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1.5.5. RADIACTIVIDAD.

Son dos las partículas subatómicas que residen en el núcleo: el protón y el neutrón.
Nos referiremos a estas partículas como nucleones. Todos los átomos de un
elemento en particular tienen el mismo número de protones; este número es el
número atómico del elemento. Los átomos de un elemento dado pueden tener, no
obstante, diferentes números de masa; el número de masa es el número de
nucleones presentes en el núcleo. Los átomos con un mismo número atómico pero
con diferentes números de masa se conocen como isótopos.
Los diferentes isótopos de un elemento se distinguen por su número de masa. Por
ejemplo, los tres isótopos del uranio presentes en la naturaleza son uranio 234,
uranio 235 y uranio 238, donde los sufijos numéricos representan el número de
masa. Estos isótopos también se designan, empleando símbolos químicos, como

El superíndice es el número de masa; el subíndice es el número atómico. Los


diversos isótopos se encuentran en la naturaleza en diferente abundancia. Por
ejemplo, 99.3% del uranio presente en la naturaleza es uranio 238, 0.7% es uranio
235, y sólo hay trazas de uranio 234. Los distintos núcleos también tienen diferente
estabilidad. De hecho, las propiedades nucleares de un átomo dependen del
número de protones y neutrones presentes en su núcleo. Recuerde que un núclido
es un núcleo con un número específico de protones y neutrones. Los núcleos
radiactivos se llaman radionúclidos, y los átomos que contienen estos núcleos se
conocen como radioisótopos.
Ecuaciones nucleares.
La inmensa mayoría de los núcleos presentes en la naturaleza son estables y
permanecen intactos indefinidamente. Los radionúclidos, en cambio, son inestables
y emiten espontáneamente partículas y radiación electromagnética. La emisión de
radiación es una de las formas en que un núcleo inestable se transforma en uno
más estable con menos energía. La radiación emitida es la portadora del exceso de
energía. El uranio 238, por ejemplo, es radiactivo y sufre una reacción nuclear en la
que se emiten espontáneamente núcleos de helio 4. Las partículas de helio 4 se
conocen como partículas alfa, y una corriente de estas partículas recibe el nombre
de radiación alfa. Cuando un núcleo de uranio 238 pierde una partícula alfa, el
fragmento restante tiene un número atómico de 90 y un número de masa de 234;
por tanto, es un núcleo de torio 234. Esta reacción se representa mediante la
ecuación nuclear siguiente:

Cuando un núcleo se descompone espontáneamente de esta forma, se dice que se


ha desintegrado, o que ha sufrido una desintegración radiactiva. Debido a que en
esta reacción interviene una partícula alfa, los científicos también describen el
proceso como una desintegración alfa.
En esencia, las propiedades radiactivas del núcleo son independientes del estado
de combinación química del átomo. Al escribir ecuaciones nucleares, por
consiguiente, no nos interesa la forma química del átomo en el que reside el núcleo.
No importa si se trata del átomo en forma de un elemento o de uno de sus
compuestos.

EJERCICIO 1
¿Qué producto se forma cuando se desintegra el radio 226?

donde A es el número de masa del núcleo producto y Z es su número atómico. Los


números de masa y los números atómicos deben estar balanceados, así que 226 =
A + 4 y 88 = Z + 2. Por consiguiente, A = 222 y Z = 86. Una vez más, la tabla
periódica nos dice que el elemento con Z = 86 es el radón (Rn). El producto, por
tanto, es y la ecuación nuclear es

EJERCICIO DE APLICACIÓN
¿Cuál es el elemento que forma plomo 208 por desintegración alfa?

Tipos de desintegración radiactiva


Las tres clases más comunes de desintegración radiactiva son la radiación alfa (α),
la beta (β) y la gamma (γ). La tabla siguiente resume algunas de las propiedades
importantes de estos tipos de radiación. Como ya se ha explicado, la radiación alfa
consiste en una corriente de núcleos de helio 4 conocidos como partículas alfa, y
que se denotan como

TABLA. PROPIEDADES DE LA RADIACIÓN alfa, beta y gamma.

La radiación beta consiste en corrientes de partículas beta, que son electrones de


alta velocidad emitidos por un núcleo inestable. Las partículas beta se representan
en las ecuaciones nucleares mediante el símbolo

o a veces
El superíndice cero indica que la masa del electrón es extremadamente pequeña
en comparación con la de un nucleón. El subíndice –1 representa la carga negativa
de la partícula, que es opuesta a la del protón. El yodo 131 es un isótopo que se
desintegra por emisión beta:

( 2)
En la ecuación 2 la desintegración beta aumenta el número atómico de 53 a 54. La

emisión beta es equivalente a la conversión de un neutrón

en un protón o ), la cual incrementa el número atómico en 1:


El simple hecho de que un electrón sea expulsado del núcleo, sin embargo, no debe
hacernos pensar que el núcleo está compuesto de estas partículas, así como
tampoco pensamos que un fósforo está compuesto de chispas simplemente porque
las despide al frotarlo. El electrón comienza a existir sólo cuando el núcleo
experimenta una reacción nuclear.

La radiación gamma (o rayos gamma) consiste en fotones de alta energía (es decir,
radiación electromagnética de longitud de onda muy corta). La radiación gamma no
cambia ni el número atómico ni el número de masa de un núcleo, y se representa
como o simplemente γ. Casi siempre acompaña a otra emisión radiactiva porque
representa la energía que se pierde cuando los nucleones restantes se reorganizan
para formar arreglos más estables. En general, los rayos gamma no se escriben en
las ecuaciones nucleares.
El tipo de desintegración radiactiva que experimenta un radionúclido en particular
depende en gran medida de la relación de neutrones a protones comparada con las
de los núcleos próximos a él dentro del cinturón de estabilidad. Cabe imaginar tres
situaciones generales:
1. Núcleos por encima del cinturón de estabilidad (relaciones de neutrones a
protones grandes). Estos núcleos ricos en neutrones pueden reducir su relación y
avanzar hacia el cinturón de estabilidad emitiendo una partícula beta. La emisión
beta reduce el número de neutrones de un núcleo y aumenta el de protones, como
se muestra en la ecuación
2. Núcleos por abajo del cinturón de estabilidad (razones de neutrones a protones
pequeñas). Estos núcleos ricos en protones pueden aumentar su razón ya sea por
emisión de positrones o por captura de electrones. Ambos tipos de desintegración
aumentan el número de neutrones y reducen el de protones, como se muestra en
las ecuaciones 5 y 7 . La emisión de positrones es más común que la captura de
electrones entre los núcleos más ligeros; sin embargo, la captura de electrones se
torna cada vez más común a medida que la carga nuclear aumenta. 3. Núcleos con
número atómico 84. Estos núcleos pesados, que se encuentran más allá del borde
superior derecho del cinturón de estabilidad, tienden a emitir radiaciones alfa. La
emisión de una partícula alfa reduce tanto el número de neutrones como el de
protones en 2 unidades, con lo cual el núcleo se desplaza en diagonal hacia el
cinturón de estabilidad. Estas tres situaciones se resumen en la figura «
Series radiactivas.
Ciertos núcleos, como el uranio 238, no alcanzan la estabilidad con una sola
emisión. En consecuencia, se produce una serie de emisiones sucesivas. Como se
muestra en la figura 21.4 Á, el uranio 238 se desintegra a torio 234, que es radiactivo
y éste a su vez se desintegra a protactinio 234. Este núcleo también es inestable y
se desintegra ulteriormente. Estas reacciones sucesivas continúan hasta que se
forma un núcleo estable: plomo 206. Una serie de reacciones nucleares que se inicia
con un núcleo inestable y concluye en uno estable se conoce como una serie
radiactiva, o serie de desintegración nuclear. En la naturaleza se presentan tres
series de este tipo. Además de la serie que se inicia con el uranio 238 y concluye
con el plomo 206, hay una que comienza con el uranio 235 y termina con el plomo
207, y otra que parte del torio 232 y concluye con el plomo 208.

Observaciones adicionales
Dos observaciones adicionales son útiles para predecir la estabilidad nuclear:
• Los núcleos con 2, 8, 20, 28, 50 u 82 protones, o 2, 8, 20, 28, 50, 82 o 126
neutrones, son generalmente más estables que los núcleos que no contienen estos
números de nucleones. Estos números de protones y de neutrones se conocen
como números mágicos.
• Los núcleos con números pares de protones y neutrones son generalmente más
estables que los que tienen números impares de nucleones, como se muestra en la
tabla 21.3 ». Estas observaciones son comprensibles en términos del modelo de
capas del núcleo, según el cual los nucleones residen en capas análogas a la
estructura de capas de los electrones de los átomos. Así como ciertos números de
electrones (2, 8, 18, 36, 54 y 86) corresponden a configuraciones electrónicas
estables de capas completas, también los números mágicos de nucleones
representan capas completas de los núcleos. Como ejemplo de la estabilidad de los
núcleos con números mágicos de nucleones, obsérvese que la serie radiactiva que
se representa en la figura 21.4 termina con la formación del núcleo estable, que
tiene un número mágico de protones (82).

Resumen
El núcleo contiene protones y neutrones, los cuales se conocen como nucleones.
Los núcleos radiactivos emiten radiación espontáneamente. Estos núcleos
radiactivos reciben el nombre de radionúclidos, y los átomos que los contienen se
llaman radioisótopos. Cuando un radionúclido se descompone, se dice que sufre
desintegración radiactiva. En las ecuaciones nucleares, los reactivos y productos de
los núcleos se representan mostrando su número de masa y su número atómico,
así como su símbolo químico. Los totales de los números de masa de ambos lados
de la ecuación son iguales; los totales de los números atómicos de ambos lados
también son iguales.

Existen cinco tipos comunes de desintegración radiactiva:

1) Emisión de partículas alfa

2) Emisión de partículas beta

3) Emisión de positrones
4) Captura de electrones
5) Emisión de radiación gamma.
La razón de neutrones a protones es un factor importante para determinar la
estabilidad nuclear. En general, los núcleos ricos en neutrones tienden a emitir
partículas beta; los núcleos ricos en protones tienden a emitir positrones o a sufrir
captura de electrones; y los núcleos pesados tienden a emitir partículas alfa. La
presencia de números mágicos de nucleones y un número par de protones y de
neutrones también contribuyen a determinar la estabilidad de un núcleo.
Un núclido puede sufrir una serie de etapas de desintegración antes de formar un
núclido estable. Esta serie de etapas es una serie radiactiva, o serie de
desintegración nuclear.

Brown, T. (2004). Química la ciencia central, 9ª. Edición

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