Cómo debe aplicarse el proceso administrativo

en el ámbito educativo

Por: Luis Gerardo Zunún Subuyuc.

Carné: 2659511

¿Sabe usted qué es un proceso? O, ¿qué es administración? ¿Qué relación hay entre el proceso
administrativo en general y el proceso administrativo en el ámbito educativo? La Real Academia
Española (RAE, 2014) define el término proceso como “conjunto de las fases sucesivas de un
fenómeno natural o de una operación artificial”. También define el término administrar como
“graduar o dosificar el uso de algo, para obtener mayor rendimiento de ello o para que produzca
mejor efecto”.

En este sentido podríamos decir que, el proceso administrativo es el conjunto de fases sucesivas
con el cual dosificamos el uso de algo, para así, obtener el mayor rendimiento. Algunos otros
autores aportan su propia definición. Por ejemplo, Bateman y Snell (2001) lo definen como “el
proceso de trabajar con personas y recursos para alcanzar metas organizacionales. Buena gerencia
actúa con eficiencia y eficacia, con las funciones básicas de la administración: planeación,
organización, dirección y control”. En tanto, Hampton (1996) afirma que administración como tal,
“es un conjunto de procesos que favorecen la eficacia y la eficiencia organizacional, integrado por
la planeación, organización, dirección y control”.

Lo expuesto en el párrafo anterior, son algunas de las definiciones que encontramos de la

administración y del proceso administrativo en general, pero ¿tendrá alguna relación respecto de
la administración educativa? ¿Qué tanto varía el uno respecto del otro?

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 Sin duda, el proceso administrativo en el ámbito educativo tiene sus fundamentos en el proceso
administrativo en general. En este, se mencionan fases que han de llevarse a cabo para que, el
proceso administrativo sea eficiente, y, estas fases son:
o Fase 1. Planeación
o Fase 2. Organización
o Fase 3. Integración del personal
o Fase 4. Dirección
o Fase 5. Control (evaluación)

Si analizamos el proceso administrativo podemos darnos cuenta que, podemos aplicar

justamente estas mismas fases en el ámbito educativo. ¿De qué manera? Por ejemplo, la planeación
implica la selección de una misión, visión y objetivos, así como de las correspondientes acciones
necesarias para su cumplimiento. En la identidad institucional de un establecimiento educativo
también se ha de contar con estos elementos (misión, visión, objetivos) para que la institución sepa
quién es en este momento y hacia dónde quiere llegar en un futuro.

En cuanto a la organización, en toda institución educativa ha de requerir del diseño de una

estructura que asigne recursos y tareas, conforme a las funciones que cada colaborador tenga y de
acuerdo con las características de cada uno. Y a todos estos colaboradores hay que saberlos integrar
para que todos trabajen en pro del establecimiento educativo.

Se necesita de una persona que ejerza autoridad y liderazgo para que dirija a los colaboradores
y con ello se logren las metas y objetivos que como comunidad educativa se hayan fijado, y a esto
lo llamaremos, Dirección. Y, no podemos olvidarnos de medir el desempeño de los miembros de
la institución para que puedan realizarse las correcciones necesarias, porque, como dice una frase,
“lo que no se evalúa, no se mejora”.

Se concluye que, sin lugar a dudas, hay una estrecha relación entre el proceso administrativo
en general y el proceso administrativo enfocado al área educativa. Hemos podido darnos cuenta
que podemos aplicar los mismos principios de la administración al ámbito educativo, porque, de
alguna manera los establecimientos educativos son también una empresa.

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