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Clasificación del gasto público

Clasificación institucional. Nos permite identificar qué unidad


gubernamental es la que realiza el gasto. Responde a la pregunta ¿quién
gasta?
Las categorías concretas dependerán de la estructura orgánica del Estado
que se estudie. A modo de ejemplo de las distintas categorías jerárquicas de
la administración argentina a nivel nacional, la Constitución distingue tres
poderes: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial. Dentro del Poder
Ejecutivo, puede apreciarse la Presidencia de la Nación y los distintos
Ministerios. A su vez, dentro de cada Ministerio existen distintas Secretarías,
y dentro de éstas, Direcciones Generales o Direcciones que constituyen los
niveles administrativos de menor jerarquía.

Clasificación económica. Esta clasificación intenta separar categorías de


erogaciones con distintos efectos económicos, diferenciando los gastos
corrientes de los gastos de capital. La utilidad de esta clasificación consiste
en que permite analizar macroeconómicamente el impacto del gasto público,
asociando los gastos corrientes a la variable consumo y los gastos de capital
a inversión.

Los gastos corrientes son aquellos que realiza el Estado para su


funcionamiento diario, son repetitivos y se agotan en el primer uso, por
ejemplo, los útiles de librería o los sueldos de los docentes universitarios o
de los médicos pertenecientes al sistema de salud pública. Los gastos
corrientes no incrementan el patrimonio del Estado, aparecen como una
pérdida en el cuadro de resultados.

En cambio, los gastos de capital sí incrementan el patrimonio del sector


público, no son repetitivos y no se agotan en el primer uso. Ejemplo de un
gasto de capital lo constituye la construcción de un nuevo edificio para una
facultad de una Universidad Pública.

Los gastos corrientes, a su vez, pueden diferenciarse en gastos de


consumo o de transferencia según detraigan (consumo) o no
(transferencia) recursos reales de la economía provenientes del sector
privado. Por ejemplo, el sueldo de un médico es un gasto corriente de
consumo, ya que el Estado está detrayendo del sector privado recursos
reales que no quedan a disposición del sector privado de la economía (ese
mismo médico no podrá ofrecer sus servicios en una clínica privada o
consultorio particular en el horario contratado por el sector público).

En cambio, la jubilación pagada a un médico retirado no provoca tal


detracción al sector privado, no hay una contrapartida de recursos reales
sino flujos financieros, constituyendo un gasto corriente de transferencia.

Los gastos de capital, a su vez, permiten distinguir dos categorías diferentes:


la inversión real (o física) y otras inversiones (en bienes preexistentes o
en inversiones financieras). Ambas categorías incrementan el patrimonio del
Estado (Aparecen en el Activo de su Estado de Situación Patrimonial) pero
solo las inversiones reales incrementan el patrimonio nacional.

Por ejemplo, si el Ministerio de Salud decide construir un hospital público


nuevo, tal gasto de capital será una inversión real, incrementando no solo el
patrimonio del Estado, sino de la Nación. En cambio, si, por ejemplo, compra
un edificio donde funcionaba un hospital privado, el gasto de capital será
considerado como otras inversiones (bienes pre-existentes) incrementando el
patrimonio del Estado, pero no de la Nación.

Clasificación por objeto del gasto. Esta clasificación responde a la


pregunta ¿en qué se gasta?, permitiendo diferenciar el tipo de bien o
servicio que está comprando el Estado. Para ello, se utiliza la clasificación por
incisos, en personal, bienes de consumo, servicios no personales,
transferencias, bienes de capital, trabajos públicos, entre otros.

A diferencia de la clasificación económica, la utilidad de la clasificación por


objeto del gasto reside en el análisis microeconómico del impacto del gasto
público sobre diferentes mercados. Esta clasificación permite una ordenación
sistemática y homogénea de los bienes y servicios, las transferencias y las
variaciones de activos y pasivos, que el sector público aplica en el desarrollo
de sus actividades, facilitando su registro contable y control.

Por ejemplo, en una universidad pública los sueldos de los docentes serán
clasificados dentro del inciso personal, la compra de útiles de librería
como bienes de consumo, la contratación del servicio de limpieza o seguridad
como servicios no personales, la adquisición de computadoras como bienes
de capital, la ampliación de un aula como trabajos públicos y las becas
otorgadas a sus estudiantes como transferencias.
Clasificación por finalidades y funciones. Esta clasificación responde a la
pregunta ¿para qué se gasta? Permite determinar los objetivos generales y
los medios a través de los cuales se estiman alcanzarlos. Las finalidades
contempladas en el Presupuesto Nacional son las siguientes:

  Administración Gubernamental
  Servicios de Defensa y Seguridad
  Servicios Sociales
  Servicios Económicos
  Deuda Pública

Clasificación por ubicación geográfica. Esta clasificación responde a la


pregunta ¿dónde se gasta?

Luego de haber revisado las distintas clasificaciones sobre el gasto público,


Ud. ya puede diferenciar lo que se entiende por gasto público corriente o de
capital, respondiendo a las preguntas ¿quién gasta?, ¿para qué se
gasta?, ¿en qué se gasta? y ¿dónde se gasta?, lo que le va a permitir
tener una idea más acabada de los planes que lleva adelante el gobierno o
una determinada unidad administrativa. A manera de síntesis:

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