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UNIVERSIDADAUTONOMAGABRIELRENEMORENO

Facultad de Ciencias Farmacéuticas y


Bioquímica

Carrera de FARMACIA

TEMA:

DOCENTE: HINOJOSA CABALLERO ROSSIO DE FATIMA

ASIGNATURA: FARMACOLOGIA APLICADA FMC-417

ESTUDIANTES:
Gutierrez Montengro Liliana 200734350
Hurtado Rivero Luz 216071054
Hurtado Vaca Laura 219063788
Ibañez Andrea 214012484
Layme Montoya Luis 219027617
Limachi Menchaca Leidy 218028377
Limachi Ybarra Rosmery 219028400
Machaca Lopez Betty 217108636
Machaca Lucana Abigail 218064675

Santa Cruz-Bolivia
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INDICE

RESUMEN...........................................................................................................................4
INTRODUCCION..................................................................................................................5
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA......................................................................................7
3.1. HIPERTENSION........................................................................................................................7
3.2 Factores de riesgo....................................................................................................................7
JUSTIFICACION....................................................................................................................8
¿Por qué es tan importante detectar la hipertensión entre los jóvenes?.......................................8
OBJETIVOS........................................................................................................................10
5.1. OBJETIVO GENERAL:.............................................................................................................10
5.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS........................................................................................................10
MARCO TEORICO..............................................................................................................11
DESARROLLO....................................................................................................................15
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO...............................................................................................18
1. Natriuréticos (antes diuréticos)...............................................................................................18
A. Tiazidas.......................................................................................................................................................18
B. Diuréticos de asa........................................................................................................................................18
C. Ahorradores de potasio.............................................................................................................................19
D. Indapamida................................................................................................................................................19

2. Betabloqueadores...................................................................................................................19
3. Calcioantagonistas (CaA).........................................................................................................20
4. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA)................................................21
5. Antagonistas de los receptores AT1 de la angiotensina II (ARAII)............................................22
6. Inhibidores directos de la renina (IDR).....................................................................................22
7. Otros antihipertensivos...........................................................................................................23
8. Las combinaciones...................................................................................................................24
CONCLUSIÓN....................................................................................................................24
RECOMENDACIONES PARA LA MEDICIÓN DE LA PA..........................................................25
RECOMENDACIONES GENERALES PARA PREVENIR LA HIPERTENSION ARTERIAL...............26
. BIBLIOGRAFIA:................................................................................................................28

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RESUMEN
La presión arterial es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de
sus arterias. Cada vez que su corazón late, bombea sangre hacia las arterias. Su
presión arterial es más alta cuando su corazón late, bombeando la sangre.
Esto se llama presión sistólica. Cuando su corazón está en reposo, entre
latidos, su presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica. La presión
arterial normal para adultos se define como una presión sistólica de menos de
120 y una presión diastólica de menos de 80. Esto se indica como 120/80.
La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que tu
corazón bombea como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en tus
arterias. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén
tus arterias, mayor será tu presión arterial. La presión arterial alta es una
enfermedad frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las
paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo
suficientemente alta como para poder causarte problemas de salud,
como la enfermedad cardíaca . Se puede tener presión arterial alta
(hipertensión) durante años sin tener ningún síntoma. Aun sin síntomas, el
daño a los vasos sanguíneos y a tu corazón se sigue produciendo y puede
detectarse. La presión arterial alta no controlada aumenta tu riesgo de graves
problemas de salud, como son el ataque cardíaco y el accidente
cerebrovascular.

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INTRODUCCION
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias,
que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. Se considera que
la persona presenta hipertensión cuando su tensión arterial es demasiado elevada. De
la tensión arterial se dan dos
valores: el primero es la tensión
sistólica y corresponde al
momento en que el corazón se
contrae o late, mientras que el
segundo, la tensión diastólica,
representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un
latido y otro.
Para establecer el diagnóstico de hipertensión se han de tomar mediciones dos días
distintos y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a 140 mmHg
y la diastólica superior o igual a 90 mmHg.
La hipertensión (o tensión arterial alta) es un trastorno grave que incrementa de manera
significativa el riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras
enfermedades. Se estima que en el mundo hay 1280 millones de adultos de 30 a 79
años con hipertensión y que la mayoría de ellos (cerca de dos tercios) vive en países de
ingresos bajos y medianos.
Según los cálculos, el 46% de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta
afección.
La hipertensión se diagnostica y trata a menos de la mitad de los adultos que la
presentan (solo al 42%). Apenas uno de cada cinco adultos hipertensos (el 21%) tiene
controlado el problema.
La hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el mundo.
Una de las metas mundiales para las enfermedades no transmisibles es reducir la
prevalencia de la hipertensión en un 25% en 2025 (con respecto a los valores de
referencia de 2010)

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ayuda a los países
a reducir la hipertensión como problema de salud pública.

En 2021, la OMS publicó unas nuevas directrices sobre el


tratamiento farmacológico de la hipertensión en el adulto-en
inglés, en las que se formulan recomendaciones basadas en la
evidencia sobre el comienzo del tratamiento de la hipertensión
y los plazos de revisión recomendados. Además, se indica la
presión arterial que debe alcanzarse para controlar la hipertensión y se informa sobre
cuáles son los profesionales del sistema de salud que puede dar inicio al tratamiento.

Para ayudar a los gobiernos a reforzar la prevención y el control de las enfermedades


cardiovasculares, la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos lanzaron en septiembre de 2016 la
iniciativa Global Hearts, que incluye el paquete técnico HEARTS. Los seis módulos de
este paquete (asesoramiento sobre estilos de vida saludables, protocolos de
tratamiento basados en datos objetivos, acceso a las tecnologías y medicamentos
esenciales, gestión basada en los riesgos, atención en equipo y sistemas de
seguimiento) constituyen un enfoque estratégico para mejorar la salud cardiovascular
en todo el mundo

En septiembre de 2017, la OMS se alió con Resolve to Save Lives, una iniciativa de
Vital Strategies, para ayudar a los gobiernos nacionales a aplicar la iniciativa Global
Hearts. Otros asociados que contribuyen a esta Iniciativa son: la Fundación de los CDC,
la incubadora Global Health Advocacy Incubator, la Facultad de Salud Pública
Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos de América), la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los CDC de los Estados Unidos.
Desde la puesta en marcha del programa en 2017 en 18 países de ingresos medianos y
bajos, tres millones de personas han recibido tratamientos antihipertensivos basados en
un protocolo mediante modelos de atención centrados en la persona. Estos programas

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demuestran la viabilidad y la eficacia de los programas normalizados de control de la
hipertensión.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


3.1. HIPERTENSION
La hipertensión es una forma alternativa de denominar a la presión arterial elevada.
Puede derivar en complicaciones graves e incrementar el riesgo de sufrir una
cardiopatía, un accidente cerebrovascular y la muerte.
La hipertensión es el término médico para referirse a la presión arterial elevada. Esto
significa que la sangre hace demasiada fuerza contra las paredes de los vasos
sanguíneos. Alrededor de 85 millones de personas en Estados Unidos tienen la presión
arterial elevada. Según las pautas utilizadas por la Asociación Estadounidense del
Corazón (AEC) en noviembre del 2017, las directrices de los médicos definen la presión
arterial elevada en 130 sobre 80 milímetros de mercurio (mm Hg).

3.2 Factores de riesgo


Un número de factores de riesgo incrementan las posibilidades de sufrir hipertensión:

 Edad: La hipertensión suele ser más común en personas mayores de 60 años.


Con la edad, la presión arterial puede incrementar de forma paulatina, ya que las
arterias se vuelven más rígidas y estrechas debido a la formación de placa.
 Etnia: Algunos grupos étnicos son más propensos a sufrir hipertensión.
 Altura y peso: La obesidad o sobrepeso representan un factor
de riesgo clave.
 Consumo de alcohol y tabaco: El consumo
de grandes cantidades de alcohol de forma
regular puede incrementar la presión
arterial de una persona, al igual que el
tabaco.

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 Sexo: El riesgo vitalicio es el mismo
para hombres y mujeres, pero los
hombres son más propensos a
sufrirla a una edad más temprana.
La frecuencia suele ser superior en
las mujeres mayores.
 Enfermedades de salud existentes: Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes,
la enfermedad renal crónica y los niveles de
colesterol elevados pueden derivar en
hipertensión, sobre todo cuando la gente
envejece.
Otros factores que también contribuyen son:

 La inactividad física
 Una dieta rica en sal asociada a los alimentos procesados y grasos
 Bajos niveles de potasio en la dieta
 El consumo de alcohol y tabaco
 Algunas enfermedades y medicamentos

JUSTIFICACION
¿Por qué es tan importante detectar la hipertensión entre los jóvenes?
Existen determinados grupos de población que pueden verse afectados en
mayor medida por un mayor riesgo cardiovascular, como los jóvenes, las
mujeres y los nonagenarios. Y lo cierto es que el riesgo cardiovascular se ha
investigado poco en estos grupos. En el caso de los jóvenes, puede ser un
problema, porque es clave efectuar la detección precoz de la hipertensión arterial
para evitar lesiones graves en los llamados órganos diana, como son el corazón
y su prolongación en la aorta, el cerebro y los riñones.

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Según el Dr. Pedro Armario García, del Hospital Sant Joan Despí Moisés Broggi,
“la prevalencia de hipertensión arterial en el joven de 18-39 años varía en función
de la zona estudiada, siendo más frecuente en varones que en mujeres. La
prevalencia global en EEUU y España es alrededor del 7-12% y se incrementará
debido al aumento de la obesidad y los estilos de vida menos cardiosaludables”.

Existen determinados grupos de población que pueden verse afectados en


mayor medida por un mayor riesgo cardiovascular, como los jóvenes, las
mujeres y los nonagenarios. Y lo cierto es que el riesgo cardiovascular se ha
investigado poco en estos grupos. En el caso de los jóvenes, puede ser un
problema, porque es clave efectuar la detección precoz de la hipertensión arterial
para evitar lesiones graves en los llamados órganos diana, como son el corazón
y su prolongación en la aorta, el cerebro y los riñones.

Pilar Rahola destroza España, Llarena y Pedro Sánchez: "Lo peor de cada casa"
Básicamente existen tres factores que conducen a la elevación de las cifras de
presión arterial: factores genéticos, como antecedentes de hipertensión en
familiares de primer grado; factores perinatales, como bajo peso al nacer, historia
de presión arterial alta gestacional o preclamsia en la madre; factores
ambientales, entre los que es muy importante la obesidad y los cambios de estilo
de vida no favorables, como la alimentación y el sedentarismo.
Respecto a las personas con cifras de presión arterial buenas, las que la tienen
alta presentan un aumento del riesgo cardiovascular del 75%. Los jóvenes con
inicio de hipertensión presentan un riesgo mayor de desarrollar lesiones en el
corazón (un órgano diana), como la hipertrofia ventricular izquierda, la disfunción
diastólica o la calcificación coronaria. Su detección precoz puede reducir el
riesgo.
Existen dos tipos distintos de hipertensión arterial, tal y como explica la Sociedad
Española de Medicina Interna (SEMI). La secundaria a otros problemas de salud
o medicaciones, y la esencial, que es mucho más frecuente y que en el adulto

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está determinada por factores que ocurren muchos años antes. Los signos y
síntomas que pueden orientar hacia la sospecha de hipertensión secundaria son
tan variados como las causas renales, vásculo-renales (displasia fibromuscular,
endocrinas (feocromocitoma, hiperaldosteornismo primario, alteración de la
función tiroidea), coartación de la aorta, y farmacológicas, entre otras.
Este riesgo cardiovascular en las mujeres jóvenes es inferior al de los varones
jóvenes, aunque hay condiciones como enfermedades ginecológicas y
obstétricas que lo aumentan. Además, las enfermedades reumatológicas
crónicas inflamatorias, más prevalentes en las mujeres que en los varones,
también elevan este riesgo”.

OBJETIVOS
5.1. OBJETIVO GENERAL:
• Desarrollar y explicar de forma general esta afección cardiovascular
frecuente y su tratamiento farmacológico.

5.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS:

• Dar a conocer e informar a la población estudiantil sobre este tipo de


enfermedad.
• Establecer y detallar el debido tratamiento con medicamentos que nos
ayuden a combatirlo.
• Describir los signos y síntomas más frecuente y como diagnosticarla.

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MARCO TEORICO

En el año 1974, la Organización Mundial de la Salud (OMS) invitó Cuba a


participar conjuntamente con otros 13 países en un proyecto de investigación
titulado “Programa para el control Comunitario de la Hipertensión Arterial”. Se
elaboró entonces por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), basado en los
criterios y recomendaciones de ese proyecto, el primer programa nacional para
la prevención y control de la hipertensión arterial.
Para supervisar, controlar y evaluar dicho programa, se creó la Comisión
Nacional de Hipertensión Arterial del MINSAP, la cual, además, participó
conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un
proyecto similar al ejecutado por la OMS. En ambos estudios se adoptaron las
cifras tensionales de 160 mmHg y 95 mmHg para clasificar como hipertensos a
los individuos de 15 y más años; con estas cifras la prevalencia en nuestro país
era de 15 % en las zonas urbanas y entre un 7 % y 8 % en las zonas rurales.
En 1991 se revisó el programa nacional adoptándose las cifras de 140/90 mmHg
por lo que los estimados de prevalencia se duplicaron. Durante el año 1995 se
realizó la Primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo y Actividades
Preventivas, que corroboró lo que otros estudios territoriales efectuados en Cuba
habían encontrado en cuanto a la prevalencia de hipertensión arterial, al
registrarse un 30,6 % para zonas urbanas. En ese año se realizó el Primer Taller
Nacional de Hipertensión Arterial para revisar y actualizar el programa vigente y
adaptarlo a las condiciones que se estaban alcanzando con el desarrollo de la
atención primaria en el país, a través de la medicina familiar y la especialización
en Medicina General Integral.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la
Región de las Américas y la hipertensión es la causa de más del 50% de ellas.
En la Región, más de una cuarta parte de las mujeres adultas y cuatro de cada
diez hombres adultos tienen hipertensión y su diagnóstico, tratamiento y control

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son deficientes. En el 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó
directrices actualizadas sobre el tratamiento farmacológico de la hipertensión en
personas adultas. En este artículo se destaca el papel facilitador de la iniciativa
mundial HEARTS de la OMS y la iniciativa HEARTS en las Américas para
catalizar la implementación de estas directrices, a la vez que se proporciona
asesoramiento específico sobre políticas para dicha implementación y se
destaca la necesidad de adoptar un enfoque estratégico general para el control
de la hipertensión. Los autores instan a quienes abogan por la salud y a los
responsables de las políticas a priorizar la prevención y el control de la
hipertensión para mejorar la salud y el bienestar de la población, y a reducir las
disparidades de salud en relación con las enfermedades cardiovasculares dentro
de la población y entre las poblaciones de la Región de las Américas.
Iniciativa Estandarizada de tratamientos de la hipertensión según HEARTS

La hipertensión arterial es la más común de las condiciones que afectan la salud


de los individuos adultos en las poblaciones en todas partes del mundo.
Representa por sí misma una enfermedad, como también un factor de riesgo
importante para otras enfermedades, fundamentalmente para la cardiopatía
isquémica, insuficiencia cardiaca, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia
renal y puede también producir afectaciones de la vasculatura periférica y de la
retina.
La prevención de la hipertensión arterial es la medida sanitaria más importante,
universal y menos costosa. El perfeccionamiento de la prevención y el control de
la presión arterial (PA) es un desafío para todos los países y debe constituir una
prioridad de las instituciones de salud, la población y los gobiernos. La adecuada
percepción del riesgo que significa padecer de hipertensión arterial obliga a
ejecutar una estrategia poblacional con medidas de promoción y educación
dirigidas a la disminución de la presión arterial media de la población,
impactando sobre otros factores de riesgo asociados a la hipertensión arterial,

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fundamentalmente la falta del ejercicio físico, niveles inadecuados de lípidos
sanguíneos, elevada ingesta de sal, el tabaquismo, el alcoholismo y la obesidad,
que puede lograrse mediante acciones dirigidas a las modificaciones del estilo de
vida.

Para definir al paciente con HTA, las guías consideran una PA≥140/90 mmHg,
excepto la americana que propone PA≥130/80 mmHg. En general se recomienda
un objetivo de PA<140/<90 mmHg en todos los pacientes; y se considera
razonable una PA<130/80 mmHg en la mayoría, siempre que se tolere (sobre
todo si el riesgo CV es alto). El objetivo puede modificarse según la situación
clínica de cada paciente.
Se recomienda iniciar y mantener medidas no farmacológicas en todos los
pacientes con HTA, independientemente de que utilice o no tratamiento
farmacológico. NICE las recomienda a partir de PA≥140/90 mmHg, ACC/AHA
con PA≥120/<80 mmHg y el resto con PA≥130/80-85 mmHg.
Se recomienda tratamiento farmacológico en pacientes con PA≥160/≥100 mmHg,
independientemente del riesgo CV; y, a partir de PA≥130/≥80 mmHg,
considerarlo cuando el riesgo CV sea alto o muy alto o la PA no se controle con
medidas no farmacológicas. En pacientes con PA ≥140/≥90 mmHg, ACC/AHA y
SEMERGEN recomiendan tratamiento farmacológico independientemente del
riesgo CV; el resto, consideran tratamiento farmacológico en función del riesgo
CV y la edad. En hipertensos muy mayores, frágiles, con multimorbilidad y/o
esperanza de vida limitada, se recomienda una evaluación clínica
individualizada.
Los inhibidores del enzima convertidor de angiotensina (IECA), los antagonistas
de los receptores de angiotensina II (ARA-II), los antagonistas del calcio (AC) y
los diuréticos (tiazidas o análogos) se consideran antihipertensivos de primera
elección (en monoterapia o asociación).
Se recomienda un tratamiento escalonado, asociando diferentes
antihipertensivos de forma progresiva y secuencial hasta alcanzar el objetivo de

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PA; y, antes de pasar al siguiente escalón, comprobar el cumplimiento y la
dosificación óptima de los fármacos. Iniciar el tratamiento con monoterapia o
terapia doble, en función de las cifras de PA, el riesgo CV, la edad y/o la
situación clínica de cada paciente.
Diagnóstico y evaluación de los pacientes
En términos generales, las guías coinciden en los principales criterios
diagnósticos y de evaluación de los pacientes eventual-mente hipertensos,
incidiendo en la importancia de realizar una valoración global antes de iniciar el
tratamiento.
Los objetivos de la evaluación de los pacientes son:
• Establecer el diagnóstico y el grado de HTA (clasificación)
• Descartar una HTA secundaria (buscar posibles causas)
• Valorar el riesgo CV (factores de riesgo)
• Detectar el daño orgánico asintomático (afectación de órganos diana),
enfermedades CV y otras comorbilidades.

Control y seguimiento de los pacientes


Cuando se inicia un tratamiento antihipertensivo es esencial hacer un
seguimiento de los pacientes para comprobar su eficacia, detectar posibles
efectos adversos y valorar la evolución de los factores de riesgo CV y el daño
orgánico.
Las recomendaciones para el control y seguimiento de cada guía están
condicionadas –en parte- por los diferentes criterios diagnósticos y de
clasificación. En principio, la frecuencia de las revisiones dependerá del grado de
HTA, la urgencia para reducir las cifras de PA, los factores de riesgo CV y la
comorbilidad de cada paciente; y también podría influir la organización sanitaria
local y los recursos sanitarios.
Tras iniciar un tratamiento farmacológico, se recomienda realizar controles cada
1-2 meses, para comprobar las cifras de PA, el cumplimiento del tratamiento y
posibles efectos adversos; y si se considera necesario, intensificar o modificar el

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tratamiento hasta alcanzar los objetivos de PA. Una vez controlada la PA, las
revisiones pueden continuarse a intervalos de 3-6 meses para supervisar la
evolución del paciente (cifras de PA, riesgo CV, daño orgánico) y revisar el
tratamiento (eficacia, efectos adversos, cumplimiento)
.

DESARROLLO
Medicamentos para tratar la presión arterial alta.

Diuréticos. Los diuréticos eliminan el exceso de agua y de sodio del cuerpo, para que
haya menos líquido en circulación en las venas y las arterias. Esto reduce la presión
sobre las paredes de los vasos sanguíneos.

Entre los tipos de diuréticos se encuentran los tiazídicos, de asa y ahorradores de


potasio. Si los diuréticos no son suficientes para reducir la presión arterial, el proveedor
de atención médica podría recomendarte otros medicamentos adicionales para la
presión arterial al tratamiento.

Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA). Ayudan a relajar los


vasos sanguíneos al evitar la formación de una sustancia química del cuerpo
(angiotensina) que estrecha los vasos sanguíneos.

Antagonistas de receptores de angiotensina II (ARA-II). Estos medicamentos bloquean


la acción de la angiotensina.

Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos evitan que el calcio


ingrese a las células del corazón y las arterias, lo que permite que las arterias se relajen
y se abran.

Betabloqueadores. Estos medicamentos actúan mediante el bloqueo de los efectos de


la hormona epinefrina, que también se conoce como adrenalina. Hacen que el corazón
lata más despacio y con menos fuerza.

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Inhibidores de la renina. La renina es una sustancia que producen los riñones y que
desencadena una serie de pasos que aumentan la presión arterial. Los inhibidores de la
renina frenan la producción de esta sustancia.

Otros medicamentos que a veces se usan para tratar la presión arterial alta

Si no puedes alcanzar tu meta de presión arterial con uno o varios de los medicamentos
mencionados anteriormente, estos son otros medicamentos que la reducen:

Alfabloqueadores. Impiden que la hormona norepinefrina (noradrenalina) contraiga los


músculos de las paredes de las arterias y venas más pequeñas, lo cual hace que los
vasos permanezcan abiertos y relajados.

Alfabetabloqueadores. Funcionan de manera similar a los betabloqueadores. Se


pueden recetar si tienes hipertensión arterial y estás en riesgo de sufrir insuficiencia
cardíaca.

Agentes de acción central. Estos medicamentos evitan que el cerebro envíe señales al
sistema nervioso para acelerar la frecuencia cardíaca y estrechar los vasos sanguíneos.
De esta manera, el corazón no bombea con tanta fuerza y la sangre fluye más
fácilmente por las venas y arterias.

Vasodilatadores. Estos medicamentos evitan que los músculos de las venas y arterias
se contraigan y se estrechen. De esta manera, la sangre fluye con mayor facilidad y el
corazón no tiene que bombear con tanta fuerza.

Antagonistas de la aldosterona. Estos medicamentos a menudo se usan con otros


medicamentos, como un diurético. Los antagonistas de la aldosterona bloquean la
hormona aldosterona, que a veces causa retención de sal y de líquidos, lo que
contribuye a la hipertensión arterial. Generalmente, se recetan a aquellas personas
cuya hipertensión arterial es difícil de controlar o que tienen diabetes o insuficiencia
cardíaca.

La eficacia que tenga un medicamento puede depender de la edad, el sexo, la raza, el


nivel de presión arterial y la salud general de cada persona.

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La combinación de dos medicamentos, por lo general, funciona mejor que un solo
medicamento para mantener la presión arterial bajo control. Algunas veces se necesitan
más medicamentos para alcanzar el objetivo de presión arterial.

Medicamentos para la hipertensión arterial y otras afecciones médicas

La hipertensión arterial a menudo va de la mano con otros problemas de salud. La


hipertensión arterial aumenta el riesgo de tener una de estas afecciones:

• Enfermedad renal crónica

• Enfermedad de las arterias coronarias

• Diabetes

• Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular

• Insuficiencia cardíaca

• Hinchazón o engrosamiento de la cavidad izquierda del corazón (hipertrofia


ventricular izquierda)

Sin embargo, un tratamiento dirigido podría reducir el riesgo de estas afecciones


médicas.

Por ejemplo, si tienes dolor en el pecho (angina de pecho) relacionado con la


enfermedad de las arterias coronarias, es posible que tu proveedor de atención médica
te recomiende un beta bloqueador para disminuir la presión arterial, prevenir el dolor en
el pecho, reducir la frecuencia cardíaca y disminuir el riesgo de muerte.

Si tienes diabetes e hipertensión arterial, tomar un diurético más un inhibidor de la


enzima convertidor de la angiotensina (ECA) puede disminuir el riesgo de sufrir un
ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular.

Si tienes diabetes, hipertensión arterial y enfermedad renal, podrías necesitar un


inhibidor de la enzima convertidor de la angiotensina (ECA) o un antagonista de los
receptores de la angiotensina.

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TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
1. Natriuréticos (antes diuréticos).

Generalmente es la primera elección en el tratamiento de la hipertensión arterial,debido


a su fácil manejo y a su bajo coste. Hay 3 grupos de diuréticos, según el nivel renal en
elque actúen, siendo más usados los tiazídicos. Actúan aumentando la excreción renal
de orina ysodio, lo que hace que disminuya la TA. Los efectos colaterales de los
diuréticos son pocos, siendo el más importante la bajada de potasio, que aparece tanto
con los diuréticos tiazídicos como con los de asa, y que se suple aumentando el
consumo de alimentos ricos en potasio, como el plátano o la naranja.

El efecto antihipertensivo de los fármacos de este rupo es debido principalmente a la


acción natriurética (aumento en la excreción de sodio) que finalmente disminuye la
respuesta vasoconstrictora.

Se pueden dividir en cuatro subgrupos:

A. Las tiazidas

B. Los diuréticos de asa

C. Los ahorradores de potasio

D. La indapamida

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A. Tiazidas
En este grupo se encuentra la clortalidona y la hidroclorotiazida ,se pueden utilizar en la
mayoría delos pacientes solas o combinadas, siempre a dosis bajas para evitar

los efectos adversos, entre los que destacan la hipo kalemia, las arritmias, la
hiperuricemia ,favorecer nuevos casos de diabetes y alterar el metabolismo de los
lípidos.

B. Diuréticos de asa

Representados por el furo se mide que tienen más efecto diurético (aumento en la
excreción de agua) que natriurético, por lo tanto son menos efectivos

Como antihipertensivos, tienen más indicación como parte del tratamiento en casos de
insuficiencia cardiaca o insuficiencia renal.

C. Ahorradores de potasio
Como la espironolactona, que será efectiva en los raros casos de aldosteronismo y
como apoyo en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca.

D. Indapamida
Es un agente de clase única, con varios mecanismos de acción, entre los que destaca
su efecto natriurético, favorece la liberación de factores relajantes endoteliales y la
regresión de la hipertrofia ventricular izquierda, es neutra metabólicamente, no

afecta a la glucosa ni a los lípidos y revierte la microalbuminuria en el paciente


diabético.

Los natriuréticos, son los medicamentos más frecuentemente recomendados en el


tratamiento combinado, lo que es necesario en la mayoría de los casos para alcanzar
las metas requeridas. El uso de la combinación de dos fármacos a dosis bajas y

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preferentemente en el mismo comprimido, puede simplificar el tratamiento y facilitar la
adherencia.

2. Betabloqueadores
Reducen la TA en pacientes hipertensos, pero no en personas normotensas; actúan
bloqueando el efecto estimulante de la adrenalina sobre el corazón, con lo que éste late
más despacio. Los betabloqueantes han demostrado ampliamente su
eficacia, tanto en monoterapia como asociados en el tratamiento de la HTA ligera-
moderada. Tienen efectos adversos que limitan su uso. Los más importantes están
relacionados con su acción sobre el corazón: producción de excesiva disminución de la
frecuencia cardiaca, broncoespasmo en pacientes asmáticos o con enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC). También pueden producir sensación de fatiga y
alteraciones a nivel de la esfera sexual (impotencia

Disminuyen la PA por disminuir la frecuencia cardiaca y la fuerza de contracción


miocárdica, por lo que disminuyen el consumo de oxígeno y son útiles en la angina de
pecho, además de disminuir la actividad plasmática de la renina. Actualmente se
consideran tan útiles en el manejo del hipertenso asociado a angina de pecho y en la
reducción de la mortalidad en el postinfarto y los cardioselectivos a dosis bajas en el
tratamiento de la insuficiencia cardiaca.

Pueden emplearse en jóvenes con taquicardia sin antecedentes familiares o personales


de diabetes tipo 2 o síndrome metabólico. A pesar de que en el estudio

UKPDS se coloca a los betabloqueadores en primera línea junto a los IECA en el


tratamiento de los hipertensos diabéticos para prevenir las complicaciones micro y

macrovasculares, en la actualidad no son los más recomendados en estos casos o bien


se deberían preferir los cardioselectivos como el bisoprolol que no tiene impacto

sobre la sensibilidad de la insulina ni altera el metabolismo de los lípidos.

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3. Calcioantagonistas (CaA)
Actúan inhibiendo la entrada de calcio en las células musculares lisas de las arteriolas
(arterias pequeñas), con lo que éstas se dilatan y disminuyen las
resistencias vasculares periféricas y las cifras de PA. Como efectos secundarios se han
descrito los edemas maleolares, la hipotensión ortostática (mareo al ponerse de pie por
disminución de la TA), el rubor facial, la cefalea, el estreñimiento y la bradicardia.

Los calcioantagonistas evitan parcialmente la entrada de Ca++ a las células, en general


son considerados sin distinción en un solo grupo, debiendo ser diferenciados

en relación a su mayor acción, ya sea sobre el corazón como el verapamilo y el


diltiazem y los de mayor efecto a nivel vascular periférico como los derivados de las
dihidropiridinas. Ello es importante al considerar algunas indicaciones y
contraindicaciones, por ejemplo, los primeros tendrán mejor respuesta en pacientes

hipertensos isquémicos, pero no deberán ser empleados en presencia de insuficiencia


cardiaca o bloqueo auriculoventricular. Por otro lado, cualquier tipo de

calcioantagonista ha demostrado su utilidad en el control de la hipertensión sistólica


aislada, su neutralidad en diabetes y dislipidemia y el retraso o regresión de la
aterosclerosis carotídea y coronaria. El tratamiento combinado de verapamilo de acción
prolongada con trandolapril, ha demostrado que disminuye la incidencia de

microalbuminuria en hipertensos diabéticos; aunque esta acción parece deberse al


trandolapril.

4. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA)


Actúan impidiendo la formación de una sustancia del organismo llamada angiotensina
II, sin la que no se puede producir renina (que eleva la TA y contrae las arterias). Los
IECAs están actualmente considerados fármacos de primer escalón, solos o en
asociación con otros, y también han demostrado ser eficaces en la prevención de
eventos cardiovasculares en pacientes con HTA no complicada. Además, pueden
administrarse de manera segura en la mayoría de las situaciones en que la HTA va
asociada a otras enfermedades. Los IECAs están contraindicados en el embarazo y la

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lactancia, y deben utilizarse con suma precaución en la HTA vasculorenal. Como
efectos secundarios más descritos están la aparición en algunos pacientes de tos no
productiva, casos aislados de angioedema (que aparece con las primeras
dosis del fármaco), hipotensión,exantemas en la piel y elevación de la urea (en
pacientes con insuficiencia renal)

Fueron los primeros antihipertensivos que lograron el bloqueo del sistema renina-
angiotensina-aldosterona (SRAA) con eficacia y seguridad, por lo que pudieron ser
llevados a la práctica clínica. Con diferentes mecanismos de acción, entre los que
destaca el bloqueo de la enzima dipeptidilcarboxipeptidasa que evita por un lado la
transformación de la angiotensina I en la II (vasoconstrictora) y por otro la degradación
de la bradicinina (vasodilatadora).

En diversos estudios han demostrado sus ventajas en reducir la hipertrofia ventricular


izquierda y las complicaciones cardiovasculares del hipertenso, aun en el que se asocia
a diabetes, así como en reducir la mortalidad, la insuficiencia cardiaca y el riesgo de
accidentes cerebrovasculares. También evitan la remodelación del miocardio
postinfartado, ofrecen nefroprotección al reducir la hiperfiltración renal y la progresión
de la microalbuminuria y proteinuria, mejoran la sensibilidad de la insulina, que los
coloca como de elección en el paciente prediabético o diabético.

Como todos los bloqueadores del SRAA, inhiben la liberación de aldosterona,


disminuyendo el intercambio de Na+/K+ en el túbulo contorneado distal y la retención
de potasio; por lo que, se debe tener cuidado al usar concomitantemente con otros
fármacos que retengan potasio o en estados de hiperkalemia. Están contraindicados en
el embarazo.

5. Antagonistas de los receptores AT1 de la angiotensina II (ARAII)


Bloquean los efectos de la angiotensina II en el receptor AT1, ya sea la que se forma
por el SRAA o la que se produce de manera local (tisular), favoreciendo con ello la

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vasodilatación, la disminución de la hipertrofia ventricular izquierda y del músculo liso
vascular, así como protección endotelial.

Se ha observado que ofrecen reducción rápida de la PA, desde la semana dos de su

administración.

Tienen efectos de organoprotección similares a los IECA, con un buen perfil de


seguridad y menos incidencia de eventos adversos. Al igual que los IECA también
retienen potasio, por lo que se debe tener precaución en el uso concomitante de
ahorradores de potasio o en estados de hiperkalemia. Están contraindicados en el

embarazo.

6. Inhibidores directos de la renina (IDR)


El aliskiren es en la actualidad el único fármaco de este nuevo grupo, que inhibe en
forma directa a la renina humana al unirse al sitio activo de la misma e inhibir su
actividad, con lo que se evita la transformación del angiotensinógeno en angiotensina

Reduce la presión sistólica y diastólica en promedio 15.7/10.3 mmHg y esa respuesta


se incrementa al combinarse con otros antihipertensivos. Ofrece un

control más completo y prolongado sobre el sistema de la renina al neutralizar los


incrementos de la actividad plasmática de la renina provocados por los natriuréticos, los
IECA y los ARA II. Contraindicado en el embarazo.

7. Otros antihipertensivos

En el mercado mexicano, existen otros medicamentos menos empleados por tener


menor eficacia antihipertensiva o por presentar con frecuencia efectos adversos
importantes:

Los bloqueadores alfa 1, al bloquear específicamente estos receptores, favorecen la

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vasodilatación. Al inicio de su empleo pueden presentar elevación de la actividad
plasmática de la renina, pueden también provocar disminución en la presión de
perfusión renal, con retención de sodio y agua. Se encontró que pueden aumentar la

incidencia de insuficiencia cardiaca. Son benéficos en el perfil de lípidos por disminuir


los triglicéridos y el colesterol LDL y aumentar el colesterol HDL; producen con
frecuencia cefalea, palpitaciones e hipotensión postural. En la actualidad sólo se
emplean como tercer o cuarto antihipertensivo en casos muy excepcionales, se
emplean más como tratamiento sintomático de la hiperplasia prostática benigna.

Los vasodilatadores directos, como la apresolina y la isoxsuprina, están en desuso, la


primera por provocar tolerancia y por sus efectos adversos, entre los que destaca la

presencia de un síndrome similar al lupus y la segunda por su poco efecto


antihipertensivo por vía oral.

La alfametildopa está indicada en la hipertensa embarazada. La alfametildopa


disminuye el tono simpático y las resistencias periféricas, favorece la regresión

de la hipertrofia ventricular izquierda, sin embargo presenta muchos efectos adversos,


entre los que destacan la sedación, la depresión, sequedad de mucosas, somnolencia e
hipotensión ortostática; está contraindicada en presencia de hepatopatía y

depresión.

8. Las combinaciones
La terapia combinada puede conseguir una mejor respuesta antihipertensiva en forma
más temprana, con lo que se logra la reducción de la mortalidad y el daño a diversos
órganos, además se emplean dosis menores de cada medicamento, con lo que se
evitan o disminuyen los efectos adversos que se tendrían al emplear la monoterapia a
dosis mayores.

La decisión de usar un fármaco y no otro depende de las características del enfermo en


el interrogatorio y exploración, el hallazgo electrocardiográfico, la tolerancia del paciente

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al fármaco, la comodidad de la dosis y la presencia o ausencia de efectos secundarios
con el medicamento elegido.

CONCLUSIÓN
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo corregible de las enfermedades
cardiovasculares y, a nivel mundial, afecta a más de mil millones de personas y causa
más de diez millones de muertes evitables cada año.

Un punto importante para destacar es que existen profesionales que consideran que, en
la vejez, cuando se registra el pico de enfermedades crónicas, es demasiado tarde para
actuar sobre el control de la enfermedad y la modificación de los estilos de vida. Se
debe hacer lo contrario y animar a las personas mayores a mejorar su estilo de vida, ya
que también repercutirá en su longevidad y en su calidad de vida.

Otro campo de actuación de gran valía es la prevención. Se puede afrontar desde


diferentes ámbitos:

– Tratar temas relacionados con enfermedades crónicas, en concreto sobre la


hipertensión, desde una edad temprana ayudaría a la sociedad a crear una conciencia
de salud sobre estas enfermedades y así ser más fácil el abordaje de cambios en el
estilo de vida.

– Dar charlas en diferentes espacios laborales.

– Influir sobre la industria alimentaria para la reducción de sal en sus productos.

RECOMENDACIONES PARA LA MEDICIÓN DE LA PA


Reposar sentado cinco minutos antes, no haber realizado ejercicio físico intenso

No realizar la medición después de comer, Tener la vejiga vacía

Antes de iniciar la medición, el paciente debe permanecer sentado durante varios


minutos, en un ambiente silencioso, cálido y tranquilo.

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Evitar la ingesta de cafeína o fumar; durante al menos 30 min previos.

El paciente debe sentarse 5 minutos con el brazo apoyado y a la altura del corazón. En
pacientes ancianos diabéticos medir además la PA inmediatamente y 2 min después de
adoptar la bipedestación.

Obtener al menos 2 mediciones con una separación de 1 – 2 minutos, sin retirar el


manguito, y tomas adicionales si las dos primeras presentan una diferencia notable > 5
mmHg.

Si los ruidos son débiles indicar al paciente que eleve el brazo y abra y cierre la mano
varias veces.

En la primera visita medir la presión arterial en ambos brazos para detectar enfermedad
vascular periférica.

RECOMENDACIONES GENERALES PARA PREVENIR LA


HIPERTENSION ARTERIAL
• Disminuir las calorías de la dieta en caso de sobrepeso u obesidad.

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• Reducir la cantidad de sal en las comidas. Esto afecta tanto a la cantidad directa
de sal como al consumo de alimentos precocinados, enlatados y embutidos.

• Aumentar el consumo de potasio (frutas frescas, vegetales y cereales).

• Incrementar la ingesta de calcio

• Andar diariamente al menos media hora, mejor entre una y dos horas.

• Limitar el consumo de alcohol.

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 Hipertensión arterial [Guía para la prevención, diagnóstico y tratamiento]
“Comisión Nacional Técnica Asesora del Programa de Hipertensión arterial”
Realizado por el Ing. José Quesada Pantoja [La Habana: Editorial Ciencias
Médicas, 2008.]
 Boletín terapéutico [Tratamiento de la hipertensión arterial]
BT Andaluz Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
Medicina de Familia SEMER-GEN. 2019; 45(4): 251-272.

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