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INFORMACIÓN DEL TRABAJO

TITULO: SE VULNERA EL DERECHO A LA IGUALDAD DEL ACUSADO, EN

LOS PREACUERDOS QUE VERSEN SOBRE HURTO CALIFICADO EN DONDE

NO SE

REINTEGRA EL INCREMENTO PATRIMONIAL FRUTO DEL DELITO

Previo a la entrada en vigor de la “ley 906” del año 2004 (proyecto de dicho año, pero

entrando en vigencia en el 2005), que modificó el código de procedimiento penal, el

paradigma se encontraba determinado por un sistema penal de carácter inquisitivo. La idea

de este proceso de reforma del sistema radicó en romper con ese paradigma y dar un giro

hacia un sistema penal de carácter acusatorio. En esta misma línea, se dio otra profunda

modificación, en este caso del código penal instaurada mediante la “ley 599”, en donde se

deja de lado la idea de “hecho punible” y se enfoca principalmente en la noción de

“conducta punible”. Fue un camino que se inició a partir de la “Constitución Política” del

año 1991. Una visión que se proyectó sobre varios de los países del continente desde la

década del ´80, mediante diferentes reformas que se llevaron adelante con sustento en

diversas razones. Lo primordial de estas reformas se pueden resumir - más no para

simplificar la definición - en un proceso de modificación de los sistemas inquisitivos, para

reemplazarlos por sistemas de carácter acusatorio.

Dentro de este nuevo enfoque, la finalidad del legislador de la época radicó en reducir la

litigiosidad, diagnosticando una severa congestión del sistema judicial y de los sitios de

detención o reclusión (cárceles), como así reducir los tiempos de los procesos. En base a

estas ideas, se introdujeron dentro del sistema, ciertas herramientas o figuras (incluidas en
el código de procedimiento penal), tales como el principio de oportunidad (art. 323), la

aceptación de cargos y los preacuerdos con reducción de hasta la mitad de la pena

imponible (arts. 348, 350 y 351).

Aquí corresponde detenerse, definiendo de forma inicial en qué consisten estos preacuerdos

y negociaciones que se dan entre el imputado y el órgano titular de la acusación (“Fiscalía

General de la Nación”). Cada parte tiene determinados fines en el proceso de negociación;

la Fiscalía persigue que el sujeto punible acepte los cargos dentro del escrito de acusación

con la

finalidad de evitar el proceso, en su totalidad o al menos varias etapas de él, aplicando de

esta manera el “principio de celeridad”; y por su parte el imputado o acusado persigue la

idea de que la Fiscalía descarte ciertos elementos que podrían acentuar el monto de la pena.

(Quintero, 2012). Como se puede apreciar, dentro del sistema penal acusatorio, ambas

partes tienen la libertad para arribar a determinados acuerdos, que por sus características

resultan vinculantes para el juez de conocimiento, quien sólo puede abstenerse de impartir

legalidad en los casos en que se vulneren o quebranten las garantías fundamentales.

Dentro de estas posibilidades establecidas, también se encuentra la limitación para ciertos

casos en particular. Puntualmente lo establecido por el art. 349, en el título II del “Código

de Procedimiento Penal”. El mencionado establece la prohibición de celebrar preacuerdos

con relación a delitos en virtud de los cuales el sujeto punible obtuviese un incremento de

carácter patrimonial. Dentro de esa limitación, existe la posibilidad de poder acceder al

preacuerdo; siempre y cuando el sujeto activo realice un reintegro del 50% (como mínimo)

del valor y, además, asegure la previsión del remanente. Es primordial para el presente

trabajo de investigación, realizar un análisis acabado sobre cómo estos preacuerdos y

negociaciones operan en determinados casos. Más específicamente, como ya se ha podido


apreciar, los casos particulares de los delitos en los cuales el sujeto punible obtiene un

determinado incremento patrimonial - esto como fruto directo de su accionar delictivo -,

situación en la cual el ordenamiento veta la posibilidad de proponer preacuerdos a la

Fiscalía. Esto a la luz de la letra de la “Constitución Política” de 1991, que establece el

derecho a la igualdad, dentro de los derechos fundamentales, específicamente en su art. 13.

Sin lugar a duda son temáticas ampliamente tratadas por la doctrina, desde diferentes

enfoques. No se puede dejar de lado, ni libradas al azar, ninguna de estas nociones. Resulta

imperativo analizarlas en su conjunto, para así llegar a una conclusión acorde al objeto de

estudio.

1 - PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

Sobre la base del sistema penal acusatorio, la noción de preacuerdos y/o negociaciones,

resultan ser herramientas de uso frecuente. Con miras a descomprimir la presión que puede

existir sobre el sistema jurídico, se recurre a estas figuras con contenido transaccional para

arribar a una terminación temprana o anticipada del proceso. Figuras claramente destinadas

a evitar el colapso del sistema judicial; pero que deben ser aplicadas de la forma correcta,

dentro de contextos de plena confianza y lealtad, que aseguren una buena comunicación y

sin socavar el prestigio de la administración de justicia. Identificando las características del

sistema penal acusatorio colombiano - con todo lo que ello representa - resulta imperativo

analizar las bondades del esquema de preacuerdos y negociaciones reconocido por la

normativa, pero, además, realizar un acercamiento a aquellas situaciones en las cuales no es

posible aplicar esta herramienta de culminación anticipada de los procesos.


El propio legislador fue quien introdujo un freno a estas herramientas. Más específicamente

en todo lo que tiene que ver con lo establecido por el “Código de Procedimiento Penal”.

Éste, dentro del título II, capítulo único, en su art. 349, realiza una limitación en cuanto a la

aplicación de preacuerdos, en referencia a aquellos delitos en los que el sujeto activo del

accionar punible percibe un aumento en su patrimonio.

Como se analizará oportunamente, de esta noción surge el interrogante que servirá de motor

para el presente trabajo: ¿De qué forma se ve vulnerado el derecho a la igualdad del sujeto

acusado, por la limitación impuesta sobre aquellos preacuerdos que versen sobre hurto

calificado, en donde no se reintegran los montos equivalentes al incremento patrimonial

fruto del delito?

2 - OBJETIVOS

El objetivo principal del presente proyecto versa sobre la idea de determinar si el derecho a

la igualdad del acusado se ve vulnerado, en los casos donde el propio código impide la

procedencia de los acuerdos o negociaciones, cuando se trate de delitos de hurto calificado,

donde no se reintegraren los montos - frutos del delito - que representen un incremento

patrimonial para el sujeto activo del accionar delictivo.

Realizar un acercamiento a las diferentes nociones que componen el enunciado. Desde la

idea de “apoderarse”, vinculada al delito de hurto, pero también definir claramente los

institutos en cuestión - preacuerdos y negociaciones - y cómo estos se insertan en el sistema

penal acusatorio. Como objetivo específico, analizar el marco normativo, recurriendo a


diferentes postulados de la doctrina, para determinar cómo funcionan estos acuerdos

dentro del sistema.

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