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En el marco constitucional y estatutario, la Junta de Andalucía ha expresado su firme voluntad, como paradig-
máticamente refleja el documento «Andalucía. Segunda modernización », de apostar por una Administración
más ágil y cercana al ciudadano, configurando un modelo organizativo que conjugue los principios de
eficacia, eficiencia, igualdad de trato entre hombres y mujeres y modernización del aparato administrativo
con la mejora continuada de la calidad de los servicios y la adopción de las nuevas tecnologías en orden a
simplificar la gestión administrativa.
Junto a ello, la Ley 9/2007 toma plena conciencia del imparable desarrollo tecnológico, iniciado en las
últimas décadas, que ha planteado nuevos retos a las Administraciones Públicas en su funcionamiento y en
el tratamiento de la información, al tiempo que propicia nuevas formas y vías de relación entre la Adminis-
tración y la ciudadanía. Nuestra Comunidad Autónoma ya fue sensible a la necesidad de incorporar las
nuevas tecnologías al ámbito de la Administración Pública con la aprobación del Decreto 183/2003, de 24
de junio, por el que se regula la información y atención al ciudadano y la tramitación de los procedimientos
administrativos por medios electrónicos, que es fruto normativo del Plan Director de Organización para la
Calidad de los Servicios de la Junta de Andalucía (2002-2005): un proyecto que perseguía, entre otros
objetivos, la aplicación de las nuevas tecnologías de la información en la Administración andaluza y cuyos
resultados han constituido el punto de partida de la Estrategia de Modernización de los Servicios Públicos
de la Junta de Andalucía (2006-2010).
Tras este primer paso, la Ley 9/2007 incorpora los principios que han de regir las relaciones de los órganos
de la Junta de Andalucía con la ciudadanía y con otras Administraciones a través de redes abiertas de
comunicación y da cobertura legal a las particulares exigencias jurídicas que reclama la plena implantación
de la Administración electrónica como vía alternativa para canalizar relaciones entre Administraciones y
ciudadanía, sin olvidar que en la regulación de esta materia se hallan comprometidos importantes derechos
fundamentales y que la mayor agilidad y flexibilidad para entablar relaciones jurídicas que brindan las
Esta dimensión de modernidad, representada por la Administración electrónica, se complementa con una
innovadora apuesta por el establecimiento de un sistema de calidad en la gestión administrativa, sustentado
sobre el seguimiento de parámetros estandarizados, que tiene asimismo reflejo, en el plano organizativo, en
la implantación de instrumentos homologados de calidad en la actividad de los entes instrumentales.
Según la Ley 9/2007, la Administración de la Junta de Andalucía constituye un sistema integrado de órganos
administrativos y de entidades vinculadas o dependientes de la misma, informado por el principio de
coordinación, cuya organización y funcionamiento se articulará de forma que se garantice la eficacia y
diligencia máximas en el cumplimiento de sus funciones y en la prestación de sus servicios. La actuación
coordinada de dichos órganos y entidades se articulará mediante la planificación de la actividad dentro de
cada Consejería, estableciendo objetivos comunes a los que deben ajustarse los distintos centros directivos,
órganos, entidades y delegaciones territoriales; así como mediante la planificación de la actividad interde-
partamental a través de las orientaciones o criterios de actuación que se fijen por los correspondientes
acuerdos del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.
En su relación con la ciudadanía, la Administración de la Junta de Andalucía actúa de acuerdo con el principio
de buena administración, que comprende el derecho de la ciudadanía a:
d) Que sus asuntos sean resueltos en un plazo razonable, siguiendo el principio de proximidad a la
ciudadanía.
h) Acceder a los archivos y registros de la Administración de la Junta de Andalucía, cualquiera que sea
su soporte, con las excepciones que la ley establezca.
En la organización y gestión de los servicios públicos se tendrán especialmente en cuenta las necesidades
de las personas con discapacidad.
Según el art. 103.1 de la Constitución, la Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales
y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordina-
ción, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.
Por su parte, el art. 53 de la Ley 39/2015, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones
Públicas, establece que los interesados en un procedimiento administrativo tienen los siguientes derechos:
a) A conocer, en cualquier momento, el estado de la tramitación de los procedimientos en los que tengan
la condición de interesados; el sentido del silencio administrativo que corresponda, en caso de que la
Administración no dicte ni notifique resolución expresa en plazo; el órgano competente para su instruc-
ción, en su caso, y resolución; y los actos de trámite dictados. Asimismo, también tendrán derecho a
acceder y a obtener copia de los documentos contenidos en los citados procedimientos.
Quienes se relacionen con las Administraciones Públicas a través de medios electrónicos, tendrán
derecho a consultar la información a la que se refiere el párrafo anterior, en el Punto de Acceso General
electrónico de la Administración que funcionará como un portal de acceso. Se entenderá cumplida la
obligación de la Administración de facilitar copias de los documentos contenidos en los procedimientos
mediante la puesta a disposición de las mismas en el Punto de Acceso General electrónico de la Adminis-
tración competente o en las sedes electrónicas que correspondan.
b) A identificar a las autoridades y al personal al servicio de las Administraciones Públicas bajo cuya
responsabilidad se tramiten los procedimientos.
d) A no presentar datos y documentos no exigidos por las normas aplicables al procedimiento de que se
trate, que ya se encuentren en poder de las Administraciones Públicas o que hayan sido elaborados por
éstas.
e) A formular alegaciones, utilizar los medios de defensa admitidos por el Ordenamiento Jurídico, y a
aportar documentos en cualquier fase del procedimiento anterior al trámite de audiencia, que deberán
ser tenidos en cuenta por el órgano competente al redactar la propuesta de resolución.
f) A obtener información y orientación acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que las disposiciones
vigentes impongan a los proyectos, actuaciones o solicitudes que se propongan realizar.
h) A cumplir las obligaciones de pago a través de los medios electrónicos habilitados al efecto.
Derecho de acceso a la información pública.- Todas las personas tienen derecho a acceder a la información
pública, en los términos previstos en el artículo 105.b) de la Constitución Española, desarrollados por
esta Ley.
Información pública.- Se entiende por información pública los contenidos o documentos, cualquiera que sea
su formato o soporte, que obren en poder de alguno de los sujetos incluidos en el ámbito de aplicación
de este título y que hayan sido elaborados o adquiridos en el ejercicio de sus funciones.
Límites al derecho de acceso.- El derecho de acceso podrá ser limitado cuando acceder a la información
suponga un perjuicio para:
a) La seguridad nacional.
b) La defensa.
c) Las relaciones exteriores.
d) La seguridad pública.
e) La prevención, investigación y sanción de los ilícitos penales, administrativos o disciplinarios.
f) La igualdad de las partes en los procesos judiciales y la tutela judicial efectiva.
g) Las funciones administrativas de vigilancia, inspección y control.
h) Los intereses económicos y comerciales.
i) La política económica y monetaria.
j) El secreto profesional y la propiedad intelectual e industrial.
k) La garantía de la confidencialidad o el secreto requerido en procesos de toma de decisión.
l) La protección del medio ambiente.
Las resoluciones que se dicten en aplicación de este artículo serán objeto de publicidad previa disocia-
ción de los datos de carácter personal que contuvieran, una vez hayan sido notificadas a los interesados.
Con carácter general, y salvo que en el caso concreto prevalezca la protección de datos personales u otros
derechos constitucionalmente protegidos sobre el interés público en la divulgación que lo impida, se
concederá el acceso a información que contenga datos meramente identificativos relacionados con la
organización, funcionamiento o actividad pública del órgano.
Cuando la información solicitada no contuviera datos especialmente protegidos, el órgano al que se dirija
la solicitud concederá el acceso previa ponderación suficientemente razonada del interés público en la
divulgación de la información y los derechos de los afectados cuyos datos aparezcan en la información
solicitada, en particular su derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal.
Para la realización de la citada ponderación, dicho órgano tomará particularmente en consideración los
siguientes criterios:
a) El menor perjuicio a los afectados derivado del transcurso de los plazos establecidos en el artículo
57 de la Ley 16/1985, del Patrimonio Histórico Español.
c) El menor perjuicio de los derechos de los afectados en caso de que los documentos únicamente
contuviesen datos de carácter meramente identificativo de aquéllos.
d) La mayor garantía de los derechos de los afectados en caso de que los datos contenidos en el
documento puedan afectar a su intimidad o a su seguridad, o se refieran a menores de edad.
No será aplicable lo establecido en los apartados anteriores si el acceso se efectúa previa disociación de
los datos de carácter personal de modo que se impida la identificación de las personas afectadas.
Acceso parcial.- En los casos en que la aplicación de alguno de los límites del derecho de acceso no afecte a
la totalidad de la información, se concederá el acceso parcial previa omisión de la información afectada
por el límite salvo que de ello resulte una información distorsionada o que carezca de sentido. En este
caso, deberá indicarse al solicitante que parte de la información ha sido omitida.
Hasta ahora ha sido en una norma preconstitucional, una Ley de 22 de diciembre de 1960, donde se encon-
traba su régimen jurídico, aunque convenientemente adaptado por los pronunciamientos del Tribunal
Constitucional.
Parece llegado el momento de proceder a la actualización del desarrollo normativo del derecho fundamental
de petición desde una perspectiva constitucional.
Probablemente su carácter residual respecto a otros instrumentos de relación entre los ciudadanos y los
poderes públicos, unido a que la Ley de 1960 contiene una regulación eminentemente técnica de carácter
administrativo y, por ende, neutral, han sido razones suficientes para mantener una norma preconstitucional
en materia de derechos fundamentales.
Ahora bien, no debe pensarse que el de petición es un derecho menor. Desde luego, históricamente no lo ha
sido. Y en el momento actual entronca de manera adecuada con las tendencias mayoritarias que proclaman
una mayor participación de los ciudadanos, y de los grupos en que se integran, en la cosa pública, una mayor
implicación en las estructuras institucionales sobre las que se asienta nuestro Estado social y democrático
de Derecho.
Al abordar de nueva planta el desarrollo legal de un precepto constitucional en el que se reconoce un derecho
fundamental es ineludible atender a la construcción doctrinal que el Tribunal Constitucional, como intérprete
supremo de nuestra Carta Magna, ha establecido. En consecuencia, la presente Ley se ajusta a los pronuncia-
mientos del Alto Tribunal contenidos en diversas sentencias y autos, con especial atención a la sentencia de
14 de julio de 1993.
La delimitación del ámbito subjetivo de titulares del derecho de petición se realiza extensivamente, enten-
diendo que abarca a cualquier persona natural o jurídica prescindiendo de su nacionalidad, como cauce de
expresión en defensa de los intereses legítimos y como participación ciudadana en las tareas públicas,
pudiendo ejercerse tanto individual como colectivamente. Tan sólo se establece la limitación que para los
miembros de las Fuerzas o Institutos armados, o de los Cuerpos sometidos a disciplina militar, se deriva
directamente de la Constitución, y determina que aquéllos solo pueden ejercer el derecho individualmente
y con arreglo a lo dispuesto en su legislación específica.
Como es tradicional en nuestros precedentes legales, así como en el Derecho comparado, se introduce la
previsión de que del ejercicio del derecho no puede derivarse perjuicio alguno para el peticionario, salvo
cuando incurra, con ocasión de su ejercicio, en delito o falta.
Los destinatarios de la petición pueden ser cualesquiera poderes públicos o autoridades, incluyendo los
diferentes poderes y órganos constitucionales, así como todas las Administraciones públicas existentes. El
ámbito de competencia de cada uno de los posibles destinatarios determinará su capacidad para atender las
peticiones que se les dirijan.
Su objeto, por tanto, se caracteriza por su amplitud y está referido a cualquier asunto de interés general,
colectivo o particular. Ahora bien, su carácter supletorio respecto a los procedimientos formales específicos
de carácter parlamentario, judicial o administrativo obliga a delimitar su ámbito a lo estrictamente discrecio-
nal o graciable, a todo aquello que no deba ser objeto de un procedimiento especialmente regulado.
El derecho constitucional de petición ha sido regulado por la Ley Orgánica 4/2001, de 12 de noviembre, en
los términos siguientes.
Titulares del derecho de petición.- Toda persona natural o jurídica, prescindiendo de su nacionalidad, puede
ejercer el derecho de petición, individual o colectivamente, en los términos y con los efectos establecidos
por la presente Ley y sin que de su ejercicio pueda derivarse perjuicio alguno para el peticionario. No
obstante no resultarán exentos de responsabilidad quienes con ocasión del ejercicio del derecho de
petición incurriesen en delito o falta.
Destinatarios.- El derecho de petición podrá ejercerse ante cualquier institución pública, administración, o
autoridad, así como ante los órganos de dirección y administración de los organismos y entidades
vinculados o dependientes de las Administraciones públicas, respecto de las materias de su competencia,
cualquiera que sea el ámbito territorial o funcional de ésta.
Objeto de las peticiones.- Las peticiones podrán versar sobre cualquier asunto o materia comprendido en
el ámbito de competencias del destinatario, con independencia de que afecten exclusivamente al peticio-
nario o sean de interés colectivo o general.
No son objeto de este derecho aquellas solicitudes, quejas o sugerencias para cuya satisfacción el ordena-
miento jurídico establezca un procedimiento específico distinto al regulado en la presente Ley.
Formalización.- Las peticiones se formularán por escrito, pudiendo utilizarse cualquier medio, incluso de
carácter electrónico, que permita acreditar su autenticidad, e incluirán necesariamente la identidad del
solicitante, la nacionalidad si la tuviere, el lugar o el medio elegido para la práctica de notificaciones, el
objeto y el destinatario de la petición.
En el caso de peticiones colectivas, además de cumplir los requisitos anteriores, serán firmadas por todos
los peticionarios, debiendo figurar, junto a la firma de cada uno de ellos su nombre y apellidos.
El peticionario podrá dar cuenta del ejercicio de su derecho a institución u órgano diferente de aquél
ante quien dirigió la petición, remitiéndole copia del escrito sin otro efecto que el de su simple conoci-
miento.
Utilización de lenguas cooficiales.- En el ámbito territorial de las Comunidades Autónomas cuyos Estatutos
establezcan la cooficialidad lingüística, los peticionarios tendrán derecho a formular sus peticiones a la
Administración General del Estado o a los organismos públicos vinculados o dependientes de ella en
cualquiera de las lenguas oficiales y a obtener respuesta en la lengua de su elección.
La institución, administración u órgano instructor deberá traducir al castellano los documentos, expe-
dientes o partes de los mismos que deban surtir efectos fuera del territorio de la Comunidad Autónoma
y los documentos dirigidos a los interesados que así lo soliciten expresamente. Si deben surtir efectos
en el territorio de una Comunidad Autónoma donde sea cooficial esa misma lengua distinta al castellano,
no será precisa su traducción.
La administración, institución pública o autoridad que reciba una petición acusará recibo de la misma
y lo comunicará al interesado dentro de los diez días siguientes a su recepción. Esta actuación se llevará
a efecto por el órgano correspondiente de acuerdo con la norma organizativa de cada entidad.
Tramitación de peticiones. Subsanación.- Recibido el escrito de petición, la autoridad u órgano al que se dirija
procederá a comprobar su adecuación a los requisitos previstos por la presente Ley, previas las diligen-
cias, comprobaciones y asesoramientos que estime pertinentes. Como resultado de tal apreciación
deberá declararse su inadmisión o tramitarse la petición correspondiente.
Si el escrito de petición no reuniera los requisitos establecidos, o no reflejara los datos necesarios con
la suficiente claridad, se requerirá al peticionario para que subsane los defectos advertidos en el plazo
de quince días con el apercibimiento de que, si así no lo hiciera, se le tendrá por desistido de su petición,
notificándose entonces su archivo con expresión de la causa.
Inadmisión de peticiones.- No se admitirán las peticiones cuyo objeto sea ajeno a las atribuciones de los
poderes públicos, instituciones u organismos a que se dirijan, así como aquéllas cuya resolución deba
ampararse en un título específico distinto al establecido en esta Ley que deba ser objeto de un procedi-
miento parlamentario, administrativo o de un proceso judicial.
Tampoco se admitirán aquellas peticiones sobre cuyo objeto exista un procedimiento parlamentario,
administrativo o un proceso judicial ya iniciado, en tanto sobre los mismos no haya recaído acuerdo o
resolución firme.
Decisiones sobre competencia.- Siempre que la declaración de inadmisibilidad de una petición se base en
la falta de competencia de su destinatario, éste la remitirá a la institución, administración u organismo
que estime competente en el plazo de diez días y lo comunicará así al peticionario. En este caso, los
plazos se computarán desde la recepción del escrito, aplicándose lo dispuesto en el artículo 6.2.
Cuando un órgano u autoridad se estime incompetente para el conocimiento de una petición remitirá
directamente las actuaciones al órgano que considere competente, si ambos pertenecieran a la misma
institución, administración u organismo.
Tramitación y contestación de peticiones admitidas.- Una vez admitida a trámite una petición, la autoridad
u órgano competente vendrán obligados a contestar y a notificar la contestación en el plazo máximo de
tres meses a contar desde la fecha de su presentación.
Asimismo podrá, si así lo considera necesario, convocar a los peticionarios en audiencia especial.
Cuando la petición se estime fundada, la autoridad u órgano competente para conocer de ella, vendrá
obligado a atenderla y a adoptar las medidas que estime oportunas a fin de lograr su plena efectividad,
incluyendo, en su caso, el impulso de los procedimientos necesarios para adoptar una disposición de
carácter general.
La contestación recogerá, al menos, los términos en los que la petición ha sido tomada en consideración
por parte de la autoridad u órgano competente e incorporará las razones y motivos por los que se
acuerda acceder a la petición o no hacerlo. En caso de que, como resultado de la petición, se haya adopta-
do cualquier acuerdo, medida o resolución específica, se agregará a la contestación.
Protección jurisdiccional.- El derecho de petición es susceptible de tutela judicial mediante las vías estableci-
das en el artículo 53.2 de la Constitución, sin perjuicio de cualesquiera otras acciones que el peticionario
estime procedentes. Podrán ser objeto de recurso contencioso-administrativo, por el procedimiento de
protección jurisdiccional de los derechos fundamentales de la persona, establecido en los artículos 114
y siguientes de la Ley 29/1988, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa:
El término participación ciudadana hace referencia al conjunto de acciones o iniciativas que pretenden
impulsar el desarrollo local y la democracia participativa a través de la integración de la comunidad en el
ejercicio de la política. Está basada en varios mecanismos para que la ciudadanía tenga acceso a las decisio-
nes del gobierno nacional o autonómico de manera independiente, sin necesidad de formar parte de la
administración pública o de un partido político.
El art. 129.1 de la Constitución señala que la Ley debe establecer las formas de participación de los interesa-
dos en la actividad de los organismos públicos cuya función afecte directamente a la calidad de vida o al
bienestar social. Por tanto, existe un derecho a participar en las funciones administrativas que afecten a los
ámbitos referidos, aunque no se trata de un derecho fundamental, sino de un derecho constitucional de
configuración legal.
Se trata de un derecho que resulta especialmente relevante en aquellos ámbitos en los que están en juego
intereses colectivos. Así, en materia urbanística la Ley del Suelo establece que debe garantizarse la participa-
ción pública en los procesos de planeamiento y gestión; en materia medioambiental, la Ley 27/2006, por la
que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en
materia de medio ambiente, establece que debe garantizarse que el ciudadano tenga posibilidades reales de
participación en la elaboración de planes y proyectos con importante impacto ambiental. Sin embargo, es
en el ámbito municipal donde se establece el mandato más general del derecho a la participación administra-
tiva. La Ley de Bases del Régimen Local (art. 18.1) establece que los vecinos tienen derecho a participar en
la gestión municipal, si bien remite la determinación de las formas, medios y procedimientos a la potestad
de autoorganización de cada corporación local (art. 69.2).
La participación del ciudadano en las funciones administrativas se debe contemplar desde una perspectiva
general, es decir, como un miembro de la comunidad afectado por el interés general y no como titular de
derechos o intereses. La participación del ciudadano se exterioriza a través de tres fórmulas de actuación:
También puede suceder que la participación se efectúe en órganos de una Administración no corporati-
va, encontrándose múltiple modelos de fórmulas participativas, como pueden ser: las asociaciones de
vecinos, las asociaciones de padres de alumnos, las asociaciones de contribuyentes, los entes urbanísticos
colaboradores.
2. A tal efecto, se publicará un anuncio en el Diario oficial correspondiente a fin de que cualquier
persona física o jurídica pueda examinar el expediente, o la parte del mismo que se acuerde.
El anuncio señalará el lugar de exhibición, debiendo estar en todo caso a disposición de las perso-
nas que lo soliciten a través de medios electrónicos en la sede electrónica correspondiente, y
determinará el plazo para formular alegaciones, que en ningún caso podrá ser inferior a veinte
días.
4. Conforme a lo dispuesto en las leyes, las Administraciones Públicas podrán establecer otras
formas, medios y cauces de participación de las personas, directamente o a través de las organiza-
ciones y asociaciones reconocidas por la ley en el procedimiento en el que se dictan los actos
administrativos.
-La acción popular, que se manifiesta fundamentalmente en materia urbanística y en materia penal,
desarrollándose en ambos casos una acción directa por los ciudadanos sin necesidad alguna de
legitimación, en aquellos supuestos establecidos por la ley.
-Las peticiones, que se refieren al artículo 29 de la Constitución, sin que supongan reclamaciones o
ejercicio de otras facultades. No debe confundirse el derecho de petición con las solicitudes iniciado-
ras de los procedimientos.
-Las quejas y sugerencias. En todos los departamentos ministeriales (y en la mayoría de otros órganos
administrativos de las distintas AA.PP.) existirá una Oficina de Quejas, Iniciativas y Reclamaciones
encargada de recibir las sugerencias de los ciudadanos en materias administrativas y de servicios
públicos. A través de las encuestas de satisfacción que periódicamente se realicen también podrán
expresar los ciudadanos sus opiniones y valoraciones.
-La colaboración y comparecencia de los ciudadanos, ya que están obligados a facilitar a la Adminis-
tración informes, inspecciones y otros actos de investigación así como la comparecencia, sólo en los
casos previstos por la Ley.
-Las iniciativas populares fueron introducidas por la Ley 57/2003, de modernización del Gobierno
local que reforma la Ley de Bases del Régimen Local (LBRL). Establece el derecho colectivo a la
iniciativa popular para presentar propuestas de acuerdos o proyectos de reglamentos en materias
de competencia municipal (por ejemplo, una iniciativa para desarrollar obras públicas o mejorar los
servicios públicos locales). A tales efectos, debe estar suscrita por un porcentaje de vecinos con
derecho al sufragio activo en las elecciones municipales. Ahora bien, conviene tener presente que la
presentación de una iniciativa no significa que deba ser acogida por la corporación local, pues en
dicho caso se estarían sustituyendo las funciones de los órganos representativos. En todo caso, las
iniciativas populares, se encuentran sometidas a dos obligaciones: primero, la propuesta debe some-
terse a debate en el pleno de la corporación; y segundo, el órgano competente por razón de la materia
debe pronunciarse expresamente sobre la iniciativa.
-Las consultas populares: La LBRL (art. 18.1.f) reconoce a los vecinos el derecho de pedir la consulta
popular. No obstante, esta forma de participación se somete a los términos previstos en la Ley. Hasta
la fecha sólo tres CC.AA. han establecido la regulación completa: Cataluña, Andalucía y Navarra. En
el caso de Navarra mediante la ley 27/2002, reguladora de consultas populares de ámbito local. Debe
tratarse de asuntos que sean de competencia municipal y que sean de especial trascendencia para los
vecinos. Evidentemente la consulta popular no puede menoscabar las facultades de decisión que
corresponden a los órganos representativos del municipio. Respecto al procedimiento, la iniciativa
puede provenir tanto de la propia corporación como de los vecinos, acudiendo a la figura de la
iniciativa popular.
PARTICIPACIÓN POLÍTICA.- La representación política es la relación existente entre el pueblo y las personas
que actúan en su nombre, expresando la voluntad del cuerpo político. Para MONTESQUIEU el pueblo sólo
debe hacer aquello de que es capaz: elegir a quienes ejerzan su autoridad, pero es incapaz de ejercerla
por sí mismo. En general, se considera que el vínculo representativo aparece cuando el representante
ha sido designado por el representado para algún cometido político, lo que se articula normalmente
mediante las elecciones, aunque la identidad representación-elección no es perfecta. La representación
política ha desarrollado caracteres propios que la diferencian de la representación de Derecho privado:
irrevocabilidad de los mandatarios respecto de sus electores, representación de todo el pueblo y no de
quienes designan, duración del mandato predeterminada legalmente, etc.
En el moderno Estado de partidos, éstos constituyen un elemento interpuesto entre elector y represen-
tante, creándose una relación representativa elector-partido.
La Constitución reconoce en su art. 23.1 el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos
directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio
universal, y declara que los miembros de las Cortes Generales no están ligados por mandato imperativo
(art. 67.2).
Otra faceta de la participación política es el derecho de todos los ciudadanos a acceder en condiciones
de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes, reconocido por el
art. 23.2 de la Constitución.
VOLUNTARIADO.- El voluntariado es una forma de participación a través de la cual la ciudadanía toma parte
activa en la resolución de problemas sociales, en torno a valores tales como la igualdad, la justicia social
y la solidaridad como principios de transformación social.
En Andalucía son muchas las personas y entidades que ponen en marcha trabajos de voluntariado cada
año. Es por eso que el Parlamento Andaluz aprobó en mayo de 2018 la Ley 4/2018, Andaluza del Volun-
tariado, con el objetivo de dar cobertura a las asociaciones y facilitar el desarrollo de acciones de volunta-
riado que llevan a cabo en nuestra comunidad.
Esta ley recoge y regula los derechos y deberes de todas las personas y entidades implicadas en las
acciones de voluntariado además de servir de marco para la innovación, el fomento y el reconocimiento
de la actividad.
Consejo Andaluz de Voluntariado: El Consejo Andaluz del Voluntariado es el máximo órgano de partici-
pación del voluntariado en Andalucía. Su función es la promoción, seguimiento y análisis de las activida-
des de voluntariado que se realicen, así como asesorar e informar a las Administraciones Públicas y las
entidades que desarrollen programas de acción voluntaria.
Asimismo, en cada provincia andaluza existe un Consejo Provincial del Voluntariado, que ejerce las
funciones de coordinación, promoción, seguimiento y análisis de las actividades de voluntariado que se
realicen en sus respectivos ámbitos territoriales.
c) La evaluación e impulso de nuevos sistemas de relación entre la sociedad civil y los diferentes niveles
de gobierno de las distintas Administraciones Públicas andaluzas.
e) El fomento, estudio y difusión de los valores y prácticas de participación política y social y la promo-
ción de prácticas que favorezcan la transparencia en la aplicación de las políticas públicas.
l) La promoción de las relaciones de las organizaciones andaluzas de voluntariado con otras de ámbito
territorial distinto al de la Comunidad Autónoma.
n) Y en general, todas aquellas que le atribuya la normativa vigente y las que expresamente le sean
delegadas.
Preámbulo
El derecho a la participación ciudadana.- Todos los ciudadanos y ciudadanas, con capacidad de obrar de
acuerdo con la normativa básica de procedimiento administrativo común, que tengan la condición
política de andaluces o andaluzas y las personas extranjeras residentes en Andalucía tienen derecho a
participar en el proceso de dirección de los asuntos públicos que sean competencia de la Comunidad
Autónoma de Andalucía y de las entidades locales andaluzas, en los términos recogidos en esta Ley.
La participación ciudadana podrá ser ejercida, en los términos recogidos en esta Ley, directamente o a
través de las entidades de participación ciudadana.
1.º Estén válidamente constituidas, de acuerdo con la normativa que les sea de aplicación.
3.º Tengan entre sus fines u objetivos, de acuerdo con sus estatutos o norma de creación, la
participación ciudadana, o bien la materia objeto del proceso participativo de que se trate.
c) Las agrupaciones de personas físicas o jurídicas que se conformen como plataformas, movimientos,
foros o redes ciudadanas sin personalidad jurídica, incluso las constituidas circunstancialmente, cuya
actuación se desarrolle en el ámbito del territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, debiendo
designarse una comisión y un representante de la misma. Las personas agrupadas, las que formen
parte de la Comisión y el representante deberán acreditar su personalidad y el cumplimiento de los
requisitos del apartado 1, así como la determinación de intereses, identificación, fines y objetivos
concretos respecto al proceso participativo de que se trate, su carácter circunstancial o temporal, en
su caso, y el resto de los requisitos que se establezcan reglamentariamente.
c) Que se publique la información relativa a los procedimientos en los que sea posible la participación
de la ciudadanía de forma gratuita, comprensible y accesible durante todo el proceso participativo.
a) Integrar la participación ciudadana en el conjunto de sus actuaciones para que esta pueda ser ejercida
tanto individual como colectivamente, de forma real, efectiva, presencial o telemática.
c) Establecer los medios pertinentes para la promoción del ejercicio efectivo del derecho a la participa-
ción ciudadana a través de tecnologías de la información y comunicación (TIC), especialmente a través
de la configuración de espacios interactivos en sus sedes electrónicas, portales o páginas web, así como
mediante la promoción de sistemas de votación y encuesta de carácter electrónico.
g) Establecer cauces de publicidad y fomento de la participación ciudadana con el fin de que esta sea
efectiva y conocida.
Procesos de participación ciudadana.- Los procesos de participación ciudadana son los siguientes:
a) Deliberación participativa.
Objeto de los procesos de participación ciudadana.- Los procesos de participación ciudadana se podrán
desarrollar sobre los siguientes asuntos o materias, siempre que no sean contrarias al ordenamiento
jurídico:
a) Proposición, adopción, seguimiento y evaluación de las políticas públicas con singular impacto o
relevancia.
Eficacia de los procesos de participación ciudadana.- Los procesos de participación ciudadana regulados en
la presente Ley no alterarán ni supondrán menoscabo de las potestades y competencias del correspon-
diente ámbito de gobierno, autonómico o local, en la adopción de las decisiones que les corresponden.
En caso de no iniciarse o no concluirse el proceso participativo, la Administración competente deberá
justificar o motivar las causas.
En caso de que los resultados derivados de los procesos participativos que se pongan en marcha al
amparo de esta Ley no sean asumidos total o parcialmente, el órgano competente para adoptar la
decisión estará obligado a motivarla.
Los procesos de participación ciudadana previstos en esta Ley complementan aquellos expresamente
previstos en las normas generales y sectoriales, las cuales deberán aplicarse con el alcance y efectos
establecidos en cada caso.
El cumplimiento de esta Ley será directamente exigible para hacer efectivos los derechos en ella recono-
cidos, aunque su omisión o infracción no afectará, en ningún caso, a la validez y eficacia del acto o
decisión en cuyo procedimiento se prevea.
a) De recepción y acogida a los ciudadanos, al objeto de facilitarles la orientación y ayuda que precisen
en el momento inicial de su visita, y, en particular, la relativa a la localización de dependencias y funcio-
narios.
d) De recepción de las iniciativas o sugerencias formuladas por los ciudadanos, o por los propios emplea-
dos públicos para mejorar la calidad de los servicios, incrementar el rendimiento o el ahorro del gasto
público, simplificar trámites o suprimir los que sean innecesarios, o cualquier otra medida que suponga
un mayor grado de satisfacción de la sociedad en sus relaciones con la Administración General del Estado
y con las entidades de derecho público vinculadas o dependientes de la misma. Aquellas que se presenten
en las oficinas y centros de Información Administrativa se tramitarán mediante las hojas del Libro de
Quejas y Sugerencias con arreglo a la normativa que resulte de aplicación.
e) De recepción de las quejas y reclamaciones de los ciudadanos por las tardanzas, desatenciones o por
cualquier otro tipo de actuación irregular que observen en el funcionamiento de las dependencias
administrativas. Las reclamaciones que se formulen ante las oficinas y centros de información adminis-
trativa se tramitarán de acuerdo con el procedimiento establecido.
f) De asistencia a los ciudadanos en el ejercicio del derecho de petición, reconocido por los artículos 29
y 77 de la Constitución.
Las unidades de información administrativa orientarán a los ciudadanos sobre la naturaleza y el modo de
ejercer este derecho, así como sobre las autoridades y órganos a los que hayan de dirigir sus escritos; sin
perjuicio de ello, estas unidades deberán elevar a los órganos competentes las peticiones que reciban, en las
que no figure el destinatario o conste erróneamente.
P EL DECRETO 204/1995
Responsabilidad de informar.- Los servicios centrales y periféricos de las Consejerías y Organismos Autóno-
mos, adoptarán las medidas necesarias para que la función de información administrativa al ciudadano
se desarrolle integrada en los procesos de ejecución de sus competencias, incumbiendo dicha función
al personal adscrito a los mismos en la forma y con el alcance previsto en los artículos siguientes de este
capítulo.
• Información administrativa general: Es aquella que sirve de orientación e ilustración a los ciudada-
nos que hayan de relacionarse con la Administración Andaluza y cuyo objeto es facilitar el derecho
de acceso a los servicios públicos. Tratará sobre los fines, competencias y funcionamiento de los
distintos órganos y unidades, comprendiendo todos los aspectos de la organización, servicios públicos
que prestan, procedimientos que gestionan, modalidades de tramitación y documentación exigida por
los mismos, listas públicas, unidades responsables, localización de dependencias y, en general, toda
aquella información que permita a los ciudadanos relacionarse con los distintos servicios sin más
limitación que las derivadas del ámbito competencial de los mismos, de los medios materiales dispo-
nibles y del sistema de comunicación elegido por el ciudadano.
La Administración dispondrá los medios y cauces adecuados a cada caso y tipo de información o asunto
que se desee conocer y se solicite, incluso la comunicación personal en el caso que así se haya solicitado
o en aquellos otros en que la confidencialidad o complejidad de la información a tratar lo requiera y de
esta forma se acuerde con el solicitante. Las correspondientes entrevistas deberán programarse a través
de horarios previos de citas que permitan salvaguardar la facilidad y comodidad de los interesados a la
vez que el normal desempeño de las funciones administrativas de las unidades gestoras, y en ningún caso
supondrán obstáculo o demora al efectivo ejercicio de los derechos del ciudadano.
En el supuesto que el solicitante desee conocer el estado de tramitación de los procedimientos en los que
tenga la condición de interesado y en su caso obtener copias de documentos contenidos en ellos deberá
previamente acreditar que está legitimado para ello.
Oficinas de Información Administrativa.- Sin perjuicio del ejercicio de las funciones de información adminis-
trativa que tengan que desarrollar los distintos Centros Directivos, las Oficinas de Información Adminis-
trativa adscritas a la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior ejercerán las funciones
de información administrativa general en el ámbito de la Administración de la Junta de Andalucía.
Para posibilitar dicho ejercicio con el alcance y calidad requerida por la presente disposición, los distin-
tos Centros Directivos producirán, actualizarán y remitirán periódicamente y con la antelación suficiente
toda la información de base necesaria, al mismo tiempo que a sus unidades de información, a la Conseje-
ría de Presidencia, Administración Pública e Interior, adoptándose por parte de esta Consejería las
medidas necesarias para garantizar la coordinación de los distintos medios materiales y humanos así
como de las informaciones que se faciliten.
Tablones de anuncios.- Los servicios centrales y periféricos de las Consejerías y OO.AA., dispondrán de un
tablón de anuncios permanente, que se situará en un lugar accesible para el público y destacado de forma
que atraiga la atención y su contenido resulte fácilmente legible. En el tablón se exhibirá la información
general que deba ponerse en conocimiento de los ciudadanos y así haberse ordenado.
El órgano de la Junta de Andalucía que coordina las actuaciones relacionadas con la ciudadanía a través de
los diferentes canales es la Secretaría General para la Administración Pública, de la Consejería de la Presiden-
cia, Administración Pública e Interior, quien tiene, entre otras las siguientes atribuciones:
-El impulso y coordinación de la atención a la ciudadanía, así como la identificación, diseño y ejecución
de programas y proyectos para el desarrollo y evaluación de la calidad de los servicios y de atención a
la ciudadanía en el ámbito de sus competencias.
El desarrollo de estas funciones se hace al amparo del nuevo marco jurídico establecido por la Ley 39/2015,
de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, en el que se
reconoce el derecho de las personas físicas a elegir si se relacionan por medios electrónicos o no; y la
obligación de determinados grupos o categorías de interesados, obligados a relacionarse por medios
electrónicos con estas. En este marco jurídico también se recoge la obligación de las Administraciones de los
medios y sistemas necesarios para que ese derecho pueda ejercerse, así como los canales de relación y
atención que debe disponer.
El claro impulso de la norma hacia la administración electrónica no deja de lado la protección del derecho
de los ciudadanos a la buena administración. Por ello, desde esta Secretaría General se está trabajando para
que la configuración de los servicios de atención y asistencia a la ciudadanía disponga los medios necesarios
para asegurar la autonomía de la persona interesada y de la ciudadanía en general, en la consecución de los
requisitos e instrucciones que deba seguir para la realización con éxito de cualquier trámite y para reducir
la brecha digital en el uso de los medios electrónicos en su relación con la Administración.
En este sentido, la Administración de la Junta de Andalucía velará por la protección de principios y derechos
como la igualdad en el acceso, la transparencia y reutilización de los datos, la universalidad y neutralidad
de las tecnologías usadas por ella y la disponibilidad de las alternativas suficientes para garantizar también
los derechos de las personas que no opten por la relación por medios electrónicos.
-La ética del cuidado, es decir, en llevar a cabo las acciones pertinentes para dar respuesta a las necesida-
des básicas de información y asistencia en la realización de un trámite o el acceso a un servicio, a una
persona que no puede cubrirlas por sí sola.
-La comunicación clara, tanto en el lenguaje como en el diseño de contenidos y documentos dirigidos a
la ciudadanía
-La accesibilidad basada en el enfoque del diseño universal, es decir, posibilitar que el mayor número
de personas puedan percibir, entender y navegar por la información contenida en un documento digital
independientemente de sus capacodades técnicas, cognitivas o físicas.
Estos principios deben ser de aplicación en todas las fases de todo procedimiento o servicio dirigido a la
ciudadanía:
Todo el conjunto de acciones que se realicen bajo este paradigma deben ir encaminado a ofrecer una
información coherente, segura y homogénea y a favorecer la autonomía del ciudadano en sus relaciones con
la Administración de la Junta de Andalucía.
La Administración de la Junta de Andalucía pone a disposición de la ciudadanía una serie de medios con el
fin de que pueda obtener la información necesaria para acceder a sus servicios públicos.
Estos medios son distintos según que el tipo de información administrativa sea general o particular.
Teléfono: 955 012 012 - El horario de prestación del servicio de atención telefónica es el siguiente:
Fuera de este horario, la atención se hará mediante un buzón de voz, en el que la persona puede
dejar grabada su consulta. Posteriormente, en el horario laborable indicado arriba, se le dará la
respuesta.
- Presentación Electrónica General, que sirve para la presentación de escritos de modo telemático
dirigidos a la administración de la Junta de Andalucía, con los requisitos que se establecen en la
misma.
-Las peticiones acerca de sus datos personales que la administración de la Junta de Andalucía ha
realizado a otras administraciones públicas.
2.3.- TRANSPARENCIA
La Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, regula
la transparencia de las AA.PP. en los términos siguientes.
Principios generales.- Los entes públicos publicarán de forma periódica y actualizada la información cuyo
conocimiento sea relevante para garantizar la transparencia de su actividad relacionada con el funciona-
miento y control de la actuación pública.
Serán de aplicación, en su caso, los límites al derecho de acceso a la información pública previstos en esta
Ley y, especialmente, el derivado de la protección de datos de carácter personal. A este respecto, cuando
la información contuviera datos especialmente protegidos, la publicidad sólo se llevará a cabo previa
disociación de los mismos.
Cuando se trate de entidades sin ánimo de lucro que persigan exclusivamente fines de interés social o
cultural y cuyo presupuesto sea inferior a 50.000 euros, el cumplimiento de las obligaciones derivadas
de esta Ley podrá realizarse utilizando los medios electrónicos puestos a su disposición por la Adminis-
tración Pública de la que provenga la mayor parte de las ayudas o subvenciones públicas percibidas.
Toda la información será comprensible, de acceso fácil y gratuito y estará a disposición de las personas
con discapacidad en una modalidad suministrada por medios o en formatos adecuados de manera que
resulten accesibles y comprensibles, conforme al principio de accesibilidad universal y diseño para todos.
Las Administraciones Públicas publicarán los planes y programas anuales y plurianuales en los que se
fijen objetivos concretos, así como las actividades, medios y tiempo previsto para su consecución. Su
grado de cumplimiento y resultados deberán ser objeto de evaluación y publicación periódica junto con
los indicadores de medida y valoración, en la forma en que se determine por cada Administración
competente.
a) Las directrices, instrucciones, acuerdos, circulares o respuestas a consultas planteadas por los
particulares u otros órganos en la medida en que supongan una interpretación del Derecho o tengan
efectos jurídicos.
b) Los Anteproyectos de Ley y los proyectos de Decretos Legislativos cuya iniciativa les corresponda,
cuando se soliciten los dictámenes a los órganos consultivos correspondientes. En el caso en que no
sea preceptivo ningún dictamen la publicación se realizará en el momento de su aprobación.
c) Los proyectos de Reglamentos cuya iniciativa les corresponda. Cuando sea preceptiva la solicitud
de dictámenes, la publicación se producirá una vez que estos hayan sido solicitados a los órganos
consultivos correspondientes sin que ello suponga, necesariamente, la apertura de un trámite de
audiencia pública.
e) Los documentos que, conforme a la legislación sectorial vigente, deban ser sometidos a un período
de información pública durante su tramitación.
a) Todos los contratos, con indicación del objeto, duración, el importe de licitación y de adjudicación,
el procedimiento utilizado para su celebración, los instrumentos a través de los que, en su caso, se ha
publicitado, el número de licitadores participantes en el procedimiento y la identidad del adjudicata-
rio, así como las modificaciones del contrato. Igualmente serán objeto de publicación las decisiones
de desistimiento y renuncia de los contratos. La publicación de la información relativa a los contratos
menores podrá realizarse trimestralmente.
b) La relación de los convenios suscritos, con mención de las partes firmantes, su objeto, plazo de
duración, modificaciones realizadas, obligados a la realización de las prestaciones y, en su caso, las
obligaciones económicas convenidas. Igualmente, se publicarán las encomiendas de gestión que se
firmen, con indicación de su objeto, presupuesto, duración, obligaciones económicas y las subcontra-
taciones que se realicen con mención de los adjudicatarios, procedimiento seguido para la adjudica-
ción e importe de la misma.
c) Las subvenciones y ayudas públicas concedidas con indicación de su importe, objetivo o finalidad
y beneficiarios.
e) Las cuentas anuales que deban rendirse y los informes de auditoría de cuentas y de fiscalización
por parte de los órganos de control externo que sobre ellos se emitan.
f) Las retribuciones percibidas anualmente por los altos cargos y máximos responsables de las
entidades incluidas en el ámbito de la aplicación de este título. Igualmente, se harán públicas las
indemnizaciones percibidas, en su caso, con ocasión del abandono del cargo.
i) La información estadística necesaria para valorar el grado de cumplimiento y calidad de los servi-
cios públicos que sean de su competencia, en los términos que defina cada admón. competente.
Las Administraciones Públicas publicarán la relación de los bienes inmuebles que sean de su propiedad
o sobre los que ostenten algún derecho real.
Control.- El cumplimiento por la Administración General del Estado de las obligaciones contenidas en este
capítulo será objeto de control por parte del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.
El incumplimiento reiterado de las obligaciones de publicidad activa reguladas en este capítulo tendrá
la consideración de infracción grave a los efectos de aplicación a sus responsables del régimen disciplina-
rio previsto en la correspondiente normativa reguladora.
La Administración General del Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas y de las
Ciudades de Ceuta y Melilla y las entidades que integran la Administración Local podrán adoptar otras
medidas complementarias y de colaboración para el cumplimiento de las obligaciones de transparencia.
Principios técnicos.- El Portal de la Transparencia contendrá información publicada de acuerdo con las
prescripciones técnicas que se establezcan reglamentariamente que deberán adecuarse a los siguientes
principios:
Por su parte, la Ley 9/2007, de la Administración de la Junta de Andalucía, sobre la publicidad y transparen-
cia de la actuación administrativa dispone que la actuación de la Administración de la Junta de Andalucía se
desarrollará con el máximo respeto a los principios de publicidad y transparencia, sin perjuicio de las
limitaciones derivadas del derecho a la intimidad o de otros derechos constitucionales que gozan de una
protección específica. En atención a dichos derechos, la publicidad de los actos y procedimientos administra-
tivos se realizará de acuerdo con el principio de proporcionalidad (art. 79).
https://www.juntadeandalucia.es/organismos/transparencia.html
Organización institucional
Organigrama
Entidades instrumentales
Patrimonio de la Comunidad Autónoma
Símbolos de Andalucía
Historia de la autonomía
• Empleo público
• Altos cargos
Planes y programas
Información estadística y cartográfica oficial
• Información jurídica
Estatuto de autonomía
Competencias de la Comunidad Autónoma
Elaboración de normas
Normativa vigente
Directrices, instrucciones, circulares, acuerdos y respuestas a consultas
Documentos sometidos a información pública
Información presupuestaria
Visor de los presupuestos
Movimientos de la Tesorería General de la Junta de Andalucía
Cuentas anuales
Informes de la Cámara de Cuentas
Financiación de la Comunidad Autónoma
• Solicita información
El ejercicio del derecho de acceso a la información pública está regulado en la Ley 19/2013, de transparencia,
acceso a la información pública y buen gobierno, en los términos siguientes.
Solicitud de acceso a la información.- El procedimiento para el ejercicio del derecho de acceso se iniciará con
la presentación de la correspondiente solicitud, que deberá dirigirse al titular del órgano administrativo
o entidad que posea la información. Cuando se trate de información en posesión de personas físicas o
jurídicas que presten servicios públicos o ejerzan potestades administrativas, la solicitud se dirigirá a
la Administración, organismo o entidad de las previstas en el artículo 2.1 a las que se encuentren vincula-
das.
La solicitud podrá presentarse por cualquier medio que permita tener constancia de:
El solicitante no está obligado a motivar su solicitud de acceso a la información. Sin embargo, podrá
exponer los motivos por los que solicita la información y que podrán ser tenidos en cuenta cuando se
dicte la resolución. No obstante, la ausencia de motivación no será por si sola causa de rechazo de la
solicitud.
Los solicitantes de información podrán dirigirse a las Administraciones Públicas en cualquiera de las
lenguas cooficiales del Estado en el territorio en el que radique la Administración en cuestión.
b) Referidas a información que tenga carácter auxiliar o de apoyo como la contenida en notas, borra-
dores, opiniones, resúmenes, comunicaciones e informes internos o entre órganos o entidades
administrativas.
c) Relativas a información para cuya divulgación sea necesaria una acción previa de reelaboración.
e) Que sean manifiestamente repetitivas o tengan un carácter abusivo no justificado con la finalidad
de transparencia de esta Ley.
En el caso en que se inadmita la solicitud por concurrir la causa prevista en la letra d) del apartado
anterior, el órgano que acuerde la inadmisión deberá indicar en la resolución el órgano que, a su juicio,
es competente para conocer de la solicitud.
Cuando la información objeto de la solicitud, aun obrando en poder del sujeto al que se dirige, haya sido
elaborada o generada en su integridad o parte principal por otro, se le remitirá la solicitud a éste para
que decida sobre el acceso.
Resolución.- La resolución en la que se conceda o deniegue el acceso deberá notificarse al solicitante y a los
terceros afectados que así lo hayan solicitado en el plazo máximo de un mes desde la recepción de la
solicitud por el órgano competente para resolver.
Este plazo podrá ampliarse por otro mes en el caso de que el volumen o la complejidad de la información
que se solicita así lo hagan necesario y previa notificación al solicitante.
Serán motivadas las resoluciones que denieguen el acceso, las que concedan el acceso parcial o a través
de una modalidad distinta a la solicitada y las que permitan el acceso cuando haya habido oposición de
un tercero. En este último supuesto, se indicará expresamente al interesado que el acceso sólo tendrá
lugar cuando haya transcurrido el plazo del artículo 22.2.
Transcurrido el plazo máximo para resolver sin que se haya dictado y notificado resolución expresa se
entenderá que la solicitud ha sido desestimada.
Las resoluciones dictadas en materia de acceso a la información pública son recurribles directamente
ante la Jurisdicción Contencioso-administrativa, sin perjuicio de la posibilidad de interposición de la
reclamación potestativa prevista al efecto.
Unidades de información.- Las Administraciones Públicas incluidas en el ámbito de aplicación de este título
establecerán sistemas para integrar la gestión de solicitudes de información de los ciudadanos en el
funcionamiento de su organización interna.
a) Recabar y difundir la información a la que se refiere el capítulo II del título I de esta Ley.
c) Realizar los trámites internos necesarios para dar acceso a la información solicitada.
g) Mantener actualizado un mapa de contenidos en el que queden identificados los distintos tipos de
información que obre en poder del órgano.
h) Todas aquellas que sean necesarias para asegurar una correcta aplicación de las disposiciones de
esta Ley.
El resto de las entidades incluidas en el ámbito de aplicación de este título identificarán claramente el
órgano competente para conocer de las solicitudes de acceso.
Formalización del acceso.- El acceso a la información se realizará preferentemente por vía electrónica, salvo
cuando no sea posible o el solicitante haya señalado expresamente otro medio. Cuando no pueda darse
el acceso en el momento de la notificación de la resolución deberá otorgarse, en cualquier caso, en un
plazo no superior a diez días.
Si ha existido oposición de tercero, el acceso sólo tendrá lugar cuando, habiéndose concedido dicho
acceso, haya transcurrido el plazo para interponer recurso contencioso administrativo sin que se haya
formalizado o haya sido resuelto confirmando el derecho a recibir la información.
Si la información ya ha sido publicada, la resolución podrá limitarse a indicar al solicitante cómo puede
acceder a ella.
No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, contra las resoluciones dictadas por los órganos
previstos en el artículo 2.1.f) sólo cabrá la interposición de recurso contencioso-administrativo.
Reclamación ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.- Frente a toda resolución expresa o presun-
ta en materia de acceso podrá interponerse una reclamación ante el Consejo de Transparencia y Buen
Gobierno, con carácter potestativo y previo a su impugnación en vía contencioso-administrativa.
El plazo máximo para resolver y notificar la resolución será de tres meses, transcurrido el cual, la
reclamación se entenderá desestimada.
Las resoluciones del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno se publicarán, previa disociación de los
datos de carácter personal que contuvieran, por medios electrónicos y en los términos en que se esta-
blezca reglamentariamente, una vez se hayan notificado a los interesados.
El Presidente del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno comunicará al Defensor del Pueblo las
resoluciones que dicte en aplicación de este artículo.
Si bien la Ley 30/1992 ya fue consciente del impacto de las nuevas tecnologías en las relaciones administrati-
vas, fue la Ley 11/2007, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, la que les dio carta
de naturaleza legal, al establecer el derecho de los ciudadanos a relacionarse electrónicamente con las
Administraciones Públicas, así como la obligación de éstas de dotarse de los medios y sistemas necesarios
para que ese derecho pudiera ejercerse. Sin embargo, en el entorno actual, la tramitación electrónica no
puede ser todavía una forma especial de gestión de los procedimientos sino que debe constituir la actuación
habitual de las Administraciones. Porque una Administración sin papel basada en un funcionamiento
íntegramente electrónico no sólo sirve mejor a los principios de eficacia y eficiencia, al ahorrar costes a
ciudadanos y empresas, sino que también refuerza las garantías de los interesados. En efecto, la constancia
de documentos y actuaciones en un archivo electrónico facilita el cumplimiento de las obligaciones de
transparencia, pues permite ofrecer información puntual, ágil y actualizada a los interesados.
Así, la Ley 39/2015, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, ha derogado
expresamente a la Ley 11/2007, y en su art. 12 dispone la asistencia en el uso de medios electrónicos a los
interesados:
1. Las Administraciones Públicas deberán garantizar que los interesados pueden relacionarse con
la Administración a través de medios electrónicos, para lo que pondrán a su disposición los canales
de acceso que sean necesarios así como los sistemas y aplicaciones que en cada caso se determinen.
2. Las Administraciones Públicas asistirán en el uso de medios electrónicos a los interesados que así
lo soliciten, especialmente en lo referente a la identificación y firma electrónica, presentación de
solicitudes a través del registro electrónico general y obtención de copias auténticas.
3. La Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales
mantendrán actualizado un registro, u otro sistema equivalente, donde constarán los funcionarios
habilitados para la identificación o firma regulada en este artículo. Estos registros o sistemas debe-
rán ser plenamente interoperables y estar interconectados con los de las restantes Administraciones
Públicas, a los efectos de comprobar la validez de las citadas habilitaciones. En este registro o sistema
equivalente, al menos, constarán los funcionarios que presten servicios en las oficinas de asistencia
en materia de registros.
La Ley 39/2015 reconoce los siguientes derechos de los ciudadanos en relación con la Administración
electrónica:
-A ser asistidos en el uso de medios electrónicos en sus relaciones con las Administraciones Públicas.
-A la obtención y utilización de los medios de identificación y firma electrónica contemplados en esta Ley.
Las personas físicas podrán elegir en todo momento si se comunican con las Administraciones Públicas
para el ejercicio de sus derechos y obligaciones a través de medios electrónicos o no, salvo que estén
obligadas a relacionarse a través de medios electrónicos con las Administraciones Públicas. El medio
elegido por la persona para comunicarse con las Administraciones Públicas podrá ser modificado por
aquella en cualquier momento.
En todo caso, estarán obligados a relacionarse a través de medios electrónicos con las Administraciones
Públicas para la realización de cualquier trámite de un procedimiento administrativo, al menos, los
siguientes sujetos:
c) Quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación obligatoria, para los
trámites y actuaciones que realicen con las Administraciones Públicas en ejercicio de dicha actividad
profesional. En todo caso, dentro de este colectivo se entenderán incluidos los notarios y registrado-
res de la propiedad y mercantiles.
e) Los empleados de las Administraciones Públicas para los trámites y actuaciones que realicen con
ellas por razón de su condición de empleado público, en la forma en que se determine reglamentaria-
mente por cada Administración.
El Real Decreto unifica en un mismo Reglamento el desarrollo de todos los aspectos relacionados con la
actuación y funcionamiento del sector público por medios electrónicos previstos en las dos leyes de cabecera
en esta materia (la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Adminis-
traciones Públicas y la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público). Con ello, se
logra una importante labor de sistematización y ordenación, con un notable esfuerzo de simplificación de
conceptos técnicamente complejos.
El Reglamento profundiza en el objetivo de contar con una Administración Pública digital, moderna, accesible
y personalizada a las necesidades de los distintos colectivos sociales. Este Real Decreto consolida la normati-
va relativa a servicios electrónicos a la ciudadanía y empresas, e impulsa el uso y los beneficios de la digitali-
zación en la Administración. Por ejemplo, facilitará el avance para que la ciudadanía no tenga que volver a
aportar información de la que ya disponga la propia Administración, que pueda consultar las notificaciones
en una dirección de notificaciones única y que pueda acceder a un punto único de información a través del
PAGe (Punto de Acceso General electrónico).
-En primer lugar, mejorar la eficiencia de la Administración electrónica. Para ello, se facilita el derecho
de los ciudadanos a relacionarse por medios electrónicos con las Administraciones Públicas; la obligato-
riedad de relación electrónica de las personas jurídicas y de algunas categorías de personas físicas; y la
tramitación electrónica de los procedimientos como actuación habitual de las Administraciones Públicas.
Las Administraciones contarán con un archivo electrónico de expedientes que correspondan a procedi-
mientos finalizados y todas las notificaciones se realizarán por medios electrónicos salvo que se trate
de personas físicas no obligadas a ser notificadas electrónicamente.
-El segundo objetivo es que tanto el funcionamiento electrónico interno de la administración como las
relaciones de las Administraciones Públicas entre sí se realice electrónicamente. Esto implica la interope-
rabilidad como principio básico, determinar las condiciones e instrumentos de creación de sedes
electrónicas, así como los supuestos de utilización de los sistemas de firma de sello o código seguro de
verificación, y los propios sistemas de firma electrónica.
-En cuarto lugar, se busca disponer de servicios digitales fácilmente utilizables y accesibles de modo que
se pueda conseguir que la relación del interesado con la Administración sea fácil, intuitiva y efectiva
cuando use el canal electrónico.
• Aplicación de fuentes abiertas: Aquella que se distribuye con una licencia que permite la libertad de
ejecutarla, de conocer el código fuente, de modificarla o mejorarla y de redistribuir copias a otras personas
usuarias.
• Archivo electrónico único de cada Administración: Conjunto de sistemas y servicios que sustente la gestión,
custodia y recuperación de los documentos y expedientes electrónicos así como de otras agrupaciones
documentales o de información una vez finalizados los procedimientos o actuaciones correspondientes.
• Autenticidad: Propiedad o característica consistente en que una entidad es quien dice ser o bien que
garantiza la fuente de la que proceden los datos.
• Canal: Estructura o medio de difusión de los contenidos y servicios; incluyendo el canal presencial, el
telefónico y el electrónico, así como otros que existan en la actualidad o puedan existir en el futuro (dispositi-
vos móviles, etc.).
• Certificado electrónico: Documento emitido y firmado por la Autoridad de Certificación que identifica una
clave pública con su propietario. Cada certificado está identificado por un número de serie único y tiene un
periodo de validez que está incluido en el certificado.
• Certificado cualificado: Un certificado de firma electrónica que ha sido expedido por un prestador cualifica-
do de servicios de confianza y que cumple los requisitos establecidos en el anexo I del Reglamento UE
910/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de julio de 2014 relativo a la identificación electróni-
ca y los servicios de confianza para las transacciones, electrónicas en el mercado interior y por la que se
deroga la Directiva 1999/93/CE.
• Certificado cualificado de sello electrónico: Certificado de sello electrónico que ha sido expedido por un
prestador cualificado de servicios de confianza y que cumple los requisitos establecidos en el anexo III del
Reglamento UE 910/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de julio de 2014 relativo a la identifi-
cación electrónica y los servicios de confianza para las transacciones, electrónicas en el mercado interior y
por la que se deroga la Directiva 1999/93/CE
• Código malicioso: Tipo de software de carácter dañino que crea o aprovecha vulnerabilidades en dispositi-
vos, sistemas y archivos informáticos que permiten el acceso remoto no autorizado, la generación de puertas
traseras, el robo o exfiltración de datos, la destrucción de información, u otras acciones perjudiciales.
• Código Seguro de Verificación (CSV): Código que identifica a un documento electrónico y cuya finalidad es
garantizar el origen e integridad de los documentos mediante el acceso a la sede electrónica correspondien-
• Copia autorizada electrónica: documento notarial electrónico generado por el notario que autorizó la
escritura, con el mismo valor y efectos que la copia en papel y al cual se le atribuye también valor de docu-
mento público.
• Digitalización: Proceso tecnológico que permite convertir un documento en soporte papel o en otro soporte
no electrónico en uno o varios ficheros electrónicos que contienen la imagen codificada, fiel e íntegra del
documento.
• Dirección electrónica: Identificador de un equipo o sistema electrónico desde el que se provee de informa-
ción o servicios en una red de comunicaciones
• Directorio de aplicaciones reutilizables: instrumento que contiene la relación de aplicaciones para su libre
reutilización, incluyendo, al menos, los datos descriptivos relativos a nombre de la aplicación, breve descrip-
ción de sus funcionalidades, uso y características, licencia, principales estándares abiertos aplicados, y estado
de desarrollo.
• Disponibilidad: Propiedad o característica de los activos consistente en que las entidades o procesos
autorizados tienen acceso a los mismos cuando lo requieren.
• Especificación técnica: Documento en el que se prescriben los requisitos técnicos que debe reunir un
producto, proceso, servicio o sistema y que establece uno o más de los aspectos siguientes:
-Las características que debe tener un producto, como los niveles de calidad, rendimiento, interoperabili-
dad, protección del medio ambiente, salud y seguridad y sus dimensiones, así como los requisitos
-los métodos y procedimientos de producción de los productos agrícolas, de los productos destinados
a la alimentación humana y animal y de los medicamentos, así como los métodos y procedimientos de
producción relacionados con los demás productos, en caso de que estos influyan en sus características;
-las características que debe tener un servicio, como los niveles de calidad, rendimiento, interoperabili-
dad, protección del medio ambiente, salud o seguridad, así como los requisitos aplicables al proveedor
en lo que respecta a la información que debe facilitarse a la persona destinataria.
-los métodos y los criterios para evaluar el rendimiento de los productos de construcción.
• Esquema Nacional de Seguridad: Instrumento que tiene por objeto establecer la política de seguridad en
la utilización de medios electrónicos en el ámbito de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico
del Sector Público y está constituido por los principios básicos y requisitos mínimos que garanticen adecua-
damente la seguridad de la información tratada.
• Firma electrónica: Los datos en formato electrónico anejos a otros datos electrónicos o asociados de
manera lógica con ellos que utiliza el firmante para firmar.
• Firma electrónica avanzada: La firma electrónica que cumple los requisitos siguientes:
c) haber sido creada utilizando datos de creación de la firma electrónica que el firmante puede utilizar,
con un alto nivel de confianza, bajo su control exclusivo, y
d) estar vinculada con los datos firmados por la misma de modo tal que cualquier modificación ulterior
de los mismos sea detectable.
• Firma electrónica cualificada: Una firma electrónica avanzada que se crea mediante un dispositivo cualifica-
do de creación de firmas electrónicas y que se basa en un certificado cualificado de firma electrónica.
• Formato de documento: Conjunto de reglas (algoritmo) que define la manera correcta de intercambiar o
almacenar datos en memoria. Se corresponde habitualmente con una especificación técnica.
• Infraestructura o servicio común: Capacidad organizativa y técnica que satisface necesidades comunes de
las personas usuarias en diversos ámbitos de la Administración, junto con su gobernanza operativa de apoyo,
que pueden tener carácter horizontal o sectorial, con diversos modos de provisión, como servicio o como
producto, o integración a modo de plataforma, que facilitan la interoperabilidad, la seguridad, las economías
de escala, la racionalización y la simplificación de la actuación administrativa.
• Interoperabilidad: Capacidad de los sistemas de información, y por ende de los procedimientos a los que
estos dan soporte, de compartir datos y posibilitar el intercambio de información entre ellos.
• Marca de tiempo: La asignación por medios electrónicos de la fecha y, en su caso, la hora a un documento
electrónico.
• Metadato: Dato que define y describe otros datos. Existen diferentes tipos de metadatos según su aplica-
ción.
• Nodo de interoperabilidad: Entidad que presta servicios de interconexión técnica, organizativa y jurídica
entre sistemas de información para un conjunto de AA.PP. bajo las condiciones que estas fijen.
• Política de gestión de documentos electrónicos: Orientaciones o directrices que define una organización
para la creación y gestión de documentos auténticos, fiables y disponibles a lo largo del tiempo, de acuerdo
con las funciones y actividades que le son propias. La política se aprueba al más alto nivel dentro de la
organización, y asigna responsabilidades en cuanto a la coordinación, aplicación, supervisión y gestión del
programa de tratamiento de los documentos a través de su ciclo de vida.
• Portal de internet de una Administración Pública: Se entiende por portal de internet el punto de acceso
electrónico cuya titularidad corresponda a una Administración Pública, organismo público o entidad de
derecho público que permite el acceso a través de internet a la información publicada y, en su caso, a la sede
electrónica correspondiente.
• Punto de Acceso General: Portal de internet que facilita el acceso a los servicios, trámites e información de
los órganos, organismos públicos y entidades vinculados o dependientes de la Administración Pública
correspondiente y aglutina o conduce a las sedes electrónicas asociadas de sus órganos y las sedes electróni-
cas de sus organismos públicos y entidades de derecho público.
• Sello electrónico: Datos en formato electrónico anejos a otros datos en formato electrónico, o asociados de
manera lógica con ellos, para garantizar el origen y la integridad de estos últimos.
• Sello electrónico avanzado: Sello electrónico que cumple los siguientes requisitos:
3) haber sido creado utilizando datos de creación del sello electrónico que el creador del sello puede
utilizar para la creación de un sello electrónico, con un alto nivel de confianza, bajo su control, y
4) estar vinculado con los datos a que se refiere de modo tal que cualquier modificación ulterior de los
mismos sea detectable.
• Sello electrónico cualificado: Sello electrónico avanzado que se crea mediante un dispositivo cualificado
de creación de sellos electrónicos y que se basa en un certificado cualificado de sello electrónico.
• Sede electrónica: Dirección electrónica, disponible para la ciudadanía a través de redes de telecomunicacio-
nes, cuya titularidad corresponde a una Administración Pública, o bien a uno o varios organismos públicos
o entidades de derecho público en el ejercicio de sus competencias.
• Sede electrónica asociada: Sede electrónica disponible para la ciudadanía a través de redes de telecomuni-
caciones que se crea por razones organizativas o técnicas vinculada a la sede electrónica de una Administra-
ción Pública o a la sede electrónica de un organismo público o entidad de derecho público.
• Sello de tiempo: Asignación por medios electrónicos de una fecha y hora a un documento electrónico con
la intervención de un prestador de servicios de certificación que asegure la exactitud e integridad de la marca
de tiempo del documento
on las medidas que se materializan en este decreto se dota a la Administración de la Junta de Andalucía de
un instrumento normativo que regula aspectos horizontales de la actividad administrativa para hacerla más
simple, sencilla, ágil, accesible a la ciudadanía y, por todo ello, más productiva. La Administración de la Junta
de Andalucía percibe la simplificación administrativa y el impulso de la administración electrónica como
oportunidades que le permiten implementar instrumentos para mejorar el ejercicio de sus derechos por la
ciudadanía, sin mengua de la plena satisfacción de los intereses públicos comprometidos en el ejercicio de
cada actividad. En la dimensión que acoge el presente decreto, se articula como una serie de técnicas orienta-
das a simplificar los procedimientos administrativos, agilizar su tramitación y reducir las cargas administra-
tivas que pesan sobre la ciudadanía; además se adoptan acciones orientadas a lograr la plena aplicación e
implementación de la administración electrónica, cuidando muy especialmente la preservación de los
derechos y garantías de la ciudadanía en su conjunto. En este nuevo contexto cabe destacar el papel a
desempeñar por las nuevas oficinas de asistencia en materia de registros.
Régimen general de los puntos de acceso electrónico.- A efectos del presente decreto, se define como punto
de acceso electrónico el conjunto de páginas web agrupadas en un dominio de Internet cuyo objetivo es
ofrecer a la ciudadanía, de forma fácil e integrada, el acceso a la información y los recursos y servicios
disponibles.
Los puntos de acceso electrónico responderán a los principios de veracidad, transparencia, publicidad,
calidad, seguridad, disponibilidad, accesibilidad, neutralidad, interoperabilidad y actualización de la
información y de los servicios a los que den acceso, y atenderán a lo establecido en materia de identidad
corporativa de la Administración de la Junta de Andalucía, así como a las normas que regulen la presen-
cia de la Junta de Andalucía en Internet.
Los puntos de acceso electrónico implementados por la Administración de la Junta de Andalucía pueden
ser de los siguientes tipos:
Portal de la Junta de Andalucía.- El Portal de la Junta de Andalucía, como punto de acceso general electrónico,
es la dirección electrónica disponible a través de redes de telecomunicación cuya titularidad, gestión y
administración corresponde a la Administración de la Junta de Andalucía, que tiene por objeto poner a
disposición de la ciudadanía toda clase de servicios e informaciones relacionadas con la Comunidad
Autónoma de Andalucía de manera gratuita, de acuerdo con lo dispuesto en la normativa reguladora de
la información y atención a la ciudadanía y la tramitación de procedimientos administrativos por medios
electrónicos. Su dirección electrónica será www.juntadeandalucia.es.
Las Consejerías serán responsables de la integridad, veracidad y actualización de los datos facilitados
a través del Portal en su ámbito de competencias y en el de sus entidades instrumentales y consorcios
adscritos, atendiendo a los mecanismos de coordinación necesarios para garantizar que los contenidos
del Portal se muestren de forma conjunta, homogénea, ágil y adecuada a las necesidades de las personas
usuarias, que sean establecidos por la Consejería competente en materia de estrategia digital en lo
concerniente a las nuevas tecnologías aplicadas al Gobierno Abierto.
Portales de Internet específicos.- Podrán crearse portales específicos para difundir de manera más directa
la información relativa a una concreta competencia o materia. La creación y supresión de dichos portales
se guiará por criterios de racionalidad, eficiencia y proximidad a la ciudadanía.
La creación de un portal específico en el ámbito de una Consejería tendrá lugar mediante orden de la
persona titular de dicha Consejería previo informe preceptivo y vinculante de la Consejería competente
en materia de estrategia digital en lo concerniente a las nuevas tecnologías aplicadas al Gobierno Abierto.
En la orden de creación del portal específico deberá establecerse, además de su ámbito de aplicación, la
Consejería, entidad instrumental o consorcio titular y responsable de su funcionamiento y de la informa-
ción y servicios que se presten mediante el mismo.
Los siguientes portales específicos de Internet se rigen por su legislación específica y, supletoriamente,
por este decreto:
a) Perfiles de contratante.
b) Punto general de entrada de facturas electrónicas.
Creación y requisitos de las sedes electrónicas.- Son sedes electrónicas los puntos de acceso electrónico
específicamente creados con tal denominación conforme a lo previsto en este decreto, disponibles para
la ciudadanía mediante redes de telecomunicación.
La Administración de la Junta de Andalucía puede crear sedes electrónicas de los siguientes tipos:
La creación de sedes electrónicas tendrá lugar mediante orden y conforme a lo previsto en este Decreto.
La orden de creación establecerá:
Las actuaciones que requieran la identificación o firma de la ciudadanía por medios electrónicos en los
procedimientos administrativos, necesariamente tendrán lugar en puntos de acceso electrónico que
ostenten la condición de sede electrónica.
Contenidos y servicios de las sedes electrónicas.- Los puntos de acceso electrónico que tengan la condición
de sede electrónica deberán hacerlo constar de forma visible e inequívoca.
b) Indicación de la fecha y hora oficial, que será la misma para todas las sedes electrónicas de la
Administración de la Junta de Andalucía.
e) Acceso al Registro Electrónico Único, al calendario de días inhábiles a efectos del cómputo de
plazos administrativos, a la información sobre los formatos de documentos admisibles en el registro
y a la ampliación de plazos eventualmente derivada de fallos del sistema de registro.
f) Directorio de los códigos de identificación de los órganos o unidades administrativas del ámbito
de la sede.
h) Relación de los sellos electrónicos y sistemas de firma para la actuación administrativa automatiza-
da que se utilizan en los servicios, procedimientos y trámites disponibles en la sede.
e) Acceso al sistema para contrastar la autenticidad de las copias en soporte papel de documentos
electrónicos expedidas por la Administración de la Junta de Andalucía.
Sedes electrónicas de las Consejerías, sedes derivadas y sedes compartidas.- En cada Consejería existirá una
sede electrónica que será creada mediante orden de dicha Consejería, previo informe preceptivo favora-
ble de la Consejería competente en materia de transformación digital.
Con arreglo a los mismos criterios, principios, accesibilidad y procedimiento, se podrán crear sedes
derivadas de la sede electrónica de una Consejería para el ámbito de una agencia o consorcio dependien-
te de la misma, previo informe preceptivo y vinculante de la Consejería competente en materia de
transformación digital.
Con arreglo a los mismos criterios, principios, accesibilidad y procedimiento podrán crearse sedes
derivadas de la sede electrónica general de la Administración de la Junta de Andalucía mediante orden
conjunta de las Consejerías competentes en materia de administración pública y transformación digital.
Mediante convenios de colaboración se podrán crear sedes electrónicas compartidas por la Administra-
ción de la Junta de Andalucía y otras Administraciones Públicas. Por parte de la Administración de la
Junta de Andalucía estos convenios serán suscritos por la Consejería competente en materia de transfor-
mación digital y por las Consejerías afectadas por los contenidos de la sede, y serán publicados en el
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. Las sedes electrónicas compartidas tendrán el contenido que se
determine en su instrumento de creación.
La Ley 9/2007, de la Administración de la Junta de Andalucía, establece que en todas las Consejerías, Delega-
ciones del Gobierno de la Junta de Andalucía, Delegaciones Provinciales de las Consejerías, en las Delegacio-
nes Territoriales y agencias, estará a disposición de la ciudadanía un libro en el que podrán formularse
sugerencias o reclamaciones, sin que estas últimas tengan el carácter de recurso administrativo (art. 85).
En cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 9/2007 se dictó el Decreto 262/1988, de 2 de agosto (BOJA del
17 de septiembre), estableciendo el Libro de Sugerencias y Reclamaciones como instrumento para facilitar
la participación de los ciudadanos, para que cualquier persona natural o jurídica que, en sus relaciones con
la Administración Autónoma, considere que ha sido objeto de desatención, tardanza o cualquier otra anoma-
lía, consecuencia de supuesto mal funcionamiento de los Servicios, pueda denunciarlo en el correspondiente
Libro de Sugerencias y Reclamaciones, donde también podrá formular cuantas sugerencias estime oportunas
en orden a mejorar la eficacia de tales Servicios.
2. El Libro de Sugerencias y Reclamaciones constará de hojas numeradas y selladas, con cuantas copias sean
precisas para facilitar los fines previstos por este Decreto. En todas ellas deberán figurar los apartados
precisos para identificar al denunciante y a la unidad afectada por la denuncia.
Art. 2
En los registros generales de todas las Consejerías de la Junta de Andalucía y de sus Delegaciones Territoria‐
les, así como en cuantas otros se determine, existirá un Libro de Sugerencias y Reclamaciones a disposición
de los administrados.
Art. 3
1. Cualquier persona natural o jurídica que, en sus relaciones con la Administración Autónoma, considere
que ha sido objeto de desatención, tardanza o cualquier otra anomalía consecuencia de supuesto mal
funcionamiento de los Servicios, podrá denunciarlo en el correspondiente Libro de Sugerencias y Reclama‐
ciones, donde también podrá formular cuantas sugerencias estime oportunas en orden a mejorar la eficacia
de tales Servicios.
2. Cuando la denuncia sea reiteración de otra formulada con anterioridad, además de en el Libro de Suge‐
rencias y Reclamaciones correspondiente, podrá formularse:
Art. 4
1. A diligenciar los apartados correspondientes a la administración, sellando todas las hojas con el sello del
registro y entregando al interesado en el acto la copia a él destinada.
3.1. A remitir el original a la dependencia afectada, cuando ésta sea periférica, archivando la copia para
la Inspección a los efectos del artículo séptimo.
3.2. A remitir el original y la copia para la Inspección a la Inspección General de Servicios, cuando la
dependencia afectada sea de los Servicios Centrales.
Art. 5
Recibidas las denuncias en la dependencia afectada, ésta, en el plazo de quince días y previas las aclaracio‐
nes que estime pertinente recabar del interesado, informará al órgano directivo del que dependa, quien
notificará al denunciante las actuaciones realizadas y las medidas, en su caso, adoptadas, dando traslado
del informe evacuado y de la notificación al interesado al correspondiente órgano periférico o central de
la Inspección General de Servicios, según proceda. En el supuesto de que se hubieran pedido aclaraciones,
el plazo se contará desde que éstas se hubieran recibido, lo que deberá hacerse constar en el informe.
Art. 6
1. La Inspección General de Servicios llevará el control de las denuncios; las que afecten a dependencias
periféricas se controlarán y tramitarán en cada provincia, debiendo el Inspector Provincial informar
mensualmente al Jefe de la Inspección General de Servicios sobre las recibidas y actuaciones practicadas en
relación con las mismas.
2. Toda denuncia motivará la apertura de un expediente, donde deberán incluirse cuantas actuaciones sean
practicadas en relación con ella y los informes que se reciban del órgano afectado.
Art. 7
Art. 8
1. En cada provincia, los Delegados de Gobernación, a través de los Inspectores Provinciales de Servicios,
serán los encargados de velar por el estricto cumplimiento de lo señalado en este Decreto, poniendo en
2. A los efectos del apartado anterior, serán responsables de evacuar el informe establecido y proponerlo
al correspondiente Delegado Provincial, el Jefe de Servicio de quien dependa la unidad afectada y, en su
defecto el Secretario General del Departamento.
3. En los Servicios Centrales será responsable de evacuar el informe y proponerlo a su Dirección General, el
Jefe de Servicio de quien dependa la unidad afectada.
Art. 9
1. Las denuncias formuladas de acuerdo con lo previsto en este Decreto no tendrán en ningún caso la
calificación de recursos administrativos, ni paralizarán los plazos establecidos en la normativa vigente para
interponerlos.
2. Los interesados, con independencia de la denuncia que formulen en el Libro de Sugerencias y Reclamacio‐
nes, podrán presentar las reclamaciones y recursos previstos en las normas reguladoras del procedimiento
administrativo que estimen convenientes.
Por la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior, a partir de la publicación del presente
Decreto, en el plazo de un mes, se determinarán las características del Libro de Sugerencias y Reclamaciones
y en el plazo de tres meses todas las dependencias contempladas en el artículo 2º de este Decreto, dispon‐
drán de dicho Libro de Sugerencias y Reclamaciones, dictándose al propio tiempo las instrucciones precisas
para conseguir los fines propuestos.
OBSERVACIÓN: Se acompaña la Orden de 2 de mayo de 1989, por la que se dictan Instrucciones en relación
con el Libro de Sugerencias y Reclamaciones (punto primero, ap. 1, derogado por Decreto 204/1995)
www.juntadeandalucia.es/lsr/lsr/inicio.jsp#
Las sugerencias y reclamaciones pueden presentarse en esta sede con y sin certificado digital, y tendrán el
mismo tratamiento y efectos que las presentadas en el modelo oficial en papel.