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Burrhus Frederic Skinner (1904-1990)

Fred Skinner, como era mejor conocido por sus allegados y colegas, se crio en una
familia de medios modestos y altos principios en Susquehanna, Pensilvania, una
pequeña "ciudad ferroviaria" en el río Susquehanna, cerca de la frontera con el estado
de Nueva York. Era hijo de William A. Skinner, un abogado, y de Grace Burrhus
Skinner, a quien describió como "brillante y hermosa", con "estándares rígidos de lo
que era correcto". Se le dio la libertad de aprovechar todos los aspectos variados de la
vida de un pueblo pequeño a principios de este siglo, con oportunidades para expresar
sus aptitudes en varias direcciones. Su mayor amor era la literatura, y su maestra más
querida fue Mary Graves, una profesora de inglés muy culta bajo cuya atenta mirada
aprendió a dibujar, pintar y apreciar clásicos tan conocidos como Historia de dos
ciudades, Macbeth, y Silas Marner, así como El viaje del Beagle de Darwin y La
expresión de la emoción en el hombre y los animales. Sus estudios con Miss Graves,
junto con su trabajo a tiempo parcial en The Transcript, el periódico local de
Susquehanna, lo llevaron a interesarse por la escritura como carrera.
A la edad de dieciocho años, Fred se matriculó en Hamilton College, una institución
privada de gran prestigio en la parte alta del estado de Nueva York, donde fomentó su
interés por la literatura inglesa, las lenguas romances y las ciencias biológicas. Más
tarde escribió que nunca había encajado realmente en la vida estudiantil de Hamilton,
pero se unió a una fraternidad e hizo varias amistades estudiantiles duraderas.
Además, y lo que es más importante, se benefició enormemente de Percy Saunders, su
profesor de química, en cuya casa instruyó al hijo menor en matemáticas. En la casa
Saunders encontró un vivo interés por la música, la literatura y las bellas artes, así
como por la astronomía y la horticultura, lo que le permitió continuar por el camino que
la señorita Graves había señalado en la escuela secundaria.
Al final de su tercer año, Fred asistió a la Middlebury School of English, en Breadloaf,
Vermont, para probar su talento como escritor. Los resultados fueron lo suficientemente
positivos como para llevarlo, al graduarse de Hamilton, a trabajar breve pero
insatisfactoriamente en ese campo. Esto fue durante lo que él llamó su "año oscuro",
un período en el que trabajó en su casa, escribiendo un libro junto con su padre sobre
decisiones legales en la industria del carbón de antracita, después de lo cual gastado
seis meses en Greenwich Village, saboreando el ambiente bohemio y trabajando en
una librería. Después de esto, pasó el verano en Europa y, al concluir que no tenía
nada sobre lo que escribir, solicitó y fue aceptado por la Universidad de Harvard para
realizar estudios de posgrado en psicología, cuyas principales calificaciones parecen
haber sido algo de lectura. de Jacques Loeb, Ivan Pavlov, Bertrand Russell y John B.
Watson. Al recibir su título en 1931, Fred se quedó en Harvard cinco años más,
apoyado a su vez por el Consejo Nacional de Investigación y como becario de Harvard.
Sus experimentos, tenían dos fuentes principales: su amor por los artilugios y la
convicción, derivada de sus lecturas, de que había orden en el comportamiento animal
individual. Ambos factores estuvieron involucrados en su estudio de 1930 sobre el
comportamiento alimentario de las ratas de laboratorio. Su desarrollo del registrador
acumulativo de respuestas por parte de sujetos experimentales fue en parte una
función de su interés en "hacer cosas" e hizo posible encontrar una legalidad hasta
ahora desconocida en tal comportamiento. A partir de ese momento, con la tasa de
presión de la palanca como su variable independiente, nuevos experimentos surgieron
de un día para otro, en condicionamiento, extinción, discriminación y encadenamiento.
Se convirtió en el conductista más famoso del siglo XX. Se ubicó de lleno en el campo
conductista porque consideraba que los psicólogos deberían limitarse al estudio de las
conductas observables y no especular acerca de lo que sucede en la mente del animal
mientras aprende. La investigación de Skinner se enfocó en ampliar y perfeccionar las
técnicas desarrolladas por Thorndike para estudiar la forma en que los animales
aprenden nuevas respuestas, desarrolló un aparato de aprendizaje automatizado que
fue adoptado de manera general por otros investigadores que lo llamaron la “caja de
Skinner”. También hizo muchas contribuciones importantes a la comprensión de cómo
aprenden los animales la relación entre las respuestas y las consecuencias. Una de
sus aportaciones más importantes ocurrió por accidente. En la actualidad, el nombre de
B.F. Skinner es mucho más conocido que el de Watson o el de Thorndike debido a que
su influencia se extendió más allá del laboratorio para cumplir su ambición inicial de
convertirse en escritor, Skinner escribió varios libros populares, como Walden Dos,
donde describe una sociedad utópica altamente regulada, en donde las conductas
socialmente deseables se mantienen por medio del mismo tipo de programas de
entrenamiento que Skinner usaba con sus palomas y ratas, aunque las ventas iniciales
del libro fueron decepcionantes, en las siguientes décadas su fama y sus lectores
aumentaron, y se convirtió en un éxito de ventas a finales de la década de 1960 y
principios de la de 1970, sobre todo en los recintos universitarios, donde atrajo a los
estudiantes que tenían un interés cada vez mayor en estilos de vida alternativos y las
comunas.
Para mediados del siglo XX, Skinner era el psicólogo más famoso del mundo, lo que en
parte se debió a su controvertido libro Más allá de la libertad y la dignidad, el cual se
convirtió en un éxito de ventas en este libro, Skinner defendía una forma extrema de
conductismo, llamada conductismo radical, y afirmaba que la conciencia y el libre
albedrío eran ilusiones asimismo, aseguraba que los seres humanos, como todos los
otros animales, funcionan produciendo de manera ciega respuestas preprogramadas
ante estímulos ambientales el libro, que apareció a finales de la década de 1960, un
momento en que mucha gente se había liberado del control social, atrajo mucha
atención, aunque no toda era positiva. Skinner siguió promoviendo el conductismo
radical hasta la noche de su muerte en 1990, que había dedicado a preparar una
plática para una convención próxima, la plática se titulaba “¿Puede la psicología ser
una ciencia de la mente?” (Por supuesto, su respuesta era un rotundo ¡no!) Pero para
esa época, la corriente dominante en la psicología había traspasado los confines
estrictos del conductismo para enfocarse en los mismos eventos mentales que Skinner
y sus compañeros conductistas habían luchado tan duro por desacreditar.
El 18 de agosto de 1990, en Cambridge, Massachusetts, murió Burrhus Frederic
Skinner, víctima de leucemia, a la edad de 86 años. En su fallecimiento, el mundo ha
perdido a la figura líder en la ciencia del comportamiento de este siglo: un
experimentalista, un teórico, un tecnólogo, diseñador cultural y humanista.
(Keller, 1991)
El conductismo
Los conductistas trataron de distanciarse de los métodos introspectivos de los filósofos
y los psicólogos que reflexionaban acerca de las funciones internas de su propia mente
y, en cambio, afirmaron que la psicología debe ser el estudio de conductas
observables, John Watson, un pionero del conductismo, llevó a cabo estudios
sistemáticos de privación sensorial para determinar cómo aprenden las ratas a
orientarse en un laberinto, B.F. Skinner promovió el conductismo radical argumentando
que la conciencia y el libre albedrío son ilusiones y que incluso las funciones cognitivas
“superiores”, como el lenguaje humano, pueden explicarse como una serie de
asociaciones estímulo-respuesta aprendidas, también desarrolló muchas herramientas
y procedimientos para el estudio del aprendizaje que se siguen utilizando en la
actualidad.
En la década de 1920 surgió una aproximación estadounidense al aprendizaje llamada
conductismo, que se basó en el trabajo de Pávlov y Thorndike afirmaba que la
psicología debía limitarse a estudiar las conductas observables (como las presiones de
palanca, la salivación y otras acciones físicas observables) y evitar las referencias a
eventos mentales internos que no eran observables y con frecuencia estaban mal
definidos como, la conciencia, el propósito y el pensamiento, los partidarios de este
enfoque, llamados conductistas, querían distanciarse de los filósofos y los psicólogos
que reflexionaban acerca de las funciones internas de la mente por medio de la
introspección personal y la observación anecdótica los conductistas deseaban que la
psicología se tomara en serio como una rama rigurosa de las ciencias naturales, y que
no se considerara inferior a la biología o la química.
A principios de la década de 1920 el conductismo se había convertido en la
aproximación dominante a la psicología del aprendizaje, sobre todo en estados Unidos.
los conductistas afirman que los psicólogos deben estudiar sólo eventos observables y
no especular acerca de lo que ocurre dentro de un organismo. los conductistas no
niegan la existencia de procesos mentales internos, pero afirman que son temas
innecesarios e inapropiados para el estudio científico de la conducta. en tanto, John
Watson, el padre del conductismo, propuso que la psicología debiera ser una rama
puramente experimental de las ciencias naturales, cuya meta es la predicción y el
control de la conducta de animales y seres humanos. Mientras que Clark Hull desarrolló
teorías matemáticas exhaustivas del aprendizaje animal y humano, que podían
someterse a una prueba rigurosa en estudios experimentales. Por su parte, B.F.
Skinner realizó estudios detallados de los factores que controlan la conducta, al mismo
tiempo que llevaba el mensaje de los conductistas al público general por medio de
libros controvertidos con un gran número de lectores, Edward Tolman, un
neoconductista, combinó el rigor científico de la metodología conductista con la
consideración de eventos mentales internos como metas y mapas cognitivos del
ambiente aunque son pocos los psicólogos modernos que son conductistas estrictos, el
énfasis que ponen en los datos experimentales y la búsqueda de regularidades
legítimas y replicables en la conducta mantiene su influencia en todas las formas de la
psicología, incluso en los estudios cognitivos del aprendizaje y la memoria humanos.
(Gluck, 2009)
Experimento con ratas
A principios de la década de 1940, Skinner se encontraba en su laboratorio la tarde de
un viernes, preparando algunos estudios en que enseñaría a sus ratas a realizar una
respuesta para obtener bolitas de alimento. se dio cuenta de que no tenía suficiente
comida para llevar a cabo todos los experimentos planeados para ese fin de semana.
En lugar de cancelar los experimentos o salir a conseguir más alimento para ratas,
Skinner decidió ahorrar bolitas proporcionando comida a las ratas sólo después de que
dieran dos tres respuestas correctas seguidas. esto lo llevó a uno de sus mayores
descubrimientos: cuando las ratas se entrenan con un programa de reforzamiento
intermitente, aprenden a responder de manera tan rápida y frecuente como cuando se
les recompensa en cada ensayo; incluso, en ocasiones lo hacen mejor.
Skinner desarrollo un paradigma donde, el animal permanece en el aparato y puede
responder tan a menudo (o tan rara vez) como decida. asimismo, inventó una jaula,
que hoy se conoce como caja de Skinner, con un comedero en la pared a través del
cual se entrega el alimento de manera automática, la caja también contiene un
mecanismo, como una palanca o un disco sensible a la presión, que controla la entrega
de la comida cuando el animal presiona la palanca o toca el disco, cae alimento en el
comedero. Mientras el animal explora la caja, en algún momento puede presionar por
accidente la palanca o el disco y recibir comida, con el tiempo, a medida que el animal
aprende la relación entre la respuesta r (presionar la palanca o el disco) y la
consecuencia c (obtener comida), hay un incremento considerable en la tasa con que
presiona la palanca o el disco.
Skinner llamó a su sistema paradigma de operante libre, lo cual significa que el animal
puede operar el aparato con libertad, siempre que así lo decida. en décadas
posteriores, la adopción del paradigma de operante libre de Skinner se generalizó tanto
que el término “condicionamiento operante” fue empleado como sinónimo de
“condicionamiento instrumental”, como suele hacerse con “estados unidos” y “américa”.
Un experimento de operante libre puede hacerse un poco más complejo si se agrega
un estímulo e (como una luz en una pared de la caja) que señale si la respuesta r se va
a reforzar: por ejemplo, presionar la palanca mientras la luz está encendida dará lugar
a la entrega de comida (consecuencia c), pero cuando la palanca se presione mientras
la luz esté apagada no se entregará comida, la tasa media de respuesta se
incrementará en la medida en que una respuesta r en presencia de un estímulo e
produzca una consecuencia c se denomina reforzamiento al proceso en que una
conducta recibe consecuencias que incrementan su probabilidad, si la consecuencia
es, por ejemplo, una descarga eléctrica, ocurriría el proceso opuesto; en términos
formales, el castigo es el proceso en que una conducta recibe consecuencias que
disminuyen su probabilidad de ocurrencia, la segunda mitad del experimento, mostrada
en la figura 8.2b, ilustra la tendencia a la extinción de una respuesta aprendida cuando
se suspende el reforzamiento luego, Skinner inventó un medio para hacer el registro
automático de las respuestas, Skinner conectó uno de estos dispositivos a una caja de
Skinner para que la plumilla subiera un poco cada vez que el animal daba una
respuesta. la plumilla no se movía si el animal no respondía, de modo que trazaba una
línea recta a medida que el papel se desplazaba. pero cada vez que el animal daba
una respuesta, la pluma hacía una marca y la pendiente de la línea resultante se
marcaba más a medida que las respuestas eran cada vez más rápidas.
(Myers, 2009)

Bibliografía
Gluck, M. A. (2009). Aprendizaje y memoria del cerebro al comportamiento. Mexico:
MCGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE MEXICO.

Keller, F. S. (1991). Burrhus Frederic Skinner. Revista de historia de las ciencias del comportamiento, 3-6.

Myers, C. (2009). Apendizaje y memoria del cerebro al comportamiento. Mexico:


MCGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE MEXICO.

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