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Como no pagar multas.

Análisis integral de la defensa fiscal aplicable.

Lic. Gustavo Sánchez Soto.

I. REFLEXIONES PRELIMINARES.

La imposición de una multa por parte de la autoridad hacendaria a un contribuyente no es un


acto unilateral o dogmático, por el contrario, su existencia se encuentra regulada por el derecho y, por ende,
sujeta al estricto control de legalidad. Esto quiere decir que la imposición de una multa al particular debe de
realizarse con exhaustiva observancia del orden jurídico que le es aplicable. En nuestro sistema legal son
varios los requisitos que deben de cumplimentarse por parte de la autoridad impositiva al momento en que
sanciona a un contribuyente con la determinación de una multa, estos rubros deben de observarse en forma
sincrónica y no sucesiva, es decir, para que la imposición de la sanción que se comenta sea jurídica, deben de
reunirse en su totalidad en el acto de autoridad correspondiente y bastará con que no se observe alguno de
ellos para que la imposición de que se trate no se encuentre ajustada a derecho.

En este sentido, hay que subrayar el hecho de que los lineamientos que ordenan la
juridicidad de la imposición de una multa no se encuentran totalmente regulados en la ley ordinaria aplicable,
sino en las interpretaciones jurisdiccionales que de tales ordenamientos han realizado los órganos facultados
para ello en nuestro derecho, es decir, se encuentran regulados en los precedentes y tesis de jurisprudencia que
en la materia que se comenta se han confeccionado. Estas disposiciones nos presentan el esquema real y
completo que debe de observar la autoridad fiscal para sancionar mediante multa a un gobernado,
consecuentemente, su inobservancia, indefectiblemente da lugar a la ilegalidad del acto de autoridad de que se
trate.

Es obvio que la vigilancia y reclamo del cumplimiento estricto de los requisitos para que la
imposición de una multa sea legal corresponde al contribuyente y tal demanda, directamente, redundará en la
posibilidad de confeccionar una defensa fiscal adecuada y efectiva, independientemente de que en la
actualidad, resulta un imperativo conocer tales lineamientos en virtud de que la aplicación de las sanciones
que en este momento se tratan, se ha convertido en una actuación reiterada por parte de las autoridades
hacendarias, en la mayoría de los casos en forma por demás injustificada y antijurídica.

He de decir que con el señalamiento de los rubros que debe de reunir la imposición jurídica
de una multa , mismos que a la fecha, en su mayoría, no se observan por parte de la autoridad sancionadora,
no se busca fomentar la cultura del impago, sino por el contrario, la del pago, pero de cantidades justas y que
sean producto de una determinación que se encuentre ajustada a derecho, evitando así que el contribuyente se
encuentre obligado a enterar cantidades fijadas en un esquema de arbitrariedad o dogmatismo.

Al final de este artículo, como ha sido costumbre del suscrito, propongo un modelo de
recurso de revocación actualizado para efectos de formular una defensa en contra de actuaciones de
imposición de multas que sean contrarias a derecho, mismo que recogerá todos los tópicos que aquí se
analizarán. Esto, no sin antes advertir que tal escrito es una propuesta general que no se aplica a todos los
casos que en el ámbito fáctico se presentan, sino una guía al respecto, la cual deberá de ajustarse a las
peculiaridades resultantes del análisis del caso específico que sea materia de nuestra atención en el ejercicio
profesional.

II. CONCEPTO DE MULTA.

En primer término hay que partir del concepto consistente en que una multa no es otra cosa
que la sanción que se aplica con motivo de la comisión de una infracción, por consecuencia, su naturaleza
jurídica no lo es otra cosa que la de una sanción, caracterización que la diferencia de otras instituciones
jurídicas similares como lo pudiese ser el recargo que tiene la naturaleza jurídica de una indemnización o de
la actualización que es la forma de traer un valor pasado a su valor presente. En nuestro Código Fiscal de la
Federación ( CFF ) vigente, existe en el Título Cuarto un Capítulo Primero que aborda en específico a
las infracciones en materia fiscal.

Pretendiendo acotar el concepto de multa, son varias las definiciones que se han construido,
mismas que son ilustrativas al efecto de acercarnos a una idea de carácter general, en este sentido procedo a
transcribir las que considero más relevantes. Según el Diccionario Jurídico Mexicano 1 por multa fiscal debe
de entenderse “ Pena de naturaleza pecuniaria, prevista legalmente como sanción y que es aplicable al sujeto
activo de una infracción fiscal “. Por su parte, el maestro Gregorio Rodríguez Mejía 2 sostiene “ Podemos
definir la multa como una pena de carácter económico que, de acuerdo con la ley, aplica la autoridad
administrativa a los infractores de la misma “

En fin, definiciones hay tantas como perspectivas u ópticas de consideración existan,


dependiendo directamente del punto de vista de su autor, sin embargo, lo que considero es la columna
vertebral del concepto en cuestión, es el no olvidar que la naturaleza jurídica de una multa es la de una
sanción que se aplica con motivo de la comisión de una infracción y que tiene como finalidad el producir un
escarmiento en el infractor, en materia tributaria, en el contribuyente. El utilizar este concepto como punto de
partida da lugar a que claramente advirtamos que, contrariamente a la idea generalizada, al momento de
impugnar una multa de baja cuantía o de cuantía millonaria, en esencia nos encontramos frente a una sanción
y el esquema jurídico de combate será exactamente el mismo, destaco esta realidad a efecto de que se termine
con la falsa idea de que es más complejo o difícil recurrir una multa de cuantía elevada en relación con una de
menor valor, en ambos casos la labor de impugnación será la misma, ya que como lo he dejado anotado, el
soporte jurídico de defensa es el mismo en virtud de encontrarnos frente a actos administrativos iguales.
Obviamente, no soslayo que desde un punto de vista estrictamente profesional, la carga de responsabilidad es
totalmente diferente en los casos que planteo, razón por la cual la defensa fiscal que se incoe deberá de
valorarse en atención a tal aspecto.

1
Diccionario Jurídico Mexicano. Editorial Porrua. México, 1999, pág. 2163.
2
Rodríguez Mejía Gregorio. Teoria General de las Contribuciones. Editorial Porrua. México, 1994, pág. 98.
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III. APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA EN MATERIA DE MULTAS.

En este apartado solo pretendo dejar indubitablemente claro que la observancia y


cumplimiento de los extremos normativos que se encuentran consignados en tesis jurisprudencial son de
observancia y aplicación obligatoria para la autoridad administrativa, dentro de la cual encuentra comprendida
la existencia y justificación de la propia autoridad fiscal. Se hace esta aseveración para evitar que titulares de
ciertos órganos de autoridad sostengan e incluso consignen en sus resoluciones que la jurisprudencia no es de
observancia obligatoria para ellas de conformidad con el artículo 192 de la Ley de Amparo, argumentación
carente de cualquier sustento jurídico y que solo entraña la manifestación de ineptitud e ignorancia de la
autoridad impositiva, misma que al verse desprovista de soporte y argumento jurídico para no conceder la
razón a un contribuyente que recurre eficaz y jurídicamente la imposición de una multa, acude a subterfugios
antijurídicos y tendenciosos que solo lastiman al gobernado y a la propia autoridad, toda vez que serán
dilucidados en instancia superior – entiéndase juicio de nulidad – a favor del particular, con el
correspondiente desperdicio de recursos económicos, humanos y legales. No obstante lo anterior, a fin de
demostrar la veracidad de mi afirmación cito el texto literal del artículo 192 de la Ley de Amparo en su parte
conducente :

“ ARTICULO 192.- La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia, funcionando en Pleno
o en Salas, es obligatoria para éstas en tratándose de la que decrete el Pleno, y además para los Tribunales
Unitarios y Colegiados de Circuito, los juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del orden
común de los Estados y del Distrito Federal, y tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales “

Es decir, efectivamente el precepto de referencia no hace un señalamiento expreso en el


sentido de que la autoridad administrativa deba de observar la jurisprudencia, sin embargo, dada la naturaleza
jurídica de ésta última, es decir, al representar la jurisprudencia una interpretación directa y obligatoria que de
la ley se hace, a todas luces resulta justificable y necesario que no se excluya a la autoridad en régimen de
privilegio y se le exima del cumplimiento del precedente jurisprudencial, es decir, no se puede excepcionar a
la autoridad hacendaria del cumplimiento de la interpretación firme del ordenamiento aplicable que han
realizado los órganos jurisdiccionales facultados para ello en nuestro derecho.

Al respecto, se ha confeccionado la tesis que a continuación cito y que sostiene el criterio


que debe de imperar respecto del tema que aquí se trata :

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO CUARTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Diciembre de 1998
Tesis: XIV.1o.8 K
Página: 1061

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JURISPRUDENCIA. ES OBLIGATORIA PARA LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS EN
ACATAMIENTO AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD QUE DIMANA DEL ARTÍCULO 16
CONSTITUCIONAL. Si bien los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo que determinan la
obligatoriedad de la jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia funcionando en Pleno o en
Salas y cada uno de los Tribunales Colegiados de Circuito, se refieren de manera genérica a órganos
jurisdiccionales sin hacer mención a las autoridades administrativas, éstas también quedan obligadas a
observarla y aplicarla, lo cual se deduce del enlace armónico con que se debe entender el texto del artículo 16,
primer párrafo, de la Constitución Federal y el séptimo párrafo del artículo 94 de la misma Codificación
Suprema; ello porque, por un lado, la jurisprudencia no es otra cosa sino la interpretación reiterada y
obligatoria de la ley, es decir, se trata de la norma misma definida en sus alcances a través de un
procedimiento que desentraña su razón y finalidad; y por el otro, que de conformidad con el principio de
legalidad que consagra la primera de las disposiciones constitucionales citadas, las autoridades están
obligadas a fundar y motivar en mandamiento escrito todo acto de molestia, o sea que deberán expresar con
precisión el precepto legal aplicable al caso, así como las circunstancias especiales, razones particulares o
causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del mismo. Por tanto, conjugando
ambos enunciados, obvio es que para cumplir cabalmente con esta obligación constitucional, toda autoridad
deberá no solamente aplicar la ley al caso concreto, sino hacerlo del modo que ésta ha sido interpretada con
fuerza obligatoria por los órganos constitucional y legalmente facultados para ello. En conclusión, todas las
autoridades, incluyendo las administrativas, para cumplir cabalmente con el principio de legalidad emanado
del artículo 16 constitucional, han de regir sus actos con base en la norma, observando necesariamente el
sentido que la interpretación de la misma ha sido fijado por la jurisprudencia.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.

Revisión fiscal 27/98. Administrador Local Jurídico de Ingresos de Mérida. 1o. de octubre de 1998.
Unanimidad de votos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Rafael Quero Mijangos.

A fin de evitar tropiezos que solo retrasarán la resolución de la instancia de defensa, en


materia de recurso administrativo, sugiero se transcribo este precedente en el capítulo de hechos del medio de
defensa en comento, a fin de que la autoridad fiscal omita pretender desconocer la fuerza vinculatoria y
obligatoriedad que se deduce de la cita de una jurisprudencia.

IV. REQUISITOS DE JURIDICIDAD EN LA IMPOSICION DE UNA MULTA.

1. LAS MULTAS FIJAS SON SANCIONES INCONSTITUCIONALES.

Es criterio firme emitido por el Poder Judicial de la Federación el establecer que las multas
que se sustentan en la aplicación de un porcentaje fijo al momento de sancionar la comisión de determinada
infracción son contrarias a derecho. En efecto, el hecho de que el legislador establezca una sola posibilidad de
castigo a un contribuyente que realiza determinada conducta considerada como infractora, da lugar a que sea
material y jurídicamente imposible individualizar el caso específico, es decir, se sanciona por igual al
gobernado sin atender a situaciones que pudiesen resultar excluyentes, atenuantes o agravantes con motivo de
la supuesta actualización de la conducta infractora y que, desde luego, incidirían directamente en la
determinación de la sanción. En términos de lo regulado por el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se prohíbe la aplicación de multas excesivas, considerandose como tales aquellas
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que se aplican en los términos a que en este momento se alude. Es decir, la multa que establece un porcentaje
invariable como sanción es contraria a nuestra Carta Magna.

Al respecto se han dictado las siguientes jurisprudencias, mismas que a la letra regulan :

Novena Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Febrero de 1996
Tesis: VI.3o. J/4
Página: 322

MULTAS FISCALES EXCESIVAS, SON INCONSTITUCIONALES. De la lectura del artículo 76 del


Código Fiscal de la Federación, se aprecia que en ningún momento se faculta a la autoridad que deba imponer
las sanciones para tomar en cuenta la gravedad de la infracción realizada, los perjuicios ocasionados a la
colectividad y la conveniencia de destruir prácticas evasoras, en relación con la capacidad económica del
infractor, sino que el monto de la sanción esté en relación directa con la causa que originó la infracción y con
el momento en que debe cubrirse la susodicha multa, estableciendo porcentajes fijos. Lo anterior encuadra en
el concepto constitucional de multa excesiva, pues con este proceder el legislador de ninguna manera permite
a la autoridad calificadora de la sanción, su individualización para la fijación del monto de la misma. Si bien
es cierto que el artículo 22 constitucional no establece un límite para la imposición de una multa, también lo
es que para que ésta no resulte excesiva, es indispensable que el precepto secundario le otorgue a la autoridad
sancionadora la facultad de determinar y valorar por sí misma, las circunstancias que se presenten en cada
caso en que existan infracciones a las disposiciones fiscales, lo cual no sucede cuando la ley establece multas
fijas, como son las previstas por el artículo 76 del Código Fiscal de la Federación. En estas condiciones, debe
concluirse que una multa resulta excesiva y por ende inconstitucional, cuando la misma se establece en un
porcentaje invariable y en su imposición no se pueden tomar en consideración los elementos citados.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 478/89. Servicio San Felipe, S.A. 24 de enero de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime
Manuel Marroquín Zaleta. Secretario: José de Jesús Echegaray Cabrera.

Amparo directo 375/90. Corporaciones Charles, S.A. de C.V. 25 de septiembre de 1990. Unanimidad de
votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta. Secretario: José de Jesús Echegaray Cabrera.

Amparo directo 404/90. Odín Textil, S.A. de C.V. 9 de octubre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente:
Jaime Manuel Marroquín Zaleta. Secretario: José de Jesús Echegaray Cabrera.

Amparo directo 34/91. Integración Electrónica y Sistemas, S.A. de C.V. 30 de agosto de 1991. Unanimidad
de votos. Ponente: Ana María Yolanda Ulloa de Rebollo. Secretario: José Manuel Torres Pérez.

Amparo directo 221/95. Gloria Márquez Hernández. 14 de septiembre de 1995. Unanimidad de votos.
Ponente: Norma Fiallega Sánchez. Secretario: José Manuel Torres Pérez.

Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
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Tomo: II, Julio de 1995
Tesis: P./J. 10/95
Página: 19

MULTAS FIJAS. LAS LEYES QUE LAS ESTABLECEN SON INCONSTITUCIONALES. Esta
Suprema Corte ha establecido que las leyes, al establecer multas, deben contener las reglas adecuadas para
que las autoridades impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta la
gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la conducta que la
motiva y, en fin, todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción, obligación del
legislador que deriva de la concordancia de los artículos 22 y 31, fracción IV, de la Constitución Federal, el
primero de los cuales prohíbe las multas excesivas, mientras el segundo aporta el concepto de
proporcionalidad. El establecimiento de multas fijas es contrario a estas disposiciones constitucionales, por
cuanto al aplicarse a todos por igual, de manera invariable e inflexible, propicia excesos autoritarios y
tratamiento desproporcionado a los particulares.

Amparo en revisión 2071/93. Grupo de Consultores Metropolitanos, S.A. de C.V. 24 de abril de 1995.
Unanimidad de once votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Indalfer Infante González.

Amparo directo en revisión 1763/93. Club 202, S.A. de C.V. 22 de mayo de 1995. Unanimidad de nueve
votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Angelina Hernández Hernández.

Amparo directo en revisión 866/94. Amado Ugarte Loyola. 22 de mayo de 1995. Unanimidad de nueve votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Enrique Escobar Angeles.

Amparo en revisión 900/94. Jovita González Santana. 22 de mayo de 1995. Unanimidad de nueve votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Salvador Castro Zavaleta.

Amparo en revisión 928/94. Comerkin, S.A. de C.V. 29 de mayo de 1995. Unanimidad de nueve votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Francisco de Jesús Arreola Chávez.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veinte de junio en curso, por unanimidad de diez votos de
los señores Ministros Presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero y
Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 10/1995 (9a.) la tesis de jurisprudencia que antecede; y determinó
que las votaciones de los precedentes son idóneas para integrarla. México, D.F., a veinte de junio de mil
novecientos noventa y cinco.

Consecuentemente, se advierte que al no poder atenderse a las circunstanciales especiales


del caso de que se trate, la autoridad invade la esfera jurídica del contribuyente en un marco de absoluta
ilegalidad.

Adicionalmente a contrario sensu resulta aplicable la siguiente ejecutoria :

Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
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Tesis: P./J. 102/99
Página: 31

MULTAS. LAS LEYES QUE LAS ESTABLECEN EN PORCENTAJES DETERMINADOS ENTRE


UN MÍNIMO Y UN MÁXIMO, NO SON INCONSTITUCIONALES. Esta Suprema Corte ha
establecido, en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/95, que las leyes que prevén multas fijas resultan
inconstitucionales por cuanto al aplicarse a todos por igual de manera invariable e inflexible, propician
excesos autoritarios y tratamiento desproporcionado a los particulares; sin embargo, no pueden considerarse
fijas las multas establecidas por el legislador en porcentajes determinados entre un mínimo y un máximo,
porque con base en ese parámetro, la autoridad se encuentra facultada para individualizar las sanciones de
conformidad con la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia o
cualquier otro elemento del que pueda inferirse la levedad o la gravedad del hecho infractor.

Amparo en revisión 436/97. Industrial Durango, S.A. de C.V. 8 de septiembre de 1997. Mayoría de ocho
votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Disidentes: Juan N. Silva Meza y Genaro David Góngora
Pimentel. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Edgar Humberto Muñoz Grajales.

Amparo en revisión 1931/96. Vehículos, Motos y Accesorios de Durango, S.A. de C.V. 8 de septiembre de
1997. Mayoría de ocho votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Disidentes: Juan N. Silva Meza y
Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Sergio E. Alvarado Puente.

Amparo directo en revisión 1302/97. Distribuidora Montelargo de Iguala, S.A. de C.V. 18 de noviembre de
1997. Once votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Guillermo Campos Osorio.

Amparo directo en revisión 2101/97. María Eugenia Concepción Nieto. 18 de noviembre de 1997. Once
votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Jorge Carenzo Rivas.

Amparo en revisión 701/96. Regina Hernández Vizcaíno. 18 de noviembre de 1997. Once votos. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Enrique Zayas Roldán.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiséis de octubre en curso, aprobó, con el número
102/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de octubre de mil
novecientos noventa y nueve.

Nota: La tesis de jurisprudencia P./J. 10/95, a que se hace mención, aparece publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, julio de 1995, página 19.

2. MULTAS MINIMAS.

En mérito a lo expuesto en el apartado que antecede, queda demostrado que es necesario que
la autoridad tributaria al momento de sancionar a un contribuyente individualice la pena que aplica, sin
embargo, hay quien sostiene – totalmente equivocado por cierto – que la imposición de una multa que radica
en el menor porcentaje y por consecuencia monto que se regula en la ley de la materia, da lugar a que no se
aporten elementos demostrativos y de convicción que legitimen a la propia sanción ni a su aplicación, toda
vez que al aplicar la multa mínima se sobreentiende que la autoridad castigadora ya tomo en consideración
todos los elementos atenuantes y excluyentes de responsabilidad del supuesto infractor y, por ende, resulta
innecesario motivar la misma, es decir, no se hace necesario sustentar fácticamente la procedibilidad de la
sanción. Esto desde luego, es un absurdo jurídico. Es inadmisible tal postura en virtud de que la aceptación de
la sanción implica, en primer término, la aceptación de que se cometió la infracción que se imputa, premisa
que deberá de probar fehacientemente la autoridad sancionadora y no presumirse como presupuesto
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comprobado. En este orden de ideas resulta aplicable el siguiente precedente judicial :

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Marzo de 1999
Tesis: VIII.1o.25 A
Página: 1421

MULTAS FISCALES. AUN SIENDO LA MÍNIMA, NO ES ABSOLUTA NI IRRESTRICTA LA


FACULTAD DE LA AUTORIDAD PARA IMPONERLAS. Sostener el criterio de que cuando se aplique el
porcentaje mínimo de una multa, no deban especificarse las razones de su proporcionalidad y justicia,
especialmente en el caso de que el monto sea de un 70%, sería tanto como pretender encubrir y justificar la
aparente constitucionalidad de una multa de una magnitud significativa, para cuya imposición no se atiende al
elemento subjetivo del actor, corriendo el riesgo de ser excesiva y desproporcional a las circunstancias del
particular en el caso concreto, pues el hecho de que el artículo 76 fracción II del Código Fiscal de la
Federación, no reproduzca los requisitos constitucionales de fundamentación y motivación que exige el
artículo 16, no significa que la autoridad no debe observar ese mandato constitucional y solamente atender a
la ley secundaria, porque ante todo y por encima de cualquier ley se encuentra el principio de supremacía
constitucional previsto en el artículo 133 de nuestra Carta Magna, lo que implica que la autoridad
sancionadora por imperativo jerárquico debe, al imponer una multa, tomar en consideración tanto el elemento
objetivo como el subjetivo del infractor, pues basta la existencia de esos mandatos para que la obligación
subsista para cualquier autoridad, y así salvaguardar las garantías individuales previstas en los artículos 16 y
22, párrafos primeros, de nuestra Carta Fundamental.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Revisión fiscal 86/98. Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Administrador Local Jurídico de Ingresos de
Durango. 13 de enero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: René Silva de los Santos. Secretario: Miguel
Rafael Mendiola Rocha.

Nota: Por ejecutoria de fecha 29 de octubre de 1999, se declaró sin materia la contradicción de tesis 26/99, al
existir criterio de la Segunda Sala contenido en la jurisprudencia 2a./J. 127/99.

En efecto, la imposición de una multa como todo acto de autoridad sin excepción debe de
encontrarse revestido y sustentado en una fundamentación y motivación jurídicas, no existe ningún argumento
que exima de tales requisitos a los actos de autoridad que aquí se revisan. En la especie, se hace necesario que
la autoridad impositiva cite el precepto legal que regula la existencia de la sanción que se aplica, entiéndase
motivación, y que se precisen las circunstancias especiales, razones particulares y causas inmediatas que se
tuvieron en consideración para determinar la multa de que se trate. A mayor abundamiento, respecto a la
juridicidad de la motivación de una multa se ha confeccionado el precedente jurisdiccional que a continuación
se cita :

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Marzo de 1999
Tesis: VIII.1o.24 A
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Página: 1422

MULTAS FISCALES. REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN. La


única forma de evitar que las sanciones puedan ser irrazonables, desproporcionadas y, por tanto, excesivas e
inconstitucionales, es necesario que se tomen en cuenta los siguientes requisitos: a) La gravedad de la
infracción cometida, b) El monto del negocio, y c) La capacidad económica del particular. Lo anterior
significa que una multa fiscal por más leve que se considere, debe contener las razones y motivos que la
justifiquen, para que de esta manera no se deje en estado de indefensión e incertidumbre jurídica al particular
y quede fehacientemente acreditado por la autoridad que la multa decretada no es excesiva, pues tal
obligación deviene directa y taxativamente del artículo 22 constitucional; mismo que en relación con el
artículo 16 de nuestra Carta Fundamental, en el que se exige que todo acto de autoridad debe estar
debidamente fundado y motivado sin excepción alguna, conduce a establecer que todo acto de autoridad que
incida en la esfera jurídica del gobernado, debe contener las reglas adecuadas para que las autoridades
impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta como se dispuso con
antelación la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la
conducta que la motiva y en fin, todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción; de
ahí que al no existir esos requisitos, obvio es que la imposición aun de la infracción mínima, sin estar
debidamente fundada y motivada, resulta violatoria de sus garantías individuales.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Revisión fiscal 86/98. Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Administrador Local Jurídico de Ingresos de
Durango. 13 de enero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: René Silva de los Santos. Secretario: Miguel
Rafael Mendiola Rocha.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, diciembre de 1999, página
219, tesis por contradicción 2a./J. 127/99, de rubro "MULTA FISCAL MÍNIMA. LA CIRCUNSTANCIA DE
QUE NO SE MOTIVE SU IMPOSICIÓN, NO AMERITA LA CONCESIÓN DEL AMPARO POR
VIOLACIÓN AL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL.".

Consecuentemente, la postura de la autoridad en el sentido de que la imposición de una


multa mínima no es necesario que se motive es antijurídica, aún cuando pretenda sustentarla en la siguiente
jurisprudencia de nobel creación :

Novena Época
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Enero de 1999
Tesis: VIII.2o. J/21
Página: 700

MULTA MÍNIMA EN MATERIA FISCAL. SU MOTIVACIÓN LA CONSTITUYE LA VERIFICACIÓN


DE LA INFRACCIÓN Y LA ADECUACIÓN DEL PRECEPTO QUE CONTIENE DICHA MULTA. No
obstante que el artículo 75 del Código Fiscal de la Federación prevé la obligación de fundar y motivar la
imposición de las multas, de las diversas fracciones que la integran se deduce que sólo exige esa motivación
adicional, cuando se trata de agravantes de la infracción, que obligan a imponer una multa mayor a la mínima,
lo cual no sucede cuando existe un mínimo y un máximo en los parámetros para la imposición de la sanción
toda vez que atento al artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se considera
que en la imposición de la multa mínima prevista en el artículo 76, fracción II, del Código Fiscal de la
Federación, la motivación es la verificación de la infracción y la cita numérica legal lo que imperativamente
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obliga a la autoridad fiscal a que aplique las multas en tal situación, así como la ausencia, por exclusión, del
pago espontáneo de contribuciones, caso fortuito o fuerza mayor, que no se invocó ni demostró, a que se
refiere el artículo 73 del ordenamiento legal invocado, como causales para la no imposición de multa.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Revisión fiscal 991/97. Administrador Local Jurídico de Ingresos Número 15, en representación del
Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 14 de mayo de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Elías
H. Banda Aguilar. Secretario: José Martín Hernández Simental.

Revisión fiscal 186/98. Administrador Local Jurídico de Ingresos Número 15, en representación del
Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 28 de mayo de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Elías
H. Banda Aguilar. Secretario: Rodolfo Castro León.

Revisión fiscal 81/98. Administrador Local Jurídico de Ingresos Número 15, en representación del Secretario
de Hacienda y Crédito Público y otras. 2 de julio de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: José Martín
Hernández Simental, secretario de tribunal autorizado por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal para
desempeñar las funciones de Magistrado. Secretaria: Laura Julia Villarreal Martínez.

Revisión fiscal 137/98. Administrador Local Jurídico de Ingresos Número 15 de Torreón, Coahuila. 2 de julio
de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Elías Álvarez Torres. Secretario: Antonio López Padilla.

Revisión fiscal 207/98. Administrador Local Jurídico de Ingresos Número 15 de Torreón, Coahuila. 6 de
agosto de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Elías Álvarez Torres. Secretario: Antonio López Padilla.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VIII, octubre de 1998, página
1010, tesis XIII.2o. J/4, de rubro: "MULTA MÍNIMA. LA CIRCUNSTANCIA DE QUE NO SE RAZONE
SU IMPOSICIÓN NO VIOLA GARANTÍAS.".

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, diciembre de 1999, página 219,
tesis por contradicción 2a./J. 127/99.

Efectivamente, el espíritu de la ejecutoria en cuestión no lo es otorgar al ente autoritario


facultades absolutas de imposición y determinación en materia de multas, contrastantemente lo que se
persigue es preservar el cumplimiento de la ley correspondiente en tales actuaciones, lo que se deduce del
imperativo consistente en el deber jurídico de la sancionadora de acreditar la comisión de la infracción que se
reputa al supuesto infractor, independientemente de tener en consideración elementos de corte trascendente
como la ausencia de pago espontáneo de contribuciones o la presencia de caso fortuito o de fuerza mayor.
Esta apreciación, claramente nos revela que el criterio consistente en que la multa mínima se “ auto motiva “
es irracional e injustificado.

Complementariamente, porqué estimo que ha lugar a citarlo, subrayo el hecho de que la


autoridad al momento de determinar una multa se encuentra obligada a aplicar en forma retroactiva las
normas que resulten más benéficas al particular, al respecto se hace ineludible transcribir la siguiente tesis :

Novena Epoca
10 10
614355360.doc
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Marzo de 1998
Tesis: 2a./J. 8/98
Página: 333

MULTAS FISCALES. DEBEN APLICARSE EN FORMA RETROACTIVA LAS NORMAS QUE


RESULTEN BENÉFICAS AL PARTICULAR. Si la imposición de las sanciones (penales o fiscales) tiene
como finalidad mantener el orden público a través del castigo que, en mayor o menor grado, impone el Estado
al que incurre en una infracción, debe considerarse que las multas fiscales tienen una naturaleza similar a las
sanciones penales y, por tanto, la aplicación en forma retroactiva de las normas que beneficien al particular, se
apega a lo dispuesto por el artículo 14 constitucional y al principio de retroactividad en materia penal
aceptado por la jurisprudencia, la ley y la doctrina, en tanto que, por tratarse de castigos que el Estado
impone, debe procurarse la mayor equidad en su imposición, en atención a lo dispuesto por el artículo 1o. de
la Carta Magna.

Contradicción de tesis 26/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y
el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 23 de enero de 1998. Mayoría de
cuatro votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien emitió voto particular. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

Tesis de jurisprudencia 8/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública del
veintitrés de enero de mil novecientos noventa y ocho, por mayoría de cuatro votos de los Ministros Juan Díaz
Romero, Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel y presidente Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien emitió voto particular.

3. CUANTIFICACION DE LAS MULTAS.

Cuando la autoridad impositiva se encuentra en aptitud de sancionar a un contribuyente con


motivo de la imposición de una multa, misma que para su determinación debe de atender al señalamiento de
diversos porcentajes, es decir, a porcentajes que oscilan entre un máximo y un mínimo, claro resulta que la
autoridad debe de atender a determinados criterios que configuren la base jurídica de su forma de sancionar.
En este sentido, son varios los rubros que deben de considerarse y que a continuación procedo a revisar.

a) El monto del perjuicio sufrido por el Fisco, ya sea Federal o Local.


b) La negligencia en la comisión de la infracción.
c) La mala fé en la comisión de la infracción.
d) La espontaneidad del infractor en la comisión de la infracción.
e) La reincidencia en la comisión de la infracción.
f) La capacidad económica del infractor.

En este sentido he de decir que, desde mi punto de vista, nos encontramos en presencia de
elementos por demás subjetivos. El derecho por antonomasia es una ciencia de límites, empero, no siempre
todos sus conceptos se encuentran perfectamente acotados, éste es el objetivo que se persigue, sin embargo,
11 11
614355360.doc
dada su complejidad en algunos casos se encuentra en costrucción. En primer término, el concepto de
perjuicio emana del Derecho Civil, ordenamiento jurídico que en su artículo 2109 lo conceptua como “ la
privación de cualquier ganancia lícita que debiera de haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación “,
es decir, debe de fundarse en conceptos concretos que den lugar a demostrar que el Fisco ha sido privado de
una plusvalía y con base al conocimiento de ese valor se procederá a sancionar al infractor. No se puede
soslayar el hecho de que en términos del artículo 31 fracción IV de la Carta Magna, todos nos encontramos
obligados a contribuir en la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes,, contribución que tiene
por finalidad el que el Estado se provea de recursos para cumplir con su función, la cual radica en que pueda
gobernar. El hecho de que una persona no contribuya, evidentemente lesiona al Fisco, pero el cuestionamiento
es como calificar o medir tal perjuicio, no existe un marco de referencia ni aproximado para ello. Sí bien es
cierto que existe una jurisprudencia que regula que el perjuicio causado al Fisco Federal en muchas ocasiones
ya se encuentra observado por la propia norma sancionadora cuando la multa atiende a la aplicación de
porcentajes en relación con la cantidad del impuesto omitido, también es cierto que tal aseveración no siempre
se encuentra en estricta correspondencia con la realidad, toda vez que una cosa es el impuesto omitido y otra
la supuesta privación de ganancia lícita que el Fisco no obtuvo, conceptos que no son concomitantemente
iguales. Habría de analizarse cada caso individualmente y concluir sí los porcentajes legalmente regulados en
realidad encarnan el perjuicio causado al Fisco, lo rebasan o no lo representan. En fin, dejo la profundización
de esta idea al amable lector.

Por lo que respecta a la negligencia o mala fe, instituciones jurídicas también reguladas por
el Derecho Civil y que por propia naturaleza nos sitúan en un campo o área jurídica diferente a la tributaria,
podemos acertadamente concluir que se da lugar a que se vuelva a caer en imprecisiones y dudas, toda vez
que son conceptos que no se encuentran fiscalmente acotados o delimitados y, por ende, resultan abstractos
para los presentes efectos. En este sentido, válido resulta concluir que será solo el contribuyente quien
determinará cuando la autoridad ha realizado una correcta valoración del grado o matiz de negligencia o mala
fé que se desplegó en su conducta al momento de cometer la infracción que se le imputa.

La espontaneidad del infractor para acatar la ley, aunque fuera de término, es el siguiente
aspecto que debe de observar la autoridad al momento de imponer una multa, sin embargo, sin afán de ser
reiterativo, solo se da lugar a que con tal rubro se acerque aún más al contribuyente al ambiente de lo
abstracto ¿ cómo puede la autoridad hacendaria valorar la espontaneidad de un gobernado ?, desde luego en
un plano de objetividad y certeza resulta imposible. Estas imposibilidades, por razones obvias, constituyen un
elemento de defensa fiscal trascendental, sí se sabe instrumentar.

Por lo que respecta a la reincidencia o reiteración en la comisión de la infracción, debe de


señalarse que la autoridad fiscal, teniendo un adecuado soporte informático, sencillamente podría realizarlo,
empero, a la fecha tal aspecto es ignorado por ella.

Finalmente, en relación a la capacidad económica del infractor se constriñe al Servicio de


Administración Tributaria ( SAT ) a considerarla para efectos de imponer una multa que se encuentre ajustada
a derecho. El problema en cuanto al cumplimiento de este punto radica en que para que la autoridad pueda
valorarla adecuadamente es menester que conozca la situación financiera del contribuyente, requisito que en
la especie no se da y que da lugar a que tal aspecto no se cumplimente legalmente por parte de la autoridad
impositiva.

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614355360.doc
Los rubros que aquí se revisaron se deducen del contenido de la siguiente tesis
jurisprudencial, haciendo notar que no es la única que los observa, pero desde el punto de vista del autor, sí es
una de las más relevantes :

Séptima Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 90 Sexta Parte
Página: 158

MULTAS, CUANTIFICACION DE LAS, EN MATERIA FISCAL. Precisando criterios anteriores, este


Tribunal considera que para la cuantificación de las multas fiscales, cuando la ley señala un mínimo y un
máximo, la autoridad debe razonar su arbitrio y tomar en consideración los siguientes elementos básicos: a) el
monto del perjuicio sufrido por el Fisco con la infracción (elemento que a veces ya está considerado en la
norma, cuando los límites de la multa se fijan en función del impuesto omitido); b) la negligencia o mala fe
del causante; o la espontaneidad de su conducta para acatar la ley, aunque extemporáneamente; c) si se trata
de una infracción aislada, o de una infracción insistentemente repetida por dicho causante, y d) la capacidad
económica del infractor. Pues la multa debe ser proporcional al daño que la infracción causa, y para fijarla se
debe considerar la malicia y la reiteración del causante, así como sancionar con distinta medida a quienes
tienen diferente capacidad, para no lastimar más a quien tiene menos, por una causa semejante. El único
monto que las autoridades pueden imponer sin razonar su arbitrio, demostrada la infracción, es el mínimo,
pues ello implica que se ha aceptado un máximo de circunstancias atenuantes. Pero para imponer un monto
superior al mínimo, sin que su determinación resulte arbitraria y caprichosa, las autoridades están obligadas a
razonar el uso de sus facultades legales al respecto, para no violar el principio constitucional de
fundamentación y motivación (artículo 16), y dar a los afectados plena oportunidad de defensa, respecto de
los datos y elementos que sirvieron para individualizar la sanción.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Séptima Epoca:

Volumen 74, Sexta Parte, pág. 42. Amparo directo 1/75. Ingenio Zapoapita, S. A. 4 de febrero de 1975.
Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco.

Volumen 86, Sexta Parte, pág. 58. Amparo directo 587/75. Alfonso Capistrán Guadalajara. 17 de febrero de
1976. Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volumen 90, Sexta Parte, pág. 114. Amparo en revisión 71/75. Inmobiliaria Invernal, S. A. 9 de abril de 1975.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volumen 90, Sexta Parte, pág. 114. Amparo directo 197/75. Gas Azteca, S. A. 9 de abril de 1975.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volumen 90, Sexta Parte, pág. 114. Amparo directo 607/75. Gaz Azteca, S. A. 25 de noviembre de 1975.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

El menor signo de que los extremos en trato no han sido cumplimentados por parte de la
autoridad hacendaria, dan lugar a que el gobernado se encuentre legitimado para alegar su inobservancia y,
13 13
614355360.doc
desde luego, la antijuridicidad de la aplicación de la sanción pecuniaria que se le pretende imponer.

4. FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE UNA MULTA.

Como es de explorado derecho, todo acto de autoridad, sin excepción, debe de encontrarse
debidamente fundado y motivado, lo cual evidentemente se aplica a todo el procedimiento que concluye con
la imposición de una sanción como la que en este momento se aborda, es decir, con la imposición de una
multa. A fin de no revisar cuestiones de carácter doctrinario que en este momento no son materia de análisis,
me tomaré la libertad de citar el criterio que nuestros Tribunales Federales han elaborado, para el efecto de
definir que debe de entenderse por debida fundamentación y motivación :

Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Marzo de 1996
Tesis: VI.2o. J/43
Página: 769

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. La debida fundamentación y motivación legal, deben entenderse,


por lo primero, la cita del precepto legal aplicable al caso, y por lo segundo, las razones, motivos o
circunstancias especiales que llevaron a la autoridad a concluir que el caso particular encuadra en el supuesto
previsto por la norma legal invocada como fundamento.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 194/88. Bufete Industrial Construcciones, S.A. de C.V. 28 de junio de 1988. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Alvarez.

Revisión fiscal 103/88. Instituto Mexicano del Seguro Social. 18 de octubre de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Alejandro Esponda Rincón.

Amparo en revisión 333/88. Adilia Romero. 26 de octubre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo
Nájera Virgen. Secretario: Enrique Crispín Campos Ramírez.

Amparo en revisión 597/95. Emilio Maurer Bretón. 15 de noviembre de 1995. Unanimidad de votos. Ponente:
Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.

Amparo directo 7/96. Pedro Vicente López Miro. 21 de febrero de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.

Adicionalmente, se hace ineludible citar las siguientes jurisprudencias, mismas que


complementan la comprensión de los conceptos aludidos :

Séptima Epoca
14 14
614355360.doc
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 97-102 Tercera Parte
Página: 143

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo


acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero
que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que también deben
señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan
tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los
motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas.

Sexta Epoca, Tercera Parte:

Volumen CXXXII, página 49. Amparo en revisión 8280/67. Augusto Vallejo Olivo. 24 de junio de 1968.
Cinco votos. Ponente: José Rivera Pérez Campos. Secretario: José Tena Ramírez.

Séptima Epoca, Tercera Parte:

Volumen 14, página 37. Amparo en revisión 3713/69. Elías Chaín. 20 de febrero de 1970. Cinco votos.
Ponente: Pedro Guerrero Martínez. Secretario: Juan Díaz Romero.

Volumen 28, página 111. Amparo en revisión 4115/68. Emeterio Rodríguez Romero y coagraviados. 26 de
abril de 1971. Cinco votos. Ponente: Jorge Saracho Alvarez.

Volúmenes 97-102, página 61. Amparo en revisión 2478/75. María del Socorro Castrejón C. y otros y
acumulado. 31 de marzo de 1977. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez.
Secretaria: Fausta Moreno Flores.

Volúmenes 97-102, página 61. Amparo en revisión 5724/76. Ramiro Tarango R. y otros. 28 de abril de 1977.
Cinco votos. Ponente: Jorge Iñárritu. Secretario: Luis Tirado Ledesma.

Séptima Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 30 Tercera Parte
Página: 57

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION, GARANTIA DE. Para que la autoridad cumpla la garantía de


legalidad que establece el artículo 16 de la Constitución Federal en cuanto a la suficiente fundamentación y
motivación de sus determinaciones, en ellas debe citar el precepto legal que le sirva de apoyo y expresar los
razonamientos que la llevaron a la conclusión de que el asunto concreto de que se trata, que las origina,
encuadra en los presupuestos de la norma que invoca.

Sexta Epoca, Tercera Parte:

Volumen CXXXII, página 49. Amparo en revisión 8280/67. Augusto Vallejo Olivo. 24 de junio de 1968.
Cinco votos. Ponente: José Rivera Pérez Campos.

Volumen CXXXIII, página 63. Amparo en revisión 9598/67. Oscar Leonel Velasco Casas. 1o. de julio de
1968. Cinco votos. Ponente: Alberto Orozco Romero.
15 15
614355360.doc
Volumen CXXXIII, página 63. Amparo en revisión 7228/67. Comisariado Ejidal del Poblado San Lorenzo
Tezonco, Ixtapalapa, D.F. y otros. 24 de julio de 1968. Cinco votos. Ponente: Pedro Guerrero Martínez.

Séptima Epoca, Tercera Parte:

Volumen 14, página 37. Amparo en revisión 3713/69. Elías Chaín. 20 de febrero de 1970. Cinco votos.
Ponente: Pedro Guerrero Martínez.

Volumen 28, página 111. Amparo en revisión 4115/68. Emeterio Rodríguez Romero y coagraviados. 26 de
abril de 1971. Cinco votos. Ponente: Jorge Saracho Alvarez.

Séptima Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 139-144 Tercera Parte
Página: 201

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. DEBEN CONSTAR EN EL CUERPO DE LA RESOLUCION Y


NO EN DOCUMENTO DISTINTO. Las autoridades responsables no cumplen con la obligación
constitucional de fundar y motivar debidamente las resoluciones que pronuncian, expresando las razones de
hecho y las consideraciones legales en que se apoyan, cuando éstas aparecen en documento distinto.

Sexta Epoca, Tercera Parte:

Volumen CXXXII, página 49. Revisión fiscal 530/65. Concretos Alta Resistencia, S.A. de C.V. 6 de junio de
1968. Cinco votos. Ponente: Jorge Iñárritu.

Séptima Epoca, Tercera Parte:

Volúmenes 115-120, página 70. Amparo directo 1247/77. Afianzadora Mexicana S.A. 29 de noviembre de
1978. Cinco votos. Ponente: Eduardo Langle Martínez.

Volúmenes 121-126, página 55. Amparo directo 393/78. El Nuevo Mundo México, S.A. 26 de febrero de
1979. Cinco votos. Ponente: Atanasio González Martínez.

Volúmenes 127-132, página 51. Amparo en revisión 766/79. Comisariado Ejidal del Poblado Emiliano
Zapata, Municipio de La Huerta, Jalisco. 9 de agosto de 1979. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Eduardo
Langle Martínez.

Volúmenes 139-144, página 74. Revisión fiscal 81/80. Cereales Seleccionados, S.A. 17 de noviembre de
1980. Cinco votos. Ponente: Atanasio González Martínez.

En consecuencia, resulta obvio que para que la imposición de una multa resulte jurídica
debe de atenderse a la explicación indubitable de las circunstancias especiales, razones particulares y causas
inmediatas que hacen procedente tal determinación y que deben de encontrarse debidamente relacionadas con
el caso específico de que se trate, es decir, correctamente individualizadas. Cumplidos estos extremos y
adecuadamente fundados en la ley aplicable, indicando el artículo, fracción y, en su caso, inciso y subínciso,
se tendrá la certeza de estar en presencia de un acto impositivo que posee una fundamentación y motivación
legales.
16 16
614355360.doc
La realidad actual es que la fundamentación y motivación de las autoridades no es completa
y por tanto inexistente. Sí se toma en consideración que la imposición de multas en materia fiscal, incluyendo
organismos fiscales autónomos como IMSS, SAR, INFONAVIT, etc, se realiza mediante el rellenado de
formatos o “ machotes “, no resulta complejo deducir que tales formas no cumplen los requerimientos
mínimos que se han consignado en ley y en la interpretación jurisdiccional de la misma, por tanto, no es
ajustada a derecho la actuación correspondiente.

No hay que olvidar que existen precedentes jurisprudenciales que en específico han
abordado el tema aquí tratado para efectos de la sanción materia de este artículo. En este orden de ideas se
hace ineludible transcribir el contenido de la tesis que a continuación se cita y que se refiere especialmente a
los requisitos que se deben de cumplimentar al momento de motivar la imposición de una multa :

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Marzo de 1999
Tesis: VIII.1o.24 A
Página: 1422

MULTAS FISCALES. REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN. La


única forma de evitar que las sanciones puedan ser irrazonables, desproporcionadas y, por tanto, excesivas e
inconstitucionales, es necesario que se tomen en cuenta los siguientes requisitos: a) La gravedad de la
infracción cometida, b) El monto del negocio, y c) La capacidad económica del particular. Lo anterior
significa que una multa fiscal por más leve que se considere, debe contener las razones y motivos que la
justifiquen, para que de esta manera no se deje en estado de indefensión e incertidumbre jurídica al particular
y quede fehacientemente acreditado por la autoridad que la multa decretada no es excesiva, pues tal
obligación deviene directa y taxativamente del artículo 22 constitucional; mismo que en relación con el
artículo 16 de nuestra Carta Fundamental, en el que se exige que todo acto de autoridad debe estar
debidamente fundado y motivado sin excepción alguna, conduce a establecer que todo acto de autoridad
que incida en la esfera jurídica del gobernado, debe contener las reglas adecuadas para que las autoridades
impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en cuenta como se dispuso con
antelación la gravedad de la infracción, la capacidad económica del infractor, la reincidencia de éste en la
conducta que la motiva y en fin, todas aquellas circunstancias que tiendan a individualizar dicha sanción; de
ahí que al no existir esos requisitos, obvio es que la imposición aun de la infracción mínima, sin estar
debidamente fundada y motivada, resulta violatoria de sus garantías individuales.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Revisión fiscal 86/98. Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Administrador Local Jurídico de Ingresos de
Durango. 13 de enero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: René Silva de los Santos. Secretario: Miguel
Rafael Mendiola Rocha.

Nota: Sobre el tema tratado existe denuncia de contradicción de tesis número 27/99, pendiente de resolver en
la Segunda Sala.

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614355360.doc
Esto es así, toda vez que la garantía de debida fundamentación y motivación es relevante en
nuestro sistema jurídico y, por ende, su observancia reviste toral importancia. La tesis que se revisa hace
alusión a rubros que ya han quedado analizados en este escrito, adicionandose a ellos el relativo al imperativo
de atender a la gravedad de la infracción y al monto del negocio de que se trate. Sí no se analizan
cuidadosamente por parte de la autoridad fiscal éstos dos últimos puntos, la imposición de la sanción en
cuestión se encontrará viciada en su conformación, en atención a poseer una motivación inadecuada y
antijuridica.

5. ACREDITAR LA COMISION DE LA INFRACCION.

Sin afán de ser reiterativo, no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar una tesis
emitida por el Tribunal Fiscal de la Federación, a virtud de la cual se obliga a la autoridad administrativa a
acreditar la comisión de la infracción que se imputa a un contribuyente como causal de imposición de multa,
independientemente de la antes referida en este artículo y con voz MULTA MÍNIMA EN MATERIA
FISCAL. SU MOTIVACIÓN LA CONSTITUYE LA VERIFICACIÓN DE LA INFRACCIÓN Y LA
ADECUACIÓN DEL PRECEPTO QUE CONTIENE DICHA MULTA, Esto con la finalidad de proceder
posteriormente a su análisis :

Tercera Época.
Instancia: Cuarta Sala Regional Metropolitana.
R.T.F.F.: Año XI. No. 123. Marzo 1998.
Tesis: III-TASR-IV-609
Página: 247

MULTA IMPROCEDENTE.- CUANDO LA AUTORIDAD NO ACREDITA QUE SE INCURRIÓ EN LA


INFRACCIÓN.- Si la autoridad en uso de las facultades que le concede el Código Fiscal de la Federación,
requiere a un particular para que le exhiba cierta documentación y éste incumple con el mismo, es evidente
que procede se le sancione.- Si el particular sancionado niega que se le haya notificado el requerimiento de
documentación, de conformidad con el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación, a la autoridad le
corresponde la carga de la prueba y si ésta no aporta la constancia de notificación, es evidente que no acredita
la existencia de la infracción y por ende la multa resulta improcedente. (8)

Juicio No. 10414/96.- Sentencia de 23 de enero de 1997 aprobada por unanimidad de votos.- Magistrada
Instructora: Martha Gladys Calderón Martínez.- Secretario: Lic. Miguel Angel Luna Martínez.

El contenido esencial de la tesis en cuestión radica en el hecho de que sí el particular niega


en forma lisa y llana la comisión de la infracción que le imputa la autoridad, ésta última, con fundamento en
lo regulado por el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación se encuentra obligada a acreditar la comisión
de la conducta antijurídica en trato. Es decir, aquí se rompe con el principio que define que las actuaciones de
la autoridad impositiva se presumen legales.

6. ULTIMOS CRITERIOS AISLADOS.

18 18
614355360.doc
7. CONCLUSION.

Expuestos los aspectos más relevantes que deben de reunirse al momento de imponer una
multa, se hace necesario comentar lo siguiente :

1. La imposición de una multa se encuentra sujeta al cumplimiento de extremos


estrictamente regulados y producto esencialmente de la labor de interpretación que realizan los organos
jurisdiccionales facultados al efecto, es decir, se materializan en jurisprudencia y precedentes aislados.

2. Innegablemente la autoridad se encuentra obligada a observar y cumplir la jurisprudencia


que emita el Poder Judicial de la Federación y el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, toda
vez que la primera no es otra cosa que la interpretación reiterada y obligatoria de la ley, compartiendo su
naturaleza con la ley misma.

3. Sí se analiza correctamente el procedimiento y la imposición de la multa de que se trate,


llegaremos a la conclusión de que la autoridad fiscal que sea, trátese del SAT, IMSS, SAR, INFONAVIT,
etc., por norma general actúa en forma contraria a derecho al no observar el cumplimiento de los extremos
que aquí se revisaron y, que dicho de sea de paso, no son los únicos sino los más importantes.

4. La imposición de una multa mínima prescinde de encontrarse debidamente fundada y


motivada, razón por la cual pretender excepcionar su imposición de tales rubros no posee justificación
jurídica ni fáctica alguna.

5.- La autoridad sancionadora se encuentra obligada a acreditar, es decir, probar, la


comisión de la infracción que imputa a un gobernado.

6. Consecuentemente, si realizamos una defensa fiscal pertinente a través de la instauración


de un recurso de revocación o demanda de nulidad, jamás pagaremos una multa con fundamento en lo aquí
expuesto, razón por la cual se transforma en un imperativo analizar acuiciosamente toda multa que se
pretenda imponer a nuestros clientes o a nosotros mismos.

8. MODELO DE RECURSO DE REVOCACION


EN CONTRA DE LA IMPOSICION DE UNA MULTA.

En primer término quiero aclarar que los agravios que aquí se expresan también son
aplicables en calidad de conceptos de impugnación a la instauración de una demanda de nulidad.

NOMBRE DE PROMOVENTE.
ASUNTO : SE INTERPONE
RECURSO DE REVOCACION.

19 19
614355360.doc
SERVICIO DE ADMINISTRACION TRIBUTARIA.
ADMINISTRACION LOCAL JURIDICA DE INGRESOS
DEL .......... DEL ESTADO DE .................
SUBADMINISTRACION DE RESOLUCIONES 2..

.........................................., por mi calidad de representante legal de la persona jurídica


denominada ......................................, S.A, personalidad que acredito en mérito de la copia fotostática simple
del primer testimonio de la escritura pública número ...................................................................., inscrita en el
protocolo del Notario Público número .................................... del Distrito Federal,
Licenciado ..............................................., indicando como clave del Registro Federal de Contribuyentes de mi
poderdante ..................................................., señalando como domicilio fiscal así como para oír y recibir toda
clase de notificaciones, aún las de carácter personal, el inmueble ubicado en el
número ............................................................. de las calles de ..........................., colonia ................................,
delegación .............................., código postal ........................ México, Distrito Federal, autorizando para tales
efectos así como para exhibir y recoger todo tipo de documentos y valores al señor Licenciado en Derecho
Gustavo Sánchez Soto, con cédula profesional número 2554396 y Contador
Público ............................................, indistintamente, ante esa H. Administración, respetuosamente
comparezco para decir :

Que por medio del presente ocurso, estando en tiempo y forma, vengo a interponer recurso
de revocación en contra de oficio número .................................................... de
fecha ............................................. del dos mil, emitido por la Administración Local de Auditoria Fiscal
número ......... del ................... del Distrito Federal, suscrito por el Licenciado ................................, supuesto
Administrador Local de Auditoria Fiscal y a virtud del cual se pretende imponer a mi poderdante multa
derivada de la visita de verificación de expedición de comprobantes fiscales por la cantidad de
$ .............................. ( .......................................... MIL PESOS 00/100 M.N. ), así como diligencia de
notificación de fecha ........................... de los corrientes, C.R.H. 200, actuaciones que como lo demostraré en
el momento procesal oportuno son ilegales.

Tuve conocimiento de los actos administrativos combatidos con fecha ...................................


del año en curso, fecha en que se notificarón personalmente a mi mandante.

Sirven de apoyo al presente medio de defensa, las siguientes consideraciones fácticas :

HECHOS:

1. Con fecha ..................................................... del dos mil, se notificó a mi representada


oficio número ................................................. de fecha .......................................... del dos mil, emitido por la
Administración Local de Auditoria Fiscal número ............ del ................... del Distrito Federal, suscrito por el
Licenciado ..................................., supuesto Administrador Local de Auditoria Fiscal y a virtud del cual se
pretende imponer a mi poderdante multa derivada de la visita de verificación de expedición de comprobantes
20 20
614355360.doc
fiscales practicada a mi representada y por la cantidad de $ ...................... ( ................................MIL
PESOS 00/100 M.N. ).

2. Mediante el acto administrativo de referencia y la diligencia de notificación respectiva se


pretende imponer a mi poderdante una multa que carece del mínimo fundamento jurídico toda vez que no se
cumple el orden jurídico aplicable ni se observan los precedentes jurisdiccionales aplicables, mismos que la
autoridad fiscal se encuentra obligada a cumplir de conformidad con la siguiente tesis :

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO CUARTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Diciembre de 1998
Tesis: XIV.1o.8 K
Página: 1061

JURISPRUDENCIA. ES OBLIGATORIA PARA LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS EN


ACATAMIENTO AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD QUE DIMANA DEL ARTÍCULO 16
CONSTITUCIONAL. Si bien los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo que determinan la obligatoriedad
de la jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia funcionando en Pleno o en Salas y cada uno
de los Tribunales Colegiados de Circuito, se refieren de manera genérica a órganos jurisdiccionales sin hacer
mención a las autoridades administrativas, éstas también quedan obligadas a observarla y aplicarla, lo cual se
deduce del enlace armónico con que se debe entender el texto del artículo 16, primer párrafo, de la
Constitución Federal y el séptimo párrafo del artículo 94 de la misma Codificación Suprema; ello porque, por
un lado, la jurisprudencia no es otra cosa sino la interpretación reiterada y obligatoria de la ley, es decir, se
trata de la norma misma definida en sus alcances a través de un procedimiento que desentraña su razón y
finalidad; y por el otro, que de conformidad con el principio de legalidad que consagra la primera de las
disposiciones constitucionales citadas, las autoridades están obligadas a fundar y motivar en mandamiento
escrito todo acto de molestia, o sea que deberán expresar con precisión el precepto legal aplicable al caso, así
como las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en
consideración para la emisión del mismo. Por tanto, conjugando ambos enunciados, obvio es que para cumplir
cabalmente con esta obligación constitucional, toda autoridad deberá no solamente aplicar la ley al caso
concreto, sino hacerlo del modo que ésta ha sido interpretada con fuerza obligatoria por los órganos
constitucional y legalmente facultados para ello. En conclusión, todas las autoridades, incluyendo las
administrativas, para cumplir cabalmente con el principio de legalidad emanado del artículo 16 constitucional,
han de regir sus actos con base en la norma, observando necesariamente el sentido que la interpretación de la
misma ha sido fijado por la jurisprudencia.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CUARTO CIRCUITO.

Revisión fiscal 27/98. Administrador Local Jurídico de Ingresos de Mérida. 1o. de octubre de 1998.
Unanimidad de votos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Rafael Quero Mijangos.
.

Consecuentemente de parte de mi representada, procedo a expresar los siguientes :

AGRAVIOS:
21 21
614355360.doc
PRIMERO.- Infracción a lo regulado por el artículo 38 fracción III y 75 del Código Fiscal
de la Federación en relación con el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En el caso que nos ocupa, el acto administrativo que se combate carece de fundamentación y
motivación debidas toda vez que la autoridad emisora del mismo es omisa en indicar al momento de
determinar la multa a que supuestamente se hace acreedora mi poderdante los siguientes aspectos :

1. El monto del perjuicio sufrido por el Fisco Federal y que hace procedente la imposición
de la sanción en los términos que se aplica.

2. El monto del perjuicio sufrido por la colectividad y que hace procedente la imposición de
la sanción en los términos en que se aplica.

3. El grado de negligencia con que actuó mi representada, desde luego, en caso de que tal
figura jurídica se presente en su actuación en el asunto en trato.

4. El grado de mala fé con que actuó mi representada, desde luego, en caso de que tal figura
jurídica se presente en su actuación en el asunto en trato.

5. La espontaneidad de mi representada respecto a su disposición de acatar la ley tributaria,


independientemente de que se haya incurrido en extemporaneidad.

6. La reincidencia o ausencia de ella, en relación a la comisión de la infracción que se


imputa, suponiendo sin conceder la violación exista y,

7. La capacidad económica de mi mandante.

En efecto, los anteriores rubros configuran los requisitos mínimos que jurídicamente deben
de contenerse en el acto administrativo que impone una multa, con la finalidad de que éste se encuentre
debidamente fundado y motivado. En la especie, como de la simple lectura de la resolución impugnada se
desprende, no se hace referencia a ellos y, consecuentemente, resulta contraria a derecho. Al efecto, es de
indicarse que fundamenta las anteriores argumentaciones el criterio sostenido por el Poder Judicial Federal,
mediante la confección del precedente jurisprudencial que a continuación literalmente se cita :

Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 90 Sexta Parte
Página: 158

MULTAS, CUANTIFICACION DE LAS, EN MATERIA FISCAL. Precisando criterios anteriores, este


22 22
614355360.doc
Tribunal considera que para la cuantificación de las multas fiscales, cuando la ley señala un mínimo y
un máximo, la autoridad debe razonar su arbitrio y tomar en consideración los siguientes elementos
básicos: a) el monto del perjuicio sufrido por el Fisco con la infracción (elemento que a veces ya está
considerado en la norma, cuando los límites de la multa se fijan en función del impuesto omitido); b) la
negligencia o mala fe del causante; o la espontaneidad de su conducta para acatar la ley, aunque
extemporáneamente; c) si se trata de una infracción aislada, o de una infracción insistentemente
repetida por dicho causante, y d) la capacidad económica del infractor. Pues la multa debe ser
proporcional al daño que la infracción causa, y para fijarla se debe considerar la malicia y la
reiteración del causante, así como sancionar con distinta medida a quienes tienen diferente capacidad,
para no lastimar más a quien tiene menos, por una causa semejante. El único monto que las autoridades
pueden imponer sin razonar su arbitrio, demostrada la infracción, es el mínimo, pues ello implica que se ha
aceptado un máximo de circunstancias atenuantes. Pero para imponer un monto superior al mínimo, sin que
su determinación resulte arbitraria y caprichosa, las autoridades están obligadas a razonar el uso de sus
facultades legales al respecto, para no violar el principio constitucional de fundamentación y motivación
(artículo 16), y dar a los afectados plena oportunidad de defensa, respecto de los datos y elementos que
sirvieron para individualizar la sanción.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Séptima Epoca:

Volumen 74, Sexta Parte, pág. 42. Amparo directo 1/75. Ingenio Zapoapita, S. A. 4 de febrero de 1975.
Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco.

Volumen 86, Sexta Parte, pág. 58. Amparo directo 587/75. Alfonso Capistrán Guadalajara. 17 de febrero de
1976. Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volumen 90, Sexta Parte, pág. 114. Amparo en revisión 71/75. Inmobiliaria Invernal, S. A. 9 de abril de 1975.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volumen 90, Sexta Parte, pág. 114. Amparo directo 197/75. Gas Azteca, S. A. 9 de abril de 1975.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volumen 90, Sexta Parte, pág. 114. Amparo directo 607/75. Gaz Azteca, S. A. 25 de noviembre de 1975.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

( lo resaltado es nuestro )

Consecuentemente, claramente se advierte que la determinación atacada no se encuentra ajustada a


derecho, toda vez que no se especifican los aspectos que motivan a la autoridad a imponer la sanción
pecuniaria que aplica dentro del márgen que el artículo 84 fracción VI del Código Fiscal de la Federación
regula, siendo procedente declarar su revocación.

SEGUNDO.- Infracción a lo regulado por el artículo 38 fracción III y 75 del Código Fiscal
de la Federación en relación con el artículo 16 Constitucional.

La imposición de una multa por parte de la autoridad hacendaria no configura un acto


unilateral por parte de la misma, sino que por el contrario, como toda actuación autoritaria debe de
23 23
614355360.doc
encontrarse debidamente fundada y motivada. En el presente asunto, la autoridad emisora del acto recurrido
omite motivar debidamente al mismo, razón por la cual no se encuentra confeccionado conforme a derecho.

Como es de explorado derecho, la autoridad impositiva se encuentra obligada a exponer los


razonamientos y circunstancias de hecho y de derecho que dan lugar a que el caso particular se sancione en
los términos en que se hace. En la especie, debe de indicarse, refiriéndose al caso específico, el porqué se
agrava el caso en los términos que se realiza y se aplica la multa que se pretende imponer a mi poderdante.
Esta indicación no puede ser general y abstracta como en el presente caso acontece, en efecto, la autoridad
fiscal se encuentra impedida de razonar en la forma en que lo realiza en la parte conducente y que literalmente
establece :

“ .... se concluye que este Contribuyente infringió lo dispuesto en el artículo 58 Fracción


(SIC) II de la Ley del Impuesto sobre la Renta, 32 fracción III de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, en
relación con los artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación, toda vez que los que expide
( comprobantes ) no reunen los requisitos fiscales, encuadrando dicha conducta en la hipótesis normativa
prevista por el Artículo 83 fracción VII del citado Código vigente. “

Asimismo, se agrega complementariamente :

“ En consecuencia, en los términos de lo dispuesto por el artículo 84 fracción VI del


ordenamiento invocado, se ha hecho acreedor a la imposición de una multa en cantidad de
$ ................................ ( ......................... MIL PESOS 00/100 M.N.).... “

Es por lo expuesto, que a todas luces se advierte que en ningún momento la autoridad
impositiva razona su arbitrio de imposición de multas, omitiendo exponer los argumentos fácticos y jurídicos
que hacen que el presente asunto se agrave en perjuicio de mi poderdante

En este sentido se han pronunciado los Tribunales Federales confeccionando la siguiente


jurisprudencia :

Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 145-150 Sexta Parte
Página: 372

MULTAS. ARBITRIO EN SU CUANTIFICACION ARRIBA DEL MINIMO. Para imponer una multa
fiscal en cuantía superior al mínimo (pues es evidente que al imponer el mínimo no hace falta razonamiento
24 24
614355360.doc
algunos ya que no hubo agravación en uso del arbitrio), es necesario que las autoridades fiscales razonen el
uso de su arbitrio, y que expongan los razonamientos y las circunstancias de hecho y de derecho que
hacen que en el caso particular se deba agraviar en alguna forma la sanción. Pero esos razonamientos
deben ser razonamientos aplicados al caso concreto y a las circunstancias del caso concreto, sin que sea
suficiente hacer afirmaciones abstractas e imprecisas. De lo contrario se violaría la garantía de motivación,
y se dejaría además a la afectada en estado de indefensión, pues no se le darían elementos para hacer su
defensa, ni para desvirtuar la sanción concreta impuesta en su caso individual, con violación de los artículo 14
y 16 constitucionales. En esas condiciones, la simple afirmación de que un gran volumen de negocios hace
que la situación sea buena, es demasiado imprecisa para justificar por sí sola una elevación de la multa, pues
puede haber gran volumen de operaciones con una utilidad mínima, o aun con pérdida, como es claramente el
caso de empresas que tienen grandes endeudamientos y gran volumen de operaciones. Por otra parte, el que la
infracción haya causado perjuicios al fisco, no es elemento para agravar la sanción, pues el elemento perjuicio
será siempre la base misma de la tipificación de la infracción, pero insuficiente para mover el arbitrio entre los
extremos de la multa. También resulta falso que los causantes morosos obtengan ventaja respecto de los
causantes puntuales, pues los daños y perjuicios que se cobran en materia fiscal (además de las multas) como
intereses moratorios son extraordinariamente elevados ( 24% anual, contra el 9% en materia civil y el 6% en
materia mercantil). Y la afirmación de que hay que evitar prácticas viciosas tendientes a evadir las
prestaciones fiscales, también es un elemento determinante de la creación de la infracción, pero insuficiente
para mover la cuantía entre los extremos legales: para esto habría que referirse a las prácticas individuales de
la afectada, o a su habitualidad, etc...

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Séptima Epoca:

Volúmenes 103-108, Sexta Parte, pág. 143. Amparo directo 754/77. Forros y Aislamientos, S. A. 3 de
noviembre de 1977. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco.

Volúmenes 145-150, Sexta Parte, pág. 171. Amparo directo 971/80. Tampico Club, S. A. 24 de junio de 1981.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volúmenes 145-150, Sexta Parte, pág. 341. Amparo directo 651/79. Casa Pérez, S. A. 20 de febrero de 1980.
Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volúmenes 145-150, Sexta Parte, pág. 341. Amparo directo 67/80. Automovilística Hidalgo, S. A. 4 de julio
de 1980. Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

Volúmenes 145-150, Sexta Parte, pág. 341. Amparo directo 670/80. Embotelladora Tropical, S. A. 12 de
noviembre de 1980. Unanimidad de votos. La publicación no menciona ponente.

( lo resaltado es nuestro )

Consecuentemente, al adolecer de falta de motivación legal, la resolución recurrida debe de


ser suceptible de declarase revocada para los efectos legales a que haya lugar.

TERCERO.- Infracción a lo regulado por el artículo 38 fracción III y 75 del Código Fiscal
25 25
614355360.doc
de la Federación en relación con el 16 Constitucional.

Como es de explorado derecho, para que sea procedente la aplicación de una multa, la
autoridad hacendaria se encuentra obligada a acreditar la comisión de la infracción que se imputa al propio
contribuyente, misma que desde este momento niego en forma categórica, afirmando que mi poderdante
jamás ha violado disposición jurídica alguna y, por ende, no ha actualizado jamás hipótesis normativa alguna
que traiga como consecuencia la comisión de una infracción. En la especie la autoridad impositiva es omisa al
respecto, pretendiendo cumplimentar tal requerimiento jurídico con la argumentación de frases vacías y
unilaterales que de nínguna manera acreditan la conducta contraria a derecho que se atribuye a mi poderdante.
Al respecto en el acto recurrido se dice :

“ En base a los hechos consignados en el acta de visita de verificación de expedición de


comprobantes fiscales, contenida a folios ...... se conoció lo siguiente : ...... NO CUMPLE con la obligación
de expedir comprobantes con requisitos fiscales por las actividades que realiza, en virtud de que el
contribuyente expide comprobantes en los que desglosa el Impuesto al Valor Agregado sin consignar el
R.F.C. del cliente, hecho que se pudo comprobar con la factura .....

En virtud de lo anterior, se concluye que este Contribuyentre infringió lo dispuesto en el


Artículo .... “

Es por lo indicado, que se advierte que la autoridad no precisa a que hechos se refiere al
relacionar los consignados en el acta de visita que cita, no aporta elementos de convicción que acrediten el
incumplimiento que se atribuye a mi representada - simplemente aduce NO CUMPLE -, lo cual desde
cualquier perspectiva es antijurídico. Complementariamente no funda ni motiva su proceder al “ concluir “
que se infringió un dispositivo normativo indicado.

Estas graves omisiones traen como consecuencia que la autoridad no aporte medios de
prueba que demuestren fehacientemente que mi mandante realizo la infracción que se le imputa y, por ende,
es suceptible de ser sancionada mediante la imposición de una multa.

En este sentido existe un pecedente jurisprudencial dictado por el Tribunal Fiscal de la


Federación, visible en la Revista del propio Tribunal correspondiente al mes de marzo, 3a. Epoca, página 247,
mismo que literalmente regula :

MULTA IMPROCEDENTE.- CUANDO LA AUTORIDAD NO ACREDITA QUE SE INCURRIO EN LA


INFRACION. Si la autoridad en uso de las facultades que le concede el Código Fiscal de la Federación,
requiere a un particular para que le exhiba cierta documentación y éste incumple con el mismo, es evidente
que procede que se le sancione. Si el particular sancionado niega que se le haya notificado el
requerimiento de documentación, de conformidad con el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación,
26 26
614355360.doc
a la autoridad le corresponde la carga de la prueba y si ésta no aporta la constancia de notificación, es
evidente que no acredita la existencia de la infracción y por ende la multa resulta improcedente.

( lo resaltado es nuestro )

En el caso que nos ocupa, no se acredita que mi poderdante no expida comprobantes fiscales
de conformidad con la legislación aplicable al caso, ni en que consiste la supuesta conculcación al orden
jurídico vigente en tal materia, situaciones que desde este momento niego, en el sentido de que mi
representada emite comprobantes en estricto cumplimiento a las disposiciones fiscales que aplican al caso,
resultando claro que en ninguna parte del acto recurrido se acredita la comisión de la infracción que se dice se
cometió, siendo procedente, en consecuencia, se decrete la revocación del oficio atacado.

CUARTO.- Infracción a lo regulado por el artículo 38 fracción III Código Fiscal de la


Federación en relación con el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En efecto la diligencia de notificación C.R.H. 200 es antijurídica toda vez que no se


encuentra debidamente fundada y motivada. En este sentido la ausencia de motivación es patente al no
establecer las consideraciones de hecho, circunstancias especiales ni elementos determinantes de la conducta
desplegada por mi mandante y que constituyen la génesis del crédito fiscal que se imputa. El señalamiento de
“ multas impuestas por corrección fiscal “ no satisface el requerimiento de adecuada motivación. La autoridad
hacendaria se encuentra obligada a señalar los ejercicios fiscales que corresponden, sí se trata de ejercicios
regulares o irregulares, la fecha de cada uno de ellos así como a identificar claramente cuales son las
correcciones a que se refiere. En la especie, ante las omisiones planteadas, se deja en estado de indefensión a
mi poderdante al no saber a que correcciones se refiere la autoridad ni porqué concepto se generarón las
multas en cuestión. En consecuencia, se deja de observar la siguiente jurisprudencia, en franca violación al
orden jurídico vigente :

Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Marzo de 1996
Tesis: VI.2o. J/43
Página: 769

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. La debida fundamentación y motivación legal, deben entenderse,


por lo primero, la cita del precepto legal aplicable al caso, y por lo segundo, las razones, motivos o
circunstancias especiales que llevaron a la autoridad a concluir que el caso particular encuadra en el supuesto
previsto por la norma legal invocada como fundamento.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 194/88. Bufete Industrial Construcciones, S.A. de C.V. 28 de junio de 1988. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Alvarez.

Revisión fiscal 103/88. Instituto Mexicano del Seguro Social. 18 de octubre de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Alejandro Esponda Rincón.
27 27
614355360.doc
Amparo en revisión 333/88. Adilia Romero. 26 de octubre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo
Nájera Virgen. Secretario: Enrique Crispín Campos Ramírez.

Amparo en revisión 597/95. Emilio Maurer Bretón. 15 de noviembre de 1995. Unanimidad de votos. Ponente:
Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.

Amparo directo 7/96. Pedro Vicente López Miro. 21 de febrero de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.

Complementariamente es de destacarse el hecho de que la autoridad impositiva para el


efecto de emitir una determinación de multa que se encuentre jurídicamente fundada y motivada, debe de
atender a las circunstancias especiales, razones particulares y causas inmediatas que se actualizan en el caso
concreto, aspectos que ignora totalmente al confeccionar el acto admninistrativo que en este acto se recurre.
Al efecto, se hace necesario transcribir el precedente jurisprudencial que a continuación se cita y que es de
observancia obligatoria para la autoridad hacendaria :

Séptima Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 97-102 Tercera Parte
Página: 143

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo


acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo
primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y, por lo segundo, que
también deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales, razones particulares o causas
inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además,
que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso
concreto se configuren las hipótesis normativas.

Sexta Epoca, Tercera Parte:

Volumen CXXXII, pág. 49. Amparo en revisión 8280/67. Augusto Vallejo Olivo. 24 de junio de 1968. 5
votos. Ponente: José Rivera Pérez Campos.

Séptima Epoca, Tercera Parte:

Volumen 14, pág. 37. Amparo en revisión 3713/69. Elías Chaín. 20 de febrero de 1970. 5 votos. Ponente:
Pedro Guerrero Martínez.

Volumen 28, pág. 111. Amparo en revisión 4115/68. Emeterio Rodríguez Romero y coags. 26 de abril de
1971. 5 votos. Ponente: Jorge Saracho Alvarez.

Volúmenes 97-102, pág. 61. Amparo en revisión 2478/75. María del Socorro Castrejón C. y otros y
acumulado. 31 de marzo de 1977. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez.

Volúmenes 97-102, pág. 61. Amparo en revisión 5724/76. Ramiro Tarango R. y otros. 28 de abril de 1977. 5
votos. Ponente: Jorge Iñárritu.

28 28
614355360.doc
NOTA:

Esta tesis también aparece en:

Apéndice 1917-1985, Tercera Parte, Segunda Sala, tesis 373, pág. 636.

( lo resaltado es nuestro )

Adicionalmente, la autoridad no expresa los razonamientos lógico jurídicos que indiquen la


forma en que se generó el crédito fiscal ....................... ni cuales fuerón los motivos que se considerarón para
fincarlo.

Paralelamente, la autoridad no dá a conocer a mi representada los cálculos y procedimientos


matemáticos que la conducen a determinar un importe de multa por la cantidad de
$ ...................................... ( ................................ MIL PESOS 00/100 M.N. ), conculcando abiertamente la
garantía de legalidad imperante en nuestro sistema jurídico y dejandose en absoluto estado de incertidumbre
jurídica a mi poderdante toda vez que la fundamentación y motivación jurídica para estos efectos debe de
contenerse en el documento de imposición de la propia multa y no en documento adicional y que en la especie
no se me dá a conocer, esto, desde luego, suponiendo sin conceder que tal documental exista, situación que
desde este momento niego lisa y llanamente. En este sentido se ha pronunciado nuestro máximo Tribunal, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante la confección de la siguiente tesis :

Séptima Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 139-144 Tercera Parte
Página: 201

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. DEBEN CONSTAR EN EL CUERPO DE LA RESOLUCION Y


NO EN DOCUMENTO DISTINTO. Las autoridades responsables no cumplen con la obligación
constitucional de fundar y motivar debidamente las resoluciones que pronuncian, expresando las razones de
hecho y las consideraciones legales en que se apoyan, cuando éstas aparecen en documento distinto.

Sexta Epoca, Tercera Parte:

Volumen CXXXII, pág. 49. Revisión fiscal 530/65. Concretos Alta Resistencia, S. A. de C. V. 6 de junio de
1968. Cinco votos. Ponente: Jorge Iñárritu.

Séptima Epoca, Tercera Parte:

Volúmenes 115-120, pág. 70. Amparo directo 1247/77. Afianzadora Mexicana S. A. 29 de noviembre de
1978. Cinco votos. Ponente: Eduardo Langle Martínez.

Volúmenes 121-126, pág. 55. Amparo directo 393/78. El Nuevo Mundo México, S. A. 26 de febrero de 1979.
Cinco votos. Ponente: Atanasio González Martínez.

Volúmenes 127-132, pág. 51. Amparo en revisión 766/79. Comisariado ejidal del poblado Emiliano Zapata,
municipio de La Huerta, Jalisco. 9 de agosto de 1979. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Eduardo Langle
29 29
614355360.doc
Martínez.

Volúmenes 139-144. pág. 74. Revisión fiscal 81/88. Cereales Seleccionados, S. A. 17 de noviembre de 1980.
Cinco votos. Ponente: Atanasio González Martínez.

Consecuentemente, la revocación del acto recurrido es procedente conforme a derecho.

QUINTO.- Infracción a lo regulado por el artículo 38 fracción III Código Fiscal de la


Federación en relación con el artículo 16 de la Carta Magna.

Es un imperativo para imponer una multa en un marco de juridicidad, el que


independientemente del cumplimiento estricto de los requerimientos que anteriormente se han indicado, se
atienda objetiva e indubitablemente a la cuantía o monto del negocio de que emana la propia sanción. En el
caso que nos ocupa tal imperativo es inobservado por parte de la autoridad fiscal, determinandose una
cantidad en forma dogmática e injustificada, lo que da lugar a que se advierta que la sanción que en este
momento se combate resulte, amén de carente de la mínima motivación, un claro ejemplo de una multa
irrazonable, desproporcionada y por tanto excesiva. En efecto, la imposición de la multa en cuestión adolece
de carecer de razón o motivo alguno que la legitime legalmente, dejándose a mi representada en un claro
estado de indefensión e incertidumbre jurídica. En este orden de ideas, se hace ineludible citar el siguiente
precedente :

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Marzo de 1999
Tesis: VIII.1o.24 A
Página: 1422

MULTAS FISCALES. REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN. La


única forma de evitar que las sanciones puedan ser irrazonables, desproporcionadas y, por tanto,
excesivas e inconstitucionales, es necesario que se tomen en cuenta los siguientes requisitos: a) La
gravedad de la infracción cometida, b) El monto del negocio, y c) La capacidad económica del
particular. Lo anterior significa que una multa fiscal por más leve que se considere, debe contener las
razones y motivos que la justifiquen, para que de esta manera no se deje en estado de indefensión e
incertidumbre jurídica al particular y quede fehacientemente acreditado por la autoridad que la multa
decretada no es excesiva, pues tal obligación deviene directa y taxativamente del artículo 22 constitucional;
mismo que en relación con el artículo 16 de nuestra Carta Fundamental, en el que se exige que todo acto de
autoridad debe estar debidamente fundado y motivado sin excepción alguna, conduce a establecer que todo
acto de autoridad que incida en la esfera jurídica del gobernado, debe contener las reglas adecuadas
para que las autoridades impositoras tengan la posibilidad de fijar su monto o cuantía, tomando en
cuenta como se dispuso con antelación la gravedad de la infracción, la capacidad económica del
infractor, la reincidencia de éste en la conducta que la motiva y en fin, todas aquellas circunstancias
que tiendan a individualizar dicha sanción; de ahí que al no existir esos requisitos, obvio es que la
imposición aun de la infracción mínima, sin estar debidamente fundada y motivada, resulta violatoria
de sus garantías individuales.

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PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Revisión fiscal 86/98. Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Administrador Local Jurídico de Ingresos de
Durango. 13 de enero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: René Silva de los Santos. Secretario: Miguel
Rafael Mendiola Rocha.

Nota: Sobre el tema tratado existe denuncia de contradicción de tesis número 27/99, pendiente de resolver en
la Segunda Sala.

( lo resaltado es nuestro )

Es por lo señalado, que diáfanamente se aprecia que la autoridad hacendaria omite


individualizar la imposición de la multa, respecto de mi poderdante, lo que da lugar a que su actuación no se
encuentre ajustada a derecho y, por ende, resulte susceptible de anulación, misma que en este momento
reclamo.

SEXTO.- Infracción a lo regulado por el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación.

Niego en forma lisa y llana que mi representada haya cometido la infracción que se le
imputa y que supuestamente da lugar a la imposición de la sanción que en este acto se combate.

A fin de demostrar la veracidad de los extremos fácticos y legales aquí sostenidos, procedo a
ofrecer de parte de mi poderdante, las siguientes :

PRUEBAS:

I. LA DOCUMENTAL PUBLICA, consistente en copia fotostática simple de oficio número


.................................................. de fecha ..................................., emitido por la Administración Local de
Auditoria Fiscal número ............ del Centro del Distrito Federal, suscrito por el
Licenciado ..........................................., supuesto Administrador Local de Auditoria Fiscal, a fin de probar la
existencia del acto combatido.

II. LA DOCUMENTAL PUBLICA, consistente en copia fotostática simple de la diligencia


de notificación C.R.H. 200 suscrita por el Administrador Local de Recaudación Act. ...................................

III. LA DOCUMENTAL PUBLICA, consistente en constancia de notificación de fecha


------------------------ del presente año, suscrita por el C. Notificador ............................ y a virtud de la cual se
desprende la fecha en que se hizo saber a mi poderdante el acto impugnado.
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Por lo anteriormente expuesto y fundado,

A ESA H. ADMINISTRACION, atentamente solicito se sirva:

UNICO.- Tenerme por presentado en términos del presente recurso y, en su oportunidad,


dictar resolución revocando el acto atacado, por así corresponder conforme a derecho.

PROVEER DE CONFORMIDAD SERA JUSTICIA.

México, Distrito Federal a .................................... del dos mil uno.

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