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Copia de Historia de La Teoria Atomica
Copia de Historia de La Teoria Atomica
Estructura atómica
Los primeros humanos distinguían fácilmente entre los materiales para hacer ropa,
instrumentos o bienes para alimentarse. Ellos desarrollaron un lenguaje con palabras que
describían estas cosas, tales como “piel,” “piedra” o “conejo.” Sin embargo, ellos no tenían
nuestro actual conocimiento sobre las sustancias que componen estos objetos.
Empédocles, un filósofo y científico griego que vivió en la costa sur de Sicilia, entre los
años 492 y 432 AC, propuso una de las primeras teorías que intentaba describir las cosas
que nos rodean. Empédocles argumentó que toda materia se compone de cuatro
elementos: fuego, aire, agua y tierra. La proporción de estos cuatro elementos afecta las
propiedades de la materia. La teoría de Empédocles era muy estimada, pero tenía varios
problemas. Por ejemplo, no importa cuántas veces se rompe una piedra en dos, las
piezas nunca se parecen a ninguno de los elementos esenciales del fuego, del aire, del
agua o de la tierra. A pesar de estos problemas, la teoría de Empédocles fue un desarrollo
importante del pensamiento científico ya que es una de las primeras en sugerir que
algunas sustancias que parecían materiales puros, como la piedra, en realidad se
componen de una combinación de diferentes "elementos".
Tecnología de materiales Ing. Juan Domingo Batista García
Algunas décadas después de Empédocles, Demócrito, otro griego que vivió del año 460 al
370 AC, desarrolló una nueva teoría de la materia que trataba de resolver el problema de
su predecesor. Las ideas de Demócrito se basaban en el razonamiento, en vez de basarse
en la ciencia. Demócrito sabía que si uno toma una piedra y la corta en dos, cada mitad
tiene las mismas propiedades que la piedra original. El infirió que si uno continúa cortando
la piedra en piezas cada vez más pequeñas, llega un momento en que el pedazo de piedra
es tan pequeño que no se lo puede dividir más. Demócrito llamó a estos pequeños
pedazos infinitesimales átomos, lo que quiere decir “indivisibles”. Sugirió que los átomos
eran eternos y que no podían ser destruídos. Demócrito teorizó que los átomos eran
específicos al material que los formaban. Esto quiere decir que los átomos de piedra eran
propios a la piedra y diferentes de los átomos de otros materiales, tales como la piel. Esta
era una extraordinaria teoría que intentaba explicar todo el mundo físico en términos de
unas cuantas ideas.
Piedra Piel
Finalmente, sin embargo, Aristóteles y Platón, dos de los filósofos más conocidos de la
Antigua Grecia, rechazaron las teorías de Demócrito. Aristóteles aceptó la teoría de
Empédocles, añadiendo su (incorrecta) idea que los cuatro elementos esenciales se
podían transformar entre sí. Debido a la gran influencia de Aristóteles, la teoría de
Demócrito, y la ciencia en general, se atrasó casi 2,000 años. En los siglos 17 y 18 DC,
varios eventos de importancia ayudaron a revivir la teoría que postulaba que la materia
está hecha de partículas pequeñas e indivisibles. En 1643, Evangelista Torricelli, un
matemático italiano y pupilo de Galileo, demostró que el aire tenía peso y que era capaz
de derribar una columna de mercurio líquido (inventado así el barómetro). Este fue un
descubrimiento sorprendente.
Tecnología de materiales Ing. Juan Domingo Batista García
Si el aire, una sustancia que no podíamos ver, sentir u oler, poseía peso, tenía que estar
hecho de algo físico. ¿Pero cómo era posible que algo tuviese una presencia física sin
responder al tacto o la visión humana? Daniel Bernoulli, un matemático suizo, propuso la
respuesta. Desarrolló una teoría que postulaba que el aire y otros gases estaban
compuestos de pequeñas partículas, muy pequeñas para ser vistas y que, además,
estaban libremente empaquetadas en un volumen de espacio vacío. Estas partículas no
podían sentirse porque, al contrario que una pared de piedra sólida que no se mueve, las
pequeñas partículas se mueven a un lado cuando una mano humana o un cuerpo las
atraviesa. Bernoulli concluyó que si estas partículas no estuviesen en un movimiento
constante, se caerían al piso como partículas de polvo. De este modo, visualizó el aire y
otros gases como colecciones de pequeñas partículas parecidas a bolas de billar que se
mueven continuamente y rebotan entre ellas
2. Todos los átomos de un elemento dado son idénticos; los átomos de diferentes
elementos tienen diferentes propiedades. La teoría de Daltón sugería que cada
átomo de un elemento tal como el oxígeno, es idéntico a cada átomo de oxígeno;
es más, los átomos de diferentes elementos, tales como el oxígeno o el mercurio,
son diferentes uno del otro. Daltón caracterizó a los elementos de acuerdo a su
peso atómico; sin embargo cuando los isótopos de los elementos fueron
descubiertos al final del 1800, este concepto cambió.
Compuestos: La mayoría de los materiales con los que tenemos contacto son
compuestos, sustancias formadas por una combinación química de dos o más átomos
de los elementos.
La idea de que los compuestos tienen fórmulas químicas definidas fue propuesta, primero,
al final del 1700 por el químico francés Joseph Proust. Éste realizó varios experimentos y
observó que no importaba cómo diferentes elementos reaccionan con el oxígeno, pues
ellos siempre reaccionan en proporciones definidas. Por ejemplo, dos partes de hidrógeno
siempre reaccionan con otra parte de oxígeno al formar agua.
Hasta los últimos años del siglo XIX, el modelo aceptado del átomo se parecía a una bola
de billar - una pequeña esfera sólida. En 1897, J.J. Thomson cambió dramáticamente la
visión moderna del átomo con su descubrimiento del electrón. El trabajo de Thomson
sugiere que el átomo no es una partícula 'indivisible' como John Dalton había sugerido,
sino más bien un rompecabezas compuesto de piezas todavía más pequeñas.
Thomson imaginó que los átomos parecían pedazos de gelatina con pasas o una
estructura en la cual grupos de pequeños electrones cargados negativamente (las pasas)
estaban dispersas dentro de una mancha de cargas positivas (la gelatina, ya que Eugen
Golstein había descubierto en 1886 que los átomos tenían cargas positivas). En 1908,
Ernest Rutherord, un antiguo estudiante de Thomson, probó que la teoría de la gelatina y
las pasas de Thomson era incorrecta, En 1911, Rutherford propuso una visión
revolucionaria del átomo. Sugirió que el átomo consistía de un pequeño y denso núcleo de
partículas cargadas positivamente en el centro (o núcleo) del átomo, rodeado de un
remolino de electrones. Pero fue hasta después de las investigaciones de Bohr cuando se
define la teoría atómica más cercana a la que conocemos en nuestros días.
Tecnología de materiales Ing. Juan Domingo Batista García
Hasta los últimos años del siglo XIX, el modelo aceptado del átomo se parecía a una bola
de billar - una pequeña esfera sólida. En 1897, J.J. Thomson cambió dramáticamente la
visión moderna del átomo con su descubrimiento del electrón. El trabajo de Thomson
sugiere que el átomo no es una partícula 'indivisible' como John Dalton había sugerido,
sino más bien un rompecabezas compuesto de piezas todavía más pequeñas.
Thomson imaginó que los átomos parecían pedazos de pan con uvas pasas o una
estructura en la cual grupos de pequeños electrones cargados negativamente (las 'uvas
pasas') estaban dispersas dentro de una mancha de cargas positivas (el 'pan', ya que
Eugen Golstein había descubierto en 1886 que los átomos tenían cargas positivas). En
1908, Ernest Rutherord, un antiguo estudiante de Thomson, probó que la teoría del pan
con uvas pasas de Thomson era incorrecta.
Rutherford ejecutó una serie de experimentos con partículas alpha radioactivas. A pesar
de que en ese momento no se sabía que era una partícula alpha, se sabía que era muy
pequeña. Rutherford lanzó pequeñas partículas alpha hacia objetos sólidos como láminas
doradas. Descubrió que la mayoría de las partículas alpha atravesaban la lámina dorada,
que un reducido número de las partículas alpha atravesaban en un ángulo (como si se
hubiesen chocado contra algo), y que algunas rebotaban como una pelota de tenis que
golpea una pared. ¡Los experimentos de Rutherford sugirieron que las láminas doradas, y
la materia en general, tenía huecos! Estos huecos permitían a la mayoría de la partículas
alpha atravesar directamente, mientras que un reducido número rebotaba de vuelta porque
golpeaba un objeto sólido.
En 1911, Rutherford propuso una visión revolucionaria del átomo. Sugirió que el átomo
consistía de un pequeño y denso núcleo de partículas cargadas positivamente en el centro
(o núcleo) del átomo, rodeado de un remolino de electrones. El núcleo era tan denso que
las partículas alpha rebotaban en el, pero el electrón era tan pequeño, y se extendía a tan
grande distancia que las partículas alpha atravesaban directamente esta área del átomo.
El átomo de Rutherford se parecía a un pequeño sistema solar con el núcleo cargado
positivamente siempre en el centro y con los electrones girando alrededor del núcleo.
En 1932, James Chadwick descubrió un tercer tipo de partícula sub-átomica a la que llamó
el neutrón. Los neutrones ayudan a estabilizar los protones en el núcleo del átomo. Ya que
el núcleo es una masa tan compacta, los protones cargados positivamente tienden a
rechazarse entre ellos. Los neutrones ayudan a reducir la repulsión entre los protones y
estabilizan el núcleo átomico. Los neutrones siempre residen en el núcleo de los átomos y
son aproximadamente del mismo tamaño que los protones. Sin embargo, los neutrones no
tienen una carga eléctrica, más bien son eléctricamente neutrales.
Los átomos son extramademente pequeños. Un átomo de hidrógeno (el átomo más
pequeño que se conoce) tiene aproximademente 5 x 10-8 mm de diámetro. Para poner
esto en perspectiva, habría que tomar casi 20 millones de átomos de hidrógeno para hace
una línea tan larga como este guión - La mayoría del espacio ocupado por un átomo está
en realidad vacío porque el electrón gira a una distancia muy alejada del núcleo. Por
ejemplo, si fuésemos a dibujar un átomo de hidrógeno a escala y usásemos un protón de
un centímetro (más o menos del tamaño de este dibujo - ), el átomo del electrón giraría
a una distancia de ~0.5 km del núcleo. ¡En otras palabras, el átomo sería más grande que
una cancha de football!
Los átomos de diferentes elementos se distinguen entre si por el número de protones (el
número de protones es constante para todos los átomos de un elemento, el número de
neutrones y de electrones puede variar bajo cierta circunstancias). Para identificar esta
importante característica del átomo, se usa el término número atómico (z) para describir el
número de protones en un átomo. Por ejemplo, z = 1 para el hidrógeno y z = 2 para el
helio.
En la lección La Teoría Atómica: La Primera Época, aprendimos sobre la estructura básica del
átomo. Normalmente, los átomos contienen un número igual de protones y de electrones. Ya que
las cargas negativas y positivas se neutralizan, los átomos son eléctricamente neutrales.
Iones
Isótopos
Envoltura de Electrones
Cuando la luz blanca normal, tal como la del sol, atraviesa un prisma, la luz se convierte
en un continuo espectro de colores separados:
Bohr sabía que cuando se anima a los elementos puros con luz o electricidad, ellos
producen colores definidos en vez de luz blanca. Comunmente se puede apreciar este
fenómeno en las luces de neón de nuestros días. Las luces de neón son tubos llenos de
elementos gaseosos (generalmente neón). Cuando una corriente eléctrica atraviesa el gas,
el elemento produce un color definido (generalmente rojo). Cuando una luz de un elemento
animado atraviesa un prisma, sólo se puede ver líneas específicas (u ondas) de luz. A
estas delgadas líneas se las llama líneas espectrales. Por ejemplo, cuando se calienta el
hidrógeno y la luz atraviesa un prisma, se puede ver la siguiente línea espectral:
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Para Bohr, el fenómeno de la línea espectral demostró que los átomos no podían emitir
energía de manera continua, sino sólo en cantidades muy precisas (el describió la energía
emitida como cuántica). Ya que el movimiento de electrones producía la luz emitida, Bohr
sugirió que los electrones no podían moverse continuamente en el átomo (tal como sugirió
Rutherford), pero sólo a pasos muy precisos. Bohr supuso que los electrones tienen
niveles de energía específicos. Cuando se anima un átomo, como al calentarlo, los
electrones pueden saltar a niveles más altos. Cuando los electrones caen a niveles de
energía más bajos, se liberan cuantos de energía precisos en la forma de ondas (líneas)
de luz específicas.
Según la teoría de Bohr, se puede imaginar a los niveles de energía de los electrones
(también llamados envolturas de electrones) tal como círculos concéntricos alrededor del
núcleo. Normalmente, los electrones existen en el estado de base, lo cual quiere decir que
ellos ocupan los niveles de energía posibles más bajos (la envoltura de electrones más
cerca al núcleo). Cuando se anima un electrón, como cuando se introduce energía (por
ejemplo, calor) al sistema, el electrón 'salta' a un nivel de energía más alto, y gira en ese
nivel de energía más alto. Después de un corto tiempo, este electrón va a 'caerse'
espontáneamente al nivel de energía más bajo, produciendo una energía de luz cuántica.
La clave en la teoría de Bohr está en el hecho de que el electrón sólo puede 'saltar' y
'caerse' a niveles precisos de energía, emitiendo así un espectro de luz limitado.
Bohr no solamente predijo que los electrones ocuparían niveles específicos de energía,
sino que también predijo que estos niveles estaban limitados al número de electrones que
cada uno podía sostener. Según la teoría de Bohr, la capacidad máxima de la primera
envoltura de electrones (la más interna) es de dos electrones. Para cada elemento con
más de dos electrones, el electrón extra residirá en envolturas de electrones adicionales.
Por ejemplo, en la configuración del estado de fondo del litio (que tiene tres electrones),
dos electrones ocupan la primera envoltura de electrones y un electrón ocupa la segunda.