Está en la página 1de 3

"El enemigo" - actividad de aná lisis guiado

Este poema perteneciente a Las flores del mal de Baudelaire y se ubica dentro de la
sección titulada “Speen e ideal”.

Por su estructura externa es un soneto ya que se compone de catorce versos


dodecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos de versos de arte mayor /
alejandrino francés con rima consonante (asonante o consonante).

Baudelaire estaba en contra de la idea de instinto o inspiración planteada por los


románticos. Para él, el arte debía ser objeto de trabajo y rigurosidad. Al ser el soneto una
forma clásica, el artista debe demostrar habilidad en el dominio de la estructura además del
contenido.
Su tema central es el tiempo y la mirada sobre la propia vida. En la primera estrofa
esta mirada se da en retrospectiva, la segunda estrofa corresponde al presente del poeta y la
tercera estrofa es una proyección sobre el futuro. La cuarta estrofa refiere al enemigo, el cual
puede ser identificado con el paso del tiempo que consume la vida o con otros enemigos
planteados en la poesía del autor.

El tono con el cual se expresa es pesimista, expresa angustia frente a la juventud vivida
y cuestionamiento e incertidumbre sobre los logros o posibilidades futuras.

Su título "El enemigo" nos adelanta el tema central del poema que será evidenciado en
la última estrofa del poema.

Este poema presenta dos metáforas madres que desarrollan en dos núcleos temáticos
a través de una serie de metáforas encadenadas: tormenta y jardín estableciéndose casi una
alegoría (alegoría: Plasmación en el discurso de un sentido recto y otro figurado, ambos
completos, por medio de varias metáforas consecutivas, a fin de dar a entender una cosa
expresando otra diferente/ serie de metáforas encadenadas que producen un significado
mayor).

La primera estrofa tiene por tema la juventud del poeta, a la cual califica como “negra
tormenta”. Podemos reconocer aquí la primera metáfora madre.

El adjetivo cardinal "una" transmite la idea de totalidad, la juventud completa del yo


está marcada por única/ sola tormenta, lo cual nos transmite la idea de sufrimiento. Al mismo
tiempo, nos permite relacionar el poema con los datos biográficos del autor. El adjetivo
calificativo “negra” le aporta a la tormenta un carácter más oscuro. Sin embargo, el verbo
conjugado “fue” señala que está etapa ha culminado.

Esta tormenta ha sido "atravesada aquí y allá por brillantes soles", el sol funciona
como metáfora de momentos de tranquilidad, paz, tregua de la tormenta o hasta alegría, pero
se debe tener en cuenta que los adverbios "aquí y allá" relativizan su presencia y limitan estos
momentos a situaciones puntuales.
Los versos tres y cuatro se centran nuevamente en la tormenta y sus consecuencias.
En esta estrofa se desarrolla la segunda metáfora madre jardín que se había mencionado al
final de la primera estrofa. Las consecuencias de la tormenta han sido devastadoras, solo han
sobrevivido a la misma "algunos frutos bermejos".

El adjetivo calificativo "rojos" se refiere al color y nos muestra la imagen de frutos


maduros, como metáfora puede referirse a los logros o, al menos, lo que ha sobrevivido a la
tormenta / sus poemas. Sin embargo, el término en francés “vermeil” posee la misma raíz que
"gusano" (vermine), lo cual nos conduce a pensar en esos frutos como agusanado. En este
segundo sentido, los frutos no tendrían valor o resultarían no aprovechables. Las
consecuencias de la tormenta se extienden hasta su presente o incluso su futuro.

En la segunda estrofa, el tema es la adultez, lo cual aparece referido en la metáfora


"otoño". El verbo empleado “toqué” nos sugiere la idea de algo que recién se ha alcanzado,
por lo cual podemos concluir que el poeta está comenzando a vivir esta etapa.

En esta estrofa aparecen los términos pala, rastrillo, tierra y hoyos en relación a la
metáfora madre jardín. Al mismo tiempo, los términos inundadas y agua se vinculan con la
metáfora anterior: tormenta.

La comparación “el agua ha cavado grandes hoyos cual tumbas” parece contradecir la
posibilidad de recuperación de la tierra mencionada en el segundo verso, o al menos, presenta
la imagen de algo que se realizará con gran dificultad.

La tercera estrofa está formulada como una pregunta retórica ya que se refiere a la
posibilidad de creación futura / futuros poemas/ cosecha de nuevas flores.

Las flores se vinculan con la poesía/ la creación poética y pueden referirse a nuevas
flores (que tal vez no sean del mal), sin embargo, resultará casi imposible cultivarlas porque la
“playa empapado” no tiene alimento, es improductiva. La comparación de estas tierras con
una playa refuerza la imagen anterior dado que la playa es un terreno improductivo / yermo.

El alimento necesario para las flores aparece calificado como “místico”, este término
significa la experiencia de la divinidad y en este verso se refiere a la inspiración divina/ la visión
del artista que posee Baudelaire/ la bendición que supone ser artista y su relación con el
mundo espiritual/ la génesis de la poesía.

La interrogación presentada en la estrofa queda sin ser contestada, el poeta no es


capaz de responder el cuestionamiento sobre su futuro, lo cual genera un sentimiento de
impotencia/ angustia.

En la estrofa final se cierra el poema sintetizando las ideas planteadas en las estrofas
anteriores. El primer verso comienza con una repetición "Oh, dolor". La presencia de los signos
de exclamación, la interjección "oh" y la misma repetición intensifican el sentimiento de dolor/
angustia/ sufrimiento expresado.

El Tiempo aparece personificado y puede ser considerado el enemigo, pero el enemigo


anunciado en el título no aparece explicitado en el poema, por lo que queda en la imaginación
del lector interpretar a qué se refiere. Suponemos que el enemigo también puede referirse al
pecado o al “spleen”.

Los verbos utilizados en esta estrofa “come” y “roe” designan acciones vinculadas a
comer con angurria. Mientras el Tiempo parece actuar desde fuera consumiendo nuestro
tiempo de vida, el enemigo actúa desde dentro nuestro ya que "el corazón nos roe",
alimentándose con nuestro órgano fundamental/ motor impulsor/ nuestros sentimientos
(metáfora).

El poema finaliza respondiendo de forma indirecta la interrogación planteada en la


tercera estrofa dejándonos la sensación de que no hay esperanza ni salvación, el poeta no
podrá crear flores nuevas o, si lo consigue, seguirán siendo flores del mal.

También podría gustarte