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Radiología.

2013;55(5):385---397

www.elsevier.es/rx

ACTUALIZACIÓN

Estudio de las enfermedades de las trompas de Falopio mediante


resonancia magnética
C. La Parra Casado a,∗ , R. Molina Fàbrega b , M. Forment Navarro a y J. Cano Gimeno a

a
Servicio de Radiología, Hospital Universitario de la Ribera, Alzira, Valencia, España
b
Servicio de Radiología, Hospital de Manises, Manises, Valencia, España

Recibido el 16 de abril de 2012; aceptado el 14 de octubre de 2012


Disponible en Internet el 23 de diciembre de 2012

PALABRAS CLAVE Resumen Conocer las enfermedades de las trompas de Falopio es esencial para valorar la
Resonancia pelvis ginecológica. Las alteraciones primarias y secundarias de las trompas, cursen o no con
magnética; alteraciones ováricas asociadas, son muy variadas. Pese a que la ecografía, por su gran sensi-
Dilatación tubárica; bilidad y disponibilidad, es la técnica inicial para estudiar las alteraciones anexiales, la RM es
Masa anexial; muy útil en el diagnóstico de las enfermedades tubáricas porque su elevada resolución tisular y
Neoplasia tubárica; el detalle anatómico que proporciona le confieren una mayor especificidad. Los hallazgos mor-
Endometriosis fológicos y las características del contenido tubárico con la RM posibilitan un diagnóstico más
tubárica; preciso o limitan el diagnóstico diferencial y permiten orientar el tratamiento más adecuado
Enfermedad en cada caso.
inflamatoria pélvica © 2012 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Fallopian tube disease on magnetic resonance imaging


Magnetic resonance
imaging; Abstract Knowledge about fallopian tube disease is essential in the assessment of the pelvis in
Fallopian tube female patients. Primary and secondary changes in the tubes vary widely, regardless of whether
dilation; associated changes in the ovaries are present. Ultrasonography is the initial technique in the
Adnexal mass; study of adnexal disease because it is very sensitive and widely available; however, MRI is also
Fallopian tube tumor; very useful in this context because its high tissue resolution and anatomic detail make it more
Tubal endometriosis; specific. The morphologic findings and the characteristics of the contents of the tubes on MRI
Pelvic inflammatory enable a more accurate diagnosis or limit the differential diagnosis, helping to ensure that the
disease most appropriate treatment is provided in each case.
© 2012 SERAM. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: claparra@hospital-ribera.com (C. La Parra Casado).

0033-8338/$ – see front matter © 2012 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rx.2012.10.003
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Introducción existen unos 5 o 6 pliegues; en el istmo, aumentan a 12,


se hacen más altos y ocupan prácticamente toda la luz;
Existen muchas alteraciones de las trompas de Falopio, y en el segmento ampular e infundibular son más frondo-
agudas y crónicas, primarias y secundarias, cuyo conoci- sos y tienen ramas secundarias y terciarias8 . La superficie
miento resulta esencial para valorar la pelvis ginecológica. mucosa contiene células ciliadas que permiten el despla-
La ecografía es la la técnica de elección inicial para abordar zamiento del óvulo8 . El aporte vascular procede de las
el estudio de las enfermedades ginecológicas1 , aunque en arterias uterina y ovárica5 . Las trompas sanas no sue-
muchas ocasiones la tomografía computarizada (TC) puede len ser visibles en la RM salvo cuando están rodeadas de
ser la primera prueba realizada por su gran disponibili- líquido libre1,7,8 . En estos casos aparecen como estructuras
dad, por haberse realizado por una sospecha clínica inicial tubulares yuxtauterinas finas, que se extienden anterior o
no ginecológica o bien en un contexto clínico urgente1 . posteriormente1,8 .
Sin embargo, la especificidad de estas 2 modalidades diag-
nósticas es baja. En el caso de las alteraciones tubáricas Resonancia magnética de la pelvis femenina
complejas con una presentación clínica atípica, o cuando
se asocia una alteración ovárica formando una masa ane- Para estudiar la pelvis femenina mediante RM se le pide
xial compleja, la resonancia magnética (RM) es la técnica a la paciente que guarde unas 6 h de ayuno. Se coloca en
indicada por su mayor sensibilidad y especificidad1---5 . decúbito supino en sentido pies-cabeza, y habitualmente se
La RM permite caracterizar mejor las alteraciones ane- administra un espasmolítico por vía subcutánea para reducir
xiales porque, en muchos casos, distingue la afección los artefactos provocados por los movimientos peristálticos
tubárica simple (en la que solo participan las trompas) de intestinales7 . El protocolo estándar para estudiar la pel-
la compleja (si coexiste afectación de otros órganos, nor- vis femenina es también aplicable para las trompas y se
malmente el ovario). Asimismo, caracteriza mejor que la usan antenas de superficie multifase7 . En nuestro centro,
ecografía y la TC el contenido tubárico gracias a su inten- el protocolo incluye secuencias basales de alta resolución
sidad de señal en las distintas secuencias3 . Además de potenciadas en T2-TSE en los 3 planos, y secuencias poten-
conseguir diagnósticos más precisos, lo hace en estadios ciadas en T1-TSE en el plano axial sin y con saturación de la
más tempranos que la ecografía, lo que evita la demora del grasa. Estas secuencias permiten identificar alteraciones en
seguimiento ecográfico3 . En definitiva, en muchos casos el la pelvis y ver la relación que guardan las trompas con los
diagnóstico con la RM permitirá instaurar tratamientos con- órganos y estructuras adyacentes. También facilitan una pri-
servadores en caso de enfermedad benigna, o más agresivos mera clasificación de las lesiones en sólidas, quísticas, con
cuando se sospeche de enfermedad neoplásica3 . contenido graso, hemorrágico, proteico, mucoso o fibroso5 .
En este trabajo describimos tanto la sistemática de estu- En el caso de que los hallazgos morfológicos no sean
dio como los hallazgos en RM de la afección de las trompas concluyentes, y se sospeche enfermedad tumoral maligna
que permiten limitar el diagnóstico diferencial y en muchas o infecciosa, se administra gadolinio intravenoso5,7 . Para
ocasiones, hacer un diagnóstico certero. la valoración de las secuencias con contraste es muy útil
obtener imágenes de sustracción de la secuencia con y sin
contraste para resaltar pequeños focos de captación, sobre
Anatomía de las trompas de Falopio todo cuando este foco ya sea hiperintenso sin contraste.
Se ha estudiado la posibilidad de utilizar la RM para
Las trompas de Falopio derivan del extremo craneal de los estudiar la permeabilidad tubárica mediante inyección
conductos paramesonéfricos o de Müller5 . Se incluyen en intracavitaria de gadolinio y con técnicas 3D, para sustituir
las 2 hojas del margen superior del ligamento ancho y se a la histerosalpingografía convencional (HSG)9 .
extienden lateralmente desde el margen súpero-lateral del
útero hasta el ovario ispilateral5 . Cada trompa se ancla en su
cara inferior mediante una doble hoja de peritoneo llamada Hallazgos generales en las enfermedades
mesosálpinx y se abre a la cavidad peritoneal6 . tubáricas
Durante el periodo fértil de la vida, la trompa nor-
mal mide aproximadamente unos 10 cm de largo y de 1 a La mayor parte de enfermedades que afectan a las trom-
4 mm de ancho1,7 . Tiene 4 segmentos anatómicos, que de pas pueden ser bilaterales, por lo tanto, siempre se debe
medial a lateral se conocen como «segmento intersticial o descartar la afectación contralateral1 .
intramural», que se continúa con la cavidad endometrial y Una forma común de presentación de la trompa anormal
queda incluido en el miometrio; «istmo», es el segmento más es la dilatación8 , que ocurre cuando su extremo distal se
estrecho, de unos 2-3 cm de longitud; «segmento ampular», ocluye, normalmente al nivel de las fimbrias, y secundaria-
es mayor y más ancho y supone más de la mitad de la lon- mente se rellena de líquido. El tipo de líquido dependerá de
gitud de la trompa; e «infundíbulo». Las fimbrias son un la causa de la oclusión8 . La trompa dilatada se muestra como
conjunto de proyecciones digitiformes del infundíbulo que una estructura tubular, separada del ovario ipsilateral, con
quedan suspendidas sobre el ovario, se abren a la cavidad forma de «C» o «S» y con septos incompletos. Estos septos
peritoneal y capturan el óvulo1,5,7,8 . corresponden a los pliegues mucosos de la pared tubárica
La pared de las trompas se compone de capas mucosa, parcialmente borrados por la distensión (fig. 1)5,7,8,10,11 . Por
muscular y serosa externa. Es compleja, con pliegues el contrario, los septos visibles en las neoplasias quísticas
orientados longitudinalmente y pliegues mucosos, llama- ováricas son completos y cruzan toda la lesión3,8 . Los septos
dos plicas, ambos en número y tamaño creciente desde incompletos son un signo muy específico de que la estruc-
el extremo medial al lateral7,8 . En la porción intramural tura tubular corresponde a la trompa dilatada3,5,8 . Suelen
Estudio de las enfermedades de las trompas de Falopio mediante resonancia magnética 387

Figura 1 Obstrucción y dilatación tubárica. Hidrosálpinx: A) T2 TSE axial. Trompa derecha dilatada con contenido líquido hiperin-
tenso, de señal agua. Contiene septos incompletos hipointensos (flechas) y áreas de estrechamiento focal ---signo de la cintura--- (*);
B) T1 TSE axial con saturación grasa (SG) y contraste iv. Contenido líquido muy hipointenso, con paredes finas con captación leve y
regular. Piosálpinx: C) T2 TSE axial. Trompa izquierda dilatada con contenido líquido heterogéneo con niveles líquido-detritos (flecha
negra) y paredes engrosadas. Obsérvese la presencia de sinequias intraluminares (flechas blancas); D) T1 TSE axial SG y contraste iv,
que muestra contenido hipointenso con señal mayor que el agua y paredes difusamente engrosadas e hipercaptantes. Hematosálpinx
en endometriosis, y E) T2 TSE axial. Trompa izquierda dilatada con forma de S (flechas blancas) con niveles líquido-líquido, hiper e
hipointenso, con caída de señal en capas (flecha negra). Endometriomas derechos (*) e implante endometriósico pélvico profundo
(cabeza de flecha); F) T1 TSE SG axial sin contraste iv. El contenido de la trompa izquierda es hiperintenso de forma homogénea,
aunque con señal menor que el agua.

ser septos finos con una señal baja en las imágenes de RM además de identificar a los ovarios como órganos separados
potenciadas en T28,12 . Si los pliegues están muy borrados o y sin alteraciones1,4,8 .
fibrosados, pueden aparecer unos nódulos murales bien defi- La dilatación tubárica puede ser irregular, con estrecha-
nidos e hipointensos en T2, que no realzan con contraste5 . mientos focales y luz tortuosa, dando lugar al signo del
En ocasiones, si existe gran distensión tubárica, los septos «pico», al formarse un ángulo agudo en el contorno externo
pueden borrarse completamente8 , lo que dificulta la dife- de la trompa al replegarse sobre sí misma. El signo de la
renciación de la trompa con masas quísticas ováricas u otras «cintura» se produce al formarse una indentación diametral,
estructuras, como uréteres dilatados o asas intestinales, se que estrecha focalmente la luz (fig. 1)3,5,11,13 .
hace difícil. En esos casos se debe reconocer la trompa por Las sinequias se identifican como líneas finas endolu-
su forma tubular y su localización entre útero y ovarios, minales, hipointensas en todas las secuencias, que no se
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realzan con contraste y que son secundarias a procesos Enfermedades de las trompas
inflamatorios5 .
Una de las primeras consideraciones que tener en cuenta Obstrucción tubárica
es la valoración de las posibles anomalías congénitas o las
malformaciones. La agenesia o hipoplasia del tracto genital Se conoce como hidrosálpinx a la trompa obstruida y dila-
femenino puede afectar a las trompas1 . Algunas anomalías tada, pero el uso de este término debe limitarse a los casos
congénitas como el himen imperforado pueden causar obs- en que el líquido contenido sea seroso. En el caso de que se
trucción y dar lugar a hematómetra y hematosálpinx14 . rellene de sangre o pus se debe denominar hematosálpinx y
Si la lesión tubárica no se puede separar claramente de piosálpinx respectivamente7,8,13 .
los ovarios, se debe incluir en el diagnóstico diferencial las Puede ser un hallazgo aislado, uni o bilateral, o bien
masas anexiales complejas. asociar afectación ovárica formando una masa anexial
compleja8 . Como hallazgo aislado puede estar causado por
Caracterización del contenido tubárico endometriosis pélvica profunda o enfermedad inflamatoria
pélvica (EIP) en fase crónica, o bien deberse a adherencias
pélvicas en el caso de cirugía previa, ligadura tubárica o
El estudio del contenido tubárico orienta hacia el tipo de
histerectomía simple8,12 . Cuando existe una masa anexial
lesión tubárica y permite acotar el diagnóstico diferencial.
compleja en la que se incluye tanto la trompa como el
Cuando la trompa se rellena de líquido seroso se forma
ovario, los diagnósticos más probables son la endometrio-
un hidrosálpinx, y el líquido tendrá la señal en RM típica
sis, la EIP o las lesiones tumorales anexiales, habitualmente
del agua, muy hipointensa en T1 y muy hiperintensa en T2
malignas8 .
(fig. 1)8 .
Cuando el diámetro de la trompa dilatada es mayor
La dilatación tubárica con contenido purulento se
de 10 cm puede simular un tumor ovárico multiloculado
conoce como piosálpinx. En T1, la señal del contenido
como por ejemplo un cistoadenoma o cistoadenocarcinoma
es variable, más frecuentemente de baja a intermedia,
(fig. 2)8,12 .
aunque puede ser parecido o indistinguible del líquido
del hidrosálpinx. En T2, la señal es heterogénea, y
pueden aparecer niveles líquido-detritos formando capas
amorfas de aspecto geográfico o niveles líquido-líquido Enfermedad inflamatoria pélvica
(fig. 1)1,5 . También resultan útiles las secuencias con satu-
ración grasa y contraste paramagnético iv que pongan de Es una de las causas más frecuentes de la enfermedad
manifiesto otros hallazgos relacionados con la infección tubárica12 . Se trata de una enfermedad de transmisión
tubárica1,5 . sexual que afecta al aparato genital femenino, incluyendo al
El hematosálpinx o dilatación tubárica con contenido endometrio, las trompas y lo ovarios, uni o bilateralmente.
hemático tiene una señal alta en T1, más evidente en Los agentes más frecuentes son Neisseria gonorrhoeae
las imágenes con saturación grasa. En T2, la señal puede (N. gonorrhoeae) y Chlamydia trachomatis (C. trachomatis),
ser alta si el sangrado es agudo, e intermedia-baja aunque hasta un 30-40% de los casos es polimicrobiana1,12,19 .
cuando es subagudo-crónico, debido a la degradación de La infección por Actinomyces y Mycobacterium tuberculosis
la hemosiderina5 . Esta caída de señal puede ser uniforme (M. tuberculosis) es una causa rara de EIP, pero en caso de
o en capas (fig. 1)5 . El hematosálpinx puede deberse a producirse es más frecuente que dé lugar a abscesos tubo-
una endometriosis, en cuyo caso el contenido suele ser ováricos, que a una enfermedad tubárica simple5,12 .
más heterogéneo y puede ser además el único hallazgo La afectación tubárica por estas infecciones puede causar
en estas pacientes5,10 . También puede ser secundario a infertilidad, dolor pélvico o peritonitis, y aumenta el riesgo
torsión anexial, embarazo ectópico, neoplasias tubári- de embarazo ectópico1,20,21 .
cas o bien estar asociado a anomalías del conducto de Cuando la presentación de la EIP es aguda y típica, el
Müller5,15 . diagnóstico clínico, analítico y mediante ecografía endo-
Una tumoración de «partes blandas endoluminal» obliga vaginal suele ser suficiente1,8 . La TC es útil para valorar
a descartar una neoplasia5,8,12 . Para ello es muy útil inyectar signos inflamatorios y abscesos asociados, y si es necesa-
contraste iv que muestre los focos sólidos que realzan3---5,16 . rio drenarlos, fundamentalmente en un contexto clínico
Una masa sólida que capte contraste, única o múltiple, de urgencia1,12,19 . Sin embargo, en caso de presenta-
unilateral o bilateral, debe hacernos sospechar de una neo- ción atípica, casos asintomáticos, presentación en estadios
plasia tubárica si es un hallazgo aislado. Lo más frecuente, subagudos-crónicos, cuando se sospechen complicaciones
sin embargo, es que se trate de metástasis de un tumor gine- por falta de respuesta al tratamiento o en presencia
cológico y, por lo tanto, asociará otros hallazgos patológicos de masas anexiales complejas, la RM es muy útil para
correspondientes al tumor primario17 . Otro tipo de lesión el diagnóstico1,20 . Es fundamental diagnosticar y tratar a
intraluminal que se muestra como un nódulo parietal es el tiempo la EIP dado el potencial riesgo de afectación irre-
pólipo endometrial tubárico18 . versible para las trompas19,21 .
Aunque es extremadamente raro, la RM puede ser precisa En estadios iniciales, en fase de «salpingitis», las paredes
para diagnosticar un «embarazo ectópico». En el contexto y pliegues de las trompas están inflamados, edematosos y
clínico apropiado, el diagnóstico por RM se realiza ante una congestivos. La RM las muestra con un grado de dilatación
trompa dilatada con engrosamiento parietal y un hematoma variable y con paredes gruesas que realzan de moderada a
agudo o con estructuras propias del saco gestacional en su intensamente con contraste iv1,5 . Los ovarios permanecen
interior5,8 . normales y separados de ellas (fig. 3).
Estudio de las enfermedades de las trompas de Falopio mediante resonancia magnética 389

Cuando la infección alcanza el ovario, en un primer


momento tanto trompa como ovario pueden mostrar cam-
bios inflamatorios, pero permanecen separados. Este estadio
se conoce como «salpingo-ooforitis»8 . A partir de este
momento los ovarios se van inflamando, aumentan su
tamaño y desdibujan sus contornos19 . Conforme se van des-
truyendo los tejidos se va organizando una masa anexial
compleja, en la que participan ambos órganos. Si el proceso
evoluciona aún más se formará un «absceso tubo-ovárico»
(fig. 4)8 . La RM distinguirá una masa anexial compleja de
paredes gruesas, contornos internos irregulares, contenido
líquido heterogéneo, con un número variable de septos
internos y gas o niveles líquido-líquido1 . Este líquido puede
ser proteico o hemorrágico, con señal elevada en T1 y
señal heterogénea en T2, normalmente alta, dependiendo
de la viscosidad y el contenido proteico1 . Esta masa suele
rodearse de un área mal definida, de señal alta en T2, por
edema y exudados20 . Se ha descrito un anillo en la por-
ción más interna de la masa, que capta contraste de forma
intensa, que puede corresponder a tejido de granulación
junto con restos hemorrágicos20,22,23 . Es posible también la
implicación en la masa de otros órganos no ginecológicos,
como las asas de intestino delgado, los uréteres o la vejiga20 .
Hasta un 20% de los abscesos tubo-ováricos pueden pre-
sentarse sin síntomas o signos clínicos, lo que plantea el
diagnóstico diferencial con neoplasias anexiales benignas y
malignas20 . La RM es útil para diagnosticar, seguir y moni-
torizar la involución de los hallazgos tras el tratamiento
(fig. 3)19 . Es importante establecer el tratamiento correcto
puesto que una ruptura de un absceso tubo-ovárico puede
provocar una peritonitis grave1 .
Otras causas poco frecuentes de abscesos tubo-ováricos
son la actinomicosis, normalmente crónica, la tuberculosis
(TBC) pélvica y la inflamación xantogranulomatosa ane-
xial. Estas 3 variantes son más difíciles de diferenciar de
las neoplasias ováricas, pero dado que se pueden mane-
jar con tratamiento únicamente médico, es muy importante
reconocerlas23 .
La infección crónica por Actinomyces israelii (A. israe-
lii) se asocia al uso crónico de dispositivos anticonceptivos
intrauterinos, y se trata eficazmente con altas dosis de
penicilina7,23,24 . Los abscesos que forman contienen mucho
tejido de granulación y fibrosis, por lo que la parte sólida
del absceso en las secuencias potenciadas en T2 es hipoin-
tensa, con leve captación de contraste23 . Pueden desarrollar
tractos fibrosos que invaden tejidos adyacentes como los
Figura 2 Neoplasia de trompa. A) T2 TSE sagital; B) T2 TSE
uréteres y el colon, formar fístulas, y son difíciles de diferen-
axial, y C) imagen de sustracción de T1 TSE con y sin contraste iv.
ciar de los procesos neoplásicos pélvicos. En otras ocasiones,
Lesión quística redonda ---no tubular--- (flecha), mayor de 10 cm,
en cambio, no son distinguibles de un absceso tubo-ovárico
adyacente al ovario (* en A), pero que no depende de él. Polo
común23 .
sólido de aspecto papilar (cabeza de flecha) dependiente de
La afectación del tracto genital femenino por M. tubercu-
la pared, hipercaptante que corresponde a un tumor seroso
losis tiene lugar en un porcentaje muy bajo de los pacientes
proliferativo atípico de la trompa.
infectados23 . Se disemina a la pelvis por cualquier vía, hema-
tógena, linfática o peritoneal23 . Suele ser asintomática, o
Si la enfermedad progresa, se forman adherencias alre- presentar manifestaciones clínicas muy vagas e inespecífi-
dedor de las fimbrias que obstruyen la trompa. El pus se cas. En ocasiones, se diagnostica durante la evaluación de
acumula en la luz produciendo un piosálpinx con inflama- una infertilidad1 . El absceso tubo-ovárico causado por TBC
ción peritubárica y/u ovárica1,8 . En este estadio supurativo, se presenta, tanto clínica como radiológicamente, de forma
además de identificar el piosálpinx, la RM puede mostrar parecida a la carcinomatosis peritoneal secundaria a una
ingurgitación del pedículo vascular y estriaciones de la neoplasia ovárica, lo que, junto a una elevación de CA-125
grasa, que forman una red, y engrosamiento y realce del en ambos casos, hace difícil distinguirlas1,25 . En RM se ven
peritoneo pélvico (fig. 4)5 . masas sólidas o sólido-quísticas, normalmente bilaterales,
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Figura 3 Enfermedad inflamatoria pélvica, salpingitis unilateral: A) T2 TSE sagital; B) T2 TSE axial, y C) T1 TSE axial con saturación
grasa (SG) y contraste iv. Mujer de 25 años asintomática diagnosticada de masa anexial derecha con ecografía transvaginal. CA 125
elevado. En la RM se observa una dilatación de la trompa derecha (flechas) con pared engrosada de forma irregular que realza con
el contraste. El contenido tubárico es líquido con señal menor que el agua en T2, y mayor en T1 con SG, compatible con piosálpinx.
Trompa izquierda y ambos ovarios normales (*) ---el izquierdo, no se muestra---. Control tras el tratamiento antibiótico: D) T2 TSE
axial. Resolución del proceso con trompas de aspecto normal (flecha). El CA 125 también se normalizó.

con nódulos parietales en las porciones quísticas, captación dilatada, de paredes engrosadas, y con una configuración en
de las pociones sólidas, ascitis e infiltración de la grasa pél- espiral1,28 , o incluso áreas de infarto parietal, sin captación
vica y engrosamiento peritoneal23 . En estadios avanzados de de contraste27 y contenido hemorrágico intraluminal26 .
la enfermedad la fibrosis causa adherencias con los tejidos
adyacentes, como por ejemplo el útero25 . También pueden
existir adenopatías, con o sin centro necrótico23 y colec- Endometriosis
ciones líquidas con septos internos en el fondo de saco de
Douglas u otras localizaciones intraperitoneales25 . Hasta en un 30% de las mujeres con endometriosis en la lapa-
roscopia se encuentran anomalías tubáricas asociadas29 . Las
pacientes pueden estar asintomáticas o bien aquejar dolor
Torsión tubárica aislada pélvico crónico, infertilidad o dispareunia30 .
La afectación tubárica por endometriosis se presenta
La torsión tubárica aislada, es decir, aquella que no se aso- como un hallazgo aislado, en forma de hidro o hematosál-
cia a una anomalía ovárica, es una causa poco frecuente de pinx, o como parte de una masa pélvica compleja en caso
dolor pélvico agudo, que muy rara vez precisa de la RM para de que existan quistes y/o implantes endometriósicos pélvi-
su diagnóstico. El diagnóstico rápido con una cirugía precoz cos profundos, que afecten tanto a las trompas como a los
puede prevenir un daño vascular irreversible en la trompa26 . ovarios29,30 . Según dónde se localicen los implantes, existen
En casos dudosos la RM queda relegada para diferenciarla de 2 formas principales de afectación tubárica: serosa-suberosa
algunas neoplasias1 . e intraluminal1,8 .
Es más frecuente en mujeres jóvenes en edad fértil, y La endometriosis serosa y subserosa se produce por la
se asocia a un mesosálpinx largo o congestionado, ante- implantación de focos de tejido endometriósico funcionante
cedente de EIP o ligadura tubárica, hipermovilidad de la en la superficie peritoneal de la trompa1 . Los implantes
trompa o trauma1 . También se han descrito algunos casos en causan hemorragias intraluminales repetidas que ocasio-
niñas27 . Es más frecuente en el lado derecho, debido a que nalmente dan lugar a la formación de tejido fibroso, y
el izquierdo está más fijo a la pelvis1 . Además de poder dife- secundariamente a adherencias peritubáricas que provo-
renciar un ovario normal, por RM se identificará una trompa can obstrucción tubárica (hidrosálpinx y/o hematosálpinx)1,8
Estudio de las enfermedades de las trompas de Falopio mediante resonancia magnética 391

Figura 4 Enfermedad inflamatoria pélvica, piosálpinx con absceso tubo-ovárico bilateral. Mujer de 41 años con dolor pélvico
de inicio súbito, náuseas, vómitos y fiebre, con leucocitosis y marcadores tumorales normales. Antecedente de endometriosis
intervenida. A) T2 TSE axial; B) T2 TSE sagital; C) T1 TSE axial; D) T1 TSE axial con supresión grasa (SG), y E) T1 TSE axial,
con contraste iv. Masas anexiales bilaterales con contenido líquido con niveles (flechas blancas), que corresponden a las trompas
dilatadas y adheridas a ambos ovarios. Los ovarios han perdido su anatomía normal y forman parte de las masas anexiales. La señal
del contenido tubárico es intermedia en T2 y está aumentada en T1 con SG respecto al agua (* en D). Las paredes de las trompas que
están engrosadas y los ovarios realzan con contraste (E). La grasa pélvica está inflamada (flechas huecas) con adenopatías reactivas
(cabeza de flecha en B). Obsérvese el signo de la cintura y el pico (flechas negras en A).

(fig. 1). El hematosálpinx aislado puede ser el único hallazgo La endometriosis endoluminal es mucho menos fre-
en algunas pacientes sin antecedentes conocidos10,29 , pero cuente. Se produce cuando se localiza tejido endometrial
más frecuentemente hay otros signos de endometriosis en en la superficie mucosa, normalmente de la porción inters-
la pelvis. El contenido de la trompa afectada tiene una ticial de la trompa1 . Este tejido endometrial está compuesto
señal en T1 muy alta, pero no siempre tiene el efecto de por glándulas endometriales y estroma, y no invade la capa
disminución de señal en T2 (T2 shading) característico de muscular lisa31 . Los implantes forman pequeños nódulos
los endometriomas8 . En ocasiones se identifican detritos en polipoides intraluminales, normalmente menores de 1 cm,
la porción dependiente de la trompa o restos hemorrágicos que no suelen ser visibles en la RM. Es más frecuente
que solo tapizan las paredes29 (fig. 5). encontrarlos como defectos de repleción redondos bien
392 C. La Parra Casado et al

Figura 5 Endometriosis tubárica bilateral: hematosálpinx bilateral. Mujer de 50 años posmenopáusica con dolor abdominal y
elevación de CA-125. A) T2 TSE axial; B) T2 TSE sagital; C) T1 TSE axial con supresión grasa (SG), y D) T1 TSE axial SG con contraste
iv. Dilatación de las trompas (flechas) con engrosamiento parietal irregular y niveles líquido-líquido. En las secuencias T2 el contenido
en áreas declives es hipointenso (*), y en T1 SG tanto este foco como las paredes de ambas trompas son hiperintensas. Con contraste,
las paredes realzan de forma intensa.

delimitados en las HSG18 . Sin embargo, en algunos casos Aunque es inespecífico para el diagnóstico, hasta en un
puede verse un nódulo parietal en la RM (fig. 6). En caso 80% de los casos el CA-125 sérico está elevado. Se trata de un
de duda sobre su localización intraluminal es útil realizar marcador pronóstico independiente y útil, tanto para valorar
una HSG. La forma endoluminal no suele asociar oclusión o la respuesta clínica al tratamiento como para detectar la
dilatación tubárica si se presenta como un hallazgo aislado, recurrencia antes de que esta tenga representación clínica
aunque sí puede producirla por hemorragia intraluminal o radiológica33,35,36 .
repetida1 . Además, también puede asociar otros signos de Desde estadios iniciales pueden ser asintomáticas o cur-
endometriosis pélvica. Al igual que el tipo seroso-subseroso sar con síntomas inespecíficos como dolor por distensión
puede ser uni o bilateral, pero por el contrario, no suele tubárica y leucorrea o sangrado vaginal. En ocasiones puede
provocar síntomas ni infertilidad18 . presentarse como una masa palpable1,17 . Estas manifestacio-
nes hacen que la paciente busque asistencia médica antes,
por lo que el cáncer tubárico se suele detectar en un esta-
Neoplasia tubárica primaria maligna dio más precoz que el ovárico, en el que las manifestaciones
suelen tardar más en aparecer1,15,16,33 . No obstante, dado su
La neoplasia primaria maligna de las trompas es muy poco pequeño tamaño al inicio y la poca frecuencia con la que se
frecuente, descrita entre el 0,14 y 1,8% de todos los cánce- presentan, el diagnóstico clínico y ecográfico suele ser muy
res ginecológicos17,32---34 . No obstante, su incidencia puede difícil, y la RM de pelvis con contraste iv es entonces muy
estar muy subestimada debido a la dificultad de diferen- útil3,8 .
ciar histológicamente los tumores primarios de las trompas El patrón de crecimiento tumoral puede ser nodular, papi-
de los carcinomas ováricos epiteliales, puesto que ambos lar, infiltrativo o invasivo1 . Habitualmente se originan en la
son idénticos, especialmente en estadios avanzados1,32---34 . región ampular y crecen hacia la luz tubárica8 . Dependiendo
Es más habitual en las mujeres posmenopáusicas, entre la de las secreciones que produzcan causan dilatación tubárica
cuarta y la sexta década, con un pico de incidencia a los o no, pero lo más frecuente es que segreguen gran cantidad
55 años32,34 . La mayoría son adenocarcinomas, más frecuen- de líquido seroso1 .
temente el tipo seroso papilar, normalmente unilaterales, Si no causan hidrosálpinx se identifican como pequeñas
aunque hasta el 20% de casos son bilaterales1,17 . masas lobuladas que captan contraste y pueden contener
Estudio de las enfermedades de las trompas de Falopio mediante resonancia magnética 393

Figura 7 Neoplasia tubárica primaria derecha (adenocarci-


noma endometrioide). Mujer de 73 años con pequeños sangrados
(spotting) sin elevación de marcadores tumorales. A) T2 TSE
coronal; B) T1 TSE axial con supresión grasa (SG), y C) T1 TSE
axial SG con contraste iv. Masa sólida tubular en la región ane-
xial derecha (*), heterogénea en las secuencias T2. En T1 TSE
SG la masa muestra una señal mayor que el músculo y realza de
forma moderada y heterogénea tras la inyección iv de contraste
paramagnético. Ovarios atróficos.

hemorrágico agudo, hiperintenso en T1 y T2, con una lesión nodu-


Figura 6 Endometriosis endoluminal. Mujer de 28 años asinto- lar endoluminal dependiente de la pared, que se realza (flechas).
mática. A) T2 TSE coronal; B) T1 TSE axial con saturación grasa La HSG confirmó la localización endoluminal de la lesión nodular
(SG); C) sustracción de T1 con y sin contraste iv, y D) histero- y la permeabilidad de la trompa afectada. La anatomía patológica
salpingografía (HSG). Trompa izquierda dilatada con contenido confirmó el origen endometriósico de la lesión polipoide.
394 C. La Parra Casado et al

Figura 8 Neoplasia tubárica primaria bilateral. Mujer de 51 años asintomática. A) T2 TSE coronal; B) T2 TSE axial; C) T2 TSE
coronal; D) T1 TSE axial con supresión grasa (SG), y E) T1 TSE axial SG con contraste iv. Ambas trompas están dilatadas con contenido
hiperintenso en T1 (* en D, solo mostrada la derecha), con pequeños nódulos, múltiples y bilaterales, que realzan con contraste
(flechas). Ovarios y útero normales sin adenopatías significativas. El estudio anatomopatológico diagnosticó un adenocarcinoma
seroso primario bilateral con múltiples implantes endoluminales junto con un contenido tubárico líquido-gelatinoso y hemático.

áreas quísticas por necrosis o hemorragia (fig. 7)16 . En el misma. Este aspecto hace muy difícil reconocer la con-
caso de que el tumor produzca secreciones líquidas, y las figuración tubular característica, que orientaría hacia un
fimbrias estén obstruidas, se produce un hidrosálpinx. En tumor tubárico, y lo hace radiológicamente indistingui-
estos casos la lesión se muestra como una masa sólido- ble de uno ovárico, máxime si el ovario no se separa
quística tubular y tortuosa17 . Esta configuración tubular es claramente de la masa1 . Es importante tener en cuenta
la clave diagnóstica, y lo que debe hacer sospechar que que los tumores ováricos pueden extenderse localmente
el tumor se origina en la trompa y no en el ovario1,17 . hacia las trompas, en cuyo caso es difícil diferenciar el
Ocasionalmente, se presenta con nódulos o papilas únicas origen tumoral (fig. 9)7 . Si las fimbrias no están obstrui-
o múltiples en la luz de una trompa dilatada (fig. 8)15 . das, o como resultado de descompresiones ocasionales
También se puede manifestar como una estructura quística que se acompañan de episodios de dolor, se asociará
multilocular con aspecto de rueda dentada, como resul- líquido intrauterino o ascitis peritumoral1,17 . La disemina-
tado de un plegamiento de la trompa dilatada sobre sí ción intraperitoneal es parecida a la del cáncer ovárico y su
Estudio de las enfermedades de las trompas de Falopio mediante resonancia magnética 395

Figura 10 Quiste paraovárico. A) T2 TSE sagital, y B) T2 TSE


axial. Mujer con sangrado uterino anormal. Ambos ovarios son
normales, pero existe una lesión quística paraovárica (*), que no
tiene una estructura tubular ni plicas, ni septos en su interior,
por lo tanto compatible con un quiste paraovárico.

la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia


(FIGO), son la afectación exclusiva de una o de las 2 trompas,
y la extensión a la serosa o afectación peritoneal, además
de la presencia de metástasis1,34 .
El diagnóstico diferencial incluye los tumores ováricos
primarios, con o sin extensión hacia la trompa, y las metás-
tasis, mayoritariamente las debidas a extensión directa de
otros tumores ginecológicos7,17 .
Cuando se sospeche afectación neoplásica tubárica,
siempre hay que descartar otro tumor primario de origen
Figura 9 Neoplasia ovárica izquierda con invasión secunda- ginecológico (endometrial y ovárico), dada la alta frecuen-
ria de la trompa ipsilateral. Mujer de 66 años con marcadores cia de estos tumores17 . En el caso de afectación bilateral,
tumorales elevados. A) T2 TSE axial; B) T2 TSE sagital, y C) T1 suele resultar muy complejo diferenciar entre un prima-
TSE axial con saturación grasa (SG) con contraste iv. Masa sólida rio bilateral y un primario unilateral que asocie metástasis
anexial izquierda (*) que realza con contraste, que correspondía contralaterales17 .
a un cistoadenocarcinoma seroso papilar de ovario. Se extiende En muy raras ocasiones una masa tubárica es debida a un
a la región ampular de la trompa ipsilateral (flechas blancas) a la mioma primario de la trompa. En tal caso se identificará una
que obstruye y dilata (flechas negras). Se acompaña de grandes masa fusiforme, pequeña, bien definida, única y localizada
adenopatías regionales (cabeza de flecha). entre el ovario y el útero, pero separada de ambos con el
mismo comportamiento en RM que los miomas uterinos1,37 .
diseminación ganglionar o metastásica es más frecuente que
la de este15 . Excluir otras alteraciones pélvicas
El componente sólido tumoral se presenta en RM tanto
con aspecto homogéneo como heterogéneo, normalmente Las alteraciones pélvicas en las mujeres no son exclusiva-
iso o hiperintenso en T2 e hipointenso en T1, con una mente ginecológicas. En el diagnóstico diferencial se deben
clara captación del contraste1,16 . El líquido asociado será incluir otras enfermedades cuando se identifican los ovarios
claro, hiperintenso en T2, o hemorrágico, hiperintenso en normales. Las enfermedades tubáricas se deben diferenciar
T11 . La RM también es útil para hacer una estadifica- de otras entidades que causan lesiones paraováricas con con-
ción local prequirúrgica, cuyos límites determinantes, según tenido líquido, como los quistes paraováricos (fig. 10), los
396 C. La Parra Casado et al

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los


autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.

Autorías

1. Responsable de la integridad del estudio: CLC.


2. Concepción del estudio: CLC, RMF, MFN y JCG.
3. Diseño del estudio: CLC y RMF.
4. Obtención de los datos: CLC, MFN y JCG.
5. Análisis e interpretación de los datos: CLC, MFN y JCG.
6. Tratamiento estadístico: no procede.
7. Búsqueda bibliográfica: CLC, RMF, MFN y JCG.
8. Redacción del trabajo: CLC y RMF.
9. Revisión crítica del manuscrito con aportaciones inte-
lectualmente relevantes: RMF, MFN y JCG.
10. Aprobación de la versión final: CLC, RMF, MFN y JCG.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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