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Liceo Técnico Profesional

Simón Bolívar

Grandes Premios de
Literatura
Nombre
Jesús Gamboa
Subsector
Computación
Curso
5º año
Profesor
Bruno Fuentes
Fecha
19 de nov de 2009
Índice

Autor Página
Premios Nacionales de Literatura 3

José Donoso 3

Marcela Paz 3

Nicanor Parra 4

Joaquín Edwards Bello 5

Eduardo Barrios 6

Premios Noveles de Literatura 7

Pablo Neruda 7

Gabriel García Márquez 9

Toni Morrison 10

Vicente Aleixandre 11

Eugenio Montale 13

Imágenes Premios Nacionales de Literatura 14

Imágenes Premios Noveles de Literatura 16

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Premios Nacionales de Literatura
José Donoso
(Santiago de Chile, 1924-id., 1996) Escritor chileno. Influido por la literatura anglosajona
contemporánea, sus primeras publicaciones fueron relatos, hasta que en 1957 apareció su
primera novela, Coronación, amplio fresco de la sociedad de Santiago. Habitualmente se le
considera parte de la llamada «Generación de los 50» chilena, caracterizada por una común
intención de denunciar, a través de la ficción novelesca, la decadencia de las clases
aristocráticas y la alta burguesía. En 1966 publicó El lugar sin límites, y en 1970 se
consolidó como escritor experimental e innovador con El obsceno pájaro de la noche, su
novela más aplaudida por la crítica.
A raíz del golpe de Estado de Pinochet se exilió voluntariamente a España, desde donde
reflexionó y escribió sobre la situación política de su país y su propia condición de escritor.
En 1972 publicó Historia personal del boom, y en 1973 Tres novelitas burguesas, relatos en
los que recrea ambientes de la burguesía de Barcelona. De nuevo en Chile, publicó Casa de
campo (1978), una de sus novelas más destacadas; La misteriosa desaparición de la
marquesita de Loria (1979), exquisito divertimento erótico; El jardín de al lado (1981),
novela acerca de la creación y el exilio; Cuatro para Delfina (1982), colección de novelas
cortas; y La desesperanza (1986), que gira en torno al tema del regreso del exiliado al Chile
de Pinochet.

Marcela Paz
(Esther Huneeus Salas; Santiago, 1902 - 1985) Escritora chilena. Especializada en
literatura infantil y juvenil, fue la creadora del personaje Papelucho, un clásico de la
literatura chilena.
Nacida en el seno de una acomodada familia, tanto ella como sus hermanas no asistieron
nunca al colegio; fueron educadas en su residencia familiar por institutrices y profesores
particulares. Fue la cuarta de los ocho hijos del ingeniero Francisco Huneeus Gana y de
María Teresa Salas Subercaseaux, hermana de la escritora Violeta Quevedo, Rita Salas
Subercaseaux. Casada con el ingeniero José Luis Claro Montes, Esther Huneeus fue madre
de cuatro hijos varones y dos mujeres.
Su atracción por el dibujo la llevó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. De
vocación cristiana, a comienzos de la década de 1920 inició sus trabajos cristianos y
humanitarios en la Fundación Sociedad de Ciegos Santa Lucía, de la que fue secretaria
entre los años 1923 y 1950.
Su actividad de toda la vida fue la literatura. Su primer libro, Tiempo, papel y lápiz, vio la
luz en 1933. Firmando ya con el seudónimo de Marcela Paz, al año siguiente publicó Soy
colorina, obra que le valió el premio Club Hípico de Santiago. También colaboró en las
revistas El Peneca y Zig-Zag.
En 1947 obtuvo el premio de la Editorial Rapa Nui con la creación de su personaje más
popular, Papelucho, conocido ampliamente en Chile, especialmente por los niños, y en
otros países gracias a las numerosas traducciones de su obra. En 1964, su interés por la
literatura infantil y juvenil la llevó a impulsar la representación chilena de la Organización
Internacional del Libro Infantil y Juvenil (IBBY). Esta organización le concedió en 1968 su
premio de honor, otorgado por primera vez a un autor latinoamericano.

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En la larga lista de sus obras destacan Papelucho en vacaciones, Papelucho casi huérfano,
Caramelos de luz, Perico trepa por Chile, Papelucho historiador, Papelucho perdido,
Papelucho misionero, Mi hermana Ji, Diario secreto de Papelucho y el marciano y
Muselina Pérez Soto. En 1980, la Oficina Cristiana del Libro, en Francia, recomendó a su
Papelucho como una de las ocho mejores lecturas para la juventud. En reconocimiento a su
importante labor artística, en 1982 se le concedió el Premio Nacional de Literatura.

Nicanor Parra
(Chillán, 1914) Poeta chileno que, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente
Huidobro, está considerado uno de los grandes de la poesía de su país, y una de las mayores
voces de la lírica latinoamericana.
Terminó el bachillerato en su población natal y se trasladó a Santiago para graduarse como
profesor de mecánica teórica y matemáticas. Con una beca del Institute of International
Education estuvo durante tres años en la Universidad de Brown, en Estados Unidos. De
vuelta a su país fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería de la
Universidad de Chile (1948) y un año más tarde, gracias de nuevo a una beca, esta vez del
Consejo Británico, se trasladó hasta Inglaterra, donde permaneció dos años más.
En 1951 regresó a su país para seguir con su labor docente en la Universidad, hasta que la
Fundación Gugenheim le condujo de nuevo a Estados Unidos con el objeto de continuar sus
estudios en el campo de la física, lo que le supuso una intensa actividad investigadora que
no le impidió desarrollar el ejercicio poético.
Inició su labor literaria en 1937, con la publicación de Cancionero sin nombre, aunque ya
en 1935 había aparecido el cuento Gato en el camino, en La Revista Nueva. El Cancionero
sin nombre fue relegado por el propio autor a su prehistoria poética, aunque destaca por su
estilo antihermético, en el ámbito de una corriente que propugna el retorno a la claridad
expresiva.
De 1954 es Poemas y antipoemas, su obra fundamental, compuesta por tres partes: Cantos a
lo humano, Poemas y Antipoemas. En esta obra abandonó su poesía hasta entonces
simbólica y desesperanzada por otra más folclórica, irónica, de acentos escandalosos y muy
vinculada a la realidad. El libro fue acogido como una obra revolucionaria en el ámbito de
la poesía hispanoamericana de aquellos años. Sobre todo en Chile, dominado entonces por
el tono solemne y grandioso de Neruda, el coloquialismo del autor significó un profundo
cambio e introdujo un modelo alternativo, abierto a la ironía y el humorismo. La antipoesía
planteaba una reacción contra la función metafísica de la poesía y su sacralización y se
adhería a una línea fundamentalmente antirromántica, comprometida políticamente y
desmitificadora.
A partir de allí se le conoció como el antipoeta por excelencia, lo que tuvo confirmación en
La cueca larga (1958). Esta obra, que alude en su título al ritmo musical chileno por
excelencia, desarrolla el tono antirretórico y popular, abriéndose a las canciones, también
debido a la relación del poeta con su hermana, la célebre cantautora Violeta Parra.
La década de 1960 fue especialmente activa en cuanto al número de publicaciones de Parra
y brillante por sus aciertos. Versos de salón (1962) cambió el sujeto pasivo de los
antipoemas por un sujeto activo, muy agresivo y delirantemente enérgico; Discursos, que
apareció el mismo año, fue publicado de forma conjunta con Pablo Neruda. Le siguieron
Manifiesto (1963) y Deux Poèmes (1963), en edición bilingüe en francés y castellano.

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Canciones rusas (1967) es más elaborado, y alterna la antipoesía con la recuperación del
lirismo con un neosimbolismo intimista. En 1969 la publicación de Obra gruesa permitió
reunir en un solo volumen la "antipoesía" del autor, con la incorporación de nuevos textos.
Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional de Literatura, que le consagró definitivamente.
Artefactos (1972) inaugura una nueva etapa de su obra: es un libro en forma de caja, que
contiene decenas de postales en las que se establece una contraposición entre palabra e
imagen. El punto en común de estos textos es la exasperación del sarcasmo, que intensifica
su efecto gracias al estilo epigramático. Alrededor del poeta empezaron a manifestarse
algunas voces de desacuerdo, precisamente por la ironía feroz que a veces parece lindar con
el cinismo. Las polémicas se hicieron más encendidas después de los dramáticos
acontecimientos de 1973, cuando el autor fue acusado de mantener una postura ambigua
respecto a la dictadura militar.
La última fase de su poesía está representada sobre todo por Sermones y prédicas del Cristo
de Elqui (1977), seguida de Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1978).
Inspirándose en un personaje extravagante de la actualidad chilena, el poeta creó a través de
esta pantalla un efecto de extrañamiento. Al mismo tiempo, estas obras atestiguan la
relación constante del autor con el mundo popular, del que extrae continuamente elementos
sugerentes, en formas renovadas. La compilación Hojas de Parra (1983-1996) y Poemas
para combatir la calvicie (1996) son sus más recientes publicaciones.
Nominado muchas veces sin éxito para el premio Nobel, recibió en cambio muchos otros
como el Internacional Juan Rulfo, el Prometeo de Poesía, el Municipal de Santiago, el Juan
Said de la Sociedad de Escritores de Chile, el del Sindicato de Escritores de Chile, el
Bicentenario y, en el 2001, el X Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Además, su
trabajo poético ha sido estudiado en varias de las más importantes universidades de Estados
Unidos, donde se han filmado incluso dos películas sobre su vida y su obra, partiendo de
varios de sus recitales.

Joaquín Edwards Bello


(Valparaíso, 1888 - Santiago de Chile, 1968) Escritor chileno. Considerado uno de los
grandes novelistas chilenos, su obra se inscribe dentro del realismo costumbrista.
Nieto de Andrés Bello, nació en el seno de una acomodada familia de banqueros y estudió
en el Colegio MacKay y en el Liceo de Valparaíso. Tras residir en París, adonde su familia
se desplazó en busca de un tratamiento que pusiera remedio a la enfermedad de su padre, a
la muerte de éste se trasladó primero a España y luego a Gran Bretaña.
Es de los pocos escritores chilenos que no ejercieron como diplomáticos, profesores o
funcionarios. En cambio sí fue periodista, continuando la tradición familiar (a la rama
paterna pertenecían los fundadores de El Mercurio). Así, y ya de regreso a Chile (1906), se
dedicó a escribir cuentos, novelas, ensayos y artículos de opinión. Fue miembro de la
delegación chilena en la Sociedad de Naciones (1925) y, como periodista, colaboró en el
diario La Nación.
Su obra literaria, influida por Émile Zola, constituye una reflexión crítica sobre el sistema
político y social del país, el cual cuestiona empleando el recurso de la ironía. Se caracteriza
por la dimensión psicológica de los personajes y por su honda preocupación por las
cuestiones sociales. La mayoría de sus protagonistas son tipos marginales y
desequilibrados, víctimas de la sociedad corrompida en la que viven.

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Su primera novela, El inútil (1910), contiene referencias autobiográficas, una constante en
su posterior producción. Otros títulos: El monstruo (1912); El roto (1920), obra magistral,
considerada un clásico en tanto que representó la introducción del proletario en la literatura
chilena; El chileno en Madrid (1928); Cap Polonio (1929); Valparaíso, la ciudad del viento
(1931), la más autobiográfica de sus novelas, la cual, al reeditarse en 1946, apareció bajo el
título de El viejo Almendral; Criollos en París (1933), otra de sus obras maestras, y su
última novela, La chica del Crillón (1935).
Es autor de diversas obras en las que plasmó sus vivencias personales o bien relató
episodios históricos nacionales, como Crónicas de Joaquín Edwards Bello (1924), Crónicas
chilenas (1925) y El bombardeo de Valparaíso y su época (1934). Póstumamente
aparecieron sus Memorias de Valparaíso (1969). Fue Premio Nacional de Literatura, 1943;
de Periodismo, 1950, y miembro de la Academia de la Lengua desde 1954. Sufrió un
ataque de hemiplejia que lo mantuvo postrado hasta que decidió quitarse la vida a los 81
años.

Eduardo Barrios
(Valparaíso, 1884 – Santiago, 1963) Novelista chileno. Se educó en Lima y de vuelta a su
patria emprendió la carrera militar, que no llegaría a finalizar. En su juventud llevó una
vida aventurera: fue traficante, artista de circo y buscador de oro.
En 1909 comenzó a trabajar en la Universidad de Chile y en 1925, fue nombrado
Conservador de Propiedad Intelectual de la Biblioteca Nacional mientras oficiaba de
taquígrafo en la Cámara de Diputados. Se inició en el periodismo en el diario La Mañana,
ejerció como crítico de teatro en la revista Zig Zag y también colaboró en diversas
publicaciones literarias.
En 1927 fue nombrado Director de Bibliotecas y asumió durante un breve periodo el cargo
de Ministro Educación. En 1953 volvió a desempeñar este cargo y el de Director General
de Bibliotecas, en que se mantuvo hasta su jubilación en 1960.
Eduardo Barrios compaginó estas actividades con la escritura y publicación de sus cuentos,
novelas y obras teatrales, en virtud de las cuales, obtuvo el Premio Nacional de Literatura
en 1946, así como su ingreso en la Academia Chilena de la Lengua en 1953. Toda su
producción literaria está salpicada de toques de costumbrismo, épica, descripciones de la
naturaleza y análisis de la clase media. Su estilo se caracteriza por el profundo análisis
psicológico de todas las situaciones y problemas.
Se dio a conocer muy pronto como literato con su libro Del natural (1907), conjunto de
relatos de acentuado tono realista, que muestran claramente la ascendencia zoliana. Más
tarde, en 1915, publicó El niño que enloqueció de amor, historia de un niño que se enamora
perdidamente de una mujer adulta de su madre, profundo análisis de psicología infantil. Sus
sentimientos y vivencias quedan estampados en su "diario de vida". La historia termina en
tragedia y el lector, a esta altura involucrado con el joven, siente una profunda conmoción.
Posteriormente publicó Un perdido (1917), sobre el hombre víctima de la sociedad; El
hermano asno (1922), sobre la vida religiosa, y Páginas de un pobre diablo (1923). Gran
Señor y Rajadiablos (1949), que mereció el Premio Atenea, es el fruto de su experiencia
campesina. Sobresale la figura de José Pedro Valverde, héroe rural, terrateniente a la
antigua, conquistador y acostumbrado al mando, "rajadiablos" en su juventud que
representa la ley y el orden a la manera feudal, enfrentada a la ley positiva. En ella existe

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una interpretación de las realidades sociales, históricas, geográficas y humanas del medio
en que se desenvuelve.
Su última novela, Los Hombres del Hombre (1950), es una conversación interior de un
hombre consigo mismo contada a través de un diario personal que sirve para abordar el
estudio de estados anímicos y profundizar en las complejidades de la personalidad, quizás
una reflexión que el autor realizaba sobre sí mismo y sobre lo que significa la humanidad
en su sentido más profundo.

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Premio Novel de Literatura
Pablo Neruda
(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904-Santiago de Chile,
1973) Poeta chileno. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción
de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta
checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.
Su madre murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su padre, un
empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus
primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Allí también comenzó a trabajar en un
periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago, donde publicó sus primeros
poemas en la revista Claridad.
Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte
poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre
infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la transición del
modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.
Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera
consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en
España, donde se relacionó con García Lorca, Aleixandre, Gerardo Diego y otros
componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la
Poesía. Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a
la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social.
En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió España
en el corazón. Progresivamente sus poemas experimentaron una transición hacia formas
herméticas y un tono más sombrío al percibir el paso del tiempo, el caos y la muerte en la
realidad cotidiana.
De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra
experimentó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de los mitos
americanos de su Canto general. En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el
Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador
utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud
provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.
De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de Europa
Oriental. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas laudatorios y
propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces,
la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se
correspondió con una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad.
Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el Premio
Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la candidatura
presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en
París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. De publicación
póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido.

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Gabriel García Márquez
(Aracataca, Colombia, 1928) Novelista colombiano. Afincado desde muy joven en la
capital de Colombia, Gabriel García Márquez estudió derecho y periodismo en la
universidad Nacional e inició sus primeras colaboraciones periodísticas en el diario El
Espectador.
A los veintisiete años publicó su primera novela, La hojarasca, en la que ya apuntaba los
rasgos más característicos de su obra de ficción, llena de desbordante fantasía. A partir de
esta primera obra, su narrativa entroncó con la tradición literaria hispanoamericana, al
tiempo que hallaba en algunos creadores estadounidenses, sobre todo en William Faulkner,
nuevas fórmulas expresivas.
Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez siguió de cerca
la insurrección guerrillera cubana hasta su triunfo en 1959. Amigo de Fidel Castro,
participó por entonces en la fundación de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba.
Tras la publicación de dos nuevos libros de ficción, en 1965 fue galardonado en su país con
el Premio Nacional.
Sólo dos años después, y al cabo de no pocas vicisitudes con diversos editores, García
Márquez logró que una editorial argentina le publicase la que constituye su obra maestra y
una de las novelas más importantes de la literatura universal del siglo XX, Cien años de
soledad.
La obra, en la que trabajó más de veinte años, recrea a través de la saga familiar de los
Buendía la peripecia histórica de Macondo, pueblo imaginario que es el trasunto de su
propio pueblo natal y al tiempo, de su país y su continente. De perfecta estructura circular,
el relato alza un mundo propio, recreación mítica del mundo real de Latinoamérica que ha
venido en llamarse «realismo mágico», por el encuentro constante de elementos realistas
con apariciones y circunstancias fantasiosas. Esta fórmula narrativa entronca con la
tradición literaria latinoamericana, iniciada con las crónicas de los conquistadores, plagadas
también de leyendas y elementos sobrenaturales originados por el profundo choque entre el
mundo conocido y la cultura de los españoles que emigraban y la exuberante y extraña
presencia del continente latinoamericano.
Tras una temporada en París, en 1969 se instaló en Barcelona, donde entabló amistad con
intelectuales españoles, como Carlos Barral, y sudamericanos, como Vargas Llosa. Su
estancia allí fue decisiva para la concreción de lo que se conoció como boom de la literatura
hispanoamericana, del que fue uno de sus mayores representantes.
En 1972 Gabriel García Márquez obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo
Gallegos, y pocos años más tarde regresó a América Latina, para residir alternativamente
en Cartagena de Indias y Ciudad de México, debido sobre todo a la inestabilidad política de
su país.
Su prestigio literario, que en 1982 le valió el Premio Nobel de Literatura, le confirió
autoridad para hacer oír su voz sobre la vida política y social colombiana. Su actividad
como periodista queda reflejada en Textos costeños, de 1981, Entre cachacos, de 1983,
compendios de artículos publicados en la prensa escrita, o Noticias para un secuestro,
amplio reportaje novelado editado en 1996 que trata de la dramática peripecia de nueve
periodistas secuestrados por orden del narcotraficante Pablo Escobar. Relato de un
náufrago, reportaje sobre un caso real publicado en forma de novela en 1968, constituye un
brillante ejemplo de «nuevo realismo» y refleja su capacidad para cambiar de registro.

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En cine ha intervenido en la redacción de numerosos guiones, a veces adaptaciones de sus
propias obras, y desde 1985 comparte, con el cineasta argentino Fernando Birri, la
dirección de la Escuela Internacional de Cine de La Habana.

Toni Morrison
(Chole Anthony Wofford; Lorrain, 1931) Narradora afroamericana. En 1949, egresada de la
escuela pública de su ciudad natal, comenzó estudios universitarios en filología inglesa y
más tarde en humanidades, que cursó en diversos centros. Se graduó en Howard University
y se doctoró en Cornell. Fue profesora de filosofía y letras en las universidades de Yale,
Howard, Texas y en la State University de Nueva York.
También enseñó escritura creativa en la Rutgers University de New Jersey, al mismo
tiempo que trabajaba como editora de Random House, labor que venía desarrollando desde
antes para pagarse los estudios. A su trabajo editorial se debe el descubrimiento de varios
de los más representativos escritores de la joven literatura afroamericana de los Estados
Unidos. Entre 1958 y 1964 estuvo casada con Harold Morrison, un arquitecto cuyo apellido
adoptó (Toni es su apodo familiar) y con el que tuvo dos hijos.
Tenía casi cuarenta años cuando en 1970 se publicó su primera novela, Ojos azules. El
juego de palabras contenido en el título es revelador de la trama de la obra (en inglés blue
es azul y también triste), pero no alcanza a preparar al lector para la terrible historia que
relata Morrison: una niña negra, llamada Pecola, que desea tener los ojos azules de Shirley
Temple o de las muñecas de las niñas blancas, a la que su padre viola y que termina
enloqueciendo.
La crítica no prestó demasiada atención a esta primera novela como tampoco lo hizo con la
segunda, Sula, aparecida en 1973. Ambientada en la década de 1940, al igual que la
anterior, cuenta el crecimiento paralelo y opuesto de dos mujeres negras: una, Nel, se
adapta pasivamente al estereotipo de madre; la otra, Sula, elige vivir su propia vida incluso
pagando el precio de la infelicidad y la muerte. El motivo que se encuentra en la base de
esta obra, centrada en el tema del doble (Sula define a Nel como "otra versión de sí
misma"), es la amistad entre mujeres dentro del universo variopinto y complejo del
"neighborhood", el suburbio urbano habitado sólo por negros
En cambio, La canción de Salomón, publicada en 1977, obtuvo el National Books Critic
Award, el premio oficial de la crítica, y tuvo asimismo éxito de público, consagrando a
Morrison como una de las más importantes autoras contemporáneas de Estados Unidos.
Construida en forma de "Bildungsroman", se basa en la leyenda del "africano volador", y
sigue las etapas de la "quest" de Milkman, un chico negro de la ciudad de Detroit (que en la
década de 1960 estaba siendo sacudida por la lucha por los derechos civiles), que se
aventura en el Sur rural, tierra de sus antepasados, donde se reconcilia con su pasado
familiar y racial, gracias al descubrimiento del mítico vuelo de su antepasado Solomon,
inmortalizado en las palabras de una canción para niños. .
En 1981 se publicó La isla de los caballeros, en la que la escritora profundiza en el tema de
la identidad y del desarraigo a través de la historia mágica del amor entre Son y Jade, dos
jóvenes afroamericanos que, en la década de 1980, miran de forma antitética los modelos
culturales y de comportamiento impuestos por la sociedad de los blancos. En 1987 apareció
Beloved, con la que obtuvo el premio Pulitzer. Esta obra estremecedora sintetiza varios
siglos de dolor y desesperación del pueblo negro esclavo, con la descarnada decisión que se

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ve obligada a tomar una madre cuando el amo, cargado de cadenas, viene a buscar a su
hijita para llevársela a su plantación: matar a la niña para evitar su esclavitud. La siguiente
novela de Morrison fue Jazz, aparecida en 1992.
Toni Morrison no es la primera escritora negra de Norteamérica, pero sin duda es la
fundadora de una literatura escrita desde y para los negros que, como ella misma, se
identifican como afroamericanos, sin concesiones, traducciones ni alivios para blancos o
negros integrados. Su narrativa es asimismo genuina y genéticamente femenina: uno de sus
personajes es una mujer sin ombligo, lo que hace de ella una "primera" de la especie, acaso
una demiurga y vehiculizadora de la mítica y los sueños de su pueblo, sin caer jamás en la
tentación de convencer a nadie de que sus diferencias o de que sus peculiares señas de
identidad supongan bondad o supremacía alguna.
De ahí quizá la grandeza de su narrativa que respira una lucidez de testigo y actora de
sucesos de la vida que sencillamente ocurren (lo mismo si resultan trascendentes,
maravillosos o miserables) sin asombro ni heroismos. Y acaso éste sea uno de los rasgos
que se evaluaron en la concesión de uno de los más justos premios Nobel de la historia de
este galardón, que recayó en ella en 1993.

Vicente Aleixandre
Poeta español, nacido en Sevilla el 26 de abril de 1898 y fallecido en Madrid el 14 de
diciembre de 1984, considerado uno de los grandes poetas españoles del siglo XX.
Perteneciente a la Generación del 27, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en
1977.
Hijo de un ingeniero de ferrocarril, Vicente Aleixandre pertenecía a la burguesía media
acomodada. Cuando tenía dos años de edad, su familia se trasladó a Málaga, ciudad a la
que el poeta llama en su obra "el Paraíso", pues en ella transcurrió toda su infancia.
En 1909, la familia Aleixandre se instaló en Madrid, donde el futuro poeta cursó el
bachillerato y, ya en plena juventud, las carreras de Derecho y Comercio. Se especializó en
Derecho Mercantil, materia que luego enseñó como profesor en la Escuela de Comercio de
Madrid (1920-1922).
Desde 1917, año en el que conoció a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués (un
pequeño pueblo de Ávila en donde ambos veraneaban), Vicente Aleixandre se venía
relacionando con los jóvenes de su generación que sentían inquietudes literarias.
Gracias a los consejos de Dámaso, empezó a leer a los grandes poetas del pasado reciente,
como el romántico Gustavo Adolfo Bécquer y el modernista Rubén Darío; pero también a
otros autores extranjeros de gran renombre, como los simbolistas franceses. Sintió, a partir
de entonces, la necesidad de escribir poesía.
Estuvo gravemente enfermo en los años veinte, y, a partir de entonces, su salud fue muy
delicada. Padeció una tuberculosis que le afectó un riñón y provocó que le tuvieran que
extirpar este órgano. Mientras se recuperaba de esta operación, escribió algunos poemas
que comenzaron a darle gran fama hacia 1926, cuando aparecieron en una de las
publicaciones culturales más prestigiosas de la época: la Revista de Occidente. A partir de
este reconocimiento literario, se hizo amigo de otros jóvenes poetas de la Generación del
27, como Federico García Lorca y Luis Cernuda.

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Después de la guerra, Aleixandre (que fue uno de los pocos autores de su generación que se
quedó en España) continuó desarrollando una trayectoria poética muy personal. En 1949
fue elegido miembro de la Real Academia Española, y desde entonces fue el gran maestro y
protector de los jóvenes poetas españoles de la segunda mitad del siglo XX, que acudían a
visitarle con frecuencia a su casa de Madrid, donde siempre había tertulias literarias y
lecturas de versos. Murió siete años después de haber recibido un Premio Nobel con el que,
según muchos críticos, no sólo se reconocía universalmente su obra, sino la de toda la
Generación del 27.

La poesía de Vicente Aleixandre


Vicente Aleixandre fue un poeta total, entregado de lleno al cultivo de la poesía. No
escribió obras en otros géneros. Sus escasos textos en prosa (en los que describe a otros
poetas y escritores que conoció) son tan poéticos como sus versos; y sus ensayos literarios
son, en su mayoría, escritos de encargo.
Sus primeras obras presentan las mismas huellas que casi todos sus compañeros de
generación: el pasado reciente (Bécquer y Darío), los grandes maestros vivos que les sirven
como guías (Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado) y la poderosa atracción de la
Vanguardia (y, en particular, del Surrealismo). En concreto, su primer libro, Ámbito
(1928), tiene clara influencia de Juan Ramón Jiménez y se abre hacia la contemplación
desde el interior.

Un manuscrito autógrafo de Aleixandre


En obras posteriores como Espadas como labios (1932) y Pasión de la tierra (1928-29), se
separó de la llamada poesía pura y adoptó la experiencia renovadora del surrealismo, con
una visión panteísta de la naturaleza y un erotismo romántico. Aleixandre asimiló tan bien
las técnicas y el estilo propios del surrealismo que, según muchos críticos, fue el principal
poeta surrealista español. Esta misma línea sigue La destrucción o el amor (1935), que
mereció el Premio Nacional de Literatura.
La cosmovisión de Aleixandre (que ha sido estudiada magistralmente por el poeta y crítico
Carlos Bousoño) cuaja de modo definitivo en Sombra del paraíso (1944), obra que une sus
dos épocas de creación. Otras obras son Mundo a solas (1950), que incluye poesías de 1934
y 1935, y Nacimiento último (1953), con textos de 1927 hasta 1952.
Hacia 1954, inicia una nueva época con obras como En un vasto dominio (1962),
Presencias (1965) o Retratos con nombre (1965). En ellas, su poesía se vuelve más sencilla
y directa, menos cargada de complicaciones surrealistas. La mirada del poeta es ahora más
humana, se acerca mucho más a las cosas cotidianas, al mundo que le rodea. Para el poeta,
el hombre es un ser que sufre, pero que sabe sobrellevar este sufrimiento con dignidad y
valentía.
En la tercera y última etapa de su poesía, Vicente Aleixandre se presenta como un hombre
maduro que asume la vejez y acepta, con elegancia, la proximidad inevitable de la muerte.
Los libros más destacados de este período de ecos metafísicos son: Poemas de la
consumación (1968) y Diálogos del conocimiento (1974). Ya póstuma aparece En gran
noche (1991), donde se recogen muchas composiciones inéditas.
En prosa, es autor de Los encuentros (1958 y 1985), donde rescata a escritores de varias
épocas, y de una colección de cartas y artículos titulada Prosas recobradas (1987).

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Eugenio Montale
(Génova, 1896 - Milán, 1981) Poeta italiano que aportó una visión absolutamente personal
de la problemática y las inquietudes del hombre contemporáneo, partiendo de los hallazgos
formales del simbolismo y del decadentismo, a los que enriqueció con una voz
inconfundible. Considerado con frecuencia uno de los fundadores del hermetismo italiano
de entreguerras, la singularidad de su poética desborda no obstante los presupuestos
teóricos de este movimiento. En 1975 se le concedió el premio Nobel de Literatura.
Inició sus estudios de letras en su ciudad natal, dedicándose sobre todo a la frecuentación
de los clásicos italianos, de la novela francesa y de filósofos como Schopenhauer o Croce,
pero los interrumpió por motivos de salud y para aprender canto lírico. Intervino como
oficial de infantería en la Primera Guerra Mundial, al terminó de la cual empezó a
relacionarse con los círculos literarios de Génova y Turín, llegando a participar en la
fundación de la revista Primo tempo, muy influyente pese a que sólo se publicaron ocho
números.
En 1927 se trasladó a Florencia para trabajar en la editorial Bemporad durante un breve
período, ya que muy pronto fue nombrado director del gabinete científico literario G. P.
Vieusseux, cargo del que fue destituido diez años después por haberse negado a inscribirse
en el partido fascista. Se dedicó entonces a la traducción y a la crítica literaria, sobre todo
después del segundo gran conflicto bélico, cuando se trasladó a Milán para ocuparse de la
sección literaria del Corriere della Sera.
Tradujo obras de H. Melville, W. Shakespeare, J. Steinbeck o J. Guillén, mientras que
como crítico escribió sobre E. Pound, W. H. Auden o E. Dickinson, además de contribuir,
junto con J. Joyce (de quien fue muy amigo), al descubrimiento de I. Svevo. La mayoría de
sus escritos críticos fueron recogidos en La farfalla di Dinard (1956), Auto da fé (1966) y
Fuera de casa (1969). En 1967 fue nombrado senador vitalicio.
En su primera colección de poemas, Huesos de sepia (1925), casi todos ambientados en los
paisajes y escenarios en los que pasó su infancia, expuso ya los temas más característicos
de su poética: un sentimiento de cansancio y de soledad, una angustiosa desconfianza en la
vida y la conciencia de la inutilidad de cualquier lucha, que, sin embargo, no le empujaban
a la autocompasión, a una actitud resignada o al abandono de la esperanza. A través de
endecasílabos fragmentados, en un casi sinfónico empleo del verso libre, expresó allí el
"mal de vivir": la irremediable derrota del hombre, que se halla prisionero en el mundo.
Su siguiente libro fue La casa dei doganieri (1932), y ya en el tercero, Le occasioni (1939),
sin abandonar la introspección pesimista, parecía abrirse un resquicio a la presencia de
"ocasiones" o casualidades, esos hechos fortuitos que modifican las certidumbres o la vida
cotidiana, y que se convertirían en elementos centrales de su poética de madurez.
Tras Finisterre (1943) publicó La bufera e altro (1956), uno de sus más celebrados libros, y
acaso el punto en el que su poesía "directa pero difícil, familiar pero esencial, prosaica pero
con frecuencia sublime", al decir de su traductor Manuel Durán, concilia el escepticismo
con la vitalidad, un difícil equilibrio que lo diferenciará de todos sus contemporáneos.
Ya en la vejez, Montale entregará todavía las crónicas de Cuaderno de cuatro años (1977),
la sabiduría teórica de Sobre la poesía (1976), y fundamentalmente los memorables poemas
de amor que integran las dos partes de Xenia (1964-1969) y el testamento de su estética y
su concepción del mundo que significó Satura (1971).

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Imágenes de los Autores

Premios Nacionales de Literatura

José Donoso Marcela Paz

Nicanor Parra Joaquín Edwards Bello

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Eduardo Barrios

15
Premios Noveles de Literatura

Pablo Neruda Gabriel García Márquez

16
Toni Morrison Vicente Aleixandre

Eugenio Montale

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