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Introducción

La adolescencia es una etapa crucial del desarrollo, donde se siguen afianzando


algunas características y habilidades, así como también se van desarrollando y
adquiriendo algunas nuevas que compondrán la personalidad y la dinámica propia
del ser humano.
Debido a este mismo desarrollo que está en proceso, hay capacidades que
aún no son adquiridas para la interacción con el medio, como lo es al momento de
responder a situaciones de la vida cotidiana, donde en la adolescencia es
característico el actuar de manera reactiva e impulsiva.
Hay causas específicas que provocan este comportamiento y es de suma
importancia el conocer este procedimiento al momento de tratar con adolescentes,
cada vez se conoce más sobre el desarrollo del individuo, lo cual también sería
importante que vayan conociendo los propios adolescentes para comprender las
razones por las que tienen ciertas experiencias al vivir esta etapa.
Además de todos los individuos que les rodean, como profesores, familia,
profesionistas de la salud mental, es importante que el adolescente mismo
conozca su entorno y herramientas al alcance, para prevenir conductas de riesgo
que se pueden presentar, pues por todas las características del desarrollo en la
adolescencia, se trata de una etapa con vulnerabilidad ante toma de decisiones
que pueden traer consecuencias perjudiciales para el adolescente.
Así como prevenir, es necesario conocer a detalle para guiarle al desarrollo
de habilidades de pensamiento para la toma de decisiones en su vida, para crear
un proyecto de vida y que la etapa misma sea transitada de una forma más
adecuada.
Es así como, dentro de el presente ensayo se busca expresar de forma
sustentada aquello que ya se conoce como la correlación existente entre la
conducta impulsiva y la vivencia de la etapa de adolescencia
Hipótesis
En la adolescencia es común y natural que exista impulsividad, como
característica de la etapa y de la falta de habilidades desarrolladas en este
periodo.
Desarrollo
La adolescencia es una etapa del desarrollo del ser humano, por ella tiene que
pasar cada uno de los individuos en crecimiento, para algunos autores la
adolescencia se extiende en diferentes rangos de edades, todo esto depende de
las características en las que se centre el autor y la evolución que enmarque
respecto a la etapa, sobre todo a las capacidades adquiridas para funcionar en la
interacción con el medio.
Esta etapa se conoce, desde las teorías del desarrollo, como esa segunda
oportunidad para terminar de construir y reafirmar la identidad que va
desarrollando el individuo durante su crecimiento, ya que después de la infancia,
en esta etapa para la teoría del desarrollo psicosexual de Freud, en el desarrollo
psicosocial de Erikson marcan una gran importancia de la interacción con los
iguales para la identificación y encontrar tanto la apariencia física como la
definición propia y roles que tendrán en la sociedad y que los identifica de manera
singular (Cueli, 2008).
Para la teoría del desarrollo cognitivo y del desarrollo moral, marcan
claramente cómo el cerebro va desarrollándose y adquiriendo capacidades de
forma paulatina, según la interacción y los estímulos que vaya recibiendo el ser
humano, las cuales se van añadiendo para avanzar a la madurez mental, dónde le
sea fácil de responder de una manera adecuada y completa a las situaciones que
se le presentan, además de poder lograr ser una persona individual, autónoma e
independiente, lo que sería lo ideal para la integridad de cada individuo.
El desarrollo de las habilidades del pensamiento, capacidades de
aprendizaje y la conducta, van de la mano, durante este desarrollo el ser humano
inicia siendo dependiente a los cuidadores, que son personas adultas en las que
deberán confiar, apoyarse, tomar como modelos para la imitación y que esto sean
herramientas para el desarrollo propio completo y encaminarse a la individuación.
De manera que, a ciertas edades primarias de la vida y del desarrollo no
hay una madurez física ni psíquica aún presentes, por lo que responder a
cualquier situación y estímulo, dependerá de qué tan complejo sea para la
persona para poder responder por sí mismo o bien necesitar de un apoyo,
refiriéndose a dar respuesta como a una forma adecuada y equilibrada dónde no
haya consecuencias perjudiciales o al menos no del todo, para sí mismo ni para lo
que le rodea (Craig & Baucum, 2009).
Dentro de la forma de responder, como ya se ha dicho, es dependiente de
las habilidades desarrolladas, tanto de la forma en la que se captan, asimilan y
perciben cada uno de los estímulos y situaciones, donde en cada uno de estos
criterios irán evolución y cambiando la forma de pensamiento y dé repuesta que
llevan a una conducta a la persona.
Como bien se sabe también, es según los estímulos a los que la persona se
expone y con los que interactúa, es como se va adquiriendo también el
aprendizaje lo que cada uno de estos conlleva a desarrollar las habilidades
básicas y superiores del pensamiento que se requieren para tener criterio propio y
toma de decisiones autónomas y asertivas.
Es la adolescencia entonces la etapa en la que se va adquiriendo ya la
mayoría de las habilidades, es un pasar de una etapa a otra pero no de la misma
forma que en las etapas ya transcurridas sino de una manera más significativa y
amplia, pues es momento de pasar de un pensamiento que permanecía en lo
concreto a un pensamiento abstracto.
Cabe señalar entonces, también, que en esta etapa de la adolescencia y en
este paso a un pensamiento abstracto es cuando existe, lo que se le llama, una
poda neuronal, característica considerada también de esta etapa, donde
permanecen las neuronas que están activas y conectadas, desapareciendo
aquellas que no son ramificadas de forma más abundante y dar espacio a las que
seguirán ramificando (Papalia & Duskin, 2012).
Por lo tanto, el cerebro, como ya se ha mencionado, aún no se encuentra
maduro y conectado como se requiere, con lo que se justifica la conducta peculiar
del adolescente ya que al no haber conexiones cerebrales asociadas con las
habilidades requeridas para una conducta más controlada y una toma de
decisiones más adecuada.
Respecto a las conexiones que aún no están listas, son las que conectan al
lóbulo prefrontal, las cuales se requieren para que exista un control de la corteza
sobre el sistema límbico, asociado a las emociones y en el conocido como cerebro
reptiliano; que es el más primitivo y que se asocia con los impulsos y reflejos para
la sobrevivencia.
De manera que esto explica la conducta del adolescente, la cual por lo
regular y sobre todo estando en compañía de otros iguales, se presenta impulsiva,
pues aún no teniendo la conexión adecuada para tener control ante sus
emociones e impulsos, en la mayoría de las situaciones reaccionará sin una
análisis previó de su conducta, como si buscará sobrevivir y sin considerar
consecuencias.
Agregando a estas características de funcionamiento biológico cerebral, de
manera simultánea y en complemento está el centrismo que existe también como
característica de la etapa de la adolescencia, donde existe un interés mayor y
como si fuera aislado contra otros criterios, el cubrir la necesidad de pertenecer,
de sentirse reconocido y aceptado, pero existe aún la fantasía al no actuar desde
la realidad, donde cada acto tiene una consecuencia y que en ésta parte no hay
una respuesta adecuada y mucho menos premeditada (Schunk, 2012).
Cuestiones emocionales están presentes de una manera aumentada, pues
en conjunto con lo ya explicado, se encuentran los cambios hormonales, los
cuales están involucrados en estos cambios emocionales, a la par que estos
influyen en el desarrollo del pensamiento y éste que precede a la conducta, de
manera que la razón sigue estando en segundo término, funcionando desde la
impulsividad y las necesidades sociales de ser visto y aceptado.
Las cuales de acuerdo a las necesidades del ser humano, según la teoría
de Maslow, el sentirse perteneciente, aceptado y reconocido es de suma
importancia pues es precedente al autoconocimiento y autoestima; los cuales son
partes que se pretenden desarrollar al atravesar esta etapa.
Por todo esto, la interacción con los iguales es esencial en ésta etapa, pues
se busca encontrar un lugar donde no se sienta juzgado, arremetido y dentro de
una jerarquía donde se posiciona en un lugar debajo de alguien más y es en la
búsqueda de un grupo al cual sentirse parte, donde se identifica y se siente
respaldado y es bien sabido, a partir de las teorías de la dinámica de grupos, que
las personas en general actúan desde el inconsciente y el impulso al actuar en
conjunto al grupo, pero una vez estando a solas puede usar más la razón y ser
más consciente, logrando controlar las emociones.
Es de esta manera, que los adolescentes están en mayor riesgo de vivir
eventos no favorables, al tomar decisiones impulsivas sobre todo por sentirse
parte y perteneciente en un grupo, lo cual puede llevar a tomar decisiones desde
esa necesidad y no desde el buscar el razonamiento (Contreras, 2003).
En la adolescencia pueden haber variadas conductas de riesgo que se
presentan, las cuales si existe una exposición a estas puede llegar a haber un
círculo vicioso donde hay una correlación de conductas que no se les encuentra
salida, como son el consumo de sustancias desde una conducta arrebatada y que
los efectos de éstas llevan a una anulación o disminución de la razón y se
continúa con la conducta impulsiva, al igual que conductas alimenticias donde el
comer de más o el dejar de comer son parte de conductas impulsivas y que éstas
en los efectos que produce en la parte biológica cerebral; aparece el aumento y la
permanencia de una conducta impulsiva (Aguirre, 1994).
Estos círculos viciosos existen por el efecto directo que hacen las
sustancias consumidas pero también aunado a lo que se conoce como el circuito
de recompensa, donde hay una sensación de placer al realizar tales conductas y
de manera cerebral, la segregación de neurotransmisores como la dopamina,
serotonina y oxitocina juegan un papel muy importante.
Hablando de sustancias químicas que segrega el organismo, parte de éstas
sensaciones de placer que se buscan en esta etapa, son adquiridas desde la
sensación que se tiene cuando se tienen actos que segregan adrenalina, donde el
adolescente experimenta euforia, libertad, una aplicación de energía que en ésta
etapa necesita ser liberada.
Esta adrenalina puede ser segregada a partir de las conductas impulsivas
que realiza, sin racionalizar y exponiéndose a situaciones de peligro, lo que
lamentablemente es otra de las características en la adolescencia y que llega a
desencadenar en accidentes graves o hasta decesos.
La conducta impulsiva, no puede permanecer en el ser humano, ésta se
encuentra presente cuando está el ser humano en desarrollo y que va terminando
de formar su personalidad por entero, ya que desde que se nace, con lo que se
cuenta es el temperamento; que son aquellas características biológicas,
heredadas que vienen de nacimiento y que conforman desde el sistema nervioso y
endocrino la forma en la que la persona tendrá las sensaciones, percepciones y
reacciones, conforme se desarrolla el individuo va formando el carácter; el cual
modula al temperamento y confirma una conducta que vaya más adecuada ante el
contexto en el que crece la persona.
Así que la conducta impulsiva que es natural en ciertas etapas de la vida,
se busca que se regule desde la educación, modelos a seguir, interacción y
dinámica con su entorno que le ayuden a desarrollar la capacidad de tener
conductas premeditadas (Herdoiza & Chóliz, 2019).
Ejemplos (3)
Ante la explicación dada sobre la conducta impulsiva y la etapa de la
adolescencia, para observar cada una de las características presentadas se dan
los siguientes ejemplos:
EJEMPLO 1
Una adolescente de 15 años es criticada por su madre y sus hermanos, uno
mayor y otro menor, le señalan siempre que su complexión no es correcta, la
etiquetan y le apodan desde la obesidad, además que en el colegio le aíslan por
su forma de vestir, la cual es muy variada, un día viste muy formal y modesta, en
otro día su vestimenta es colorida y con prendas cortas y de transparencias,
después pasa a vestir de forma holgada; con ropa deportiva de talla más grande
de la que ella usa, puede definirse en otros días con un aspecto oscuro; donde
viste ropa negra y de estilo gótico y lleva un maquillaje en color negro, con zapatos
negros de plataforma.
Su forma de ser por lo regular es callada, no es muy sociable y no
interactúa mucho en casa con la familia, ella menciona se siente sola y prefiere
estar dormida mucho tiempo, se ha vuelto adicta a los videojuegos, ha comenzado
dietas y cuando come alimentos fuera de ellas tiende a provocarse el vómito,
aunque por las noches le da por comer cosas dulces y con chocolate.
Últimamente ha estado en contacto con otras chicas que ha conocido en los
juegos en línea, quienes le han pasado las dietas que hace ahora y algunos
“trucos” para bajar de peso, en la actualidad también ha comenzado a verse con
un chico, con quien tiene una relación sentimental en secreto y que él le anima a
saltarse las clases, tener relaciones sexuales, a veces es cariñoso con ella pero
en otras ocasiones desaparece sin contestarle llamadas ni mensajes.
EJEMPLO 2
Un adolescente de 13 años, quien es el menor de 6 hermanos, vivenció la
separación de sus padres, donde primero él y sus 3 hermanos aún solteros, se
mudaron con su madre a otra ciudad y dejaron al padre en la casa donde vivían
antes de la separación, dos semanas después la madre decide emigrar a otro país
para poder trabajar y mandar sustento económico a sus hijos, el adolescente se
ha molestado demasiado y escapa de la casa donde estaba con sus hermanos y
la madre para regresar con el padre, de donde ahora no quiere alejarse, le ha
dicho a la madre que la odia y que no quiere volver a verla.
Los hermanos lo señalan por regresar con su padre y por lo que le ha dicho
a la madre, con el enojo ha buscado a un grupo de chicos que se reúne cerca de
la casa donde está con su padre y ellos le ofrecen drogas y le invitan a actos
delictivos, a lo que el adolescente acepta y ahora se encuentra en un conjunto de
problemas, la madre se ha enterado y ha querido ayudarlo desde donde está,
mandando dinero, ropa, accesorios que él pide y videojuegos, le ha solicitado que
vaya a atención psicológica y ella le envía dinero para las sesiones pero él se
gasta el dinero y no quiere hablar con nadie más que con el grupo de
adolescentes con quienes se junta.
EJEMPLO 3
Una adolescente de 19 años, vive con su madre, es hija única, la madre es
soltera y ahora tiene una nueva relación con un hombre al que ha comenzado a
llevarlo a la casa y se lo ha presentado para que convivan, la adolescente se ha
comportado distante con la pareja de la madre y molesta con la madre, cada que
la adolescente llega del trabajo o de la escuela prefiere encerrarse en su cuarto; el
cual lo tiene muy desordenado, con empaques de comida chatarra, pues ha tenido
ya todo un año en que gasta mucho en chatarra y es lo que come más que ha
subido mucho de peso, pues come y se la pasa acostada en su cuarto, la madre le
solicita que ayude a recogerlo y tenerlo en orden, pero al momento que la madre
le habla, la adolescente se exalta y le grita a la madre, reclamando porque le
ordena lo que debe hacer.
La madre le responde que ya no sabe que hacer con ella y la adolescente le
expresa que está harta y no quiere ya vivir, ha decidió dejar la escuela y ya no
quiere trabajar pero lo hace porque si no, no puede tener dinero para sus gastos.
La madre se encuentra preocupada por la condición de su hija y ha
solicitado ayuda a su pareja, quien ha comenzado a involucrarse en la educación
de la adolescente y le llama la atención por no obedecer a su madre y ser grosera
con ella, exigiéndole que si no obedece teniendo su cuarto en orden, Sigue con la
escuela y deja de comer chatarra la mandarán con su padre biológico y la familia
de él.
EJEMPLO 4
Como podemos ver en la pelicula, Jessica es una adolescente que muestra
bastante impulsividad y poco manejo de sus emociones, al pelearse con Miriam al
final de la pelicula, muestra agresion impulsiva y sin control, esto provoca
consecuencias severas, Jessica ya entendiendo las consecuencias continua
teniendo impulsividad yendose a dormir a la cama de Miriam.

Cierre/conclusión
En los tres ejemplos anteriores que se han presentado, se pueden observar
adolescentes que han tomado decisiones que les pone en riesgo, los tres
ejemplos tienen en común que viven situaciones de incomprensión en su contexto,
donde son señalados por características de su propia persona y que les hace
sentir que nos son aceptados, sobre todo en su grupo social primario, que es la
familia.
De manera que existe esa necesidad fundamental para el ser humano y de
mayor importancia en la etapa de la adolescencia, fuera de éste círculo primario
han encontrado algunos adolescentes la sensación que son incluidos y vistos en
grupos sociales de iguales pero que les incitan a acciones que les ponen en
riesgo, que en conjunto a sentirse admitidos y no juzgados, se añade la adrenalina
por llevar a cabo actos no permitidos y en secreto, por lo que lo siguen realizando
y en algunos casos provoca adicciones.
Las conductas impulsivas, les han puesto en estás situaciones pero éstas
han estado presentes y alimentadas por las formas de trato que reciben de los
adultos y cuidadores, no desde la intención de causar daños si no de las carencias
de conocer en el momento la forma más adecuada de tratar a los adolescentes y
de comprender la situación en la que se encuentran
Si todos los seres humanos pasamos por esta etapa y la vivimos, se podría
poner la cuestión del por qué al ser adultos no se es capaz de tener empatía con
quienes están transitando por esta etapa y se les trata de una forma en la que no
se le puede ayudar del todo y por el contrario se orillan a la toma de decisiones
impulsivas.
Pero es que probablemente, el ser humano se encuentra centrado en la
etapa en la que vive y el rol que le toca jugar en la sociedad, en el caso de los
padres y cuidadores, es el cumplir con la responsabilidad de guiar a los hijos en
desarrollo y en ese intento puede estar presente de forma mayor las emociones
que se viven al ver qué las técnicas aplicadas no funcionan como se quiere y
pueden llegar a ser demasiado autoritarios o bien caer en la permisibilidad.
En cuanto a recordar cómo cada quien vive la adolescencia y ponerse en el
lugar de quien la está experimentando, pudiera ser algo inútil, pues cada ser
humano es único y diferente entre los demás, de forma que, cómo ha vivido cada
quien la adolescencia ha sido de una forma totalmente distinta y con percepciones
desde otros puntos.
Es necesario entonces, el conocer de manera objetiva lo que pasa en la
adolescencia y lo que compone la personalidad del ser humano para lograr llegar
a tener la empatía adecuada que se necesita para orientar al adolescente, tanto
para el desarrollo de las habilidades que llevan al uso del razonamiento por sobre
las emociones y los impulsos, así como con ello la toma de decisiones que le
ayuden a orientarse hacia la planificación y el cumplimiento de un proyecto de vida
completo como persona individual y autónoma.
En diversas ocasiones se escuchan a padres de familia expresar que están
desesperados por tener un hijo adolescente, desde esa expresión puede ya ser
algo que afecte al adolescente pues al tender a generalizar y engrandecer aún
más las situaciones que se le presentan, esto puede afectar al auto concepto que
se forma en él y con ello el autoestima, quizá el dejar de ver a la adolescencia
como algo alienado a la humanidad, como una rareza o algo patológico, ayudaría
a abrir la mente de quienes ya han pasado por esta etapa y que conviven ahora
con adolescentes.
El paso de la adolescencia es algo crucial y que depende de cómo se viva,
será la influencia positiva o negativa que tenga el individuo para auto percibirse,
aceptarse y tener una integridad en su persona, puede ser la relación entre lo que
se percibe desde la parte externa y visible del adolescente y aquello que no se
palpa como lo es la psique, sea lo que hace que no se tenga la paciencia y la
consciencia del proceso interno de desarrollo que se tiene, sólo se ve a una
persona con características físicas más parecidas a las de un adulto y se exigen
conductas que inmediatamente parezca de adulto.
Basta quizá con concientizar a los cuidadores de adolescentes, para que
puedan tener empatía con ellos, además de que se tenga presente lo importante
que es el conocer la naturalidad de la impulsividad en esta etapa pero también el
cuidado basto que se debe tener pues ésta impulsividad natural y debería
superarse mayormente, puede llevar también a conductas muy riesgosas que al
inicio pueden no ser detectadas y que es necesario se observen a tiempo para su
intervención y que esto no traiga consecuencias catastróficas.
Si bien, los errores en la vida también llevan al aprendizaje, es
responsabilidad de los adultos el cuidar que los errores no les pongan en riesgos
altos, que puedan aprender en experiencias de otros que ya han vivido la etapa y
que el conjunto de todo esto les ayude a la adquisición de más herramientas para
una conducta responsable consigo mismo y con quien les rodea.
Un adolescente que puede vivir de manera positiva la etapa y que tiene el
apoyo de quienes le rodean, puede ayudar a que sea un adulto equilibrado,
consciente e íntegro en su persona a diferencia de quienes se encuentran
rodeados de personas y situaciones que no les ayudan a verse a sí mismos, que
pueden llegar a sufrir las consecuencias de sus actos de una forma perjudicial y
mermar la estabilidad de su vida o incluso llevarles a la muerte a edades cortas.
Además de informarse para la guía adecuada a los adolescentes, también
puede ayudar para entender la propia transición por ésta misma etapa de vida.
Referencias
Aguirre, A. (1994). Psicología de la Adolescencia. Barcelona: marcombo
Contreras, Y. (2003). Trabajo social de grupos. 2ª. Ed. México: Pax
Craig,G. & Baucum, D. (2009) Desarrollo psicológico. 9ª Ed. México: Pearson
Educación.
Cueli, J. (2008). Teorías de la personalidad. México: Trillas
Herdoiza, P. & Chóliz, M. (2019). Impulsividad en la adolescencia: Utilización de
una versión breve del cuestionario UPPS en una muestra de jóvenes
latinoamericanos y españoles. Revista Iberoamericana de diagnóstico y
evaluación. 1(50), p.p. 123-135. DOI:
https://doi.org/10.21865/RIDEP50.1.10
Papalia, D., Duskin, R. & Martorell, G. (2012). Desarrollo Humano. 12ª Ed. México:
McGraw Hill Education.
Schunk, D. (2012). Teorías del Aprendizaje. Una perspectiva educativa. 6ª. Ed.
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undefined [saray]. (2019, 26 febrero). Perfume de violetas. YouTube. Recuperado
27 de septiembre de 2022, de https://www.youtube.com/watch?v=MAi3-
uM08MQ
Sistach, M (Directora). (2001). Perfume de Violetas (film) José Buil

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