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En este orden de ideas, se presume que las actividades físicas recreativa y para la
salud, la cultura física, la educación física y, más tarde, el deporte -como partes fundamentales
de la motricidad humana- no quedaron exentas de ser reguladas y ajustadas a lo que se
consideran derechos y deberes individuales y/o colectivos adquiridos o impuestos.
Precisamente, uno de los aspectos deportivos objeto de constante atención por los
especialistas del Derecho Deportivo y los profesionales del deporte en general, es el
relacionado con la disciplina deportiva aplicable a los deportistas profesionales, dado que
sobre esta cuestión confluyen tanto interés institucionales de derecho público, con otros del
más arraigado derecho privado; derechos individuales con derechos colectivos,
reglamentaciones de pura competición con otras de simple conducta, no necesariamente
deportiva, para deportistas, técnicos, directivos, entre otros. Podríamos decir gráficamente,
que la disciplina deportiva en el ámbito de la actividad profesional y de formacion se podría
visualizar como un gran manantial de aguas sanadoras, unas veces bravas, otras turbulentas, a
veces serenas otras turbias, donde navega la actividad deportiva y todos los agentes social del
deporte, susceptibles de conductas sancionable y valoración punible; aguas donde transita
todo tipo colectivos, de asociaciones, clubes, sindicatos, sociedades mercantiles, instituciones
públicas, mediadores, entes políticos e instancias gubernamentales, estatales, autonómicas,
locales, e incluso internacionales; aguas donde se arroja a los tramposos e infractores
dispuestos a salvar a unos, como condenar a otros, pero donde solo uno, el Estado, puede
quitar el tapó del estanque.
En el caso específico de Venezuela, la legislación para con la actividad físico-corporal se
puede decir que marca su inicio, desde Agosto de 1819 en el Congreso de Angostura realizado
en Guayana, cuando el Libertador Simón Bolívar en su proyecto “Poder Moral” (discutido por
los sabios y ciudadanos y luego aprobado como apéndice de la segunda Constitución)
contempla en su articulado la procura de la educación física de los niños como parte de las
atribuciones de la Cámara de Educación. En el proyecto del Libertador “Poder Moral”, Según
Brewer (1997), la primera atribución de la Cámara de Educación expresaba lo siguiente:
Artículo 1º.- “La Cámara de Educación está encargada de la educación física de los niños desde
su nacimiento hasta los doce años cumplidos(…) y el recreo de la juventud”
El Título V “Del Régimen Disciplinario, Jurisdicción y las Violaciones a la Ley”,
contiene el Capítulo I “De la Disciplina del Deporte”, que fija los sujetos sometidos a la
potestad disciplinaria (art 71) de las organizaciones sociales promotoras del deporte de tipo
asociativo, los clubes y ligas profesionales afiliadas a éstas, por la comisión de infracciones a las
reglas de juego y competición por faltas deportivas contempladas en los reglamentos de cada
entidad o disciplina, así como de las disposiciones de la ley y su reglamento; se regula el
ejercicio de la protestad disciplinaria, el procedimiento aplicable, las reglas mínimas para las
infracciones y sanciones, el régimen especial disciplinario de niños, niñas y adolescentes, la
suspensión o cancelación de registros, la Comisión de Justicia Deportiva y su composición, todo
ello comprendido entre los artículos 71 al 78.
Así como el IND tiene potestades sancionatorias en la ley también la tiene “el Ministro
o ministra cuando por acto motivado puede ordenar la intervención de las organizaciones
sociales promotoras del deporte cuando sus administradores dispongan los recursos aportados
por el Estado sin atención a las prescripciones legales en materia presupuestaria y fiscal u
omitan rendir cuentas en los plazos y formas previstas en la presente ley y el ordenamiento
jurídico de control fiscal, sin menoscabo de la responsabilidad civil, penal y administrativa que
se derive de tales actuaciones. La intervención no excederá de los seis meses y la junta
interventora designada deberá convocar a la elección de autoridades en un plazo no mayor a
tres meses a partir de la fecha de la resolución que acuerde la intervención.
Conclusiones
Como se pudo observar, además de significar los alcances positivos de la Ley del Deporte de
1995, se destaca que ésta no sólo es absolutamente deportivista como lo anuncia su mismo
título y lo robustece de manera explícita en su artículo Nº 1: “Esta Ley tiene por objeto
establecer las directrices y bases del deporte”. En el enunciado del Capítulo V damos la
importancia que se da al régimen disciplinario y la organización que debe tomarla comisión
respectiva para su funcionamiento.
Jurídicamente existe una prohibición de la doble sanción y todos aquellos principios
acordados en la norma. De acuerdo a la exegesis del artículo 77 de la ley la comisión de justicia
deportiva no tiene jurisdicción para conocer de sanciones impuesta por el consejo de honor
del Comité Olímpico Venezolano. El alcance de esta comisión es aplicable a las decisiones
adoptadas sólo por las asociaciones, las federaciones, los clubes y ligas profesionales.