El lugar de la

Tierra en el espacio
EL ESPACIO es la extensión ilimitada en
todos sentidos. Es lo ilimitado, en que todas
las cosas están ordenadas y relacionadas; es
la nada que tiene un lugar para todo.
De noche, mirando al espacio desde la
Tierra, contemplamos incontables puntos de
luz. La mayoría son estrellas que
permanecen en las mismas posiciones
relativas y aparentes unas respecto de las
otras. Pero entre ellas hay unas cuantas que
andan errantes constantemente; estos son
los planetas. Y esparcidos por ese espacio
infinito hay confusos manchones de luz que
el telescopio no reconoce como puntos bien
definidos, como ocurre con las estrellas; son
éstos las nebulosas. El conjunto de todo lo
que podemos ver e imaginar, es decir,
de cuanto existe, es lo que comprende el
universo. Todas las estrellas que podemos
ver constituyen la Vía Láctea y pertenecen a
una pléyade de unos 100,000 millones. Esta
es nuestra galaxia, que ha sido denominada
Vía Láctea. Las nebulosas son otras tantas
galaxias. Se calcula que hay millones de
éstas en el espacio.
En nuestra galaxia, algunas estrellas parecen
estar agrupadas, por lo que se les llama
constelaciones. Contamos unas 90
constelaciones a las que de antiguo se
adjudicaron nombres, tomados de personajes
mitológicos, animales u objetos inanimados
con los que la fantasía hallaba semejanza.
Todavía se les usa como medios
convenientes a la localización de partes del
cielo. En este capítulo se estudia el lugar de
la Tierra en el espacio y algunas de las ideas
que han sido postuladas para su explicación.
NUESTRO SISTEMA SOLAR
La existencia física del hombre es posible
gracias al calor y a la luz de la estrella centro
de nuestro sistema, el Sol. Conforme lo
vemos desde la Tierra, el Sol se levanta por
el. Oriente para dar lugar al día y se oculta

NUESTRO SISTEMA SOLAR

NUESTRA GALAXIA
ORIGEN DE NUESTRO SISTEMA SOLAR
alrededor. Esta creencia, sostenida por
notables científicos griegos discípulos de
Aristóteles, fue ampliamente apoyada hasta
hace unos tres siglos. Aristarco, otro griego,
osó sugerir en el siglo tercero antes de
Cristo, que los planetas, incluyendo la Tierra,
giraban alrededor del Sol y que aquélla ro
taba sobre su eje, consecuencia del día y la
noche. No logró convencer a la gente de su
tiempo y su idea sobre el movimiento de los
planetas alrededor del Sol no fue firmemente
establecida sino hasta 1543, por Copérnico.
Sin embargo, todavía hubo de transcurrir otro
siglo antes de que se aceptara
universalmente la idea de Aristarco.
Hoy sabemos que el Sol es el centro de
muestra existencia. Cuantos astros caen bajo
el control gravitacional del Sol constituyen
nuestro sistema solar. Este comprende 9
planetas; 31 satélites o "lunas", miles de
asteroides, veintenas de cometas e
incontables millones de meteoros. Todos
éstos se mueven alrededor del Sol.
El Sol
El Sol es una estrella. Como las demás
estrellas, es un globo luminoso, de gas.
Situado a 150 millones de kilómetros de la
Tierra, tiene un diámetro aproximado de
1.400,000 kilómetros y una masa 332,000
veces mayor que la de la Tierra. Los
elementos más abundantes de la corteza
terrestre se encuentran todos en la atmósfera
del Sol, pero a elevadísima temperatura y en
estado de excitación atómica, de manera.
que no se parecen a sus correspondientes
formas de la Tierra. Sin embargo, la mayor
parte del Sol está constituida por dos
elementos: 81.76 por ciento de su volumen
es hidrógeno y 18.17 por ciento es helio. Los
restantes elementos alcanzan en total, sólo el
0.07 por ciento. Cuando el Sol está en el
zénit durante un día claro, su luz produce
sobre la superficie de la Tierra una
luminosidad de 10,000 bujías-pie, es decir,
que resulta 10,000 veces más luminosa que
una bujía a un pie de distancia. Pero en el
Sol mismo, cada centímetro cuadrado brilla
con una intensidad de 300,000 bujías. La luz
del Sol representa energía radiante, de la
cual depende la existencia de la vida
terrestre.
Se considera que la energía radiante del Sol
es generada por reacciones atómicas, que
forman núcleos de helio a partir de núcleos
de hidrógeno, mediante un proceso llamado
el ciclo del carbón. En el Sol, cuando el
núcleo de hidrógeno H choca con el núcleo
de carbono C y se le une para formar el
núcleo de nitrógeno N, se genera energía
radiante. Después de cinco pasos más, el
proceso termina con la vuelta del C a su
estado original, pero acompañado por un
núcleo de helio recién constituido que se
formara durante el proceso citado, y por la
energía convertida a partir de la masa
durante la síntesis del helio (ver el apéndice
A). El carbono, actuando simplemente como
catalizador, toma parte en la reacción, pero
no sufre alteración, lo que le permite ser
usado repetidamente. El hidrógeno se ha
convertido en helio. De hecho, el Sol está
"quemando" 4 millones de toneladas de
hidrógeno por segundo, produciendo una
"ceniza de helio. A pesar de este consumo, el
Sol puede conservarse por unos 30,000
millones de años. Estas reacciones atómicas
se tienen a temperaturas de varios millones
de grados y son controladas
automáticamente. Si la temperatura aumenta,
el proceso se acelera de inmediato y
expande el gas del Sol. Esta expansión
produce enfriamiento, que disminuye el ritmo
de producción de energía por el Poniente,
originando la noche. Este fenómeno condujo
a la suposición de que el Sol se movía
alrededor de un astro estacionario. También
las estrellas parecen salir por el Oriente y
ocultarse por el Occidente. Así durante
mucho tiempo se creyó que la Tierra era el
centro del universo y que todo giraba a su
Planetas y satélites
Se da el nombre de planetas a ciertos
cuerpos celestes que parecen errar en el
firmamento, en contraste con las estrellas
aparentemente fijas. Proviene del griego,
planetas, que significa "errante". Nuestra
Tierra es uno de los nueve planetas. que
circulan alrededor del Sol.
El movimiento de los planetas se halla sujeto
a una uniformidad sistemática. Todos giran
alrededor del Sol, de Occidente a Oriente,
casi en el mismo plano, la eclíptica y todos
giran sobre sus respectivos ejes (con
excepción de Urano) hacia adelante, o sea
de Poniente a Oriente.
En orden de proximidad al Sol, los cuatro
primeros planetas son: Mercurio, Venus, la
Tierra Marte; todos casi del mismo tamaño y
bastante densos, como si estuvieran forma-
dos de hierro y piedra. Se le llama los
planetas terrestres a causa de su similitud
con la Tierra. Los restantes planetas del
sistema en el orden de su distancia al Sol
son: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y
Plutón. Los cuatro primeros son de tamaño
relativamente grande y de baja densidad. Se
sabe poco acerca de Plutón, cuyo
descubrimiento fue anunciado el 12 de marzo
de 1930, pero se asemeja más a los planetas
terrestres que los otros. El patrón uniforme
de espaciamiento hacia fuera, a partir del
Sol, se interrumpe entre Marte y Júpiter; en el
espacio intermedio hay miles de asteroides
cuyo diámetro vario entre 15 a 750
kilómetros. Hasta la fecha han sido
catalogados unos 1,500. Los asteroides
ocupan una órbita que se supone
corresponde o a un planeta que explotó o a
materia que nunca llegó a completar el
proceso de formación de un planeta.
LA TIERRA. Nuestro planeta es una esfera
de 13,000 Km. de diámetro
aproximadamente. Da una vuelta completa
cada día alrededor de un eje que tiene una
inclinación de 23.5° con respecto al plano de
la eclíptica y tarda un año en dar una
revolución alrededor del Sol, en el plano de la
eclíptica. La revolución anual con respecto al
Sol, combinada con la inclinación de su eje
de rotación, produce las estaciones del año.
Cuando el hemisferio norte está inclinado
hacia el Sol. esa zona de la Tierra recibe más
calor y da lugar al verano. El hemisferio norte
se "recuesta" en el lado opuesto de la órbita,
apartándose del Sol, y se origina el invierno.
La Tierra no es, en realidad, una esfera
perfecta. A causa de la fuerza centrífuga
creada por la rotación, el diámetro ecuatorial
es unos 43 Km. más grande que el diámetro
polar. las medidas más recientes, obtenidas
mediante satélites Artificiales, han revelado
dos depresiones o hundimientos de 30
metros en el hemisferio norte, que le dan a la
Tierra forma ligeramente semejante a la de
una pera.
El Sol proporciona a la Tierra cantidad de
calor suficiente para sostener sus formas de
vida. Aquí desempeña un papel muy
importante el manto constituido por la
atmósfera, que protege su superficie de las
cargas letales de radiaciones ultravioleta. Si
los rayos ultravioletas no fueran filtrados por
nuestra atmósfera, sería dudosa la existencia
de vida en cuartería de sus manifestaciones.
La atmósfera también protege * la superficie
de la Tierra de millones de meteoros que
cada día viajan a velocidades superiores a
los 70 Km. por segundo cuando alcanzan
nuestra atmósfera, en la cual arden la mayor
parte de ellos. Ocasionalmente algunos
meteoros grandes se han abierto camino
hasta la superficie de la Terra El meteoro
Gran Siberiano, de 1908, al tocar la Tierra,
explotó tan violentamente, que los árboles en
50 kilómetros
Arreglo esquemático de los planetas de nuestro
sistema solar.
Más cerca del sol están los cuatro planetas
interiores: Mercurio, Venus, la Tierra y Marte.
Siguen a continuación los asteroides y los
planetas exteriores: Júpiter, Saturno, Urano,
Neptuno y Plutón. Los planetas no están
dibujados a escala (ver la fig. 3-3)

metros a la redonda del área del impacto
fueron derribados. En promedio, los
meteoros sólo matan una persona cada
100 años, pero si hubiera caído en una
ciudad moderna, uno tan grande como el
de 1908 habría causado más destrucción
que la explosión de una bomba atómica.
Los primeros satélites artificiales tomaron
mediciones que condujeron al
descubrimiento de las fajas de Van Allen,
fajas que están contenidas dentro de la
atmósfera terrestre. Consisten
principalmente en núcleos ionizados con
gran energía de átomos de hidrógeno y
electrones, atrapados por el campo
magnético de la Tierra. Las fajas de Van
Allen son tan peligrosas para los seres
vivientes que los cosmonautas necesitan
protección equivalente a una capa de
plomo de 12 mm. de espesor.
La densidad de la atmósfera disminuye con
la altura. La mitad de nuestro aire está
contenida en los primeros 5.5 Km; la mitad
de lo que resta, o sea una cuarta parte del
total, está en los siguientes 5.5 kilómetros,
y así sucesivamente. A casi 100 Km. sobre
la superficie de la Tierra la densidad es la
millonésima parte de su valor en la
superficie. A esta al- tura, se reflejan las
señales de radio de onda corta. Los
detalles relativos a la composición,
estructura y otros caracteres físicos de la
Tierra han sido tratados en los capítulos
precedentes.
LA LUNA. Nuestro vecino espacial más
cercano y nuestro satélite natural, la Luna,
constituye una vista espectacular cuando
se ve a través de un telescopio de regular
alcance. Galileo, que fue el primer hombre
que la observó así y que escribió lo que vio
les puso nombre a algunos de sus
accidentes. A las grandes áreas oscuras
que le parecieron semejantes a los mares,
los llamó maría (plural del latín mare,
"mar"); sin embargo, ahora sabemos que
no existen cuerpos acuosos en la Luna. Se
elevan sobre su superficie montañas de 8
Km. de altura y grandes áreas están
salpicadas de cráteres: Clavius, el más
grande de ellos, alcanza un diámetro de
235 kilómetros. La Luna nos presenta
siempre la misma faz porque emplea el
mismo tiempo en su movimiento de
rotación y traslación, pero con la ayuda de
la ciencia rusa, el mundo dispone ahora de
una fotografía de la otra cara. Esta fue
obtenida el 4 de octubre de 1959 cuando la
U.R.S.S. disparó un cohete que pasó frente
a la cara desconocida y envió fotos de
televisión que revelaron un detalle
sorprendente: el otro lado de la Luna tiene
relativamente pocos mares.
La Luna ha sido estudiada intensamente
durante siglos. Hoy, los telescopios de gran
alcance nos permiten verla con el mismo
grado de enfoque que se vería a simple
vista un paisaje a 300 Km. de distancia; ello
es lo suficiente como para distinguir objetos
que estén a unos 350 metros uno de otro.
De las observaciones telescópicas se
deriva el conocimiento de que la Luna no
tiene atmósfera ni ha sufrido cambios
superficiales permanentes en varios siglos.
Por el modo en que la superficie de la Luna
refleja la luz a los telescopios, se ha
determinado que el material de su
superficie debe ser extremadamente
poroso, formado por pequeñas agujas de
roca entretejidas o granos de polvo
amontonados de manera tal que los
espacios abiertos representen el 90 por
ciento del volumen. En realidad, resultaría
difícil caminar sobre un suelo de tal
naturaleza. Los cálculos basados en la
distancia a la Luna, su tamaño y velocidad
en su órbita in dican un peso específico
medio de 3.3, comparado con el de la
Tierra, que es de 5.5, y que la gravedad en
la superficie
de la Luna es una sexta parte de la que tiene de la superficie, dando por resultado la
la superficie de la Tierra. solidificación.
El origen de los cráteres de la Luna ha sido El 3 de noviembre de 1958, N. A. Kozyref,
discutido por mucho tiempo. Se ha sugerido del Observa- torio Astronómico de Kharkov,
que aquéllos fueron alguna vez parte de U.R.S.S., que tenía apuntado su
volcanes, pero muchos de ellos tienen una espectrógrafo al pico central del cráter
caracteristica que abriga dudas acerca de Alphonsus, registró una efusión de gas del
esta teoría. El volumen del material apilado cráter que duró unas dos horas,
alrededor de algunos de ellos es casi igual al comprobando que el viejo globo todavía no
volumen del cráter, y parece no haber está completamente muerto.
existido adición de material procedente de VENUS. Con un diámetro casi igual al de la
abajo. Esto ha llevado a los astrónomos a Tierra, Venus tiene sólo ocho décimos de la
explicar su formación por otros medios. En la masa terrestre. Su año dura 225 días en
Tierra hay cráteres formados por el impacto comparación con los 365 del año terrestre.
de meteoros (ver fig. 3-2), de ahí que se haya Nuestras mejores observaciones indican que
sugerido este origen sobre algunos de los su día es tan largo como su año, puesto que
cráteres de la Luna. Venus parece girar sobre su eje en el mismo
Se cree que los mares se formaron por una tiempo que hace su recorrido alrededor del
combinación de impactos meteóricos y Sol. El 14 de diciembre de 1962 la nave
derrames de lava. En efecto, las marcas de espacial norteamerica- Ta, Mariner II se
casi la mitad de la superficie visible de la acercó a 34,500 Km. de Venus y transmitió
Luna han sido relacionadas con el supuesto información científica a la Tierra a través de
impacto de un meteoro gigantesco en el una distancia de 59.000.000 de kilómetros.
centro del Mare Imbrium. Se infiere que el Con estos datos, los científicos estuvieron en
impacto inició la formación del mar, condiciones de confirmar sus conclusiones
desprendiendo enormes cantidades de iniciales en el sentido de que la superficie de
material de la corteza de la Luna, que fueron Venus debe ser tan árida y caliente como
arrojados en todas direcciones formando un para no permitir la existencia de Cualquier
inmenso cráter. Este impacto debió ocurrir forma de vida orgánica. La temperatura de
cuando la corteza de la Luna recubriera un su-
material parcialmente fundido. La masa de
material desprendido y arrojado fuera del
cráter debió sobre- cargar una sección de la
costra; ésta y su carga se asentarían en el
material parcialmente fundido. Entonces se
abrirían grietas y del interior de la Luna
brotaria lava que esparciéndose sobre el
Mare Imbrium, pudo nivelar las
irregularidades producidas por el
asentamiento y ruptura de la corteza lunar.
Las condiciones que permitieran la formación
de los cráteres y los mares pudieron ser
consecuencia del crecimiento de la Luna por
la acumulación de materia procedente del
espacio; por lo tanto, su superficie debió
estar fría, El interior pudo haber sido
calentado por elementos radiactivos de vida
corta. Las capas exteriores debieron
constituir un buen aislante, conservando el
calor en proceso de generación hasta
producirse cierta fusión. En esta etapa, el
fondo de muchos cráteres y grietas, así como
los mares, pudieron haberse llenado con la
lava. La pérdida rápida de calor interno a
través del derrame de la lava debió haber
enfriado rápidamente la roca liquida debajo
 superficie es posiblemente de unos
300° C. Su atmósfera es mucho más
gruesa que la de la Tierra y puede
hallarse muy por debajo de las capas
inferiores de nubes, la naturaleza de
las cuales se desconoce. Las capas
superiores de nubes probablemente están
compuestas de hielo. Es un misterio
inextricable que Venus y la Tierra, con casi el
mismo tamaño y la misma masa, tengan
superficies y atmósferas tan diferentes.
MARTE. Si existe otro lugar en nuestro
sistema solar donde pudieran encontrarse
plantas y vida animal semejantes a las de la
Tierra, ese lugar parece ser Marte. Las
posibilidades se basan en gran parte en la
cantidad y clase de atmósfera, así como la
presencia y cantidad de agua en este
planeta.
Los rasgos más destacados de Marte son
sus "casquetes polares", que se forman en
invierno y desaparecen en verano. Esto
implica la presencia de agua, pero lo que
podemos decir sobre estas capas es que
parecen tener apenas unos cuantos
decímetros de espesor. A medida que los
"casquetes de hie- lo" desaparecen, se
extiende una coloración obscura que avanza
hacia el ecuador a razón de unos 3 Km. por
hora. ¿Representan estas áreas oscuras,
vegetación? En 1959, un espectro infra-rojo
de tales áreas indicó la presencia de material
orgánico sobre Marte.
La atmósfera de Marte podría no ser
venenosa para la vida vegetal, pero resultaría
sofocante para los animales de la Tierra:
contiene 14 veces más bióxido de carbono
que la nuestra y la mayor parte del resto es
nitrógeno. La presión de la superficie
constituiría un obstáculo adicional, siendo
casi igual a la de nuestra atmósfera a 15,000
metros sobre el nivel del mar. A tan baja
presión la rápida evaporación evita la
formación de masas acuáticas, y
probablemente tiene ello que ver con el
hecho de que no podamos ver ningún cuerpo
de agua suficientemente grande para reflejar
la imagen del Sol. Las temperaturas varían
entre unos 21° C. al mediodía, cerca del
punto que queda directamente debajo del
Sol, y un mínimo abajo de -70 C. poco antes
de la sali- da del Sol.
Se ha pensado que algunas de las muy
pronunciadas mar- cas de la superficie de
Marte fueron labradas por corrientes de agua
ahora inexistentes. Al finalizar el siglo pasado
se supuso que tales marcas eran canales
artificiales, pero astrónomos generalmente
rechazan ahora esta hipótesis. Al pesar de la
falta de agua, frecuentemente se forman
nubes, y en 1956 E. C. Slipher observó una
reacción física aparente relacionada con las
nubes: se producía un oscurecimiento del
suelo cuando las nubes dejaban un área.
Puesto que atmósfera seca del planeta
impide la precipitación, una llu- via normal
supuesta no pudo haber causado este
cambio, pero la se considera posible la
transferencia de alguna clase de hu- medad
de las nubes al suelo.
En Marte ocurren extensas y persistentes
tormentas de polvo. Hay evidencia de que los
materiales de su superficie están compuestos
de óxidos de hierro, tales como limonita y
goet ita. Debajo de un ligero polvo seco de
estos materiales herrumbrosos, el suelo es
posiblemente sólido y permanente mente
congelado.
El grado de incertidumbre en mucha de
nuestra información acerca de Marte ha dado
campo a la especulación Puede ser, por
ejemplo, que haya vida vegetal parecida a
vegetación desértica de la Tierra-acaso
musgos y líquenes en su mayor parte.
Además, suponiendo que queden poco
oxígeno y agua sobre el planeta, estos
elementos pueden
haber sido abundantes en el lejano pasado. Una hipótesis considera que gran parte del oxígeno
fue consumido por combinación con el hierro de las rocas. Y grandes cantidades de agua pueden
estar contenidas en combinación química con las rocas, así como en la forma de congelación
permanente del suelo. En cualquier caso, parece claro que el planeta Marte que vemos hoy día es
un mundo que agoniza
JUPITER, SATURNO, URANO Y NEPTUNO. Estos planetas gigantes que giran rápidamente -muy
parecidos entre si-, tienen gruesas atmósferas de metano y probablemente amoniaco, con
cantidades considerables de helio e hidrógeno con- centrados hacia sus respectivos centros. No
ofrecen acomodo para ninguna clase de vida que nos sea conocida y difieren tanto de los planetas
terrestres, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte que difícilmente parecen pertenecer al mismo sistema
Júpiter tiene 12 satélites. Este planeta estuvo a punto de ser lo suficientemente grande como para
estallar en forma de estrella radiante, como ocurrió con el Sol. Con una masa 300 veces mayor que
la de la Tierra, su diámetro es 10 veces más grande y su volumen es 1,000 veces mayor. Toda
esta mole enorme gira a una velocidad tan grande que le permite dar una vuelta completa en 9
horas y 55 minutos. Las nubes de colores varios que, como bandas, envuelven a este colosal
planeta, pueden estar alineadas por poderosos vientos alivios. Un rasgo extraordinario, observado
por primera vez en 1878. es la Gran Mancha Roja de 48,000 kilómetros de largo, o más casi 4
veces el diámetro de la Tierra, que se mueve como si no estuviera fija a una superficie sólida y que
no ha sido explicada.
Saturno es el más pintoresco de los planetas. Las tenues bandas lo circundan son análogas a las
de Júpiter, aunque más regulares. Rodean al planeta por encima de su ecuador y forman un
conjunto de anillos único entre los planetas Tales anillos están compuestos de fragmentos
individuales de materia, desplazándose cada fragmento en su propia órbita alrededor del planeta.
Los fragmentos en cuestión podrían ser pedazos de roca cubiertas de hielo y los anillon pueden
tener no más que unos cuantos centímetros o decímetros de espesor. Saturno tiene un peso
específico medio de 0.7 y posee 9 satélites.
El plan Saturno. Foto del Observatorio de Mt.
Wilson a través del telescopio de 100 pulgadas
(2.54 m)
 FIG. 3-5
Vista de una galaxia distante que muestra
una forma discoidal semejante a la de
nuestra galaxia mirándola por sus bordes.
Foto del Observatorio de MT. Wilson.
Urano y Neptuno son gigantes semejantes en la fría porción externa del sistema solar. Sus pesos
específicos son de 1.53 y 2.41, respectivamente, y tienen un diámetro 4 veces mayor que el de la
Tierra. En el caso de Urano y sus 5 satélites, el plano de rotación está inclinado 98° con relación al
plano de revolución alrededor del Sol, de manera que sus movimientos son retrógrados con
respecto a los demás planetas.
Plutón, que difiere no poco de los cuatro gigantes exteriores, puede ser un asteroide grande,
ligeramente desplazado. Por otra parte, hay indicaciones de que se parece más a los planetas
interiores.
NUESTRA GALAXIA
Todas las estrellas visibles sin la ayuda del telescopio y la mayoría de las que se ven con el
telescopio, están en nuestra galaxia de la Vía Láctea. Este grupo, de cuando menos 100,000
millones de estrellas, parece estar distribuido, con respecto a un centro, en las vecindades de la
constelación de Sagitario, el Arquero, visible desde las altas latitudes en la parte baja del cielo
suroriental, durante el verano. Nuestra galaxia tiene la forma de un disco de proporciones
verdaderamente olímpicas; unos 20,000 años-luz de espesor en el centro, se adelgaza hacia los
bordes; tiene un diámetro de 100,000 años-luz. Nuestro sistema solar se halla en el plano principal
de la galaxia, a unos 30,000 años-luz del centro, en una posición que nos hace difícil determinar
los detalles de la distribución de las estrellas. Parece probable, sin embargo, que desde una
distancia de 1.500,000 años-luz la galaxia no
se vea diferente a una de las más cercanas de nuestras galaxias vecinas. (Ver fig. 3-5). Las
galaxias exteriores son llamadas, a veces, nebulosas, a causa de su apariencia nebulosa o de
película en los telescopios a través de los cuales se las vio primeramente. Las que tienen la
estructura espiral de la fig. 3-6 se llaman nebulosas espirales.
La galaxia de la Vía Láctea es una nebulosa espiral.
Distribuidas bastante uniformemente alrededor de los bordes de
nuestra galaxia existen unos 100 ramilletes o agrupamientos de
estrellas (ver la fig. 3-7), cada uno de los cuales contiene de
50,000 a 100,000 estrellas dentro de un diámetro de unos 100
años-luz. Puesto que estas estrellas se encuentran separadas
una de otra aproximadamente por 1 año-luz, resultan estar más
estrechamente agrupadas que en cualquier otra región.
Todas las estrellas de nuestra galaxia se mueven alrededor de
un centro galáctico. Nuestro sistema solar viaja a una velocidad
aproximada de 240 kilómetros por segundo y necesita 200
millones de años para completar un circuito.
Nuestro Sol es una estrella ordinaria, comparado con otras de
nuestra galaxia. Algunas estrellas son tan grandes que podrían
abarcar la órbita del Sol y la Tierra. Son 5 veces más calientes
que el Sol, 10,000 veces más brillantes, y tienen una masa 400
veces mayor. Otras son diminutas, en comparación con el Sol,
teniendo sólo una quinta parte de su masa, una diezmilésima
parte de su brillo y un tercio de su calor

FIG. 3-7
Un ramillete globular. Este agrupamiento, a 22,000 años luz de
distancia, es uno de los más cercanos a nosotros. Foto por: Estación
Boyden de la Universidad de Harvard, en Bloemfontein, en Africa del
Sur.

Materia en el espacio interestelar

Distribuidas irregularmente en el espacio interestelar, a través del universo, hay
miradas de minúsculas partículas de polvo y gas. Se estima que el polvo y el gas
en los alrededores del Sol, representan la mitad de la materia de todo el sistema
solar. Estos fragmentos son más grandes que las moléculas y los átomos, pero tan
pequeños que no se les podría ver sin la ayuda de microscopios potentes. Parecen
empolvados granos de sílice, o gases congelados, o algunas otras sustancias
comunes transformadas en algo desconocido por efecto de la baja temperatura,
cerca del cero absoluto, que prevalece en el espacio interestelar."
La luz que ha pasado a través de esta materia interestelar en ciertas direcciones se
polariza -es decir, termina vibrando en un solo plano, en contraste con el patrón de
vibración común a la mayor parte de la luz. Este efecto polarizarte se interpreta
como una evidencia de que los fragmentos no son esféricos, sino cuerpos
alargados alineados, bien por un gigantesco campo magnético o por "vientos" de
gases en movimiento. La presencia de materia interestelar está claramente de-
mostrada en áreas como la nebulosa de Cabeza de Caballo (Horsehead Nebula)
en Orión, donde algunas partes del cie-lo están ennegrecidas por el material, en
tanto que otras áreas brillan con la luz que reflejan. Se supone que la mayoría de
los elementos comunes que se encuentran en la Tierra pueden ser hallados en el espacio
interestelar. La densidad de este material es muy baja, <-semejante a la que obtendríamos al
pulverizar una canica ordinaria y esparcir el polvo uniformemente a través del volumen de una
esfera de 1,600 kilómetros de diámetro. Sin embargo, su presencia es significativa. Hay demasiado
polvo para haber sido expelido por la explosión ocasional de algunos Leo Coldberg y Lawrence H.
Aller, Atoms, Stars and Nebulae Philadelphia: The Blakiston Co., 1943), pp. 203, 213,
nas estrellas o haber escapado de otras.
Algunos teóricos su ponen que esta materia
existe desde la creación del universo como fecha no ha perdido el calor suficiente para
fragmentos de la sustancia fundamental de la girar más aprisa y arrojar nuevos planetas.
cual fueron constituidos los astros. Parte de esta teoría era aceptable, porque
ORIGEN DE NUESTRO SISTEMA SOLAR una estrella pue de desarrollar su calor por
Se han formulado muchas ideas con relación ruptura o por contracción, pero sucede que
al origen de los planetas. Hace unos dos nuestro Sol no está en ese caso. Una
siglos, el conde de Buffon giró que los secuencia de eventos como éstos podría
planetas se formaron como consecuencia de producir un sistema solar, pero no produjo el
la colisión de una gran masa con el Sol, lo nuestro. Según esta teoría, el planeta
que formó burbujas de materia que fueron deberían girar todos en el plano del ecuador
arrojadas al espacio y que llegaron a del Sol, y ellos se desvían unos 6 grados.
constituir los planetas. Para calcular cuándo Esto no es mucho, pero es importante,
pudo haber ocurrido esto, Buffon realizó Además, esta teoría dejaría al Sol con el 98
experimentos cronometrados, con bolas de por ciento de la energía de movimiento del
metal y de roca. Después de calentarlas al sistema solar, llamada momento angular y
rojo blanco, midió la velocidad de ésta es, en realidad, de aproximadamente el
enfriamiento y calculó a continuación cuánto 2 por ciento.
tiempo tardaría en enfriarse una bola del El fracaso de esta teoría para explicar
tamaño de la Tierra. Su respuesta fue: algunas características de nuestro sistema
74,832 años. Pero Buffon pasó por alto solar hizo regresar a la idea de Buffon. En
algunos factores importantes: sus pruebas no lugar de la colisión de un cuerpo macizo con
eran fieles representaciones de la compleja el Sol, las nuevas teorías suponían que tal
Tierra y despreció el hecho de que el tamaño cuerpo pasó muy
gobierna la velocidad de enfriamiento. El producto de la masa X el radio de la órbita
Una teoría posterior sobre el origen de X la velocidad
nuestro sistema so- lar combinó las
sugestiones de tres grandes hombres de
ciencia: Kant, Laplace y Helmholtz, La idea
comienza con una nebulosa muy grande, no
muy caliente, cuya materia estaba esparcida
de tal manera que llenaba todo el espacio
incluido en las órbitas de los planetas hasta
entonces conocidos. A este "sol" original se
le asignó un diámetro de 3,000 millones de
kilómetros. Estaba en rotación. A medida que
perdía energía por la radiación de calor al
espacio, se encogía al y, en- cogerse, iba
girando cada vez a mayor velocidad, de
acuerdo con la ley de la conservación del
momento angular. Al aumentar la velocidad
en el ecuador, la fuerza centrífuga se
concentraba allí. Finalmente, esta fuerza
llegó a ser mayor que la de atracción de la
gravedad, desprendiéndose parte de la
materia del Sol. Esto causó una contracción
menor para reunir la materia perdida. Así, la
materia arrojada se concentró y se contrajo
en una esfera, formando un planeta. El Sol
llegó a estabilizarse hasta que, al perder
calor por radiación, comenzó a encogerse
nuevamente y a ganar velocidad, lo que
condujo al desprendimiento de más materia -
otro planeta. Este ciclo continuó hasta que
fueron formados todos los pla netas. La
materia restante se contrajo entonces en lo
que es el Sol del presente, el que hasta la
cerca. La teoría planetesimal de Chamberlain unos 6,000 millones de kilómetros,
y Moulton atribuye a una estrella invasora el rápidamente completó su con- tracción en
desprendimiento de alguna materia del Sol, unos cuantos cientos de años. El aumento de
sugiriendo que nuestros planetas se forman- presión en la nube durante su contracción
ron a partir de esta materia. Debieron haber elevó grandemente su temperatura y en la
comenzado como cuerpos más bien fase de calor al blanco de su contracción, el
pequeños, creciendo hasta alcanzar sus di- Sol empezó a radiar como una estrella. Los
menciones actuales arrastrando la materia planetas y los satélites se derivaron de
separada mientras giraban alrededor del Sol. corrientes de polvo de menores proporciones
La teoría de las mareas de Jeans Jeffries en la nube original antes de que hubiera
supone que los planetas se formaron por la habido mucha contracción.
condensación de los filamentos gaseosos La hipótesis de la nube de polvo deja sin
desprendidos tanto del Sol como de una explicación dos características importantes
estrella que pasó cerca de aquél. Estas dos de nuestro sistema solar. No ex- plica el
teorías tuvieron que ser modificadas más espaciamiento de los planetas con relación al
tarde, después que se demostró que la Sol y tampoco explica el alto momento
materia separada del Sol y de la estrella angular de los planetas. La hipótesis de que
errante debería caer de nuevo en el cuerpo venimos hablando ha sido modificada
del que procedía. por no recibir un momento recurriendo a las propiedades de las
angular del tirón para entrar en órbita. Se corrientes eléctricas y de los campos
sostuvo entonces que la estrella de paso era magnéticos, para explicar el momento
en realidad una doble estrella, como angular del Sol y de los planetas. Las leyes
consecuencia de lo cual quedaban físicas que gobiernan el comportamiento de
involucradas tres masas, una de las cuales los gases calientes cambian en
fue destruida a causa de la atracción que consecuencia. Ordinariamente, los gases
sobre ella ejercían las otras dos estrellas. Los responden directamente la atracción de la
restos de esta estrella destruida aportaron el gravedad, la rotación y la presión; pero en un
material para formar los planetas. Los campo magnético sostenido por una corriente
cálculos realizados posteriormente eléctrica esto es, un campo magneto
demostraron que la materia estelar podría hidrodinámico los gases ioni-
obtenerse bajo tales condiciones e incluso
entrar en órbita alrededor del Sol, pero no
que llegaría a condensarse para formar los
planetas. La ciencia fue haciendo progresos
que llevan a probar que nuestro sistema solar
no pudo haber
sido formado así. Las primeras generaciones
limitaron su especulación al origen de los
planetas; el origen del Sol mismo se
abandonó como un proceso inexplicado,
ocurrido en una fecha más remota.
A mediados del presente siglo y bajo la
denominación general de hipótesis de la
nube de polvo, aparecieron y se eclipsaron
en seguida, varias teorías. Muchas incluían
explicaciones acerca del origen tanto del Sol
como de los planetas. Una comienza con la
materia interestelar profusamente distribuida
a través del espacio, suponiendo que la
presión de la luz de las estrellas dio lugar a
que esta materia se agrupara para formar
una nube de unos 10 x 10 kilómetros de
diámetro. Al llegar a ese tamaño la nube
comenzó a con- traerse, lentamente al
principio, bajo la acción de su propia fuerza
de gravedad; pero al alcanzar un diámetro de
zados tienen una resistencia semejante a la RESUMEN
de un alambre que resiste estas fuerzas. En Espacio. La nada sin límites ocupada por
1960, Fred Hoyle sugirió que la magneto todas las cosas.
hidrodinámica gobernaba el comportamiento El universo. Compuesto de toda la materia
de la materia original en las nubes de polvo, que podemos ver o imaginar; se supone que
compuestas de gases ionizados en rápida incluye millones de galaxias.
rotación. A través de estos gases corrían Estrellas. Masas de gas auto luminosas.
líneas de fuerza magneto hidrodinámica Grupos de estrellas. Constelaciones.
semejantes en nos aspectos a hilos o Galaxias.
filamentos largos y elásticos, vinculados a los Enjambres o agrupamientos de estrellas.
gases. En las partes exteriores de la nube el Nuestro sistema solar.
gas giraba más lentamente que en el centro, Compuesto por el Sol, nueve planetas, 39
con lo que los filamentos tendían a enrollarse satélites, millares de asteroides, multitud de
más y más y a alargarse. Esto aumentó el cometas e incontables millones de meteoros.
momento angular en las porciones exteriores, El Sol.
que vinieron a ser los planetas y lo disminuyó Una estrella media. Compuesta
en el centro, que vino a constituir el Sol. La principalmente de hidrógeno y helio.
cuantificación de esta disminución en el Sol y
del aumento en los planetas, necesaria para
esta teoría, no basta para explicar la
distribución actual del momento angular en
nuestro sistema solar.
A mediados del siglo xx, conforme los
métodos radiactivos se aplicaron más y más
a las rocas de la Tierra para determinar su
edad (ver el capítulo 9), se acumularon
evidencias en el sentido de que algunas de
las más antiguas rocas se formaron hace
más de tres mil millones de años. Las
estimaciones de la edad de la Tierra misma
se elevan a 5 mil o 6 mil millones de años. Al
mismo tiempo los astrónomos fueron
desarrollando teorías en el sentido de que
todo el universo "conocido" se está
expandiendo a partir de un volumen de
extensión limitada, del cual evolucionó hace
4 6 5 mil millones de años. Y los elementos
que integran todo este universo en gestación
fueron formados en cinco minutos por un
plasma primordial de fotones, esto es de luz.
Cualquiera que haya sido el proceso que
condujo a la formación del universo, parece
haber producido una abrumadora
preponderancia de estrellas dobles,
difícilmente en condiciones de constituir
familias de planetas. Posiblemente una
estrella entre cien resulte individual, como
nuestro Sol, capaz de tener planetas. Y en
nuestra galaxia de 10 estrellas, una en un
millón, o quizá una en un millar, puede tener
un planeta como la Tierra bajo condiciones
similares de abastecimiento de calor. Este
hecho estadístico presupone la existencia en
nuestra galaxia de un millón a mil millones de
planetas en los que palpite vida "humana". Y
existen millones de galaxias en el universo.
Los planetas.
Giran alrededor del Sol. Cuatro planetas
interiores:
Mercurio, Venus, la Tierra y Marte -todos de
casi el mismo tamaño bastante denso,
considerados planetas terrestres
Planetas exteriores.
Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno planetas
gigantes muy parecidos entre sí- y Plutón,
asteroide que posiblemente está ligeramente
fuera de lugar.
Satélites.
Giran alrededor de los planetas.
La Luna satélite de la Tierra,
Nuestra galaxia.
Llamada galaxia de la Vía Láctea.
Compuesta de, cuando menos, 100 mil
millones de estrellas distribuidas en una
nebulosa espiral de 100 mil años luz de
diámetro.
Materia en el espacio interestelar.
Minúsculos fragmentos de polvo y gases
congelados que representan la mayor parte
de los elementos comunes que existen en la
Tierra.
Teorías sobre el origen de nuestro sistema
solar.
Derivado de materia expulsada del Sol.
a) Por el posible choque del Sol con otra
estrella.
b) Por el posible paso del Sol muy cerca de
otra estrella. c) Por el posible encogimiento
del Sol -inicialmente de gran tamaño
despidiendo anillos de materia.
Derivado de la condensación de materia en
enormes nubes de polvo.
Ninguna teoría toma en cuenta el hecho de
que el Sol tiene sólo aproximadamente el 2
por ciento del momento angular del sistema.
BIBLIOGRAFIA SELECCIONADA
Shapley, Harlow, Galaxies (rev. ed.).
Cambridge: Harvard Univ.Press, 1963.
Goldberg, Leo y Lawrence H. Aller, Atoms,
Stars and Nebulae. Cambridge: Harvard
Univ. Press, 1963.
Whipple, Fred L., Earth, Moon, and Planets.
Cambridge: Harvard Univ. Press, 196
 CORRIENTES SUPERFICIALES
DE AGUA
A TRAVES de millones de años en la historia de la Tierra, an estado trabajando
constantemente los agentes de erosión para reducir las masas terrestres al nivel de
los mares. De estos agentes, el más importante es el agua que escurre en superficie.
Año tras año, las corrientes de la tierra mueven sorprendentes cantidades de
escombros y de material disuelto a través de sus valles a las grandes cuencas de
asentamiento, los océanos. PRECIPITACION Y FLUJO DE
UNA CORRIENTE

LA ECONOMIA DE UNA
CORRIENTE

TRABAJO DEL AGUA DE

ESCURRIMIENTO
SUPERFICIAL

CARACTERES DE LOS
VALLES

EVIDENCIAS DE QUE UNA

CORRIENTE CORTA

SU PROPIO VALLE

CICLO DE EROSION

PATRONES DE DRENAJE Y
CORRIENTES TIPO

Todos los ríos corren al
mar, pero el mar no se
llena; al Whigar de donde
proceden los ríos, hacia
allá regresan otra z, dice el
Eclesiastés 1:7. Y hacia
allá regresan, a pesar de
todo, porque, en último
análisis, el agua que corre
por has pendientes en
delgadas láminas, y que
después escurre por
riachuelos, corrientes y
ríos, proviene de los
océanos. Hay a excepción:
al parecer, las erupciones
volcánicas traen a la
superficie agua del interior
de la tierra; pero una vez
que la alcanzado la
superficie, esta agua
también sigue el patrón general del movimiento del agua del
mar a la tierra y de nueva cuenta al mar, sistema que
conocemos con el nombre de ciclo hidrológico (fig. 11-1).
PRECIPITACION Y FLUJO DE UNA CORRIENTE
Cuando el agua ha caído sobre la tierra en forma de
precipitación, sigue uno de los muchos caminos que integran el
ciclo hidrológico. La mayor parte se evapora, volviendo al aire
directamente, o bien, es tomada por las plantas y transpirada į
ellas a la atmósfera. Una pequeña cantidad sigue la cantidad
del escurrimiento -el agua que fluye sobre la superficie- y una
cantidad todavía menor se embebe en el terreno través de la
infiltración.
La figura 11-2 muestra cómo la infiltración, el escurrimiento
Unidos, muy distantes entre sí. En los ejemplos , entre el 54 y
el 97 por ciento de la precipitación total evaporación
transpiración varían en seis localidades de los toma a la
atmósfera a través de la transpiración y evapora-
Aproximadamente del 2 al 27 por ciento drena a las trientes y
océanos como escurrimiento y entre el 1 y el 20 ciento se abre
camino en el terreno por
infiltración. En algunos de los
capítulos siguientes trataremos del agua varias etapas del ciclo hidrológico. En el capítulo 12 estu