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Introducción

La 3ra Revolución Científico-Tecnológica, que se está dando en la actualidad,


combina el avance de las nuevas tecnologías de comunicación con el nacimiento de
nuevas formas de energía, dando como resultado nuevas posibilidades de desarrollo
y una nueva visión del mundo. El desarrollo de las empresas transnacionales en el
marco de un mundo globalizado ha permitido reconfigurar el escenario de las
actividades comerciales. La evolución de las telecomunicaciones y de los medios e
infraestructuras del transporte han sido fundamentales para la proliferación de las
mismas. El avance incesante de estos elementos ha logrado acortar las distancias
brindando nuevas posibilidades al mundo de los negocios. En este nuevo orden
surgen los tecnopolos, piezas claves de este trabajo.

A continuación nos introduciremos en esta realidad, el mundo de los tecnopolos y el


desarrollo científico-tecnológico, una nueva dimensión en lo que respecta a la
articulación de las actividades económicas del siglo XXI. Resulta interesante dar una
mirada a estos espacios donde se establecen empresas modernas, dueñas de nuevas
tecnologías, las cuales sirven para la creación y reactivación de áreas urbanas así
como para la implementación de nuevos proyectos industriales capaces de
concentrar conocimiento y tecnología en un mismo entorno.

Este trabajo tendrá como objetivo lograr comprender las nuevas dinámicas
asociadas con el trabajo en redes a partir de emprendimientos universitarios,
industriales y empresariales que conviven y se interrelacionan en parques
tecnológicos; emprendimientos que se impulsan en el mundo de hoy y que marcan
un nuevo rumbo.

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¿Qué son los tecnopolos?

Los tecnopolos son centros tecnológicos que agrupan, en un mismo lugar, diversas
actividades productivas de alta tecnología, empresas, organismos financieros,
industrias y servicios, centros de investigación y universidades.

Se busca el desarrollo de relaciones fluidas


y de integración entre los distintos
emprendimientos que allí se encuentran.
Las empresas tienen la capacidad de
realizar proyectos en conjunto
aprovechando su proximidad, la cual
deriva en un constante intercambio de
ideas e información. De esta forma se
constituye una economía de aglomeración o de concentración espacial de
desenvolvimiento tecnológico. La mayoría de los tecnopolos concentran grandes
cantidades de mano de obra calificada y especializada. Su objetivo principal es
facilitar la creación y el perfeccionamiento de productos y técnicas, los que a su vez
serán absorbidos por la industria de alta tecnología que se instala en los mismos
lugares.

Estos centros, caracterizados por su infraestructura de gran calidad urbanística y


ambiental, están ligados a la llamada 3ra Revolución Científico-Tecnológica,
representando en la actualidad lo que las grandes regiones industriales
representaban en la primera revolución industrial.

Los tecnopolos pueden ser financiados por diversas entidades públicas o privadas,
dándose en muchas ocasiones que tanto el sector público como el privado sean
dueños de un determinado porcentaje de un mismo parque científico y tecnológico.

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Surgimiento

Los primeros tecnopolos surgieron en


California, Estados Unidos, cuando
Frederick Terman (decano de ingeniería
eléctrica) conjuntamente con William
Bradford Shockley (uno de los físicos
responsables del descubrimiento del
efecto transistor), ambos
pertenecientes al cuerpo docente de la
Universidad de Stanford, diseñaron un polo de desarrollo tecnológico en el área de
la informática que se hizo conocido como Silicon Valley o Valle de Silicio. Éste se
ubica en California, más precisamente en Palo Alto, en el Valle de Santa Clara. La
Universidad de Stanford decidió comprar las tierras desocupadas de su entorno para
la construcción de un polo industrial. Para ello se buscaba la concentración de
profesores de alta calificación que potencien su desarrollo.

Silicon Valley es considerado a nivel mundial como la cuna de la industria de alta


tecnología. Fue protagonista en la transformación del espacio urbano y la
consolidación de la región como el mayor centro de innovación en los Estados
Unidos. Actualmente trece de las veinte ciudades consideradas como las más
creativas del país se encuentran en California. Incluso, de ellas, diez se ubican en
Silicon Valley.

Por lo tanto se trata de una región en la que se encuentran un importante número


de empresas establecidas a partir de la década de los ’50, con el propósito de
generar innovaciones tecnológicas y científicas, principalmente en la producción de
chips, y el impulso de la electrónica y la informática.

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Evolución de los tecnopolos

Luego del éxito de Silicon Valley, los tecnopolos comenzaron a ser conocidos fuera
de fronteras provocando que en otras partes del mundo se haya querido reproducir
el fenómeno. Diferentes universidades, fundaciones y empresarios han buscado
reproducir los procesos que se dieron en Silicon Valley. De esta forma han surgido
experiencias con resultados diversos.

En Estados Unidos el fenómeno del Valle de Silicio hizo que comenzaran a crearse
múltiples parques industriales en el área geográfica más próxima:, Sunnyvale,
Mountain View , San José, Cupertino.

Los tecnopolos en este país generalmente están asociados a sectores tecnológicos


que aprovechan la capacidad científica e innovadora de la universidad a la que están
ligados. Es así como atraen nuevas inversiones y empresas "High-Tech",
transformándose inmediatamente en grandes instrumentos de desarrollo a nivel
regional. Otra característica del modelo estadounidense es la capacidad que tienen
los parques para autofinanciarse. De esta forma la mayoría de las veces no
dependen de fondos públicos como sucede en otras partes del mundo.

Por su parte, las mayores concentraciones de empresas de alta tecnología del país
están dentro o próximas a un parque científico o tecnopolo y casi siempre cercanas
a universidades o centros de investigación. Además de Silicon Valley, se han sumado
nuevas áreas innovadoras y de desarrollo tecnológico como Seattle, donde se
desarrollan principalmente actividades relacionadas con la bioquímica y el software,
Mineapolis, Tucson, Philadelphia, los parques científicos de Triangle Park, North
Carolina, Massachusetts, Boston, San Diego. A su vez comienzan a nacer tecnopolos
especializados en telecomunicaciones, desarrollo de software, actividades
biomédicas etc., como el Biomedical Research and Development Park, o el de la
Universidad de Columbia.

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Expansión del fenómeno

A diferencia de Estados Unidos, en Europa los gobiernos juegan un papel muy


importante en el funcionamiento de los tecnopolos. El surgimiento de parques
científicos en el norte del viejo continente suponen una de las vías más importantes
que la universidad tiene para rentabilizar el conocimiento e impulsar el desarrollo
de la sociedad de la información. Además de centros o regiones innovadoras donde
se concentran funciones políticas, productivas y tecnológicas como Londres, Munich
o la Ciudad Científica de París, podemos ubicar regiones intermedias especializadas,
por ejemplo en la industria aeronáutica tenemos el caso de Toulouse en Francia.

En la década de los '80 se ha dado un vertiginoso desarrollo de los tecnopolos,


impulsados sobre todo por el interés de las universidades, cuyos propósitos eran
fundamentalmente convertir sus conocimientos científicos y tecnológicos en riqueza
económica. Los países del norte de Europa son los pioneros en la instalación de estos
centros, principalmente países como Suecia, Dinamarca, Inglaterra, Escocia y
Holanda.

El Reino Unido ha ideado sus tecnopolos siguiendo el legado estadounidense. Se hace


gran hincapié en las universidades como proveedoras de personal calificado. Los
parques de ciencia como Herriot Watt Science en Edimburgo y el Cambridge Science
Park son los primeros ejemplos de éxito en esta parte de Europa.

En Francia son las agencias del estado y


los centros regionales de investigación,
en mayor medida, quienes impulsan los
tecnopolos. Se busca reducir las
diferencias entre los grandes polos de
investigación científica con respecto a
las áreas menos desarrolladas. Para ello
utilizan tecnología y sus propios recursos,
siendo principalmente los ayuntamientos los que se ponen al hombro la tarea de
crear polos de alta calidad. El fenómeno francés procura lograr el crecimiento de
pequeñas y medianas ciudades en áreas no metropolitanas asignándole nuevos roles.

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Esto sucede mayoritariamente en el sur del país, en ciudades como Montpellier,
Toulouse, Lyon y la ciudad nueva de Sophia Antípolis.

Los tecnopolos pioneros en Francia fueron el Zirst de Meylan-Grenoble y Sophía


Antípolis en la costa mediterránea, cuya iniciativa fue dada por una escuela pública
con la participación de las autoridades regionales y la consecuente colaboración del
gobierno central y de empresas locales.

Estos tecnopolos ya no se limitan a gestionar una única zona donde se establecen las
actividades tecnológicas, sino que coordinan varias áreas de una misma ciudad.
Montpellier-Europole es uno de estos casos, ya que forma parte de cinco polos
especializados: Agropolis, que se especializa en los recursos de la tierra,
Euromédicine, relacionado a la salud, Heliopolis, ligado al turismo y a actividades
recreativas, Anntena, en lo que tiene que ver con emprendimientos multimedia y
Communicatique, en informática y robótica.

En Alemania, los Centros de Transferencia de Tecnología son protagonistas. Se han


desarrollado proyectos impulsados por el gobierno como el Land de Baden-
Württemberg, en el sur del territorio, el mayor tecnopolo alemán. El
emprendimiento reúne actualmente más de cien centros de todo tipo.

Por otro lado, Italia se muestra como


una nación con interés por el impulso
de centros científicos y tecnológicos de
innovación. Actualmente existen
iniciativas como el entorno innovador
Tecnocity en el triángulo Turín-Ivrea-
Novara, Leonardia en Piacenza, el polo
tecnológico Bicocca en Milán, entre
otros.

Los proyectos para desarrollar la innovación en Italia se ubican en Trieste, en la


tecnópolis de Valenzano-Bari y, a través de los Consorcios de Ricerche, actualmente
se desarrollan los tecnopolos de Pisa y Génova. A mediados de los años '90 se

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establecieron políticas concretas en las que se marcaba una inversión de 1,5 billones
de liras para el sur del territorio con el fin de financiar una docena de proyectos,
logrando que cada región del sur contará con un parque tecnológico. Uno de los
centros más antiguos es Tecnópolis Novus Ortus, en Bari, que contiene grandes
centros de investigación propios y de grandes empresas en un espacio muy reducido.
A mediados de los años noventa éste contaba con más de doscientos empleos
propios los cuales llamativamente eran en su mayoría investigadores.

En países como España son los gobiernos regionales, y en Portugal es el estado quien
proyecta la mayoría de los polos científicos y tecnológicos. Portugal ha llevado a
cabo emprendimientos de este tipo en Coimbra, en el área de Lisboa, donde se
ubica Taguspark, y en Oporto, donde se localizan tres polos ubicados en Maia, Feira
y Vale do Ave que compiten directamente con el tecnopolo establecido en la capital
del país.

Por otra parte en Asia, en países como


la India, se han desarrollado tecnopolos
que apuntan a la tecnología, siendo la
producción de software de alta calidad
el principal elemento para el que se
trabaja. En China varias áreas en la
costa del Pacífico están llevando a cabo
diversos emprendimientos tecnológicos.
Por otro lado Japón se muestra como un país impulsor de gran cantidad de
tecnopolos. Actualmente, con una estructura muy parecida al modelo europeo se
fomentan diferentes iniciativas en treinta ciudades del país. Las principales
actividades son relacionadas a la electrónica, la informática, las textiles, el papel y
los productos alimenticios. La industria se descentraliza desde las grandes ciudades
ubicadas sobre el Pacífico hacia áreas del interior y de la costa oeste del territorio
como es el caso del tecnopolo de Gifu.

En el continente asiático también se destaca Singapur, una pequeña nación que se


muestra al mundo como verdadera tecnópolis. La reproducción del Valle de Silicio

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en este territorio se apoya en la convivencia de redes de empresas de altísima
tecnología como son Hewelet Packard, Conner Peripherals y Thomson-SGS.

En esta misma línea aparece Taiwan, con su parque tecnológico de Hsin-Chu,


considerado como uno de los más importantes focos proveedores de componentes
electrónicos e informáticos del planeta.
En este tecnopolo se ubican además,
centros tecnológicos estatales y plantas
de empresas de gran porte como la
Taiwan Semiconductor Manufacturing,
especializada en el desarrollo memorias
DRAM, United Microelectrónica Group
con seis fábricas de microprocesadores
en el parque, la compañía Microtek Intenational, especializada en equipos
electrónicos para la impresión y Acer, una de las principales productoras de
computadoras del mundo.

En Australia se han puesto en marcha también diversos proyectos de esta índole. Los
principales tecnopolos son: el Technology Park de Adelaide, el Brisbane Technology
Park, el Technology Park de Western Australia y el Queensland and University of
Adelaide Commerce and Research Precint. El fenómeno de los tecnopolos se ha
extendido por otros países de Asia y África donde actualmente hay varios proyectos
en funcionamiento.

Los tecnopolos en nuestro continente

En Sudamérica el concepto de
“tecnopolo” surge a finales de la
década de los '80. En 1986 se inauguró
el Parque Tecnológico da Universidade
de Brasilia. A partir de ese momento
comenzó a existir un mayor interés en
este tipo de iniciativas en la región, sobre todo en Brasil, Argentina y Chile. Entre

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los varios emprendimientos que surgieron se destaca el tecnopolo de Campinas en el
norte de San Pablo. Éste fue uno de los pioneros en la investigación en
nanotecnología sobre comienzos de los años noventa. La UNICAMP (Universidad
Estatal de Campinas), conocida a nivel nacional e internacional, actúa como
proveedora de mano de obra calificada al igual que otras trece universidades e
institutos superiores públicos y privados establecidos en la región.

Conclusión

La evolución y la multiplicación de los parques científicos y tecnológicos por el


mundo trae consigo una búsqueda de vínculos necesarios entre tecnología, economía
y empleo. Por lo tanto podemos considerar a los tecnopolos como instrumentos que
ponen énfasis en la industria, en los servicios y en un desarrollo global mediante el
tejido de redes de trabajo e inversión.

En el esquema más común de tecnopolos aparecen siempre tres componentes que


describen a estos parques tecnológicos: por un lado los centros de investigación
públicos y privados, por otro las universidades y a estos se le suman las empresas.
Estos elementos se entrelazan, crean relaciones y planes de trabajo en conjunto
formando redes, pueden ser internos o externos al parque, y llevan a cabo una o
varias funciones según la orientación que se busque darle a cada emprendimiento. El
tecnopolo es un área dotada de servicios avanzados donde se ubican empresas, que
generalmente tienen lazos con una universidad, un centro de investigación o una
institución de educación superior. El parque científico o tecnológico intenta
fomentar la creación de industrias basadas en el conocimiento y la innovación.

Este fenómeno marca una nueva tendencia en el mundo de los negocios. Una
tendencia hacia la innovación y la superación constante desde el punto de vista
científico y tecnológico. Se acentúan las competencias beneficiando en parte al
consumidor, que tiene la posibilidad de adquirir productos de un mayor nivel
tecnológico o servicios más finamente especializados. A su vez se genera mayor
cantidad de profesionales y personal calificado en diversas áreas, lo que contribuye
a que el fenómeno continúe evolucionando.

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ÍNDICE

Introducción…………...………………….1

¿Qué son los tecnopolos?……………………………....2

Surgimiento……………………………….3

Evolución de los tecnopolos……………................……...4

Expansión del fenómeno………………………………5

Los tecnopolos en nuestro continente………………………………8

Conclusión ……………………………...9

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BIBLIOGRAFÍA

Bueno Campos, E. (2010) “Los parques científicos y tecnológicos como espacios de

encuentro multidisciplinar para la innovación”, (Documento en línea),

<http://www.encuentros-multidisciplinares.org>.

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del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES), Dirección de Gestión del

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Barcelona, 1992.

Ondátegui, J. (2001) “Parques científicos y tecnológicos: Los nuevos espacios

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