Está en la página 1de 20

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN

CURSO: PENSAMIENTO CRÍTICO Y PROSPECTIVO

PROPUESTA CRÍTICA:

“LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA EN LA ACTUALIDAD”

AUTORES

1. ZAPATA CAMPOS VERENISE ROXANA


2. ZAVALETA ANGULO ANGIE MACIEL (NT)
3. ZAVALETA SEGURA, ESTEFANNY JENNYFER

DOCENTE:

MGTR. ALFREDO RICARDO CASTRO CASTRO

CHIMBOTE – PERÚ

2022 – 1
ÍNDICE

INDICE 02

I. INTRODUCCIÓN 03

1.1 Presentación del tema 03

1.2 Descripción del problema 03

1.3 Objetivos o propósitos 04

1.3.1. Objetivo general 04

1.3.2. Objetivos específicos 04

1.4 Justificación o importancia 05

II. DESARROLLO ------------------------------------------------------------------------ 06

III. CONCLUSIONES --------------------------------------------------------------------- 14

BIBLIOGRAFIA 15

2
LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA EN LA ACTUALIDAD

I. INTRODUCCIÓN

1.1 Presentación del tema

El presente informe colaborativo denominado propuesta crítica, tiene por


finalidad, realizar un juicio de valor con respecto a la realidad actual de la
educación superior universitaria. La información se obtuvo principalmente de
recursos digitales y también a través de la consulta de fuentes escritas para su
posterior análisis, síntesis e interpretación de los hallazgos encontrados.

En relación a los alcances del informe, se hace referencia a una breve


reseña histórica de la educación superior universitaria en América Latina y el
Perú, los principales cambios a través del tiempo, desafíos en un entorno social
cada vez más agresivo y su adaptación durante la pandemia Covid-19. Se
presentó en forma sistemática y ordenada para que el lector logre una mejor
comprensión y análisis.

Teniendo, el tema de educación superior universitaria, una amplia y vasta


información bibliografía, el presente informe limitó su análisis básicamente a
tres momentos importantes en los que su capacidad de adaptación fue sometida
a prueba: antes de la pandemia Covid-19, durante la pandemia Covid-19
(primera y segunda ola) y a partir de la tercera ola de la pandemia Covid-19;
pues en cada uno de estos momentos la educación no sólo ha presentado
características únicas, sino también situaciones problemáticas que tuvieron que
ser resueltas como parte de un plan estratégico que evite su obsolescencia y
posterior fenecimiento.

1.2 Descripción del problema

Para el análisis propuesto en el presente informe, debemos iniciar por


definir el término educación, el mismo que se ha conceptualizado teniendo en
cuenta las diferentes corrientes y disciplinas que han tratado de estudiarlo,
partimos desde el punto de vista etimológico, en donde Educación proviene del
latín educere cuyo significado es sacar o extraer; y de educare que significa

3
formar o instruir (Doval, 1979, p.116) Immanuel Kant quien afirmaba que
“Únicamente por la educación el hombre llega a ser hombre. No es sino lo que
la educación le hace ser” (Beade, 2017) en donde magnifica todo el esplendor
del papel que desarrolla la educación en la formación del hombre (pág. 649);
hasta definiciones más actuales en donde le atribuyen a la educación el ser un
proceso global, integral y gradual; dirigido a implantar en el desarrollo de las
generaciones venideras, habilidades, competencias y comportamientos que les
asegure la satisfacción de las necesidades de su entorno social (Valdés, Llivina,
Abreu, Miranda y Reinoso, 2019). En ese sentido, es importante mencionar que
la educación superior universitaria representa una variable en continuo cambio
que se va adaptando a las agresiones del entorno en el que se desarrolla y a su
vez contribuye a la modificación de la sociedad a través de su intervención en
ella, ante una situación problemática identificada (Barreno, Barreno y Olmedo,
2018).

Por tal motivo se plantea el siguiente problema de investigación: ¿En qué


medida la educación superior universitaria peruana, ha tenido la capacidad de
adaptarse a los cambios de su entorno social, durante la última década?

1.3 Objetivos o propósitos

Para el logro del presente informe, se propuso el siguiente objetivo


general con sus respectivos objetivos específicos:

1.3.1 Objetivo general:

 Analizar la capacidad de adaptación de la educación superior


universitaria peruana a los cambios del entorno social en el que se
desarrolla

1.3.2 Objetivos específicos:

 Describir el desempeño de la educación superior universitaria peruana


antes de la pandemia Covid-19.

 Describir el desempeño de la educación superior universitaria peruana


durante la primera y segunda ola de la pandemia Covid-19.

4
 Describir el desempeño de la educación superior universitaria peruana
desde la tercera ola de la pandemia Covid-19.

1.4 Justificación o importancia

Teniendo en cuenta que la educación superior universitaria, desempeña


un papel importante en el progreso y competitividad de un país; el estudio de
este proceso se justifica, sobre todo cuando se trata de identificar los beneficios
holísticos que brinda (individuo, institución y nación), especialmente cuando se
evidencia que el retorno económico es más alto que la inversión destinada a la
culminación de estudios universitarios (Guerrero y Faro, 2019).

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y


la Cultura (UNESCO), por su parte, indica que la educación se encuentra como
prioridad dentro de los derechos fundamentales del ser humano y del bien
público (2021a).

Para tal efecto, el gobierno peruano viene trabajando al respecto dando


énfasis principalmente en el acceso equitativo y de calidad a la educación
superior universitaria, promoviendo la pertinencia y diversidad de la
universidad, impulsando el desarrollo de la investigación e innovación que
contribuya al desarrollo sostenible y de competencia y reforzando la innovación
para enfrentar el desafío de la pandemia por Covid-19 (Ministerio de
Educación, 2020).

En ese sentido, el estudio se justifica a nivel teórico dado que pretende


contribuir al cuerpo de conocimientos existentes respecto a la educación
superior universitaria en el Perú en la última década. Asimismo, de manera
práctica, el análisis expuesto en forma sistematizada y en concordancia con los
objetivos propuestos, permitirán clarificar un tema sensible a la opinión
científica y pública desde una perspectiva crítica, como punto de partida para la
generación de futuras investigaciones y acciones multidisciplinarias que
promuevan un papel más determinante de la educación superior universitaria en
la satisfacción de las necesidades de la sociedad y una óptima adaptación a los
cambios de la misma.

5
II. DESARROLLO

La educación representa un derecho humano fundamental y que en cierta


medida cobra importancia al momento de exigir el cumplimiento de los demás
derechos del ser humano; en este contexto es importante recordar que, gracias a la
educación; la libertad y la autonomía son promovidas como ejes fundamentales para
el desarrollo del ser humano (UNESCO, 2021b). En el Perú, la educación inicial,
primaria y secundaria es obligatoria, gratuita y con una asistencia importante por
parte del estado; sin embargo, cuando hablamos de educación superior, las cosas
cambian, a pesar que muchas veces se afirma que el “instrumento principal para
lograr la transformación y modernización de una sociedad es la educación”, en
donde juega un papel importante el impacto de la universidad, toda vez que los
investigadores parecen coincidir cada vez más frecuentemente que ninguna sociedad
actual es superior a sus universidades (García y Mendoza, 2015).

En ese sentido, es necesario indicar que la educación superior universitaria


actual se ha visto presionada a cumplir no solo con los objetivos que año a año han
sido establecidos por las necesidades de la sociedad en la que se desarrolla, sino que
se ha enfrentado al impacto de dos grades fuerzas, en donde cada una de ellas ha
obligado a la educación superior universitaria a adaptarse a las mismas, estamos
hablando del fenómeno de la globalización, que no sólo enlaza países y regiones,
sino que afecta poderosamente a los sectores científicos, tecnológicos, económicos,
políticos, culturales y educativos del mundo y cuyo origen aún no ha sido
establecido pues existen dos tendencias que se contraponen una de la otra, pues
mientras hay investigadores que afirman que la globalización no es propia de la era
moderna, hay otros que afirman que sí (Fazio, 2008; Beck, 2001). Por otro, lado,
hablamos de las frecuentes innovaciones en el campo del conocimiento y la
tecnología, en donde destaca la aparición del internet, aproximadamente en agosto
de 1991 que es la fecha en la que se dio autorización para usuarios externos y que
inicialmente fue creado para uso de tipo militar, décadas atrás (Urresti, Linne y
Basile, 2015).

6
El Perú no fue la excepción y también se vio influenciado tanto por la
globalización como por los avances en conocimiento científico, tecnológico, de
innovación y telecomunicación, que de alguna manera atrajo las miradas hacia la
educación universitaria y su accesibilidad a las grandes mayorías (García y
Montalto, 2004), por ejemplo si evaluamos el número de estudiantes matriculados
en el 5to grado de educación secundaria entre los años 1998 y 2006, encontramos
que de 315 mil esta cifra se incrementa a 384 mil estudiantes; lo que de alguna
manera obliga a que el sistema universitario se prepare para recibir cada vez más
estudiantes en su seno, sobre todo si sabemos que año a año el número de
postulantes universitarios sobrepasa el número de egresados de la secundaria,
indicando la existencia de una demanda insatisfecha de educación superior
universitaria en aumento, debido principalmente a que el volumen de los admitidos
es inferior al número de egresados de la secundaria (Tenjo, 2012).

Debido a la demanda insatisfecha y a la reforma de la educación superior


universitaria, en el año 1996 a través del Decreto de Ley 882, se dejó establecido
que toda persona natural o jurídica tenía el derecho a fundar, promover y gestionar
instituciones educativas, independientemente si se creaban con o sin fines de lucro,
por lo que en los siguientes años se incrementó la formación de nuevas
universidades como respuesta a la demanda insatisfecha de este servicio
promoviendo la tendencia a la masificación de la educación universitaria, es así que
el número de estudiantes matriculados pasó de 426 029 en el año 2000 (10.4%) a 1
206 137 a finales del 2019 (26.4%) observándose un crecimiento no visto antes en el
Perú (Paz, 2019). El aumento de universidades privadas propició un efecto
significativo en la distribución de la matrícula; sin embargo, la solución a esta
necesidad, trajo como consecuencia la sospecha de un desarrollo educativo
universitario por debajo de los estándares de calidad y un beneficio discriminador
pues el ingreso a las aulas universitarias era poco equitativo cuando se trataba de
jóvenes pertenecientes a poblaciones pobres (Flores, 2012; Rodríguez y Montoro,
2013).

Es así que en julio de 2014, el Estado peruano continuó con las reformas
educativas e impulsó la promulgación de la Ley N° 30220, denominada Ley
Universitaria, como una forma de involucrar al Estado en los procesos de regulación

7
y evaluación de la calidad educativa universitaria a través de la Superintendencia
Nacional de Universidades (SUNEDU) que fue el organismo encargado de realizar
tan importante tarea, empezando con el otorgamiento de licencias o su denegación a
todas las universidades del territorio peruano, al igual que a sus programas
académicos (Campos y Flores, 2017). Al 2020, 93 universidades; en donde se
encuentra inmersa la Universidad César Vallejo; lograron el tan ansiado
licenciamiento, de un total de 145 universidades que lo intentó, evidenciándose que
alrededor de un 51% de las denegadas, eran universidades particulares y sólo una
era pública, la misma que representó el 2% (SUNEDU, 2016)

Esta situación ocasionó una serie de problemas y preocupaciones no sólo en


los trabajadores directos e indirectos de estas universidades con licencia denegada,
sino principalmente en los estudiantes y padres de familia que apostaron un futuro
profesional a una universidad que, al ser evaluada no pasó los criterios mínimos de
los estándares de calidad. Sin embargo, a pesar que hubo mucha controversia en
relación al papel que jugó la SUNEDU en la forma de evaluación de las
universidades, sobre todo privadas, pues hubieron quejas a nivel nacional que
afirmaban que la SUNEDU, habría transgredido el proceso de evaluación, dando
ventaja a algunas y perjudicando a otras (Oré, Velázquez y Norabuena, 2021); lo
cierto es que a raíz de esta reforma, la producción de revistas académicas se
incrementó a nivel nacional quedando demostrado en el III Informe Bienal sobre la
Realidad Universitaria en el Perú presentado por la SUNEDU, que tanto en el
Ranking histórico de instituciones universitarias (que toma en cuenta el registro a
través de Incites de la Web of Science) como en el Ranking Excelencia 2021 (según
Metodología de la Academic Ranking of World Universities) las universidades
peruanas han mejorado gratamente no sólo su producción científica, sino también en
el impacto científico, excelencia internacional y número de patentes vigentes,
logrando 19 universidades peruanas cumplir los exigentes estándares internacionales
(SUNEDU, 2021), además de ello, se logró que las universidades privadas deseosas
de conseguir su licenciamiento ejecuten una mayor inversión, garantizando no solo
el mejoramiento de su infraestructura sino también la calidad educativa optimizando
así el servicio brindado a sus estudiantes(Zapata, 2021).

8
Por otro lado, las universidades que no obtuvieron su licencia y que no
lograron concretar la fusión con universidades licenciadas mantuvieron su
funcionamiento por dos años, dejando en una situación de afectación económica,
emocional, de tiempo, etc., a un promedio de 248 mil estudiantes dejando de lado
sus aspiraciones de mejorar su estatus económico y social futuro (Avalos, 2020).

En estas condiciones de inconformidad y desconcierto es que la educación


superior universitaria recibe el 4 de marzo del 2020, la temerosa noticia del primer
caso de la Covid-19 en el Perú y la posterior declaración del estado de emergencia a
través del Decreto Supremo N°004-2020-PCM y a partir del 16 de marzo ante la
presencia de 71 personas infectadas; y por las graves circunstancias que afectaban
en ese momento la vida de las personas; este estado de emergencia restringía todos
los “… derechos constitucionales de libertad, seguridad, inviolabilidad del domicilio
y la libertad de reunión y de tránsito en el territorio…” (D.S. 004, 2020, art. 3); este
estado de emergencia suspendía todas las actividades laborales tanto en el sector
público como en el privado, indicando el confinamiento en nuestros domicilios,
dejando en vilo la asistencia a las aulas universitarias y empeorando la situación de
aquellas universidades que aún no lograban su licenciamiento.

Es así como se da por iniciado un inesperado nuevo contexto educativo


universitario, pues la pandemia por Covid-19 obligó al país a ponerse en una pausa
obligatoria con ciertas excepciones en donde no se encontraba inmerso el proceso
educativo. Luego del primer impacto que significó el incremento de contagios de
esta enfermedad y un gran número de fallecidos que enlutaban a todas las familias
peruanas, las universidades asumieron el reto de continuar educando, en un afán de
sobrevivir; es así que migraron su estilo de educación presencial a una educación no
presencial, muy a pesar que las universidades también se encontraban en duelo por
la afectación y fallecimiento de muchos de sus docentes y estudiantes víctimas del
Covid-19.

Esta adaptación al nuevo contexto fue asumido rápidamente por 12


universidades que lograron cambiar del formato presencial al no presencial en el
transcurso del mes de marzo y posteriormente las otras universidades hicieron lo
mismo en forma paulatina; sin embargo no se puede dejar de mencionar la profunda
crisis económica que tuvieron las universidades privadas en esta etapa, debido a la

9
inversión económica realizada para lograr el licenciamiento, la migración hacia la
educación virtual y ahora la deserción de estudiantes universitarios producto del
impacto económico que había traído esta pandemia ya sea porque no podían trabajar
por el confinamiento obligatorio o por el fallecimiento del familiar proveedor de la
familia (Saavedra, 2022).

Sin embargo, si bien es cierto, la educación superior universitaria durante la


llamada primera ola de la pandemia, logró adaptarse a su nueva realidad gracias al
uso de las tecnologías de la información y comunicación (TICs), también es cierto
que la educación universitaria aún debía enfrentarse a serios problemas, como por
ejemplo, el hecho que el docente universitario no se encontraba preparado para el
uso de las nuevas plataformas virtuales, por lo que se tuvo que capacitar a docentes
y estudiantes en relación a su manejo y bondades de esta nueva modalidad, la misma
que se esperaba, nos iba a permitir el logro de las competencias programadas en
cada asignatura; sin embargo, la implementación de las aulas virtuales fue una tarea
titánica, pues los docentes tuvieron que adecuar sus clases en un tiempo récord, ya
que esta nueva modalidad no significaba un mero traslado de un diseño tradicional
presencial a uno totalmente virtual, sino que para ello era necesario una elaboración
completa de los instrumentos necesarios para llevar a cabo cada uno de los
momentos de una sesión educativa, conjuntamente con la promoción constante del
cambio en los roles tanto del docente como de los estudiantes (Quezada, Castro,
Oliva, Gallo y Quezada, 2020; Padilla, Gámiz y Romero, 2020).

En ese sentido, las universidades se vieron obligadas a seguir trabajando con


los docentes contratados que tengan las características necesarias para que afronten
sin problemas este cambio, reestructuraron la carga de recursos humanos pues se
encontraban en una gran crisis económica y, sobre todo, las universidades no
licenciadas, se quedaron con el personal mínimo necesario para cumplir con sus
compromisos.

Es así, que se pudo determinar ciertas características en el docente


universitario en donde se destaca su compromiso con la educación superior, pues
estuvieron en la capacidad de producir nuevas experiencias en el proceso de
enseñanza-aprendizaje a partir de su rol tradicional adaptándolas a la era virtual de

10
la educación en forma integral y dinámica, en tiempo récord (Aguilar, Colomo,
Colomo y Sánchez, 2022; Pozo, López, Fernández y López, 2020).

Se determinó otra característica en nuestro docente universitario, y se


encontraba en relación con el uso de las TICs, pues tuvo que adquirir competencias
digitales o mejorar las que ya tenía, pues constituían la piedra angular del proceso
enseñanza-aprendizaje en este nuevo contexto, lo cual mejoraba la calidad de la
educación superior ofrecida como un servicio (Cabrera y Romero, 2020; Domingo,
Bosco, Carrasco y Sánchez, 2020). Además, las habilidades y destrezas
desarrolladas por los docentes universitarios adaptadas hacia la enseñanza virtual,
así como la innovación pedagógica docente como parte del mejoramiento de sus
competencias personales fueron otras características que se observaron durante la
primera y segunda ola de la pandemia por Covid-19 (Alanis, 2018).

Otro de los puntos críticos que tuvo que enfrentar la educación superior
universitaria, fue la pobreza digital en la que se encontraba inmerso el Perú, en
donde muchos estudiantes y docentes carecían no solo del buen manejo digital, sino
de la falta de un ordenador o dispositivo portátil de comunicación (celular) que les
permitiera romper esa barrera y lograr llevar a cabo una educación virtual adecuada,
por este motivo se observó el incremento en la compra y venta de estos equipos,
toda vez que urgía que la educación en el país no se detenga y provoque un retraso
académico imposible de recuperar (Chuco, 2021).

A pesar que las universidades se adecuaron a la educación virtual


permitiéndoles de esta manera continuar con la parte teórica de las diferentes
asignaturas, aún quedaba por resolver la parte práctica y de laboratorios de las
diferentes carreras profesionales sobre todo las que estaban relacionadas con las
ciencias médicas y que hasta la fecha sigue representando un nudo crítico en este
proceso adaptativo (Diaz, Noriega y Ruiz, 2021); a esto se le suma el largo
confinamiento decretado que duró aproximadamente un año y que poco a poco se
hizo más flexible a medida que la población se vacunaba con las primeras vacunas
anti Covid-19, las nuevas variantes del Covid-19 que imposibilitaron el regreso a las
aulas universitarias, el nuevo rol del estudiante en las aulas virtuales, sistema que les
permitió la realización de otras tareas durante la ejecución de la clase, etc., trajo
como consecuencia la percepción que las clases virtuales aún carecen de la calidad

11
educativa esperada, esta percepción quizás se encuentre relacionada con el hecho
que la educación a distancia siempre ha sido juzgada como una estrategia pobre en
lo que se refiere a calidad educativa (Arana, 2021; Córdova, 2022; Escalante, 2021).

En estas circunstancias la educación superior universitaria, aún continúa en


pleno proceso de mejoramiento de sus estándares de calidad educativa, a raíz de la
percepción de una calidad ineficiente de las clases no presenciales, aunque en
realidad, el manejo que hacen los universitarios de su tiempo durante las sesiones de
clase virtuales, también se encuentra estrechamente relacionada a esta percepción,
pues existe un número importante de ellos, que trabaja o realiza otras actividades
cotidianas durante el desarrollo de las sesiones de clase (Pérez, Vázquez y Cambero,
2021).

Actualmente, con la confirmación del inicio de la tercera ola de la pandemia


por Covid-19 el 5 de enero del 2022, el escenario de salud es diferente al vivido
durante la primera ola, pues a pesar que la variante Ómicron es más contagiosa, su
efecto en el individuo es leve o pasajero, disminuyendo a casi cero su mortalidad, lo
que avizora una luz esperanzadora del regreso a las aulas universitarias, sin embargo
es necesario indicar que lo más lógico es que las aulas virtuales modificadas durante
la pandemia, hallan llegado para quedarse, pues si bien es cierto que ahora la
pandemia está bajo control, el Estado peruano apenas acaba de brindar la
autorización el 17 de junio del 2022 a través de la Resolución Viceministerial
N°076-2022-MINEDU a las diferentes universidades públicas y privadas y escuelas
de posgrado para que retomen la prestación del servicio educativo, pero con la
modalidad autorizada al momento de ser otorgada su licencia institucional (R.V.M.
076, 2022).

Sin embargo, esta autorización, lejos de ser bien recibida por los involucrados
en cuestión, ha desatado opiniones divididas en torno a lo establecido por esta
Resolución, pues indica categóricamente que las clases serán retomadas de la misma
forma como se las estaba llevando antes de la pandemia, es decir clases presenciales
principalmente, lo que pondría en riesgo el ingreso económico de muchos
estudiantes que a consecuencia del debacle económico en el que se vio sumido el
país sobre todo durante la primera ola, tuvieron la necesidad de estrenarse como los
llamados emprendedores, impulsando un negocio propio pequeño o laborando en

12
trabajos no formales o sin relación con la carrera que se encontraban estudiando y;
en ciertos casos como la única salida que le permitía sustituir la ausencia del
proveedor de la casa que a causa de la pandemia, falleció o se discapacitó (RPP
Noticias, 2022)

A partir de lo anteriormente expuesto, podemos ver que la Universidad aún


tiene muchos desafíos que enfrentar en relación a su capacidad de adaptación, en ese
sentido, dejamos las siguientes propuestas o alternativas de solución que podrían ser
tomadas en cuenta para mejorar esta capacidad:

 Pertinencia social de la universidad. Siendo uno de los papeles fundamentales de


las universidades y en vista que, a raíz de la pandemia, ha habido un sin número
de cambios, es lógico pensar en el papel que desempeñan las universidades en
este momento para lograr satisfacer las necesidades de su entorno social;
cuestionarse el hecho de saber si el producto que se obtendrá de la educación
superior universitaria, es realmente lo que esta sociedad necesita, en término
concretos, se debe fomentar el estudio de mercado e investigación sobre la
demanda social actual, que acredite que la educación universitaria apunta hacia el
mismo objetivo que lo hace su entorno social, ya que si bien es cierto, la
educación superior universitaria ofrece su producto (egresado), es la sociedad a
través del sector productivo el que acoge o no este producto (Malagón, 2019).

 Evaluación de los programas de estudios ofertados. Si bien es cierto, esta


evaluación se realiza cada tres años, de acuerdo al Sistema Nacional de
Evaluación, Acreditación y Certificación -SINEACE (2018), también es cierto
que este análisis en la mayoría de las universidades ya pasó de esta fecha y
siendo la finalidad la observación de los cambios ya sea en el aspecto económico,
social, político, cultural, científico y tecnológico, es obvio suponer que luego de
esta evaluación, nos encontraremos con algunas sorpresas.

 Flexibilización en los horarios académicos, pues como se ha expuesto en los


párrafos anteriores, existen muchos estudiantes que son proveedores de sus
hogares, esta flexibilización de horarios, les permitiría, seguir estudiando sin
dejar de trabajar, lo que disminuiría los casos de deserción universitaria, que es

13
un problema grave que ha sido de interés por parte de las autoridades
universitarias.

 La adaptación de asignaturas que permitan a los estudiantes llevarlas en forma


mixta, tanto presencial como no presencial a la vez, para ofrecer la oportunidad a
los estudiantes que son de provincia y que, por motivos de pandemia, regresaron
a sus hogares y desde allí estuvieron asistiendo virtualmente a las asignaturas
impartidas por la universidad.

 Realizar un estudio de satisfacción de las principales instituciones receptoras de


sus egresados, para que de alguna manera se tenga una referencia de primera
mano acerca de las competencias del egresado y los grados de eficacia y
eficiencia dentro del mercado laboral.

III. CONCLUSIONES

 La educación superior universitaria antes de la pandemia del Covid-19 se


encontraba en una profunda crisis, en el sentido que debido a la gran cantidad de
universidades en el territorio peruano se hacía casi imposible una evaluación
adecuada sobre la calidad de sus servicios, motivo por el cual la SUNEDU logra
establecer las universidades que realmente aportaban un servicio de calidad
promoviendo el cierre paulatino de las casas superiores de estudios que no
calificaban en la evaluación.

 El desempeño de la educación superior universitaria en los momentos más


álgidos de la pandemia, pudo adaptarse en gran medida a una educación no
presencial a gran escala permitiendo el avance académico de sus estudiantes, sin
que ello signifique el faltar a las normas de prevención del Covid-19, ni el
retraso en la culminación de su carrera universitaria.

 La educación superior universitaria aún tiene retos que asumir pues a pesar que
el MINEDU ha autorizado la educación presencial para el semestre 2022-II, aún
existen detalles que pueden mejorarse, con la finalidad que el estudiante no se
vea perjudicado bajo ninguna circunstancia, pues muchos de ellos se encuentran
en sus lugares de orígenes y no en zonas céntricas que es donde generalmente se
sitúa la sede universitaria, asimismo existen otros estudiantes que iniciaron su

14
vida laboral o impulsaron un negocio propio pequeño gracias a tener una
educación no presencial, sin embargo con la disposición emitida por el
MINEDU en la que indica que las universidades abrirán sus puertas teniendo en
cuenta la modalidad con la que fueron otorgadas sus licencias (presencial en su
mayoría), esto sería un problema.

BIBLIOGRAFÍA

Aguilar, A., Colomo, E., Colomo, A. y Sánchez, E. (2022). Covid-19 y competencia


digital: percepción del nivel en futuros profesionales de la educación. Hachetetepé.
Revista científica de Educación y Comunicación, 24(1), 1-14.
https://doi.org/10.25267/Hachetetepe.2022.i24.1102

Alanis, J. (2018). Consideraciones para la formación continua de personal docente


universitario. Revista Educación, 42(2), 1-21.
https://doi.org/10.15517/revedu.v42i2.25123

Arana, M. (2021). Percepciones sobre las prácticas docentes en una experiencia formativa
extraacadémica en el primer año de carrera de una universidad privada de Lima.
(Tesis para optar el grado académico de Magíster en Educación con mención en
currículo). Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú.

Avalos, V. (2020). El impacto de la denuncia administrativa en la tutela de los derechos


universitarios, SUNEDU 2018-2019. (Tesis para optar el título profesional de
Abogado). Universidad César Vallejo. Lima, Perú.

Barrero, M., Barreno, Z. y Olmedo, A. (2018). La educación superior y su vinculación con


la sociedad: Referentes esenciales para un cambio. Revista científica Universidad y
Sociedad, 10(3), 40-44. Recuperado de
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://scielo.sld.cu/pdf/rus/
v10n3/2218-3620-rus-10-03-40.pdf

15
Beade, I. (2017). Educación y progreso en la reflexión pedagógica kantiana. Revista
Complutense de Educación, 28(2), 649-662.
https://doi.org/10.5209/rev_RCED.2017.v28.n2.50865

Beck, U. (2001). ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la


globalización. Barcelona, España: Paidós.

Cabrera, J. y Romero, R. (2020). Diseño de un t-MOOC para la formación en


competencias digitales docentes: estudio en desarrollo (Proyecto DIPROMOOC).
Innoeduca Internatioinal Journal of Technology and Educational Innovation, 6(1),
4-17. https://doi.org/10.24310/innoeduca.2020.v6i1.7507

Campos, C. y Flores, A. (2017). Evaluación de los efectos del marco regulatorio de la


SUNEDU en los costos logísticos de las universidades peruanas: propuesta de un
modelo de análisis. (Tesis para optar el título profesional de Licenciado en Gestión,
con mención en Gestión Empresarial). Pontificia Universidad Católica del Perú.
Lima, Perú.

Córdova, F. (2022). Percepciones sobre el impacto de las clases virtuales en estudiantes


de Tecnología Médica, en el contexto de la pandemia por COVID-19. (Tesis para
optar el título profesional de Licenciado en Tecnología Médica en el área de
Laboratorio Clínico y Anatomía Patológica). Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Lima, Perú.

Chuco, V. (2021). La brecha digital en el Perú como problema educativo social. Revista
Hacedor, 5(2), 19-32. https://doi.org/10.26495/rch.v5i2.1924

Diaz, B., Noriega, M. y Ruiz, M. (2021). Experiencias y desafíos en la formación de


ingenieros durante la pandemia de la Covid-19. Desde el sur, 13(2), 1-16.
http://dx.doi.org/10.21142/des-1302-2021-0019

Domingo, M., Bosco, A., Carrasco, S. y Sánchez, J. (2020). Fomentando la competencia


digital docente en la universidad: Percepción de estudiantes y docentes. Revista de
Investigación Educativa, 38(1), 167-182. DOI: http://dx.doi.org/10.6018/rie.34055

Doval, L. (1979). Acercamiento etimológico al término “educación”. Revista española de


pedagogía, 146(3), 115-121. Recuperado de
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://reunir.unir.net/

16
bitstream/handle/123456789/7954/6%20Acercamiento%20Etimol%c3%b3gico
%20al%20T%c3%a9rmino%20Educaci%c3%b3n.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Escalante, M. (2021). Percepción de la educación virtual durante la pandemia Covid-19


en dos universidades peruanas, 2021. (tesis para optar el título de Médico Cirujano).
Universidad Nacional “San Luis Gonzaga”. Ica, Perú.

Fazio, H. (2008). Los caracteres fundamentales de la primera globalización. 1ra edición.


Bogotá. Colombia: Universidad de los Andes.

Flores, J. (2012). El Decreto Legislativo N°882 y la desnaturalización de la Universidad


peruana. Aporte Santiaguino, 5(1), 94-102.
https://doi.org/10.32911/as.2012.v5.n1.573

García, A. y Montalto, R. (2004). Análisis de los efectos de la globalización en la gestión


de recursos humanos en el Perú. El impacto para las empresas y la repercusión
para los trabajadores, conclusiones y recomendaciones. (Tesis para optar el grado
académico de Magíster en Administración). Universidad Peruana de Ciencias
Aplicadas. Lima, Perú.

García, E. y Mendoza, L. (2015). Elementos epistémicos teóricos presentes en el


paradigma educativo en relación con el gerente educativo virtual. Revencyt, 20(2),
226-242. Recuperado de https://www.grupocieg.org/archivos_revista/Ed.
%2020%20(226-242)%20Garcia%20y%20Medoza%20-%20Junio
%202015_articulo_id185.pdf

Guerrero, J. y Faro, M. (2019). Breve análisis del concepto de Educación Superior. Revista
Alternativas en Psicología, 27(2), 34-41. Recuperado de
chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://pepsic.bvsalud.org/
pdf/alpsi/v16n27/n27a03.pdf

Malagón, L. (2019). La pertinencia en la educación superior. 1ra edición. Cartagena,


Colombia: Sartré S.A.

Ministerio de Educación. (2020). Política Nacional de Educación Superior y Técnico-


Productiva. 1ra edición. Lima, Perú: MINEDU.

17
Ministerio de Educación. (17, junio 2022). Resolución Viceministerial que disponen que
las universidades públicas y privadas, así como las escuelas de posgrado, retornan a
la prestación del servicio educativo, según la modalidad autorizadas en su licencia
institucional, a partir del segundo semestre académico de 2022. [076-2022].
Recuperado de https://busquedas.elperuano.pe/download/url/disponen-que-las-
universidades-publicas-y-privadas-asi-como-resolucion-vice-ministerial-n-076-2022-
minedu-2078831-1

Oré, A., Velázquez, A. y Norabuena, J. (2021). Autonomía y gestión universitaria según la


Ley 30220: estudio de caso. 1era edición. Lima, Perú: High Rate Consulting.

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (2021a).


La educación transforma vidas. Francia. Recuperado de
https://es.unesco.org/themes/education

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (2021b).


El derecho a la educación. Francia. Recuperado de
https://es.unesco.org/themes/derecho-a-educacion

Padilla, A., Gámiz, V. y Romero, M. (2020). Evolución de la competencia digital docente


del profesorado universitario: incidentes críticos a partir de relatos de vida. Educar,
56(1), 109-127. https://doi.org/10.5565/rev/educar.1088

Paz, M. (2019). Serie informe social. Gratuidad y financiamiento de la educación


superior. Cifras para el debate. 1ra edición. Valparaíso, Chile: Libertad y
Desarrollo.

Pérez, E., Vázquez, A. y Cambero, S. (2021). Educación a distancia en tiempos de


COVID-19: Análisis desde una perspectiva de los estudiantes universitarios. Revista
Iberoamericana de Educación a Distancia, 24(1), 331-350.
https://doi.org/10.5944/ried.24.1.27855

Pozo, S., López, J., Fernández, M. y López, J. (2020). Análisis correlacional de los factores
incidentes en el nivel de competencia digital del profesorado. Revista Electrónica
Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 23(1), 143-159.
https://doi.org/10.6018/reifop.396741

18
Presidencia del Consejo de Ministros. (15, marzo 2020). Decreto Supremo que declara
Estado de Emergencia Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de
la Nación a consecuencia del brote del COVID-19. [004-2020]. Recuperado de
https://busquedas.elperuano.pe/download/url/decreto-supremo-que-declara-estado-
de-emergencia-nacional-po-decreto-supremo-n-044-2020-pcm-1864948-2

Quezada, M., Castro, M., Oliva, J., Gallo, C. y Quezada, G. (2020). Características del
docente virtual: retos de la universidad peruana en el contexto de una pandemia.
Revista Inclusiones, 7(3), 119-136. Recuperado de
https://repositorio.utp.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12867/3076/Maria%20del
%20Pilar%20Quezada%20Castro_Articulo_Revista%20Inclusiones_spa_2020.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

Radio Programas del Perú. (30 de junio de 2022). Universidades podrán optar por un
porcentaje de clases virtuales pese a obligatoriedad de presencialidad. Recuperado
el 20 de junio de 2022 de https://rpp.pe/peru/actualidad/universidades-podran-optar-
por-un-porcentaje-de-clases-virtuales-pese-a-obligatoriedad-de-presencialidad-
noticia-1412797?ref=rpp

Rodríguez, J. y Montoro, L. (2013). La educación superior en el Perú: situación actual y


perspectivas. 1ra edición. Lima, Perú: Pontificia Universidad Católica del Perú.

Saavedra, C. (2022). Educación virtual y herramientas tecnológicas en la Facultad de


Derecho de una universidad de Amazonas durante la pandemia del COVID-19 del
2020. (Tesis para optar el grado académico de Maestro en docencia universitaria).
Universidad César Vallejo. Lima, Perú.

Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa.


(2018). Explicación de estándares del modelo de acreditación de programas de
estudios de Educación Superior Universitaria. Recuperado de
https://fad.unsa.edu.pe/bancayseguros/wp-content/uploads/sites/4/2019/03/05-
SINEACE-GUIA-DE-ESTANDARES-ACREDITACION.pdf

Superintendencia Nacional de Universidades. (2016). Reportes públicos de supervisión.


Perú. Recuperado de https://www.sunedu.gob.pe/reportes-publicos-supervision/

19
Superintendencia Nacional de Universidades. (2021). III Informe bienal sobre la realidad
universitaria en el Perú. Perú. Recuperado de
https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/3018068/III%20Informe
%20Bienal.pdf

Tenjo, J. (2012). Demanda por educación superior: proyecciones hasta 2025. 1ra edición.
Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.

Urresti, M., Linne, J. y Basile, D. (2015). Conexión total. Los jóvenes y la experiencia
social en la era de la comunicación digital. 2da edición. Buenos Aires, Argentina:
GEU.

Valdés, O., Llivina, M., Abreu, D., Miranda, T. y Reinoso, C. (2019). El enfoque holístico
de la Educación para el Desarrollo Sostenible en las escuelas, familias y
comunidades: Ciudadanía y Valores. 1ra edición. La Habana, Cuba: UNICEF.

Zapata, D. (2021). Evaluación de la gestión económica-financiera de una universidad


privada, considerando la normativa de regulación vigente de la Superintendencia
Nacional de Educación Superior Universitaria-Sunedu. (Tesis para optar el título de
Licenciada en Economía). Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú.

20

También podría gustarte