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Tutor:
Lizethe Alejandra Amezquita
UNAD
Octubre 2019
El presente texto presentará las ideas y elementos más destacados en la unidad uno iniciando
por abordar los conceptos de sociología rural, sociología urbana, cómo se da su relación y cómo
ambas categorías se suscribe a las narrativas que configuran las percepciones y construcciones
que se hacen en torno al territorio
Una de las características que comparten los espacios rurales y los espacios urbanos es que
suelen presentar delimitaciones basadas en el tamaño de los municipios, o en el peso de la
población activa agraria. El capitalismo y la sociedad de la información se ha diseminado hasta el
punto de cubrir la casi totalidad de los espacios rurales, haciendo que no sea fácil definir
diferencias en hábitos, actitudes y valores, y menos aún en lo que se refiere a las estructuras y
relaciones de producción.
Entre los aspectos utilizados para representar o delimitar lo rural ha sido el tamaño reducido
de los centros poblados, la baja densidad demográfica y la preponderancia de la actividad agrícola
como forma productiva. Lo rural se concibe como residual a lo urbano.
Se asume una lectura positivista en donde se le atribuye a la revolución industrial ser el camino
hacia el progreso económico de las sociedades, y como resultado natural a la urbanización el
generar progreso social. Con lo que queda en evidencia la tendencia a poner en lo alto de la escala
a lo urbano y en lo más bajo a lo rural.
Se señala que el ámbito de estudio de la sociología rural no puede ser la sociedad rural, porque
como tal no existe, sino el colectivo de trabajadores y empleadores que conforman el sector
agrario, no se puede interpretar esos grupos humanos como se concibió al campesinado, tampoco
se puede identificar el medio rural con el medio natural, como el ecosistema propio del
campesinado, sino como un artificio más, una parte de la urbe global, con formas y funciones muy
distintas de las consideradas tradicionalmente por la Sociología Rural.
En relación a las nociones de la vida rural algunas hacen énfasis en aspectos socioculturales
otras se refieren a aspectos de carácter espacial y demográfico; ninguna ha tenido en cuenta las
nociones de los propios pobladores de los espacios referidos como rurales.
Algunas concepciones ven lo rural como el conjunto de regiones o territorios cuya población
desarrolla diversas actividades o se desempeña en distintos sectores como la agricultura, la
artesanía, las industrias pequeñas y medianas, el comercio, la actividad ganadera, la pesca la
minería, la extracción de recursos naturales y el turismo. Son asentamientos que se relacionan
entre sí y con el exterior (Matijasevic 2013).
Predomina la tendencia a considerar lo rural a partir de las privaciones que presente en relación
con lo urbano-industrial más que por sus particularidades, se destaca la ausencia de equipamiento
e infraestructura urbana o el predominio de actividades productivas primarias como propio de lo
rural.
Algunos autores consideran que no existe una ruptura entre sociedades urbanas y sociedades
rurales, considerando que son la expresión de “diferencias graduales” que particularizan las
comunidades según su proximidad a una o la otra, generando unas zonas intermedias denominadas
rururbanas. De este modo se presenta la interpretación de los espacios rurales, como espacios
separados de lo urbano por múltiples expresiones de cotidianidades rururbanas (continuum rural-
urbano). El concepto de continuun debe incluir discusiones sobre modos de producción y estilos
de vida en un mismo territorio.
Entre los enfoques de interpretación de la ruralidad se haya un debate que involucra la idea de
desruralización como urbanización del campo y la persistencia de lo rural pese a la disminución
de la población en el campo, la desaparición de sus saberes y prácticas culturales, como del
aumento de actividades diferentes a las de la agricultura por parte de sus pobladores.
La noción de Fusión urbano-rural presenta la propuesta de superar la visión del poblador rural
como un consumidor de modos de vida urbano, dejando de lado la comprensión de lo rural en
oposición a lo urbano y aceptar la coexistencia de diversos modos de vida. Igualmente se presenta
una tendencia al Reencuentro con la vida rural asociando esta con naturaleza, espíritu comunitario,
tranquilidad y calidad de vida, fomenta la economía terciaria de prestación de servicios entorno
al ocio y la utilización del tiempo libre (valor folclórico del campesino).
Cada sociedad tiene ideas predominantes de ruralidad. La nueva ruralidad hace énfasis en la
multifuncionalidad del territorio y la pluractividad como necesidad para la preservación de
economías rurales, en el manejo, uso, conservación de recursos naturales, reconocimiento de
servicios ambientales como forma de dinamizar la economía rural y revalorizar lo rural, tiene una
perspectiva orientada al actor y tiene el reto de romper el círculo vicioso que asocia ruralidad con
pobreza y con malas condiciones de vida.
Las ciudades modernas se caracterizan por un alto grado de diferenciación, complejidad y por
ser un espacio social multidimensional y heterogéneo. La ciudad representa un sistema complejo,
es un imaginario social, su existencia se haya determinada por las representaciones que de ella
hacen quienes la habitan. Las representaciones sociales de la ciudad van unidas a sus identidades;
identidades entendidas como la representación intersubjetivamente reconocida y sancionada que
tienen las personas de sus círculos y pertenencias, de sus atributos personales y su biografía.
(Giménez 2000, citado por Rizo, Marta 2006)
Se presenta una constante definición y redefinición de las percepciones de ciudad destacándola
como espacio colectivo de encuentro, en ella convergen grupos y colectividades que se relacionan
entre sí motivados por la necesidad de convivir, de generar mecanismos de contestación,
adaptación y de contacto, la ciudad facilita de manera constante el surgimiento de nuevas formas
de interacción, de diálogo y conflicto, es escenario de prácticas sociales y espacio de organización
de experiencias.
Las ciudades nunca han sido entornos sociales fijos e independientes de las trasformaciones
sociales, representan una forma social y espacial cuya complejidad requiere para su interpretación
el concurso de varias disciplinas que faciliten su comprensión. Haciéndose necesario para su
análisis la implementación de un campo específico que se centre en los aspectos de la vida social
de lo urbano, en cómo se da la estructuración de las relaciones entre actores sociales, instituciones
y colectividades que hacen de la ciudad su espacio vital.
La vinculación entre los procesos globales y locales tiene la tendencia de que a medida que se
incrementa el poder de compra rural, los patrones de consumo se orientan hacia los productos y
servicios urbanos. La población rural tiende a convertirse en multiespacial (entre el campo y la
ciudad).
En la actualidad las relaciones sociales, políticas, económicas y culturales son cada vez más
integradas, fluidas y rápidas, lo que ha ido articulando la idea de sociedad mundial y ha
empoderado conceptos como el de “ciudad- región global”. Estos espacios se describen como
centros de poder político nacional e internacional, centros de comercio, proveedores de servicios
financieros, actividades profesionales avanzadas, centros de información y difusión, centros de
consumo, arte, cultura y entretenimiento, sin que se presenten estas variables de manera
simultánea y de manera general.
El valor de una posición está determinado por la distancia que la separa de otras posiciones
inferiores o superiores, el espacio social es un sistema de diferencias sociales jerarquizadas en
función de sistemas legitimados y reconocidos. Los conceptos de lugar, espacio y territorio son
importantes para dimensionar lo urbano. El lugar actúa como elemento aglutinante de la
colectividad y como símbolo de su permanencia en el tiempo.
Territorio se usa como el espacio dominado por una estructura de poder o grupo social. “como
una construcción cultural donde tienen lugar las prácticas sociales con intereses distintos, con
percepciones, valoraciones y actitudes territoriales diferentes, que generan relaciones de
complementación, de reciprocidad, pero también de confrontación. Dicha construcción es
susceptible de cambios según la época y las dinámicas sociales”. (Nates Cruz 2010, p. 211-212.
Citado por: Capel H. 2017).
El territorio es un espacio apropiado por los grupos sociales para fijarse en él, asegurar su
supervivencia, construir viviendas y rutas, explotar productos, delimitar dominios, esto en cuanto
a la dimensión política del territorio y sus ventajas prácticas.
Considera Marta Rizo que Territorialización, “es la estrategia que se utiliza y el efecto que
causa delimitar un territorio” (barrios, adquisición de propiedades). “La territorialización sugiere
un poder determinado por una persona, un grupo social o étnico, un Estado...” Estructuras sociales
objetivas, los campos y las estructuras sociales interiorizadas (esquemas de percepción,
valoración, pensamiento y acción), los habitus. la identidad. El habitus se relaciona con la
identidad en tanto que se refiere a los sistemas incorporados, el habitus es flexible, modificable
por lo tanto susceptible a ser redefinido. Habitus e identidad constituyen la dimensión subjetiva
de la cultura.
Territorio implica límites y fronteras, el dentro y el afuera, lo que genera procesos de inclusión
y exclusión, también se producen procesos de expansión sobre territorios próximos o lejanos para
apropiarse de sus recursos lo que puede generar diferentes conflictos.
- Capel, H. (2017). Las ciencias sociales y el estudio del territorio. Revista bibliográfica de
geografía y ciencias sociales 21. Universidad de Barcelona. Recuperado
de http://www.ub.edu/geocrit/b3w-1149.pdf.
- Rizo, Marta (2006). Conceptos para pensar lo urbano: el abordaje de la ciudad desde la
identidad, el habitus y las representaciones sociales. Recuperado
de http://www.bifurcaciones.cl/006/bifurcaciones_006_Rizo.pdfg