Está en la página 1de 60

Capítulo 8.

Exploración del subsuelo

Capítulo ocho
Exploración del subsuelo
Contenido
8 Exploración del subsuelo.....................................................................................................................................................................542
8.1 Introducción.......................................................................................................................................................................................543
8.2 Profundidad y número de sondeos .........................................................................................................................................544
8.3 Perforaciones.....................................................................................................................................................................................547
8.4 Muestreo de suelo ...........................................................................................................................................................................551
8.5 Ensayo de penetración estándar (Standard Penetration Test: SPT) .......................................................................554
8.5.1 Factores que afectan el número de golpes N ..........................................................................................................555
8.5.2 Método empírico para estimar el valor de N60 y N70............................................................................................557
8.5.3 Correlaciones a partir de ensayos SPT ......................................................................................................................559
8.5.4 Capacidad de apoyo en arenas a partir de ensayos SPT ....................................................................................562
Ejemplo 8.1.............................................................................................................................................................................564
8.6 Ensayo de carga de placa (Plate loading Test) ...................................................................................................................565
8.6.1 Determinación de la capacidad de apoyo convencional a partir del ensayo de carga de placa ......570
Ejemplo 8.2.............................................................................................................................................................................572
8.7 Ensayo de penetración del cono (Cone Penetration Test, CPT).................................................................................575
8.7.2 Valores de capacidad de carga en arenas a partir de ensayos CPT ..............................................................583
8.7.3 Valores equivalentes con el ensayo SPT ...................................................................................................................583
Ejemplo 8.3.............................................................................................................................................................................584
8.8 Ensayo del dilatómetro (Dilatometer Marchetti Test, DMT) ......................................................................................585
Ejemplo 8.4.............................................................................................................................................................................588
8.9 Ensayo de refracción sísmica .....................................................................................................................................................592
Ejemplo 8.5.............................................................................................................................................................................595
8.10 Sondeo eléctrico vertical (SEV) ..............................................................................................................................................596

542
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

8.1 Introducción
La exploración del subsuelo es el proceso mediante el cual se recoge toda la información relevante de un
sitio, en el que se propone a futuro, la construcción de cualquier proyecto de ingeniería. La investigación del
terreno debe involucrar también la adquisición de información acerca de las condiciones que se presentan en
los alrededores del sitio de estudio.
La investigación del sitio es una tarea muy importante debido a que, a diferencia de los demás materiales
usados en la construcción de estructuras de ingeniería, el suelo presenta propiedades que varían
sustancialmente de un lugar a otro.
Según Simons et al. (2002); los objetivos de la exploración del subsuelo, varían según los fines del
proyecto, siendo de un modo general, los más importantes los siguientes:

 Estimar la disponibilidad general del sitio y sus alrededores.


 Permitir la preparación de un diseño adecuado y económico, incluyendo el diseño de trabajos
temporales, técnicas de mejoramiento del terreno y control del nivel freático.
 Información necesaria para determinar el tipo de fundación requerido.
 Información suficiente que permita al ingeniero geotecnista realizar recomendaciones acerca de
la capacidad de carga de la fundación.
 Hacer posible la realización de suficientes ensayos de laboratorio que permitan realizar
posteriores predicciones de asentamiento.
 Determinar la posición posible del nivel freático (o determinar si este se encuentra en la zona de
construcción). Para ciertos proyectos, es necesario conocer las variaciones del nivel freático.
Estas variaciones pueden ser determinadas a través de la instalación de piezómetros o pozos de
monitoreo.
 Establecer métodos de construcción para condiciones cambiantes del subsuelo.
 Información para la identificación de posibles problemas que puedan presentarse durante la
construcción.
 Identificación de problemas potenciales (asentamientos, grietas o cualquier otro tipo de daño) en
construcciones adyacentes.
 Identificación de posibles problemas medio ambientales y su solución.

El programa de exploración del subsuelo consta básicamente de tres etapas principales:

1. Investigación literaria.
2. Reconocimiento de campo.
3. Exploración del subsuelo

Investigación literaria
Consiste en la recopilación de toda la información posible a cerca de la estructura propuesta y de las
condiciones del subsuelo. Los datos a recopilarse a cerca de la estructura son: su localización y dimensiones,
el tipo y uso propuestos para la construcción, además del conocimiento de los códigos de construcción
locales sobre todo en lo que se refiere a asentamientos permitidos.
La información acerca de las condiciones del subsuelo deberá constar, en la medida de lo posible de datos
acerca de la historia geológica del lugar, recopilación de resultados de posibles investigaciones realizadas

543
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

anteriormente en el lugar, la revisión de mapas de suelos, de fotografías aéreas y finalmente obtener datos de
la localización de fundaciones que pudieran ser afectadas por la construcción propuesta.

Reconocimiento de campo
Es la visita de campo del ingeniero geotecnista con objeto de determinar ciertas características del sitio, tales
como: la existencia de construcciones previas en la zona, el funcionamiento de estas, determinar la evidencia
de deslizamientos o desniveles, así como la observación del acceso a la zona y su influencia durante los
futuros trabajos de exploración.
Finalmente el ingeniero debe observar si la construcción propuesta afectará a construcciones cercanas o
si condiciones externas podrían afectar a la construcción.

Exploración del subsuelo


Consiste de la investigación de las condiciones del subsuelo y la obtención de muestras del suelo. Esta
información provee la base para la determinación del perfil de suelo y sus propiedades.
El presente capítulo presenta los métodos más comunes para la perforación, muestreo y ensayos de
campo realizados a objeto de determinar las características del subsuelo.

8.2 Profundidad y número de sondeos


No existen reglas absolutas para determinar el número, espaciamiento o profundidad de las perforaciones,
debido a que estas varían debido a muchos factores tales como el costo, el tiempo disponible para la
investigación y en ocasiones la disponibilidad del equipo y personal. Estas decisiones están basadas en lo
determinado por el reconocimiento de campo, el juicio del ingeniero y normas usadas en la práctica.
El proceso de determinar estos factores debe responder a las siguientes interrogantes (Coduto, 1999):
 ¿Cuán grande es el sitio?
 ¿Qué tipo de condiciones de suelo y roca se esperan?
 ¿El perfil de suelo presenta una distribución homogénea?
 ¿Qué es lo que se va a construir?
 ¿Cuán crítico es el proyecto y cuáles serían las consecuencias de falla?
 ¿Cuán larga y pesada es la estructura propuesta?
 ¿Son todas las áreas accesibles a los equipos de perforación?
La determinación exacta de estas interrogantes suele ser muy complicada. Sin embargo, es recomendable,
que mediante la recopilación de información y el reconocimiento de campo se logre obtener, antes de la
realización de las perforaciones, al menos una idea de ellas.
Existen algunas recomendaciones que pueden ser utilizadas como guías para la determinación de estas
variables. Coduto (1999) propone valores de espaciamiento y profundidades de investigación en función a
las condiciones del subsuelo y el tipo de estructura, Tabla 8.1 y Tabla 8.2. Ambas tablas fueron adaptadas a
partir de Sowers (1979). Para la tabla 8.2 S es el número de pisos y Df es la profundidad anticipada de
fundación.

544
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Tabla 8.1. Espaciamiento recomendado para la realización de sondeos de exploración.


Condiciones del subsuelo Espaciamiento por cada sondeo
(m2)
Baja calidad y/o errático 100 – 300
Promedio 200 – 400
Alta calidad y uniformidad 300 - 1000

Según Simons et al (2002) el espaciamiento de sondeos destinados a la construcción de fundaciones de


estructuras se sitúa a menudo en el rango de 20 a 40 m. La disposición típica de algunos sondeos es
observada en la figura 8.1.

Tabla 8.2. Profundidades de sondeos de exploración para edificaciones con fundaciones superficiales.
Condiciones del subsuelo Profundidad mínima de perforaciones
(m)
Pobre 6S0,7 + Df
Promedio 5S0,7 + Df
Buena 3S0,7 + Df

Figura 8.1. Disposición típica de sondeos. (a) Almacén grande (b) Losas de bloques multipisos (Simons et al, 2002).

Así mismo, Simons et al (2002) recomiendan que los sondeos deben ser realizados lo más próximos a las
fundaciones propuestas, sobre todo cuando el estrato de fundación es irregular.
La disposición y frecuencia de los sondeos son parcialmente controladas por las condiciones geológicas
del lugar, es decir, si las condiciones del terreno son relativamente uniformes los sondeos pueden realizarse
a espaciamientos relativamente grandes, pero si las condiciones del terreno son complejas el espaciamiento
de los sondeos debe ser significantemente menor.
La profundidad del sondeo es determinada tomando en cuenta la profundidad a la cual, el suelo es
afectado por la carga aplicada a la fundación. Así, si la fundación propuesta es un pilote, entonces la
profundidad del sondeo debe extenderse hasta una profundidad tal por debajo de la punta del pilote, en la
que el incremento de esfuerzos debido a la carga aplicada a la fundación deje de causar un efecto adverso en
el desarrollo de la estructura.

545
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Según Simons et al (2002), para una fundación de ancho B la profundidad del sondeo a considerarse es de
aproximadamente 1,5 a 2,0 de B, puesto que se asume que el incremento de esfuerzos debajo este nivel no
causa un efecto adverso en la estructura. Algunas autoridades consideran que el incremento de esfuerzos
igual al 10 % de la carga aplicada a la fundación es un límite aceptable. Debe notarse, que para fundaciones
cuadradas y circulares el incremento de esfuerzos verticales debajo de la carga aplicada es aproximadamente
igual al 15% de la carga a una profundidad de 1,5 B y cerca al 10% de la carga para una profundidad de 2,0 B.
Para una fundación infinitamente larga estos valores corresponden a 40 y 30% respectivamente y en tales
casos resulta prudente investigar el terreno hasta una profundidad debajo del nivel de fundación de más de
2,0 B, para trabajar de este modo en el lado seguro.
La figura 8.2 presenta las sugerencias dadas por Simons et al (2002) para adoptar el valor de la
profundidad de sondeo. Este valor depende de las condiciones que presenta la fundación.

(a)

(b)

(c)
Figura 8.2. Profundidad de investigación de acuerdo al tipo de fundación (a) Zapata aislada o losa de fundación (b)
Zapatas poco espaciadas (c) Pilotes (Simons et al, 2002)

546
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Para determinar la profundidad mínima de sondeo pueden también aplicarse las reglas establecidas por
la ASCE (American Society of Civil Engineers, 1972).
Según estas reglas, se determina primero la variación del incremento de esfuerzos verticales ∆ con la
profundidad. A continuación se determina la profundidad para la que el incremento de esfuerzos ∆ es igual
al 10% de la carga neta aplicada al nivel de fundación.
Luego se determina la profundidad para la cual el incremento de esfuerzos es igual al 5% del esfuerzo
efectivo vertical para dicha profundidad ∆ ⁄ = 0,05.
Finalmente, la profundidad de sondeo es igual a la menor de las dos profundidades calculadas.
A partir de las reglas de la ASCE, Sowers y Sowers (1970) determinaron la profundidad de sondeo para
un edificio de 30,5 m de ancho. La Tabla 8.3 presenta estas profundidades para distintos números de pisos.

Tabla 8.3. Profundidad de sondeo de acuerdo al número de pisos para un edificio de 30,5 metros de ancho (Sowers y
Sowers, 1972).
Número de pisos Profundidad de sondeo
(m)
1 3,5
2 6,0
3 10,0
4 16,0
5 24,0

Para hospitales y edificios de oficinas, la profundidad de perforación está dada por la siguiente expresión:
,
=3 (Para edificios ligeros de acero o edificios angostos de concreto)
,
=6 (Para edificios ligeros de acero o edificios angostos de concreto)
Donde:
= Profundidad de fundación.
= Número de pisos.
El espaciamiento entre sondeos puede ser incrementado o disminuido dependiendo de las condiciones
del subsuelo. Los distintos valores del espaciamiento de acuerdo al tipo de estructura que va a ser
construida, son presentados en la tabla 8.4.

Tabla 8.4. Espaciamiento aproximado de los sondeos (ASCE, 1972).


Tipo de proyecto Espaciamiento
(m)
Edificio de varios pisos 10 – 30
Plantas industriales de un piso 20 – 60
Carreteras 250 – 500
Subdivisiones residenciales 250 – 500
Presas y diques 40 – 80

8.3 Perforaciones
La realización de perforaciones es una actividad indispensable para evaluar las condiciones del subsuelo;
constituyéndose de esta manera en una parte fundamental para la caracterización del sitio.
Las perforaciones son por lo general la parte más costosa de la exploración, debido a que implican la
movilización tanto de equipo como de recursos humanos.

547
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Los sondeos de exploración son el resultado de la perforación de una serie de sondeos verticales en el
terreno. Estos son realizados a través de taladros manuales que pueden ser de dos tipos: cavapostes y
taladros helicoidales, Fig. 8.3. La principal ventaja de los taladros manuales en relación con los otros equipos
es su bajo costo y su fácil transporte, debiendo sólo ser utilizados para realizar perforaciones menores a 4
metros.

(a) (b)
Figura 8.3. Herramientas de mano (a) Cavapostes (b) Taladro helicoidal manual (Das, 2001).

Para la realización de perforaciones más profundas, es necesario adaptar los taladros a equipos en los
cuales se pueda disponer de energía eléctrica, de esta manera el taladro helicoidal puede ser adaptado a un
pequeño equipo rodante, Fig. 8.4(a), o a un camión como el mostrado en la figura 8.4 (b).
El taladro adaptado a un camión se denomina taladro de perforación continua, en el cual la energía
utilizada proviene de las torres de perforación montadas en el camión realizándose fácilmente perforaciones
de hasta 70 m de profundidad. Este tipo de taladros pueden ser de sección transversal, hueca o sólida,
teniendo cada barra conectada al taladro una longitud de 1 a 2m. La profundidad de perforación requerida es
alcanzada añadiendo el número necesario de barras para alcanzar tal profundidad.
Los sondeos pueden ser realizados mediante barras de perforación o mediante encamisados o tuberías
de revestimientos. Ambos tipos son empalmados al mismo tiempo, y van siendo introducidos, empujados
hidráulicamente o van perforando a medida que el proceso de perforación avanza en el terreno. Los tamaños
de las barras son estándares y se hallan designados por letras dobles tales como: EW, AW, etc.
Los estándares son tales que las barras se ensamblan de tal modo que una barra de cierto tamaño
encajará en la próxima barra más grande. Por otro lado, si la longitud de una barra no puede avanzar más
allá de una cierta profundidad y si la profundidad de perforación no ha sido aun alcanzada, el siguiente
tamaño más pequeño puede ser ensamblado en la barra anterior y de este modo puede realizarse una
disminución contínua de diámetro.
La diferencia principal entre las barras de perforación y las tuberías de revestimiento radica en el espesor
de la pared, el tipo de rosca y el diseño de junta.
Las barras de perforación son las más fuertes de entre los dos tipos y por esta razón son usadas en
condiciones bajo las cuales se espera que se presenten esfuerzos altos durante la instalación. En general, las
barras de perforación pueden ser introducidas o empujadas hidráulicamente en el terreno, mientras que las
tuberías de revestimiento, que a diferencia de las primeras, no son rugosas, son empujadas hidráulicamente
o introducidas mediante rotación.

548
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

(a) (b)
Figura 8.4 (a) Taladro helicoidal adaptado a un equipo rodante (b) Taladro de perforación continúa.

Tanto las barras de perforación como las tuberías de revestimiento son fabricadas de acuerdo a tamaños
estándares. Los tamaños característicos de estos dos tipos son presentados en la tabla 8.5.

Tabla 8.5. (a) Tamaños estandarizados de barras de perforación (Catálogo Bradley Manufacturing).
Tamaño Diámetro externo Diámetro interno Masa Diámetro interno
(mm) (mm) (kg/m3) de la unión (mm)
RW 27,8 18,2 8,5 10,3
EW 34,9 22,2 13,8 12,7
AW 44,4 30,9 19,7 15,9
BW 54,0 44,5 18,8 19,0
NW 66,7 57,2 24,2 34,9
HW 88,9 77,8 38,0 60,3

Tabla 8.5. (b) Tamaños estandarizados de encamisados (Catálogo Bradley Manufacturing).


Tamaño Diámetro externo Diámetro interno Masa
(mm) (mm) (kg/m3)
RW 36,5 30,2 8,0
EW 46,0 38,1 12,5
AW 57,1 48,4 17,0
BW 73,0 60,3 31,3
NW 88,9 76,2 38,4
HW 114,3 101,6 50,5
PW 139,7 127,0 64,3

549
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

El proceso de perforación se logra gracias a una cabeza cortadora que es instalada en la punta del taladro,
que junto con la hélice del taladro llevan el suelo excavado desde el fondo del agujero a la superficie. A través
de este mecanismo, el perforista puede detectar cambios en el tipo de suelo de acuerdo a las variaciones en la
velocidad y sonido del taladro.
La principal ventaja de los taladros de sección hueca frente a los taladros de sección sólida es que los
primeros permiten, una vez alcanzada la profundidad deseada, la toma de muestras sin necesidad de retirar
el taladro. Esto se consigue gracias al obturador o tapón removible que se halla unido al fondo del taladro,
Fig. 8.5.

Figura 8.5. Diagrama esquemático de un perforador de tubo hueco con obturador removible (Das, 2001)

Existen otros tres tipos de perforación, cuya aplicación es definida en función al tipo de suelo que se
presenta durante la exploración. Estos son: el sondeo de lavado, la perforación rotatoria y el sondeo por
percusión.

El sondeo de lavado
Tiene como principal característica el uso de un encamisado o ademe de 2 a 3,5 metros de longitud. El
encamisado o tubería de revestimiento es simplemente una tubería que se hinca en el terreno con el objeto
de evitar que las paredes del agujero se desmoronen una vez realizada la perforación.
Una vez que se ha hincado el encamisado se procede a realizar la perforación en el interior de este
mediante el uso de un taladro que se halla unido a un vástago. El agua es introducida en el agujero a través
del vástago, saliendo a muy alta velocidad por el fondo de este, Fig. 8.6. En este tipo de sondeo tanto el agua
como las partículas de suelo ascienden a través del agujero y fluyen en la parte superior del encamisado por
medio de una conexión en T. En caso de ser necesario, pueden adicionarse tubos de encamisado.
El sondeo de lavado es muy útil cuando se presentan arenas sueltas o gravas que se encuentran por
debajo del nivel freático, o también cuando la exploración va a ser realizada en arcillas o limos débiles que se
hallan en condición saturada.

La perforación rotatoria
Se realiza a través de trépanos rotatorios unidos a varas perforadoras que se encargan de desmenuzar el
suelo a medida que ingresa el taladro. El agua o lodo de perforación es inyectado de la misma manera que en

550
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

el sondeo de lavado, en el que las partículas llegan a la superficie a través del flujo de retorno. Para este tipo
de perforación, el lodo utilizado es una mezcla de agua y bentonita, siendo la bentonita en particular, la que
realiza el fenómeno de encamisado.
Este tipo de perforación es utilizada en arenas o arcillas donde existe la posibilidad de que el suelo se
desmorone.

Figura 8.6. Esquema de la operación de sondeo por lavado (Bowles, 1988).

El sondeo por percusión


Es un método utilizado para realizar perforaciones en suelo duro y rocas. El proceso es realizado por medio
de un trépano pesado que sube y baja hasta cortar el suelo.

8.4 Muestreo de suelo


El principal objetivo de las perforaciones de exploración es la obtención de muestras representativas a
diferentes profundidades. Estas muestras son utilizadas para la determinación del perfil del suelo y para la
realización de ensayos de laboratorio que permitan determinar sus propiedades.
Existen dos tipos de muestras: las disturbadas o alteradas y las no disturbadas o inalteradas.
Las muestras disturbadas son aquellas que no han conservado la estructura que presentaba el suelo in
situ. Estas son apropiadas para la realización de ensayos de clasificación (i.e. granulometría, límites de
consistencia) y compactación.
Las muestras no disturbadas son aquellas que luego de haber sido obtenidas, mantienen intacta la
estructura y los esfuerzos que presenta el suelo in situ. Este tipo de muestra es apropiado para la realización
de ensayos de consolidación y ensayos de resistencia al corte.
La obtención de muestras no disturbadas, es por lo general muy dificultosa debido a la influencia de los
siguientes factores:
 Corte y compresión del suelo durante el proceso de inserción del muestreador.
 Liberación de los esfuerzos in situ de la muestra.

551
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

 Posible pérdida de humedad.


 Vibración de la muestra durante la obtención y el transporte.
Alteraciones adicionales pueden ocurrir en el laboratorio al momento en que la muestra es removida del
contenedor. Debido a esto, se prefiere usar por lo general el término de “muestras relativamente no
disturbadas” para referirse a las muestras no disturbadas.
Generalmente, no es posible obtener muestras no disturbadas de suelos granulares (sobre todo de arena
limpia) debido a que estos son muy propensos a la disturbación durante el muestreo. Finalmente, se han
desarrollado algunas técnicas para la obtención de muestras no disturbadas en suelos cohesivos. Estas
técnicas se desarrollan a continuación.

Tubo de pared delgada o tubo Shelby


Es una de las herramientas más comunes utilizadas para el muestreo. Se utiliza para la obtención de
muestras de suelos arcillosos inalterados. Estos tubos están hechos de acero, siendo los más comunes de
50.8 mm o 76.2 mm de diámetro exterior, Fig. 8.7. Constan de un fondo afilado, estando por lo general su
parte superior conectada a una barra perforadora.
La obtención de muestras en el terreno se realiza hincando la barra perforadora juntamente con el tubo.

Muestreador de pistón
Este tipo de muestreador se utiliza cuando las muestras de suelo son muy blandas o cuando se requiere una
muestra de diámetro mayor al del tubo Shelby disponible.
El muestreador consiste de un tubo de pared delgada con un pistón en su parte inferior, Fig. 8.8 (a). Este
tubo es conectado a la barra perforadora, y luego es hincado hidráulicamente en el terreno. La presión
producida es eliminada a través del agujero que se encuentra en la barra del pistón, Fig. 8.8 (b).
El grado de alteración obtenido con este muestreador es menor al obtenido con el tubo Shelby debido a
que la presencia del pistón impide que el suelo se aplaste muy rápidamente.

Figura 8.7. Tubo de pared delgada (Das, 2001).

En las figuras 8.7 y 8.8 se observan tipos de muestreadores utilizados para la obtención de muestras de
suelos cohesivos. Por otro lado, la obtención de muestras inalteradas en suelos granulares es prácticamente
imposible debido a las características particulares de este tipo de suelos. Sin embargo, en la práctica, suele
ser necesaria la determinación de los parámetros de resistencia o permeabilidad de suelos granulares,
requiriéndose para este fin muestras inalteradas del suelo.

552
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Figura 8.8. Muestreador de pistón (Das, 2001).

Con objeto de salvar estas dificultades, se han desarrollado una serie de métodos in situ que permiten a
través de correlaciones, la determinación de aquellas propiedades que requieren de muestras inalteradas.
El ensayo de penetración estándar (Standard Penetration Test: SPT) es uno de estos métodos. Este
permite la obtención de muestras disturbadas del suelo a través de una cuchara especial.
Esta cuchara se denominada cuchara bipartita. Consta de un tubo de acero dividido longitudinalmente en
dos partes. Por otro lado, en la parte superior existe un acople que debe ser unido a la barra de perforación.
El esquema y las dimensiones de la cuchara son observados en la figura 8.9.

Figura 8.9. Cuchara bipartita.

553
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

El procedimiento de muestreo se realiza hincando la cuchara en el suelo. El hincado se ejecuta a través de


un martillo de peso estándar que se encuentra en la parte superior de la barra de perforación. Una vez que la
cuchara ha alcanzado la profundidad deseada, se procede a retirar la cuchara junto con el acople. La muestra
de suelo obtenida es colocada en una botella de vidrio para luego ser transportada al laboratorio.
El grado de alteración o disturbación de una muestra es determinado mediante la siguiente expresión:

(%) = × 100 (Ec. 8.1)

Donde:
= Relación de áreas.
= Diámetro externo del tubo muestreador.
= Diámetro interno del tubo muestreador.
Cuando la relación de áreas (%) obtenida a partir de la ecuación (8.1) es menor o igual a 10% se
considera que la muestra es inalterada. Los valores de los grados de alteración para los tipos de
muestreadores más utilizados son presentados en la tabla 8.6.

Tabla 8.6. Grado de disturbación de los muestreadotes tipo.


Tipo de muestreador Grado de disturbación
Cuchara bipartita 110%
Tubo Shelby 13,8%

8.5 Ensayo de penetración estándar (Standard


Penetration Test: SPT)
El ensayo de penetración estándar, desarrollado alrededor de 1927, es uno de los métodos más populares y
económicos para la exploración del subsuelo. Sin embargo, este método está plagado de muchos problemas
que afectan su exactitud, motivo por el cual, está siendo reemplazado poco a poco por otros métodos.
El procedimiento de este método está estandarizado por la ASTM D-1586 y consta de los siguientes
pasos:
1. Perforar un orificio de 60 a 200 mm. (2,5 a 8”) hasta la profundidad del primer ensayo.
2. Insertar el muestreador del SPT (cuchara bipartita), Fig.8.9, en la perforación. Esta cuchara se halla
conectada mediante barras al martillo de 63.5 kg.
3. Elevar el martillo 760 mm y dejarlo caer. El martillo puede ser elevado manualmente a través de una
cuerda unida a un sistema de poleas o mediante un mecanismo automático. Por medio de este
procedimiento el muestreador es hincado en el fondo de la perforación.
4. Repetir el procedimiento anterior hasta que la cuchara penetre 450 mm. Registrar el número de
golpes necesario para penetrar cada intervalo de 150 mm. Si se requiere más de 50 golpes para
penetrar cualquiera de los intervalos de 150 mm o si luego de 10 golpes no se registra avance,
entonces detener el ensayo y registrar como rechazo.
5. Determinar el número de golpes N necesarios para penetrar los últimos 300 mm. El número de
golpes necesario para penetrar los primeros 150 mm no es tomado en cuenta debido a que para este
intervalo se puede encontrar aún en el fondo del agujero restos del proceso de perforación y suelo
suelto proveniente del derrumbe de las paredes.

554
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

6. Retirar la cuchara del agujero, para luego remover y almacenar la muestra de suelo obtenida.
7. Perforar nuevamente hasta alcanzar la profundidad del segundo ensayo y repetir el procedimiento.
La principal desventaja que presenta este método es que el valor de N no es repetitivo, es decir, que bajo
las mismas condiciones de suelo se obtienen valores distintos del número de golpes.
La variabilidad del número de golpes N, se debe fundamentalmente a los siguientes factores:
 Método de perforación.
 Cuán bien se limpia el fondo de la perforación antes del ensayo.
 Presencia o ausencia del lodo de perforación (bentonita).
 Diámetro de la perforación.
 Localización del martillo.
 Depende de si el martillo tiene un ascenso manual o mecánico.
 Altura de caída del martillo. Cuando el ascenso es de tipo manual, la altura va variando como
consecuencia del cansancio físico que experimenta la persona que eleva el martillo; el ascenso
manual tiene un error de por lo menos 25%.
 Fricción de las barras y cables.
 Alineación de las barras durante la perforación.
 Velocidad de aplicación de los golpes.
El método presenta tres ventajas fundamentales que son:
 La posibilidad de clasificación del suelo a partir de la muestra obtenida.
 La rapidez y economía del ensayo.
 Las torres de perforación utilizadas están equipadas para realizar este ensayo, de tal manera que
no se requiere de equipo especializado como en otros métodos. Los datos obtenidos a partir de
este ensayo son:
 Número de golpes N.
 Muestra disturbada para ensayos de laboratorio.

8.5.1 Factores que afectan el número de golpes N


Las correlaciones existentes entre valores de N obtenidos a partir del SPT y las propiedades de suelos o rocas
débiles, son totalmente empíricas, y se basan en los datos de información internacional recopilada a través
del tiempo. El SPT no es un ensayo que se halla completamente estandarizado, por tanto, en ciertos casos no
produce resultados muy aproximados.
Debido a estas razones, es necesario tener conocimiento a cerca de los factores más importantes que
afectan el ensayo. Estos son:

 Variaciones en el equipo de ensayo.


 La alteración creada en el sondeo debido a la perforación.
 El suelo que se encuentra al interior del sondeo.

El factor más importante de los tres anteriores es el ocasionado por las variaciones en el equipo de
ensayo.
Los componentes principales de este equipo son: el muestreador o cuchara bipartita, las barras y el
martillo.

555
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

En la cuchara bipartita, por lo general, no se observan grandes variaciones, salvo que en los últimos
tiempos se ha ido cambiando el modelo británico original de la cuchara, por uno que incluye una válvula, o
por el modelo americano que contiene un revestimiento que facilita el almacenamiento de la muestra
obtenida. En el último caso, la ausencia del revestimiento en la cuchara ocasiona una disminución del
número de golpes N.
Por otro lado las características de las barras y el martillo afectan la penetración, ya que para un suelo
dado, N es inversamente proporcional a la energía transmitida a la cuchara (Palmer & Stuart, 1957;
Schmertmann & Palacios, 1979).
Así, para dos sistemas diferentes de barras/martillo, la relación entre energías y golpes de ambos
sistemas es:

= → = × (Ec. 8.2)

Donde:
, = Número de golpes para el primer y segundo sistema de barras/martillo, respectivamente.
, = Energía transmitida a la cuchara para el primer y segundo sistema de barras/martillo,
respectivamente.

Finalmente, el factor que tiene más influencia sobre el valor de N, es el debido a la fracción de energía
transmitida desde el sistema de yunque y martillo a la punta del tubo de muestreo a través de las barras, sin
dejar de lado la interacción que existe entre el suelo y el tubo extractor. Esta energía se denomina energía
transferida .
La energía transferida, es una fracción de la energía estipulada . La energía estipulada teórica es
la energía debida a la interacción yunque-martillo, es decir, es la energía producida por la caída libre del
martillo de 63,5 kg a lo largo de una altura de 760 mm. se halla expresada por la siguiente ecuación:

= ×ℎ (Ec. 8.3)

Donde:
= Peso del martillo (622,7 N)
ℎ = Altura de caída del martillo (0,76m)

Luego, a partir de la ecuación (8.3), la energía estipulada es igual a 473,3 J


Posteriormente, Kovacs & Salomone (1982), por medio de la realización de medidas de la magnitud de la
energía transferida, encontraron que la energía transferida al tubo muestreador , oscila en el rango
aproximado de 30 a 80%. Este puede ser el resultado de una de las siguientes causas:

 Energía inicial absorbida por las barras, y el peso del sistema yunque-martillo.
 Energía gastada debido al calor y al ruido producido debido a los impactos.
 Energía gastada debido a la flexión de las barras.
 Energía perdida como consecuencia de que el martillo en ocasiones, no es levantado
completamente hasta los 760 mm.
 Energía perdida debido a la fricción entre los distintos componentes del martillo.

Entonces, la energía transferida está expresada mediante la siguiente expresión:

= × 100 (Ec. 8.4)

556
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Debido a la gran dispersión que existe entre los valores de y N, cuando sería razonable esperar un
único valor de N para una cierta profundidad, es que distintos autores sugirieron que sea referenciado a
un valor de energía estándar . El criterio de tales autores es resumido en la tabla 8.7.

Tabla 8.7. Valores sugeridos de Etb (Bowles, 1988).


Criterio
50 a 55 (usar 55) Schmertmann (en Robertson et al. (1983)
60 Seed et al. (1985); Skempton (1986)
70 a 80 (usar 70) Riggs (1986)

Luego, Robertson (1983) determinó que el nivel de energía de 60 a 70% representa un promedio
histórico y razonable para muchas correlaciones obtenidas a partir de ensayos SPT: De este modo, toda
medida de N debe ser convertida a una energía de 60% o de 70%, que es simbolizada de aquí en adelante con
y respectivamente.
Cuando se tiene un sistema de medida de energía instalado en el equipo SPT, es posible obtener los
valores de y por medio de relaciones propuestas por Robertson. Sin embargo, los sistemas de
medición de energía tienen un costo bastante elevado. Debido a esta razón, se ha desarrollado un método
empírico para estimar el valor de y de acuerdo a las características del equipo, tipo de martillo,
diámetro del hoyo de perforación y longitud de las barras. A pesar de que este método es aproximado
permite obtener una buena estimación de y .

8.5.2 Método empírico para estimar el valor de N60 y N70


Las correlaciones dadas por este método consideran que el valor de N debe ser corregido por factores que
toman en cuenta: el tipo de martillo usado, la profundidad del pozo de exploración, el diámetro del pozo de
sondeo y la energía total. La energía total es igual a la suma de la energía necesaria para elevar el martillo y la
energía consumida debido a la resistencia del suelo.
La proporción de energía estándar adoptada varía según el país en que se trabaje. No obstante, la forma
de transferir un valor dado de energía a otro valor de energía, es expresada por la ecuación (8.2).

= ×

Por ejemplo, la proporción de energía estándar adoptada en EEUU es del 70% y en Europa este valor es
del 60%. A partir de la ecuación (8.2), se puede transformar el valor de a de la siguiente manera:
70
= ×
60
Luego el valor de es determinado a través del presente método mediante la siguiente ecuación:

= (Ec. 8.5)

Los valores de a a ser utilizados se encuentran en la tabla 8.8.


La figura 8.10 presenta las secciones del martillo tipo Donut y tipo Safety.
Adicionalmente los valores de y deben ser corregidos por presión efectiva cuando existe la
presencia de estratos de arenas o limos, debido a que en este tipo de suelos la resistencia depende de
muchos factores.

557
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

En arenas y limos, el ángulo de fricción efectivo es una función del nivel de esfuerzos, la distribución del
tamaño de grano, la angularidad, el índice de vacíos que es normalmente expresado en función de la
densidad relativa y en algunos casos se halla relacionado también al modo de falla.

Tabla 8.8. Factores para la ecuación (8.5). Datos resumidos de Riggs (1986), Schmertmann (1978) y Seed et al (1985)
Martillo para Observaciones
Promedio de Energía transferida,
Donut Safety
País R–P Automático R–P Automático
R–P = Sistema de cuerdas y poleas
EEUU 45 - 70 – 80 80 – 100
= /
Japón 67 78 - -
= Porcentaje de energía
Inglaterra - - 50 60
transferida estandarizado
China 50 60 - -
Corrección por longitud de barras,
Longitud > 10 m = 1,00 N es muy alto para L < 10 m
6 – 10 = 0,95
4–6 = 0,85
2–4 = 0,75
Corrección por muestreador,
Sin guía = 1,00 N es muy alto con guía
Con guía: Arena densa, arcilla = 0,80
Arena suelta = 0,90
Corrección por diámetro del sondeo,
Diámetro del sondeo*: 60 – 120 mm = 1,00 N es muy pequeño cuando el
150 mm = 1,05 sondeo es de gran tamaño
200 mm = 1,15
* = 1,00. Para todos los diámetros cuando se trabaja con taladros de sección hueca.

(a) (b)
Figura 8.10. Secciones de los martillos americanos usados en SPT (a) Martillo tipo seguridad (b) Martillo tipo rosquilla.

Por otro lado, el incremento de la resistencia en suelos granulares es el resultado de la trabazón entre
partículas, de la cementación de las mismas o puede ser una combinación de ambas, por tanto, el proceso de
penetración en el suelo origina un cambio en los esfuerzos totales. Esos cambios de esfuerzos son
compensados parcialmente por consiguientes cambios en la presión de poros.

558
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Luego, debido a que solo una medida (i.e. número de golpes N) es obtenida a partir de la realización del
ensayo, cualquier método de interpretación debe hacer la suposición de que N no es afectado por las demás
condiciones del suelo, suposición que se halla totalmente alejada de la realidad.
Tomando en cuenta esta situación, Meyerhof (1957) afirmó que para arenas cuarzosas normalmente
consolidadas medianamente gruesas:

 El incremento de la resistencia a la penetración con relación a la profundidad es


aproximadamente lineal. La relación del incremento de la resistencia respecto a los esfuerzos
efectivos determinados a una densidad constante, es también lineal.
 Para esfuerzos efectivos verticales constantes, el incremento de N es aproximadamente igual al
cuadrado de la densidad relativa.
 Para una densidad relativa y un valor de esfuerzos efectivos verticales dados, N es más grande
para suelos gruesos.

Luego, el efecto de la presión de sobrecarga puede ser liberado si se asume que la arena es normalmente
consolidada. Esto se consigue normalizando la resistencia a la penetración a un valor equivalente a una
presión de sobrecarga efectiva de 100 kPa (1 kg/cm2), usando un factor de corrección de profundidad .
Entonces, el número de golpes corregido por presión efectiva se denota por y es hallado mediante la
siguiente ecuación:

= . (Ec. 8.6)

Donde:
= Valor de N corregido para un valor estándar de igual a 100 kN/m (1US ton/pie )
= Factor de corrección.
=( − ) = Esfuerzo efectivo obtenido en la profundidad donde se calcula .

El valor de puede ser obtenido por medio de las ecuaciones presentadas en la tabla 8.9. Esta Tabla
presenta las relaciones más comunes para la obtención de . Una comparación de vs. a partir de las
relaciones citadas es mostrada en la figura 8.11.

8.5.3 Correlaciones a partir de ensayos SPT


El SPT es utilizado para la determinación por medio de correlaciones del peso unitario , la densidad relativa
, el ángulo de fricción interna y la resistencia al corte no drenado . También ha sido utilizado para
estimar la capacidad de apoyo de fundaciones y el módulo esfuerzo-deformación E. El ángulo de fricción del
suelo puede ser estimado a partir del valor de mediante las siguientes ecuaciones.

= 18 + 15 Para vías y puentes, Shioi & Fukui (1982), (Ec. 8.7)

= 0,36 × + 27 Para edificaciones, Shioi & Fukui (1982), (Ec. 8.8)

= 0,45 × + 20 Para situaciones generales, Shioi & Fukui (1982), (Ec. 8.9)

559
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Tabla 8.9. Relaciones empíricas para (Das, 2001).


Fuente

Liao y Whitman (1986) 1/


2
Skempton (1986)
1+
Seed et al. (1975) 1 − 1,25 log( / ), donde: = 1 US ton/pie

Peck et al. (1974) 0,77 log(20/ ), donde: > 0,25 US ton/pie

Figura 8.11. Gráficas comparativas de vs. (Das, 2001).

El valor del ángulo de fricción puede también ser estimado a partir del valor de y el valor del
esfuerzo vertical efectivo , con ayuda de la figura 8.12.
Para estimar el valor de la cohesión no drenada , Bowles (1996) presenta las siguientes ecuaciones:

= (Ec. 8.10)

Para k que varía de 3,5 a 6,5


,
= 0,29 (Ec. 8.11)

Los valores finales a adoptarse para estos parámetros pueden ser los promedios de los valores hallados
con las ecuaciones anteriores.

560
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Para estimar el valor de la densidad relativa en suelos granulares , Terzaghi & Peck (1948) sugieren
que ésta está en función de la clasificación del suelo y del valor de . La tabla 8.10 presenta la citada
relación.

Tabla 8.10. Correlación entre el parámetro y la densidad relativa .


Clasificación Densidad relativa, (%)
Muy suelto 0a3 0 a 15
Suelto 3a8 15 a 35
Medio 8 a 25 35 a 65
Denso 25 a 42 65 a 85
Muy denso 42 a 58 85 a 100

Figura 8.12. Correlación entre , y para suelos granulares, según Schmertmann (1975) (Das, 2001).

Por otra parte Kullhawy y Mayne (1990) proponen la siguiente ecuación:

(%) = × 100 (Ec. 8.12)

= 60 + 25 log (Ec. 8.13)

= 1,2 + 0,05 log 100 (Ec. 8.14)

,
= (Ec. 8.15)

Donde:
= Tamaño de partículas para el que se tiene un 50% de suelo más fino.
= Razón de sobreconsolidación.

561
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

= Edad del suelo relacionada a años de deposición.

La razón de sobreconsolidación OCR, es estimada mediante la ecuación propuesta por Mayne y Meyer
(1988):
,
= 0,193 (Ec. 8.16)

El módulo de deformación E, es determinado a partir de mediante las ecuaciones de la tabla 8.11.

Tabla 8.11. Módulo de deformación para suelos granulares.


Tipo de suelo E

= 2750

= 500( + 15)

Arena (normalmente consolidada) = 700

= 600

= 18500 ln( )

Arena (saturada) = 250( + 15)

Arena (sobreconsolidada) = 40000 + 1050

Arena gravosa = 1200( + 6)

= 600( + 6) + 2000

Arena arcillosa = 320( + 15)

Limos, limo arenoso o limos arcillosos = 300 +6

8.5.4 Capacidad de apoyo en arenas a partir de ensayos SPT


El SPT ha sido ampliamente utilizado para determinar directamente la capacidad de apoyo en arenas. La
primera relación fue publicada por Terzaghi y Peck (1967); y luego de una serie de observaciones realizadas
en campo, se pudo ver que esta relación es demasiado conservadora.
Así mismo, Meyerhof (1956, 1974) publicó ecuaciones que estiman la capacidad de carga neta admisible
del suelo para un asentamiento tolerable de 25,4 mm. Estas relaciones podrían ser utilizadas para producir
curvas similares a las de Terzaghi y Peck (1967), por tanto, resultan ser del mismo modo relaciones bastante
conservadoras. Las ecuaciones propuestas por Meyerhof son las siguientes:

( ) = −

( )[ / ] = 11,98 Para ( ≤ 1,22 ), (Ec. 8,17)


3,28 + 1
( )[ / ] = 7,99 Para ( > 1,22 ), (Ec. 8,18)
3,28
Nota.- El valor de debe ser determinado a una profundidad de 2B a 3B medida a partir del fondo de la
fundación.
Posteriormente, Meyerhof notó que las ecuaciones (8.17) y (8.18) proveen resultados bastante
conservadores, debido a que en éstas, el ancho de la zapata B es un parámetro muy importante, ya que si la

562
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

profundidad de influencia es del orden de 2B, un ancho mayor de zapata afectaría entonces al suelo hasta una
mayor profundidad produciéndose por tanto asentamientos más grandes. Por esta razón, Meyerhof (1965)
sugirió incrementar la carga neta admisible en un 50%. Bowles (1977) siguiendo la sugerencia de Meyerhof
propuso las ecuaciones modificadas a partir de la forma básica de Meyerhof.

( )[ / ] = 19,16 Para ( ≤ 1,22 ), (Ec. 8,19)

3,28 + 1
( )[ / ] = 11,98 Para ( > 1,22 ), (Ec. 8,20)
3,28
Donde:
= Asentamiento tolerable (mm).
= 25,4 (mm).
= Factor de profundidad sugerido por Meyerhof (1965).

= 1 + 0,33 ≤ 1,33

La figura 8.13 presenta la variación de ( ) /( ) con B y . Esta gráfica está desarrollada en


unidades inglesas.

Figura 8.13. Gráfica de ( ) /( ) vs.B. Ecuaciones (8.19) y (8.20) (Das, 2001).

563
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Ejemplo 8.1

Se ha realizado un ensayo SPT con un equipo construido en EEUU que tiene un martillo tipo rosquilla y es
jalado por cuerdas, la tabla 8.12 muestra los resultados del mismo. La perforación tenia un diámetro de 10
cm y la cuchara se utilizo sin ningún revestimiento. El suelo encontrado fue arena.
Se pide determinar la máxima capacidad admisible de apoyo de una fundación continua de 5 m de ancho
a 2 m de profundidad para un asentamiento tolerable de 25 mm. Considerar que el peso unitario de la arena
es de 20 / y que el nivel de agua en el sondeo permaneció en el nivel del terreno natural.

Tabla 8.12. Datos del ensayo de penetración estándar para el ejemplo 8.1.
Profundidad, m Número de golpes
1,5 5
3,0 7
4,5 9
6,0 10
7,5 12
9,0 15
10,5 18
12,0 20
13,5 25
15,0 35

Solución:

La capacidad de carga neta admisible para este caso es:


3,28 + 1
( ) = 11,98
3,28
Donde:
2
= 1 + 0,33 = 1 + (0,33) = 1,13
5
La profundidad de influencia es de 2B a partir del pie de la fundación, por ello solo tomaremos los valores
del numero de golpes hasta los 12 m, Fig. 7.14.

Figura 8.14. Esquema de la profundidad del ensayo.

564
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Paso 1. Calculamos , para lo cual, =

Tabla 8.13. Planilla de cálculo de corrección para el ensayo STP.


Prof. Nº golpes
3,0 7 0,64 0,75 1,00 1,00 30,6 1,77 5,95
4,5 9 0,64 0,85 1,00 1,00 45,9 1,44 7,05
6,0 10 0,64 0,95 1,00 1,00 61,2 1,25 7,60
7,5 12 0,64 0,95 1,00 1,00 76,5 1,12 8,17
9,0 15 0,64 0,95 1,00 1,00 91,8 1,02 9,30
10,5 18 0,64 1,00 1,00 1,00 107,1 0,89 10,25
12,0 20 0,64 1,00 1,00 1,00 122,4 0,88 11,26
45
= = 0,64
70
Luego:
5,95 + 7,05 + 7,6 + 8,17 + 9,3 + 10,25 + 11,26
= = 8,51
7
Paso 2. La capacidad de carga neta admisible será:
3,28(5) + 1 25
( ) = 11,98(8,51) × 1,13 = 127,64
3,28(5) 25,4
Paso 3. Finalmente la máxima capacidad admisible de apoyo es:

= ( ) + = 127,64 + 20(2)

8.6 Ensayo de carga de placa (Plate loading Test)


Tradicionalmente, este ensayo ha sido llevado a cabo para determinar la resistencia y compresibilidad de
suelos en los que resulta difícil el proceso de muestrear y ensayar de una manera representativa. Estos
suelos comprenden esencialmente a los suelos granulares y rocas fracturadas.
Por ejemplo, en arcillas fisuradas los ensayos de esfuerzo-deformación llevados a cabo en laboratorio
proporcionan parámetros de rigidez bastante aproximados a los que se presentan en realidad, debido a que
la rigidez de las fisuras de arcilla en la muestra obtenida es muy próxima a la rigidez de las fisuras de la masa
total de arcilla.
Sin embargo, cuando se trata de rocas, la presencia de discontinuidades reduce significantemente la
rigidez de la masa de roca. Por tanto, cuando se ensaya un bloque intacto de roca este puede tener una
rigidez muy superior respecto a la de la masa total de roca, dependiendo de la frecuencia y orientación de las
discontinuidades, obteniéndose de esta manera a través de los ensayos de laboratorio resultados bastante
alejados de la realidad.
Debido a las razones expuestas anteriormente, el ensayo de carga de placa es muy útil sobre todo cuando
se pretende evaluar los parámetros de compresibilidad en rocas débiles y en suelos tales como arenas,
gravas y material de relleno.
Aunque la realización de este ensayo implica un costo elevado, la principal ventaja de este es el gran
grado de similitud que se puede lograr entre el ensayo y el prototipo, siendo su principal desventaja la

565
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

interpretación de los resultados, la cual es bastante complicada debido a las condiciones de rigidez y
geometría de la placa que ocasionan que se produzcan diferentes trayectorias de esfuerzos bajo la placa.
El procedimiento de este ensayo se halla estandarizado según norma ASTM D1194-94. El equipo a
utilizarse para este ensayo es mostrado en la figura 8.15. Este ensayo puede ser realizado en sondeos
superficiales o en perforaciones.
Por lo general, el sondeo debe tener un diámetro igual a 4B (B es el diámetro de la placa de prueba) y
debe ser realizado a una profundidad de Df (Df es la profundidad de fundación del cimiento propuesto).
Para el ensayo se requiere una placa circular, Fig. 8.15, pudiendo ser también cuadrada o rectangular, en
la que se aplica la carga para luego registrar las deformaciones que se producen en el suelo. Las placas
usadas son de acero de 1 pulgada (25 mm) de espesor y de 6 a 30 pulgadas de diámetro (150 a 762 mm).
Pueden usarse también placas cuadradas de 12  12 pulgadas (305  305 mm).

Figura 8.15. Equipo utilizado en el ensayo de carga de placa (Das, 2001).

La superficie de suelo o roca que va a ser ensayada debe ser cuidadosamente limpiada removiendo el
material suelto existente producto de la realización del sondeo o perforación. La operación de limpieza es
muy importante debido a que estos residuos de material suelto pueden ocasionar errores en la
determinación del módulo de elasticidad E.
Luego se añade arena con el objeto de nivelar la superficie de ensayo. Finalmente, se coloca la placa en el
centro del sondeo y se aplica la carga a través de un gato hidráulico. Sobre el gato hidráulico puede colocarse
una viga de reacción unida mediante anclajes a pilotes. El objetivo de esta viga es absorber la reacción del
gato.
La carga puede ser aplicada de dos maneras o razones diferentes que son:
Razón constante de penetración. La carga es aplicada de una manera controlada, de tal modo que la razón
seleccionada de penetración sea uniforme y continua. Por lo general, la razón es elegida de tal modo que se
pueda obtener el comportamiento del asentamiento inmediato o no drenado. Esta razón suele ser de 2,5 mm
por minuto.

566
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Carga incremental mantenida. La carga es aplicada a la placa en incrementos sucesivos de


aproximadamente un quinto de la carga total de diseño, existiendo un cierto intervalo de tiempo hasta la
aplicación del siguiente incremento.
Burland & Lord (1970) sugieren que este intervalo de tiempo debe ser elegido de acuerdo a la razón de
asentamiento, sugiriendo ellos una razón de 0,0002 mm/min. Se debe tomar en cuenta que el intervalo de
tiempo entre incrementos de carga no debe ser menor a 15 min.
Por otro lado Clayton et al (1995) recomiendan una razón de 0,004 mm/min para un intervalo de al
menos 60 min.
El asentamiento de la placa es medido mediante extensiómetros. El ensayo debe ser conducido hasta la
falla, o hasta que la placa se haya asentado 1 pulgada (25 mm).
A partir del ensayo de carga de placa, valores del módulo de deformación, E, indispensable para la
determinación del asentamiento en suelos granulares y rocas, pueden ser obtenidos por medio de las
siguientes ecuaciones:
Para suelos granulares o rocas débiles, considerando una placa rígida circular uniformemente cargada en
un sólido semi-infinito, elástico, isotrópico, en el que la rigidez no se incrementa con la profundidad, se tiene
la ecuación de Poulos & Davis (1974):
(1 − )
= (Ec. 8.21)
4
Donde:
= Esfuerzo aplicado entre la placa y el terreno.
= Diámetro de la placa.
= Coeficiente de Poisson.
= Asentamiento producido en la placa

Para suelos granulares y rocas débiles, el valor del coeficiente de Poisson está por lo general en el rango
comprendido entre 0,1 y 0,3. De este modo, el término (1 − ) tiene un efecto despreciable en el cálculo de
E. Sin embargo, cuando los ensayos de carga de placa son llevados a cabo en la zona que será esforzada a
causa del emplazamiento de la fundación propuesta, el valor de q en la ecuación (8.21) puede ser tomado
como el esfuerzo vertical que será aplicado por la fundación en el nivel en el cual se realiza el ensayo de carga
de placa, o alternativamente, puede incorporarse un margen de seguridad tomando un valor de q, 50%
mayor al esfuerzo vertical aplicado estimado.
Por otro lado, si se considera una placa circular aplicada en la superficie ( / = 0) , el módulo de
deformación es igual a la siguiente ecuación formulada por Giroud (1972):
(1 − )
= 0,85 (Ec. 8.22)

Donde:
= Asentamiento promedio que es igual al asentamiento actual, medido en un radio equivalente a
0,75 del radio.

Los valores de E obtenidos a partir de las ecuaciones anteriores, son simplemente aproximados y en
ciertos casos no producen resultados muy confiables, debido a que todos ellos consideran que la placa es
cargada sobre un suelo totalmente homogéneo, situación que se presenta muy pocas veces en la realidad. Por
otra parte, el valor de E es también influenciado por el diámetro de la placa.

567
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Finalmente, la principal desventaja para la estimación de E, es que se requiere del conocimiento del perfil
de variación del módulo E con la profundidad.
A partir del ensayo de carga de placa, pueden también ser determinados valores de resistencia al cortante
o capacidad de apoyo cuando se trabaja con suelos cohesivos. En este caso, la resistencia al cortante no
drenada para suelos cohesivos , puede ser determinada a partir del valor de la carga última de apoyo ,
por medio de la siguiente ecuación:

= (Ec. 8.23)

Donde:
= Cohesión no drenada.
= Capacidad última de carga.
= = Esfuerzo vertical a la profundidad en la cual se realiza el ensayo.
= Factor de capacidad de apoyo igual a 6,15 para área circular cargada en la superficie y 9,25 cuando
el ensayo es llevado a cabo en la base del sondeo que debe tener el mismo diámetro que la placa
utilizada.

El valor de la capacidad última de carga, , de la ecuación (8.23) puede ser determinado a través de los
resultados del ensayo de carga de placa, obteniéndose muy buenas aproximaciones. Con este afán, los
resultados de este ensayo pueden ser presentados de dos formas:
1. Por medio de una curva tiempo-asentamiento
2. Por medio de una curva carga-asentamiento, Fig.8.16.

Figura 8.16. Curva carga –asentamiento obtenida a partir del ensayo de carga de placa.

La capacidad última de carga alcanzada en la placa ( ), es determinada como el valor de carga para el
cual se produce la falla, como la máxima carga alcanzada durante la realización del ensayo, en caso de no
producirse la falla, o, en su caso como el valor de carga correspondiente a un asentamiento igual al 10% del
diámetro de la placa.
Luego, para pruebas en suelos arcillosos, la capacidad última de carga de la fundación ( ), es:

( ) = ( ) (Ec. 8.24)

Donde:

568
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

( ) = Capacidad última de carga para la fundación propuesta.


( ) = Capacidad última de carga de la placa de prueba.

Según la ecuación (8.24), se observa que la capacidad de carga última en suelos arcillosos es
independiente del tamaño de la placa de prueba.
Para suelos arenosos, la capacidad última de carga en la fundación ( ) es:

( ) = ( ) (Ec. 8.25)

Donde:
= Ancho de la fundación.
= Ancho de la placa de prueba.

Por otro lado, para estimar la capacidad de apoyo admisible en una fundación, se consideran tanto los
asentamientos como la intensidad de carga aplicada, q. Luego el asentamiento en la fundación es:
Para suelos arcillosos:

= (Ec. 8.26)

Para suelos arenosos:


2
= (Ec. 8.27)
+
Las ecuaciones anteriores se basan en el trabajo realizado por Terzaghi y Peck (1967). Posteriormente
D’Appolonia et al. (1970) realizaron una comparación entre los resultados obtenidos de pruebas en campo y
los obtenidos mediante la ecuación (8.27). Esta comparación se observa en la figura 8.17.

Figura 8.17. Comparación de los resultados de pruebas de campo con los obtenidos de la ecuación (8.27) (Según
D’Appolonia et al, 1970).

Por otro lado, Housel (1929) desarrolló otro procedimiento para la determinación de la carga admisible
de fundaciones superficiales. A través de éste, es posible encontrar las dimensiones de una fundación que
soporte una carga, Q, con un asentamiento admisible de . El procedimiento a seguir es el siguiente:

1. Realizar dos pruebas de carga de placa, con placas de diámetro y .

569
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

2. De las curvas carga-asentamiento obtenidas de las pruebas realizadas, determinar las cargas totales
sobre las placas, y , que corresponden a los valores de carga alcanzados en el ensayo de carga de
placa para el asentamiento admisible .
3. Identificadas las cargas totales y , es posible determinar los valores de m y n, por medio de las
siguientes ecuaciones:

= + (Ec. 8.28)

= + (Ec. 8.29)

Donde:
, = Áreas de las placas de las pruebas 1 y 2, respectivamente.
, = Perímetros de las placas de las pruebas 1 y 2, respectivamente.
, = Constantes correspondientes a la presión de carga y al cortante perimetral.

La fundación a diseñarse soportará una carga, Q, y tendrá una dimensión de:

= + (Ec. 8.30)

Donde:
= = Área de la fundación que soportará una carga P.
=4 = Perímetro de la fundación que soportará una carga P.

De este modo, la dimensión de la fundación que soportará una carga Q conocida, es determinada a partir
de la ecuación (8.30), puesto que el valor de m y n es también conocido.

8.6.1 Determinación de la capacidad de apoyo convencional a partir


del ensayo de carga de placa
Como consecuencia de la investigación del comportamiento carga-asentamiento en varias fundaciones,
llevada a cabo luego de la realización de una serie de ensayos de carga de placa, Decóurt (1999) observó que
en tales ensayos la falla no era nunca alcanzada.
Otra evidencia de que no existe una definición clara de falla es la existencia de una gran cantidad de
criterios de falla reportados a lo largo del tiempo por distintos autores tales como: Vesic (1975), Fellenius
(1980), etc.
Es así, que debido a estas razones, De Beer (1988) propone dos conceptos de falla:
Falla convencional, .Se define como la carga correspondiente a un asentamiento igual al 10% del
diámetro del pilote, para pilotes, y a un asentamiento igual al 25 a 30% del ancho de la fundación para
fundaciones superficiales.

Falla física
Se define como la falla alcanzada cuando el incremento de carga tiende a infinito (∆ → ∞) y por tanto el
asentamiento producido tiende de igual manera a un valor infinito ( → ∞), es decir, la falla física es
alcanzada cuando el valor de la rigidez se hace igual a cero.
De las definiciones anteriores puede observarse que la falla física en fundaciones superficiales no es
nunca alcanzada debida fundamentalmente a que se halla asociada a un valor de asentamiento infinito. Por

570
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

tanto, la única manera de determinar es a través de un procedimiento de extrapolación, el cual, debe ser
realizado en la gráfica de rigidez vs carga. Esta gráfica tiene la forma de una línea recta en el caso de pilotes,
mientras que para fundaciones superficiales está representada por una curva que permanece asintótica al eje
horizontal, por tanto, en este tipo de fundaciones nunca se alcanza el valor de rigidez igual a cero.
El procedimiento de Décourt fue desarrollado con el objetivo de optimizar la interpretación de los
resultados obtenidos a partir de ensayos de carga de placa, realizados por Lopez et al (1998) en una zapata
cuadrada de 1,2 m de ancho.
Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Graficar los resultados por medio de una curva carga – asentamiento.
2. La curva carga – asentamiento, Fig. 8.16, es dividida en dos partes. Una parte inicial que corresponde
a la parte pre-esforzada o en el caso de suelos cementados corresponde a esfuerzos más bajos que el
esfuerzo de cedencia , que es representada por una línea recta. La otra parte, en la que se observa,
que para esfuerzos más altos el comportamiento carga-asentamiento se representa por medio de una
curva parabólica. Luego, ambas partes son graficadas en una escala logarítmica.
3. Para la gráfica logarítmica, realizar una regresión estadística, considerando inicialmente solamente
los tres últimos puntos. Dicho de otra manera, para log( ) = + log( ) calcular . A continuación
realizar regresiones sucesivas que consideren los cuatro últimos puntos, los cinco últimos puntos y
así sucesivamente hasta abarcar todos los puntos; existiendo dos criterios para considerar la calidad
de la correlación considerada: el valor del coeficiente de correlación y el número de puntos que
toma en cuenta la correlación.
4. Elegir la mejor correlación. Esta elección dependerá fundamentalmente del criterio del ingeniero,
teniendo que cuenta que idealmente el valor de debería ser más alto que 0,999 y en ningún caso
inferior a 0,99.
5. Elegida la mejor correlación, establecer la ecuación de la curva y estimar a continuación el valor del
esfuerzo de falla convencional . Para esto, basta ingresar en la ecuación de la correlación con un
valor de asentamiento igual al 10% del ancho de la fundación. Cuando la fundación no es cuadrada
ingresar con un valor de asentamiento igual al 10% del ancho equivalente , siendo este igual a la
raíz cuadrada del área =√ .
6. Para la estimación del esfuerzo correspondiente a la capacidad de carga convencional , Décourt
propone que una vez establecido el valor de usando todos los resultados obtenidos a partir de la
regresión, entonces, borrar los resultados correspondientes a los valores más altos de esfuerzo y
asentamiento, y volver a estimar . De esta manera se obtienen muchos valores de .
Establecer nuevamente otra correlación log × log, entre el valor de y el valor de , siendo este
último igual al valor más alto de esfuerzo considerado en cada caso. El procedimiento consiste
entonces, en extrapolar , hasta hallar un punto en el que se hace igual a . Determinado
este punto, el valor de es igual al esfuerzo de falla convencional, es decir =q .
7. Normalizar la curva carga-asentamiento. Una vez que el valor de ha sido determinado, realizar la
gráfica normalizada de / vs / , siendo la ecuación de esta curva la siguiente:

log( / )= + log /

Idealmente, en la ecuación anterior el valor de A debería ser igual al valor de B. De esta manera, se
introduce un nuevo valor de C, que se define como:

571
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

= ( + )/2

Donde C se define como el Coeficiente de Compresibilidad Intrínseca. Entonces, la forma final de la


ecuación es:

log( / )= + log /

El coeficiente de compresibilidad intrínseca depende de las características intrínsecas de los granos


del suelo tales como: la distribución del tamaño de partículas, forma de los granos, angularidad,
superficie rugosa y de la composición mineral del material. A partir de la investigación realizada, el
valor de C depende del tipo de suelo y puede adquirir los siguientes valores:
Para todos los suelos brasileros y la mayoría de los suelos extranjeros:

0,30 ≤ ≤ 0,50

Para dunas de arena de Labenne:

0,38 ≤ ≤ 0,63

Para arenas de Quipu:

0,36 ≤ ≤ 0,65

Para arenas de Kuwait, los cuales son intrínsicamente mucho más compresibles:

0,60 ≤ ≤ 0,83

Finalmente, un valor conservativo de C para propósitos de diseño, según Décourt (1998), podría ser:

= 0,30 + 0,24 [ ]

8. Verificar si el postulado de la no existencia de falla física (punto de rigidez igual a cero) asumido
para el ensayo analizado, es correcto. Para esto, realizar la gráfica logarítmica de la rigidez R vs. carga
Q. Para fundaciones superficiales, este gráfico está representado por una curva que permanece
asintótica al eje horizontal. Luego, debido a que el análisis de regresión llevado a cabo es logarítmico,
no es posible introducir un valor de regresión igual a cero.
Para salvar este aspecto, Décourt afirma que es aceptable asumir en lugar de rigidez cero, un valor de
rigidez igual a un décimo del valor de rigidez correspondiente a la falla convencional, es decir
= 0,1 . De este modo el valor de es determinado.
Como conclusión se puede afirmar, que el método propuesto por Décourt es un método totalmente
independiente a todas las teorías tradicionales existentes a cerca de los criterios de fallas
establecidos por distintos autores anteriormente.

Ejemplo 8.2

A continuación se presenta un ejemplo de Ensayo de Carga de Placa, según la interpretación de la norma


ASTM D 1194-94.

572
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

PRUEBA DE CARGA DE PLACA


ASTM D 1194-94
A. DATOS GENERALES
Proyecto: ________________________________________________
Ubicación: ________________________________________________
Ensayo Nº: ________________________________________________
B. DATOS DEL EQUIPO
Diámetro de la placa, (cm): 31,0 Deformímetro, (mm): 0,01
Área de la placa, (cm ): 754,77 Profundidad, (m): 0,20
C. DATOS DEL ENSAYO
Lectura del manómetro, (kN): 1,0 Carga muerta, (kN): 0,7 kN
Incremento real, (kN): 7,1 Hora de inicio: 8:45
Carga total, (kN): 7,8 Lectura inicial 1, (1/100mm): 28,8
Presión, (kPa): 103,34 Lectura inicial 2, (1/100mm): 365,6
Lectura inicial 3, (1/100mm): 730,8

Tabla 8.14. Ensayo de Carga de Placa.


Deformímetros
Tiempo Temperatura Lectura 1 Lectura 2 Lectura 3 Deformación
min °C (1/100 mm) (1/100 mm) (1/100 mm) (1/100 mm)
0,0 16,9 28,8 365,6 730,8 0,0
1,0 16,9 73,8 375,2 797,2 40,3
2,0 16,9 74,0 375,2 797,2 40,4
3,0 16,9 79,3 378,2 802,3 44,9
4,0 17,0 80,2 378,8 803,2 45,7
5,0 17,0 80,6 379,2 803,3 46,0
6,0 17,0 80,8 379,2 803,6 46,1
7,0 17,0 81,0 379,3 803,8 46,3
8,0 17,0 81,2 379,5 803,9 46,5
9,0 17,0 81,2 379,6 804,0 46,5
10,0 17,0 81,5 379,9 804,0 46,7
11,0 17,0 85,8 382,8 808,0 50,5
12,0 17,0 86,3 383,2 808,3 50,9
13,0 17,0 86,8 383,2 808,6 51,1
14,0 17,0 87,2 383,6 808,8 51,5
15,0 17,0 87,6 383,5 808,9 51,6
16,0 17,0 88,0 383,8 809,0 51,9
17,0 17,0 88,0 383,8 809,6 52,1
18,0 17,0 89,0 384,0 809,6 52,5
19,0 17,0 89,6 384,0 809,7 52,7
20,0 17,0 90,0 384,0 810,0 52,9
21,0 17,0 90,3 384,0 810,0 53,0
22,0 17,0 90,8 384,0 810,2 53,5
23,0 17,0 91,0 384,0 810,5 53,4
24,0 17,0 91,0 384,0 810,5 53,4
25,0 17,0 91,5 384,0 811,0 53,8

573
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Tabla 8.14 (continuación). Ensayo de Carga de Placa.


Deformímetros
Tiempo Temperatura Lectura 1 Lectura 2 Lectura 3 Deformación
min °C (1/100 mm) (1/100 mm) (1/100 mm) (1/100 mm)
26,0 17,1 91,7 384,2 811,0 53,9
27,0 17,1 91,8 384,2 811,0 53,9
28,0 17,1 92,0 384,5 811,1 54,1
29,0 17,1 92,2 384,5 811,2 54,2
30,0 17,1 92,3 384,6 811,3 54,3
31,0 17,1 93,6 384,8 811,3 54,8
32,0 17,1 92,8 384,8 811,3 54,6
33,0 17,1 93,0 384,8 811,5 54,7
34,0 17,1 93,0 385,0 813,0 55,3
35,0 17,1 93,5 385,0 813,0 55,4
36,0 17,1 93,6 385,0 813,0 55,5
37,0 17,1 93,8 385,2 813,0 55,6
38,0 17,1 93,8 385,2 813,0 55,6
39,0 17,1 94,0 385,6 813,0 55,8
40,0 17,1 94,0 385,6 813,0 55,8
41,0 17,1 94,2 385,6 813,1 55,9
42,0 17,1 94,3 385,7 813,2 56,0
43,0 17,1 94,7 385,8 813,3 56,2
44,0 17,1 94,8 385,8 813,3 56,2
45,0 17,1 94,8 386,0 813,7 56,4
46,0 17,1 95,0 386,0 813,8 56,5
47,0 17,1 95,0 386,0 813,8 56,5

Figura 8.18. Curva Tiempo vs Deformación.

B. DESARROLLO DE LA PRUEBA
Hora de inicio: 31,0 Condiciones climáticas: Nublado
Peso del equipo, (kN): 754,77 Diámetro de la placa, (m): 0,31

574
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Tabla 8.15. Desarrollo de la prueba de Carga de Placa.


Carga total Presión Asentamiento
Incremento kN Kgf kPa Kgf/cm2 (1/100 mm)
0 0,0 0 0 0 0
1 7,8 780 103 1,0 56,5
2 15,1 1510 200 2,0 90,5
3 22,4 2240 297 3,0 162,6
4 29,7 2970 393 3,9 230,6
5 37,0 3700 490 4,9 284,2
6 44,3 4430 587 5,9 369,3
7 49,1 4910 651 6,5 417,0
8 34,6 3460 458 4,6 415,6
9 17,5 1750 232 2,3 402,9
10 7,8 780 103 1,0 383,8

Figura 8.19. Resultados de la prueba de carga.

Capacidad ultima de apoyo (q ) = 651 kPa


Factor de seguridad adoptado FS = 3
Maxima capacidad segura de apoyo (q ) = 217 kPa
Capacidad admisible de apoyo (q ) = 217 kPa

8.7 Ensayo de penetración del cono (Cone


Penetration Test, CPT)
El CPT es un ensayo simple, que en la actualidad está siendo ampliamente usado y va reemplazando poco a
poco al ensayo de penetración estándar (SPT). Este ensayo produce muy buenos resultados para arcillas
blandas, limos blandos y para arenas finas a medias.
El CPT ha sido estandarizado según norma ASTM D-3441, y consiste de un cono de 60° que es empujado
hidráulicamente, a partir de la superficie hasta la profundidad requerida, a una velocidad constante de

575
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

2 ± 0,5 / . El cono consta de dos partes: el cono propiamente dicho y un mango cilíndrico o fuste que se
encuentra sobre el cono.
El cono tiene una dimensión de 35,7 mm de diámetro con su respectiva área proyectada de 10 cm2;
mientras que el mango cilíndrico tiene también un diámetro de 35,7 mm y una altura de 133,7 mm. El área
del mango es de 150 cm2.
El procedimiento del ensayo consta básicamente de ir introduciendo el cono en el suelo a velocidad
constante, al mismo tiempo que se van registrando la resistencia a la penetración, y la resistencia a la
fricción producida entre el mango del cono y el suelo, . Existen dos tipos de conos: el cono mecánico y el
cono eléctrico.
En el cono mecánico, Fig. 8.20, la punta del instrumento está conectada a un conjunto de barras internas.
La punta es primero empujada aproximadamente 40 mm, obteniéndose así el valor de la resistencia del cono.
Luego, mediante un empuje adicional la punta acciona la fricción en el mango.

Figura 8.20. Penetrómetro de cono de fricción mecánico (Das, 2001).

576
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

En este tipo de cono, conforme la barra que se encuentra en el interior de este avanza, la fuerza en la
barra es igual a la suma de la fuerza vertical sobre el cono y el mango. La resistencia lateral se obtiene
restando a la fuerza anterior la fuerza sobre el cono.
En el cono eléctrico, Fig. 8.21, la punta está unida a un grupo de barras de acero que permiten que esta sea
empujada en el terreno a razón de 2 / . Los alambres de los transductores que pasan por el centro de las
varillas registran en forma continua la resistencia del cono y la resistencia lateral.

Figura 8.21. Penetrómetro de cono de fricción eléctrico (Das, 2001).

Las figuras 8.22 (a) y 8.22 (b) muestran los resultados obtenidos de pruebas CPT realizadas en un perfil
de suelo por medio de un cono mecánico y por medio de un cono eléctrico, respectivamente.

Figura 8.22. Pruebas con penetrómetro con mediciones de la fricción (a) Cono mecánico, lecturas discontinuas (b) Cono
eléctrico, registro continuo (según Ruiter, 1971).

La principal diferencia entre los dos tipos de conos es que el cono mecánico realiza mediciones de y
a intervalos de aproximadamente 20 cm, mientras que el cono eléctrico realiza mediciones continuas de y
a través de toda la profundidad. Adicionalmente el cono eléctrico presenta las siguientes ventajas:

577
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

 Mejora la aproximación y la repetitividad obtenida, particularmente en suelos débiles.


 Mejor delineación de estratos delgados.
 Velocidad más rápida de operación.
 Posibilidad de añadir un mayor número de sensores al cono.

El CPT a través del tiempo ha sido objeto de extensivas investigaciones e implementaciones (Robertson y
Campanella, 1983). Estas implementaciones han dado lugar a un tipo de cono equipado con un transductor
de presión de poros que tiene el objeto de medir el exceso de presión de poros que se genera durante el
ensayo. Este tipo de cono se denomina piezocono, mientras que el ensayo realizado con éste se denominará
CPTu.
El piezocono consta de un elemento poroso que es incluido en el interior del cono juntamente con un
transductor electrónico de presión de poros, Fig. 8.23. Las mayores aplicaciones del piezocono son las
siguientes:

 Determinación del perfil del suelo, debido a que la inclusión del elemento poroso permite
detectar la presencia de estratos granulares delgados situados dentro de depósitos cohesivos
blandos. La presencia de estos estratos llega a ser determinante al hallar la razón de
consolidación de depósitos de arcilla blanda.
 La identificación del tipo de suelo, debido a que la razón entre el exceso de presión de poros y la
resistencia neta del cono provee una guía para esta.
 Determinación de la presión estática de poros por medio de la medida de la presión estática de
poros que puede ser realizada en suelos granulares o puede ser estimada en suelos arcillosos.
Esta medida puede ser realizada en el momento en que se detiene el ensayo para añadir barras al
cono o una vez que se completa el ensayo, esperar la disipación completa del exceso de presión
de poros.
 Determinación de las características de consolidación de arcillas in situ a través de la
determinación del coeficiente de consolidación horizontal que es hallado cuando se detiene el
cono y se mide la disipación del exceso de la presión de poros en función del tiempo.

Figura 8.23. Tipos de piezocono con la piedra porosa en diferentes posiciones.

8.7.1 Correlaciones a partir de ensayos CPT


Las medidas básicas realizadas por el cono son:

 La fuerza axial necesaria para introducir el cono a velocidad constante.

578
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

 La fuerza axial generada por la adhesión o fricción del mango del cono.
 Para piezoconos, la medida principal es el exceso de presión de poros generado durante el
ensayo.
La resistencia a la penetración de la punta del cono es:

= (Ec. 8.31)

Donde:
= Fuerza requerida para empujar el cono dentro del terreno.
= Área plana del cono = 10

La fricción producida en el mango del cono es:

= (Ec. 8.32)

Donde:
= Fuerza cortante producida por la fricción en el mango.
= Área plana del cono = 150

La razón de fricción (%), puede ser calculada como:

= (Ec. 8.33)

Para suelos granulares, el ángulo de fricción interna puede ser hallado en función de y , por medio
de la expresión propuesta por Kulhawy & Mayne (1990):

= tan 0,1 + 0,38 log (Ec. 8.34)

Donde:
= Esfuerzo efectivo vertical.
= Resistencia en la punta del cono.

La figura 8.24 muestra la relación empírica entre el esfuerzo efectivo vertical y la compacidad relativa
propuesta por Robertson & Campanella, (1983).
Las ecuaciones empíricas determinadas para la estimación de la densidad relativa a partir de ensayos
CPTu, se presentan a continuación:

100
= ,
(Ec. 8.35)
315 × ×

Donde:
= Factor de compresibilidad.
Para arenas de alta compresibilidad: = 0,91
Para arenas de compresibilidad moderada: = 1,00
Para arenas ligeramente compresibles: = 1,09
= Resistencia en la punta del cono.
= Esfuerzo efectivo vertical.

579
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Figura 8.24. Variación de , y para arena de cuarzo normalmente consolidada (Robertson y Campanella, 1983).

Para determinar en arenas normalmente consolidadas, Lancelotta (1983) y Jamiolkowski et al (1985)


proponen la siguiente ecuación:

= −98 + 66 log (Ec. 8.36)

Las unidades de y deben ser (ton/m )


Finalmente la figura 8.25 permite la determinación de en función de y a partir de ensayos CPTu.
Existen por otra parte relaciones para la determinación del módulo de deformación E a partir de la
clasificación del suelo. Estas se presentan en la tabla 8.16.

Tabla 8.16. Relaciones para el módulo de deformación a partir del tipo de suelo.
Tipo de suelo /
Arena cuarzosa joven normalmente consolidada 2,5 – 3,5
Arena cuarzosa antigua normalmente consolidada 3,5 – 6,0
Arena cuarzosa sobreconsolidada 6,0 – 10,0
Arena arcillosa o limosa normalmente consolidada 1,5
Arena arcillosa o limosa sobreconsolidada 3

580
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Figura 8.25. Relación de la densidad relativa del suelo con los valores obtenidos en el ensayo CPTu.

Así mismo, para suelos cohesivos, Mayne y Kemper (1988) proponen que la cohesión no drenada sea
determinada mediante la siguiente ecuación:
− 1
=


= (Ec. 8.37)

Donde:
= Factor de capacidad de carga. = 15, para cono eléctrico y = 20, para cono mecánico.

La presión de preconsolidación es determinada a partir de la siguiente ecuación:


,
= 0,243( ) (Ec. 8.38)

Donde:
= Presión de preconsolidación (MN/m )
= Resistencia en la punta del cono (MN/m )

Para determinar la razón de sobreconsolidación se dispone de la siguiente ecuación:


− ,
= 0,37 (Ec. 8.39)

Donde:
= Razón de sobreconsolidación.
, = Esfuerzo vertical total y efectivo respectivamente.

En la figura 8.26 se observa un ábaco propuesto por Robertson & Campanella, (1983) para la clasificación
del tipo de suelo a partir de ensayos CPTu.

581
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Figura 8.26. Ábaco de clasificación de suelos a partir de los datos del CPTu, según Robertson y Campanella (1983).

Finalmente en la figura 8.27 se observa el ábaco para la clasificación de suelos propuesto Meigh (1987).
Este ábaco está siendo muy utilizado en los últimos tiempos.

Figura 8.27. Ábaco para la clasificación de suelos a partir de los datos del CPTu, según Meigh (1987).

582
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

8.7.2 Valores de capacidad de carga en arenas a partir de ensayos


CPT
Meyerhof (1956) preparó también relaciones para la capacidad de carga neta admisible en función de la
resistencia a la penetración del cono, considerando de igual manera que en el SPT un asentamiento tolerable
de 25,4 mm.

( ) = Para ≤ 1,22 , (Ec. 40)


15
3,28 + 1
( ) = Para ≥ 1,22 , (Ec. 41)
25 3,28

8.7.3 Valores equivalentes con el ensayo SPT


Aunque el CPT tiene muchas ventajas sobre el SPT, existen al menos tres importantes desventajas:

 No se puede obtener muestra del suelo, de esta manera no se tiene la oportunidad de observar
visualmente el suelo.
 El ensayo no da buenos resultados para suelos con contenido significante de grava.
 Aunque el costo de penetración del cono es menor que el de la perforación, para realizar el
ensayo CPT es necesario movilizar equipos especiales.

Debido a estas razones, a través de estudios realizados a lo largo del tiempo se ha logrado establecer una
relación gráfica entre los valores de , el número de golpes del ensayo SPT corregidos para una energía del
60%, y el tamaño promedio de las partículas en milímetros, .
La figura 8.28 muestra la gráfica donde se observa el rango general de variación de / para varios
tipos de suelos.

Figura 8.28. Relación de los valores obtenidos del CPTu con los obtenidos del SPT (Robertson y Campanella, 1983).

583
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Ejemplo 8.3

En la figura 8.29, se muestra un ejemplo del ensayo CPTu.

Figura 8.29. Ensayo de penetración de cono CPT.

584
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

8.8 Ensayo del dilatómetro (Dilatometer Marchetti


Test, DMT)
A partir de los ensayos de penetración, tales como el SPT y el CPT, es posible obtener las características del
suelo mediante correlaciones con resistencias del mismo, medidas todas ellas en condición de falla. Sin
embargo, existen otros procedimientos de investigación in situ que permiten medir la resistencia a la
deformación del suelo, y de este modo determinar con mayor detalle varias propiedades físicas del suelo.
Entre estos últimos ensayos se tiene al ensayo del dilatómetro.
El ensayo del dilatómetro es uno de los últimos ensayos in situ desarrollados. Este fue concebido a fines
de los 70 por Silvano Marchetti, por tal razón, es también denominado ensayo del dilatómetro de Marchetti.
El dilatómetro, Fig. 8.30, consiste de una paleta plana de acero inoxidable que se hinca en el terreno y esta
provista de una fina membrana metálica circular, expansible horizontalmente en el suelo mediante gas a
presión. Su lado inferior posee un filo cortante agudo en V, con un ángulo aproximado de 10°.

Figura 8.30. Dilatómetro de Marchetti (según Marchetti, 1980).

El dilatómetro se conecta a una cadena de barras de perforación y luego se hinca, en el terreno a ensayar,
Fig. 8.31. Desde una caja de instrumentos situados en la superficie del terreno, un solo cable compuesto de
alambre eléctrico y tubo para gas a presión va a través de las barras de perforación hasta la hoja plana.

Figura 8.31. Dilatómetro insertado en el terreno.

585
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

El procedimiento a seguir para la realización del ensayo es el siguiente (Schmertmann, 1986):

1. Presionar el dilatómetro en el terreno a la profundidad deseada, utilizando el equipo del CPT o algún
otro equipo disponible.
2. Aplicar presión de gas nitrógeno a la membrana de tal modo que esta se mueva hacia fuera. Registrar
las siguientes presiones:
 Presión A.- Presión necesaria para iniciar el movimiento, es decir, presión necesaria para mover
el centro de la membrana 0,05 mm hacia el terreno.
 Presión B.- Presión necesaria para producir una deflexión de 1,1 mm del centro de la membrana.
3. Despresurizar cuidadosamente la membrana y registrar la presión actuante en la membrana cuando
esta retorna a su posición original. Esta es la presión C y representa una medida de la presión de
poros en el suelo.
4. Presionar el dilatómetro en el terreno con incrementos de 15 a 30 cm y repetir el ensayo. Continuar
el ensayo hasta alcanzar la profundidad deseada.

Figura 8.32. Esquema de realización del ensayo DMT.

Cada una de estas secuencias de ensayo requiere típicamente de uno a dos minutos. De esta manera un
sondeo típico con este ensayo puede tomar aproximadamente unas dos horas, en contraste, al tiempo
requerido para la realización del CPT que es por lo general de 30 minutos.
La principal ventaja de este ensayo, es que presenta la posibilidad de medir las condiciones de esfuerzo
lateral además de la medición de la compresibilidad del suelo. Estas son medidas a través de las presiones A,
B y C y a través de los factores de calibración del equipo, conocidos como índices DMT.
Para la determinación de los índices DMT, la corrección de las presiones A y B, según Schmertmann
(1986), es realizada por medio de las siguientes ecuaciones:

= 1,05( + ∆ + ) − 0,05( − ∆ − ) (Ec. 8.50)

= − −∆ (Ec. 8.51)

586
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Donde:
= Esfuerzo de contacto.
= Esfuerzo de expansión.
∆ = Presión respecto al vacío requerida para mantener la membrana en contacto con su asiento.
∆ = Presión del aire requerida dentro la membrana para desviarla hacia fuera una expansión central de
1,1 mm.
= Desviación de la presión manométrica desde cero, cuando está ventilada a la presión atmosférica.

Luego, la determinación de los tres índices DMT, es realizada por medio de las siguientes ecuaciones:


= (Ec. 8.52)


= (Ec. 8.53)

= 34,7( − ) (Ec. 8.54)

Donde:
= Índice del material.
= Índice del esfuerzo horizontal.
= Módulo del dilatómetro.
= Presión de poros de agua.
= Esfuerzo efectivo vertical in situ.

Las unidades del módulo del dilatómetro , esfuerzo de expansión y el esfuerzo de contacto estan
en kN/m .
A partir de los índices DMT, pueden determinarse mediante correlaciones algunas propiedades del suelo,
estas correlaciones se muestran en la tabla 8.17.

Tabla 8.17. Determinación de propiedades a partir del DMT.


Propiedad Correlación
,
Coeficiente de presión lateral = − 0,6
1,5

,
Razón de sobreconsolidación = (0,5 )

Cohesión no drenada (Suelo NC) = 0,22

(0,5 ) ,
Cohesión no drenada (Suelo SC) =

Módulo de elasticidad = (1 − )

La figura 8.33 presenta una gráfica que muestra la correlación entre el índice de material , con junto
con el tipo de suelo, el estado y la consistencia del mismo.

587
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Figura 8.33. Correlación entre tipo de suelo, y . Según Lacasse y Lunne (1986).

Ejemplo 8.4
A continuación se tiene un ejemplo del ensayo del Dilatómetro Plano de Marchetti – DMT.

Tabla 8.18. Datos del ensayo del Dilatómetro de Marchetti DMT.


Prof. Empuje A B C Prof. Empuje A B C
(m) (kN) (Bar) (Bar) (Bar) (m) (kN) (Bar) (Bar) (Bar)
∆ = 0,12 ∆ = 0,45
0,2 21,0 1,5 2,6 - 5,2 24,0 7,1 10,8 -
0,4 21,0 2,7 4,6 - 5,4 23,8 6,1 8,4 -
0,6 21,0 3,3 5,2 - 5,6 27,2 9,8 16,0 -
0,8 21,0 2,1 3,0 - 5,8 40,0 10,0 18,0 -
1,0 21,8 2,6 4,7 - 6,0 42,0 16,5 26,0 -
1,2 21,8 3,4 5,5 - 6,2 38,0 6,5 11,0 -
1,4 22,8 2,5 7,3 - 6,4 33,0 4,0 5,1 -
1,6 22,8 3,6 6,1 - 6,6 39,0 3,9 5,7 -
1,8 22,0 4,2 5,8 - 6,8 43,0 6,1 12,0 -
2,0 22,0 4,2 5,7 - 7,0 48,0 7,1 13,0 -
2,2 21,3 5,5 9,3 - 7,2 43,0 4,9 6,9 -
2,4 22,0 5,9 9,9 - 7,4 45,0 4,2 10,0 -
2,6 22,0 4,7 7,9 - 7,6 47,0 4,5 8,4 -
2,8 22,0 3,5 4,7 - 7,8 47,0 4,8 9,6 -
3,0 22,0 6,5 10,5 - 8,0 54,0 3,9 11,9 -
3,2 21,8 6,9 10,0 - 8,2 52,0 5,9 14,1 -
3,4 21,8 6,0 9,4 - 8,4 50,0 5,3 11,6 -
3,6 21,8 3,9 4,8 - 8,6 42,0 5,6 8,4 -
3,8 21,8 4,9 8,1 - 8,8 42,0 5,3 8,6 -
4,0 23,8 6,4 9,6 - 9,0 62,0 8,5 16,0 -
4,2 22,3 3,8 5,6 - 9,2 60,0 9,7 20,6 -
4,4 22,0 3,5 4,4 - 9,4 50,0 6,1 16,0 -
4,6 22,3 4,5 7,0 - 9,6 40,0 9,4 14,1 -
4,8 22,3 4,6 8,7 - 9,8 35,0 9,0 11,2 -
5,0 23,0 4,5 7,3 - 10,0 35,0 9,1 13,2 -

588
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Tabla 8.19 (a). Planilla de cálculo para el ensayo del Dilatómetro de Marchetti DMT.
Presión Presión Presión
Prof. A B C A B C ID ED
(m) (kPa) (kPa) (kPa) corregida corregida corregida (kPa) /
0,2 148 262 - 160 217 - 0,00 0,35 1,97 15,70
0,4 270 460 - 279 415 - 0,00 0,49 4,74 16,68
0,6 330 520 - 339 475 - 0,00 0,40 4,74 16,68
0,8 210 300 - 224 255 - 0,00 0,14 1,09 14,72
1,0 260 470 - 268 425 - 0,00 0,59 5,47 16,68
1,2 340 550 - 348 505 - 0,00 0,45 5,47 16,68
1,4 250 730 - 244 685 - 0,00 1,81 15,30 18,64
1,6 360 610 - 366 565 - 0,00 0,55 6,92 16,68
1,8 420 580 - 430 535 - 0,00 0,24 3,64 16,68
2,0 420 570 - 431 525 - 0,00 0,22 3,28 16,68
2,2 550 930 - 549 885 - 0,00 0,61 11,66 17,66
2,4 590 990 - 588 945 - 0,00 0,61 12,39 17,66
2,6 470 790 - 472 745 - 0,00 0,58 9,47 17,66
2,8 350 470 - 362 425 - 0,00 0,17 2,19 16,68
3,0 650 1050 - 648 1005 - 0,00 0,55 12,39 17,66
3,2 690 1000 - 693 955 - 1,96 0,38 9,11 17,66
3,4 600 940 - 601 895 - 3,92 0,49 10,20 17,66
3,6 390 480 - 404 435 - 5,89 0,10 1,09 14,72
3,8 490 810 - 492 765 - 7,85 0,56 9,47 17,66
4,0 640 960 - 342 915 - 9,81 0,43 9,47 17,66
4,2 380 560 - 389 515 - 11,77 0,33 4,37 16,68
4,4 350 440 - 364 395 - 13,73 0,10 1,09 14,72
4,6 450 700 - 456 655 - 15,70 0,45 6,92 17,66
4,8 460 870 - 458 825 - 17,66 0,84 12,75 17,66
5,0 450 730 - 454 685 - 19,62 0,53 8,02 17,66
5,2 710 1080 - 709,5 1035 - 21,58 0,47 11,29 17,66
5,4 610 840 - 616,5 795 - 23,54 0,30 6,19 17,66
5,6 980 1600 - 967 1555 - 25,51 0,62 20,40 19,13
5,8 1000 1800 - 978 1755 - 27,47 0,82 26,96 19,13
6,0 1650 2600 - 1620,5 2555 - 29,43 0,59 32,43 20,11
6,2 650 1100 - 645,5 1055 - 31,39 0,67 14,21 17,66
6,4 400 510 - 412,5 465 - 33,35 0,14 1,82 16,68
6,6 390 570 - 399 525 - 35,32 0,35 4,37 16,68
6,8 610 1200 - 598,5 1155 - 37,28 0,99 19,31 17,66
7,0 710 1300 - 698,5 1255 - 39,24 0,84 19,31 19,13
7,2 490 690 - 498 645 - 41,20 0,32 5,10 17,66
7,4 420 1000 - 409 955 - 43,16 1,49 18,95 17,66
7,6 450 840 - 448,5 795 - 45,13 0,86 12,02 17,66
7,8 480 960 - 474 915 - 47,09 1,03 15,30 17,66
8,0 390 1190 - 368 1145 - 49,05 2,44 26,96 18,64
8,2 590 1410 - 567 1365 - 51,01 1,55 27,69 19,13
8,4 530 1160 - 516,5 1115 - 52,97 1,29 20,77 17,66
8,6 560 840 - 564 795 - 54,94 0,45 8,02 17,66
8,8 530 860 - 531,5 815 - 56,90 0,60 9,84 17,66
9,0 850 1600 - 830,5 1555 - 58,86 0,94 25,14 19,13
9,2 970 2060 - 933,5 2015 - 60,82 1,24 37,53 19,13
9,4 610 1620 - 577,5 1575 - 62,78 1,94 34,61 19,62
9,6 940 1410 - 934,5 1365 - 64,75 0,49 14,94 18,64
9,8 910 1120 - 917,5 1075 - 66,71 0,19 5,47 17,66
10,0 910 1320 - 907,5 1275 - 68,67 0,44 12,75 18,64

589
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Tabla 8.19 (b). Planilla de cálculo para el ensayo del Dilatómetro de Marchetti DMT.
Prof. M
(m) (kPa) (kPa) KD OCR (°) (kPa) (kPa) Tipo de suelo

0,2 3,14 3,14 51,1 178,08 156,69 39,6 8,0 Arcilla limosa
0,4 6,47 6,47 43,0 138,25 119,90 66,0 18,9 Arcilla limosa
0,6 9,81 9,81 34,5 99,83 85,02 75,9 17,9 Arcilla limosa
0,8 12,75 12,75 17,5 36,50 29,55 42,3 3,4 Orgánico
1,0 16,09 16,09 16,6 33,74 27,22 50,0 16,5 Arcilla limosa
1,2 19,42 19,42 17,9 37,64 20,51 66,1 16,9 Arcilla limosa
1,4 23,15 23,15 10,5 41 43,8 Arcilla limosa
1,6 26,49 26,49 13,8 25,51 20,35 65,2 19,6 Arcilla limosa
1,8 29,82 29,82 14,4 27,25 21,79 77,5 10,5 Arcilla
2,0 33,16 33,16 13,0 23,27 18,50 75,6 9,1 Arcilla
2,2 36,69 36,69 15,0 28,81 23,09 99,9 30,5 Limo arcilloso
2,4 40,22 40,22 14,6 27,82 22,27 106,4 31,2 Limo arcilloso
2,6 43,75 43,75 10,8 17,58 13,86 79,1 24,4 Arcilla limosa
2,8 47,09 47,09 7,7 10,45 8,17 55,8 4,9 Arcilla
3,0 50,62 50,62 12,8 22,78 18,10 113,4 34,1 Arcilla limosa
3,2 54,15 52,20 13,2 23,94 19,06 121,8 25,4 Arcilla limosa
3,4 57,68 53,80 11,1 18,37 14,50 100,8 26,6 Arcilla limosa
3,6 60,63 54,70 7,3 9,56 7,48 60,4 2,4 Orgánico
3,8 64,16 56,30 8,6 12,42 9,73 76,7 22,2 Arcilla limosa
4,0 67,69 57,88 10,9 17,91 14,13 106,3 24,5 Arcilla limosa
4,2 71,02 59,25 6,4 7,77 6,09 55,4 8,9 Arcilla
4,4 73,97 60,23 5,8 6,71 5,27 50,2 2,1 Orgánico
4,6 77,50 61,80 7,1 9,26 7,24 66,4 14,9 Arcilla limosa
4,8 81,03 63,37 6,9 8,91 6,97 66,0 27,9 Limo arcilloso
5,0 84,56 64,94 6,7 8,40 6,58 64,6 16,7 Arcilla limosa
5,2 88,09 66,51 10,3 16,49 12,98 114,1 28,6 Arcilla limosa
5,4 91,63 68,08 8,7 12,67 9,93 94,2 14,6 Arcilla
5,6 95,45 69,95 13,5 24,57 19,58 166,8 53,2 Limo arcilloso
5,8 99,28 71,81 13,2 23,96 19,07 167,7 77,9 Limo arcilloso
6,0 103,30 73,87 21,5 49,63 40,76 317,1 106,6 Arcilla limosa
6,2 106,83 75,44 8,1 11,42 8,93 95,9 31,4 Limo arcilloso
6,4 110,17 76,81 4,9 5,16 4,09 52,3 3,2 Arcilla
6,6 113,50 78,19 4,7 4,68 3,73 49,4 7,5 Arcilla
6,8 117,03 79,76 7,0 9,10 7,12 84,6 43,7 Limo
7,0 120,86 81,62 8,1 11,28 8,83 102,8 45,6 Limo arcilloso
7,2 124,39 83,19 5,5 6,14 4,83 64,7 9,6 Arcilla
7,4 127,92 84,76 4,3 36 48,8 34,2 Limo arenoso
7,6 131,45 86,33 4,7 4,71 3,76 54,9 21,2 Limo arcilloso
7,8 134,99 87,90 4,9 5,02 3,99 58,6 28,5 Limo
8,0 138,71 89,66 3,6 35 44,7 Arena limosa
8,2 142,54 91,53 5,6 38 73,5 58,6 Limo arenoso
8,4 146,07 93,10 5,0 37 64,0 40,3 Limo arenoso
8,6 149,60 94,67 5,4 5,93 4,68 71,7 14,9 Arcilla limosa
8,8 153,13 96,24 4,9 5,15 4,09 65,4 17,5 Arcilla limosa
9,0 156,96 98,10 7,9 10,83 8,47 119,5 59,6 Limo
9,2 160,79 99,96 8,7 40 138,8 96,4 Limo arenoso
9,4 164,71 101,93 5,0 37 70,2 Arena limosa
9,6 168,44 103,69 8,4 11,96 9,36 136,9 34,7 Arcilla limosa
9,8 171,97 105,26 8,1 11,29 8,83 132,7 12,5 Arcilla
10,0 175,70 107,03 7,8 10,77 8,42 129,8 28,7 Arcilla limosa

590
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Finalmente los resultados del ensayo se muestran en la figura 8.34.

Figura 8.34. Ensayo del dilatómetro de Marchetti DMT.

591
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

8.9 Ensayo de refracción sísmica


El método de refracción sísmica ha sido ampliamente usado para investigar las condiciones del terreno,
pudiendo abarcar una profundidad de hasta 300 m. La figura 8.35 muestra un arreglo típico del equipo que
es instalado en campo con el objeto de investigar un sistema de tres estratos.

Figura 8.35. Método de refracción sísmica.

El método de refracción sísmica consiste en enviar ondas sísmicas elásticas al terreno para luego medir el
tiempo de llegada de estas en varios puntos. Existen dos tipos de cuerpos de ondas sísmicas: las ondas planas
u ondas de compresión denominadas ondas P y las ondas de corte denominadas ondas S, Fig. 8.36.
En la Figura 8.35, el punto A es el origen del impulso sísmico, y los puntos a representan las
posiciones de los geófonos, cuyo espaciamiento dependerá del detalle del estudio requerido y de la
profundidad del estrato que está siendo investigado. En general, según Lowe et al. (1991) el espaciamiento
debe ser tal que la distancia de G1 a G7 sea de tres a cuatro veces la profundidad que va a ser investigada. El
impacto que genera la onda puede ser producto de un golpe con martillo o producto de pequeñas cargas
explosivas. Las ondas resultantes son medidas por los geófonos alineados en orden que se hallan a su vez
conectados a un sismógrafo.

592
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

La velocidad de la onda depende de las propiedades físicas del suelo o roca, tales como la densidad,
textura, contenido de humedad, módulo de elasticidad, porosidad y frecuencia de las discontinuidades. Por
ejemplo, rocas densas como el basalto tienen velocidades altas de onda, mientras que las rocas débiles como
las rocas calizas tienen velocidades muy bajas. Es de este modo, que el método de refracción sísmica
constituye un método muy útil para estimar el perfil de suelo.
Entonces, para geófonos que se encuentren cerca al punto de impulso sísmico, la onda directa que viaja a
una velocidad en el estrato superior A llega primero. Sin embargo, si la velocidad en el estrato inferior es
mayor, entonces, a alguna distancia del punto de impulso, la onda refractada, viajando con velocidad en el
estrato inferior B y con velocidad en el estrato superior, llegará primero.
Los tiempos de primeras llegadas son representados en una gráfica tiempo vs distancia al punto de
impulso, Fig.8.35 (b), obteniéndose tres líneas rectas de tiempo/distancia con pendientes de 1/ , 1/ y
1/ respectivamente. Un cambio en la pendiente de las rectas significa un cambio en el tipo se suelo, es
decir, el comienzo de un nuevo estrato. Luego, si la intersección de las dos pendientes ocurre a una distancia
X, puede observarse que la profundidad del estrato A está dada por:

1 −
ℎ = × (Ec. 8.55)
2 −

El valor de X se obtiene a partir de la figura 8.35 (b)


Para determinar el espesor del segundo estrato, se usa la siguiente ecuación:


ℎ = − 2ℎ (Ec. 8.56)

El valor de es determinado como se muestra en la figura 8.35 (b). El detalle de la obtención de estas
ecuaciones se encuentra en Dobrin (1960).

Figura 8.36. Tipos de cuerpos de ondas sísmicas (Simons et al, 2001).

Se debe tomar en cuenta que las ecuaciones (8.55) y (8.56) son válidas para cuando < < ….. Por
otro lado, es importante detectar la presencia del nivel freático debido a que la presencia de suelos saturados
ocasiona errores en los resultados obtenidos. Finalmente otros errores pueden ser causados debido a la

593
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

presencia de estratos anistrópicos en los que pueda existir cierta diferencia entre las velocidades
horizontales y verticales.
La tabla 8.20 presenta el rango de velocidad de ondas P para distintos tipos de suelo o roca.

Tabla 8.20. Velocidades de propagación de ondas elásticas longitudinales o de compresión en diversos materiales.
Material Velocidad, m/s
Aire 330 – 340
Agua * 1430 – 1665
Agua de mar * 1460 – 1525
Petróleo 1300 – 1400
Nieve 350 – 3000
Material meteorizado de superficie 240 – 610
Tierra vegetal 180 – 400
Recubrimiento de ladera 390 – 750
Suelos gruesos compactos 900 – 2600
Arena del fondo del océano 1800
Arena seca o gravosa 460 – 915
Arena (saturada) 1220 – 1830
Arena suelta sobre el nivel freático 800 – 2000
Arena suelta bajo el nivel freático 1500 – 4000
Arcilla (saturada) 915 – 2750
Arcilla arenosa 975 – 1100
Arcilla arenosa cementada 1160 – 1280
Arcilla del fondo del océano 1500
Arcilla glaciar 900 – 2400
Limo 760
Grava mezclada con suelo 1000 – 2500
Grava compactada 4000 – 6000
Loess 375 – 400
Arenisca 1830 – 3960
Creta 1830 – 3970
Pizarra 2750 – 4270
Tiza 1830 – 3970
Piedra caliza 3000 – 6100
Granito 4380 – 5800
Gneis 5100 – 7500
Dolomitas 3500 – 6200
Evaporita 3500 – 5500
Dunas 500
Roca metamórfica 3050 – 7020
Roca meteorizada 600 – 3000
Rocas diaclasadas 2000 – 5500
Rocas volcánicas no meteorizadas 3000 – 6900
Rocas plutónicas sanas 5000 – 7200
Lutitas y margas 1800 – 5300
Caliza 2100 – 6400
Basalto 8500 – 13000
Relleno 400 – 750
Sal 4270 – 5190
Hormigón 3600
Superficie del manto 8100
* Depende del grado de salinidad

594
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Ejemplo 8.5

Los resultados de un sondeo por refracción en un sitio se dan en la siguiente tabla. Determine las velocidades
de las ondas P y el espesor del material encontrado.

Tabla 8.21. Resultados del Ensayo de Refracción Sísmica.


Distancia desde la fuente de perturbación (m) Tiempo de primera llegada ( × )
2,5 11,2
5 23,3
7,5 33,5
10 42,4
15 50,9
20 57,2
25 64,4
30 68,6
35 71,1
40 72,1
50 75,5

Solución:

Figura 8.37. Grafica Tiempos de llegada vs. Distancia.

Velocidad. En la figura 8.37, los tiempos de llegada están graficados contra la distancia desde la fuente de
perturbación. La grafica tiene tres segmentos rectos. La velocidad en los tres estratos superiores puede
calcularse de la siguiente manera:
1 tiempo 23 × 10
Pendiente del segmento 0 = = =
distancia 5,25

595
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Luego la velocidad en el estrato superior es:


5,25 × 10 m
= = 228 (suelo orgánico)
23 s
1 13,5 × 10
Pendiente del segmento = =
11
Luego la velocidad en el estrato intermedio es:
11 × 10 m
= = 814,8 (arena gravosa)
13,5 s
1 3,5 × 10
Pendiente del segmento = =
14,75
Luego la velocidad en el tercer estrato es:

= 4214 m/s (roca)

Comparando las velocidades obtenidas aquí con las dadas en la tabla 8.10, se observa que el tercer
estrato es roca.
Espesor de los estratos
De la figura 8.10, = 10,5 m

1 − 1 814,28 − 228
= = × 10,5 = 3,94 m
2 + 2 814,8 + 228

Para el estrato intermedio:

1 2 −
= −
2 ( ) −
El valor de (de la figura 8.10) es 65 × 10 segundos. Por consiguiente,

1 2(3,94) (4214) − (228) (4214)(814,8)


= 65 × 10 −
2 (4214)(228) (4214) − (814,8)
= 12,66 m

El estrato de roca se encuentra a una profundidad + = 3,94 + 12,66 = 16,6 m medido desde la
superficie del terreno

8.10 Sondeo eléctrico vertical (SEV)


Este método emplea corriente continua artificial para la determinación de discontinuidades horizontales y
verticales a través de las propiedades eléctricas (sobre todo la resistividad) del suelo.
La resistividad es la propiedad por la cual un material se resiste al paso de corriente. La resistividad de un
cuerpo de longitud l y área A que tiene una resistencia R en las caras opuestas, se define mediante la
siguiente ecuación:

= (Ec. 8.54)

En un medio totalmente homogéneo, la diferencia de potencial está dada por la Ley de Ohm mediante la
siguiente ecuación:

596
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

∆ = (Ec. 8.55)

Donde:
∆ = Diferencia de potencial.
= Intensidad de corriente.

Reemplazando la ecuación (8.55) en (8.54) y considerando un elemento pequeño, se tiene:



=− (Ec. 8.56)

Donde:
= / = Densidad de corriente.

A partir de la figura 8.30, para cualquier línea de flujo ubicada a una distancia r, la densidad de corriente
es:

= (Ec. 8.57)
2
Reemplazando (8.57) en (8.56), e integrando para V, el potencial en cualquier punto debajo de la
superficie es:

= (Ec. 8.57)
2

Figura 8.38. Flujo de corriente de un electrodo simple.

Luego, para la configuración mostrada en la figura 8.39 la resistividad es:

2 ∆
= (Ec. 8.59)
1 1 1 1
− − −

La ecuación (8.59) puede también ser expresada como:

2 ∆
=

Donde:

597
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

1 1 1 1
= − − −

2 / = Factor geométrico.

Figura 8.39. Forma general de la configuración de electrodos usada para las medidas de resistividad.

El factor geométrico varía según el arreglo de electrodos considerado en el ensayo. Los dos tipos de
arreglos más empleados son:

 Arreglo de Wenner.- Usado para la determinación de las variaciones de propiedades eléctricas en


dirección horizontal, en el que los electrodos de intensidad y de potencia son mantenidos a
espaciamientos iguales a, Fig. 8.40 (a). La resistividad para el arreglo de Wenner es:


=2 (Ec. 8.60)

 Arreglo de Schlumberger.- Usado para la determinación de las variaciones de propiedades


eléctricas en dirección vertical, en el que el espaciamiento entre los electrodos de intensidad es
gradualmente incrementado a partir de la línea central, Fig. 8.40 (b). La resistividad para el
arreglo de Schlumberger es:


= (Ec. 8.61)
2

El sondeo eléctrico vertical SEV es realizado utilizando el arreglo de Schlumberger.


Los resultados obtenidos a partir de un SEV usualmente se presentan a través de una serie de gráficos
que expresan la variación de la resistividad en función de la separación de los electrodos. Estas curvas
representan, al menos cualitativamente la variación de la resistividad con la profundidad.
Por lo general, cuando se presentan casos de varios estratos se requiere un análisis de inversión, que
comúnmente no proporciona una única solución.
El análisis de inversión se realiza con la ayuda de un computador de la siguiente manera:

 Las resistividades medidas en el ensayo son mostradas.


 Una aproximación es ingresada al modelo según los parámetros geológicos.
 La curva de resistividad aparente es determinada.
 Mediante un proceso de ensayo y error se realizan ajustes hasta que la curva teórica concuerde
con la curva medida.

598
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Figura 8.40. Configuración de electrodos de (a) Wenner (b) Schlumberger.

A manera de ilustración puede observarse en la figura 8.41 una inversión típica realizada en un SEV. Los
resultados constan de una gráfica donde se presenta la curva medida y la curva teórica junto con los
intervalos de resistividad. Cambios en la resistividad indican cambios en el tipo de material o variaciones
dentro del contenido de humedad del suelo. La tabla 8.22 presenta el rango de resistividades para diferentes
tipos de materiales.

Figura 8.41. Curvas de ajuste durante el proceso de inversión.

599
Capítulo 8. Exploración del subsuelo

Finalmente, se pude decir que a pesar de que este método es relativamente simple tiene bastantes
limitaciones. Estas se deben sobre todo a la ambigüedad que puede existir en los resultados y a que por lo
general se hace necesario el realizar ensayos adicionales que proporcionen una idea del posible perfil de
suelo que pueda encontrarse.

Tabla 8.22. Resistividades típicas de diferentes materiales.


Tipo de material Resistividad Ωm
Arcilla 3 – 30
Arcilla magra 10 – 40
Arcilla arenosa, limo 25 – 150
Arena con arcilla 50 – 300
Arena, gravas saturadas 200 – 400
Arena, grava seca 800 – 5000
Bolones secos 100 – 3000
Caliza, yeso 500 – 3500
Arenisca 300 – 3000
Lechos de arena y domos de arena >10000
Granito 2000 – 10000
Gneis 400 – 6000
Depósitos de desechos Resistividad Ωm
Basura doméstica 12 – 30
Escombros y suelo de desecho 200 – 350
Desechos industriales (lodos) 40 – 200
Chatarra (partes metálicas) 1 – 12
Piezas de vidrio roto y porcelana 100 – 550
Rastros de arena 400 – 1600
Desechos de papel (húmedo) 70 – 180
Fuente de contaminación de basura doméstica 1 – 10
Aceite usado 150 – 700
Alquitrán, brea 300 – 1200
Limpieza de ropa y materiales 30 – 200
Barniz usado y pintura 200 – 1000
Barriles vacíos 5 - 20

Referencias
Berardi R. and Lancellotta (1991). “Settlement of shallow foundation in sand: selection of stiffness of the
basis of penetration resistance“.
Campanella R. G. and Robertson P. K., “State of the art in in-situ testing of soils: Developments since 1978”,
University of British Columbia, Vancouver, Canada.
Campanella R. G. and Robertson P. K. y Wightman A., “SPT-CPT Correlations”, University of British Columbia,
Department of Civil Engineering.
Coduto, Donald P. (1999). “Geotechnical Engineering, Principles and Practices, Segunda Edición”. Prentice Hall.
Das, Braja. M. “Fundamentos de Ingeniería Geotécnica” Thomson Learning.
D’ Appolonia, D.J.; D’Appolonia, E.; Brissete, R.F. (1970). “Discussion on Settlement of Spread Footings on
Sand”. ASCE Jour. SMFD96:SM2.
Lancellotta, R. (1983). “Analisi di Affidabilità in Ingegneria Geotecnica, Atti Istituto Scienza Construzioni”. No.
625, Politecnico di Torino.

600
Mecánica de Suelos. L.M. Salinas, J. H. Yapari, A.Canelas, A. Aranibar

Marchetti, S. (1980). “In Situ Test by Flat Dilatometer”, Journal of Geotechnical Engineering Division, ASCE vol.
106, GT3.
Meigh, A.C. (1987). ”Cone penetration testing: methods and interpretation”. London, CIRIA ground engineering
report: in-situ testing. Butterworths.
Schmerrtman, J.H. (1975). “Measurement of In Situ Shear Strength”, Proceedings, Specialty Conference on In
Situ Measurement of Soil Properties, ASCE, vol. 2, pp. 57-138.
Schmerrtman, J.H. (1977). ”Interpreting the Dinamics of the Standar Penetration Test”
Skempton, A. W. (1986), “Standard Penetration Test Procedures and the Effect in Sands of Overburden
Pressure, Relative Density, Perticle Size, Aging and Overconsolidation”, Geotechnique, vol. 36, No. 3 pp.
425-447.
Simons N., Menzies B. & Matthews M. “A short course in Geotechnical Site Investigation” Thomas Telford
Simons N., Menzies B. “Foundation Engineering, Second Edition” Thomas Telford.
Whitlow, Roy (1994). “Fundamentos de Mecánica de Suelos, Segunda Edición”. CECSA, México.

601

También podría gustarte