Está en la página 1de 2

Luz al final del tunel

“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de


dominio propio” (2 Timoteo 1:7)

¿Alguna vez has sentido miedo o temor?

En ocasiones, el miedo es tan fuerte que no nos permite seguir con la vida, nos paraliza a tal
grado que creemos que no somos capaces de lograr el propósito y metas que Dios nos ha esta-
blecido y nos hace fijar toda nuestra atención y energía en ese estímulo que desencadenó en
nosotros dicha emoción.

El miedo al fracaso, el miedo al rechazo, el miedo a la muerte… todo esto puede distorsionar
nuestra visión de la realidad, nublar nuestros pensamientos y emociones y, sobre todo, llevarnos
a olvidar de nuestra confianza en Dios. Pero ¿sabes qué es exactamente el miedo? El miedo es
un sentimiento de angustia que se experimenta cuando hay un peligro de muerte, una amenaza
a nuestra existencia y genera malestar físico, preocupación excesiva y la sensación de pérdida
de control. Esta es una de las armas favoritas del enemigo para agobiarnos, estorbar en nuestro
caminar con Dios, hacer crecer nuestras dudas y destruir los proyectos de Dios en nuestras
vidas. Sin embargo, la buena noticia es que ¡Jesús ha vencido al enemigo!

En el versículo de 2 de Timoteo 1:7, Pablo nos habla sobre el espíritu de poder, de amor y de
dominio propio dado a nosotros por Dios mismo. Piensa en esto: el Espíritu de Dios, quien resu-
citó a Jesucristo de los muertos, habita en nosotros y nos guía, nos permite saltar murallas y
montañas. Con Él haremos grandes cosas que quizás pensábamos nunca poder lograr, pues
con Dios todo es posible.

En esta temporada estamos atravesando un túnel que parece no terminar, al que aparentemente
no vemos salida, pero hay buenas noticias: lo que estamos viviendo es una temporada y todas
las temporadas, así como las estaciones del año, tienen un inicio y un fin.
.

grupos | másvida
Luz al final del tunel
“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de
dominio propio” (2 Timoteo 1:7)

Hay una luz al final de este túnel y esa luz es JESÚS, quien alumbra los caminos complicados,
los largos, los difíciles de cruzar. Él nos ayuda a llegar al final sanos y salvos.

Es tiempo de ser valientes, de creer que no habrá nada que nos pueda detener, de estar conven-
cidos de que Dios está caminando con nosotros y que está desarrollando en nosotros el carácter
de Jesús para lograr Su propósito.

Reflexiona sobre esto:


¿Has identificado en tu vida áreas que han quedado estancadas por el miedo?
¿Cuál ha sido el mayor miedo que has vencido en tu vida?
¿Qué pasos de valentía darás para hacer crecer aquellas áreas de tu vida en las que has
dentificado miedo?

grupos | másvida

También podría gustarte