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GUÍA TÉCNICA PARA LA IMPLEMENTACIÓN

DE BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS


EN EL CULTIVO DE DÁTILISBN: 978-958-15-0412-1
Baez G. Luz M
Guía técnica para la implementación de Buenas Prác cas Agrícolas en el cul vo de dá l./
Servicio Nacional de Aprendizaje, 2018
40 p.; 4cm.
ISBN: 978-958-15-0412-1
Incluye bibliogra a.
Buenas Prác cas Agrícolas, dá l, trazabilidad, inocuidad, medio ambiente
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA
REGIONAL SANTANDER
Carlos Mario Estrada Molina José Leonardo Silva Rivera
Director General Subdirector Centro Agroempresarial y
Emilio Eliécer Navia Zúñiga Turís co de los Andes.
Coordinador SENNOVA Flor Elva Mesa Rincón
Orlando Ariza Ariza Líder SENNOVA
Director Regional Grupo de Inves gación FRAILEJONES
Centro Agroempresarial y Turís co de los
Andes. Regional Santander

Guía técnica para la implementación de Buenas Prác cas Agrícolas en el


cul vo de dá l
Autores: Editor:
Luz Marina Baez Gu érrez Rubén Carvajal Caballero
Ingeniero Agrónomo
Asesor editorial
SENNOVA, FRAILEJONES

Corrección de Texto:
Alix Antonia Macías Bermúdez
Flor Elva Mesa Rincón

Ilustración: Distribuciones Sol

ISBN: 978-958-15-0412-1 ©Servicio Nacional de Aprendizaje - SENA


Para citar este manual:
Baez G. Luz M. (2018). Guía técnica para la implementación de Buenas Prác cas Agrícolas en el cul vo de dá l,
Barrancabermeja, Colombia: Servicio Nacional de Aprendizaje, 40 p.
Hecho el depósito que exige la ley.

Este manual es el resultado del proyecto de inves gación código SGPS- 2568-2018 denominado Implementación de Buenas Prác cas
Agrícolas (BPA) en el sistema produc vo del cul var de palma de dá l en el municipio de Soatá– Financiado por SENNOVA - SENA y
ejecutado por el grupo de inves gación “FRAILEJONES” código en COLCIENCIAS COL0056672. Es un producto de distribución
gratuita, por lo tanto está prohibida su venta y comercialización. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su
incorporación a un sistema informá co, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico,
fotocopia, grabación u otros) sin citar la fuente, La infracción de dichos derechos puede cons tuir un delito contra la propiedad
intelectual. Este manual fue impreso en Distribuciones SOL, Barrancabermeja, Santander, Colombia. 2018

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Tabla de contenido

Introducción.....................................................................................................5
1 Generalidades del cul vo..............................................................................6
1.1 Origen........................................................................................................6
1.2 Morfolo a..................................................................................................6
1.3 Valor Nutricional.........................................................................................8
1.4 Cul vares o variedades...............................................................................9
1.5 Requerimiento del cul vo dá l.................................................................10
2 Caracterís cas de las BPA.............................................................................11
2.1 ¿Que son las buenas prác cas agrícolas en el cul vo del dá l?..................11
2.2 Obje vos y alcance de las BPA...................................................................11
2.3 Ventajas de aplicar las bpa en el cul vo del dá l........................................12
2.4 Norma vidad aplicable............................................................................12
3 Aspectos a tener en cuenta para la implementación de la BPA en el cul vo de
dá l.................................................................................................................13
3.1 Iden ficación de la zona de producción....................................................13
3.1.1 Ubicación zona de producción...............................................................13
3.1.2 Iden ficación de aspectos básicos en el componente ambiental...........14
3.2 Planeación y manejo del cul vo..............................................................17
3.2.1 Adecuación y/o montaje de áreas e Instalaciones..................................17
3.2.2 Diseño y establecimiento de una plantación..........................................19
3.2.3 Selección de material de propagación....................................................20
3.2.4 Producción de semilla y material de propagación...................................20
3.2.5 Prác cas de manejo de aguas y suelos..................................................22
3.2.6 Prác cas culturales del cul vo...............................................................24
3.2.7 Manejo integrado de plagas, malezas y enfermedades..........................26
3.2.8 Manejo de la cosecha, postcosecha y transporte..................................30
3.3 Mantenimiento y u lización maquinarias, equipos y herramientas.........32
3.4 Manejo del personal- seguridad higiene y salud ocupacional...................33
3.4.1 Evaluación de Riesgos laborales............................................................33
3.4.2 Registro y responsabilidad del personal................................................33
3.4.3 Desarrollo de plan de capacitación........................................................34
3.4.4. Elementos y equipos de protección personal (EPP)...............................34
3.5 Ges ón de residuos sólidos.......................................................................35
3.6 Ges ón ambiental....................................................................................36
3.6.1 Impactos ambientales...........................................................................36
3.6.2 Prác cas de protección de fauna y flora.................................................38

3
3.6.3 Indicadores de sostenibilidad de la ac vidad agrícola............................39
3.7 Ges ón de la calidad.................................................................................39
3.7.1 Calidad...................................................................................................39
3.7.2 Manejo de registros, planes y procedimientos.......................................40
3.7.3 Manejo soporte documental de la producción.......................................41
3.7.4 Manejo de la trazabilidad de la producción............................................41
Bibliogra a y cibergra a..................................................................................43

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Introducción

En Colombia, el cul vo de la palma da lera es limitado, se cul va de manera


artesanal en algunos municipios de Boyacá como Boavita, Tipacoque,
Covarachía y Soatá, éste úl mo conocido como la ciudad da lera de Colombia.
En esta región se encuentran pequeñas plantaciones que no sa sfacen la
demanda del mercado interno, las cuales presentan bajo nivel de tecnificación
y limitantes en cada una de las fases de producción e industrialización; por otra
parte, se desconoce el contenido nutricional y usos de este fruto.

Para comenzar a superar estas brechas tecnológicas desde una perspec va


integral, en el marco del programa SENNOVA el grupo de inves gación
Frailejones y el Semillero de Producción Agrícola, SIPA, del SENA, Centro
Agroempresarial y Turís co de los Andes, ejecutó el proyecto de innovación y
desarrollo tecnológico de Implementación de Buenas Prác cas Agrícolas (BPA)
en el cul var de palma de dá l en el municipio de Soatá, del que nace este
manual, con el propósito de brindar una herramienta a los productores que les
permita mejorar la producción de alimentos sanos, inocuos y de calidad,
mediante la realización técnica de los procesos y manejo adecuado de las
condiciones de producción y el cuidado principalmente, de la salud del
trabajador rural y su familia y de la sociedad en su conjunto, como así también
la preservación de los recursos naturales.

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1. Generalidades del cul vo

1.1 Origen

La palma de dá l es una planta dioica originaria de los desiertos del norte de


África, Arabia y el Golfo Pérsico. Es la palmera más comercial y se cul va en
Oriente Medio por sus deliciosos y abundantes frutos. Pertenece a la Familia:
Acerácea, al Género: Phoenix, Especie Phoenix dactylifera, su Nombre común:
Palma de dá les.

1.2 Morfolo a

Sistema radicular: Presenta un sistema radicular muy fasciculado con raíces


fibrosas y poco engrosadas. Como ocurre en la mayoría de las palmeras, a
medida que las raíces mueren, son sus tuidas por otras nuevas. Sus raíces
pueden profundizar hasta unos seis metros y extenderse en un radio de 18
metros, aunque depende del po de suelo y del tamaño de la palma.

Tallo o Es pite: Presentan un es pite robusto, recto y de igual grosor en toda su


longitud. Dependiendo de la especie, puede alcanzar de 25-30 m de altura y 30-
50 cm de diámetro. Está cubierto por las bases de las hojas muertas, que con el
empo caen, dando lugar a una forma romboidal caracterís ca.
En la parte inferior suele presentar numerosas raíces adven cias que dan lugar
a hijuelos, par cularmente cuando la palma aún es joven, por tanto, se pueden
desarrollar plantas múl ples si no se podan. Bastantes ejemplares presentan
hijuelos en la base del tronco formando espectaculares grupos

Hojas: Las hojas son pinnadas y con numerosos foliolos verde-azulados,


lanceolados y plegados longitudinalmente hacia el haz. Dichos foliolos
presentan diferentes tamaños a lo largo del raquis, siendo unos los inferiores
más cortos, rígidos y punzantes, dos los intermedios más largos (30-40cm) y
tres los superiores cada vez más pequeños. El raquis de la hoja está ligeramente
comprimido lateralmente, presentando su máximo ensanchamiento en la
base.

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Flores: Las flores son unisexuales, pequeñas y se agrupan en una inflorescencia
muy ramificada denominada espádice. Dichas inflorescencias nacen desde las
axilas de las hojas. Al inicio de su desarrollo, éstas se encuentran en el interior
de un órgano protector denominado espata
Las flores femeninas, por lo general, son más grandes que las masculinas.
Constan de un cáliz formado por tres sépalos, una corola de tres pétalos de
color amarillo y un óvulo súpero formado por tres carpelos unidos. El raquis de
la inflorescencia femenina es más fuerte y con más varas laterales que se
vuelven colgantes por el peso del fruto en ellas. Normalmente, solo se
desarrolla uno de los tres ovarios presentes
Las flores masculinas constan de un cáliz trilobado, corola con tres pétalos de
color crema y seis estambres. Son portadas en profusión en raquis largos,
delgados, erectos y ramificados

Frutos: El fruto es una baya denominada dá l, el cual se caracteriza por


presentar forma oblonga-ovoide, lisa, con mesocarpio carnoso y endocarpio
membranoso y de coloración variada (amarillo, amarillo-verdoso, anaranjado o
rojo). Tiene un tamaño de 3-9cm de largo y 2,5cm de diámetro. El periodo de
germinación de las semillas es de aproximadamente un mes

Figura 1. Morfología de la palma de dátil. A . Tallo. B. Hojas. C y D. Inflorescencias féminas.


E. Fruto. Fotos por Equipo Investigador proyecto BPA dátil. F. Inflorescencia macho
emergiendo de su espata – Fuente La Huerta, Albatera (Alicante, España).

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1.3 Valor Nutricional

En los dá les, el 65% de su peso lo cons tuyen azúcares fácilmente asimilables


(glucosa y fructosa), son un alimento muy energé co por su alto contenido en
hidratos de carbono y azucares, aportando mucha energía tanto a los músculos
como al cerebro, por lo que permiten, no solamente realizar grandes esfuerzos
sicos, sino que incrementan la capacidad mental.

Alimento rico en glutamina (aminoácido) por lo que se considera an oxidante,


acido pantoténico (vitamina B5) y demás vitaminas del complejo B entre ellas
la B3 o niacina que además de intervenir en la metabolización de las grasas, los
azucares y las proteínas, ayuda a disminuir el colesterol, par cipa en la buena
salud de los nervios y de la piel, disminuye la presión arterial y ayuda a tener el
aparato diges vo en buenas condiciones, además con ene triptófano, este
úl mo que es mula la formación de la melatonina que ayuda a conciliar el
sueño. El dá l es una fuente de vitamina E, que ayuda a proteger las
membranas celulares de la oxidación, a la formación de los glóbulos rojos y a la
u lización de la vitamina K. Además es fuente de los minerales: es rico en
potasio, calcio y fósforo y magnesio, por lo ayuda a recuperar los músculos tras
un esfuerzo (como prac car deporte), asegura el correcto funcionamiento del
sistema nervioso y refuerza huesos y dientes.

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1.4 Cul vares o variedades

En Colombia no se ene claridad de la variedad establecida, pero como


referencia se presentan los cul vares que se están cul vando en México donde
son sugeridos: Medjool, Deglet Noor y Zahidi.

Medjool: es un dá l suave, poco suscep ble a daños por lluvia y alta humedad
rela va. El fruto es caracterís camente muy grande, de color naranja con una
punta café-rojiza; se torna de un color ámbar en maduración y café-rojizo al
deshidratarse. Es de maduración temprana y en plena producción rinde de 75 a
100 kilogramos de fruta por palma.

Deglet Noor: es un dá l semi-seco, es suscep ble a daños por lluvia y humedad


rela va alta. No tolera los suelos arcillosos. El fruto es de tamaño mediano a
grande, de color ámbar en maduración y de un café profundo cuando es
deshidratado. Es de maduración tardía y en plena producción rinde de 100 a
150 kilogramos de fruta por palma.

Zahidí: es un dá l semi-seco, tolerante a daños por lluvia y alta humedad


rela va. El fruto es de tamaño pequeño a mediano, de color amarillo; toma un
color ámbar en maduración y café-rojizo cuando se deshidrata. Es de
maduración intermedia y en plena producción, rinde de 100 a 150 kilogramos
de fruta por palma.Sin embargo, se debe explorar más sobre los cul vares
establecidos en Colombia para la mul plicación de los mismo por su
adaptabilidad.

Figura 3. Cultivo de la palma de dátil en Soatá. A. Palma de Datil. B. Frutos próximos a cosechar.
Fotos por Equipo Investigador proyecto BPA dátil.

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1.5 Requerimiento del cul vo dá l

La palma da lera se desarrolla con éxito, en zonas agrícolas que presenten


temperaturas moderadas, con veranos largos y cálidos para madurar los frutos
y poca lluvia y reducida humedad atmosférica durante época producción de
frutos para evitar pérdidas y daños a la cosecha. (Soler, 1993; Zaid y de Wet,
2002).

Temperatura: La palmera da lera es la especie frutal que mayores diferencias


climá cas tolera, pero a la vez es la más exigente para conseguir un adecuado
desarrollo y fruc ficación. El umbral de crecimiento de esta palmera oscila
entre 7 º cen grados y 32ºC. Por debajo de 7ºC el crecimiento de la palmera se
de ene; por encima de dicha temperatura man ene un crecimiento estable
hasta alcanzar los 40ºC que entonces la tasa de crecimiento disminuye. Por lo
general, es necesario un periodo de rela va inac vidad para formar las reservas
de carbohidratos en el fruto.

Humedad: En el momento de maduración del fruto, la planta requiere de


humedad rela va baja. En periodos húmedos, la cosecha puede reducirse
considerablemente y los frutos tener menor calidad.
Suelos: La palmera da lera prospera en casi cualquier po de suelo, pero en
general, se suele cul var en suelos arenosos. Presenta gran tolerancia a sequía
y salinidad. Puede sobrevivir en suelos con contenidos en sales solubles del 3%
y 3,5% si la lixiviación es del 7%. Por el contrario, si éste supera el 6%, el
crecimiento se de ene (Klein y Zaid, 2002).
Un sustrato para vivero adecuado para el cul vo de Phoenix dactylifera estaría
compuesto por: 1/3 de erra de jardín, 1/3 de turba o 1/3 de man llo y un pH en
torno a 6.

Riego: Se recomienda establecer un sistema de riego que garan ce la humedad


apropiada del suelo para el desarrollo de las palmas. En ambientes calurosos se
recomiendan riegos frecuentes. Con temperaturas bajas, se recomienda
disminuir las dotaciones de riego ya que el crecimiento es lento y la
transpiración escasa.

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Las necesidades de agua también dependen del po de suelo y de las
condiciones de la zona de producción. Los suelos arenosos, al secarse más
rápidamente, precisan riegos más frecuentes y de una menor dotación. En un
suelo de po medio, es aconsejable un riego semanal, pero evitando
encharcamientos. Se debe comprobar la humedad del suelo cada 3 o 4 días. En
plantaciones cul vadas en suelos salinos se debe tener en cuenta el aporte
adicional de agua para favorecer la lixiviación.

2. Caracterís cas de las BPA

2.1 ¿Que son las buenas prác cas agrícolas en el


cul vo del dá l?

Son todas las ac vidades que se realizan en la finca para la producción del
cul vo del dá l, con el propósito de mantener una buena producción, producir
calidad y can dad de fruta, orientadas a asegurar la protección de la higiene, la
salud humana y el medio ambiente, mediante métodos ecológicamente
seguros, higiénicamente aceptables y económicamente fac bles, como
también hacer un uso racional de insumos y recursos, llevar un sistema
documental y la trazabilidad, que permite establecer la iden dad del producto
y el manejo del cul vo desde el establecimiento hasta la cosecha.
Las principales caracterís cas de las Buenas Prác cas Agrícolas son:
• Primero, aseguran que los productos no hagan daño a la salud
humana, ni al medio ambiente.
• Segundo, protegen la salud y seguridad de los trabajadores.
• Tercero, enen en cuenta el buen manejo y uso de los insumos
agropecuarios.

2.2 Obje vos y alcance de las BPA

Las BPA enen como finalidad establecer los criterios generales que permitan
obtener productos de origen vegetal innocuos para su consumo a par r de la
producción sostenible. El campo de aplicación de las BPA incluye producción,
cosecha, almacenamiento, acondicionamiento y transporte.

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2.3 Ventajas de aplicar las bpa en el cul vo del dá l

ü Dá les innocuos y de buena calidad


ü Bienestar de las personas productores y consumidores
ü Protección de fuentes de agua y conservación de suelos
ü Produc vidad y compe vidad del cul vo
ü U lización sostenible de los recursos naturales de la finca
ü Viabilidad económica de la producción de dá les.
ü Estabilidad social, generar mejores condiciones de vida y desarrollo
personal y familiar.
ü Ges ón de la Cer ficación por el ICA u otro organismo cer ficador.

2.4 Norma vidad aplicable

• En Colombiana Resolución 030021 del 28 de abril 2017 ICA, por medio


de la cual se establecen los requisitos para la cer ficación de BPA en
producción primaria de vegetales y otras especies para consumo
humano.
• NTC 5400:2005, Buenas prác cas agrícolas para frutas, hierbas
aromá cas culinarias y hortalizas frescas. requisitos generales.
• Norma Técnica Colombiana NTC 5522. Buenas prác cas agrícolas.
trazabilidad en la cadena alimentaria para frutas, hierbas
aromá cas culinarias y hortalizas frescas- 2007-08-29 NTC
• NTC-ISO 22000:2005, Sistemas de ges ón de inocuidad
alimentaria. Requisitos para organizaciones en la cadena
alimentaría
• 22005:2007, Trazabilidad en la cadena alimentaria y alimentos para
animales. Principios generales y requisitos básicos para el diseño e
implementación del sistema.
• Global GAP, que se usan como manual prác co de Buenas Prác cas
Agrícolas (BPA) a nivel mundial. Cer ficación GLOBALGAP.

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3. Aspectos a tener en cuenta para la
implementación de la BPA en el cul vo de dá l

3.1 Iden ficación de la zona de producción

3.1.1 Ubicación Zona de Producción

Figura 4. Identificación. A . Plano Soatá. Fuente página Alcaldía de Soatá. B y C. Planos


Finca el Naranjito. Fotos por Equipo Investigador proyecto BPA dátil.

Para iden ficar las caracterís cas de la zona de producción y su ubicación, se


debe hacer el croquis de llegada a la finca y el plano del predio donde está
establecido el cul vo de palma de dá l, discriminado lotes, vías de acceso,
corrientes y nacimientos de agua, ubicación de las viviendas y sus
construcciones anexas, zonas o si os de manejo de residuos sólidos o líquidos.
Igualmente Iden ficar en su finca cada lote mediante señalización y
codificación (número de lote, área sembrada, fecha de siembra, número de
plantas, edad) y descríbalo en el mapa para iden ficarlos de forma tal que sea
fácil la ubicación.

También se debe tener en cuenta que, el uso del suelo debe ser legalmente
agrícola, de acuerdo con la norma va y planificación de ordenación del
territorio vigente. Siendo así se debe tener el cer ficado del Uso del Suelo
según plan de Ordenamiento Territorial, expedido por autoridad competente
(El uso de suelo está regulado por los Concejos Distritales y Municipales)
Como también que se debe contar con las correspondientes concesiones y
autorizaciones para el uso del agua para riego. Asimismo, se debe cumplir toda
la norma va vigente en materia ambiental.

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Además, realizar la Iden ficación de Condiciones Agroecológicas – clima
(Temperatura en grados promedio, altura sobre el nivel del mar en metros,
precipitaciones: can dad de lluvias en milímetros y periodos de lluvia, brillo
solar en horas luz mes, humedad rela va en porcentaje, dirección y velocidad
del viento en la finca.

Para la disponibilidad de Infraestructura y logís ca para la producción: Se debe


describir la iden ficación de vías de acceso, principales, secundarias- caminos,
cercanía a centros de acopio, disponibilidad de mano de obra, centro de salud y
transporte.
Se debe contar con el historial produc vo de la zona de producción: Se describe
el volumen y calidades de frutos producidas en los úl mos años

Figura 5. A . Fuente Hídrica/ Finca datilera el Porvenir de Ángel María Salcedo Reyes en Soatá.
B. Panorámica Municipio de Soatá. Fotos por Equipo Investigador proyecto BPA dátil.

3.1.2 Iden ficación de aspectos básicos en el


componente ambiental.

Iden ficar los riesgos asociados con las caracterís cas y recursos de la zona
del predio que afecten la inocuidad del producto.

Se debe hacer la iden ficación de riesgos ejemplo Biológico: toxina del


Clostridium botulinum, SalmonellaTyphi, entre otros, Químico: contaminación
directa de alimentos por sustancias químicas prohibidas o en concentraciones
altas, determinados metales, como las formas orgánicas del mercurio (me l y
e lmercurio) o adi vos químicos que pueden causar una intoxicación grave.

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Físico: objetos extraños y fragmentos no deseados que pueden causar lesión o
daño al consumidor, como piedras, vidrios, agujas, metales y objetos cortantes
y perforantes, cons tuyendo un riesgo para la vida del consumidor.

Iden ficación de fuentes de agua.

Describir con que fuentes de agua se cuenta para el abastecimiento en la finca,


Las fuentes de abastecimiento de agua pueden ser: subterráneas: manan ales,
pozos, nacientes; superficiales: lagos, ríos, canales, etc.; y. pluviales: aguas de
lluvia

Iden ficación de Manejo de aguas de escorren a de proceso y servidas.

Describir las prác cas para el manejo aguas de escorren a de proceso y


servidas si aplica en su predio, como hacer revisiones periódicas de pH, caudal,
temperatura, solidos sedimentables y aplicar el uso de tanques sép cos,
tanques de sedimentación, realizar zanjas de drenajes, y disposición de lodos,
entre otras.

Figura 6. A. Identificación de los riesgos asociados con las características y recursos de la


zona del predio que afecten la inocuidad del producto. B y C. Caracterización de fuentes de
agua. Fotos por Equipo Investigador proyecto BPA dátil.

Análisis microbiológico y sico químico de aguas.

La calidad del agua de riego afecta tanto a los rendimientos de los cul vos como
a las condiciones sicas del suelo, incluso si todas las demás condiciones y
prác cas de producción son favorables y/o óp mas.

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Por lo tanto, es muy importante realizar un análisis del agua de riego antes de
seleccionar el si o y los cul vos a producir. La calidad de algunas fuentes de
agua puede variar significa vamente de acuerdo a la época del año (como en
una época seca / época de lluvias), así que es recomendable tomar más de una
muestra, en dis ntos períodos de empo. Los parámetros que determinan la
calidad del agua de riego se dividen en tres categorías: químicos, sicos y
biológicos.

Uso de agua, permiso o solicitud del uso del agua.

La concesión de aguas superficiales se deben tramitar con las diferentes


corporaciones regionales y, consisten en obtener el derecho al
aprovechamiento de las aguas superficiales para los siguientes fines: a)
Abastecimiento domés co en los casos que requiera derivación; b) Riego y
silvicultura; c) Abastecimiento de abrevaderos cuando se requiera derivación;
d) Uso industrial; e) Generación térmica o nuclear de electricidad; f)
Explotación minera y tratamiento de minerales; g) Explotación petrolera; h)
Inyección para generación geotérmica; i) Generación hidroeléctrica; j)
Generación ciné ca directa; k) Flotación de maderas; l) Transporte de
minerales y sustancias tóxicas; m) Acuicultura y pesca; n) Recreación y
deportes; o) Usos medicinales, y p) Otros usos similares.

Iden ficación manejo de suelos y caracterización de suelos del predio.

El suelo es el principal soporte de la ac vidad agraria y como tal, se debe


iden ficar las prác cas de conservación de suelos actuales o problemas de
erosión, como también realizar un muestreo y análisis de suelos para conocer
su pología y la fer lidad actual y potencial, así como las caracterís cas sicas,
químicas y biológicas del suelo y además por que, el análisis es el principal
insumo para establecer el plan de fer lización y la planeación de prác cas de
conservación.

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Figura 7. A. Toma de muestras de agua para análisis físico-químico B. Toma de muestras de
suelos para análisis físico químico. C y D. Descripción de horizontes de suelos. Fotos por
Equipo Investigador proyecto BPA dátil.

Presentación de prác cas para disposición segura de residuos de


cosecha, envases y empaques de agroquímicos.

Se sugiere realizar las prác cas para la disposición sostenible de residuos de


cosecha envases y empaques de agroquímicos, ejemplo:
• Acciones para la disposición de residuos de cosecha como los
compostajes
• Acciones para la eliminación de los envases residuales de
agroquímicos: triple lavado, manejo del envase después de la
aplicación, eliminación de envases vacíos y su disposición final para
ser recogidos por empresas especializadas.
• Acciones alterna vas en desarrollo para minimizar la generación de
envases como reciclaje y reu lización.

3.2 Planeación y manejo del cul vo


3.2.1 Adecuación y/o montaje de Áreas e
Instalaciones.

El sistema de producción agrícola para la obtención de frutos de dá les debe


contar con:

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Unidad sanitaria y sistema de lavamanos Área para el consumo de alimento y
descanso de trabajadores

Figura 8. Unidad sanitaria finca datilera en Soatá, Figura 9. Área de Descanso trabajadores y de consumo de
las Palchuacas de Benedito Peña. alimentos finca datilera Soatá el Volcán de propiedad de
Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil Aníbal Hernández. Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátill

Área de almacenamiento de insumos agrícolas, Área de almacenamiento de utensilios,


Kit para uso en caso de derrame de insumos. equipos y herramientas.

Figura 10. Área de almacenamiento insumos agrícolas finca Figura 11. Área de almacenamiento Equipos y herramientas
datilera en Soatá, las Palchuacas de Benedito Peña. Fuente finca datilera en Soatá, las Palchuacas de Benedito Peña.
Equipo Investigadores proyecto BPA dátil. Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil.
Área de dosificación y preparación de
Botequín de primeros Auxilios y Ex ntos
mezclas de insumos Agrícolas

Figura 12. Área de dosificación y preparación de mezclas de Figura 13. Área de Botiquín y extintor finca datilera en Soatá,
insumos agrícolas finca datilera en Soatá, las Palchuacas de las Palchuacas de Benedito Peña. Fuente Equipo Investigadores
Benedito Peña. Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil. proyecto BPA dátil.
Área de ver miento de aguas sobrantes,
Área de acopio de productos cosechados
barbecho.

Figura 14. Área de vertimiento de aguas sobrantes, barbecho, Figura 15. Frutos palma de dátil, finca datilera en Soatá,
finca datilera en Soatá, las Palchuacas de Benedito Peña. las Palchuacas de Benedito Peña.
Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil. Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil.

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3.2.2 Diseño y establecimiento de una plantación.

Inicialmente se debe iden ficar el lote para la siembra que cumpla con las
condiciones de topogra a adecuadas para el dá l, también que cuente con la
disponibilidad de agua y tener en cuenta que la palma de dá l prefiere suelos
francos con buena retención de humedad y adecuado drenaje. Aunque tolera
más la salinidad que otros frutales se ha notado que estas condiciones reducen
el crecimiento y la calidad de los frutos. Por lo tanto y en vista de los altos costos
de la inversión inicial, para cul var la palma da lera, se deberá seleccionar los
mejores suelos.
Con anterioridad se debe realizar el análisis de suelos y aguas, como el análisis
de riesgos de contaminación, una vez iden ficadas las condiciones del terreno,
se procede a realizar el trazado y la adecuación sica o preparación del suelo,
nivelación, sistemas de drenajes y ahoyado. Estas labores de preparación del
terreno deberán hacerse por lo menos con dos meses de an cipación al
establecimiento de la plantación.
Se debe definir la densidad (número de plantas por hectárea) y distribución de
las plantas (sistema de trazado), de acuerdo a la relación directa que enen
frente a la incidencia de plagas, enfermedades, malezas, fer lidad del suelo y
topogra a del terreno. Se sugieren sistemas de plantación en cuadrado y
rectangular, con distanciamientos de 10 x 10 metros o 9 x 9 metros o su
combinación. Si los terrenos son pendientes se sugiere la siembra en triangulo y
siguiendo curvas a nivel.
Igualmente se debe Iden ficar la época más apropiada para realizar la siembra
del cul vo, de acuerdo a las condiciones agroecológicas y de infraestructura de
la zona y la definición del sistema de producción.

Figura 16. A. Cultivo palma de dátil finca datilera en Soatá vereda la laguna de Ángel María Salcedo.
Fotos por Equipo Investigador proyecto BPA dátil. B Y C. Sistema de trazado. Fuente
http://huertoscitricos.blogspot.com/2016/01/diseno-y-sistemas-de-plantacion-de.html.

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3.2.3 Selección de material de propagación.
La elección adecuada de las semillas y/o plántulas como material de
propagación asegura desde el comienzo de las ac vidades agrícolas, la
posibilidad de minimizar problemas sanitarios y de manejo, garan zando un
producto final adecuado. Siendo así se debe tener en cuenta los siguientes
criterios para la selección de la semilla Y/o material de propagación.
• Todo material u lizado para la siembra debe cumplir con la
reglamentación de la norma vidad vigente.
• El material de propagación gené camente modificado debe ser
autorizado.
• Cuando el material de propagación sea obtenido en el predio, se debe
contar con un procedimiento para tal fin, así como llevar registros
documentales de las ac vidades desarrolladas.

3.2.4 Producción de semilla y material de


propagación.

La mul plicación puede ser por hijuelos de plantas elite o por semillas sexuales,
en los dos casos se debe conocer la procedencia del material de propagación
(semillas, hijuelos, plántulas) ya que, en este material reposan todas las
caracterís cas gené cas y feno picas de la especie. Igualmente, este material
debe estar libre de plagas y enfermedades y presentar excelentes condiciones
nutricionales, op mo crecimiento y desarrollo. Cuando el material se compre
en vivero este debe estar registrado por el ICA y tener un sistema de registros
que garan ce la calidad del material y su trazabilidad.

Propagación por semillas o reproducción sexual

Las plantas procedentes de semillas son muy heterogéneas por lo que la


progenie es muy variada. Por tanto, es muy probable que los caracteres de
interés se pierdan. Por esta razón, se recomienda la reproducción sexual
solamente cuando se desee mejorar o adaptar biológicamente la especie.

20
Propagación por hijuelos o reproducción asexual.

Figura 17. A. B. Y C. Hijuelos de palma de dátil. Fuente Equipo Investigadores proyecto


BPA DÁTIL. Alistamiento de Hijuelos y propagación de hijuelos en vivero. Fuente
http://www.datekingscompany.com/plantaci-n.html

Las variedades comerciales de la palmera da lera se propagan por medio de


hijuelos. Phoenix dactylifera es una de las pocas palmeras que producen
hijuelos y, por tanto, se pueden propagar como clones. Los hijuelos se suelen
producir durante los primeros años de vida de la planta (10-15 años desde su
fecha de plantación), en función de la variedad y del manejo del cul vo. Se
deben extraer de la planta madre con la mayor proporción de rizomas posibles,
cuando éstos han alcanzado un diámetro de 25 cm como mínimo (Soler, 1993).
Es importante realizar riegos frecuentes durante varios días antes de dicha
separación, para así asegurar que, una buena parte de erra que rodea a las
raíces queda adherida a ellas. Si los hijuelos no se necesitan como material de
propagación deben de eliminarse.
Las ventajas de la propagación por hijuelos son las siguientes:
1. Las plantas obtenidas son iguales a la planta madre.
2. El fruto del hijuelo es de la misma calidad que el de la planta madre.
3. El hijuelo da fruta transcurridos 3-4 años.
Sin embargo, la propagación de hijuelos no es muy prác ca, ya que es una
técnica muy laboriosa y que, en numerosas ocasiones no logra sa sfacer
grandes necesidades de material vegetal. Además, puede promover la
dispersión de plagas y enfermedades (Zaid y de Wet, 2002).

21
Propagación in vitro.

La expresión cul vo in vitro de plantas, significa cul var plantas dentro de un


frasco de vidrio en un ambiente ar ficial. Esta forma de cul var las plantas ene
dos caracterís cas fundamentales: la asepsia (ausencia de gérmenes, etc), y el
control de los factores que afectan el crecimiento. El avance alcanzado por las
ciencias biológicas ha permi do en los úl mos años el estudio detallado de las
plantas tanto a nivel celular como molecular, y en condiciones de laboratorio es
posible actualmente reproducir todos los factores que puedan incidir en el
crecimiento y desarrollo de las plantas. Este principio general se aplica también
al cul vo in vitro de plantas.

3.2.5 Prác cas de manejo de aguas y suelos.

El agua que se u liza para riego, lavado de equipo, instrumental, preparación


de soluciones de fer lizantes y productos fitosanitarios, prevención de heladas
y lavado de equipos e instrumental u lizados en el trabajo de campo, debe
estar libre de contaminaciones fecales humanas y/o animales, de sustancias
peligrosas como metales pesados, arsénico, cianuro y de microrganismos como
bacterias coliformes, parásitos, etc. Por esto se debe analizar el agua y
detectar las posibles fuentes de contaminación por cuencas hidrográficas
compar das, tales como centros urbanos cercanos, plantas industriales, si os
de tratamiento de aguas residuales, estercoleros, basureros o presencia
abundante de forma de vida silvestre, para realizar las prác cas necesarias para
garan zar la calidad del agua a u lizar en la finca.

22
Uso racional del agua.

Se recomienda el uso racional del agua, ya que es un recurso natural no


renovable que debe ser protegido y conservado, siendo así debe ser u lizado
de manera eficiente garan zando su calidad, evitando su degradación con el
obje vo de no comprometer, ni poner en riego su disponibilidad futura.

Manejo de agua para riego.

Para la u lización de agua para riego se debe par r del resultado del análisis de
aguas sico- químico y micro biológico, ya que la calidad del agua de riego
afecta tanto a los rendimientos del cul vo, como a las condiciones sicas del
suelo, incluso el sistema de conducción del agua para riego. Igualmente es
fundamental tener en cuenta el aforo de disponibilidad de agua para la
programación de los riegos.
Adicional el sistema de riego elegido debe prever el uso racional y eficiente del
agua por eso es necesario que exista una planificación correcta de este, de
modo que se evite el uso excesivo o insuficiente del agua. Para la programación
de los riegos se debe disponer de cálculos documentados de la necesidad del
agua que están basados en datos, de pluviómetros, cubetas de drenaje
sustratos, evaporímetros y tensiómetros (porcentaje de húmeda del suelo) y
requerimientos del cul vo.

Manejo de Agua para aplicación de insumos agrícolas.

Se debe disponer de agua que cuente con las caracterís cas fisicoquímicas
apropiadas como pH, dureza, que no alteren las condiciones óp mas de la
aplicación.

Manejo de Fer lización del suelo y nutrición de las plantas.

La fer lización es necesaria para asegurar el crecimiento de la planta y la


calidad de los frutos. El manejo responsable en la incorporación de nutrientes
aumenta de manera sostenible la produc vidad de las plantas y cul vos, lo que
permite contemplar la mejora de aspectos económicos, sociales y
ambientales.

23
Por lo tanto, se debe definir un plan de fer lización para la nutrición del cul vo
basado en el análisis de suelos y los requerimientos del mismo. Este plan debe
ser elaborado y ejecutado bajo la supervisión del ingeniero agrónomo
asistente técnico. Este plan debe estar documentado e incluir Can dad y po
de fer lizante, abono o enmienda que se va aplicar, dosis, método y época de
aplicación.
Se deben u lizar insumos agrícolas y abonos orgánicos registrados ante el ICA y
adquiridos en establecimientos de comercio registrados por esta en dad.
Se debe disponer del procedimiento para la preparación de abonos orgánicos y
llevar registros de los insumos, residuos orgánicos y controles u lizados en la
preparación en finca de estos abonos orgánicos, u lizando solo los residuos
orgánicos permi dos.

Figura 17. A . Reservorio de la finca la Palma vereda la Laguna Soatá de Exceomo Mojica B. Cultivos
de coberturas en cultivos de palma de dátil. C. Aplicación de fertilización cultivos de palma de dátil.
Fotos de Equipo Investigador Proyecto BPA. D. Sistema de riego.
http://www.datekingscompany.com/plantaci-n.html.

3.2.6 Prác cas culturales del cul vo.

Podas y aclareos de Frutos y/o racimos.

La poda es una ac vidad que ene como finalidad mantener la can dad de
hojas necesarias para el desarrollo de la palma y facilitar la labor de cosecha, se
debe realizar con cuidado a fin de no causar heridas al tronco, a los tocones de
hojas cercanas, ni al pedúnculo de los racimos, ya que permi ría el ingreso de
plagas.
En plantas jóvenes menores a 5 años, la eliminación de hojas es mínima y se
limita exclusivamente a hojas secas y destruidas.

24
Según la experiencia mexicana, el corte de hojas se efectúa lo más cerca del
tronco en la parte más angosta del tocón, dejando aproximadamente 15
cen metros del tronco a fin de evitar la retención de frutos, se cortan las hojas
envejecidas y las que hayan perdido el 50 % del área foliar, es conveniente
realizarla una vez por año, en los meses de menor precipitación, observando
que la planta conserve de 35 a 40 hojas. También puede tomarse una relación
de 9 hojas por cada racimo. Para evitar daños al personal que poliniza y
cosecha, deben limpiarse las hojas de espinas basales. Las hojas cortadas se
distribuyen en la calle aprovechándolas como cobertura vegetal.
El aclareo de frutos es necesario para: incrementar el tamaño, mejorar calidad y
prevenir retraso en la maduración de los dá les y asegurar una adecuada
floración el siguiente año. Asimismo, para realizar la labor de aclareo pueden
seguirse dos técnicas: aclareo de racimos por palma y aclareo de frutos por
racimo. Estas labores de aclareo son especialmente importantes para lograr el
tamaño grande del fruto.

Polinización.

El mayor rendimiento en el cul vo del dá l se debe inicialmente al alto


porcentaje de amarre del fruto. El éxito de este porcentaje depende de la
combinación de varios factores como la fuente y calidad del polen, la eficiencia
de la técnica de polinización, el periodo de polinización, la compa bilidad
macho-hembra y de otros componentes importantes también, como
temperatura, riego, suelo y fer lización (Iqbal, Niamatullah, & Munir, 2012).
Debido a que las flores femeninas y masculinas se producen en plantas
separadas, es necesario que se realice la polinización manual para asegurar un
adecuado amarre de frutos. Según la experiencia de la producción mexicana, el
polen debe colectarse dentro de unas horas después de que se abrió la
inflorescencia que guarda estas flores y consérvese en lugar frío. El método de
polinización más común consiste en cortar trozos de inflorescencias
masculinas recién abiertas e introducir 2 a 3 trozos en el centro de la
inflorescencia femenina durante los 2 o 3 días después de que ellas abrieron.
Antes de la polinización es conveniente eliminar de un tercio a casi la mitad de
las inflorescencias femeninas del centro del racimo. Porcentajes de amarre
entre 50 a 80 aseguran un rendimiento completo.

25
Otras labores.

Se debe realizar también el colgado y amarre del racimo, protección del racimo
contra lluvia y ataque de pájaros.

Figura 18. A . Poda de palma. Fuente https://www.youtube.com/watch?v=72zKkMXlEAM. B. Inflorescencia femenina


para polinización de Palma Finca la Campo Hermoso Soatá, propietario Alfonso Mojica.
Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA datil C. Labor de colgado u amarre de racimos de dátiles.
Fuente http://biblioteca.inifap.gob.mx:8080/jspui/bitstream/handle/123456789/3330/Cultivo de palma dátil en el
Valle de MexicaliBC.pdf?sequence=1

3.2.7 Manejo integrado de plagas, malezas y


enfermedades.

El manejo integrado de plagas (MIP) es una estrategia integral de manejo de


plagas, (entendiéndose por plaga la problemá ca de malezas, insectos y
enfermedades), mediante la aplicación de variedad de métodos
complementarios: sicos, mecánicos, químicos, biológicos, gené cos, legales y
culturales para el control de las plagas. Estos métodos se aplican en tres
etapas: prevención, monitoreo-evaluación e intervención. Se recomienda que
en el Manejo Integrado de Plagas (MIP), se le debe dar prioridad al uso de
métodos culturales, etológicos, biológicos y sicos sobre el manejo químico.
Según el Manual ICA de BPA, en la aplicación del MIP se debe tener en cuenta el
comportamiento de la plaga como población (no como individuo) el daño
económico al cul vo y seguir la secuencia lógica ABC, que es:
A. Prevención
B. Monitoreo y evaluación
C. Intervención.

26
A. Para la Prevención:

Realizar una revisión completa de cada plaga, enfermedad o maleza, para


conocer su nombre común y cien fico, su ciclo biológico y la evaluación de la
magnitud del daño con el fin hacer un uso racional de las medidas de manejo
especialmente del químico.
Las acciones preven vas de la presencia de plagas en los cul vos son:

• Definir las distancias de siembra de acuerdo con las condiciones


agroecológicas de la zona
• Construir drenajes que eviten encharcamientos dentro del cul vo y
específicamente en la base de la planta
• Aseguramos que el material de siembra u lizado provenga de un
vivero registrado ante el Ins tuto Colombiano Agropecuario (ICA) y
además, solicitar al viverista un cer ficado de la calidad gené ca y
sanitaria de la semilla o material de siembra.
• Realizar la fer lización basada en el análisis de suelo y los
requerimientos nutricionales de la planta que permita al técnico
formular una recomendación acertada.
• Realizar podas de formación y fitosanitarias en el empo adecuado, así
como recoger y disponer de forma adecuada los residuos resultantes
de esta labor.
• Desinfectar las herramientas u lizadas en labores de poda antes de
pasar a la siguiente planta.
• Re rar las plantas y órganos afectados por plagas y enfermedades.
Estos restos no pueden permanecer más de 3 días sin manejo.
• Evitar heridas en la base del tallo o en las raíces.
• Realizar manejo selec vo de arvenses, principalmente, aquellas que
pueden ser hospedantes de las plagas.
• Cosechar la fruta en el punto óp mo de madurez y de la misma forma
recolectar los frutos caídos dentro del cul vo para que no se
conviertan en un si o de reproducción de plagas o en una fuente de
patógenos.

27
• Reciclar los restos vegetales, mediante incorporación o compostaje,
tanto para incrementar la materia orgánica del suelo como para
eliminar riesgos de transmisión de plagas y enfermedades.
• Depositar los restos vegetales que no se puedan reciclar en
contenedores con tapa de plás co y enviamos a un relleno sanitario o
vertedero autorizado.
• Promover el desarrollo de especies de fauna benéfica, por ejemplo,
manteniendo zonas de vegetación na va cercanas a los cul vos.

B. Monitoreo y evaluación:

A través del monitoreo se pueden definir los métodos de muestreo de las


plagas: se puede realizar por plantas, por surcos, por metro lineal, etc. Con la
evaluación se determina el comportamiento de las poblaciones (infestación,
incidencia y severidad) de las plagas, enfermedades y malezas.
De esta manera se puede establecer los niveles de manejo según la evaluación
y los umbrales de daño. Se debe hacer la evaluación de las plagas para
determinar la población (% de infestación). En el caso de plagas que enen
hábitos nocturnos o esquivos (di ciles de ver o encontrar) se colocan trampas
para cuan ficarlas.
También se debe hacer la evaluación para determinar el daño (% incidencia y
severidad). Las evaluaciones para determinar la población o el daño nos
indican el nivel a par r del cual se jus fica su manejo. Esto dependerá de la
plaga que se presente en el cul vo.
Evaluando estos parámetros:
El porcentaje de infestación: es la proporción de individuos en la planta u
órgano vegetal evaluado y mul plicado por cien. Para determinarlo, se aplica la
siguiente fórmula:
% de infestación = Número de individuos sobre Plantas u órganos Evaluados
por 100
La magnitud del daño ocasionado por una plaga la determinamos evaluando la
incidencia y la severidad así:

28
Porcentaje de incidencia: es el número de unidades de plantas, hojas, tallos,
frutos o raíces afectadas por surco, parcela o lote, expresada en porcentaje. La
incidencia puede ser equivalente a severidad cuando una lesión es fatal o casi
fatal como sucede para los patógenos sistémicos o vasculares como virus,
ciertas bacterias y hongos. Para determinarlo, se aplica la siguiente fórmula:
% incidencia= Número de plantas afectadas sobre Numero de plantas
evaluadas por 100
Porcentaje de severidad: es la porción de tejido afectado de la planta expresado
en porcentaje de área total. Para determinarlo, se aplica la siguiente fórmula:
% severidad = Número de tejido afectado sobre Número de tejido evaluados
por 100.

C. Intervención o Manejo de las plagas:

Son aquellas prác cas dirigidas a disminuir la población de las plagas con el fin
de reducirlas a niveles aceptables mediante el Manejo Integrado Plagas (MIP),
el cual se planea y ejecuta bajo la responsabilidad del ingeniero agrónomo
competente en el cul vo.
• Manejo sico y mecánico (fuego, trampas o cebos)
• Manejo biológico (predadores, parásitos, agentes biológico
fungicidas, bactericida, insec cidas)
• Manejo etológico (feromonas, atrayentes o repelentes)
• Manejo gené co (variedades resistentes a plagas)
• Manejo químico (insec cidas, fungicidas, herbicidas, etc.)
Las aplicaciones de los insumos agrícolas (plaguicidas, biocontroles, etc.) para
la protección del cul vo siempre debe ser recomendada por un Ingeniero
Agrónomo, y los insumos agrícolas que se usen en esta ac vidad deben contar
con el registro otorgado por ICA, y ser comprados en los almacenes
autorizados.
El personal que manipule los agroquímicos debe estar capacitado en el uso
responsable y seguir las recomendaciones del fabricante contenidas en la
e queta, relacionadas con el equipo de protección del personal, la plaga por
controlar, la dosis, la frecuencia y el periodo de carencia.

29
Las aplicaciones de agroquímicos que realice deben ser registradas en un
formato, que incluye:
• Iden ficación del predio
• Nombre comercial
• Ingrediente ac vo
• Número de lote del producto
• Número de registro de venta
• Fecha de aplicación
• Dosis
• Método de aplicación
• Periodo de carencia
• Nombre y firma de quien recomendó
• Nombre y firma de quién aplicó.

Figura 19. A. Trampeo para Insectos plagas Finca la Palma Soatá de Exceomo Mojica
B. Evaluación presencia Insectos plagas Finca la Palma Soatá de Exceomo Mojica.
Fuente Equipo Inves gadores proyecto BPA DÁTIL

3.2.8 Manejo de la Cosecha, pos cosecha y


transporte

La cosecha.

Es una etapa crí ca y ene un impacto directo en la can dad y calidad del
producto cosechado. El obje vo es reducir las pérdidas de cosecha,
asegurando la obtención de productos inocuos y de calidad, mejorando así el
ingreso del productor.

30
Es fundamental tener en cuenta el momento oportuno de cosecha debe estar
dado por el estado del cul vo y el obje vo de la producción.
Como los frutos no maduran al mismo empo, es necesario realizar varios
cortes durante la estación. Frutos dañados, agrios o fermentados atraen
insectos y deben ser selec vamente removidos de los racimos en cada corte. El
comienzo de la maduración está marcado por la aparición de manchas
translucidas en la piel o cerca de la punta del dá l, que después se ex enden
sobre la superficie total del fruto. En este estado la pulpa es aún firme, pero a
medida que la maduración avanza, se torna más suave y blanda.
Para determinar el momento de inicio de cosecha es necesario respetar los
períodos de carencia y el periodo de reingreso del personal al campo y dar
seguridad de inocuidad de los productos cosechados.
Se recomienda contar con métodos de determinación apropiado del grado de
madurez del fruto, según el des no de la producción (Ej: Humedimetro). Se
deben también tener en cuenta las condiciones climá cas.

Post cosecha.

Esta etapa contempla los procesos que se realizan posteriores a la cosecha del
fruto y considera el acondicionamiento y almacenamiento de frutos. Se debe
hacer el mayor esfuerzo en mantener la calidad e inocuidad de los frutos
cosechados. Al momento del almacenamiento, los frutos deben estar sanos,
secos y limpios para minimizar las pérdidas de calidad y conservar la inocuidad.
En caso de superarse la humedad recomendada para el almacenamiento es
necesario realizar un acondicionamiento, como por ejemplo secado del fruto.

Transporte.

Durante el transporte y manipulación los frutos de Dá l pueden contaminarse,


por lo que se debe procurar que los productos cosechados mantengan su
inocuidad e integridad.
Para el transporte se deben considerar los siguientes aspectos, entre otros:
• Control del estado del vehículo des nado para el transporte (ausencia
de roturas, aberturas, funcionamiento de cierres y posibles entradas
de agua).

31
• Control de la limpieza del vehículo al ingreso al establecimiento
• Respetar la prohibición de aplicar productos fitosanitarios durante el
transporte (Se prohíbe el tratamiento con plaguicidas fumigantes de
los frutos, productos y subproductos, durante la carga de los mismos
en camiones o vagones y durante el tránsito de éstos hasta su
des no).
• Transportar los productos protegidos de la intemperie para evitar su
contaminación o deterioro.

3.3 Mantenimiento y u lización maquinarias,


equipos y herramientas

Se debe tener en cuenta que la maquinaria agrícola que interviene en los


procesos produc vos debe cumplir con las caracterís cas par culares de la
labor a la cual se la des na y a las condiciones de operación.
Se debe realizar una correcta selección del equipo, sea propio, contratado,
nuevo o usado, y adecuarlo mediante los alistamientos y las regulaciones
correspondientes para cumplir con la labor propuesta. Se busca darle prioridad
a aquella maquinaria que provoque la menor alteración del ambiente posible,
ya sea por la labor específica que se lleva a cabo como por la emisión de gases
que produce su uso.
La operación del equipo debe realizarse en forma segura. El mismo deberá
contar con los elementos que propicien la seguridad integral (operario y
máquina), pero fundamentalmente se deberá capacitar a la persona o al grupo
de personas que esté en contacto directo con el equipo durante la jornada de
trabajo. En el caso que sea aplicable, el equipo debe contar con la habilitación
técnica correspondiente.
Se debe disponer de un plan de mantenimiento preven vo, revisiones de
ru na y limpieza de los equipos con el obje vo de mantener en condiciones
opera vas a la maquinaria. Los registros de calibración, mantenimiento o
verificación deben contemplar la fecha, el responsable, el equipo, el resultado
de las mediciones y las acciones correc vas. Por otro lado, se deben llevar
registros de las horas de trabajo, el po de labor realizada, el personal
interviniente y los ensayos realizados para corroborar su funcionamiento.

32
Se debe considerar que los elementos de medición deben ser apropiados para
el uso al que se des nan Es recomendable contar con un personal responsable
de la administración de máquinas y equipos agrícola y que exista un lugar
designado para la limpieza y almacenamiento de la maquinaria y equipos.

3.4 Manejo del personal- seguridad higiene y


salud ocupacional.

3.4.1 Evaluación de Riesgos laborales.

Se debe realizar la evaluación de riesgos laborales ya que es una herramienta


fundamental para la prevención de daños a la salud y la seguridad de los
trabajadores. Esta evaluación busca iden ficar y eliminar riesgos presentes en
el entorno de trabajo, así como la valoración de la urgencia de actuar. Su
obje vo es iden ficar los peligros derivados de las condiciones de trabajo para:
eliminar de inmediato los factores de riesgo que puedan suprimirse fácilmente,
evaluar los riesgos que no van a eliminarse inmediatamente, y planificar la
adopción de medidas correctoras. Debido a la complejidad e importancia de la
evaluación debe ser realizada por un profesional competente.
Dicha evaluación se debe actualizar periódicamente de manera tal que permita
contemplar temas de salud, seguridad e higiene de todo el personal que labora
en la finca, cualquiera que sea su forma de contratación.

3.4.2 Registro y responsabilidad del personal.

Es necesario mantener un registro de todas las personas que laboran en la finca


(nombre completo, horario de trabajo, periodo de contratación, entre otros) y
se debe contar con una aseguradora de riesgos laborales y se recomienda
disponer de un diagrama de puestos por ejemplo un organigrama.

33
3.4.3 Desarrollo de plan de capacitación.

Los trabajadores de la finca deben recibir capacitación específica y con nua, a


través de las capacitaciones, los trabajadores adquieren conocimientos de le
permiten desarrollar de forma correcta y eficiente las tareas asignadas,
comprender y prevenir riesgos en el trabajo y lograr también un crecimiento
personal.
El plan de capacitación debe por lo menos contemplar temas como seguridad
laboral, riesgos laborales y específicos, salud, procedimientos de emergencia y
primeros auxilios y manejo de ex ntores, prác cas de higiene, uso de
elementos de protección personal, seguridad en el uso de productos
fitosanitarios, Almacenamiento, manejo y aplicación de insumos
agroquímicos, manejo, calibración y limpieza de equipos y seguridad en el
manejo de equipos.

3.4.4 Elementos y equipos de protección


personal (EPP).

Los trabajadores deben usar ropa de trabajo según la legislación vigente, de


acuerdo con el po de tarea, el personal debe u lizar los elementos y equipos
de protección personal necesarios para la manipulación de productos
fitosanitarios para la protección de cul vos, los cuales debe ser usados según
las indicaciones dadas en las fichas de seguridad del producto manipulado.
El EPP, según la tarea a realizar, debe tener en cuenta la protección del torso,
cabeza, manos, pies, ocular, respiratoria y audi va. Todos los elementos
deben ser conservados en condiciones adecuadas que aseguren su correcto
estado y funcionamiento. Aquellos EPP reu lizables, deben ser higienizados
luego de ser u lizados. El lavado se realiza en forma separada de la ropa normal,
u lizado guantes y jabón neutro. Aquellos elementos desechables, luego de ser
u lizados deben ser descartados o desechados.
La ropa o indumentaria de trabajo y protección debe guardarse separadamente
de los productos fitosanitario, al igual que las herramientas y semillas y otros
insumos.

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Figura 20. A. Evaluación de Riesgos Laborales Finca Las Palchuacas de Benedito
Pérez Soatá. B. Proceso de capacitación a productores de dá l C. Uso de EPP
productores de Palma Finca la Campo Hermoso Soatá, propietario Alfonso Mojica.
Fuente Equipo Inves gadores proyecto BPA dá l

3.5 Ges ón de residuos sólidos


Figura 21. Recipientes para

almacenamiento de residuo

en la finca. Fuente Equipo

Investigadores proyecto

BPA dátil.

Se deben iden ficar todos los productos de desecho o residuos y las fuentes de
contaminación producidos como resultado de los procesos de la producción
agrícola.
Se debe implementar un plan general, actualizado y documentado, que
abarque la reducción de desperdicios y de contaminación y el reciclaje y/o
disposición de residuos. Esto sería un Plan Integral de Ges ón de Residuos
(PGR) y debe considerar la contaminación del aire, el suelo y el agua. El PGR
incluye las etapas de generación, transporte, almacenaje transitorio,
tratamiento y disposición final conforme a las buenas prác cas ambientales
para el caso de RSU y asimilables.
La finca debe contar con áreas designadas especialmente para almacenar
residuos asimilables a domiciliarios y residuos peligrosos.

35
Los diferentes pos de residuos deben ser iden ficados y almacenados por
separado de acuerdo a las pautas que establezca la norma va vigente, Con el
triple lavado o lavado a presión realizado e inu lizados, con su base perforada.
El uso de los equipos de protección personal debe ser el adecuado para cada
fase de la operación de manejo de residuos.

3.6 Ges ón ambiental

3.6.1 Impactos ambientales

El sistema produc vo del Dá l, puede generar impactos ambientales que no


necesariamente se manifiestan dentro de los límites sicos del mismo. Por ello
es necesario iden ficar los riesgos ambientales asociados a la producción del
dá l tanto en la finca como fuera de ella y definir las prác cas y tecnologías que
los minimicen el impacto ambiental.
La iden ficación de riesgos debe ser seguida de una priorización sobre la cual
se basa la planificación de incorporación progresiva de procesos asociados al
cuidado del ambiente. La planificación debe es pular la incorporación de
prác cas/ tecnologías con el fin de generar un proceso de mejora con nua.
El monitoreo a través de indicadores permite ver la evolución de los recursos
naturales en función a los riesgos iden ficados inicialmente y otros nuevos que
puedan surgir de la implementación de nuevas tecnologías.
Se deben iden ficar riesgos asociados, por ejemplo, a:

• Las personas: Considerar las involucradas en la producción y en la


sociedad en general, la distancia y horarios de los establecimientos
escolares cercanos, uso de elementos de protección personal de los
aplicadores de fitosanitarios, etc.
• El suelo: Conservación de la capacidad produc va del suelo (fer lidad
química y sica), erosión eólica y/o hídrica
• Los cursos de agua superficial y subsuperficial: Contemplar polución
difusa, eutrofización de cuerpos de agua.
• El aire: Emisión de gases por uso de maquinaria o quema de
coberturas vegetales (pas zales, rastrojos, etc).

36
• La manipulación de productos fitosanitarios: Implementar MIP,
tecnologías de precisión, tomar las medidas necesarias para reducir al
mínimo posible el riesgo para las personas.
• El manejo de residuos: Realizar el triple lavado e inu lización de
recipientes plás cos de productos fitosanitarios. Iden ficar los
centros de acopio cercanos al establecimiento para realizar la
deposición final, teniendo en cuenta la legislación, según
corresponda.
• La biodiversidad: Resaltar si se cuenta con un área protegida (parque
nacional, reserva ecológica, etc.) en las cercanías de la finca para
dimensionar el impacto de la ac vidad sobre las especies.
Promocionar la implantación de zonas “buffer” o “barreras vegetales”

Se sugiere también, que los productores lleven un registro, para cada cosecha,
donde indiquen la can dad de agua de riego u lizada en el área sembrada y
desde dónde fue captada, las precipitaciones del período y el agua u lizada
para otras tareas, tales como preparado de fer lizantes y otros, lavado de
equipos y recipientes y todo otro consumo significa vo. Terminada la cosecha,
registrar las toneladas producidas y armar un indicador que resulte de dividir la
suma de todos los consumos de agua por las toneladas producidas.
Para lograr iden ficar, evaluar y mi gar estos riesgos asociados, es
recomendable contar con un estudio adaptado a la producción agrícola para
prevenir los impactos al ambiente que la ac vidad en cada si o pudiera
generar. Como ejemplo y en los casos que sea aplicable, se puede considerar un
Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que contemple dis ntas etapas. Las
mismas pueden ser el Diagnós co Ambiental del área de influencia,
considerando los subsistemas natural, sociocultural y socioeconómico; la
Iden ficación y análisis de los impactos ambientales de la ac vidad y de sus
alterna vas; la definición del plan de medidas de mi gación; y la Elaboración
del plan de ges ón ambiental, en base a medidas a implementar y al monitoreo
de impactos beneficiosos y perjudiciales.

37
3.6.2 Prác cas de protección de fauna y flora.

Figura 22. Manejo ambientalmente sostenible finca el Gallineral de Jacinto Coronado.


Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil

Dentro de las prác cas que se pueden u lizar para la protección de la fauna y
flora en la finca se recomiendan las siguientes:
• Moderar el uso de agroquímicos, fomentando y promoviendo la
agricultura y ganadería ecológicas.
• Reducir la compactación del suelo por la maquinaria (reducir el
laboreo pesado).
• Mantener los rastrojos sobre el terreno, evitando su quema y
manteniendo coberturas vegetales.
• Durante la floración se evitará dentro de lo posible, realizar
tratamientos al cul vo. Siempre que sea posible se esperará a que
haya finalizado la floración (caída de pétalos) para efectuar tales
intervenciones. Esto debe extenderse al control de la flora
espontánea presente en el cul vo, por si en el momento de la
aplicación estuviese en flor y fuese visitada asiduamente por las
abejas.
• Incrementar la cobertura vegetal en campos abandonados (muy
afectados por erosión), lo que evita o demora la aparición de cárcavas
y regueros.

38
• Reconstruir y mantener los muros y terrazas de piedra que soportan
los bancales, pues son estructuras de conservación de suelos.
• Ofrecer fuentes de alimento y/o agua en períodos o entornos donde
éstas puedan resultar factores limitantes de las poblaciones fauna
silvestre.
• Crear zonas de reserva en el interior de la finca, en zonas adecuadas
para las especies animales silvestres. Donde manejar el hábitat de
forma que actúe como reservorio de individuos y natural exportadora
a los terrenos vecinos.
• Fomentar la ges ón tradicional de los barbechos y su mantenimiento
a largo plazo.
• Respetar y/o restaurar las zonas húmedas. Muchas especies son
dependientes de la existencia de puntos de agua en sus áreas de
campeo.

3.6.3 Indicadores de sostenibilidad de la


ac vidad agrícola.

Se sugiere establecer indicadores de sostenibilidad, como, por ejemplo, el de


huella hídrica o huella de carbono (indicadores que enen en cuenta tanto el
uso directo como indirecto por parte del productor). Para ello, se debe contar
además con registros adecuados.

3.7 Ges ón de la calidad

3.7.1 Calidad.

Para llegar a la calidad integral de la empresa agrícola productora de Dá l, se


sugiere la aplicación de un sistema de ges ón de calidad, mediante la
implementación de las buenas prác cas agrícolas, ya que es una herramienta
que le permite planear, ejecutar y controlar las ac vidades necesarias para el
desarrollo de los procesos produc vos con estándares de calidad que son
medidos a través de los indicadores de sa sfacción.

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Se necesita planificar las ac vidades a mediano y largo plazo contemplando los
insumos necesarios y adecuados en función de la norma va vigente y los
servicios requeridos para ser llevadas a cabo, de modo que, se pueda asegurar
la disponibilidad de recursos. Es importante el control de la ejecución de lo
planificado, con una frecuencia que permita su ajuste, para poder accionar en
caso de desvíos y es esencial para llevar adelante un proceso de mejora
con nua.
También se sugiere la realización de auditorías internas que evalúen el
funcionamiento del sistema, son una herramienta importante y contribuyen al
proceso de mejora con nua del sistema. Sería recomendable darle un marco al
sistema de auditorías, como por ejemplo u lizar normas de base (Resolución
ICA/ NTC 5400). Algunas otras herramientas que pueden servir para la mejora
del sistema son la revisión por la Dirección y las observaciones de tareas.
Asimismo, la ges ón de la calidad debe tener presente e incorporar en su
funcionamiento lo establecido en las normas de calidad vigente y aplicable.
Asimismo, se podrán considerar esquemas de cer ficación privados existentes.

3.7.2 Manejo de registros, planes y procedimientos.


La empresa agrícola, según la norma vidad vigente, debe contar con registros
planes y procedimiento de todos los procesos produc vos, con el obje vo de
disponer de información que permita analizar lo sucedido e implementar
acciones de ser necesarias. Se recomienda guardarlos, como mínimo, hasta la
finalización de la vida ú l del producto, para poder actuar ante cualquier
reclamo. Por ejemplo:

• Los registros documentales tales como: De mantenimiento, limpieza,


desinfección y calibración de equipos, aplicación e inventario de
fer lizantes y plaguicidas, capacitaciones al personal, uso de material
de propagación, preparación de abono orgánico en el predio, de las
acciones de protección a las fuentes de agua, del consumo de agua en
las ac vidades produc va, entre otras.
• Los planes para el manejo de la unidad produc va, tales como: uso
racional del agua, plan para evitar la erosión, plan de fer lización, plan
de manejo integrado de plagas, de manejo de residuos líquidos y
sólidos, manejo de con ngencias y emergencias.
40
• Los procedimientos para la obtención de material de propagación
en el predio, para la elaboración de abonos orgánicos,
procedimientos e instruc vos para el manejo de equipos, utensilios
y herramientas.

3.7.3 Manejo soporte documental de la producción.

Todos los documentos resultantes del proceso produc vo, se deben conservar
por lo menos dos años, o según la vigencia de la cer ficación y la
Opera vizaciòn de la empresa agrícola, ejemplo los archivos de los registros,
facturas, entre otros soportes como los soportes de Procedencia del material
de siembra, resultado del laboratorio del análisis fisicoquímico y
microbiológico del agua y suelo, entre otros.

3.7.4 Manejo de la trazabilidad de la producción.

La trazabilidad, está asociada a la ges ón de la calidad y se define como un


conjunto de procedimientos que permite tener el seguimiento completo de un
producto desde el lugar de producción, siguiendo por todas las ac vidades con
el registro detallado de las fechas y de las diferentes etapas que se desarrollan
hasta que dicho producto llega a su lugar de des no.
Su finalidad es mejorar la eficacia del sistema de control de la inocuidad de los
alimentos a lo largo de la cadena alimentaria. La trazabilidad no garan za la
inocuidad de la producción por sí misma, pero permite garan zar y conocer la
forma en que se lleva adelante la ac vidad produc va y los caminos que sigue
un producto hasta el consumidor final. Siendo así, es recomendable disponer
de un sistema de trazabilidad que permita, mediante la u lización de registros,
realizar el seguimiento de productos hasta el si o de producción (lote, parcela,
potrero, producción agrícola, entre otros), como así también poder trazarlo
hasta su des no final. Debe incluir La unidad de producción (nombre finca), El
producto (frutos dá l), lote de producción, fecha de cosecha y numero de cajas
de cada lote.

41
Figura 23. A Manejo de registros, planes y procedimientos en el cultivo del Dátil. B. Manejo Soporte
Documental de la Producción en el cultivo del Dátil. Fuente Equipo Investigadores proyecto BPA dátil

Figura 24. Proceso productivo en el cultivo del Dátil. Fuente Luz M. Báez G

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Bibliogra a y cibergra a

43Comisión de cul vos Extensivos, Buenas prác cas Agrícolas, Direc vas y
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