Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
APUNTES DE CLASE N ° 15
Tema:
Uno de los objetivos del análisis epistemológico es establecer criterios para evaluar los
méritos de teorías científicas rivales. Aunque no hay un acuerdo unánime al respecto, algunos
autores consideran que la posibilidad de formular explicaciones adecuadas empleando una
determinada teoría científica es una de las razones por las cuales se prefiere esa teoría en lugar
de sus rivales. Pero la aplicación de este criterio para elegir teorías requiere disponer de una
idea clara acerca de cuál es la naturaleza de las explicaciones científicas y de qué condiciones
deben satisfacer para ser adecuadas.
Por otra parte, la propuesta de Hempel se denomina Modelo de cobertura legal porque
no pretende brindar una descripción adecuada de la práctica científica efectiva de explicar,
sino efectuar una reconstrucción racional de la noción de explicación científica, indicar cuál
es su estructura lógica y cuáles son sus condiciones de adecuación. En este sentido, el autor
propone un modelo ideal, un esquema que hace abstracción de los rasgos particulares de las
diferentes explicaciones que formulan los científicos efectivamente.
Explicación: Razonamiento:
Premisa 1
Premisa 2
Explanans …………
Premisa n
Explanandum Conclusión
De acuerdo con Hempel, explicar un hecho es mostrar que su ocurrencia era esperable
a la luz de ciertas leyes y circunstancias antecedentes, en el sentido de que el enunciado
referido al fenómeno a explicar debe inferirse deductiva o inductivamente de los enunciados
del explanans. Esta propuesta se denomina Modelo de cobertura legal precisamente porque
exige que el fenómeno explanandum quede subsumido en una ley general o una regularidad
más abarcadora descripta en el explanans. Es decir, el explanandum debe ser un caso de una
ley general de alcance más amplio descripta en el explanans. Así, toda explicación científica
adecuada de acuerdo con el MCL debe contener alguna ley científica que funcione como
premisa imprescindible para inferir el explanandum. En suma, un razonamiento constituye
una buena explicación de un hecho si muestra que su ocurrencia era necesaria de acuerdo con
las leyes científicas referidas a ese tipo de acontecimientos. Según Hempel la característica de
ser nómicamente esperable -nomos significa ley en griego- es lo que proporciona
inteligibilidad o comprensión, sin que sea necesario postular causas, fines, esencias, u otras
consideraciones metafísicas. De este modo, el autor procura diferenciar las explicaciones
científicas de las míticas o religiosas, eludiendo toda concepción antropomórfica de las
fuerzas de la naturaleza, toda mención a poderes ocultos, al destino o a los planes
inescrutables de algún dios.
un caso del conjunto potencialmente infinito al que refiere la ley explanante. El explanans
incluye, además, ciertos enunciados singulares que describen las circunstancias relevantes
relacionadas con el hecho que se explica, denominados enunciados de condiciones
antecedentes o de condiciones iniciales. En suma, la estructura de una explicación científica,
de acuerdo con el MCL; puede esquematizarse del siguiente modo:
Explicación científica
L1, …...., Ln
Explanans
C1, ……., Cm
Explanandum E
En este esquema, las letras Li representan leyes y las letras Cj representan los enunciados de
las condiciones iniciales o antecedentes en las que se produjo el explanandum descrito en el
enunciado E.
Por ejemplo, ante la pregunta “¿por qué estalló el radiador del automóvil A que
permaneció toda la noche estacionado en la calle K?, se puede responder formulando una
explicación cuyo explanans incluye los siguientes enunciados de condiciones iniciales:
C2: El radiador del automóvil A era de hierro, estaba completamente lleno de agua en
estado líquido y permaneció cerrado, de modo que el volumen de agua no varió.
C3: La temperatura ambiente en la calle K descendió esta noche por debajo de los 0°C, y
la presión atmosférica era la normal.
En caso de que el explanandum sea una regularidad empírica, se la subsume bajo leyes
aún más inclusivas, que frecuentemente son de índole teórica. Una explicación basada en
leyes teóricas también incrementa la comprensión, según Hempel, porque la ley explanante se
refiere un conjunto más amplio de fenómenos que la regularidad empírica explicada. Así, es
habitual que puedan presentarse diferentes regularidades como casos de una o unas pocas
leyes más fundamentales. Pero también es frecuente que las generalizaciones empíricas a
explicar resulten, en rigor, aproximaciones que sólo son verdaderas en cierto ámbito de
fenómenos más limitado que aquel al que se refiere la ley explanante. Por ejemplo, de las
leyes de la mecánica de Newton y su teoría de la gravitación universal, en conjunción con
enunciados singulares referido a la masa de la Tierra y a su radio, se puede deducir a ley de
Galileo referida a la caída de libre de los cuerpos sobre la superficie terrestre. Sin embargo,
esta ley sólo se cumple aproximadamente en las cercanías de la superficie terrestre -donde
puede suponerse que no varía mucho el valor de la aceleración de la gravedad- y en el vacío.
Por otra parte, las leyes de Newton también permiten explicar las trayectorias que describen
los proyectiles, el movimiento orbital de Luna, de los péndulos, las mareas, etc. De este modo,
las leyes de Newton aportan una unidad sistemática al conocimiento disponible acerca de un
ámbito de fenómenos más amplio que aquel al que refiere la ley de Galileo.
Ex.1.
Todo objeto que sea menos denso que el líquido en el cual se lo coloca flota.
Como puede apreciarse a continuación, una explicación similar podría formularse para
explicar el hecho particular de que el cubito de hielo H flotó cuando se lo colocó en el vaso V
que contenía agua en estado líquido:
Ex.2.
Todo objeto que sea menos denso que el líquido en el cual se lo coloca flota.
El cubito H es de hielo.
Ex.3.
lógica tanto de Ex.4 como de Ex.5 no es deductiva, y a fin de destacar gráficamente que estos
razonamientos no son válidos, colocamos una línea punteada para representar la relación
inferencial:
Ex.4.
Ex.5.
Para que una explicación científica sea adecuada, Hempel exige que los enunciados
del explanans tengan contenido empírico, de modo que sea posible contrastarlos
empíricamente, al menos en principio. Los enunciados singulares que describen las
condiciones iniciales son directamente contrastables mediante la percepción del hecho al que
refieren. En cambio, los enunciados generales que expresan las leyes explanantes deben ser al
menos indirectamente contrastables, empleando enunciados singulares que se deduzcan de
aquellos en conjunción con otros enunciados. Las explicaciones Ex.1, Ex.2 y Ex.3 satisfacen
esta condición de adecuación, pero el siguiente razonamiento no lo hace, dado que no hay
evidencia empírica que pueda confirmar o refutar los enunciados del explanans:
Ex.6.
Para que una explicación sea adecuada, Hempel exige que todos los enunciados del
explanans sean verdaderos. Pero el explanans contiene enunciados generales que expresan
leyes, y las generalizaciones estrictamente universales no pueden verificarse porque no
podemos observar todos los miembros de un conjunto potencialmente infinito de entidades.
Por el mismo motivo, tampoco son verificables los enunciados que expresan leyes estadísticas
o probabilísticas. De modo que no podemos determinar si este requisito se cumple, aun en el
caso de que efectivamente tengamos una explicación cuyos enunciados explanantes sean
todos verdaderos. Por esto motivo, en la práctica, este requisito es sustituido la condición más
débil de que las leyes del explanans deben estar bien confirmadas por la evidencia disponible
cuando se formula la explicación.
De este modo, una explicación ideal o arquetípica es la que satisface los cuatro
requisitos mencionados, ya que la satisfacción de estos requisitos es condición necesaria para
que una explicación sea adecuada. Las explicaciones que cumplen las primeras tres
condiciones de adecuación y cuyas leyes explanantes están bien confirmadas, son
explicaciones potenciales. Es claro que una explicación potencial puede ser una explicación
adecuada, pero nunca podremos asegurarlo, ya que no podemos establecer si son verdaderas
las leyes del explanans, aun en el caso de que efectivamente lo sean.
Las explicaciones IE son razonamientos inductivos que explican por qué se producen
determinados hechos particulares mostrando que la probabilidad de su ocurrencia era elevada,
dada ciertas leyes estadísticas y determinadas condiciones antecedentes o iniciales. Así, el
explanandum de una explicación IE es un enunciado singular, y en el explanans debe figurar
al menos un enunciado que exprese una ley estadística imprescindible para inferir el
explanandum. Pero este enunciado no se deduce del explanans, pues el razonamiento que
constituye esta explicación es inductivo. Por eso, la verdad del explanans no garantiza la
verdad del explanandum, aunque Hempel exige que lo haga altamente probable. La siguiente
es un ejemplo de explicación IE:
Ex.7.
De acuerdo con Hempel, las leyes científicas se caracterizan por describir una
conexión uniforme entre diferentes fenómenos empíricos o entre distintos aspectos de un
fenómeno empírico. Por ejemplo, la ley de Charles expresa que, dada una determinada
cantidad de gas a presión constante, si aumenta su temperatura, se incrementará su volumen,
mientras que si disminuye la temperatura, decrecerá su volumen. La ley de Galileo establece
que la distancia recorrida por un cuerpo que se deja caer libremente es proporcional al
cuadrado del tiempo empleado para recorrerla. Un ejemplo de ley estadística es la afirmación
de que la probabilidad de que se desintegre un átomo de radio en un lapso de 1620 años es
0.50.
En rigor, un enunciado que describe una conexión uniforme se considerará una ley
sólo si cuenta con suficiente apoyo empírico y/o teórico para considerar que es verdadera. Sin
embargo, muchos de los enunciados que consideramos leyes científicas sólo son
aproximadamente verdaderos, dentro de un ámbito limitado y bajo ciertas condiciones. Por
ejemplo, el efecto de la resistencia del aire sobre un cuerpo en caída libre es uno de los
factores que, en rigor, impide considerar verdadera la ley de Galileo. Similarmente, cuando un
gas está a muy baja temperatura y/o a presiones extremadamente elevadas, no cumple con la
ley de Charles. Por otra parte, un enunciado de forma universal puede considerase una ley
aunque de hecho no haya casos que la cumplan o no los conozcamos, siempre que esa ley
cuente con apoyo teórico. Así, aunque no haya planeta alguno que tenga el mismo tamaño que
la Tierra y el doble de su masa, también debe considerarse ley un enunciado que exprese que
en un planeta de esas características la distancia recorrida por un cuerpo que se deje caer
libremente es proporcional al cuadrado del tiempo empleado para recorrerla pero su
aceleración duplicará la que tendría al caer sobre la Tierra. Se considera que este enunciado
expresa una ley porque, como la ley de Galileo, se deduce de la teoría mecánica de Newton.
En realidad, de esta teoría se deduce que estas leyes de caída libre se cumplen de modo
aproximado, incluso en el vacío.
Si bien todas las leyes –sean universales o estadísticas- son enunciados generales, esta
característica junto con la exigencia de que sean verdaderos no es suficiente para diferenciar
los enunciados que expresan leyes genuinas de los que expresan generalizaciones cuya verdad
es meramente accidental. En efecto, los enunciados “Todos los objetos metálicos son buenos
conductores de la electricidad” y “Todos las plantas de mi balcón están secas” tienen la
misma forma lógica –universal- que podríamos esquematizar del siguiente modo:
Aunque estos dos enunciados comparten la misma forma lógica, creemos que el
primero expresa una ley genuina pero que no sucede lo mismo con el segundo, pues la verdad
de este último es meramente casual. Mañana podría colocar una nueva planta que no esté seca
en mi balcón; además, no parece haber ninguna ley natural que impida la presencia de plantas
que no estén secas en mi balcón. En suma, no podemos caracterizar una ley como un
enunciado verdadero de forma general, ya que incluso enunciados que satisfacen esta
condición, no son leyes genuinas sino generalizaciones accidentales.
hecho referido en el consecuente. Así, la ley “Todos los objetos metálicos son buenos
conductores de la electricidad” brinda apoyo al condicional contrafáctico “Si este libro
hubiera sido un objeto metálico, habría sido un buen conductor de la electricidad”. En cambio,
la generalización accidentalmente verdadera “Todas las plantas de mi balcón están secas” no
parece brindar apoyo al condicional contrafáctico “Si esta planta hubiera estado en mi balcón,
se habría secado”.
iii. no debe referirse a una región espacio-temporal determinada –tal como mi balcón ahora-.
Sin embargo, esta propuesta es muy restrictiva pues no permitiría considerar leyes
genuinas las leyes de Kepler, ya que refieren al Sol, un objeto particular que, en cada
momento del tiempo, ocupa una región del espacio determinada. De todos modos, por
deducirse de la teoría mecánica de Newton, las leyes de Kepler se consideran leyes. En
cualquier caso, no hay acuerdo acerca de cuándo la forma de un enunciado es esencialmente
general.
Primera consigna:
Empleando algunos de los enunciados que figuran a continuación, elabore una explicación
nomológico-deductiva del enunciado explanandum E: “El charco de agua de la vereda V no
se congeló anoche”. Indique cuáles de los enunciados expresan leyes y cuáles describen
condiciones iniciales:
2. El cloruro de sodio que contiene la sal tiene la misma cantidad de átomos de cloro
que de sodio.
5. Las moléculas de agua contienen dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno unidos
por un enlace covalente.
Segunda consigna:
Indique cuáles de los siguientes enunciados universales puede considerarse leyes científicas
genuinas, y cuáles son generalizaciones accidentales. Justifique cada caso.
1. Los felinos del género panthera son predadores de animales de gran tamaño.
3. Cualquier planta que crezca en zonas desérticas puede acumular agua y nutrientes en
sus tejidos.
5. Explicaciones causales
Ex.8.
Es importante destacar que, si bien toda explicación causal puede en principio ser
reformulada de modo tal que se adecue a modelo ND, no toda explicación ND es causal. De
acuerdo con Hempel, sólo pueden ser explicaciones causales aquellas cuyo explanandum
refiere a un hecho particular, así que no son causales las explicaciones ND de regularidades.
Por ejemplo, la explicación Ex.1 de por qué el hielo siempre flota en el agua en estado líquido
no es una explicación causal, ya que el explanandum es una regularidad y no un
acontecimiento particular. En cambio, sí podríamos considerar causal la explicación Ex.2
cuyo explanandum alude al caso de un cubito de hielo determinado.
Pero incluso hay explicaciones ND de hechos particulares que no son causales, porque
sus leyes explanantes no establecen vínculos causales. De todos modos, es importante
destacar que no hay acuerdo acerca de qué conexiones son realmente causales, ni acerca de si
la noción de causalidad es metafísica. Hempel considera que en toda relación causal hay un
orden temporal: la causa no puede ser posterior al efecto, así que los términos de una relación
causal no son permutables. Además, sostiene que la conexión entre causa y efecto debe ser
regular e invariable. Por este motivo, afirma que las leyes causales aluden a una sucesión de
estados, de modo que las leyes referidas a coexistencia de estados no son causales.
Por ejemplo, podemos explicar por qué la longitud de la sombra proyectada por un
muro M a determinada hora del día de hoy es L metros, mencionando en el explanans la
relación trigonométrica que vincula esa longitud con la inclinación de los rayos de luz del Sol
con respecto al piso a esa hora en el día de hoy y la altura del muro. Sin embargo, el vínculo
entre la altura del muro y la longitud de la sombra que proyecta no parece ser causal, pues la
ley que las conecta no refiere a una sucesión de estados. Esta ley expresa una relación
matemática, una función que a cada valor posible de altura de un muro, y cada ángulo de
inclinación de los rayos de luz, le hace corresponder un único valor para la longitud de la
sombra proyectada. La explicación nomológico-deductiva sería la siguiente:
Ex.9.
La tangente del ángulo ϕ formado por los rayos de luz del Sol y el piso es T.
6. Explicaciones parciales
Las explicaciones parciales son aquellas cuyo explanans provee razones suficientes
para creer que aconteció o acontece un hecho del tipo que quiere explicarse, pero no para
creer que sucedió o sucede precisamente el fenómeno explanandum. En tales casos, el
explanans no explica este fenómeno específicamente, sino una clase más amplia de
acontecimientos que lo incluye. La explicación parcial será más o menos débil según esa clase
sea más o menos amplia. Este tipo de explicaciones son habituales, según Hempel, en
psicoanálisis y en historia. Además, el tipo de incompletitud o deficiencia en el argumento
explicativo parcial no puede corregirse por la mera explicitación de leyes –como sucede con
las explicaciones causales- ni por el agregado de condiciones iniciales implícitas –como en el
caso de la mayoría de las explicaciones científicas-.
Hempel proporciona como ejemplo una explicación formulada por Freud de un error
que cometió al escribir una fecha, mencionando como explanans su deseo subconsciente de
que ese día fuera el de la fecha que escribió equivocadamente. Si bien en esta explicación
Freud no explicita leyes explanantes, Hempel sostiene que podría formularse una hipótesis
nomológica –es decir, con forma de ley- para incluir en el explanans como la siguiente:
“Cuando una persona tiene un deseo intenso, aunque quizá subconsciente, si incurre en un
desliz al escribir, hablar o recordar, éste adoptará una forma que exprese simbólicamente ese
deseo”. Sin embargo, incluso si se agregara como ley explicativa esta hipótesis, no se
deduciría el enunciado específico de que Freud cometió el error en cuestión al escribir una
fecha determinada. Sólo se deduciría un enunciado más general referido a que él cometió
algún desliz –recordando fechas, o escribiendo nombres, o mencionando lugares, o…etc.- que
expresaba su deseo subconsciente.
7. Explicación y predicción
Hempel sostiene que las explicaciones brindan comprensión porque muestran que el
fenómeno a explicar era esperable a la luz de la información provista por el explanans. Y las
leyes del explanans de una explicación adecuada, por ser enunciados generales, se refieren no
sólo a acontecimientos ya ocurridos o conocidos, sino también a casos de la misma clase que
aún no ocurrieron, o cuya ocurrencia se desconozca. Por eso, un razonamiento que provee una
explicación adecuada de hecho, también hubiera hecho esperable la ocurrencia de ese hecho
en las circunstancias adecuadas. Así, Hempel defiende la tesis de la identidad estructural de la
explicación y de la predicción, la tesis de que las explicaciones y las predicciones no difieren
en su forma lógica sino sólo en aspectos pragmáticos. En efecto, al formular una explicación
sabemos que aconteció el hecho a explicar, y buscamos las leyes y las condiciones iniciales
que permitan dar cuenta de su ocurrencia. En cambio, al formular una predicción no sabemos
si ocurrió u ocurrirá el fenómeno predicho, pero sí conocemos las leyes y las condiciones
particulares que permiten inferir que sucederá ese hecho.
i. Primera subtesis: cualquier explicación adecuada podría haberse empleado para predecir la
ocurrencia del fenómeno explicado, en caso de que la ocurrencia de éste no se hubiera
conocido en el momento de formular el razonamiento explicativo. Es decir, las explicaciones
tienen un carácter potencialmente predictivo.
La cucharita C se dilatará
ii. Segunda subtesis: cualquier predicción adecuada podría emplearse como explicación del
fenómeno predicho, cuando se conozca que éste efectivamente ocurrió. Es decir, toda
predicción tiene carácter potencialmente explicativo.
Ambas subtesis fueron objetadas pero no estudiaremos en este curso ni esas objeciones
ni las réplicas de Hempel. Sólo indicaremos que, como consecuencia de estas críticas, Hempel
finalmente concluye que la primera tesis es correcta, pero admite que la segunda plantea
dificultades aún no resueltas, al menos en el caso de las explicaciones y predicciones
Ex.10.
Ex.*11.
Pero el problema es más serio aún si consideramos que, dada la tesis de la identidad
estructural entre explicación y predicción, estos razonamientos rivales podrían emplearse para
formular predicciones contradictorias. Recordemos que cuando formulamos una predicción
no sabemos si ocurrirá el hecho descripto en la conclusión del razonamiento predictivo. La
situación se torna más alarmante aún si esta clase de razonamiento predictivos se emplean
para tomar decisiones con consecuencias prácticas. Por ejemplo, una persona podría estar
interesada en viajar a Buenos Aires la última semana de junio sólo si durante esa semana el
clima será cálido. En tal caso, antes de decidir si viajar o no, tendría que decidir cuál de estos
razonamientos rivales emplear para inferir una predicción. En caso de que no sepa si el
fenómeno de La Niña se produjo, no podrá determinar si debe emplear la ley estadística que
figura en el razonamiento Ex.10 o la que figura en el razonamiento Ex.*11. Así que no sabrá
si en la última semana de junio se registrarán altas temperaturas.
Tercera consigna:
Cuarta consigna:
Indique si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas, justificando en cada caso:
Quinta consigna: