Muchos trastornos neurológicos pueden ser confundidos con la ACV, ya que en su
mayoría producen alteraciones motoras y sensitivas, por lo que al realizar la anamnesis y la evaluación médica es necesario que siempre se tengan presentes otros problemas que puedan ser confundidos con el ictus. Y esto suele ocurre con ciertos tumores del lóbulo parietal y con ataques isquémicos transitorios, que aunque se presentan de forma similar no generan las mismas secuelas ni los mismos daños cerebrales. Tratamiento de fisioterapia Durante la estadía del paciente en el centro médico se puede comenzar con el proceso de rehabilitación intrahospitalaria por lo que mientras más rápido se comience la terapia, mejores resultados se podrán obtener. En la fase aguda, las sesiones de fisioterapia no serán tan prolongadas pero si deben ser coordinadas mínimo una vez al día, ya que las técnicas respiratorias, las movilizaciones pasivas y luego las activas serán necesarias para evitar atrofias, disminución de la amplitud articular y problemas asociados con el sistema cardiovascular. Luego cuando ya se ha llegado a la fase en la que el paciente se encuentra en casa, se pueden establecer otros tipos de actividades, entre las que se pueden planificar las siguientes: • Técnicas de respiración: para evitar alteraciones respiratorias ya que suelen ser comunes debido al compromiso de los músculos respiratorios. • Bobath y Rood. Son especiales del área neurología, debido a que se emplean para trastornos de la sensibilidad y para enseñar al individuo como es un movimiento normal. • Método Perfetti. Son un conjunto de técnicas cognitivas que ayudan a la recuperación de los movimientos cotidianos. • Movilizaciones activas y pasivas. Ayudan a tratar y controlar la espasticidad. • Ejercicios de control y aprendizaje motor. Están destinadas a coordinar y controlar los movimientos con el cerebro. • Actividades que implican trabajo de marcha, bipedestación y sedestación. • Electroterapia. Sus indicaciones varían de acuerdo a los síntomas del paciente. • Ejercicios de coordinación, equilibrio y concentración. En el caso de pacientes de poblaciones especiales, es decir en niños o en adultos mayores las actividades son similares pero adaptadas al individuo, ya que los objetivos a cumplir no son iguales.
Fisioterapia y otras recomendaciones para identificar el ACV
La fisioterapia neurológica se especializa en la evaluación funcional y en el tratamiento de todas aquellas enfermedades que pueden comprometer la salud del individuo a causa de un daño en el sistema nervioso, por lo que en nuestro canal de FisioOnline podrás encontrar una serie de vídeos que se encargan de explicar algunas técnicas que se utilizan en esta área de la fisioterapia. Fisioterapia respiratoria en pacientes neurológicos Muchas veces no nos percatamos de que las distintas áreas de fisioterapia pueden ser realizadas en conjunto, es lo mismo que ocurre con los problemas de origen neurológico que desencadenan alteraciones en el aparato respiratorio, por lo que ambas especialidades deben ser utilizadas en pacientes con ACV. ¿Cuál es el pronóstico de la ACV? El pronóstico de los pacientes con ACV en general va a depender del daño neurológico, del tipo de ictus y además se relaciona con la prontitud en qué se realizo el tratamiento médico y la rehabilitación. Por lo que son muchos factores a tomar en cuenta cuando se desee hablar de un pronóstico. Entonces, las primeras horas y semanas después de que apareció el ictus serán determinantes para la vida del paciente, ya que en ese tiempo existen mayores probabilidades de mortalidad. En cuanto al pronóstico de recuperación, esta se mantiene en un porcentaje aproximado de un 30% después de pasada la fase aguda, el cual varia dependiendo de la atención médica y de fisioterapia que recibió la persona. Por lo que sin analizar las características del individuo, no se puede decir a ciencia cierta si la recuperación será parcial o total.