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Lógica tradicional
Lógica clásica
Lógica deductiva
Lógica deóntica
Lógicas monótonas o no monótonas, etc.
Atienza muestra que la lógica deductiva estándar conforma el núcleo de la concepción formal,
se debería comprender exactamente por estudio o importancia formal de los argumentos. En la
lógica deductiva es viable manifestar los argumentos mediante símbolos y de esta forma poder
analizarlos de una mejor forma.
Los lógicos han formado lógicas intencionales los cuales conceden el remplazo de los términos
dentro de los entornos intencionales, no obstante asegura que la lógica estándar podría ser
eficaz para manifestar aquellos argumentos usando ciertas técnicas de simbolización, además
estricta existente un problema de traducción de la simbología lógica al lenguaje natural que no se
debería evitar para resultados de comprender su aplicación en el Derecho.
Atienza explica con precisión que, a pesar además de sus propias problemáticas, se necesita
acudir además, a la lógica deóntica, lógicas divergentes, esquemas de tipo inductivo o abductivo,
por algunos que se pueda citar, para el estudio argumentativo; como suplemento.
¿Cómo llevar a cabo una teoría de las hipótesis a objetivo del argumento jurídico?
El Derecho no es solamente un sistema de reglas, sino además una práctica, en la cuál hace uso
de diversas premisas que no son enunciados del sistema, como es la situación de valores o
principios.
La concepción programática tiene como papel fundamental que todos los competidores de la
argumentación asuma, o sea, más o menos activo, que va a partir de las disputas de café hasta
los debates parlamentarios o jurídicos en un tribunal colegiado.
Atienza a tomado una sentencia del Amparo en revisión 1780/2006, de la Primera Sala de la
SCJN (México), para describir de forma más concisa las magnitudes de la argumentación
jurídica.
¿Para los individuos físicas, el objeto del impuesto sobre la renta se agota en el Capítulo I del
Título IV de la Ley del impuesto relativo? El objeto del impuesto sobre la renta para los individuos
físicas no se termina en el Capítulo I del Título IV de la ley del impuesto, ya que estos causantes
se hallan forzados a tener en cuenta la integridad de sus ingresos.
¿Los ingresos notados por el quejoso se gravan en el Capítulo I del Título IV de dicho
ordenamiento? La tributación correspondiente por la percepción de la indemnización por despido
o por terminación del parentesco gremial se rige por el Capítulo IV de la Ley del Impuesto sobre
la Renta.
Y es así como se recibe el lenguaje lógico: El objeto del impuesto sobre la renta lo conforman los
ingresos, comprendidos dichos como cualquier porción que modifique de forma positiva el haber
patrimonial de una persona, y, en concreto, tratándose de los individuos físicos, este no se agota
en el Capítulo I del Título IV de la ley del impuesto, ya que estos responsables se hallan forzados
a tener en cuenta la integridad de sus ingresos para el resultado de dicho contribución, a menos
que sean concretamente apartados por el propio legislador. Entonces a la tributación
correspondiente por la percepción de la compensación por despido o por terminación del
parentesco gremial se rige por el Capítulo IV de la Ley del Impuesto sobre la Renta, puesto que
no se grava un criterio que sea impropio al ingreso.
Analizando la situación la Sala sigue haciéndose cuestiones como ¿ello involucra una
trasgresión a la garantía constitucional de proporcionalidad? Debido a que quiere ofrecer
contestación a esta se planteo la siguiente pregunta, ¿Cómo se cumple el inicio de
proporcionalidad tributaria, consagrado por el artículo 31 constitucional? Para eso como
contestación el inicio de proporcionalidad tributaria se concluye si los sujetos pasivos colaboran
al gasto público en funcionalidad de su capacidad correspondiente contributiva.
Sin embargo ¿Al gravar la compensación por despido justificado se está tomando en cuenta la
capacidad contributiva del causante? La ley tiene presente la capacidad contributiva del culpable
al gravar el término de compensación por despido justificado, de la que razonablemente se
puede confirmar que no forma una cantidad de ingreso tutelada por el principio del mínimo
esencial que debería ser respetado por el legislador ordinario.
Continuando con la situación la tributación correspondiente por la percepción de la
compensación por despido o por terminación del parentesco gremial, prevista en los artículos
110 y 112 de la Ley del Impuesto sobre la Renta se rige por el Capítulo IV de esa normativa,
puesto que no se grava un criterio que sea impropio al ingreso.
Por consiguiente, los artículos 110 y 112 de la Ley del Impuesto sobre la Renta no son violatorios
del comienzo de proporcionalidad pronosticado en la Constitución Mexicana, se
puede prevenir precisamente que la conclusión deriva de las conjeturas creadas por el órgano
de decisión.
Es el instante de examinar en la concepción material del contenido de las premisas finales que
sustentan la elección definitiva.
La primera premisa se apoya en que una ley tributaria solamente es constitucional de consenso
inicialmente de proporcionalidad si y solamente si los sujetos pasivos apoyan al gasto público en
funcionalidad correspondiente a su capacidad contributiva, en el tamaño en que debería abonar
más quien tenga una más grande capacidad contributiva y menos el que la tenga en menor
proporción. La corrección de esta premisa es admisible, debido a que replicar aquello para
mantener su corrección podría ser un engaño del tipo ad hominem, que solamente pues la
anunció la misma autoridad, entonces deba ser siempre válida. Al contradecir una ley tributaria,
como violatoria del artículo en comento, se tiene que mostrar que la contribución no finaliza con
alguno de tales requisitos, pues revisa claramente la diferencia práctica entre todos los
gobernados, es entendible que no tenemos la posibilidad de ser tratados igualmente, debido a
que unos permanecen en capacidad de “proporcionalmente” contribuir al gasto público en más
grande o menor medida.