendan usar dichas denominaciones.

En la esfera del Derecho Mercantil, alcanzan desarrollo normativo


aspectos como el nombre registrado por una entidad deportiva
cualquiera, y las consecuencias económicas que implica la usurpación
de esa denominación debidamente reconocida, de la misma manera
que se protegen en favor de su autor y de la organización los
símbolos registrados con los que se identifican las diversas entidades
deportivas, los emblemas, logotipos, mascotas y otras creaciones
intelectuales de forma de tres dimensiones, empleados por los
organismos deportivos para su identificación de cara al público o para
el lanzamiento y promoción de eventos deportivos; esto sin perjuicio
de los vínculos contractuales que existan entre al autor de estas
creaciones y la entidad deportiva de que se trate, que será
legalmente la titular de los derechos de autor, si fueron objeto de
cesión.

Además de lo anterior, situaciones particulares propias del derecho


de asociación de índole deportiva como por ejemplo la necesidad de
constituirse en una Sociedad Anónima Deportiva para la práctica de
los deportes que jurídicamente tienen consideración en el ámbito
profesional, son regulados desde la esfera mercantil del derecho.

Por su parte, el Derecho Administrativo juega un importante papel en


el deporte, recordando que el Estado autoriza la práctica deportiva y
crea organismos que ejecutan su política pública de proyección del
deporte y de construcción y gestión de instalaciones deportivas. Al
respecto, en Colombia actualmente cursa un Proyecto de Ley que
reglamenta escuelas, academias, gimnasios, organizaciones
comerciales en áreas deportivas, de educación risica y artes marciales
que según la Administración deportiva deben regirse mediante
procesos de irradiación, iniciación, fundamentación y
perfeccionamiento deportivo.

El Derecho Disciplinario es un ámbito muy propio del deporte que se


ocupa de regular el tema de las infracciones a las reglas del juego y
de hacer cumplir las normas deportivas generales bajo pena de
sancionar a los infractores, con un sistema propio independiente de
otras responsabilidades en las que puede haber incurrido con su
comportamiento el infractor, pero es preciso hacer una salvedad,
cuando el comportamiento desborda los alcances objeto de sanción
disciplinaria, y la justificación de la actividad deportiva como actividad
lícita permitida por el Estado y el deportista claramente usa de
manera intencionada este medio para vulnerar los bienes jurídicos de
la vida y la integridad personal, el ámbito del derecho que se impone
con todo su rigor es el penal, aunque la doctrina haya configurado
teorías exonerantes de responsabilidad penal frente a las lesiones y la
muerte acaecidas con ocasión de la práctica deportiva (Articulo 52
Constitución Política Colombiana de 1991, y artículo 32, numeral 5 de
la Ley 599 de 200).3

Al respecto, el contacto entre Derecho Penal y deporte es frecuente,


aunque no tanto como ocurre con otras ramas jurídicas, debido a la
presentación de conductas que lesionan bienes jurídicamente
protegidos, superando el comportamiento previsto como infracción en
una regla del juego, y configurándose como delitos y faltas que
comprometen, en el ámbito deportivo profesional y aficionado, al
conglomerado compuesto por deportistas, jueces, público espectador,
seguidores rivales de diferentes equipos en deportes colectivos, lo
mismo que a funcionarios públicos que, por su situación cercana a las
arcas al deporte, pueden incurrir en comportamientos que lesionan el
patrimonio público, materializado en el dinero que destina el Estado
para subvencionar el deporte y a sus protagonistas4.

Un fenómeno de triste frecuencia y conocido por todos gracias a la


lente de los medios de comunicación es la violencia en los
espectáculos deportivos por oposición al denominado juego limpio. La
violencia en el deporte es un fenómeno creciente que se asocia
comúnmente con el deporte de alta competición y con el deporte de
espectáculo. Todos seguramente hemos tenido conocimiento en
alguna oportunidad de situaciones en las que las constantes
agresiones físicas y de palabra, o el acto de lanzar una botella a uno
de los protagonistas del juego que se disputa en el interior de una
cancha, las bengalas, los actos groseros de orinar en la parte superior
de una tribuna sobre los ocupantes de las gradas inferiores, hacen
presencia en la competencia deportiva de más alte nivel, pero por
oposición a estas situaciones, los desórdenes y los actos vandálicos
que ocurren constantemente en los barrios con ocasión de la práctica
de los deportes de equipo, pese a su ilicitud e implicación en la
sociedad, son abiertamente desconocidos y cuando se presentan
difícilmente alguien responde por las consecuencias de diversa índole
que ellos generan. No obstante, ambas situaciones, la de la alta
competencia y la del deporte de barrio, aunque tengan lugar en
diferentes ámbitos, forman parte de un todo que requiere atención
por parte del Estado y que podemos denominar como violencia con
ocasión del deporte.

Y es que el deporte es una forma de desahogarse, de canalizar las


energías, de liberar las tensiones y los eventos que hacen que un
individuo se "descargue" y olvide por un momento que en el
ambiente en el que vive debe contenerse y tolerar situaciones
difíciles. El deporte, además de ser una de las diez empresas más
grandes del mundo, es un juego que implica evadirse de la vida real
por un partido para unos, un duelo figurado que les permite liberar
tensiones internas a otros, una forma de vida, un sistema para
ascender en aspiraciones profesionales o personales, y hasta llegar a
significar lo más importante para algunos.

El deporte es una actividad lícita permitida, con consagración


constitucional en Colombia a diferencia de lo que ocurre en otros
países de Latinoamérica en donde no se le confiere tanto valor a la
práctica del deporte y, al igual que en otras actividades licitas y
permitidas, interviene el derecho penal para regular, prevenir y
sancionar determinados delitos y faltas que se cometen en razón del
vasto mundo del deporte.

El derecho penal deportivo también puede interpretarse como la


disciplina que permite explicar por qué algunos comportamientos que
lesionan o ponen en peligro bienes jurídicos importantes y que bien
pueden encajar en tipos penales son atípicos o encuentran una
justificación que los saca de la esfera punible.

Pese a la importancia que el deporte ha ganado en Colombia, bien


sea en su modalidad de aficionado o de competencia, en los decretos
legislados sobre temas deportivos, reglamentos de competición y
otros intentos normativos, el abordamiento y prevención de la
responsabilidad penal con ocasión del deporte, es casi un mito.

Finalmente, existe un ámbito del Derecho Deportivo esbozado al


principio de este artículo, que pocos han abordado pero que incumbe
por igual a abogados, educadores físicos, directivos del deporte y
deportistas: la responsabilidad civil derivada de la práctica deportiva.
Imaginemos, por ejemplo, una competencia de motocross. Un
deportista mayor de diez años y menor de 18, que lleva poco tiempo
practicando motociclismo y provisto de una motocicleta que no
cumple con las normas técnicas mínimas para participar en un torneo
de este deporte, lo hace. La instalación deportiva no ha sido
debidamente revisada por el organizador del evento, llámese en esta
situación liga de motocross. Se ha previsto la participación de muchos
deportistas en la misma categoría y se calcula que habrá mucha
asistencia de público.

Nuestro deportista enfila su destreza rumbo a la meta. Es de suponer


que hace acopio de su fortale-za muscular ayudado por un
instrumento que incrementa la velocidad normal de desplazamiento,
razón por la que su energía y la velocidad multiplicadas escapan del
control del motociclista para convertirse en una actividad de las
denominadas "peligrosas" por la doctrina civilista y que por lo mismo
genera riesgo para el practicante y para las demás personas que
comparten el mismo espacio. El motociclista, en una curva mal
dotada de seguridades para el público, falla y atropella a un
espectador del torneo, quien sufre múltiples lesiones en su
corporeidad. Cabría preguntarse: ¿Qué forma de responsabilidad se
aplica al caso concreto? ¿El hecho de que se trate de una actividad
deportiva, exonera de responsabilidades al conductor del automotor?
¿Quiénes serían los responsables y bajo qué titulo?

Este caso gráfica los riesgos propios de la faceta competitiva del


deporte. En su ejercicio pueden ocurrir lesiones, traumas, la muerte,
y, consecuencialmente, eventos generadores de responsabilidad civil,
contractual o extra contractual.

Con este planteamiento finalizamos nuestra apreciación sobre las


diferentes esferas jurídicas que comprende ese gran bloque
denominado Derecho Deportivo.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA LEGISLACIÓN DEPORTIVA


EN COLOMBIA

Las primeras disposiciones creadas en Colombia con la intención de


integrar la Educación Física y la gimnasia en el sistema educativo
datan de 1904 y el verdadero establecimiento legal del deporte en
nuestro país surge con a Ley 80 de 1925 que crea la Comisión
Nacional de Educación Física para fomentar el establecimiento de las
plazas de deporte adscritas al Ministerio de Instrucción pública y las
Asociaciones de Cultura Física, siendo los móviles de dicha
intervención el fomento de la salud, la recreación física, el
mejoramiento de la energía mental y la educación del carácter5
El Decreto 2216 de 1938 trajo la organización del deporte en
Colombia, además de introducir el reconocimiento y las atribuciones
del Comité Olímpico Colombiano con lo que se sienta un precedente
en la oficialidad de las competiciones de los nacionales en el exterior.
El citado Decreto consagró la prohibición de usar el deporte con fines
de propaganda comercial, política y religiosa, reglamentó las
asociaciones deportivas con sus deberes y atribuciones, las ligas
deportivas, comités deportivos, clubes aficionados y campeonatos.

Con la reforma administrativa de 1968 nace, a manera de entidad


descentralizada, el Instituto para la Recreación y el Deporte
"COLDEPORTES" (creado mediante el Decreto Ley 743 de 1968), y le
fueron conferidas atribuciones tales como aprobar y desaprobar los
estatutos de las federaciones deportivas teniendo en cuenta las
normas de las federaciones internacionales, colaborar con el Comité
Olímpico Colombiano en la preparación, organización y desarrollo de
los campeonatos y, vigilar que el Comité Olímpico Colombiano y las
asociaciones deportivas acataran y cumplieran los compromisos y
requisitos impuestos por los organismos internacionales
correspondientes.

El Decreto Ley 3152 de 1968 establece dentro de los conceptos de


hermenéutica jurídica que la educación física comprende las
actividades gimnásticas, deportivas y atléticas.

El Decreto Reglamentario 1387 de 1970 estructuró el deporte en


general y rectificó la esencia jurídica del Comité Olímpico Colombiano
y le señaló la atribución de inscribir y dirigir las delegaciones
deportivas de Colombia expresamente a Juegos Olímpicos y juegos
Bolivarianos. Por su parte el Decreto 3115 de 1978 reguló los
Festivales Escolares y los Juegos Intercolegiados.

La legislación que sentó las bases de la organización del deporte


aficionado y del deporte profesional surgió como parte del cuerpo
normativo denominado "Ley Marco del Deporte" , que se materializó
en los Decretos Leyes 2485 y 3158 de 1994 y los Decretos
Reglamentarios 380, 107 y 1421 de 1985 y 515 de 1986.

En el marco de la Constitución, el deporte colombiano alcanzaba


consagración indirecta en la derogada Constitución Política de 1886,
mediante el Acto Legislativo Número 1 de 1936, donde se garantizaba
la libertad de enseñanza, y la formación integral, física y moral de los
educandos. No se mencionaba expresamente el deporte pero sé
entendía que la educación formaba parte de un todo armónico, y el
deporte, como actividad formativa, no escapaba de esa formación
integral. (Artículo 120). Otros artículos constitucionales que
vinculaban al deporte indirectamente eran el que permite el ejercicio
del derecho de asociación (artículo 44), y, el deporte que se ejerce
como profesión u oficio (Artículo. 39).

Actualmente el fundamento constitucional del deporte está


consagrado en el artículo 52 de la Carta Política de 1991, que
reconoce el derecho de todas las personas a la recreación, a la
práctica del deporte y al aprovechamiento del tiempo libre. Establece
además el fomento por parte del Estado de estas actividades y el
deber de inspección las organizaciones deportivas, cuya estructura y
propiedad deberán ser democráticas. Cabe resaltar que la redacción
del artículo 52 de la Carta de 1991 fue objeto de una modificación
recientemente6.

LEGISLACIÓN DEPORTIVA A LA CARTA

La Ley 181 de 1995, que corresponde a la Ley del Deporte vigente en


Colombia* y la posterior regulación de diferentes aspectos relevantes
en el deporte, tienen su antecedente normativo en la legislación
deportiva española. En ese país existía una Ley General de Educación
Física que sucumbió ante la promulgación de la vigente Ley 10 de
1990, de 15 de octubre7 y que surgió como respuesta al deber
constitucional de reglamentar el deporte y presentarlo en el
preámbulo del texto legal como "un elemento fundamental del
sistema educativo", y así las cosas, la faceta competitiva de ámbito
nacional e internacional inherente al deporte justifica la actuación del
Estado, que se traduce en intervención pública a través de la
Administración estatal y de la Administración de cada comunidad
autonómica española.

Hecha esta precisión, la Ley 181 de enero de 1995 del Deporte en


Colombia surgió para cumplir un "viejo anhelo de la dirigencia
deportiva", como lo señaló, en un preámbulo realizado en una
publicación de "Indeportes- Antioquia", en esa época "Coldeportes-
Antioquia", el entonces Gobernador del departamento Antioqueño,
actual Presidente de la República Doctor Alvaro Uribe Vélez, y en
donde se señalaron una serie de competencias y de responsabilidades
en los sectores público y privado frente a la dirección del deporte y la
recreación. Cabe resaltar que con la Ley 181 de 1995 la estructura
del deporte colombiano fue objeto de una modificación sustancial.

Otras normas de naturaleza deportiva posteriores a la promulgación


de la Ley del Deporte son el Decreto 1231 de 1995, por el cual se
establece el otorgamiento de estímulos académicos, económicos y de
seguridad social para deportistas nacionales destacados en el ámbito
nacional e internacional, el Decreto 1228 de 18 de julio de 1995 por
el cual se revisa la estructura de la legislación deportiva vigente y la
estructura de los organismos del sector asociado con el objeto de
encuadrarlas al contenido de la Ley 181 de 1995 y el Decreto 0776
del 29 de abril de 1996, por el cual se dictan normas para el
funcionamiento de los clubes deportivos profesionales.

Actualmente cursan varios proyectos de ley, sobre aspectos tales


como las escuelas deportivas, el código de ética deportiva, el
reconocimiento a los deportistas que el Estado considera Glorias del
deporte, el juego limpio, -que toma aspectos regulados con detalle
por la normativa de prevención de violencia en los espectáculos
deportivos, vigente en España8-, el Proyecto de Ley 156 de 2001 por
el cual se dictan normas de prevención y lucha contra el dopaje, se
modifica la Ley 49 de 1993 y se dictan otras disposiciones, y, otro
Proyecto de Ley que, de resultar aprobado, modificaría sus-
tancialmente varios aspectos de la Ley del Deporte Colombiana. Uno
de los eventos contemplados en esta última intención legislativa
corresponde al cambio de denominación de los actuales organismos
deportivos del sector asociado por "organizaciones deportivas", a fin
de armonizar su denominación con lo contemplado en el artículo 52
de la Carta Políti-ca. De esta manera se modificarían la Ley 181 de
1995, el Decreto Ley 1228 de 1995 y demás normas vigentes. El
artículo 3, concordado con el artículo 69, adicionaría y modificaría el
artículo 61 de la Ley 181, del deporte actual, atribuyéndole la función
de aprobar el calendario deportivo nacional de las federaciones
deportivas nacionales, aspecto que bien canalizado puede contribuir a
resolver el problema que se presenta cada vez que un nuevo
campeón mundial en una modalidad deportiva no reconocida por el
Instituto Colombiano del Deporte, COLDEPOR-TES y por el Comité
Olímpico Nacional solicita ante los organismos deportivos el beneficio
económico que el Estado ha previsto como premio por su actuación,
con justa razón, si el evento internacional en el que participó y triunfó
estaba fijado previamente y de manera oficial en el calendario
deportivo de la correspondiente federación deportiva nacional.

Con el Proyecto en comento, se modifica además el artículo 21 del


Decreto Ley 228 de 1995, de manera que las estructuras de las
organizaciones deportivas de los niveles nacional, departamental y
del Distrito Capital será determinada en sus estatutos rigiéndose por
los principios de democratización y participación deportiva. En todo
caso su estructura debe comprender la Asamblea, el Comité
Ejecutivo, el Revisor Fiscal o Fiscal y suplentes según el caso, la
Comisión Disciplinaria, la Comisión técnica Deportiva y la Comisión de
Juzgamiento Deportivo.

De otra parte, en el capítulo VI se reglamenta a cabalidad el trabajo


del deportista profesional9 se desarrolla el derecho constitucional de
la salud del artículo 49 de la Constitución Política a través del capítulo
Del Control Médico que establece que cuando los entes deportivos
municipales, departamentales y estatales no puedan constituir en su
estructura una división de medicina deportiva, podrán celebrar
convenios con las instituciones de salud de las respectivas regiones o
localidades con el fin de desarrollar programas de promoción,
protección y recuperación de la salud a los deportistas de su
jurisdicción. Finalmente, regula lo atinente a la financiación del
deporte colombiano, que al tenor del titulo X, favorece el deporte con
el impuesto a los cigarrillos nacionales y extranjeros, quedando
pendiente determinar en qué porcentaje serian los recursos
provenientes de la comercialización, el mercadeo y demás aportes del
Estado colombiano. Ya no en términos de contribución sino de
exoneración sobre impuestos, el Proyecto de Ley del Deporte
establece una consideración especial frente a las organizaciones
deportivas y las federaciones deportivas debidamente reconocidas
con respecto del impuesto IVA, un descuento para las personas
físicas sobre el 60% de las donaciones que hayan efectuado durante
el año gravable a las universidades públicas o privadas aprobadas por
el ICFES, lo mismo que a las organizaciones del deporte federado
tales como clubes deportivos, comités deportivos, ligas deportivas,
federaciones deportivas y Comité Olímpico Colombiano debidamente
reconocidas, sin ánimo de lucro.

PROYECCIÓN DEL DERECHO DEPORTIVO EN COLOMBIA

Aunque el deporte colombiano está a la vanguardia de la legislación


deportiva latinoamericana, en nuestro sistema normativo existen
vacíos que requieren la atención del legislador patrio. Un evento
concreto es la necesidad de reglamentación en materia de seguro
obligatorio para los deportistas que compiten en cualquier torneo
oficial, bien sea estatal o universitario, considerar la idea de
implementar la licencia federativa, de uso en otros países10, como
documento que avala la participación de los deportistas inscritos en
los clubes deportivos de las distin-tas disciplinas deportivas en
cualquier evento organizado por las ligas colombianas, y que tiene
múltiples funciones, entre otras obtener fondos para el sostenimiento
del deporte asociativo, subvencionar el seguro de los deportistas en
las competencias de toda índole, y conferirle validez al grado de
formación que alcanza el deportista cuando éste tiene una categoría
que trasciende su participación en el deporte como simple aficionado,
reglamentar un procedimiento en el que el deportista que sienta que
puede reclamar un derecho económico lo pueda hacer sin que en la
práctica a veces dependa del arbitrio del presidente de su respectiva
federación, situación que en la práctica degenera en la predisposición
que tenga el funcionario federativo de que se trate, vulnerándose de
esta manera los derechos de deportistas, máxime si carecen de
formación académica.
En nuestro entorno resulta muy escaso el conocimiento que los
abogados litigantes poseen respecto de todo lo atinente a los
derechos de los deportistas11, más aún sobre la normativa aplicable a
las situaciones concretas que no encuentran un supuesto de hecho
claro a la luz de los códigos colombianos; por esta razón es necesaria
la mentalidad abierta, a la concienciación respecto de su importancia,
y la divulgación del derecho deportivo promoviendo la investigación
en esta rama del derecho en los establecimientos educativos
colombianos de enseñanza superior.

NOTAS:

1 París Roche Fernando. La planificación estratégica en las


organizaciones deportivas. Madrid. Editorial Paidotribo, 2000. Página
31 y siguientes.

2 Cabe señalar que en España, la legislación es cuidadosa en incluir


los beneficios en materia de mecenazgo deportivo y exoneración de
impuestos a las entidades deportivas en determinados supuestos, por
ejemplo las entidades declaradas de utilidad pública gozan de
beneficios en el impuesto sobre bienes inmuebles respecto de los
bienes de que sean titulares siempre que no se trate de bienes
cedidos a terceros mediante contraprestación, siempre que estén
afectos a las actividades que constituyan su objeto social o finalidad
específica y no se utilicen principalmente en el desarrollo de
explotaciones económicas que no constituyan su objeto social o
finalidad específica. De igual manera, gozan de beneficios en el
Impuesto Municipal sobre Actividades Económicas por las actividades
que constituyan su objeto social o finalidad específica. A estos efectos
se entiende que las explotaciones económicas coinciden con el objeto
cuando dichas actividades cumplan fines deportivos, no generen
competencia desleal y sus destinatarios sean colectividades genéricas
de personas y, finalmente, son rendimientos gravados en el Impuesto
de Sociedades, los incrementos patrimoniales puestos de manifiesto
en las transmisiones de elementos materiales del activo fijo
necesarios para la realización de sus explotaciones, siempre que el
importe total de la enajenación se reinvierta con los requisitos y
condiciones establecidos en el impuesto sobre sociedades, o bien que
dicho importe total se destine a nuevas inversiones en bienes afectos
a las actividades exentas, pero no están exentos de este impuesto los
rendimientos obtenidos en el ejercicio de una explotación económica.
(Sin perjuicio de los que podrán ser exentos), así como los
rendimientos procedentes de los bienes y derechos que integran el
patrimonio de la entidad (Sin perjuicio de los que podrán ser exentos)
y los incrementos patrimoniales derivados de transmisiones onerosas.
(Normas acudidas: Real DCTO 765/95, artículo. 2. Ley 30/94, de
Fundaciones Y Ley 43/95 del Impuesto sobre Sociedades).

3 Se muestran en de la exoneración de la responsabilidad penal con


ocasión de la muerte y las lesiones ocurridas en el deporte: Jorge
Mosset Iturraspe, Roberto H Brebbia., por el contrario proclaman la
responsabilidad penal en el deporte cuando el comportamiento no
esta amparado en una causal de justificación o excede las mismas:
Antonio José Cancino, Alfonso Reyes Echandía, Fernando Velásquez
Velásquez, Guido Alejandro Rodríguez Lugari, Sebastián Soler, Mayer,
Jiménez de Asúa y Meszger, Manuel Sánchez Romero. Nos adherimos
a esta línea doctrinaria.

4 Siguiendo el tratamiento que la Ley 599 de 2000, el nuevo código


penal le confiere al comportamiento típico, antijurídico y culpable, con
ocasión del deporte las personas físicas que forman parte del mundo
del deporte podrían incurrir con su comportamiento contrario a
derecho en los siguientes delitos: ART. 182.–Constreñimiento ilegal,
con la correspondiente circunstancia agravante cuando el agente
abuse de superioridad docente, laboral o similar, ART. 265.–Daño en
bien ajeno, ART. 220.–Injuria, ART. 221.– Calumnia, ART. 222.–
Injuria y calumnia indirectas, ART. 226.–Injuria por vías de hecho,
ART. 227.– Injurias o calumnias recíprocas, ART. 397. _Peculado por
apropiación, ART. 398.–Peculado por uso, ART. 399–Peculado por
aplicación oficial diferente, ART. 400.–Peculado culposo, ART. 405.–
Cohecho propio, ART. 406.–Cohecho impropio, ART 407.–Cohecho
por dar u ofrecer, ART. 408.–Violación del régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades, ART. 409.–
Interés indebido en la celebración de contratos, ART410.–Contrato sin
cumplimiento de requisitos legales, ART. 412.–Enriquecimiento ilícito,
ART. 413.–Prevaricato por acción, ART. 414.–Prevaricato por omisión,
ART. 416.– Abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, ART.
417.–Abuso de autoridad por omisión de denuncia. Bajo
circunstancias muy específicas: ART. 103.–Homicidio., ART 109–
Homicidio culposo ART 111.– Lesiones. ART. 120–Lesiones culposas,
ART 122.–Aborto. ART. 123.–Aborto sin consentimiento. ART. 178.–
Tortura, ART. 182.–Constreñimiento ilegal, con la correspondiente
circunstacia de agravación punitiva cuando el agente abuse de
superioridad docente, laboral o similar, ART. 265.–Daño en bien
ajeno., ART220.–Injuria, ART. 221.–Calumnia, ART. 222.–Injuria y
calumnia indirectas, ART 226.– Injuria por vías de hecho. , ART.
397.–Peculado por apropiación, ART. 398.–Peculado por uso, ART.
399.–Peculado por aplicación, ART. 400.–Peculado culposo, ART.
405.–Cohecho propio, ART. 406.– Cohecho impropio, ART. 407.–
Cohecho por dar u ofrecer, ART. 408.–Violación del régimen legal o
constitucional de inhabilidades e incompatibilidades, ART. 409.–
Interés indebido en la celebración de contratos, ART. 410.–Contrato
sin cumplimiento de requisitos legales, ART. 412.–Enriquecimiento
ilícito, ART. 413.–Prevaricato por acción, ART. 414.–Prevaricato por
omisión, ART. 416.–Abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto,
ART. 417.–Abuso de autoridad por omisión de denuncia.

5 Cancino José A. Deporte y Delito. Bogotá. Universidad Externado de


Colombia 1989. Página 145-147.

6 El artículo 52 de la Constitución Política colombiana vigente,


modificado mediante Acto Legislativo 02/ 2000 artículo 1 señala: "El
ejercicio del deporte, sus manifestaciones recreativas, competitivas y
autóctonas tienen como función la formación integral de las personas,
preservar y desarrollar una mejor salud del ser humano. El deporte y
la recreación forman parte de la educación y constituyen control
publico social. Se reconoce el derecho a todas las personas a la
recreación, la práctica del deporte y al aprovechamiento del tiempo
libre. El estado fomentará esas actividades e inspeccionará, vigilará y
controlará las organizaciones deportivas y recreativas cuya estructura
y propiedad deberán ser democráticas."

7 La Ley 10 de 1990 del Deporte española fue modificada


parcialmente por la Ley 50 de 1998.

8 El tema de la violencia en los espectáculos deportivos alcanza


regulación legal matriz en el Real Decreto español 75/1992 por el que
se crea la Comisión Nacional sobre violencia en los espectáculos
deportivos, la Ley 10/90, del Deporte Española, artículo 68, sobre
requisitos que deben llenar los recintos deportivos en que se celebren
competiciones de carácter profesional, Real Decreto 769 de 1993 por
el que se aprueba el reglamento para la prevención de la violencia en
los espectáculos deportivos, modificado a su vez por el Real Decreto
1247 de 1998 y la orden de 22 de diciembre de 1998. Esta
normatividad debe concordarse con la Ley Orgánica de protección de
la seguridad ciudadana y el reglamento general de policía de los
espectáculos públicos y actividades recreativas.

9 Esta normativa tiene un alcance legislativo en España regulado en


el Real Decreto 1006 de 1985, "Estatuto de los Deportistas
Profesionales"

10 En La ley 49 de 1993, en el artículo 19 señala las clases de


sanciones a imponer por los Tribunales deportivos correspondientes,
y entre ellas contempla "la inhabilitación, suspensión o privación de la
afiliación al club, liga, división, o federación de la licencia federativa
con carácter temporal o definitivo en adecuada proporción a las
infracciones cometidas". Lo curioso de este precepto, es que cuando
el legislador se inspiró en la normativa disciplinaria deportiva
española desarrollada a partir del artículo 58.1 de la Ley 10 de 1990
del Deporte de España, no tuvo en cuenta que en nuestro país no
existe dicha figura europea que produce importantes efectos
administrativos, por lo tanto, la aplicabilidad de la sanción consistente
en privación de la licencia federativa deviene inaplicable en Colombia.
Actualmente esta prevista su inclusión aunque no su desarrollo en el
proyecto de Ley del Deporte colombiana.

11 Al respecto, Echeverry Velásquez Sandra Liliana en


"Responsabilidad Civil Extracontractual en los Deportes de Contacto
Físico", tesis de grado, Facultad de Derecho, Universidad de Medellín
1999, p. 277.

Introducción

    La importancia de la legislación deportiva y su análisis coyuntural como un proceso que


compete al Poder Legislativo o como un tema que atañe, exclusivamente al Poder Ejecutivo,
cobra fuerza, ante la posibilidad de que el deporte en México sea adoptado, como un punto de
partida de solución, a los problemas de salud, inseguridad y educativos que sufre México.
Además de lo anterior, hay múltiples aspectos en la vida deportiva y de los deportistas que se
trasladan al ámbito de distintas ramas del Derecho y que permiten vislumbrar la necesidad
teórica de reconocer una rama específica cuyo objeto de estudio sean los fenómenos
deportivos.

    Por ello las siguientes preguntas: ¿Es necesario el reconocimiento del derecho al deporte, en
la Constitución como una garantía individual?, y derivado de lo anterior ¿Existe una rama del
derecho denominada Derecho Deportivo?

    El propósito de este trabajo es demostrar la existencia del Derecho Deportivo y la necesidad
de pensar en esta rama del derecho, atendiendo a un análisis mínimo de las relaciones entre el
deporte como fenómeno social con las distintas ramas del Derecho.

Metodología

    La presente investigación es del tipo documental, de carácter jurídico propositiva, y de


carácter dogmático. Las técnicas que se emplearon fueron: la elaboración de fichas de trabajo
en sus aristas de fichas de resumen y fichas textuales, la elaboración de fichas bibliográficas, la
consulta de documentos relacionados con el tema. El método que se empleó fue el método
histórico-comparativo, el sistemático, así como la inducción y la deducción.

Resultados

Justificación del reconocimiento constitucional del deporte en México

    La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hace referencia dos veces a la
palabra “deporte” y una vez más en sus artículos transitorios; es decir, quiérase o no, el
deporte es un tema del Derecho Constitucional.

    Establece la Constitución el artículo 73 de la Carta Magna, como facultad del Congreso
General, la siguiente:

Artículo 73. El Congreso tiene facultad:


    XXIX-J. Para legislar en materia de deporte, estableciendo las bases generales de
coordinación de la facultad concurrente entre la Federación, los estados, el Distrito Federal y
municipios; asimismo de la participación de los sectores social y privado, y…

    Por su parte el artículo 18 del citado código constitucional prevé que:

Artículo 18…

    El sistema penitenciario se organizará sobre la base del trabajo, la capacitación para el
mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del
sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que
para él prevé la ley…

    En este sentido, se demuestra que el tema del deporte, como muchos otros en México, es un
tema jurídico, o por lo menos, un tema atendido por el derecho. A su vez, la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, se ha visto en la necesidad de interpretar la naturaleza y los alcances de
hechos deportivos, a fin de establecer los alcances de la responsabilidad de los hombres en
ciertos casos que se someten a su conocimiento; estos temas impactan a otras ramas del
Derecho como lo son el Fiscal, el Penal, el Mercantil, el Derecho de Patentes y Marcas, entre
muchas otras.

    Por otra parte, en el ámbito internacional existen tribunales y organismos deportivos, cuyas
jurisdicciones y competencias, rebasan los alcances de la justicia mexicana, y contra los cuales
ni el Juicio de Amparo ha sido capaz de modificar su contenido. Además se constituyen en
verdaderos tribunales supranacionales, que permiten debatir sobre la legalidad de sus
resoluciones.

Concepto de Derecho

    Para entender la existencia del Derecho Deportivo, se debe comenzar por establecer un
concepto de derecho; el derecho es un producto social; y se comprende como una facultad del
estado para imponer el orden y dar cohesión y reglas específicas al grupo social para el que fue
creado.

    Para este trabajo, reconociendo las limitaciones que tiene la conceptualización, ya que todo
concepto es limitado e incompleto, se define al Derecho como el conjunto de normas, principios
e instituciones, creadas por la instancia legitimada para hacerlo, que regulan la vida del hombre
en sociedad.

    De los elementos que integran la definición que se propone, se debe resaltar que estas
normas, principios e instituciones deben ser creadas por entidades con legitimidad para hacerlo,
pues como lo afirma Osornio, al establecer que todo el orden jurídico nacional tiene como
fuente última de validez a la Constitución, se entiende que todo el sistema jurídico emana
precisamente de la Carta Magna y señala lo siguiente: “Por nuestra parte, creemos conveniente
acotar que la fuente de validez de la Constitución es la legitimidad del órgano que la produce”
(2001, s/p) y nosotros reafirmamos que la legitimidad del Derecho surge del órgano que lo
crea, por lo que no toda norma o conjunto de normas son objeto de aquel.

Alcances del Derecho Administrativo

    Una vez, más o menos, vislumbrado el concepto de derecho, cabría preguntarse sobre la
existencia de un “Derecho Deportivo” o “legislación del Deporte” a la par del “derecho sanitario”
o del “derecho aduanal”, o del “derecho laboral”, etcétera.
    Para responder a lo anterior, se debe adentrar a los contenidos y alcances del Derecho
Administrativo. Y se reitera esa evolución que el Estado ha presentado, y que se manifiesta, en
mayor o menor medida en el tamaño y dimensiones de la estructura gubernativa. Así, el
Estado, ante sus excesos legislativos, ha generado tantas ramas del Derecho Administrativo
como funciones del Poder Ejecutivo existen.

    Se señala en el Glosario Básico de Administración Pública, (Aguilar, et al., 2009, p. 107) que:

    “El Derecho como ciencia y como conjunto de normas, es uno sólo y es por razones de su
estudio y descripción que se divide y así encontramos dentro de las ramas del Derecho
Administrativo al Derecho Aduanero, Derecho Asistencial, Derecho Bancario, Derecho
Burocrático, Derecho Cultural, Derecho de la Propiedad Intelectual, Derecho de las
Comunicaciones, Derecho del Consumidor, Derecho del Transporte, Derecho Ecológico, Derecho
Económico, Derecho Educativo, Derecho Electoral, Derecho Energético, Derecho Forestal,
Derecho Funerario, Derecho Hidráulico, Derecho Migratrio, Derecho Minero, Derecho Pesquero,
Derecho Procesal Administrativo, Derecho Registral, Derecho Sanitario, Derecho Universitario,
Derecho Urbanístico, etcétera, cuyas denominaciones indican que actividad regula cada rama”.

    Ante esta multiplicidad de divisiones del Derecho Administrativo, entonces no es


descabellado encontrar una rama singular, encargada de los alcances, funciones y autoridades
relacionadas con el deporte. Esta rama del derecho se propone designarla como “Derecho
Deportivo”, y se define como ‘la rama del Derecho Administrativo que regula la actividad del
Estado relacionada con la actividad deportiva, así como la vinculación entre las autoridades
mexicanas y las autoridades internacionales en la regulación, fomento, sanción y organización
del deporte, sea este profesional o amateur.’ Ahora bien, a fin de justificar la necesidad de
conceptualizar a esta rama del derecho, y desde la postura de la sociología jurídica, es
evidente, respecto al deporte, que entendemos que la actividad física en forma de juego es
consustancial al ser humano. En este sentido y en un breve análisis de su evolución, el deporte
ha pasado de ser un fenómeno enmarcado en ritos o cultos ofrendados a las divinidades, con
un fin utilitario en la época esclavista, como medio de educación y formación de las juventudes,
indispensable en la preparación de la guerra y como elemento para la subsistencia humana,
pasando por una etapa de prohibición en la edad media; en la actualidad se ubica como una
necesidad del hombre altamente sedentario y cada vez más propenso a enfermedades
provocadas o acentuadas por esa inactividad física y que, desafortunadamente el Estado
(federación, estados, municipios) no tiene la voluntad o la capacidad de atender.

    Una primera aproximación, sobre la existencia de esta rama del Derecho Administrativo se
tiene con la expresión “derecho deportivo” que fuera utilizada por primera vez por el italiano
SUGLIA en 1929; se reconoce la existencia de publicaciones periódicas en Italia en la revista
DIRITTO SPORTIVO a partir de 1948 y en Argentina en DERECHO DEPORTIVO en 1961
(Blanco, 2006 p. 31). Pese a esto, debe reconocerse la falta de estudios jurídicos acerca del
deporte; en principio quizá, porque el deporte se practica bajo reglas y organizaciones propias,
distintas a la propia organización del Estado y a la fuerza económica que permite a las
organizaciones del deporte profesional evadir la fuerza y capacidad del Estado.

    Sin embargo, no es discutible el hecho del desarrollo del deporte en la segunda mitad del
siglo XX, así como la evolución jurisprudencial y la constitucionalización del deporte, reconocido
como una realidad social que se desarrolla, ahora, al amparo del Derecho. Quizá en un principio
ésta relación (Derecho-Deporte) surge por conflictos laborales planteados por deportistas
profesionales.

El deporte y la Constitución Política

    No se debe olvidar la función política que desempeña el Derecho en la sociedad, que permite
suponer que el legislador, como intérprete de la voluntad nacional, sabe qué temas sociales son
susceptibles o necesarios de ser regulados mediante la ley.
    En nuestro país con la adición de un inicio J a la fracción XXIX del artículo 73 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el 28 de junio de 1999, por primera vez
se reconoce la facultad del Congreso de la Unión de legislar en materia deportiva.

    Respecto a la reforma que sufrió el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, sobre el Derecho Penal, en específico en lo referente a la pena de prisión,
las reformas en torno al deporte, pueden resultar intrascendentes o al contrario bastante
trascendentes, sobre todo al depender de la aceptación y aplicación que de ellas hagan las
autoridades judiciales y ejecutivas.

    Publicadas el 18 de junio de 2008 en el Diario Oficial de la Federación, estas reformaron todo
el sistema del derecho penal mexicano, e impactaron en el artículo 18 así como en diversos
numerales de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

    El argumento de fondo que fundamenta esta reforma, incubada desde 2004, es el colapso de
la justicia penal y el hecho de estar inmersa en una decadencia provocada por la corrupción y la
impunidad. Sin embargo el punto que nos ocupa es el de la reforma al artículo 18 y su impacto
en la pena de prisión, en específico en los mecanismos de reinserción social.

    Se debe reconocer que la reforma del 2008 va dirigida al tratamiento de la prisión y su
función social, y no tanto al reconocimiento del deporte como garantía de todo gobernado,
tema en el que habrá de insistirse para que todo individuo tenga el derecho a la práctica del
deporte y que el Estado asuma la responsabilidad de fomentarlo.

    En la reforma de 2008, se debe resaltar los cambios en la terminología penitenciaria, al


cambiar la denominación de pena corporal por la de pena privativa de la libertad; el hecho de
que el sistema penitenciario sustituya al sistema penal; una nueva modificación conceptual, al
cambiar la reinserción social nuevamente por la readaptación social; y por último, la inclusión
de la salud y del deporte como mecanismo de reinserción social del sentenciado. Se referirá a
esta última circunstancia: en principio la salud es una garantía individual perfectamente
establecida en el artículo 4º Constitucional, el segundo, es decir, el deporte, es considerado por
algunos teóricos como una simple ocurrencia. Delgado, R. (2009).

    Entre las críticas a la incorporación del deporte como mecanismo de reinserción social, se
señala que, en principio se deben tomar en cuenta las condiciones personales de cada interno,
su edad, estado de salud, voluntad de practicar un deporte, pues no puede ser obligado a ello;
pero señalan los detractores, se deberá contar con instalaciones y equipos adecuados, que por
lo general no se tienen en todos los centros penitenciarios. Además de que no existen
programas especiales, científicamente preparados con este fin.

    Sin embargo la crítica cae por sí misma; en efecto: si originalmente el Constituyente quiso
que fuera el trabajo el mecanismo idóneo de incorporación del delincuente, pensando que con
la actividad laboral, no sólo acrecentaba sus habilidades y adquiría un salario, además de
beneficiarse con la reducción de la pena, es evidente que, para que el sentenciado quisiese
hacer del trabajo su mecanismo de readaptación social, también, en estas circunstancias se
deben tomar en cuenta las condiciones personales de cada interno, su edad, estado de salud,
voluntad de ejercer un trabajo, pues tampoco puede ser obligado a ello.

    La Constitución establece como facultad exclusiva del Congreso General, la de legislar en
materia deportiva; esto es, al lado de las facultades fiscales, hacendarias, de salubridad
general, de hidrocarburos, para establecer los delitos en la República, para autorizar nuevos
estados dentro de la Unión, además tiene facultades para legislar en materia del Deporte, tal y
como lo prevé la fracción XXIX-J del artículo 73 constitucional.
    Deben destacarse los argumentos plasmados en la exposición de motivos de los iniciadores
de esta reforma, los cuales reproducidos en el dictamen respectivo, donde se destacaba lo
siguiente:

    La iniciativa de mérito señala en su exposición de motivos que el deporte es una de las
manifestaciones sociales que han adquirido mayor importancia dentro de la vida cotidiana del
ser humano, y que el fenómeno deportivo es uno de los que más ha evolucionado y se ha
desarrollado durante el proceso de la globalización por su gran inmersión en los ámbitos
político, social, económico, cultural y jurídico.

    A través de sus diversas modalidades como entretenimiento, espectáculo, alto rendimiento,
popular o profesional, los alcances del deporte como instrumento educativo y su valor
universalmente reconocido como protector de la salud física y mental han transformado a la
cultura física y al deporte en una realidad en el ámbito internacional creando todo un nuevo
concepto legal.

    Asimismo…

    Por otra parte, y como referencia expresa en el ámbito internacional, la Conferencia General
de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, reunida en
París, en su 20 sesión emitió el 21 de noviembre de 1978 la "Carta Internacional de la
Educación Física y el Deporte", que en los términos de la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre, nos habla sobre las condiciones esenciales del ejercicio efectivo de los derechos
humanos…

    La Carta Internacional de la UNESCO proclama el desarrollo de la educación física y el


deporte al servicio del progreso humano para favorecer su desarrollo y exhortar a los
gobiernos, las organizaciones no gubernamentales competentes, los educadores, las familias y
los propios individuos a inspirarse en ella, difundirla y ponerla en práctica. A este
posicionamiento la UNESCO recomienda en su artículo 1o. de dicha carta que "la práctica de la
educación física y el deporte es un derecho fundamental para todos” (2009, septiembre).

La relación del deporte con otras ramas del Derecho

    Todo lo anterior nos lleva a buscar los puntos de contacto entre el deporte y las diversas
ramas que integran al derecho, y a partir de ahí, justificar el reconocimiento del Derecho
Deportivo.

Con el Derecho Penal

    Históricamente el Derecho Penal se ha manifestado por hacer inimputables las lesiones
ocasionadas en la práctica o en el ejercicio del deporte; en efecto, en ánimo delictivo está
ausente, en apariencia, cuando las lesiones devienen del contacto físico propio de las
características de cada deporte en particular; el boxeo, la lucha libre, las artes marciales, el
futbol americano, el futbol soccer, entre otros muchos ejemplos, denotan actividades lúdicas en
donde pueden generarse lesiones e incluso la muerte.

    La regulación jurídico-reglamentaria del deporte, estableciendo edades, pesos, ciertas


características físicas de los participantes, permiten suponer cierta lealtad en la contienda y,
como se dijo, la ausencia del ánimo delictivo.

    Para justificar las lesiones causadas a los participantes de un deporte cualquiera, se han
empleado los mismos razonamientos utilizados para justificar las lesiones resultantes de
tratamientos médicos-quirúrgicos, tratando de legitimarlos por el consentimiento tácito
otorgado previamente por los jugadores, sea por la ausencia de finalidad dolosa o sea por la
autorización concedida al Estado, expresa o tácitamente, para su ejercicio.
    Dice González de la Vega que:

    Para encontrar la verdadera causa de justificación se hace necesario un examen de los
diferentes casos que pueden presentarse. Existen ciertas clases de deportes, como la natación,
la equitación, etc., que se realizan singularmente, es decir, sin necesidad de entablar una lucha
o contienda violenta entre varios participantes para la obtención del triunfo; es claro que
cuando el deportista resulta lesionado, no puede existir problema de incriminación, por ser las
lesiones causales o deberse exclusivamente a la propia imprudencia del perjudicado. Otro grupo
de deportes como la esgrima, el polo, el foot-ball, etc., se desarrollan entre dos o más personas
o equipos que, por medio de la habilidad física y conforme a ciertas reglas, luchan
violentamente por vencer al contrario; en estos deportes los contendientes tratan de obtener el
galardón, no de lesionar, pero el riesgo de lesiones es muy grande, porque se supone dentro de
las reglas del juego el ejercicio de la violencia; la solución para las lesiones inferidas en estas
actividades deportivas, salvo los casos de perfidia o imprudencia, deberemos encontrarla en la
ausencia del elemento moral; en efecto, cuando los jugadores, sin intención de lesionar, sin
contravenir imprudentemente las reglas del juego, lesionan a otro participante, no pueden ser
imputados como autores de delito, por no haber obrado intencional o culposamente. Por último,
algunos otros deportes, como el pugilato, se realizan en la misma forma violenta, pero dentro
de la finalidad del juego está la de que uno de los contendientes lesione consciente y
voluntariamente a su adversario; a un pugilista le es permitido lesionar a su contrario para
vencerlo por la superioridad de sus golpes lesivos o por ponerlo fuera de combate en estado
conmocional; como aquí la intencionalidad y la finalidad lesiva existen, sólo podemos fundar la
justificación en la ausencia de antijuridicidad del acto, por el reconocimiento que de estos
deportes hace el Estado en las autorizaciones que concede para su práctica y en el fomento que
les otorga por su enseñanza en algunos institutos oficiales. Por su ruda crueldad y el
embrutecimiento que a la larga suele producir en sus practicantes y, aún el riesgo de su
muerte, la moderna tendencia es la de prohibir la práctica del pugilato (González, 1989, p. 19).

    Un ejemplo de la relación entre el deporte y el derecho Penal lo constituye la tesis aislada del
Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, correspondiente a la Novena Época, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, en el tomo VII de enero de 1998, en la
página 1122, con el rubro LESIONES, DELITO DE, TRATÁNDOSE DE EVENTOS DEPORTIVOS,
con el siguiente texto:

    Si bien es cierto que la práctica del deporte es una actividad autorizada por el Estado, cuyo
ejercicio, en sus distintas disciplinas, requiere de acciones que pueden originar choques
violentos entre los participantes, ocasionando a los mismos daños físicos, también es verdad
que la causación de tales daños no debe quedar siempre impune, ya que para que ello
acontezca es necesario que los contendientes cumplan con las reglas del juego respectivo, lo
cual constituye la base para determinar la licitud o ilicitud de la conducta del autor de los daños
aludidos y, en consecuencia, para establecer su culpabilidad o inculpabilidad; admitir lo
contrario daría lugar a que los jugadores, infringiendo intencionalmente los ordenamientos que
rigen las ramas del deporte, pudieran desvirtuar los objetivos propios del mismo; por tanto, el
tipo penal del delito de lesiones se satisface cuando se acredita que se causaron con motivo de
una acción ejecutada en un encuentro deportivo en la cual no se acató el reglamento del juego,
máxime si tal acción produjo, además, la expulsión del jugador por su conducta notoriamente
contraria a las reglas de la disciplina respectiva.

    Como ejemplo de esta relación del deporte con el derecho penal, se hace referencia a lo
ocurrido con el boxeador chiapaneco Geobani Díaz, cuya situación para algunos pudo haberse
evitado, y en el que se señalan como responsables a los dirigentes del boxeo, hasta los
entrenadores, incluyendo promotores y árbitros.

Con el Derecho Fiscal


    Aquí se quiere ejemplificar con el escándalo mundial generado por el futbol Italiano, en el
que las apuestas, la irregular designación de árbitros, fraude y evasión fiscal motivaron la
anulación de títulos obtenidos y el descenso a la liga inferior de un equipo de futbol. En el mes
de junio de 2006, quedó al descubierto una serie de eventos de trascendencia jurídico-
deportiva que implicaron el descenso automático del club deportivo Juventus de Turín, así como
la cancelación de varios de los campeonatos obtenidos. Detallaba la prensa deportiva en su
momento:

    Son Juventus, Milan, Fiorentina y Lazio. El procurador de la Federación Italiana presentó
formalmente su denuncia y los clubes involucrados podrían perder la categoría. El juicio
comenzará el próximo miércoles y la causa incluye cargos por arreglo de resultados, apuestas
ilegales y manipulación en la designación de árbitros.

    …

    En toda Italia, los fiscales indagan en denuncias sobre la manipulación de designación de
árbitros, arreglos de resultados en la Serie A, apuestas clandestinas y fraude contable (2009,
octubre).

Con el Derecho de Propiedad Industrial, Patentes y Marcas

    Aporto un ejemplo, que si bien es estrictamente mercantil, tiene como punto de partida un
hecho deportivo: en México, por un factor sociológico que no es materia de este trabajo de
investigación, la selección Mexicana de Futbol, inscrita en las competencias avaladas por la FIFA
y reconocida como la representación oficial de nuestro país en el ejercicio de ese deporte, ha
sido un producto altamente comercializable; no existe producto en el mercado que no haya sido
publicitado a través de los juegos televisados, y por la participación de los jugadores y
entrenadores de la citada Selección Nacional.

    Sin adentrarnos en la falacia patriótica que la Selección representa, no se puede negar el
fenómeno social que implica, y por ello, su alto atractivo comercial. Es en este sentido, en
donde el ejercicio y promoción de un deporte o de un evento deportivo se vincula con el
Derecho de Propiedad Industrial, de patentes y de marcas.

    Resalta como ejemplo, la controversia jurídica entablada entre las dos empresas televisivas
más poderosas del país, llamadas por los medios de comunicación no oficiales, como el
duopolio televisivo, que, confrontados por la utilización comercial de una frase, en concreto de
la frase “Ponte la verde”, motivó la interpretación de la Ley de Propiedad Industrial, por parte
de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual negó un amparo a la
empresa Televisa como parte de una disputa que sostiene con su principal competidora
Televisión Azteca, por el registro marcario de la frase “Ponte la verde”, utilizada para identificar
a la Selección Nacional de futbol. En este asunto la Primera Sala de la Corte, declaró
constitucional el artículo 151 de la Ley de Propiedad Industrial, que establece los escenarios
bajo los cuales se puede declarar la nulidad de un registro marcario.

    Un caso similar lo aporta el conflicto del club Deportivo Guadalajara S.A. de C.V., el cual por
la resolución de un Tribunal Colegiado en materia Administrativa, perdió los derechos marcarios
con los representantes de la otrora Asociación Civil.

Con el Derecho Laboral

    La Ley Federal del Trabajo ha regulado con precisión el régimen laboral de los deportistas
profesionales; en su artículo 292, de manera ilustrativa y no limitativa establece cuales son los
deportistas que son protegidos por la ley. Sin embargo en la realidad social es preocupante el
abandono que el Derecho ha hecho del deportista profesional; los llamados “drafts” constituidos
en mecanismos de compra-venta de deportistas como si fueran mercancías; la negativa para
autorizarles la unión sindical, con severos castigos a quienes encabezan esos movimientos,
hacen nugatorias las disposiciones legales en la materia.

Con el Derecho Constitucional y con el Juicio de Amparo

    También se destaca la relación del deporte con el Juicio de Amparo y con ello, con la propia
Constitución, tal y como es visible en la Tesis Aislada de la Novena Época, emanada del
Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XVII, Abril de 2003, Tesis: I.7o.A.213
A, página: 1066, en los siguientes términos:

    CONFEDERACIÓN DEPORTIVA MEXICANA, ASOCIACIÓN CIVIL. TIENE LA CALIDAD DE


AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO, CUANDO SUS ACTOS SE FUNDEN EN LA
LEY GENERAL DEL DEPORTE, EN RELACIÓN CON SU ESTATUTO. En primer término es
importante mencionar que el treinta de diciembre de mil novecientos treinta y dos fue publicado
en el Diario Oficial de la Federación el decreto ley que dio existencia a la persona moral de que
se trata. Por otra parte, de la consulta de los artículos 1o., 4o., 7o., fracción I, 11, 12, fracción
III, 20, fracciones I, VII y VIII, 21, 22 y 58, fracción I, de la ley invocada; 1o., 7o., 8o., 10,
fracción IV, 15, fracciones I, II y III, 27, 34, fracciones IV, XV y XIX, 35, fracciones I y II, 42,
43, 44, 51, fracción I y 52 del estatuto de la confederación… se infiere que la confederación
mencionada tiene una naturaleza especial, ya que si bien después de su creación se constituyó
como asociación civil, no menos verdad es que en uso del cúmulo de atribuciones que le otorga
principalmente la Ley General del Deporte y su estatuto tiene injerencia de manera importante
y unilateral en la esfera jurídica de sus asociados, por lo que no puede considerarse la relación
que entabla con ellos como de coordinación, porque no se desarrolla en un mismo plano, de
donde se sigue que dicho vínculo se da en un ámbito de supra a subordinación, esto es, que
dicha confederación se desempeña frente a sus federaciones como autoridad de hecho y de
derecho, en la medida en que con apoyo en los ordenamientos normativos citados crea,
modifica o extingue derechos de los organismos que integran el deporte confederado nacional;
por tanto, cuando la Confederación Deportiva Mexicana, Asociación Civil, dicta actos con
fundamento en la Ley General del Deporte, en relación con su estatuto, tiene el carácter de
autoridad para efectos del juicio de garantías.

Conclusiones

    Como se puede apreciar, en la vida cotidiana del deportista y del ejercicio de actividades
físicas y deportivas, se dan múltiples momentos de contacto que trascienden a la vida jurídica.
Por ello, ante la necesidad de una legislación completa, moderna, congruente y coherente, así
como de una serie de órganos administrativos y jurisdiccionales que atiendan los conflictos de
naturaleza deportiva, se hace necesario el reconocimiento de una rama del derecho
denominada “Derecho Deportivo”.

    Las fuentes de derecho en nuestro sistema jurídico son los procesos para la creación de la
legislación, la jurisprudencia y las normas individualizadas, así como las leyes, tesis
jurisprudenciales, contratos y sentencias en sí.

    El ordenamiento jurídico-deportivo de nuestro país está conformado fundamentalmente por


normas jurídicas, unas de carácter general que si bien es cierto no regulan el deporte en sí, si
inciden en este, cuando un club contrata a su personal o a sus jugadores, está sometido a las
disposiciones contenidas en la Ley Federal del Trabajo, además está obligado a cumplir con las
disposiciones tributarias. Los árbitros, deportistas, entrenadores, directores técnicos en el
desempeño de sus actividades, están sujetos a las leyes civiles, laborales, fiscales, penales, etc.
Junto a estas normas generales, existen otras normas específicas que regulan al deporte, como
por ejemplo las contenidas en la Ley General de Cultura Física y Deporte, las disposiciones
contenidas en los artículos 298 al 303 de la Ley Federal del Trabajo, entre otras normas que se
encuentran dispersas en otros ordenamientos jurídicos. Las tesis de jurisprudencia en las que
se interpreta la naturaleza y los alcances de hechos deportivos son una fuente del derecho
deportivo. Existen además normas individualizadas que se encuentran en los estatutos de las
Federaciones deportivas nacionales y de la Confederación Deportiva Mexicana A.C., y que son
aplicables a sus miembros, las resoluciones de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte
(CAAD), también son normas jurídicas individualizadas para quienes forman parte del litigio.

    Es por ello que al reconocerse la existencia de un cúmulo de autoridades deportivas; la


existencia de un conjunto de procedimientos administrativos y de carácter contencioso; la
existencia de un conjunto de disposiciones jurídicas emitidas por autoridad legitimada para
hacerlo, podemos llegar a la conclusión de la existencia del derecho Deportivo.

J. C. ROCHA LÓPEZ, L. C. GÓMEZ MOTA, A. AGUIAR DÍAZ y J. LATORRE MARTÍNEZ, Código de


Derecho deportivo internacional Difusión jurídica (Madrid, 2011), 1223 págs. Alberto Arufe
Varela Profesor Titular de Derecho del Trabajo Universidad de A Coruña Recepción: 15 de junio
de 2011 Aprobado por el Consejo de Redacción: 15 de julio de 2011 Desde la perspectiva de
nuestras Facultades de Derecho con sus recién estrenados Grados, resulta más evidente que
nunca que el Derecho deportivo es verdadera tierra de todos y, en consecuencia, dirían los
yanquis —a quienes tanto debe el Derecho deportivo— que verdadera «tierra de nadie [no
man’s land]». En efecto, interesa al Derecho Penal (que se lo digan, si no, a la velocista
norteamericana Marion JONES), al Derecho Mercantil (la Liga BBVA se llama precisamente así,
por razones que conoce y comprende perfectamente cualquier mercantilista), al Derecho
Administrativo (aunque sólo sea, como solía afimar cierto gran Maestro, porque el Derecho
Administrativo regula la vida de todas y todos, desde la cuna hasta la sepultura), al Derecho
Financiero (como saben muy bien tantos y tantos deportistas europeos, incluso españoles, no
por casualidad domiciliados o residentes precisamente en Mónaco), al Derecho del Trabajo y
de la Seguridad Social [lo acaban de demostrar a la perfección I. VIZCAÍNO RAMOS y Rª.M.
RODRÍGUEZ MARTÍN-RETORTILLO, en su espléndida monografía titulada Estudios
comparatistas sobre Derecho deportivo del Trabajo masculino, femenino y mixto), publicada
en A Coruña en 2010], y por supuesto, también al Derecho Internacional, Privado y Público. Las
estructuras normativas de este último, en lo tocante a dicha tierra de todos, aparecen
recogidas en este interesantísimo Código de Derecho deportivo internacional, que procedo a
reseñar brevemente, en cuya portada se destaca que se trata de un libro dotado de cuatro
«prólogos exclusivos», a cargo de los Señores VÁZQUEZ RAÑA (Presidente de la Organización
Deportiva Panamericana), ROGGE (Presidente del Comité Olímpico Internacional), BLATTER
(Presidente de la FIFA) y BLANCO (Presidente del Comité Olímpico Español); personas todas a
quienes conviene la afirmación realizada por el ilustre prologuista de la obra de Iván y Rosa
María a que acabo de aludir hace un momento, relativa a que en el deporte —en cuanto que
«organización jerarquizada»— «la cúspide de dicha jerarquía (sin ostentar “soberanía” de
ningún tipo) puede tratarse de tú a tú con sujetos verdaderamente “soberanos”». Este
voluminoso o «fatty» Código, más de mil páginas, recopila muy diversos documentos jurídicos
—no me atrevo a calificarlos de «normas», en todos los casos—, ofrecidos al lector en inglés,
francés y castellano. Se trata de documentos agrupados en cinco Capítulos, respectivamente
relativos al «Comité Olímpico Internacional» (Capítulo 1), a «Textos Legales Principales de las
Federaciones Internacionales» (Capítulo 2), al «Arbitraje Deportivo» (Capítulo 3), a
«Legislación Comunitaria» (Capítulo 4) y a «Dopaje en el Deporte» (Capítulo 5). De entre todos
estos documentos, no suscita dudas el que tengan verdadera naturaleza normativa jurídica
varios de los incluidos en el recién citado Capítulo 4, como la «Carta Europea del deporte» —
donde se afirma, con bastante finura y mucha acribia, que «se entiende por “deporte”
cualquier forma de actividad física que, a través de participación organizada o no, tiene por
objeto la expresión o mejoría de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones
sociales o la obtención de resultados en competición a todos los niveles» (artículo 2, apartado
1)—, la «Resolución del Consejo de 17 de diciembre de 2003 sobre la adopción en los Estados
miembros de la prohibición de acceso a las instalaciones donde tienen lugar partidos de fútbol
de dimensión internacional», o la «Resolución del Parlamento Europeo, de 29 de marzo de
2007, sobre el futuro del fútbol profesional en Europa». Me parece evidente, y no sólo por
razones mediáticas, que el más interesante de todos los documentos recopilados en este
grueso volumen es el autodenominado «Código mundial antidopaje», recogido en el citado
Capítulo V de esta obra, y que puede leerse cómodamente en castellano (el apartado 1 de su
artículo 24 advierte, de todas formas, que «el Código, en su versión oficial, será actualizado
por la A[gencia]M[undial]A[ntidopaje] y publicado en sus versiones al inglés y al francés»,
teniendo en cuenta que «en caso de conflicto de interpretación entre las versiones inglesa y
francesa del Código, prevalecerá la versión inglesa»). El interés jurídico del mismo resulta
superlativo para todos (y quizá, en consecuencia, para nadie), limitándome a ofrecer —para
probarlo— algún pequeño botón de muestra. Así, parece que podría interesa al civilista el
«principio de responsabilidad objetiva», que se establece en su artículo 2, apartado 1; a los
procesalistas, todo el tenor de sus artículos 3 y 8, sobre «Prueba del Dopaje» y sobre «Derecho
a un Juicio Justo»; a los filósofos del Derecho, al menos los más tradicionales, su afirmación de
que los deportistas sancionados pueden invocar, a efectos de recurrir, nada más y nada menos
que «los principios del derecho natural» (artículo 3, apartado 2, subapartado 3); a todos ellos y
a muchos otros de otras ramas distintas, su admonición y advertencia de que «el Código se
interpretará como un documento independiente y autónomo, y no con referencia a leyes o
estatutos existentes en los países de los signatarios o gobiernos» (artículo 24, apartado 3); en
fin, a todos nosotros (en cuanto que investigadores universitarios), porque en él se indica que
«se fomenta la investigación antidopaje», sobre la base de que «la investigación antidopaje
relevante puede consistir, por ejemplo, en estudios sociológicos, jurídicos, éticos y de
comportamiento, además de investigaciones médicas, analíticas y fisiológicas» (cfr. su artículo
19).

Derecho deportivo para todos


🕔 23/10/2013 - 17:33

📑 Derecho deportivo

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En el post de hoy inauguramos un tipo de contenido del blog que seguro que a muchos, a los
deportistas y a los que no lo sois, os va a fascinar. Es el derecho deportivo, y lo haremos de forma
que todos podamos comprenderlo, sin tener que usar el diccionario, que ya sabemos que a los
abogados les encanta usar palabras incomprensibles al mundo… Pero nosotros lo haremos no sólo
comprensible sino también entretenido y curioso.
El contenido de hoy viene de la mano de Carlos Marco, abogado especialista en Derecho Deportivo
que va a colaborar con nosotros para que este blog hable de todo lo relacionado con el deporte y,
por qué no, de temas legales también en torno a él.

¿Qué es el derecho deportivo?


“¿Derecho deportivo? ¿eso existe? ¿qué tiene que ver el derecho con el deporte? Conozco muchos
abogados pero… ¿que se dediquen al deporte? Estas y muchas preguntas más he escuchado
desde que acabé la carrera de Derecho y me especialicé en esta disciplina.
Desde esta pequeña ventana quiero acercar el mundo del derecho deportivo a todos, haciendo ver
que lo conocéis mucho más de lo que pensáis, que todos los días tenemos noticias jurídicas
relacionadas con el deporte y que las leemos e interiorizamos con la misma naturalidad que
informaciones de otros sectores pero sin darnos cuenta de que hablamos de una disciplina
específica del mundo jurídico.
Y no sólo es que exista una disciplina específica que regule este ámbito, como pueden ser los
reglamentos federativos o las propias leyes reguladoras, única y exclusivamente de deporte, sino
que otros sectores del mundo jurídico afectan de forma directa o indirecta al mundo del deportivo.
 El contrato laboral de Sergio Ramos con el Real Madrid es el mismo tipo de contrato que
tiene cualquier trabajador con su empresa y así queda amparado por la normativa laboral (la
diferencia más notable serán probablemente las cantidades económicas estipuladas), por lo tanto, el
DERECHO LABORAL afecta al mundo del deporte.
 Todos los deportistas deben rendir cuentas de sus ingresos a la Agencia Tributaria
haciendo, como todos los trabajadores, declaración anual de IRPF y, asimismo, todos los clubes
deportivos tienen la obligación de hacer anualmente el Impuesto sobre Sociedades, practicar las
correspondientes retenciones a sus trabajadores y hacer liquidaciones trimestrales del Impuesto
sobre el Valor Añadido salvo que hayan obtenido una exención especial de este impuesto. Por lo
tanto, el DERECHO FISCAL afecta al mundo del deporte.
 Las Ligas Profesionales españolas (1ª y 2ª División de Fútbol y ACB de baloncesto) obligan
a todos los clubes que se integren en su estructura (excepto Real Madrid, Ath. De Bilbao, Osasuna y
F.C. Barcelona) a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas, figura que hace que el
DERECHO MERCANTIL también afecte al mundo del deporte.
 Ciertas actuaciones reguladas en la nueva Ley Antidopaje, así como comportamientos que
adulteren el resultado de cualquier actividad deportiva,están tipificados como infracciones que
pueden significar la comisión de ilícitos penales con su correspondiente sanción. Por lo tanto, el
DERECHO PENAL afecta al mundo del deporte.
 Todas las entidades deportivas integrantes de nuestro ámbito deportivo están conformadas
como asociaciones de personas y por ello, además de tener su regulación deportiva específica,
tienen el amparo de otro ámbito general del derecho, el DERECHO CIVIL, el cual también afecta al
mundo del deporte.
Desde hoy escribiré sobre todo este aquí, en el blog de Ferrer Sport Center, y comentaré las noticias
más actuales relacionadas con el mundo jurídico deportivo que, os aseguro, son muchas más de las
que en este momento os podéis imaginar.

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