Está en la página 1de 2

Autor: David Abraham Ruiz Ruiz

El mercado laboral juvenil


Abordar las condiciones de trabajo en México resulta complejo por múltiples condiciones, desde la
informalidad, la precarización, el intentar evadir regulaciones por parte de las instituciones correspondientes.
En este espacio se ha discutido que uno de los principales lastres de la economía mexicana está situado en
su mercado laboral, es uno que tiene niveles altos de discriminación, precarización, con poca productividad,
sin la inversión necesaria para mejorar el trabajo, y consecuentemente el valor del servicio del trabajador.
Hablar de trabajo en México es discutir de demasiadas cosas, prestaciones, obligaciones, formalidad,
proyecciones, automatizaciones entre muchas más. La discusión se transforma al segmentarlo por algún
grupo de interés y visualizar qué ocurre en éste con respecto a la media. El mundo se ha dedicado a sostener
una lupa sobre el mercado laboral femenil, las brechas salariales de género, y las políticas que se deben
instrumentar desde el sector público como privado para reducir estas diferencias.
Sin embargo, el enfoque se puede dar también por otros motivos, y quizás uno de los más cruciales es por
edad, un sentido universal al que todos pertenecen, y cuya perspectiva es la más desoladora. Si hablamos de
América Latina, existe un desempleo en jóvenes entre 15 y 24 años del 21%. Es necesario esclarecer que la
tasa de desempleo se calcula sobre las Personas Económicamente Activas, es decir, aquellas que ya están
trabajando o buscan activamente un empleo. Es importante esta aclaración porque una tasa alta de
desempleo en jóvenes significa que es una parte de la población que necesitan ese ingreso, pero el mercado
laboral no tiene en donde acomodarlos.
En México al aplicar las tasas de desempleo por edades encontramos una diferencia importante entre la
juventud y la media. Para principios de 2020, antes de los efectos de la pandemia, el desempleo juvenil de
personas entre 20 y 24 años estaba en un 6.93%, mientras que el desempleo general era del 3.4%, menos de
la mitad. La importancia relativa del empleo a principios de los 20’s es alta derivado a que el primer empleo es
lo que marca la experiencia requerida para mejores condiciones laborales en el futuro. 3 de cada 10 personas
desempleadas en México están entre los 15 y los 24 años.
La potencial respuesta que tendrán muchos al leer esto es que la solución en esas edades es la educación, y
que una buena escolaridad está intrínsecamente ligada con mejores condiciones laborales en México.
Lamentablemente, en México no estamos en ese punto de la conversación, ya que las condiciones son tan
precarizadas que no se puede decir que una mayor educación te lleva a tener más posibilidades de un
empleo acorde al perfil. Las personas con educación de media superior en adelante concentran 50% de las
personas desempleadas, mientras que aquellas con educación hasta secundaria apenas el 35%. En México
una mayor educación no es garantía de mejores condiciones.
El reto para el mercado laboral no se da únicamente en mejorar condiciones generalizadas de empleo, sino
en no permitir que la edad de primer empleo se posponga varios años, que ello es equivalente a lograr
estabilidad financiera a edades más tardías, y en varios casos, ver mermado el potencial valor patrimonial de
los individuos.
Hablar de empleo juvenil en América Latina es una deuda pendiente de resarcir, los programas impulsados
por los gobiernos aún no tienen el calado suficiente para alcanzar a gran parte de la población que busca
empleo, y hablar de salarios y prestaciones sigue estando lejos de lo ideal. Llevamos décadas viendo como el
valor de insumos, bienes inmobiliarios, alimentos, entre otros han subido por encima que los salarios. Una
vida digna requiere de trabajos dignos, contrataciones en tiempos adecuados y regulaciones a tiempo por
parte de las instancias gubernamentales. Ojalá que las Secretarías de Trabajo presentes y futuras estén listas
para el reto.
Correo: dabrahamrr94@gmail.com
Twitter: @Ruiz4D
Licenciado en finanzas de la Universidad de Sonora

También podría gustarte