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Sobre las esperanzas del educador y la imperfección de la pedagogía

Sobre las esperanzas del educador


y la imperfección de la pedagogía (*)
por Wolfgang BREZINKA
Academia Austríaca de Ciencias, Viena

La Pedagogía es una especialidad jo- ciones de formación: seminarios de maes-


ven, dentro de las Ciencias. La educa- tros para escuelas populares, institutos
ción es tan vieja como la humanidad. Ya educativos en las Universidades para
desde la Antigüedad se han ido suscitan- eclesiásticos y para profesores particula-
do pensamientos sobre la educación, crí- res y de Institutos de Enseñanza Media.
ticas a la mala educación, imágenes Pero ante todo había que contar con una
ideales de una buena educación, utopías teoría de la educación, con una Pedago-
educativas y planes educativos; pero del gía Práctica que pudiera servir como nú-
programa de una Ciencia de la Educa- cleo de la formación profesional para
ción no se habló sino hasta la época de la llegar a ser educador y maestro. De este
Ilustración. En ese momento los gobier- modo en un comienzo la Pedagogía fue

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nos estatales se entusiasmaron con la una materia práctica: una introducción
idea de procurar a todo ciudadano un pen- al arte de educar llamada doctrina o teo-
samiento racional y, mediante una edu- ría la educación.
cación popular general, propagar el saber
y mejorar la moral. Con este objetivo se A esta teoría del arte educativo se la
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introdujo la escolaridad obligatoria, se or- llamó ya entonces ocasionalmente una


ganizó desde la base el sistema escolar y ciencia de la educación, tomándose la pa-
tanto los eclesiásticos como los maestros labra ciencia en un sentido amplio [1].
fueron llamados a colaborar en la refor- Pero esencialmente tenía una finalidad
ma educativa. Por todas estas activida- práctica: debía ser útil a los educadores
des el s. XVIII ha recibido el honroso para su actividad de educar y enseñar.
título de el siglo pedagógico. Era como «una ciencia cuyo valor está
únicamente en su aplicabilidad»; lo úni-
Para todo este trabajo de organiza- co que importaba es que el educador, por
ción educativa hubo que fundar institu- ella, «tuviera una mayor seguridad» [2].
————
(*) Conferencia pronunciada por el Autor el 3 de noviembre de 2001 en la Universidad Técnica de
Braunschweig (Alemania), con motivo de ser investido Doctor honoris causa por esta Universidad.

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Wolfgang BREZINKA

En este sentido opinaba Herbart en 1806: mer Estado del mundo en hacerlo [5]. A
«La Pedagogía es la ciencia que el educa- los estudiantes se les ofrecía una Peda-
dor necesita para sí» [3]. gogía «de gran utilidad», que contenía
unos «principios seguros» que no podían
Aquello que el sistema educativo ne- ser ignorados por nadie que «hace de la
cesita había de ser procurado por el Es- educación de la juventud su ocupación
tado cultural moderno, y por eso a fines profesional».
del s. XVIII y comienzos del XIX en las
Universidades se introdujeron, por ley, Hacia promesas de este tipo se orien-
unas lecciones pedagógicas a las que es- taban las expectativas que respecto de la
taban obligados a asistir los que se for- Pedagogía se alentaban en aquellos que
maban como teólogos, profesores se preparaban para ser educadores. Es-
particulares y maestros de escuela. A par- peraban de ella un saber útil y aplicable
tir de ese momento nadie pordría llegar que les diera seguridad en su trabajo edu-
a desempeñar la función de párroco, cativo y unos recursos adecuados para el
maestro o profesor particular sin haber arte de la educación y de la enseñanza.
superado un examen sobre cuestiones de Ya en 1657 Comenio, en su manual de
Pedagogía. Junto a los enseñantes apa- Didáctica, había prometido un método
recieron los pedagogos [4] y, junto a los «seguro» [6] para el arte de «enseñar ade-
prácticos de la educación, los teóricos de cuadamente todo a todas las personas y
la misma, estos últimos al comienzo como de un modo tal que el éxito no pudiera
adjuntos de esta nueva materia, y luego faltar»[7]. Lo que había en el fondo de
como docentes o profesores de la misma. tales promesas y expectativas eran unas
Y en esto durante mucho tiempo se ad- concepciones ideales de la Pedagogía; sólo
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mitió que podía ser pedagogo únicamen- las experiencias de aquella Pedagogía real
te quien se hubiera acreditado como que efectivamente se enseñaría podían
educador y enseñante. mostrar si realmente se mantendrían
aquellas promesas y se cumplirían aque-
Los inicios modestos que en cuestión llas expectativas.
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de Academias y Escuelas Superiores Pe-


dagógicas, de Institutos, de especialida- Entre tanto han pasado ya unos dos-
des y de Facultades hubo a comienzos cientos años, en los cuales muchas cosas
del s. XX para una Ciencia de la Educa- han cambiado: las personas y sus insti-
ción se hizo ante todo con el propósito de tuciones, los campos educativos y las cien-
dar a los futuros educadores «una orien- cias, los niños y sus padres, los
tación adecuada para el desempeño de educadores profesionales y los teóricos de
sus funciones»; era algo «necesario y que la educación. Y con tales cambios tam-
resultaría provechoso»: esto es lo que se bién la Pedagogía ha variado, se ha am-
dice en un decreto de la Cancillería Im- pliado y se ha diferenciado. Desde hace
perial con el cual el Imperio Austríaco ya mucho tiempo existen de ella bastan-
en 1805 instituyó cátedras de Pedagogía tes más modalidades de las que un solo
en sus Escuelas Superiores, siendo el pri- especialista puede abarcar y juzgar con

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Sobre las esperanzas del educador y la imperfección de la pedagogía

fundamento. En aquello en que la Peda- 1. En educadores, maestros y políti-


gogía ayuda para su finalidad práctica, cos de la educación ha disminuido la con-
los educadores pueden todavía encontrar fianza en la utilidad práctica de la
en ella, aunque limitadamente, algo que Pedagogía.
les sea útil, aplicable y bienhechor; pero
en la mayoría de los casos hoy día el es- 2. En los pedagogos teóricos ha dis-
tudio de la Pedagogía ya no proporciona minuido la voluntad y la capacidad de
seguridad, sino que aumenta la inseguri- proporcionar a los educadores un saber
dad, acrecienta el desconcierto y engen- razonable, práctico y aplicable que los
dra resignación. Si es ésta la Pedagogía ayude en el cumplimiento de su función
que efectivamente necesitan los educa- educativa. Esto se nota viendo las pre-
dores (incluidos los maestros), ésta es una tensiones que tenía la Pedagogía de an-
cuestión discutible [8]; ¿podría tal vez de- taño, pues en ella los pedagogos daban a
cirse que la Pedagogía sigue sirviendo to- sus oyentes y lectores, como una máxima
davía a los pedagogos teóricos, pero ya sólida, la de que con la Teoría de la Edu-
no a los pedagogos prácticos? cación los educadores «podrían hacerse
útiles de un modo sencillo»; así se expre-
Utilizo a conciencia expresiones como saba V.E. Milde en el Prólogo de su Ma-
tal vez, raramente, apenas o en la mayo- nual de Ciencia general de la educación
ría de los casos porque es imposible ha- [9]. Eso de «ser fácilmente útiles a los
demás» con la Pedagogía suena hoy día
cer unos juicios generales válidos. Ni los
sólo en casos excepcionales.
educadores ni los pedagogos teóricos son
unos grupos unitarios cuyos miembros
3. Entre los pedagogos autocríticos

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compartan unas mismas experiencias,
y cultivadores de especialidades científi-
tengan igual capacidad de juicio y espe-
cas vecinas, se han generalizado las du-
ren lo mismo de la Pedagogía. Tampoco
das de si tienen realmente valor de
la Pedagogía es uniforme, sino que en
conocimiento científico todas aquellas pro-
ella puede encontrarse todo lo posible en- ducciones intelectuales que se presentan
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tre lo que va desde la obra maestra has- como siendo contribuciones expresas a la
ta la palabrería. Por eso yo no puedo decir Pedagogía científica o a la Ciencia de la
algo que tenga una validez general, sino Educación.
sólo aportar unas impresiones subjetivas
que se me han ido formando a lo largo de Con esto la consideración de la Peda-
cincuenta y cinco años que llevo ocupán- gogía, con excepción de gran número de
dome de Pedagogía. Es posible que otros pedagogos, ha decaído grandemente no
pedagogos con otros criterios y otras ex- sólo en los educadores, sino también en
periencias vean la situación de otra ma- el mundo científico y entre el público ilus-
nera. trado. Esto es lo que ocurrió en los Esta-
dos Unidos hace ya tiempo [10] y ocurre
Pero hay tres observaciones que a mí ahora en los países de habla alemana y
me parecen indiscutibles. también en los demás.

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Wolfgang BREZINKA

Estas tres observaciones expuestas, ción científica de la persona que las tie-
como es lógico, pueden explicarse de di- ne sus expectativas serán realizables o
versas maneras y también relativizarse no, realistas o ilusorias, exageradas o co-
con ejemplos que las contradigan. Pero medidas.
de todos modos la opinión predominante
parece ser que la Pedagogía resulta in- Esto vale tembién para las expectati-
suficiente en muchos aspectos y no ha vas depositadas en la Pedagogía, que pue-
respondido a las expectativas de los edu- den ser sensatas o insensatas, razonables
cadores, de los políticos de la educación o irracionales. Su valor depende del gra-
ni de los científicos de la misma. En los do de aquel saber previo de que dispone
libros y en las revistas han disminuido el individuo que tiene la expectativa, pues
mucho las citas de textos de pedagogos. la misma supone ya saber algo de la cosa
Muchas editoriales han quitado la Peda- que es objeto de ella para poder estimar
gogía de sus programas. En las librerías aquello que razonablemente se espera de
aquellas grandes estanterías que treinta tal cosa. Un ideal de la Pedagogía no es
años atrás se le dedicaban han quedado razonable cuando se basa en ideas deri-
reducidas a pobres rincones entre libros vadas más de deseos que de unos conoci-
de Orientación de la vida de las personas mientos sobre aquello que es posible o no
y de Esoterismo. En todo caso la Psicolo- lo es.
gía sí goza de un buen momento coyun-
tural, en tanto que se ocupa de temas La historia del pensamiento pedagó-
que tienen mucho empuje. gico es rica en promesas y expectativas
ilusorias. Me limitaré a referirme al ya
En esta situación hay una pregunta mencionado presunto método de enseñan-
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que es decisiva: los juicios peyorativos so- za seguro de Comenio, el primer gran teó-
bre la Pedagogía, ¿están justificados? En rico de la educación de la Edad Moderna,
tales juicios se expresa un desencanto; en sus «principios de una enseñanza y
tienen que ver con un sentimiento de des- un aprendizaje seguros en los cuales el
contento sobre la cualidad de una cosa éxito no puede fallar» [11]. Una seguri-
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después que la hemos examinado más de dad en el sentido de una garantía de éxi-
cerca. Experimentamos descontento cuan- to es una ilusión, tanto en la Metodología
do tenemos insatisfechas unas expectati- como en la praxis educativa. Citaré al
vas o cuando hay algo todavía peor que ilustrado francés Helvetius, quien hacia
lo esperado. Es decir, el desencanto es 1774 aseguró a las naciones que «para
algo que depende del contenido de nues- hacerse uno feliz y competente no tiene
tras expectativas. El desencanto no es un más que perfeccionarse en la Ciencia de
criterio objetivo para la calidad de una la Educación» [12].
cosa, ya que depende de aquella imagen
ideal o de los deseos que concebimos res- Las expectativas ilusas son peligrosas,
pecto de ella. Según la claridad de tales porque necesariamente antes o después
representaciones las expectativas serán viene su desencanto y, luego, fácilmente
precisas o imprecisas, y según la situa- degeneran en aversión o en resignación.

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Sobre las esperanzas del educador y la imperfección de la pedagogía

El alejamiento en que muchos educado- ahora como una Pedagogía «popular» [13],
res han caído con respecto a la Pedago- excesivamente simple, confesional y
gía proviene, en parte, del desencanto de acrítica (puesto que se basa en postula-
las expectativas ilusorias que se habían dos [14] y, por lo mismo, es decisivamen-
formado a causa de un saber deficiente. te normativa y preestablecida). En su
Contra este mal puede preservar única- lugar fue propuesta una Pedagogía cien-
mente una ilustración sobre los tipos, los tífica estricta. Esto ocurrió ya en interés
fines y los límites de las teorías de la de los propios pedagogos, los cuales que-
educación. El camino hacia una valora- rían ahora ser reconocidos como científi-
ción justa de la Pedagogía pasa por la cos y no sólo como unos maestros
corrección de unas expectativas falsas; dedicados al arte de la educación.
dicho en el lenguaje especializado y abs-
tracto de la Psicología, se trata de una Pero no hubo todavía esta ciencia
reestructuración cognitiva, de una modi- como un sistema preciso de conocimien-
ficación del nivel de exigencias subjetivo tos, sino solamente como un vago pro-
con respecto a la Pedagogía. grama y una obra llena de carencias. Uno
de aquellos que le prepararon el camino,
El primer y más importante paso para Otto Willmann, en 1876 la caracterizaba
una ilustración de los educadores puede aún como «una ciencia que se está for-
expresarse en el siguiente principio: De mando», habiendo dicho muy acertada-
la Pedagogía científica no esperes una mente del estudio de la Pedagogía que
Pedagogía práctica, es decir, la iniciación «no es un estudio inicial» [15].
en un arte de la educación que tenga unas
normas morales y cosmovisionales segu- Sin embargo esto no impidió que en

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ras y unas reglas técnicas educativas 1848 los representantes políticos de la
aprovechables. formación de los maestros de las escue-
las populares proclamaran la Pedagogía
Este consejo es comprensible si tene- como su ciencia profesional y exigieran
mos en cuenta las consecuencias que des- tener una formación pedagógica científi-
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de tiempos de la Ilustración ha tenido el ca en las Universidades. Detrás de esta


hecho de elevar la Pedagogía a una espe- reivindicación había el interés político de
cialidad universitaria y, con ello, a la ca- estamento que tenían ellos en ser iguala-
tegoría de una ciencia. Esto ha ocasionado dos en consideración y sueldo a los
la aparición de la profesión de pedagogo enseñantes de los Institutos de Enseñan-
científico. Entre la mayoría de los repre- za Media. Estos últimos, habiendo hecho
sentantes de las especialidades existen- estudios universitarios en especialidades
tes, hubo un juicio escéptico en relación científicas, desde la Filología a las Mate-
con el carácter científico de la Pedago- máticas y a las Ciencias Naturales, ha-
gía. Esto espoleó a los pedagogos a pres- bían conseguido una posición relevante.
cindir de una Pedagogía Práctica En cambio, en las escuelas populares y
elaborada como una doctrina del arte de por razones comprensibles, no existía el
la educación. Tal Pedagogía era tenida sistema de unos maestros que enseña-

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Wolfgang BREZINKA

ban cada cual su especialidad, sino un Experimental, daré un ejemplo del año
sistema en el que cada maestro en su 1912. W.A. Lay (1862-1926), uno de los
clase tenía que enseñar en un nivel ele- pioneros más meritorios de esta discipli-
mental todas las materias escolares. Es na, escribía entonces:
por esto que los maestros de escuela no
podían lograr su ascenso al nivel de aca- «La Pedagogía es, igual que la Me-
démicos a través de las ciencias que en- dicina, una ciencia y un arte que se
señaban, sino sólo a través de una única funda a sí misma en la praxis. Esta
ciencia, todavía inmadura: la Pedagogía idea irá en aumento, y el presitigio de
científica. La creencia en el progreso del la Pedagogía y de todo el estamento
sistema escolar gracias a los futuros del magisterio subirá en la medida en
avances de la Ciencia de la Educación que la Pedagogía Experimental vaya
estaba entre ellos muy extendida. haciendo progresos…».

En este contexto se miraba con gran Este autor ha creído incluso que esta
interés la errónea analogía existente en- disciplina será el fundamento apropiado
tre médicos y educadores profesionales, de «una Pedagogía mundial que tendrá
entre la actuación médica y la educativa, por objetivo la humanidad genuina, el rei-
entre la Ciencia Médica y la Pedagogía no de Dios en la tierra» [18].
vista como una Psicología Aplicada [16].
Ha influido hasta las más recientes dis- Estas indicaciones muestran cómo los
cusiones sobre la llamada profesiona- intereses de los pedagogos universitarios
lización de las profesiones educativas, con y de los maestros de escuela, junto con
las pretensiones de los llamados trabaja- los formadores de maestros, han contri-
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dores de la enseñanza [17] a un saber buido a alimentar unas elevadas expec-


propio de expertos que sería análogo al tativas relativas a una Pedagogía cien-
saber médico de los profesionales de la tífica en sentido estricto [19] y a costa de
Medicina. Tal discusión ha enturbiado la la Pedagogía Práctica. El esfuerzo por
idea evidente de que, tanto en el aspecto realizarla ha acarreado demasiada diver-
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de diagnóstico y de pronóstico como en el sidad de productos intelectuales, tales


terapéutico, el saber pedagógico es mu- como presupuestos científico-filosóficos,
cho más reducido e inseguro que el saber métodos y el objeto de investigación ele-
médico. gido. No puedo aquí entrar en detalles
de los aspectos históricos de esta cues-
El motivo de que esto sea así y proba- tión, anotando que es común a todos ellos
blemente siga siendo así no ha sido visto el hecho de que la Pedagogía se ha hecho
con claridad por algunos adalides de la más rica en cuestiones y más compleja,
Pedagogía Empírica. Para mostrar la vin- pero también al propio tiempo se ha he-
culación de los intereses estamentarios cho más académica, más poco práctica y
de los maestros con las ilusiones de pro- más erudita. En conjunto puede decirse
greso de una futura capacidad de rendi- que ha perdido en principios de acción y
miento que proporcionaría la Pedagogía en propuesta de medios educativos, y

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también en simplicidad y en su carácter A causa de unas ideas muy poco concre-


razonable; esto era de esperar como con- tas sobre sus presupuestos filosóficos, la
secuencia de su procedimiento científico Pedagogía a menudo ha perdido de vista
crítico. Tal situación ya fue preparada su carácter específico de ser una teoría
por Herbart a comienzos del s. XIX cuan- de unos medios para unos fines.
do escribió de la Pedagogía: «Cuando apa-
rece en forma fácil, se hace inadecuada Mayor fue la aportación científica en
para la infancia en lo que ésta es todavía el campo de la Historia de la Pedagogía.
actualmente» [20]. Nuestro saber relativo a la historia de
las ideas pedagógicas y del sistema esco-
Y ¿qué ganó la Pedagogía haciéndose lar se ha enriquecido mucho. La doctrina
científica? Ganó sin duda una gigantesca universitaria y la investigación pedagó-
ampliación del ámbito histórico de sus gica en ciencias del espíritu han sido dis-
conocimientos relativos a lo filosófico, a cutidas, hasta hace muy poco, sobre todo
lo histórico y a lo empírico. De todos es- con la interpretación de textos sacados
tos, los que al comienzo predominaron de la Historia de las ideas pedagógicas,
fueron los tratamientos filosóficos de la es decir, con textos más bien de Filosofía
Pedagogía, y esto fue porque se conside- de la Educación. Tales estudios
ró la Pedagogía como una ciencia deriva- historiográficos pueden ser valiosos, pero
da [21] fundada en la Filosofía Práctica nada aportan a una ciencia sistemática
y en la Psicología [22], es decir, en disci- de la educación de tipo empírico.
plinas filosóficas. Se añadió a esto el he-
cho de que hasta hace poco la mayoría El tratamiento empírico de la Peda-
de los pedagogos universitarios eran ante gogía en un sentido moderno se ha intro-

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todo filósofos, en lugar de fundar su per- ducido de un modo considerable sólo a
sonal sentido profesional en un saber em- comienzos del s. XX, con los nombres de
pírico y tecnológico. Esto llevó a que, salvo Pedagogía Descriptiva, Pedagogía Expe-
algunas excepciones, se diera a la Peda- rimental y Pedagogía Empírica. En Ale-
gogía un tratamiento predominantemen- mania ha sido ignorada y postergada
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te especulativo, construyéndose unos durante mucho tiempo por parte del gru-
estudios sobre las condiciones de su posi- po dominante de pedagogos que seguían
bilidad, unas aportaciones metafísicas re- una orientación filosófica e historiográfica
lativas a la naturaleza humana y una [24]. Las contribuciones importantes a la
teoría de la Filosofía Moral sobre las ta- investigación pedagógica empírica vinie-
reas a realizar en la vida humana y los ron sobre todo del exterior: en primer lu-
fines de la educación, todo ello basándo- gar de psicólogos, y luego también de
se en la simple razón y con pocos datos sociólogos. Quien quiera valorarla objeti-
informativos tomados de la realidad [23]. vamente deberá ponerse al corriente de
Hubo poco interés en un conocimiento de sus campos de trabajo, sus lenguajes es-
los medios, y todo ese procedimiento aca- pecializados y sus métodos propios. Para
rreó a la Pedagogía un rasgo de ser algo esto en general tanto los filósofos como
muy lejano, abstracto y ajeno a la vida. los historiadores de la educación no esta-

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ban preparados, y es por tal motivo que pertenecen a ese gremio son valorados y
resultados importantes de esas investi- profesionalmente colocados sobre todo
gaciones apenas fueron integrados en la atendiendo a las investigaciones que han
Pedagogía General; permanecieron aisla- hecho; sus conocimientos suelen estar
dos en unas llamadas Ciencias Auxilia- orientados a la investigación y, por ende,
res de la Pedagogía, tales como la son relativamente especializados, siendo
Psicología Pedagógica y la Sociología Pe- más adecuados para formar a futuros in-
dagógica, cultivadas por no pedagogos. vestigadores que a unos prácticos de la
educación. Tanto por su contenido como
Los mayores progresos en conocimien- por su lenguaje, tales conocimientos po-
tos tuvieron lugar en el saber previo o cas veces se hallan coordinados con los
colateral de la Pedagogía; nos bastará con de otros especialistas que cultivan los de-
mencionar la Psicología de la Infancia más ámbitos y temas. Esto significa que
[25], la utilización de la Psicología del aquella necesaria integración y reducción
Pensamiento y del Aprendizaje, de la Psi- de los saberes especializados propios de
cología Social y del Psicodiagnóstico para las distintas ramas en un sistema cohe-
la investigación de la enseñanza [26], la rente de Pedagogía Práctica es algo que
Pedagogía del Medio Ambiente [27], cul- se deja a los propios estudiantes. Esto
tivada por sociólogos, la investigación so- significa que en la mayoría de los casos
bre la socialización [28] y las es cosa que no se hace, porque esta tarea
contribuciones de los psiquiatras a la Pe-
exigiría de los futuros pedagogos unos es-
dagogía Especial [29]. En materias limí-
fuerzos mentales para los cuales de mo-
trofes con la Pedagogía y en algunas
mento ni siquiera los pedagogos ya
disciplinas particulares (tales como la Di-
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formados parecen estar dispuestos a ha-


dáctica) se ha aportado una ingente can-
cerlos ni ser capaces de ellos [30].
tidad de conocimientos, mientras que el
ámbito nuclear de la especialidad ha re-
Quiero explicar este problema utili-
sultado más bien poco fructífero.
zando un ejemplo. A los maestros se les
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Y este proceso de hacer una Pedago- exige, y con razón, que conozcan suficien-
gía científica que hemos descrito, ¿qué temente y tengan en cuenta la peculiari-
consecuencias ha tenido para los educa- dad individual de sus alumnos. El juzgar
dores profesionales y su formación? Los de la personalidad y el rendimiento de
mismos se hallan sujetos al peligro de sus diversos alumnos es algo que perte-
tener que aprender mucho más de lo que nece a la tarea profesional de los maes-
necesitan y pueden asimilar; han queda- tros. Pero es tarea difícil, en la que hay
do expuestos a un gremio de especialis- que contar con muchas fuentes de error.
tas científicos de la educación que, aparte En un comienzo a ese ámbito teórico de
de no dedicarse a educar, lo que hacen es problemas se lo llamó «Conocimiento de
investigar unas secciones relativamente los escolares» [31], y ahora es objeto de
estrechas de la educación y expresarlas investigación bajo el nombre de «Psico-
en su lenguaje especializado. Quienes diagnóstico Pedagógico» [32].
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En este campo para la formación de nes psíquicas plantea unos problemas


maestros contamos con buenos manua- muy complicados que vienen discutidos
les, de un elevado nivel científico [33] que, de un modo contovertido bajo la sigla de
en lenguaje psicológico especializado, dan «validación de los constructos» [35]. Casi
información sobre centenares de expre- todos los métodos y resultados de inves-
siones propias de una multitud de méto- tigación del Diagnóstico Pedagógico lle-
dos de observación y de medida con todas van consigo objeciones y nuevas cues-
sus ventajas e inconvenientes propios, así tiones.
como los diversos resultados que propor-
cionan y las dificultades de su interpre- Esto vale también tanto para la ma-
tación. De algún modo todo esto pertenece yoría de los demás ámbitos de la Pedago-
al conocimiento de los objetos de la edu- gía Empírica como para ese campo tan
cación y puede prevenir a los maestros serio que es la Filosofía de la Educación
de hacer juicios precipitados sobre los [36]. El hecho de que los estudios históri-
alumnos. cos sobre la educación, ramificándose in-
definidamente, se hacen cada vez más
Es también necesario desenmascarar complicados y con un menor contenido
unas concepciones demasiado ingenuas específico es ya conocido de todos.
sobre el tipo y el modo de conocer las
características anímicas de la personali- La investigación causal nos ha mos-
dad y los procesos reacios a ser conoci- trado que, tanto en el campo social como
dos. Los maestros han de saber que todos en el de la educación, las llamadas cau-
los conceptos relativos a disposiciones sas próximas espacio-temporales no han
personales, tales como los de dote, inteli- de ser sobrestimadas en cuanto factores

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gencia, capacidad, disposición, actitud, operantes. Para cada fenómeno hemos de
etc. no designan fenómenos observables, contar más bien con unas cadenas y unas
sino que son meros constructos hipotéti- redes de causas muy ramificadas, con
cos y, como tales, simples entes mentales complejos sistemas de factores coope-
a los que se recurre para explicar deter- rantes que, en su acción conjunta, raras
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minadas vivencias experimentadas y cier- veces pueden ser conocidos individual-


tos modos de comportamiento. También mente y traducidos en forma de leyes.
todas aquellas características de la per- En pocas palabras: el llamado saber pe-
sonalidad que son consideradas como fi- dagógico estrictamente científico es, por
nes de la educación son unas disposi- un lado, impreciso en sus límites, inse-
ciones psíquicas imaginadas para deter- guro y, por principio, incompleto; y, por
minadas formas de vivencia y de com- otro lado, se halla muy limitado en sus
portamiento y, por ende, unos constructos aplicaciones prácticas [37] y posee un con-
hipotéticos que podemos figurarnos y, en tenido poco relevante. Y creo que, en lo
el mejor de los casos, podemos deducir esencial, eso no cambiará. Mas no por
de un modo inseguro, pero que no pode- esto los esfuerzos de los investigadores
mos experimentar [34]. Científicamente científicos carecen de sentido. Pero me
el carácter hipotético de las disposicio- parece muy cuestionable eso de hacer que

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Wolfgang BREZINKA

los futuros prácticos de la educación ha- paciones, sufre una modificación que es
yan de ir cazando conceptos en ese labe- demasiado heterogénea con su destino fu-
rinto de una Pedagogía científica tomada turo de educar» [39]. Esto viene a decir
en sentido estricto, como si hubiese de que los conocimientos que son ofrecidos y
hacerse de ellos unos especialistas de la exigidos al educador en su formación no
investigación educativa en lugar de unos pueden estar demasiado alejados de sus
educadores. tareas educativas ni «de los medios que
él puede dominar con su capacidad per-
Los peligros de una formación dema- sonal» [40].
siado erudita fueron conocidos ya en la
época de la Ilustración. Recordaré sólo a También para el arte de la educación
E.Ch. Trapp, el primer profesor de Peda- vale aquella indicación de Goethe de que
gogía en Prusia (1779-1783, en la Uni- «sólo en la limitación se consigue algo.
versidad de Halle); también sirvió al El saber bien y realizar bien una cosa da
Condado de Braunschweig como miem- una formación mayor que el aprender
bro del Directorio Escolar (de 1786 a ciento pero sólo a medias» [41]. También
1790), y murió en 1818 en Wolfenbüttel para la Pedagogía científica vale su la-
[38]. Su libro Ensayo de Pedagogía, de mento de que «el saber ya no ayuda en el
1780, fue la primera obra de una Ciencia rápido trajín del mundo: si uno espera a
de la Educación sistemática con orienta- llegar a saberlo todo, está perdido» [42].
ción empírica.
De todos modos hace ya mucho tiem-
En este libro hay también un capítulo po que se ha hecho imposible llegar a
dedicado a la formación de los futuros saber todo lo que se publica como Peda-
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educadores en la Universidad, y en él se gogía científica. La investigación en Cien-


dice lo siguiente: «Lo que ellos han de cias de la Educación es hoy día un
aprender es, junto a las materias que más gigantesco campo de estudios especiali-
tarde habrán de enseñar», una Pedago- zados sin una coordinación teórica; de una
gía sistemática que muestre aquellas «re- síntesis de sus resultados en un sistema
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glas generales y particulares de de Pedagogía científica estamos muy ale-


educación» derivadas de la naturaleza jados, y cada vez más [43].
humana y de la sociedad. Pero al propio
tiempo se advierte que «el educador ha En esta situación me parece que es
de precaverse de toda erudición innece- cosa urgente una rehabilitación de la Pe-
saria para él y, en consecuencia, de todo dagogía Práctica. Evidentemente ha de
estudio superfluo». «La habitual erudi- aprovechar ésta los conocimientos cientí-
ción tiene tan poco que ver con la educa- ficos, y entre ellos también los de la Cien-
ción que más bien resulta perjudicial a cia de la Educación. Pero ha de constituir
ésta, y tanto más perjudicial cuanto ma- una teoría práctica, no una teoría cientí-
yor fuere aquella». Cuando el educador fica [44]. Esto significa que ella ha de
adquiere demasiados conocimientos que fomentar la capacidad educativa en cuan-
«no tienen ninguna conexión con sus ocu- to esto es posible a través de la teoría.

408
Sobre las esperanzas del educador y la imperfección de la pedagogía

Para esto ha de ser ella llevada a dar sino más difícil que la investigación edu-
normas en tareas concretas de la educa- cacional puramente científica. Requiere
ción y a contener elementos científicos en el investigador unas cualidades que
sólo en tanto que sea necesario. Se trata se han hecho bastante raras, y en primer
de hacer una elección de lo que resulta lugar un dominio de aquel amplio hori-
esencial para aquí y ahora. Esto exige de zonte de materias que debemos a dos si-
los pedagogos una elevada y amplia com- glos de labor pedagógica de tipo filosófico,
petencia educativa tanto teórica como histórico y empírico. Y aquel trabajo re-
práctica. Necesitan una suficiente auto- quiere también la decisión a valorar y
nomía y una capacidad de distinción men- una capacidad de síntesis.
tales para valorar los diversos resultados
científicos en función de su utilidad para Esta síntesis ha de abarcar más que
la praxis educativa; para poderlos comu- unos simples conocimientos científicos so-
nicar de un modo razonable, aquellos han bre las condiciones que han de tener lu-
de ser formulados muy relacionados con gar en unos campos educativos, como, por
la praxis y simplificados. Esto requiere ejemplo, sobre los efectos que ciertos me-
un pensamiento agudo y un lenguaje cla- dios educativos o algunos métodos edu-
ro y vivo, exento de la jerga de los espe- cativos tienen en determinadas
cialistas y de los necesarios términos en circunstancias [47]. De igual manera que
inglés [45]. el saber científico no basta para la orien-
tación de la vida, tampoco es suficiente
Para terminar haré todavía una pre- para educar. Para esto se requiere tam-
gunta: ¿es la Pedagogía Práctica una ta- bién un saber orientativo normativo y to-
rea propia de los científicos de la davía algo más que un saber: unas

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educación? ¿No será tal vez algo que es- actitudes valorativas, unas convicciones
tos consideren menos digno de ellos? ¿No y unas virtudes relativamente estables,
será algo tan sencillo que puede dejarse las cuales tienen unas bases cosmo-
en manos de los prácticos de la educa- visionales y se arraigan en unas creen-
ción? De hecho es ya muchísimo lo que, cias convencidas, sean de tipo religioso o
revista española de pedagogía

en eso, ha salido de la pluma de gente profano [48]. De su contenido dependen


lega en Ciencias de la Educación. A este los ideales de la personalidad y los fines
respecto podemos decir que toda la lla- de la educación. Ellas influyen en la in-
mada «Pedagogía Reformativa» [46] es de terpretación de nuestra situación cultu-
este tipo. Mas precisamente la misma, ral y de ellas deriva la fuerza para actuar
con sus oscuridades, particularismos y según el deber, la valentía para soportar
errores, muestra ya muy bien dónde hay las cosas y el consuelo en los sufri-
que buscar las respuestas. mientos.

Según mi experiencia, el trabajo que Sería una falta de responsabilidad el


procura hacer unas aportaciones seguras ignorar, en la formación de los educado-
y (en tanto que es posible) científicas a res, esos presupuestos no científicos de
la Pedagogía Práctica no es nada fácil, la educación, pues en su relevancia prác-

409
Wolfgang BREZINKA

tica para la vida y para la educación son Dirección del autor: Wolfgang Brezinka, A-6165 Telfes
im Stubai (Tirol), Gagers 29, Austria.
más importantes que la mayoría de los
hallazgos de la Ciencia de la Educación Fecha de recepción de la versión definitiva de este artícu-
empírica. Por esto han de ser considera- lo: 10.IV.2002.
dos en una Pedagogía Práctica y con una
función no meramente descriptiva, sino
también valorativa, establecedora de dis- Notas
[1] Cf. NIEMEYER, A.H. (1805) Grundsätze der Erziehung
tinciones críticas y que rechace unas co- und des Unterrichts für Eltern, Hauslehrer und
sas y apruebe otras. Schulmänner, 5ª edic., (Halle, Waisenhaus), Primera
Parte, p. 18.- Primera edic., en ROESSLER, W. (1765)
Pädagogik, en BRUNNER, O./CONZE, W./KOSELLECK,
En una época como en la nuestra, de R. (Hg.) (1978) Geschichtliche Grundbegriffe.
pluralismo de valores y de nihilismo, es Historisches Lexikon der politisch-sozialen Sprache in
imposble que esto ocurra de un modo tal Deutschland, vol. 4, (Stuttgart, Klett-Cotta), p. 627.
que todo oyente o lector quede satisfecho [2] NIEMEYER (1806) o. c., Tercera Parte, p. 87.
de ello. Pero el prescindir de juicios de
[3] HERBART, J.F. (1806) Allgemeine Pädagogik aus dem
valor y establecer una neutralidad Zweck der Erziehung abgeleitet, en Pädagogische
axiológica, tal como suele hacerse en la Schriften, Herausgegeben von WILLMANN, O. und
ciencia, sería algo que en la Pedagogía FRITZSCH, Th. (1913) 3 edic., (Osterwieck, Zickfeldt),
vol. 1, p. 237.
Práctica no ayudaría a nadie. No hay nin-
guna vida humana que se halle libre de [4] Este concepto está ya en NIEMEYER, I. (1805) pp.
18, 28s., 241 y otros lugares.
valores ni hay tampoco una educación li-
bre de valores. Quien pretenda dar una [5] Decreto Ministerial de 9 de Agosto de 1805 sobre el
ayuda orientativa práctica de tipo educa- nuevo «Philosophischer Studienplan». Reproducido en
BREZINKA, W. (2000) Pädagogik in Österreich. Die
tivo ha de exponerse en materia moral y
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Geschichte des Faches an den Universitäten vom 18.


cosmovisional, cosa que en nuestra socie- bis zum Ende des 20. Jahrhunderts, (Wien, Verlag der
dad pluralista seguramente no podrá ser Österreichischen Akademie der Wissenschaften), vol.
1, p. 36.
sin que surjan conflictos. Por esto hay
tantos motivos por los cuales las aporta- [6] COMENIUS, J.A. (1657) Große Didaktik, Herausgegeben
von A. FLITNER (1954) (Düsseldorf, Küppers), p. 5.
ciones de una Pedagogía Práctica resul-
revista española de pedagogía

tan difíciles y con riesgos [49]. [7] COMENIUS, o. c., p. 11.

[8] Cf. BREZINKA, W. (1989) Aufklärung über


Vamos a admitir que no todos los cien- Erziehungstheorien. Beiträge zur Kritik der Pädagogik,
tíficos de la educación se conformarán a (München, Reinhardt); BREZINKA (1994) Aufstieg und
Krise der wissenschaftlichen Pädagogik, Anzeiger der
estas exigencias. Pero quien responda a Österreichischen Akademie der Wissenschaften.
ellas con la necesaria prudencia, clari- Philosophisch-historische Klasse, 131, pp. 167-190.
dad y probidad puede ayudar a muchos Reimpresión en Zeitschrift für internationale erziehungs-
und sozialwissenschaftliche Forschung, 12 (1995), pp.
educadores a ejercer su profesión en el 41-64.
espíritu de una Ilustración moderada, a
saber: sin ilusiones y sin una resigna- [9] MILDE V.E. (1811) Lehrbuch der allgemeinen
Erziehungskunde zum Gebrauch der öffentlichen
ción pesimista. Vorlesungen, (Wien, Rötzl und Kaulfuß), p. XII.
Reimpresión por FISCHER, K.G. (1965) (Paderborn,
Schöningh), p. 10.

410
Sobre las esperanzas del educador y la imperfección de la pedagogía

[10] Cf. BRAUNER, Ch.J. (1964) American Educational [24] Cf. LOCHNER, R. (1963) Deutsche Erziehungs-
Theory (Englewood Cliffs, N.J., Prentice-Hall). wissenschaft. Prinzipiengeschichte und Grundlegung,
(Meisenheim, Anton Hain).
[11] COMENIUS, o. c., p. 86ss.
[25] Cf. entre otros: BÜHLER, Ch. (1931) Kindheit und
[12] HELVETIUS, C.A. (1774) Vom Menschen, seinen Jugend. Genese des Bewußtseins, (Leipzig, Hirzel), 3ª
Geisteskräften und seiner Erziehung, Herausgegeben edic.; BUSEMANN, A. (1965) Kindheit und Reifezeit.
von LINDNER, G.A. (1877 (Wien, Pichler), p. 9. Die menschliche Jugend in Entwicklung und Aufbau,
(Frankfurt am Main, Diesterweg); HETZER, H. (1970)
[13] Cf. DILTHEY, W. (1888) Über die Möglichkeit einer Kind und Jugendlicher in der Entwicklung, (Hannover,
allgemeingültigen pädagogischen Wissenschaft, en Schroedel), 12ª edic.
Gesammelte Schriften (1924) (Leipzig, Teubner), vol.
VI, p. 59s. [26] Cf. ROTH, H. (1957) Pädagogische Psychologie des
Lehrens und Lernens, (Hannover, Schroedel);
[14] Cf. WILLMANN, O. (1875) Allgemeine Pädagogik. Die INGENKAMP, K. (1990) Pädagogische Diagnostik in
Erziehung als Erneuerung der Gesellschaft, en Deutschland 1885-1932, (Weinheim, Deutscher Studien
Sämtliche Werke (1980) (Aalen, Scientia), vol. 4, p. Verlag).
18; WILLMANN (1876) Enzyklopädie der Pädagogik,
ibíd., p. 289. [27] Cf. BUSEMANN, A. (Hg.) (1932) Handbuch der
Pädagogischen Milieukunde, (Halle, Schroedel).
[15] WILLMANN, o. c., p. 291.
[28] Cf. FEND, H. (1969) Sozialisierung und Erziehung. Eine
[16] Cf., p.e., TRAPP, E.Ch. (1780) Versuch einer Einführung in die Sozialisierungsforschung, Editado por
Pädagogik, Herausgegeben von FRITZSCH, Th. (1913), BREZINKA, W. (1969) (Weinheim, Beltz).
(Leipzig, Koehler), p. 34.
[29] Cf. ALLERS, R. (1937) Heilerziehung bei Abwegigkeit
[17] Cf. ALISCH, L.-M./BAUMERT, J./BECK, K. (Hg.) (1990) des Charakters. Einführung, Grundlagen, Probleme und
Professionswissen und Professionalisierung, Methoden, (Einsiedeln, Benziger).
(Braunschweig, Braunschweiger Studien zur Erziehungs
- und Sozialarbeitswissenschaft, herausgegeben von [30] Datos empíricos en THONHAUSER, J., Der Pro-
RÖSSNER, L., Technische Universität, Fachbereich 9), fessionalisierung entgegen? Ergebnisse einer Delphi-
vol. 28. Studie über Basisqualifikationen der Erziehungs-

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wissenschaft, en: ALISCH/BAUMERT/BECK (1990) pp.
[18] LAY, W.A. (1912) Experimentelle Pädagogik mit 129-149; datos históricos sobre Austria en BREZINKA
besonderer Rücksicht auf die Erziehung durch die Tat, 2000, pp. 182ss. y 517ss.
(Leipzig, Teubner), 2ª edic., p. 137.
[31] MARTINAK, E. (1907) Wesen und Aufgabe einer
[19] Estricto en cuanto característica suya está ya en Schülerkunde, en Beiträge zur Kinderforschung und
NIEMEYER (1805), I, pp. XIVs y 19. Heilerziehung, Heft 25, (Langensalza, Beyer), pp. 5-
revista española de pedagogía

18; HOFFMANN, J., «Schülerkunde«, en ROLOFF, E.M.


[20] HERBART, en WILLMANN/FRITZSCH (1913), I, p. 126. (Hg.) (1915) Lexikon der Pädagogik, (Freiburg, Herder),
vol. 4, pp. 733-738.
[21] NIEMEYER (1913), I, p. XVII.
[32] Cf. KLAUER, K.J. (Hg.) (1982) Handbuch der
[22] HERBART: «La Pedagogía como ciencia depende de
Pädagogischen Diagnostik, (Studienausgabe)
la Filosofía Práctica y de la Psicología. Aquella mues-
(Düsseldorf, Schwann).
tra el fin de la educación, y ésta el camino, los me-
dios y los obstáculos«, en Umriß pädagogischer [33] Cf. LUKESCH, H. (1998) Einführung in die pädagogisch-
Vorlesungen (1841), 2ª edic. WILLMANN/FRITZSCH psychologische Diagnostik. (Psychologie in der
(1914), II, p. 10 (§ 2). Lehrerausbildung, vol. 3), (Regensburg, Roderer), 2ª
edic.
[23] Cf. como ejs. NATORP, P. (1899) Sozialpädagogik,
(Stuttgart, Frommann); PETERSEN, P. (1931) Der [34] Cf. BREZINKA, W. (1990) Grundbegriffe der Erziehungs-
Ursprung der Pädagogik, (Berlin, de Gruyter); PETZELT, wissenschaft, (München, Reinhardt), pp. 111ss. y
A. (1954) Grundlegung der Erziehung, (Freiburg i.Br., 179ss.
Lambertus); BENNER, D. (1996) Allgemeine Pädagogik,
(Weinheim, Juventa), 3ª edic. [35] Cf. LUKESCH (1998), p. 69ss.

411
Wolfgang BREZINKA

[36] Como ejemplos de tipo fenomenológico cf. FINK, E. Resumen:


(1978) Grundfragen der systematischen Pädagogik,
(Freiburg, Rombach); FINK (1970) Erziehungs- Sobre las esperanzas del educador y
wissenschaft und Lebenslehre, (Freiburg, Rombach).
la imperfección de la pedagogía
[37] Cf. BREZINKA, W. (1978) Metatheorie der Erziehung. La Pedagogía ha sido desarrollada
Eine Einführung in die Grundlagen der Erziehungs- como una teoría científica, con lo cual se
wissenschaft, der Philosophie der Erziehung und der
Praktischen Pädagogik, (München, Reinhardt), p. ha convertido en una Ciencia empírica
111ss., especilmente p. 150ss. de la Educación. Por otro lado la educa-
[38] Sobre «Persona y obra» cf. HERRMANN en TRAPP
ción es una actividad práctica, y en este
(1977), pp. 419-448. sentido el educador ha de echar mano de
elementos no científicos (valores, creen-
[39] TRAPP (1780), en la edic. de FRITZSCH (1913), pp.
221s., 229, 227, 234. Edic. HERRMANN (1977), pp. cias, convicciones). Este proceder es esen-
362, 374, 371, 376, 382. cial para el educador en su acción de
educar, y tiene que ver con la Pedagogía
[40] WAITZ, Th. (1852) Allgemeine Pädagogik,
Herausgegeben von WILLMANN, O. (1898), Práctica, en cuanto que la misma está
(Braunschweig, Vieweg), 4ª edic., p. 12. basada en unos principios metaempíricos
[41] W. FLITNER (Hg.) (1948) Goethes pädagogische Ideen.
necesarios para guiar y orientar tanto a
Die Pädagogische Provinz nebst verwandten Texten, los individuos como a los grupos.
(Godesberg, Küpper), p. 215.

[42] Ibíd., p. 165. Descriptores: Educación, Educador,


Ciencia empírica, Pedagogía, Pedagogía
[43] Sobre mis contribuciones a un esquema medios-fines
Práctica, Ciencia.
orientado lógicamente, cf. BREZINKA, W. (1995)
Erziehungsziele, Erziehungsmittel, Erziehungserfolg.
Beiträge zu einem System der Erziehungswissenschaft, Summary:
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(München, Reinhardt), 3ª edic.


About the educator’s hopes and the
[44] Para las diferencias entre esos distintos tipos de teo-
rías cf. BREZINKA (1978), pp. 4s., 19ss. y 236ss.
limitations of pedagogy
Pedagogy has been developed under a
[45] Cf. KRÄMER, W. (2000) Modern Talking auf deutsch.
Ein populäres Lexikon, (München, Piper).
scientific theory, so it has resulted in a
kind of empirical Educational Science.
revista española de pedagogía

[46] Cf. RÖHRS, H. (1980) Die Reformpädagogik. Ursprung However, Education is a practical
und Verlauf in Europa, (Hannover, Schroedel); RÖHRS
(Hg.) (1986) Die Schulen der Reformpädagogik heute.
activity. Indeed, educators need to ideal
Handbuch reformpädagogischer Schulideen und with certain issues which go beyong
Schulwirklichkeit, (Düsseldorf, Schwann). Science (values, believes, convictims);
[47] Cf. UHL, S. (1996) Die Mittel der Moralerziehung und these issues are essential for educators
ihre Wirksamkeit, (Bad Heilbrunn, Klinkhardt). in order to be able to educate. This is
[48] Cf. BREZINKA, W. (1992) Glaube, Moral und Erziehung,
why a Practical Pedagogy is needed, being
(München, Reinhardt), p. 47ss. based on the values, beliefs, and other
principles which are necessary to guide
[49] Para los temas y partes de una Pedagogía Práctica
cf. BREZINKA (1978), p. 253ss. the life of individuals and groups.

412
Sobre las esperanzas del educador y la imperfección de la pedagogía

Key Words: Education, Educator,


Empirical Science, Pedagogy, Practical
Pedagogy, Science.

(Traducción del alemán: José María Quin-


tana Cabanas).

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revista española de pedagogía

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