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Tips y consejos para tus finanzas personales

Sabemos que, en ocasiones, organizar las finanzas personales puede resultar


difícil.

Por esa razón, nuestro equipo se ha puesto manos a la obra para diseñar un
coach financiero que te permita simplificar el control de tus finanzas y tener todo
bajo control.

Es muy importante conocer el estado de tus finanzas para saber tomar mejores
decisiones en tu día a día.

¡Vamos a echarle un vistazo a los tips y consejos!

Sé consciente de tus ingresos


Algo que parece tan obvio en muchas ocasiones no lo es. Ser consciente de
nuestros ingresos nos permite tener bajo control los gastos y evitar vivir por
encima de nuestras posibilidades.
Realiza una previsión de ingresos a un año vista para diseñar un presupuesto y
adaptar tus gastos.

Cómo organizar tus finanzas


En primer lugar, encontramos los gastos y los hay de dos tipos: los gastos fijos y
los variables.
Los gastos fijos son aquellos que se repiten cada mes y que no puedes dejar de
pagar. Por ejemplo, la renta de tu hogar o el colegio de tus hijos.
Los gastos variables, como la propia palabra indica, son aquellos que pueden
variar cada mes. Por ejemplo, los gastos en restaurantes, en ropa o en ocio.

Es importante presupuestar primero los gastos fijos mensuales ya que son los
“obligatorios”. Recuerda que al analizar tus gastos fijos puedes descubrir algún
gasto innecesario y eliminarlo (Por ejemplo, la suscripción a la televisión de pago,
si no la utilizas).

El siguiente paso es ahorrar la cantidad objetivo que te hayas propuesto


(hablaremos de cómo fijar esa cantidad en el siguiente apartado).

Después de haber distribuido tus gastos fijos y haber apartado tu cantidad de


ahorro objetivo, es el turno de presupuestar los gastos variables del mes.

A continuación te dejamos un ejemplo práctico para que lo entiendas


rápidamente:

Presupuesto para el mes de enero:


1. Tus ingresos mensuales son de 1.200
2. Tus Gastos Fijos totales son de 500
3. Quieres ahorrar 300
4. Tus Gastos Variables totales son de 400

De esta forma no vives por encima de tus posibilidades y además ahorras cierta
cantidad de tus ingresos

respecto a los gastos, sería interesante echar un vistazo a los gastos fijos.
Podemos separar entre gastos fijos necesarios y no necesarios. Los necesarios
serían aquellos que no puedes suprimirlos de “ninguna” manera. Por ejemplo, la
renta de tu hogar. Los gastos fijos no necesarios serían aquellos que sí podrías
suprimir. Por ejemplo, suscripciones a varios servicios.

Aún así, siempre puedes encontrar la manera de reducirlos sin llegar a prescindir
de ellos: cambiar de alquiler, compartir suscripciones, reducir la tarifa, etc.
O por qué no, en lugar de reducir, busca cómo aumentar tus ingresos mediante
otras fuentes.
¿Cómo ahorrar correctamente?
Llegamos a la base para tener unas finanzas saneadas: el ahorro
Para ahorrar, márcate un objetivo realista que puedas alcanzar a final de año.
Para hacerlo, fija una cantidad anual a ahorrar, por ejemplo 3.600, y dividela
entre 12:
3.600/12 = 300 mensuales

También puedes adaptar la cantidad total de forma mensual ya que pueden


haber meses en los que sabes que vas a poder ahorrar más o menos.

IMPORTANTE: La forma adecuada de ahorrar es apartar el dinero en cuanto


recibas tus ingresos y hayas cubierto los gastos fijos, normalmente a principio
de mes. Si lo dejas para lo último, lo más probable es que a final de mes no
dispongas de la cantidad objetivo de ahorro.

También es aconsejable que deposites ese dinero en una cuenta bancaria


distinta a la que usas en tu día a día ya que si te pasas del presupuesto de
gastos fijado, no “dispondrás fácilmente” de ese dinero como si estuviera en la
misma cuenta bancaria.

*Recuerda utilizar cuentas bancarias que no tengan costes de mantenimiento.

La importancia del ahorro


Cuando disponemos de ahorros, se convierten automáticamente en un fondo
para imprevistos, entre otras cosas. Si tenemos recursos para gestionar los
imprevistos estaremos más preparados ante cualquier escenario.

Fondo de emergencia
Para ir sobre seguros, podemos dividir los ahorros totales que tengamos entre la
media de los gastos mensuales que tenemos a lo largo del año. Con este cálculo
sabremos cuántos meses podríamos estar sin ingresar nada y soportar los
gastos actuales.

Lo explicaremos con un ejemplo:


● Gastos medios mensuales = 1.000
● Ahorros totales de los que dispongo = 12.000
● 12.000 / 1.000 = 12 meses

*Para calcular la media de gastos mensual haz el siguiente cálculo:


(suma de los gastos de cada mes) / 12
Ejemplo: (500+650+850+400+500+500+500+650+800+500+500+500)/12 = 570,83

Por lo tanto, podríamos soportar 12 meses con los mismos gastos con el peor
escenario posible, no ingresar nada.

Una vez hecho esté cálculo, podrás decidir cuántos meses quieres tener
garantizados en el caso de que dejaras de tener ingresos. Los expertos
recomiendan entre 3 y 6 meses.

Recuerda que, como la propia palabra indica, se trata de un fondo para


emergencias. Ese dinero no debes utilizarlo para ir de compras o pagar un viaje,
por ejemplo.

El fondo de emergencia se crea a partir del ahorro. Recuerda que la cantidad que
ahorres cada mes puedes distribuirla entre diferentes cuentas: fondo de
emergencia, compra de un vehículo, vacaciones, inversiones, etc.

Como hemos visto, gracias al ahorro, puedes tener la capacidad de invertir.


Considera invertir en aquello que conozcas y asumiendo que ese dinero puedes
perderlo.

La regla del 50 / 30 / 20
En este apartado te explicamos la conocida regla del 50/30/20 por si te resulta
interesante aplicarla.

Esta regla propone organizar el dinero de la siguiente forma:

El 50% de los ingresos se destinarán a necesidades primarias como el


transporte, el hogar, la comida, pago de la escolaridad, etc. En este punto, es muy
importante saber diferenciar entre lo necesario y lo prescindible.
Si quieres ir un paso más allá, las entidades financieras recomiendan que el
gasto en tu hipoteca o renta del hogar no debe superar el 30-35% del total de los
ingresos del hogar. En ningún caso debe superar el 40% de los ingresos totales
del hogar.

El 30% se destinará a los gastos prescindibles. Por ejemplo, todas las actividades
de ocio.
El 20% de tus ingresos se destinarán al ahorro.

La importancia de los porcentajes


Casi siempre solemos pensar en números antes que en porcentajes.

Pedro: “Cuesta 200 al mes, no es tanto dinero.”


Pedro gana 1.000 al mes.

Esos 200, suponen un 20% de sus ingresos.

Es por eso que cuando hablamos de gastos (y especialmente los fijos) es


importante saber qué porcentaje supone esa cantidad en tus ingresos totales.

Recuerda que para calcular un porcentaje debes dividir la cantidad la cual


quieres conocer el porcentaje entre el total. Una vez obtengas el resultado
multiplícalo por 100.

Ejemplo:
200/1.000 = 0,2 0,2 x 100 = 20 por lo tanto, 20%

En el coach encontrarás todo tipo de gráficos para que lo tengas todo bajo
control.

Cuidado con las financiaciones


A lo largo de nuestra vida es muy probable que tengamos que recurrir al banco
para solicitar un préstamo, ya sea para adquirir un hogar, un vehículo u otras
cosas.

Es importante que cuando vayas a pedir un préstamo bancario tengas en cuenta


los siguientes tips:
- Pide únicamente la cantidad que necesites. Un error muy común es
solicitar más dinero del que realmente se necesita. De esta manera, lo
único que consigues es que estés endeudado más tiempo y pagando
mayores intereses. Incluso, pide menos de lo necesario y aporta una
cantidad de tu parte para reducir el dinero que pagarás con intereses.

- Realiza un estudio del préstamo. Cuando solicites préstamos a largo plazo


debes tener muy en cuenta tu capacidad de pago durante todos los años
que dure el mismo. Piensa que si contratas un préstamo de larga duración
y contiene un periodo en el cual ya estés retirado, tu capacidad adquisitiva
bajará y la deuda será la misma.

- Compara opciones. No te quedes con la primera propuesta. Compara en


diferentes entidades financieras qué intereses y condiciones te ofrecen y
escoge la que mejor se adapte a tus circunstancias.

- Fíjate en los costes totales del préstamo. Muchos bancos te suelen


proporcionar el interés del préstamo que es mucho más atractivo que el
coste total del préstamo, que contiene los intereses, comisiones, coste del
estudio etc. Solicita el coste total del préstamo en tu banco.

- Sé consciente de tu capacidad de pago. Recuerda que si el préstamo que


vas a solicitar supone más de un 30-35% de los ingresos mensuales del
hogar deberás descartar esa opción. Recuerda que un hogar no solo
supone pagar la renta sino que tiene gastos añadidos (mantenimiento,
suministros, reparaciones, etc.) que podrás analizar de antemano gracias
al coach.

- Revisa las condiciones del contrato. Cuando vayas a firmar, lee el


contrato de arriba a abajo, punto por punto. Así te asegurarás de que todo
esté en orden. Si no entiendes algún punto de tu contrato pregunta al
responsable del banco y contrasta la información por tu cuenta.
Consejos para evitar el despilfarro
- Revisa tus gastos: Trata de descubrir en qué te estás gastando el dinero y
piensa si es necesario o no. Investiga formas de reducir los gastos que
sean necesarios. Por ejemplo, el seguro del coche cuesta 500 al año,
descubre si hay aseguradoras que te ofrezcan precios más bajos.

- Evita las compras impulsivas. Cuando tengas que hacer una compra deja
pasar unos días para pensar si realmente necesitas eso que quieres
comprar.

- No te salgas de tu presupuesto. Si consigues ajustarte a tu presupuesto


automáticamente te convertirás en un ahorrador teniendo tus finanzas
bajo control y evitando el despilfarro y gastos de más.

- Evita utilizar tarjetas de crédito. Las tarjetas de crédito permiten el pago


aplazado, pero con unos altísimos intereses. Si la utilizas constantemente
tu cuenta bancaria se verá afectada cuando menos lo esperes. Por eso,
utilízala sólo cuando sea estrictamente necesario.

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