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LA TIERRA EN EL SISTEMA SOLAR

1. INTRODUCCIÓN
2. ORIGEN Y FORMACIÓN
3. CARACTERÍSTICAS
4. COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA
5. MOVIMIENTOS DE LA TIERRA
4. CONSECUENCIAS DE LOS MOVIMIENTOS DE LA TIERRA
5. HUSOS HORARIOS Y PUNTOS CARDINALES

1. INTRODUCCIÓN
Llamamos Tierra, planeta Tierra o simplemente La Tierra, al planeta en el que
habitamos. Es el tercer planeta del Sistema Solar comenzando a contar desde el
Sol, ubicado entre Venus y Marte. Según nuestro conocimiento actual, es el único
que alberga vida en todo el Sistema Solar.
Su nombre proviene del latín Terra, una deidad romana equivalente a la Gea de
los antiguos griegos, asociada con la fertilidad y la fecundidad. Se la conocía
popularmente como Tellus mater o Terra mater (madre Tierra), pues de su vientre
vendrían todos los seres vivos.
2. ORIGEN Y FORMACIÓN
La Tierra se formó hace alrededor de 4550 millones de años, a partir del material
del que se constituyó el resto del Sistema Solar, que inicialmente era una nube
estelar de gases y polvo cósmico. La formación del planeta tardó entre 10 y 20
millones de años, a medida que su superficie se enfriaba y se acumulaba a su
alrededor la nube de gases que hoy es la atmósfera.
3. CARACTERÍSTICAS
La Tierra es el quinto planeta del Sistema Solar en cuanto a tamaño, y el único
capaz de albergar vida. Posee una forma esférica con un leve achatamiento en los
polos, y 12.756 km de diámetro a la altura del Ecuador (un radio ecuatorial de
6.378,1 kilómetros).

Su masa es de 5,9736 x 1024 kilogramos y su densidad de 5,515 g/cm3, la más


alta del Sistema Solar. También tiene una aceleración de gravedad de 9,780327
m/s2.
Al igual que otros planetas interiores como Marte y Mercurio, la Tierra es un
planeta rocoso, con una superficie sólida y un núcleo de metal líquido (por acción
del calor y de la presión de su propia gravedad), a diferencia de otros planetas
gaseosos como Venus o Júpiter. Su superficie se divide entre la atmósfera
gaseosa, la hidrósfera líquida y la geósfera sólida.
4. COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA
La masa terrestre está integrada por un conjunto diverso de elementos químicos.
Los elementos más abundantes son el hierro (32,1%), oxígeno (30,1%), silicio
(15,1%), magnesio (13,9%), azufre (2,9%), níquel (1,8%), calcio (1,5%) y aluminio
(1,4%), dejando un 1,2% para el resto de los elementos.
Se estima que en sus capas interiores abunda el hierro y el níquel, lo cual sería
responsable de la generación de su campo magnético o magnetósfera.
5. MOVIMIENTOS DE LA TIERRA
La Tierra ejecuta periódicamente dos tipos de movimientos principales:
Rotación. Un movimiento giratorio sobre su propio eje, que expone su superficie al
sol intermitentemente y es causante de los días y las noches.
Traslación. Este es el desplazamiento del planeta a lo largo de su órbita solar,
describiendo más o menos una elipse como trayectoria. Cada vez que celebramos
un año, se cumple una vuelta más del planeta alrededor del Sol.
Por otro lado, el eje de rotación de la Tierra se encuentra inclinado en
aproximadamente 23,5 grados. Es por esta inclinación que cada hemisferio recibe
cada seis meses los rayos del Sol de forma más directa (provocando así el cambio
de las estaciones climáticas).
Existen otros dos tipos de movimientos que, aunque no podamos percibir en
nuestra experiencia cotidiana, se comprueban científicamente:
Precesión. Es un movimiento muy leve del eje terrestre. Cada 25.776 años la
inclinación del eje se modifica los suficiente como para que se inviertan las
estaciones.
Nutación. Es una oscilación leve del eje de rotación. Se debe al efecto de la
combinación de las fuerzas de gravedad de la Tierra, la Luna y el Sol.
4. CONSECUENCIAS DE LOS MOVIMIENTOS DE LA TIERRA
La sucesión del día y de la noche. El Sol ilumina solo una mitad del planeta, lo que
determina que sea de día, mientras que la cara contraria permanece a oscuras
generando la noche. A medida que el planeta gira sobre su propio eje, la cara que
permanecía a oscuras comienza a recibir la luz y la otra mitad se oscurece.
Las diferencias horarias. El sistema de husos horarios consiste en una división del
día en horas para todo el planeta, y tiene como punto de inicio o referencia, el
meridiano cero o meridiano de Greenwich. Por eso amanece y anochece en el
hemisferio oriental antes que en el hemisferio occidental.
La variación de temperatura. La sucesión del día y de la noche hace que, durante
el día, la cara iluminada del planeta reciba mayor cantidad de radiación solar. Esa
energía se acumula y genera un aumento de temperatura. Durante la noche, esa
cara no recibe radiación solar y la temperatura disminuye.
La forma de la Tierra. Si la Tierra estuviese quieta, se podría apreciar su forma de
esfera, es decir, redonda. Como el movimiento de rotación es constante, se
genera una fuerza centrífuga responsable de achatar la zona de los polos o el eje
de la Tierra y ensanchar la zona del ecuador. A causa del movimiento de rotación,
el planeta tiene forma de elipse o geoide.
Los puntos cardinales. Como el planeta realiza el movimiento de rotación desde el
oeste hacia el este y el Sol se encuentra en un punto fijo, desde la Tierra se lo ve
asomar por el este al amanecer y se oculta por el oeste al atardecer. Este dato
resulta útil para ubicar los puntos cardinales en caso de no disponer de una
brújula.
El campo magnético de la Tierra. El movimiento de rotación genera un campo
magnético o energía que protege a la Tierra de la radiación solar a través de la
atmósfera (capa compuesta de gases y que rodea a la Tierra). Si bien el planeta y
los seres vivos necesitan la luz y el calor del Sol, algunos de sus rayos resultan
perjudiciales. Este campo magnético provoca una corriente de partículas en la
atmósfera que los bloquea y no deja que alcancen la superficie terrestre.
5. HUSOS HORARIOS Y PUNTOS CARDINALES
En Geografía, un huso horario es cada una de las partes en que queda dividida la
superficie terrestre por 24 meridianos igualmente espaciados y en que suele regir
convencionalmente un mismo horario.1 Se llaman así porque el área demarcada
tiene la forma de un huso de hilar, centrado en el meridiano de una longitud que es
un múltiplo de 15°. Anteriormente, se usaba el meridiano tiempo solar verdadero,
con lo que la diferencia de tiempo entre una ciudad y otra era de unas pocas
horas, en el caso de que las ciudades comparadas no se encontraran sobre un
mismo meridiano. El empleo de los husos horarios corrigió el problema
parcialmente, cuando los relojes de una región suenan al mismo tiempo solar
medio.

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