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- Dios siempre confía más al que sabe administrar lo que ya tiene, la clave no es lo que
llegue a tener, la clave es como administro lo que ya tengo.
- Ninguno de nosotros pide ser mayordomo, ya somos mayordomos porque a todos se
nos ha confiado algo, un cuerpo, un alma, pensamientos, salud, dinero, trabajo, pareja,
ministerio, dones, talento, relaciones, recursos.
- ¿Qué estoy haciendo con lo que ya se me confió?
La identidad (quien es) de un buen mayordomo no está en las posesiones que tiene sino en su
relación con el dueño de todas las cosas que le fueron confiadas.
Tú vas a ser un buen mayordomo no por lo que tengas sino por la relación que tengas con el
dueño de todas las cosas.
La buena mayordomía comienza en la relación que tengo con el dueño de todas las cosas,
porque el dueño te enseña cómo administrar lo que te confía.
El Señor le pide que venda todo y se los de a los pobres, pero eso no se lo dijo a José de
Arimatea, ni a Nicodemo que también eran ricos, porque del joven rico su relación era primero
con las finanzas antes que, con Dios, le pidió que vendiera lo que tuviera para que pudiera
relacionarse con Jesús.
Esto no era un requisito para los ricos por que no se lo pidió a otros ricos, porque él no poseía
cosas, sino que las cosas lo poseían a él.
Jesús le pide esto porque si quería seguirle tenía que deshacerse de lo que lo poseía, para
algunos lo que le impiden acercarse a Dios es lo que poseen y cuando se quedan sin ello corren
a buscar a Dios.
Las bendiciones pueden llegar a poseernos e impedir que busquemos a Dios, cuando ya no
tenemos las bendiciones recién buscamos a Dios.
Muchas veces lo mejor que nos puede pasar es que nos vaya mal para que nos empiece a ir
bien.
¿Qué busca Dios de sus buenos mayordomos? – Que las posesiones no los posean para Él
confiarles más. En el momento en que las posesiones se conviertan en tu Dios, Dios deja de ser
tu Dios.
La seguridad del joven rico se basaba en lo que tenía, no en el amor y bondad de Dios como
proveedor y dueño de todo.
Dios quiere que tengamos cosas y no que las cosas nos tengan a nosotros, que tu trabajo no te
tenga a ti, sino que tu tengas un trabajo, que tu empresa no te tenga a ti, sino que tu tengas
una empresa, que tu ministerio no te tenga a ti, sino que tu tengas un ministerio.
En el momento que las posesiones te tienen a ti, tú dejas de ser de Dios ahora eres de ellas,
ahora tu fidelidad es para ellas, tu amor es para ellas, tu corazón es para ellas, entonces el
cielo ya no te puede confiar más, porque cuanto más te confía más te alejas del Dios dueño de
todas las cosas.
1 Timoteo 6:17
Dios te da todo para que lo disfrutes. Un padre le da cosas a sus hijos para que sus hijos las
disfruten.
Toda bendición que Dios pone en tus manos para que la disfrutes, el problema es cuando
dejamos de disfrutar lo que Dios nos confió.
Dios nos dice que pongamos nuestra confianza en Él para que nos de cosas para disfrutarlas.
Un buen mayordomo disfruta las cosas sin amarlas, disfruta tu trabajo, pero no lo ames más
que a Dios, disfruta tu servicio al Señor, pero no lo ames más que a Dios, porque en el
momento que los amas más que a Dios ahora esas cosas te dominan a ti.
No debemos elevar las bendiciones a un nivel más alto del que deben estar.
Ejemplo del regalo de un padre a un hijo, se lo das para que lo disfrute, pero ¿te gustaría que
él ame el regalo más que a ti?
Nunca ames más los regalos que al Padre que te da esos regalos.
Mentalidad de Pobreza.
Israel tenía una mentalidad de pobreza, faraón les daba solo lo necesario para tengan una
mentalidad limitada.
Antes que Dios los libere, Él permite que el faraón los mande a hacer ladrillos con paja que
ellos ahora tienen que conseguir, pero no podían bajar la producción ni la calidad.
Eso no fue un castigo de faraón, eso fue una oportunidad de Dios, porque iban a entrar en una
tierra prometida que iba a conllevar más esfuerzo.
Ahora ellos tenían que cambiar la mentalidad de que la paja no iba a llegar para los ladrillos,
ahora ellos iban a tener que ir por la paja a buscarla, Dios permitió eso para que su mente
comenzara a cambiar, si los iba a llevar a una tierra de abundancia no podían entran con la
misma forma de pensar.
Pero, aun así, su mentalidad no cambió, cuando vinieron los espías su mentalidad les decía que
no podrían con tanto.
El Joven rico tenía la mentalidad de disfrutar lo que tenía, pero no la mentalidad para disfrutar
del Dios que no tenía.
1. Los que tienen mentalidad de pobreza creen que todo viene del diablo.
a. El diablo es creador de nada, por lo tanto, no tiene nada que ofrecerte
b. El trabajo te lo dio Dios, lo que pasa es que el diablo se metió y corrompió la
forma en que lo usas.
c. El diablo no te da cosas, pero si se mete en la forma en que las usas para
echarlas a perder.
d. Las capacidades, los dones y talentos te los dio Dios, pero el diablo puede
meterse y cambiar la forma en la que los uses.
2. Sienten vergüenza de las cosas que tienen.
a. Se avergüenzan de las cosas buenas que Dios les ha confiado, sienten pena de
mostrar las bendiciones que Dios les da.
b. El que sabe que el que se lo dio Dios no tiene vergüenza de exhibir lo que Dios
le confió.
3. Piensan que pagan menos de lo que realmente valen las cosas
a. Cuando los elogian, minimizan la bendición.
b. Debemos dar honor al dueño que nos dio la confianza de administrar lo suyo.
4. Necesitan justificar las bendiciones.
a. Levantan una serie de argumentos para justificar la bendición.
b. Levantamos argumentos porque nos avergonzamos de lo que Dios nos da, nos
sentimos no merecedores de ello.
Si Dios te da algo, es porque Él confía en ti, porque Él quiere que lo disfrutes, porque Él quiere
que lo multipliques y porque es tu recompensa de serle fiel.
Mentalidad de materialista.
JOB – La esposa de Job tenia esta mentalidad, Job adoraba a Dios cuando tenía
todo, cuando todo lo perdió Job a doró a Dios con lo único que tenía, su propia
vida. Pero su esposa le dijo que maldiga a Dios y se muera porque su felicidad
estaba en lo que tenía.
LA felicidad de Job estaba en tener a Dios, Dios permitió que todo se perdiera,
pero Dios no se perdió, QUE SE PIERDA TODO EN LA VIDA PERO QUE NUNCA SE TE
PIERDA EL DIOS QUE TE DIO LA VIDA.
Cuando Job se quedó sin nada dijo: de oídas te había oído, más ahora mis ojos te
ven.
Quiere decir que las bendiciones que tenía Job le impedían ver a Dios y cuando
Dios se las quitó logró ver a Dios.
TU NO ERES ALGUIEN POR TENER ALGO, TUERES ALGUIEN POR HABER CONOCIDO A ALGUIEN.
(Vasijas de Barro)
Y el alguien que es Dios el dueño de todo no te va a dar las cosas porque están de moda, te va
a dar las cosas porque es el tiempo de que las administres.