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Recurso eólico

© Ediciones Roble, S.L.


Indice
Recurso eólico 3
I. Introducción 3
II. Objetivos 4
III. Circulación general de la atmósfera 4
IV. Comportamiento local del viento 7
4.1. Brisas de montaña y brisas marinas 7
4.2. Variación del viento con la altura 9
4.3. Variaciones temporales del viento 11
V. Clasificación del viento 13
VI. El recurso eólico en nuestro planeta 15
VII. El viento en España 17
VIII. Medida del recurso eólico 20
Medida de la velocidad y dirección del viento: anemómetro y veleta 21
6.1. Representación del recurso eólico: rosa de los vientos 27
IX. Predicción del viento 40
X. Resumen 52
Ejercicios 54
Caso práctico 54
Recursos 61
Glosario. 61

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Recurso eólico

I. Introducción
En esta unidad se introducen las ideas fundamentales sobre el viento, el recurso natural que hace posible
el aprovechamiento energético de la tecnología eólica. Conocer en profundidad su naturaleza es un
inmejorable punto de partida para poder entender los aspectos más específicos de la tecnología eólica
detallados en los siguientes capítulos.

En la primera parte...

Se exponen los fundamentos físicos que originan el movimiento de masas de aire en nuestro planeta,
en lo que se conoce como la “circulación general de la atmósfera”. Estos conceptos permiten explicar
con cierta precisión el comportamiento del viento a gran escala, lo que se denomina el “viento
geostrófico”.

Se describen las variaciones locales del viento, que influyen en la circulación a gran escala para dar
lugar al recurso eólico que observamos en la superficie terrestre, el que se puede aprovechar en los
parques eólicos. También se detallarán aspectos como la influencia de la altura en la velocidad del
viento, la variación temporal de este o el origen de las brisas de montaña y de la costa.

A continuación...

Se exponen algunas de las características del recurso eólico en nuestro país. En particular, se
muestran las zonas con mayor potencial de aprovechamiento, que lógicamente coinciden con aquellas
con más potencia instalada en parques eólicos en el país.

Se presentan también en este tema los fundamentos de la caracterización del viento: los equipos de
medida utilizados, las herramientas de procesado de la información medida (como la rosa de los vientos
o el diagrama de distribución de velocidades), etc.

Se incorporan ejemplos desarrollados para aprender a dibujar la rosa de los vientos, representación
gráfica muy sencilla y visual que nos proporciona información muy útil sobre las características del
recurso en una localización concreta y que supone una herramienta fundamental a la hora de analizar el
tipo de aerogenerador a instalar.

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En la última parte de la unidad...

Se han incluido algunas ideas sobre la predicción del viento, que son las técnicas utilizadas para
estimar la disponibilidad de energía en parques eólicos con cierta antelación. La predicción eólica es
fundamental para mejorar la gestión de los parques eólicos, aumentar la penetración de esta tecnología y
reducir los costes del sistema eléctrico. Se comentan el software y los distintos programas informáticos
que se emplean habitualmente en la fase previa de diseño de un parque eólico y en la fase de operación
para facilitar la predicción de producción y la evaluación del funcionamiento del propio parque. Se
analizan con algo más de detalle los programas WAsP, windPRO y WindFarm.

II. Objetivos
Describir las características generales del viento como recurso natural en cuanto a su capacidad de
aprovechamiento energético, incluyendo los aspectos locales y temporales de esta fuente de energía.

Caracterizar la disponibilidad de recursos eólicos en España.

Conocer los equipos de medida del recurso eólico y las técnicas de procesado de los datos medidos.

Introducir las ideas fundamentales sobre la predicción del viento y la influencia de esta disciplina en la
tecnología eólica y en el sistema eléctrico en general.

Conocer los programas y herramientas informáticas más utilizados en el diseño y control de operación
de parques eólicos.

Conocer los equipos de medida del recurso eólico y las técnicas de procesado de los datos medidos.

Introducir las ideas fundamentales sobre la predicción del viento y la influencia de esta disciplina en la
tecnología eólica y en el sistema eléctrico en general.

III. Circulación general de la atmósfera


El viento se produce por la acción del Sol principalmente, ya que calienta de forma distinta diferentes
zonas de la superficie terrestres y de la atmosfera. El aire caliente, que es más ligero, se mueve hacia arriba;
y el aire frío, más denso, hacia abajo. Estos movimientos crean una serie dominante de corrientes de viento
en las capas de la estratosfera.

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Figura 1. Diagrama de la circulación general de la atmósfera

Figura 1. Diagrama de la circulación general de la atmósfera, en el que se muestran las tres zonas de
vientos preferentes en cada hemisferio: alisios del noreste en latitudes bajas, vientos del oeste en medias
y vientos polares en latitudes elevadas.
Fuente: http://www.newmediastudio.org

La figura 1 muestra un diagrama sobre los movimientos preferentes de masas de aire en nuestro planeta.
Se pueden ver tres zonas claramente diferenciadas para cada hemisferio, cada una de ellas con una
dirección preferente para el viento. Son las llamadas "celda de Hadley", "celda polar" y "celda de Ferrel".
A continuación, se describe brevemente cada una de estas zonas.

Celda de Hadley

Es la zona que va entre el ecuador y los 30° de latitud en cada hemisferio. En dicha zona, el
comportamiento es el modelo más sencillo de circulación. El viento dominante proviene del noreste (a
estos vientos se los denomina “alisios del noreste”) y es consecuencia del movimiento en altura del aire
caliente que va del ecuador hacia los polos. Estas masas de aire se enfrían al tomar altura y acaban por
descender en latitudes más elevadas. Por ello, vuelven en superficie hacia el ecuador (esta es la corriente
principal percibida en la celda), absorbidas por las bajas presiones provocadas por el aire caliente
ascendente.

La componente este del viento en la celda de Hadley está provocada por la influencia de la rotación
terrestre, en particular de la fuerza de Coriolis, que desvía el viento hacia su derecha (en el sentido del
avance del viento) en el hemisferio norte y hacia su izquierda en el hemisferio sur. La influencia de este
efecto es mucho mayor en latitudes elevadas.

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Celda polar

Cerca de los polos, el comportamiento también responde al esperado según el modelo sencillo: el aire
frío (más pesado) se desplaza en superficie hacia el ecuador, y sustituye a las masas de aire caliente que
avanzan en altura hacia los polos. La rotación de la Tierra le confiere una componente este en ambos
hemisferios, como en la celda de Hadley.

Esta celda se extiende desde los polos hasta los 60º de latitud en ambos hemisferios y en ella los
vientos dominantes se denominan “vientos polares del este”.

Celda de Ferrel

Ocupa las latitudes entre los 30º y los 60º en cada hemisferio. En esta zona, los vientos dominantes
provienen del suroeste en el hemisferio norte y del noroeste en el sur (son los llamados “ponientes”).
Están causados por el movimiento del aire en superficie hacia la zona de bajas presiones dejada por el
aire que asciende hacia los polos desde los 60º de latitud. La componente oeste se debe a la acción de la
fuerza de Coriolis, que desvía al viento hacia su derecha.

Además de las tres zonas citadas, existen otras dos áreas atmosféricas, que están caracterizadas por el
escaso viento. Se trata de la zona de convergencia intertropical, cerca del ecuador y de la zona cercana a la
latitud 30º, en ambos hemisferios. En la primera tienen lugar las denominadas “calmas ecuatoriales”,
mientras que en la segunda se producen las “calmas de Ross”.

La circulación general de la atmósfera plasmada en los párrafos anteriores se ve profundamente


modificada por la presencia de las masas continentales (figura 2). Las diferentes porciones de tierra tienen
en general características térmicas muy diferentes, determinadas por las condiciones particulares de la
orografía: altura, composición del suelo, presencia de grandes masas de agua, etc. Por ello, en distancias
relativamente grandes, no es raro observar comportamientos del viento alejados de lo esperado de acuerdo
con el modelo presentado anteriormente.

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Figura 2. La presencia de las masas continentales tiene una notable influencia en la


circulación general de la atmósfera

Figura 2. La presencia de las masas continentales tiene una notable influencia en la circulación
general de la atmósfera. Cada zona geográfica puede tener características diferentes en cuanto a su masa
térmica, perfil de rugosidad, etc.

Fuente: René Garreaud (www.dgf.uchile.cl/~rgarreau).

IV. Comportamiento local del viento


La circulación general de la atmósfera descrita en el apartado anterior da lugar a lo que se conoce como
los “vientos geostróficos”. Estos vientos no están apenas influenciados por el rozamiento con la superficie
terrestre o por la presencia de obstáculos. En general, se considera que el viento geostrófico se percibe por
encima de los 1 000 m de altitud; por ello, solo es posible medirlo utilizando sondas atmosféricas a bordo
de globos.

Sin embargo, en el caso de la energía eólica, los dispositivos de aprovechamiento del viento
(aerogeneradores) están situados muy cerca del suelo o de la superficie marina, con el rotor a una altura de,
a lo sumo, 220 m. En esta zona, el viento sufre la acción del rozamiento, por lo que se ve frenado. Así, en
función de las características de la orografía (más o menos rugosa), la influencia de obstáculos naturales
(como cerros, hondonadas, etc.) puede ser considerable. También puede modificar de manera significativa
la velocidad y la dirección del viento la presencia de edificios en zonas urbanas.

4.1. Brisas de montaña y brisas marinas


Otros fenómenos característicos con una influencia notable en el viento a nivel local son las brisas de
montaña y las brisas marinas.

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En el primer caso, se trata del movimiento de masas de aire que aparecen en las cercanías de grandes
montañas (figura 3). Son consecuencia del calentamiento desigual de las laderas en función de la altura.
Las brisas de montaña fluyen desde las cumbres hacia los valles durante las noches y desde las partes
bajas hacia las altas durante el día. Por las noches, el aire de lo alto de la montaña se enfría antes, por la
menor inercia térmica de las cumbres con respecto a la parte baja. El aire fresco baja por la ladera hacia
los valles, dando lugar a la brisa nocturna. Por el contrario, durante el día, es el aire cálido de los valles
el que asciende por la ladera hacia lo alto de la montaña, empujado por el viento fresco que cae hacia la
zona de los valles.

Con respecto a las brisas marinas, el fenómeno se debe al calentamiento diferencial que se produce en el
mar y en la tierra, debido al comportamiento térmico diferente de ambos medios.

Durante el día, la brisa sopla desde el mar hacia la orilla, debido al mayor calentamiento del medio
terrestre con respecto al agua de mar (hay que recordar que el calor específico del agua es muy elevado,
lo que significa que una masa del líquido tiene mucha inercia térmica, es decir, responde muy lentamente
ante variaciones de temperatura ambiente). Por ello, el aire cálido de la orilla asciende y es sustituido por
el aire fresco procedente del mar.

Figura 3. Brisas de ladera en las montañas, consecuencia del calentamiento desigual en función de la
altura.
Fuente: www.windpower.org

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Por la noche, la tierra se enfría antes que el mar por su menor inercia térmica, por lo que el flujo de las
brisas se invierte: es el aire cálido en contacto con el agua el desplazado por el fresco procedente de la
orilla. Así, la brisa nocturna tiene dirección de la costa hacia el mar. La figura 4 muestra de forma
esquemática las brisas marinas.

Figura 4. Brisas marinas: A. Brisa marina diurna. B. Brisa marina nocturna.


Fuente: Gómez Fernández, J. (2005), vía Wikimedia Commons.

4.2. Variación del viento con la altura


Por debajo del nivel del viento geostrófico, la influencia del rozamiento con el suelo en la velocidad se
hace patente. Por ello, dicha velocidad no se mantiene constante; a medida que nos vamos acercando al
suelo, el viento es frenado por efecto del rozamiento con el mismo.

Calcular la variación del viento con la altura

La variación del viento con la altura se puede calcular de manera aproximada mediante diversos

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métodos analíticos. En este sentido, es habitual utilizar una aproximación exponencial para estimar el
aumento de la velocidad con la altura, de acuerdo con la fórmula:

Vy = V0 ( Y / Y0)α.

Donde V es la velocidad del viento a la altura y e y0 una altura de referencia a la que la velocidad es
conocida, V0. a es el llamado “coeficiente de rugosidad”, exponente que depende fuertemente de la
orografía. Sus valores varían típicamente entre 0,1 y 0,4, y es mayor cuanto más compleja es la
orografía (tabla 1).

Así, en terrenos poco accidentados, a adquiere valores alrededor de 0,1, lo que en términos de
la velocidad del viento significa que la variación con la altura es muy reducida. En zonas muy
escarpadas, o con muchos obstáculos (por ejemplo, en ciudades), a puede alcanzar valores
cercanos a 0,4 (es decir, la velocidad del viento varía mucho con la altura).

Tabla 1. Variación del coeficiente de rugosidad, α, con las características del terreno

Terreno llano con hielo o hierba 0,1 - 0,12

Terreno llano (mar) 0,14


Terreno poco accidentado 0,13 - 0,16

Zonas rústicas 0,2

Terreno accidentado, bosques 0,2 - 0,26


Terreno muy accidentado y ciudades 0,25 - 0,4

Fuente: elaboración propia.

La figura 5 muestra la variación de la velocidad del viento con la altura para un coeficiente de rugosidad
de 0,2. La curva reproduce la ley exponencial anteriormente descrita.

Cuando se realiza una campaña de medidas de viento en un determinado emplazamiento, lo ideal sería
realizar la medida de velocidad a la altura a la que se van a colocar las turbinas eólicas, pero esto no es
siempre posible. Sin embargo, sí es posible medir a una altura normalizada y extrapolar a la altura de la
turbina utilizando la aproximación exponencial.

La variación del viento con la altura tiene una gran influencia en el funcionamiento de un
sistema eólico, dado que la producción de energía es mayor a mayor altura. Por ello, desde un punto de
vista meramente energético, los aerogeneradores han ser de tan grandes como sea posible. Sin embargo,
los aerogeneradores grandes son más caros y también lo es la propia instalación y el transporte. Por lo
tanto, el coste final de toda la instalación también será mayor. En consecuencia, en el diseño de una
instalación eólica es fundamental optimizar el sistema, y encontrar el mejor compromiso entre elevada
producción y bajos costes.

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Figura 5. Variación de la velocidad con la altura, según la ley exponencial, para un


coeficiente de rugosidad de 0,2.

Figura 5. Variación de la velocidad con la altura, según la ley exponencial, para un coeficiente de
rugosidad de 0,2.
Fuente: elaboración propia.

4.3. Variaciones temporales del viento


El viento sufre también variaciones temporales importantes, que dan lugar a una de sus características
fundamentales: su gran aleatoriedad. Estas variaciones pueden producirse en intervalos más o menos
largos de tiempo (variaciones diarias, mensuales, estacionales, anuales…), o también pueden
ocurrir en forma de variaciones bruscas. Este es el caso de las turbulencias, que son oscilaciones del
viento alrededor de los valores medios, que tienen un carácter impredecible y desordenado. En la figura 6
se puede ver la evolución del factor de capacidad de la eólica y la banda de desviación típica, para los años
2015 y 2016, según datos publicados por la Asociación Empresarial Eólica en 2017.

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Figura 6. Evolución del factor de capacidad de la eólica

Figura 6. Evolución del factor de capacidad de la eólica.


Fuente: REE.

Con respecto a las variaciones a largo plazo, cabe destacar las debidas a la estacionalidad. Y es que el
recurso eólico disponible oscila a lo largo del año, con la sucesión de las estaciones. En general, los
periodos de tiempo estable, como el verano, son menos propicios para la generación eólica. Por el
contrario, los meses de invierno suelen ser más ventosos. La figura 7 muestra la producción eólica en
España entre 2014-2018.

En el caso de las turbulencias, aunque su influencia en la producción de energía a largo plazo no es


importante, sí pueden tener cierta relevancia en otros aspectos, como en la seguridad o en la durabilidad de
los sistemas eólicos.

Por ejemplo, los cambios bruscos de viento pueden provocar fuertes cargas sobre los
aerogeneradores, que provocan fatiga mecánica en los materiales, poniendo a prueba su resistencia
estructural. Además, pueden dar lugar a problemas en los sistemas de control y orientación y
oscilaciones momentáneas en la potencia eléctrica producida.

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Figura 7. Producción eólica en España entre 2014-2018

Figura 7. Producción eólica en España entre 2014-2018. Hay menor generación en los meses de
verano, que en general están caracterizados por un tiempo más estable.
Fuente: Asociación Empresarial Eólica y Red Eléctrica de España.

V. Clasificación del viento

Existen diferentes criterios a la hora de clasificar el viento en cuanto a su velocidad. La más


tradicional es la denominada "escala Beaufort", que fue introducida por el almirante inglés del
mismo nombre a principios del siglo XIX. Aunque en origen se utilizó fundamentalmente en la
navegación marítima, posteriormente su uso se extendió a otros ámbitos, como la meteorología.

En dicha escala (tabla 2), se establecen 17 categorías, también denominadas “grados”, ordenadas de
menor a mayor velocidad del viento. En la tabla se muestran los intervalos de velocidad mínimo y máximo
para cada categoría, en unidades de m/s, km/h y nudos (un nudo es una milla náutica por hora).

Para cada grado es habitual añadir una descripción de los efectos que el viento podría tener tanto en
tierra como en mar. En la tabla se ha incluido el efecto típico en tierra.

Así, por ejemplo, un viento grado 5 se podría reconocer observando los árboles pequeños, ya
que para esta velocidad estos empiezan a moverse; mientras un viento fuerza 10 se puede
reconocer porque puede llegar a arrancar árboles y a causar daños en edificios.

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Tabla 2. Escala Beaufort de intensidades de viento, utilizada tradicionalmente para clasificar


los vientos en función de su velocidad

Grado Nombre v(m/s) v(km/h) v(nudos) Efecto en tierra

0 Calma. 0 0,2 0 1 0 0,4 Calma.


1 Ventolina. 0,3 1,5 1 5 1 3 El humo sigue el viento,
la veleta no.

2 Suave. 1,6 3,3 6 12 3 6 La veleta se orienta.

3 Leve. 3,4 5,4 12 19 7 10 Las hojas se mueven.


4 Moderado. 5,6 7,9 20 28 11 15 Las ramas más finas
se mueven.

5 Regular. 8 10,7 29 39 16 21 Empiezan a moverse


árboles pequeños.
6 Fuerte. 10,8 13,8 39 50 21 27 Se mueven las
ramas grandes.

7 Muy fuerte. 13,9 17,1 50 62 27 33 Se mueven los árboles


más grandes.
8 Temporal. 17,2 20,7 62 75 33 40 Se rompen las ramas
de los árboles.

9 Temporal 20,8 24,4 75 88 40 47 Se levantan los tejados.


fuerte.
10 Temporal 24,5 28,4 88 102 48 55 Arranca árboles,
muy fuerte. daños en edificios.

11 Tempestad. 28,5 32,6 103 117 55 63 Daños graves a los


edificios y destrozos.
12 Huracán. 32,7 36,9 118 133 64 72 Daños muy graves.

13 37 41,4 133 149 72 80 Daños muy graves.

14 41,5 46,1 149 166 81 90 Daños muy graves.


15 46,2 50,9 166 183 90 99 Daños gravísimos.

16 51 56 184 202 99 109 Daños gravísimos.

17 Ciclón. 56,1 61,2 202 220 109 119 Daños gravísimos.

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 3 se muestran las equivalencias entre unidades utilizadas habitualmente para medir el viento.

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Tabla 3. Equivalencia entre diferentes unidades utilizadas habitualmente para medir el viento

Nudo m/s km/h

Nudo 1 0,514 1,852


m/s 1,946 1 3,600

km/h 0,540 0,278 1

Fuente: elaboración propia.

Existe otra escala que se utiliza con mayor frecuencia que la Beaufort en el campo de la energía eólica.
Dicha escala clasifica los vientos en siete clases, en orden creciente en cuanto a su velocidad. En la tabla 4
se han incluido las velocidades mínima y máxima, en m/s, a tres alturas diferentes, 10 m, 50 m y 80 m. La
variación de la altura que se ha supuesto en esta clasificación es exponencial, según la ley presentada
anteriormente, y con un coeficiente de rugosidad de un séptimo (a=1/7).

Tabla 4. Clasificación del viento en clases, de acuerdo con su velocidad media (en m/s) a tres
alturas diferentes

v (m/s)

Clase 10 m 50 m 80 m

1 0 4,4 0 5,6 0 5,9

2 4,4 5,1 5,6 6,4 5,9 6,9

3 5,1 5,6 6,4 7,0 6,9 7,5

4 5,6 6 7,0 7,5 7,5 8,1

5 6 6,4 7,5 8,0 8,1 8,6

6 6,4 7 8,0 8,8 8,6 9,4

7 >7 >8,8 >9,4

Fuente: elaboración propia.

VI. El recurso eólico en nuestro planeta

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En los últimos años se han desarrollado estudios muy exhaustivos sobre la disponibilidad de recurso
eólico en nuestro planeta. Entre estos, destaca el de Archer y Jacobson, de 2005, en el que se cuantifica el
potencial eólico a nivel global. Los investigadores de la Universidad de Stanford concluyen que sería
posible obtener hasta 72 TW de potencia en parques eólicos, cantidad equivalente a 25 veces el consumo
mundial de electricidad.

Una de las principales aportaciones de Archer y Jacobson es su Atlas del viento, en el que determinan la
velocidad del viento en las diferentes áreas geográficas de la Tierra, mediante medidas a diferentes alturas.

América del Norte

Sobre la base de los resultados del trabajo se puede decir que la mayor disponibilidad de viento se da
en América del Norte, que tiene el mayor número de estaciones de medida con vientos clase 3 o
superior (según los propios autores, para que la producción eólica sea rentable, son necesarias
velocidades superiores a 6,9 m/s a 80 m de altura, es decir, clase 3 o superior). En particular, en la zona
de los grandes lagos y a lo largo de las costas este y oeste del país.

Antártida

La Antártida tiene también un potencial inmenso (aunque difícilmente aprovechable, dado que el
continente helado tiene un elevado grado de protección por sus especiales características, que lo
protege frente a la gran mayoría de las actividades humanas), y es el área con el mayor porcentaje de
estaciones aprovechables para la producción eólica: un 60%.

Europa

Por lo que respecta a Europa, figura en la lista de lugares con mayor potencial eólico. En particular, el
norte del continente, con Escandinavia y Reino Unido a la cabeza. Las costas del Mar del Norte son un
lugar privilegiado tal y como se aprecia en la figura 8.

Sudamérica y Australia

Otras zonas con gran potencial son el extremo sur de Sudamérica y la isla de Tasmania, en Australia.

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Con respecto a la disponibilidad de viento en los mares y océanos de nuestro planeta, Archer y
Jacobson concluyen que la media global de velocidad a 10 m de altura en estas áreas es de 6,64 m/s (lo que
se corresponde con la clase 6), frente a los 3,28 m/s (clase 1) de media sobre las grandes masas de tierra.
Es decir, en promedio, los valores medidos sobre el mar son dos veces mayores que en tierra, lo que
justifica el gran crecimiento de la eólica offshore de los últimos años. Las medidas a 80 m confirman el
enorme potencial del viento en el mar, ya que a esa altura la media de velocidad es de 8,6 m/s, frente a 4,54
m/s medidos tierra adentro.

Figura 8. Distribución del potencial del viento en Europa

Figura 8. Distribución del potencial del viento en Europa. Las zonas más oscuras, en el norte del
continente (Escandinavia, Reino Unido y el Mar del Norte), se corresponden con aquellas con mayor
velocidad del viento en promedio.
Fuente: Risoe National Laboratory. Vector Graphics.

VII. El viento en España


España no está situada en las zonas de mayor potencial eólico del continente europeo, mostradas en la
sección anterior, que se hallan en Reino Unido y Escandinava. Aun así, los recursos eólicos son muy
importantes, como también lo es el aprovechamiento que se hace de ellos, que permite que España esté
situada, según datos de 2018, en el quinto lugar del mundo en el ranking de potencia eólica instalada, tal y
como recoge la figura 9.

Tabla 5. Ranking de países por potencia instalada. Datos de 2018

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Ranking de países por potencia instalada


acumulada (2018)

China 211 392 MW

Estados Unidos 96 665 MW

Alemania 59 311 MW

India 35 039 MW

España 23 484 MW

Reino Unido 20 970 MW

Francia 15 309 MW

Canadá 12 805 MW

Brasil 14 702 MW

Italia 9 958 MW

Resto del mundo 90 788 MW

Tabla 5. Ranking de países por potencia instalada. Datos de 2018.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de GWEC.

La latitud de nuestro país (entre 36º y 43º norte, con la parte central de la península ibérica a unos
40º) hace que se encuentre en la zona de la celda de Ferrel, donde predominan los vientos del
oeste. Sin embargo, la complejidad orográfica de la península modifica sustancialmente el
esquema general de la circulación, como es de esperar en un país tan montañoso (España es el
segundo país más montañoso de Europa, superado por Suiza). La figura 10 muestra la
distribución potencial del viento en España.

Causas

Las principales causas de tipo orográfico que producen modificaciones en la circulación general en
España son los encauzamientos y el llamado “efecto esquina”. En el primer caso, se trata de caminos
preferentes para la circulación del viento provocado por la presencia de barreras laterales, que marcan la
senda a seguir por las corrientes de aire. Son frecuentes los encauzamientos del viento entre cadenas
montañosas, en depresiones existentes en cauces de grandes ríos y también en los estrechos, brazos de
mar que dividen grandes masas de tierra.

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Figura 9. Distribución del potencial del viento en España. Las zonas más oscuras, en el noroeste del
país (Galicia), el valle del Ebro y en la zona este de Castilla La Mancha (provincia de Albacete), se
corresponden con aquellas con mayor velocidad del viento en promedio.

Fuente: Risoe National Laboratory. Vector Graphics.

La figura 11 muestra los mapas de viento en España a 30 m y 80 m de altura con respecto a la


superficie. El color azul claro son vientos cuya velocidad es menor a 4 m/s y el granate oscuro o marrón
son áreas con vineros mayores a 10 m/s (ver código de colores en el pie de cada figura).

Figura 10. Mapas de viento en España a 30 m y 80 m de altura con respecto a la superficie.


Fuente: IDAE.

Situación de la península Ibérica

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Algunas de las zonas con mayor potencial eólico vienen definidas precisamente por estas
características orográficas. Así, los encauzamientos existentes en el valle del Ebro y en el estrecho de
Gibraltar y el efecto esquina que se produce en el noroeste de España, en Galicia,, y en el sur de
Portugal, en el cabo de San Vicente,, configuran las áreas preferenciales para el aprovechamiento eólico.

Una zona singular del país, debido a su alejada situación geográfica con respecto a la península, es la
de las Islas Canarias. Este archipiélago está ubicado entre los 26°º y los 29°º de latitud norte; por lo
tanto, se encuadra en la zona de vientos alisios del nordeste. Debido a esta situación y a causa de su
particular orografía, se puede decir que el potencial eólico de las Islas Canarias es alto, de los mayores
de toda España.

Para terminar, es necesario mencionar que la presencia del viento en las zonas privilegiadas, como el
valle del Ebro, La Mancha, el estrecho o el Cantábrico, ha influenciado de manera significativa a las
diferentes culturas presentes en estas áreas, hasta el punto de que existen denominaciones de los
diferentes vientos en estas zonas (y también en otras de la geografía española), utilizadas
tradicionalmente con cierta profusión. Así, en el Ebro, se habla del “cierzo”; en el Cantábrico, de
“galerna”; y en el estrecho, de “levante”, que son algunos de los nombres más característicos de entre
los utilizados para los vientos del país. La figura 12 muestra las denominaciones para los diferentes
vientos en España, utilizados de manera tradicional.

Figura 11. Denominaciones para los diferentes vientos en España, utilizados de manera tradicional.

Fuente: http://www.renovart.com

VIII. Medida del recurso eólico


L a potencia que puede suministrar un aerogenerador depende especialmente de la velocidad del
viento. Esta característica se manifiesta en que pequeñas variaciones en la intensidad del viento provocan
importantes cambios en la potencia generada por los aerogeneradores. Por ello, una medida precisa de la
velocidad del viento es fundamental para estimar el potencial eólico de un determinado lugar.

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Por este motivo, antes de emprender un proyecto de instalación de un parque eólico, se hace
imprescindible realizar una campaña de medidas del recurso disponible en la zona. Dicha campaña
ha de durar al menos un año y se debe realizar en el propio emplazamiento.

Campañas de medidas a largo plazo

Además, es importante desarrollar también una campaña de medidas a largo plazo, durante por lo
menos 15 años. Esta campaña puede utilizar datos de una estación de referencia cercana, por ejemplo,
del Instituto Nacional de Meteorología. Su objetivo es descartar que la campaña de medidas realizada en
el propio parque no sea representativa del viento en la zona, dada la enorme variabilidad para el recurso
eólico.

El IDAE ha realizado un estudio exhaustivo del recurso eólico y ha elaborado un mapa eólico
de España, tanto en la superficie terrestre como en las aguas interiores y en el litoral marino
hasta 24 millas, que está disponible en su página web: https://www.idae.es/uploads/documentos
/documentos_11227_e4_atlas_eolico_A_9b90ff10.pdf

Medida de la velocidad y dirección del viento: anemómetro y veleta

A la hora de instalar un parque eólico o un pequeño aerogenerador es fundamental conocer el recurso


eólico disponible en la ubicación que tenemos prevista. La dirección del viento se determina, como se ha
hecho tradicionalmente, mediante veletas (figura 12).

Veletas

El componente fundamental de una veleta es un elemento móvil que puede girar libremente alrededor
de un eje. Sometido a la acción del viento, el elemento se orienta en la dirección de este. Pero estas no
aportan ninguna referencia en cuanto a la velocidad. Para ello hay que recurrir al empleo de
anemómetros.

Figura 12. Imagen de una veleta, el dispositivo que permite determinar la dirección del viento en un
determinado momento.

Fuente: www.windpower.org

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Recurso eólico

Es posible registrar los datos medidos en un determinado intervalo de tiempo para la dirección del
viento, lo que se realiza mediante un transductor. Este elemento se encarga de transformar la información
de la posición de la veleta en una señal eléctrica, que puede registrarse de una manera sencilla.

Un tipo de transductor relativamente sencillo estaría compuesto por un potenciómetro (resistencia


eléctrica cuyo valor nominal se puede variar al girar un vástago integrado en el cuerpo del dispositivo)
unido de manera solidaria al eje de la veleta. Si el potenciómetro es alimentado con un valor determinado
de tensión, la salida de este variará en función del valor de resistencia del potenciómetro, valor que está
directamente ligado con la posición de la veleta.

Anemómetro

Para medir la velocidad del viento en un determinado emplazamiento, se utiliza un dispositivo


denominado anemómetro. Está compuesto de varios elementos capaces de interceptar el viento y que
pueden girar alrededor de un eje, de manera que la velocidad de giro del dispositivo es proporcional a la
intensidad del viento. Uno de los tipos de anemómetros más comunes es el de cazoleta, como el que se
muestra en la figura 13.

Al igual que en el caso de la veleta, para registrar los datos medidos de la velocidad del viento, se
transforma dicha información en una señal eléctrica. Esto se puede realizar utilizando un generador
eléctrico acoplado directamente al eje de giro del anemómetro.

Figura 13. Anemómetro de cazoleta, dispositivo que permite medir la velocidad del viento.

Fuente: archivo propio.

El generador suministra una corriente alterna cuya amplitud y frecuencia son proporcionales a la
velocidad de giro de su rotor, que a su vez es proporcional a la velocidad del viento.

Los datos de las medidas de velocidad y dirección del viento se deben registrar durante largos
periodos de tiempo, al menos durante la campaña de medidas. Por ello, es necesario habilitar un sistema
de almacenamiento de dichos datos. Esto se puede realizar utilizando sistemas del tipo datalogger, que
se sitúan en la base de la torre meteorológica, donde se ubican también los equipos de medida: veleta,
anemómetro, etc.

Torres meteorológicas

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Recurso eólico

Suelen incorporar otros dispositivos de medida con el fin de almacenar la mayor cantidad de
información posible sobre el comportamiento de la atmósfera en la zona. Así, es muy común registrar
también parámetros como la humedad ambiental, la presión atmosférica o la intensidad de la radiación
solar. Estos datos sirven como entrada para los modelos de predicción del viento, con los que es
posible estimar con antelación la energía generada por un determinado parque eólico.

Figura 14. Imagen de una torre meteorológica, en lo alto de la cual se ubican los dispositivos de
medida: anemómetro, veleta, termómetro, etc.

Fuente: http://www2.uah.es/gifa/fotorre5.htm

La ubicación de la torre meteorológica en el emplazamiento en estudio es fundamental. La figura


14 muestra una torre meteorológica. En particular, la elección de la altura de medida debe realizarse de
manera cuidadosa, dada la importante variación de la velocidad del viento con este parámetro. A ser
posible, la torre debe estar a una altura próxima a la del rotor de los aerogeneradores a instalar. Si esto
no fuera posible, debería elegirse una altura no menor de dos tercios del valor real aunque, si no hubiera
más remedio, siempre es posible utilizar un valor de referencia (típicamente de 10 m) y posteriormente
estimar la velocidad a la altura deseada mediante extrapolación. Esto último permite también comparar
de una manera homogénea el viento medido en diferentes localizaciones.

Modelización atmosférica mesoescalar y microescalar

Actualmente reduce tanto el coste como el tiempo necesario para identificar y evaluar regiones
potencialmente prometedoras para la implantación de proyectos eólicos. Utiliza el histórico recogido por
las estaciones meteorológicas junto con bases de datos geofísicos y de datos globales. Aunque estos
modelos suelen ser muy fiables, hay factores que afectan a la precisión de la estimación: escala finita de
la red de simulación; errores en las propiedades estimadas, como la rugosidad del terreno; y errores en
las bases de datos de topografía y usos del suelo. Más adelante se comentarán los softwares habituales
en la estimación del recurso eólico y en otras fases del proyecto de parques eólicos

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Recurso eólico

Estos datos de velocidad y dirección del viento si no se tratan no dan mucha


información. Lo que interesa es ver cuántas horas sopla el viento en una cierta dirección y si
en esa dirección prioritaria la velocidad del viento es suficientemente alta. Para ello hay que
tratar los datos estadísticamente, calculando la frecuencia o número de horas o intervalo de
tiempo (10 minutos, 15 minutos…) en los que sopla el viento en cada dirección y a qué
velocidad. Una vez que se tienen las frecuencias se pueden dibujar histogramas de frecuencia
de velocidades o de dirección de soplado del viento; o bien un gráfico denominado “rosa de
los vientos”, en el que se dibuja la frecuencia en la que sopla el viento en cada dirección y la
velocidad media o velocidades en cada dirección.

A continuación, se expondrán algunos ejemplos de histogramas y, más adelante, se explicará la rosa de


los vientos. El histograma siguiente (figura 15) muestra la velocidad media mensual. La información que se
puede obtener es que el viento sopla más fuerte en los meses de invierno y más flojo en los meses de
verano; pero no dice si hay días de mucho viento y otros de poco en el mes; ni si hay grandes diferencias
en la velocidad del viento o, por el contrario, es constante todos los días del mes.

Figura 15. Histograma de velocidades medias de viento mensuales.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de Greenpower Development.

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Recurso eólico

Figura 16. Histograma de probabilidad de vientos.


Fuente: elaboración propia a partir de datos de Greenpower Development.

Este histograma (figura 16) ya aporta más información que el anterior. Dice que hay un 11,5 % del tiempo
en el que el viento sopla a una velocidad de 6 m/s y otro porcentaje similar a una velocidad de 7 m/s. Así,
una turbina que trabaje entre 4 m/s y 12 m/s estará girando un 71 % del tiempo (si el intervalo de tiempo en
un año producirá energía un 71 % de los días).

Ejemplo. Se pretende estimar el recurso eólico en un determinado emplazamiento con la idea


de construir un parque eólico. Los aerogeneradores que probablemente se utilizarían en el parque
tienen el rotor a 60 m de altura. En la campaña de medidas, no es posible ubicar la torre
meteorológica a dicha altura. Por ello, se decide ubicarla a una altura de 2/3. La orografía en la
zona es muy accidentada por tratarse de terreno montañoso. Si la velocidad medida en la torre
meteorológica es de 7 m/s, calcular cuál es la velocidad teórica del viento a la altura del rotor de
los hipotéticos aerogeneradores.

Solución. Dado que la orografía es muy accidentada, el coeficiente de rugosidad alcanzará


valores entre 0,25 y 0,4, según la tabla anterior. La altura de la torre, y 0, será de 2/3 la del rotor,
que es 60 m, es decir, y0= 40 m. Aplicando la ley de variación exponencial:

Vmin = 7 (60 / 40)0,25 = 7,75 m/s

Vmax = 7 (60 / 40)0,40 = 8,23 m/s

Es decir, de acuerdo con la aproximación exponencial, el viento a la altura del rotor alcanzará
velocidades de entre 7,75 m/s y 8,23 m/s. Si se conociera con precisión el coeficiente de
rugosidad de la zona se podría determinar con mayor exactitud la velocidad.

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Recurso eólico

Caracterización del viento mediante la observación de su influencia en su entorno

En ocasiones, es posible obtener mucha información de las características del viento en una zona
observando la influencia de este en el entorno. Especialmente, en áreas con vientos intensos y
persistentes, donde sus efectos pueden modificar significativamente las características de la orografía y
del manto vegetal existente.

Por ejemplo, en lugares con fuertes vientos, es posible que estos provoquen cambios permanentes en
las plantas. Este efecto es especialmente interesante en árboles, en los que pueden llegar a aparecer
deformaciones en el tronco, ramas u hojas, que es posible correlacionar con la velocidad del viento.
Así, los árboles presentarán cierta inclinación en la dirección predominante, que será tanto más acusada
cuanto más intenso sea el recurso eólico en la zona.

El viento también puede cambiar significativamente la forma del terreno.

Por ejemplo, en desiertos y otras zonas arenosas, la forma de las dunas y su orientación pueden
ser indicativas de las características del viento, tal y como puede apreciarse en la figura 17.

Figura 17. Efecto de los vientos persistentes sobre la orografía en zonas arenosas.
Fuente: Beaufor, J.

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Recurso eólico

Procesado de la información del viento

Los datos obtenidos durante la campaña de medidas han de ser procesados para poder extraer toda
la información. Dichos datos son la base para estimar la producción eléctrica del hipotético parque
eólico y, a partir de ellos, su viabilidad y, en su caso, su potencial de rentabilidad.

Ya se ha mencionado una herramienta muy valiosa para presentar la información medida; la llamada
“rosa de los vientos”. Se trata de una representación gráfica de los datos de la velocidad del viento en
cada dirección del espacio. Es habitual mostrar, por un lado, la velocidad media y, por otro, la
probabilidad de que el viento sople en cada dirección en el emplazamiento en cuestión. En este último
caso, se representa el porcentaje de tiempo (o frecuencia) en el que el viento sopla en cada dirección.

En realidad, la rosa de los vientos es una representación muy visual de la dirección de los
vientos dominantes y la frecuencia y velocidades de estos. Es un diagrama polar que indica el % de
tiempo en que el viento sopla en una determinada dirección. Se suele añadir información sobre
velocidades en esas direcciones y potencia disponible asociada.

6.1. Representación del recurso eólico: rosa de los vientos


A la hora de instalar un parque eólico o un pequeño aerogenerador es fundamental conocer el recurso
eólico disponible en la ubicación que se tenga prevista. La dirección del viento se determina, como se
ha hecho tradicionalmente, mediante veletas; pero estas no aportan ninguna referencia en cuanto a la
velocidad. Para ello hay que recurrir al empleo de anemómetros. Con los dos instrumentos, mediante
registros habitualmente cada diez minutos, se obtendrán unas tablas de datos sobre la dirección y velocidad
del viento en un determinado emplazamiento.

Este estudio debe hacerse como parte preliminar del proyecto en el caso de parques eólicos. Si el
tamaño de la instalación no justifica el gasto en un estudio y recogida de datos previos exhaustivos,
siempre se podrá recurrir a los datos facilitados por alguna estación meteorológica cercana y cuyas
características se asemejen al emplazamiento en cuestión. Una vez que se tienen esos datos se puede
proceder a dibujar las rosas de los vientos. Habitualmente se empleará una rosa de los vientos de
frecuencia de vientos, de potencia y de energía.

En este ejemplo, para ver cómo se procedería, se han tomado los datos del mes de marzo,
registrados cada hora, de la velocidad y dirección del viento.

[1]El procedimiento sería el siguiente:

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Recurso eólico

1. Representación en gráfica

Se representan en una gráfica los tramos horarios en los que se han hecho las mediciones en el eje de
abscisas y las velocidades de viento (figura 18) o la dirección desde donde ha soplado el viento (figura
18) en el eje de ordenadas.

Figura 18. Representación de todos los datos de velocidad de viento según se han ido registrando
desde la hora 0 hasta la hora final. En este caso desde el 1 de marzo hasta el 1 de abril.
Fuente: Sotavento Galicia.

También se puede representar de esta misma manera (figura 19) las direcciones en las que ha soplado
el viento:

Figura 19. Representación de todos los datos de dirección del viento.


Fuente: Sotavento Galicia.

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Recurso eólico

2. Se representan esos datos en forma de histograma

Para ello se representan en horizontales el número de horas en que el viento ha estado soplando a un
determinado intervalo de velocidad y, en el otro eje, las velocidades de ese tramo (figura 20). Otra
posibilidad es representar, en un eje, el número de horas que el viento ha soplado desde un determinado
punto geográfico y, en el otro, las coordenadas geográficas (figura 21).

Figura 20. Histograma con el número de horas que sopla el viento en cada rango de velocidad.
Fuente: Sotavento Galicia.

Figura 21. Histograma con el número de horas que sopla el viento desde cada una de las direcciones
geográficas.
Fuente: Sotavento Galicia.

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Recurso eólico

3. Tabla de registro de velocidad

Se construye a continuación una tabla en la que se registran los intervalos de velocidad considerados, la
frecuencia de clase (Fc) que representa para cada valor el número de mediciones en ese intervalo de
velocidad de viento (tabla 5) y, en la misma tabla o en otra diferente, los datos de la dirección de
soplado (tabla 6).

4. Frecuencia relativa

Se añade una columna con la frecuencia relativa (Fr), que es simplemente dividir Fc entre el número total
de registros.

5. Porcentajes

Se indican los datos anteriores en %.

6. Frecuencia acumulada

Se añade otra columna con la frecuencia acumulada (Fa), que es la sumatoria de un intervalo con el
siguiente; la suma total deberá ser 1 (tabla 5).

Tabla 5. Datos de velocidad, con el número de datos que hay en cada rango de velocidad, su
frecuencia y su frecuencia acumulada.

Fuente: elaboración propia.

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Recurso eólico

Tabla 6. Datos de dirección de soplado, con el número de datos que hay en cada punto geográfico,
su frecuencia y su frecuencia acumulada.

Fuente: elaboración propia.

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7. Histograma de frecuencias

Se elabora un histograma de frecuencias (figura 22), con los datos de la frecuencia relativa, lo que
permite apreciar el % del tiempo para un periodo en el que el viento ha estado soplando a una
determinada velocidad (intervalo).

Figura 22. Histogramas de frecuencias.


Fuente: Sotavento Galicia.

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Recurso eólico

8. Curva de frecuencia acumulada

Se elabora una curva de frecuencia acumulada (figura 23), que representa la probabilidad de que el
viento sea menor o mayor que una velocidad determinada.

Figura 23. Curva de frecuencia acumulada.


Fuente: Sotavento Galicia.

[1]Datos extraídos de la página de la estación meteorológica del parque eólico de Sotavento,


en Galicia. Los datos se pueden obtener de su página web: http://www.sotaventogalicia.com/

Una vez obtenidos los datos anteriores se puede proceder a dibujar la rosa de los vientos para ese
emplazamiento y periodo de tiempo concretos (figura 24).

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Recurso eólico

Figura 24. Rosa de los vientos.


Fuente: Sotavento Galicia.

Dibujo manual

Para dibujar manualmente la rosa de los vientos se comienza dibujando una circunferencia y dividiendo
los 360° en 16 sectores, que corresponden a las direcciones. Estas son: N, NNE, NE, ENE, E, ESE, SE,
SSE, S, SSO, SO, OSO, O, NO, NNO. A cada sector le corresponden 22,5° (360/16 = 22,5); y luego,
en cada radio, se dibuja la frecuencia. Los radios están cortados por círculos concéntricos distanciados
entre sí por un rango de frecuencia. A continuación, se presentan varios ejemplos de rosas de los
vientos (figuras 25, 26 y 27).

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Figura 25. Rosa de los vientos.


Fuente: [Dnu72] vía Wikimedia Commons.

Figura 26. Rosa de los vientos de frecuencia.


Fuente: Inocua (2017).

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Figura 27. Rosa de los vientos de velocidad media.


Fuente: Inocua (2017).

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Como ejemplo adicional, a continuación, se muestran las dos representaciones, de frecuencia y


de velocidad (figuras 28 y 29), en un diagrama de ocho rumbos (se incluyen los datos de ocho
direcciones diferentes). Se puede ver cómo la dirección más probable en ese emplazamiento es la
noreste, ya que en dicha dirección el viento sopla el 35 % del tiempo. La dirección de máxima
velocidad media, 12,2 m/s, coincide con la que se da más frecuentemente, la noreste. En ambos
casos se incluyen los datos utilizados para la elaboración de la figura, en forma de tabla (tabla 7).

Tabla 7. Dirección y frecuencia del viento.

Fuente: archivo propio.

Figuras 28 y 29. Rosa de los vientos de frecuencias, de ocho rumbos, en representación


gráfica y tabular.

Fuente: archivo propio.

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Recurso eólico

Otra representación muy habitual de los datos obtenidos durante la campaña de medidas es la de
distribución de velocidades del viento en el emplazamiento, también conocida como distribución
Weibull. En ella se representa el número de horas al año (o porcentaje de horas anuales) para cada
velocidad en una gráfica de barras. Esta gráfica permite estimar la energía suministrada por un
determinado aerogenerador a partir de las características del mismo.

Para obtener las frecuencias o tiempos para esta gráfica, se utiliza el polinomio de Weibull:

La P será el porcentaje o frecuencia en la que el viento soplará a una determinada velocidad de


estudio (v). El parámetro de escala c (m/s) da una idea de la altura de la gráfica; mientras que el
parámetro de forma k (adimensional) indica el desplazamiento de la curva a la izquierda (múltiples días
con velocidades bajas) o a la derecha (días de vientos altos).

Como en el caso de la rosa de los vientos, se incluyen también todos los datos en forma tabular (tabla
8). Y es que las representaciones tabulares son muy útiles porque permiten recuperar los datos
numéricos para hacer tratamientos estadísticos diferentes, en función de las necesidades.

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Tabla 8. Distribución de velocidades de un determinado emplazamiento, en forma tabular

Tabla 8. Distribución de velocidades de un determinado emplazamiento, en forma tabular. Para cada


velocidad se muestra el número de horas de funcionamiento al año.
Fuente: elaboración propia.

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Figura 30. Gráfico de barras con la distribución de velocidades de un determinado


emplazamiento

Figura 30. Gráfico de barras con la distribución de velocidades de un determinado emplazamiento.


Para cada velocidad, se muestra el número de horas de funcionamiento al año.
Fuente: elaboración propia.

En la figura 30 se observa cómo la velocidad más probable en este emplazamiento es de 4 m/s, ya que el
viento sopla unas 1 250 horas de media al año a esa velocidad. La siguiente velocidad más probable es de 5
m/s, a la que el viento sopla algo más de 1 200 horas al año.

IX. Predicción del viento


El viento es una fuente de energía con un comportamiento esencialmente aleatorio. En este sentido,
se puede decir que la aleatoriedad del viento es mucho mayor que la de otras energías renovables, como la
solar.

Así, las variaciones de recurso eólico en dos lugares relativamente cercanos (que pueden tener una
disponibilidad de luz solar semejante) pueden ser muy importantes debido a la presencia de
obstáculos, a la diferente orientación, a las características del terreno, etc.

Desde el punto de vista de la producción eléctrica, la aleatoriedad del viento se manifiesta en que no es
posible elegir el momento en que un parque eólico inyecta electricidad a la red, ni tampoco aumentar o
disminuir la potencia generada. La producción eólica tiene lugar cuando existe viento, y la energía
generada depende de la intensidad del viento en ese momento.

Estas características del recurso eólico tienen una influencia considerable en los sistemas eléctricos,
especialmente en aquellos con una gran potencia instalada en parques eólicos (este es el caso de países
como Dinamarca, España o Alemania). Dado que la electricidad no puede almacenarse a gran escala, la
producción de todas las fuentes de suministro (las centrales) debe igualar en cada momento a la
demanda, para evitando así cortes de suministro o excesos de producción (que se perderían).

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Recurso eólico

Esto se consigue utilizando centrales de reserva, que se mantienen funcionando a poca potencia, la
mínima indispensable para poder empezar a producir de manera inmediata, y reaccionando ante posibles
incrementos de la demanda o ante una caída en la producción (provocada, por ejemplo, por la menor
producción de los parques eólicos debido a la disminución en la intensidad del viento).

La aleatoriedad en la producción eólica ha sido la causa de que en algunos países se haya limitado la
autorización para conectar nuevos parques a las redes eléctricas, lo que ha frenando así el desarrollo de
esta tecnología. Hay que recordar que, en países como España, la venta de la energía producida por
fuentes renovables está garantizada por ley, por lo que, una vez conectado un parque, el operador de la
red está obligado a dar salida a la electricidad generada (siempre dentro de los límites marcados por la
legislación en cuanto a seguridad y calidad de la red).

Una manera de minimizar estos inconvenientes de la energía eólica es estimar por adelantado la
disponibilidad de viento e informar a los gestores de la red de la producción prevista. Así, el gestor
puede cuantificar con mayor precisión las necesidades en centrales de reserva, minimizarndo la potencia
extra perdida (y, por lo tanto, el gasto de combustible, en el caso de las centrales térmicas o nucleares)
en espera de fluctuaciones en la demanda, y reducirendo los costes totales del sistema.

Red Eléctrica de España (REE)

En España, el gestor de la red es la compañía Red Eléctrica de España (REE), que es la encargada de
garantizar en todo momento que la generación eléctrica sea igual a la demanda. REE informa en tiempo
real de la demanda de energía a través de su página web, en la que también es posible ver la estimación
que la propia compañía realiza por adelantado sobre la potencia eléctrica necesaria a lo largo de cada
día, tal y como se muestra en la figura 31.

Figura 31. Curva de demanda de electricidad que REE proporciona en tiempo de su página web. La
imagen muestra la previsión de demanda que la compañía realiza por adelantado.
Fuente: REE (2019).

La necesidad de predecir la disponibilidad de viento es tanto mayor cuanto mayor es la potencia


eólica integrada en una determinada red eléctrica. En sistemas como el español, en el que la eólica
suministra una parte importante del consumo total (2.  ª fuente de generación en 2019), son necesarias
predicciones fiables con un horizonte temporal de más de un día, con el fin de permitir que las centrales
con tiempos de arranque lento estén disponibles cuando sean requeridas.

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Recurso eólico

Por ello, el marco legal español en materia de energía contempla esta problemática. En particular, el
RD 436/2004, que establecía el régimen jurídico y económico de la producción de electricidad en
régimen especial, en el que se incluyen las energías renovables.

El RD 436/2004 (derogado mediante el RD 661/2007, luego por el RDL 6/2009 y finalmente por el
RDL 9/2013) obligaba a los parques eólicos de más de 10 MW de potencia a estimar su producción
con 30 horas de antelación, y a informando al gestor del sistema de dicha previsión. Las instalaciones
que no cumplan la previsión de producción, dentro de un margen de error del 20 %, son penalizadas
económicamente en la venta de la electricidad, por lo que percibiendo menos ingresos que aquellas que
cumplan la estimación realizada.

La normativa actual, dista mucho de estos dos reales decretos, y llegando a retirar las primas
con efectos retroactivos. A continuación, se resumen una serie de normativas publicadas en la
página de la AEE que afectaban directamente a la energía eólica:
Corrección de errores del RD 661/2007, de 25 de mayo, por el que se regula la actividad de
producción de energía eléctrica en régimen especial.
RD 1028/2007, de 20 de julio, por el que se establece el procedimiento administrativo para la
tramitación de las solicitudes de autorización de instalaciones de generación eléctrica en el mar
territorial.
Orden ITC 3860/2007, de 28 de diciembre, por la que se revisan las tarifas eléctricas a partir de
1 de enero de 2008.
Orden IET/3586/2011, de 30 de diciembre, por la que se establecen los peajes de acceso a
partir de 1 de enero de 2012 y las tarifas y primas de las instalaciones del régimen especial.
RDL 1/2012, de 27 de enero, por el que se procede a la suspensión de los procedimientos de
preasignación de retribución y a la supresión de los incentivos económicos para nuevas
instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de cogeneración, fuentes de energía
renovables y residuos.
RDL 13/2012, de 30 de marzo, por el que se transponen directivas en materia de mercados
interiores de electricidad y gas y en materia de comunicaciones electrónicas, y por el que se
adoptan medidas para la corrección de las desviaciones por desajustes entre los costes e
ingresos de los sectores eléctrico y gasista.
RDL 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de
fomento de la competitividad.
RDL 2/2013, de 1 de febrero, de medidas urgentes en el sistema eléctrico y en el sector
financiero.
Orden IET/221/2013, de 14 de febrero, por la que se establecen los peajes de acceso a partir de
1 de enero de 2013 y las tarifas y primas de las instalaciones del régimen especial.
RDL 9/2013, de 12 de julio, por el que se adoptan medidas urgentes para garantizar la
estabilidad financiera del sistema eléctrico.
Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del sector eléctrico.
Orden IET/346/2014, de 7 de marzo, por la que se modifica la Orden IET/2013/2013, de 31 de
octubre, por la que se regula el mecanismo competitivo de asignación del servicio de gestión de
la demanda de interrumpibilidad.
RD 413/2014, de 6 de junio, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica
a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos.
Orden IET/1045/2014, de 16 de junio, por la que se aprueban los parámetros retributivos de las
instalaciones tipo aplicables a determinadas instalaciones de producción de energía eléctrica a
partir de fuentes de EERR, cogeneración y residuos.
Orden IET/1459/2014, de 1 de agosto, por la que se aprueban parámetros retributivos y que
establece mecanismos de asignación de régimen retributivo específico para nuevas instalaciones
eólicas y fotovoltaicas en sistemas eléctricos no peninsulares.
Orden IET/2444/2014, de 19 de diciembre, por la que se determinan los peajes de acceso de
energía eléctrica para 2015.

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Recurso eólico

Orden IET/2212/2015, de 23 de octubre, por la que se regula el procedimiento de asignación


del régimen retributivo específico en la convocatoria para nuevas instalaciones de producción
de energía eléctrica a partir de biomasa y eólica.
Corrección de errores de la Orden IET/2212/2015, de 23 de octubre.
Resolución de 30 de noviembre de 2015, por la que se convoca la subasta para la asignación
del régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a
partir de biomasa y de instalaciones eólicas.
Real Decreto 1074/2015, de 27 de noviembre, por el que se modifican distintas disposiciones
en el sector eléctrico.
Resolución de 18 de diciembre de 2015, de la Secretaría de Estado de Energía, por la que se
establecen los criterios para participar en los servicios de ajuste del sistema y se aprueban
procedimientos de pruebas y operación para su adaptación al RD 413/2014, de 6 de junio, por
el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía
renovables, cogeneración y residuos.
Resolución de 18 de enero de 2016, por la que se resuelve la subasta para la asignación del
régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir
de biomasa y eólica.
Orden ETU/130/2017, de 17 de febrero, por la que se actualizan los parámetros retributivos de
las instalaciones tipo aplicables a determinadas instalaciones de producción de energía eléctrica
a partir de fuentes de energía renovables.
RD 359/2017, de 31 de marzo, por el que se establece una convocatoria para el otorgamiento
del régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a
partir de fuentes renovables en el sistema eléctrico.
Orden 315/2017, por la que se regula el procedimiento de asignación del régimen retributivo
específico en la convocatoria para nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a
partir de fuentes renovables, convocada al amparo del RD 359/2017, de 31 de marzo, y se
aprueban sus parámetros retributivos.
Resolución de 10 de abril de 2017, por la que se convoca subasta para la asignación del
régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir
de fuentes de energía renovables.
Resolución de 10 de abril de 2017, por la que se establecen el procedimiento y las reglas de la
subasta para la asignación del régimen retributivo específico.
RD 650/2017, de 16 de junio, que establece un cupo de 3000 MW de potencia instalada, de
nuevas instalaciones de producción eléctrica a partir de fuentes renovables en el sistema
eléctrico peninsular, al que se podrá otorgar el régimen retributivo específico.
Orden ETU/615/2017, de 27 de junio, que determina el procedimiento de asignación del
régimen retributivo específico, los parámetros retributivos correspondientes y demás aspectos
que serán de aplicación para el cupo de 3000 MW de potencia instalada, convocado al amparo
del RD 650/2017 de 16 de junio.
Real Decreto-Ley 15/2018, de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y
la protección de los consumidores.
Orden TEC/1380/2018, de 20 de diciembre, por la que se establecen las bases reguladoras para
la concesión de ayudas a la inversión en instalaciones de producción de energía eléctrica con
tecnologías eólica y fotovoltaica situadas en los territorios no peninsulares cofinanciadas con
Fondos Comunitarios FEDER.

Toda la normativa mencionada ha dado como resultado una subida de los precios de los peajes
eléctricos en España de una forma espectacular en los últimos años, y ha paralizado el crecimiento
de la energía eólica hasta el año 2018, en el que se volvieron a realizar inversiones en energía eólica
y se instalaron 392 MW nuevos. Y esta tendencia se mantendrá en el futuro, ya que según el Plan
Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la descarbonización de la energía es una realidad,
con el objetivo europeo del 100 % de descarbonización de la energía en el año 2050.

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Así pues, conocer con cierta fiabilidad cómo va a soplar el viento es muy importante y fundamental para
la buena marcha no solo del parque eólico, sino también de todo el sistema eléctrico.

La predicción del recurso eólico disponible en una determinada zona parte de las previsiones
meteorológicas publicadas por diversos organismos, como es el caso de la Agencia Estatal de
Meteorología en España.

Datos como la velocidad y dirección del viento, la temperatura, la presión atmosférica, la humedad
relativa, etc., que están ampliamente disponibles, son procesados mediante sofisticados modelos físicos
y estadísticos.

Puesto que el viento tiene importantes variaciones locales, causadas por la orografía particular de la
zona, es necesario añadir al modelo los datos climáticos históricos del parque en cuestión.

Con los resultados de la predicción del viento, es posible evaluar la producción eléctrica de un parque
eólico, a partir de los datos de las instalaciones del propio parque (en particular, de las características de
los aerogeneradores).

La figura 32 muestra la previsión de rachas de viento, basada en el modelo de predicción probabilística


EPS del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio.

Figura 32. Previsión de rachas de AEMET

Figura 32. Previsión de rachas de AEMET.


Fuente: www.aemet.es

De esta manera, el funcionamiento de la energía eólica se acerca al de las centrales convencionales, dado
que es posible adelantar con cierta precisión la producción futura.

En este sentido, los mejores resultados de los modelos se obtienen para horizontes temporales de entre 1
y 5 horas, si bien las predicciones son bastante fiables con una antelación de entre 24 y 48 horas.

La siguiente figura muestra la velocidad del viento, suministrada en tiempo real por diversos organismos.

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Figura 33. Velocidad del viento, suministrada en tiempo real por diversos organismos.

Figura 33. Velocidad del viento, suministrada en tiempo real por diversos organismos.
Fuente: www.wunderground.com

La previsión del viento no es una disciplina nueva, ha sido aplicada anteriormente en diversos campos,
como en la aviación, en la navegación marítima, en el sector turístico o en el ámbito del deporte. En los
últimos años, debido a la espectacular penetración de la eólica, los modelos de predicción han sido
depurados, y han alcanzando grados de exactitud desconocidos hasta entonces.

Actualmente se utilizan modelos a escala mesoescalar y microescalar que están dando resultados muy
fiables. Con estos modelos el IDEA ha calculado el potencial eólico de España que se muestra en la figura
34.

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Recurso eólico

Figura 34. Potencial eólico estimado en España (en GW)

Figura 34. Potencial eólico estimado en España (en GW), según la velocidad del viento mínima, a 80
m de altura, para la viabilidad de los proyectos.
Fuente: IDAE.

Y es que la predicción eólica requiere unos niveles de precisión mucho mayores que en el resto de
campos citados. La energía suministrada por un aerogenerador es proporcional al cubo de la velocidad
del viento, por lo que pequeños errores en la estimación de este parámetro producen errores significativos
en el cálculo de la electricidad generada.

Además de las ventajas citadas de la predicción eólica (ahorro de costes del sistema, aumento de
la penetración de la eólica al facilitar la gestión del suministro y la seguridad de este), los
propietarios de parques eólicos encuentran otra importante ventaja que compensa con creces la
complejidad añadida por los propios sistemas de predicción. Esta otra ventaja es la posibilidad de
realizar el mantenimiento de los aerogeneradores y del resto de sistemas eléctricos de los parques
justo en momentos de baja intensidad del viento, que pueden ser conocidos con suficiente
antelación. De esta manera, se reducen significativamente las pérdidas energéticas (y también
económicas) en estos intervalos de mantenimiento.

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SIPREOLICO

En España, se viene empleando desde 2002 un programa informático que ayuda a predecir la
producción de energía eólica. Este programa, con sus diferentes versiones posteriores, se denominaba
originariamente SIPREOLICO, y utiliza los datos enviados en tiempo real por diferentes entidades. Este
programa permite realizar predicciones para las siguientes 48 horas para cada zona de aprovechamiento.
También trabaja con las series de datos aportadas por los propios parques una vez ya en
funcionamiento. Su desviación entre las predicciones y las producciones reales es muy pequeña, y
permite a REE gestionar convenientemente la energía que circula por la Red Nacional.

La mayoría de las grandes empresas dedicadas a la explotación de la energía eólica han desarrollado y
manejan sus propios software como herramienta de apoyo al dimensionado y estimación de producción del
parque en fase de proyecto. Otros programas informáticos de ayuda a diseño de parques eólicos que se
emplean actualmente son WAsP, windPRO y WindFarm:

WAsP

Este programa es una herramienta que viene utilizándose desde hace bastantes años como software
que ayuda a estimar la eficiencia en parques eólicos. Se desarrolló por la empresa danesa Risø DTU.

Ayuda a predecir el régimen de viento, a estimar recursos eólicos y a calcular la producción de


energía. Para ello utiliza miles de datos eólicos aportados por las estaciones de la misma zona donde se
quiera analizar el recurso eólico. El programa incluye un modelo de flujo de terreno complejo, un
modelo de cambio de la rugosidad del terreno y un modelo de obstáculos.

Sus diversas ayudas son las siguientes, según la página del propio desarrollador del software:

Producción de parques eólicos

Da la curva del coeficiente de empuje (coefficient curve) y la disposición en planta de la planta,


pueden estimarse las pérdidas de cada turbina en la granja y por lo tanto la producción de energía
anual de cada turbina eólica y la granja completa.

Eficiencia de parques eólicos

El programa dispone de algoritmos que calculan la eficiencia energética basándose en el modelo


Wake Effect.

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Recurso eólico

Micro-siting de las turbinas eólicas

Dado un clima eólico regional y un mapa digital en un sitio y altura, este mapa puede evaluarlo en
varios segundos. Una turbina eólica virtual puede moverse en el terreno arrastrando el ratón o
especificando sus coordenadas, y se obtiene el clima eólico y la producción de energía de estos
sitios.

Producción de energía de WTG (wind turbine generator)

El contenido de energía total del viento promedio se calcula mediante WAsP. Pero, además, se
estima la producción de energía anual media (AEP) de una turbina eólica proporcionando a WAsP la
curva de potencia de la turbina eólica en cuestión.

Mapeado de recursos eólicos

Una retícula permite gestionar los datos de clima eólico calculados. Los puntos se espacian
regularmente en filas y columnas. Esto permite ver el modelo de clima eólico de recursos eólicos para
un área.

Estimación del clima eólico

Usando un clima eólico calculado u obtenido de otra fuente (ver Wind Atlases ), WAsP puede
predecir el clima eólico para un sitio específico y altura, realizando el cálculo inverso al usado para
generar el clima eólico regional. Introduciendo una descripción del terreno alrededor del sitio
analizado, los modelos WAsP pueden predecir el clima eólico actual y esperado en el sitio.

Generación del atlas eólico

El clima eólico observado puede transformarse en un clima eólico regional. En estos atlas, las
observaciones eólicas se “limpian” con respecto a las condiciones específicas en el sitio del
anemómetro.

Análisis de datos eólicos

Esta opción permite el análisis de series temporales de mediciones eólicas para proporcionar un
resumen de lo observado.

Digitalización y edición de mapas

WAsP usa mapas digitales del terreno para modelar el flujo. El editor del mapa es una herramienta
separada, usada para proporcionar las entradas topográficas.

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Recurso eólico

Edición de curvas de fuerza y potencia

El paquete WAsP contiene un editor de turbina para preparar y editar archivos de turbinas. En los
archivos obtenidos, con numerosas tablas de rendimiento, se permite estudiar diferentes densidades
del aire y máximos niveles de ruido contenidos en un único archivo.

Figura 35. Captura de pantalla programa WAsP.


Fuente: elaboración propia / WAsP.

Figura 36. Captura de pantalla del programa WAsP.


Fuente: elaboración propia / WAsP.

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Recurso eólico

Las figuras 35 y 36 muestran capturas de pantalla del programa WAsP.

WindPRO

Es un programa diseñado por EMD International A/S aceptado y válido a nivel mundial por
inversores, bancos y administraciones que intervengan en cualquiera de las fases del proyecto. El
programa abarca todos los aspectos de la planificación de proyectos, tales como la estimación de la
producción de energía, los impactos ambientales, ayuda a la selección de la tecnología, fórmulas de la
financiación y la operación del proyecto.

Según sus propios comercializadores, en las últimas versiones del programa:

Se introduce un nuevo concepto de cálculo de energía, basado en el downscaling de los resultados


de una modelación meso escalar (ajuste de estadística de salida).

El usuario podrá configurar desde su escritorio los servicios de cluster para las modelaciones WRF y
WAsP-CFD.

Interpolación avanzada con datos de varios mástiles.

Calculador de altura de desplazamiento por sector direccional.

Corrección de curva de potencia con datos variables en el tiempo de densidad de aire, turbulencia,
perfil vertical, etc.

Diversos métodos de cálculo de estela, incluyendo la definición de una constante de decaimiento


variable.

Ampliación del módulo Site Compliance: nuevas funciones.

Utilización de los resultados de WasP-CFD en el análisis de los parámetros del sitio (velocidad
extrema, turbulencia efectiva, distribución de frecuencia de la velocidad de viento, inclinación del
vector de entrada, perfil vertical, densidad de aire, temperatura, condiciones externas).

Nueva herramienta: estimación del impacto del recurso eólico en las cargas estructurales del
aerogenerador, identificar los componentes más vulnerables a fatiga.

Ampliación del módulo Performance Check:

Se pueden asociar a cada aerogenerador individual series de tiempo de producción energética,


disponibilidad, código de error, ángulo pitch, revoluciones y datos meteorológicos.

Análisis del desempeño real de parques y de aerogeneradores individuales y herramientas para la


comparación con el desempeño pronosticado.

El Project Wizard descarga automáticamente todos los datos que estén disponibles en línea para un
determinado proyecto: rugosidad, elevación, mapas de fondo, datos meteorológicos, etc.

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Recurso eólico

Importación desde Google Streetview para la creación de fotomontajes.

Importación de mapas desde servidores WMS.

El paquete de software windPRO se compone de varios módulos, cada uno con un propósito
específico. El usuario es libre de combinar los módulos exactamente a su necesidad y su presupuesto.
Siempre se pueden agregar módulos adicionales.

Figura 37. Captura de la pantalla de simulación de parque eólico con windPRO.


Fuente: elaboración propia / windPRO.

Figura 38. Captura de la pantalla de simulación de parque eólico con windPRO.


Fuente: elaboración propia / windPRO.

Las figuras 37 y 38 muestran pantallazos del programa windPRO.

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WindFarm

Programa similar al anterior en cuanto a sus prestaciones. Permite analizar, diseñar y optimizar los
proyectos de parques eólicos. Funciona en entornos Windows XP, Vista y W7 y no requiere ningún
paquete de software adicional. Se caracteriza por generar informes muy completos y aceptados a
efectos de inversión, permisos, etc.

Su comercializador pone a disposición de los interesados una demostración de descarga gratuita en la


página web: www.resoft.couk/Spanish/index.HTM

X. Resumen

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Recurso eólico

En esta unidad se han mostrado los fundamentos físicos del viento como recurso natural
aprovechable para obtener energía. En este sentido, la circulación general de la atmósfera permite
explicar con cierta precisión el comportamiento del viento a gran escala, lo que se denomina el
“viento geostrófico”.

La influencia del calentamiento desigual de la Tierra debido a la diferente insolación en diferentes


latitudes y la fuerza de Coriolis (cuyo origen está en el movimiento de rotación del planeta)
determinan las grandes zonas de viento a gran escala, en las que predominan los vientos polares
del este (cerca de los polos), los vientos del oeste (en latitudes medias) y los alisios (a bajas
latitudes).

Las variaciones locales del viento modifican los efectos de la circulación a gran escala para dar
lugar al recurso eólico que observamos en la superficie terrestre, que es el que se puede
aprovechar en los parques eólicos. Entre estas variaciones locales, cabe destacar, por su notable
influencia, el rozamiento con la superficie terrestre o la influencia de factores orográficos, como la
presencia de cadenas montañosas o de grandes masas de agua (origen de las brisas de montaña y
de la costa).

Las áreas geográficas del planeta con mayor potencial eólico están situadas en Norteamérica, en
el norte del continente europeo, en el sur de Iberoamérica y en Australia. Así ha sido constatado
en los mapas de recurso eólico realizados hasta la fecha. España, a pesar de que no está ubicada
en las áreas con mayores recursos, tiene un importante potencial para el aprovechamiento eólico,
especialmente en el noroeste de la península (Galicia), en el valle del Ebro, en La Mancha y en las
Islas Canarias.

A la hora de evaluar la viabilidad de un parque eólico, es necesario estimar por adelantado la


disponibilidad de recurso eólico en el emplazamiento en estudio. Esto se realiza mediante una
campaña de medidas. La campaña se ha de realizar durante al menos un año y en ella se han de
registrar los datos medidos de velocidad y dirección del viento, presión atmosférica, temperatura,
humedad y otros parámetros meteorológicos. Una vez recopilados los datos de la campaña, es
necesario procesarlos, para lo que existen herramientas muy útiles, como la rosa de los vientos de
frecuencias y de velocidades, y la distribución de velocidades a lo largo del año. Además, los
métodos de extrapolación permiten determinar con cierta precisión la variación del viento con la
altura.

En esta unidad se han desarrollado ejemplos de cómo construir la rosa de los vientos, una
herramienta gráfica muy sencilla y que permite interpretar los datos de dirección y velocidades de
vientos a partir de los registros realizados. La predicción del viento es una disciplina que permite
estimar la disponibilidad de energía en parques eólicos con cierta antelación. La predicción eólica
es fundamental para mejorar la gestión de los parques eólicos, aumentar la penetración de esta
tecnología y reducir los costes del sistema eléctrico.

Para finalizar la unidad, se han comentado con algo más de detalle algunos programas o
herramientas informáticas empleados en el diseño y seguimiento de operación de parques eólicos.
En concreto se han estudiado los software WAsP, windPRO y WindFarm.

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Ejercicios

Caso práctico
Se pide

Dibujar la rosa de los vientos, histogramas de velocidades y dirección de soplado del viento.

Datos

Tiempo Velocidad (m/s) Dirección (°)

1 3,6 192

2 4,2 205

3 6,4 215

4 3,5 240

5 4,6 238

6 7,4 229

7 6,9 234

8 3,5 328

9 4,8 315

10 7,2 300

11 6,3 287

12 5,3 350

13 5,8 2

14 8,6 6

15 7,1 359

16 5,4 4

17 4,9 327

18 8,9 320

19 9,2 315

20 6,3 286

21 6,1 290

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22 5,3 308

23 7,8 304

24 3,6 10

25 5,8 1

26 7,1 324

27 8,4 310

28 4,2 160

29 5,7 175

30 9,5 321

31 8,5 330

32 10,2 309

33 7,2 337

34 4,8 168

35 6,3 159

36 3,8 260

37 9,7 310

38 8,3 286

39 7,6 275

40 4,5 145

41 3,6 157

42 5,7 149

43 9,5 320

44 10,1 325

45 9,4 3

46 7,4 9

47 5,8 333

48 5,6 300

49 6,2 344

50 4,3 264

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Recurso eólico

SOLUCIÓN

Primero se calculan las frecuencias, tanto de velocidad como de dirección del viento. Para ello habrá
que colocar los datos en orden creciente o decreciente según la velocidad, para conocer la frecuencia de
velocidad, y según los grados desde donde sopla el viento. Una vez colocados en orden, se cuenta el
número de datos que hay en cada intervalo. Por ejemplo, el intervalo de velocidad será 1 m/s y el de
grados, como se ha visto en la teoría, 22,5°.

Así, la frecuencia de la velocidad a la que sopla el viento es la siguiente:

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Recurso eólico

Y la frecuencia a la que sopla el viento en cada dirección es:

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Recurso eólico

A continuación, se trasladan los datos de frecuencia a los histogramas y rosa de los vientos:

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Rosa de los vientos

En cada punto de la rosa de los vientos se puede poner la velocidad media a la que sopla el viento
en cada dirección o el porcentaje de las velocidades de viento.

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Recursos

Glosario.

ANEMÓMETRO: instrumento que se emplea para medir la velocidad del viento en un


determinado emplazamiento. Está compuesto de varios elementos capaces de interceptar el
viento y que pueden girar alrededor de un eje, de manera que la velocidad de giro del dispositivo
es proporcional a la intensidad del viento. Uno de los tipos de anemómetros más comunes es el
de cazoleta.

CELDA DE FERREL: zona que ocupa las latitudes entre los 30° y los 60° en cada
hemisferio.

CELDA DE HADLEY: zona que ocupa entre el ecuador y los 30° de latitud en cada
hemisferio.

DISTRIBUCIÓN WEIBULL: forma de representación de datos de viento. En ella se


representa el número de horas al año (o porcentaje de horas anuales) para cada velocidad en un
gráfico de barras.

Efecto esquina: Es la concentración del viento en franjas de terreno que forman salientes en el
mar, en áreas literalmente asomadas a grandes masas de agua. Por ejemplo, se observa en
pequeñas penínsulas y en cabos.

ROSA DE LOS VIENTOS: representación gráfica de los datos de la velocidad del viento en
cada dirección del espacio.

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