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EXPRESIÓN URBANA: ¿LIBERTAD O CASTIGO?

Montes Ríos Fatima Camila


Estudiante del I ciclo de Escuelo profesional de Arte & Diseño
Gráfico Empresarial
Universidad Señor de Sipán

Por mucho tiempo ha habido este debate entre si podemos considerar el grafiti como arte o
si solo cae en un acto de vandalismo. Puesto que, el arte siempre se ha caracterizado por la
libertad de expresión, todo profesional y en este caso el artista tiene derecho a manifestar y
dar a conocer su arte como mejor le parezca. Pero si lo vemos desde el punto de vista ético,
los jóvenes grafiteros pueden expresar su arte, pero a la vez buscar la tranquilidad social,
es decir ejercer su moral para el beneficio tanto para ellos como para la sociedad. El grafiti
como tal es el tipo de firmas o expresiones “artísticas” que se dan en espacios públicos y
generalmente de forma ilegal, principalmente tenían la intención de “darse a conocer” y
dejar su huella por la toda la ciudad; a su vez nace como consecuencia de un descontento
social de las clases más marginadas. Estas marcas las podemos encontrar en cualquier
lugar que vayamos o miremos, están en las paredes, muros, edificios, vagones de tren,
bancas y demás. Debido a que las calles están inundadas de grafitis genera una gran
incomodidad en las personas que, continuamente lo califican de manifestaciones
vergonzosas, invasivo, desagradable, irrespetuosas, una violación a la propiedades públicas
o privadas. Una de las principales características que los grafiteros le dan a este
movimiento es que, si bien no poseen una gran cantidad de bienes materiales para ellos el
nombre es su principal adquisición y de cierta identidad que llevan, es por eso que para
estos jóvenes dejar su marca es sinónimo de ser recordados. Sin embargo, el grafiti
también surge como una revelación contra el sistema, protestar en contra de él, de
implantar que el grafiti es producto de un descontento social y la marginación de las clases
bajas (Ramírez et al., 2017). El grafiti es un tipo de expresión que ha ido tomando
relevancia a través del tiempo y que a través de su creatividad, técnica, diseños y colores
los muchachos pueden transmitir sus emociones, han logrado difundir su propio mensaje
de superación, protesta y fortaleza que no toda la sociedad a primera vista puede
comprender (Hidalgo, 2019). Tras esta problemática formulo la siguiente pregunta: ¿El
grafiti es netamente un acto vandálico que debe ser sancionado o se le puede dar una
connotación artística?

En mi opinión considero que el grafiti si bien si es vandalismo ya que esta es una práctica
ilegal que se realiza en propiedades públicas o privadas y teniendo en cuenta que esta es su
principal característica, no podemos negar que, el grafiti ha evolucionado y se ha
transformado con el tiempo para convertirse en un medio de expresión a través del arte que
requiere de una gran imaginación y originalidad.

Este artículo de opinión tiene como propósito dar a conocer las razones por las que se
puede considerar el grafiti como expresión artística al igual que reflexionar el contexto de
cómo nace el grafiti y qué es lo que representa. A la vez presentar algunas soluciones para
que este pueda ser integrado de manera positiva en la sociedad y que esta sea más
comprensiva con el mensaje que los grafiteros desean transmitir.

A continuación, daré a conocer mis argumentos que sustentan mi opinión:

El grafiti como lo conocemos actualmente nace en los años 60’ en la ciudad de Filadelfia –
Estados Unidos, no hay una historia exacta para saber quién fue el pionero en grafitear
paredes, pero hasta donde se sabe la primera persona que grafiteó una pared fue un joven
ex recluso que se hacía llamar “CornBread”, para él era muy importante que se preservara
su memoria y ser recordado, de ahí en adelante empezó a bombardear paredes dejando su
firma por todas las calles de Filadelfia. Posteriormente, la juventud después comenzó a
seguir sus pasos y de Filadelfia llegó hasta Nueva York, de las paredes cambiaron a los
vagones de trenes. Sin embargo, no era del agrado de los habitantes neoyorquinos es por
eso que las autoridades comenzaron a perseguir a los distintos autores y calificando el
grafiti como un acto ilegal (Reyes, 2012). Entre los seudónimos más conocidos tenemos a
Taki 183, Chew 127, Julio 204, Cay 168, entre otros.

Más tarde las nuevas generaciones de grafiteros siguieron los pasos de los pioneros en este
movimiento y mantuvieron las principales esencias del grafiti que son la ilegalidad y el
anonimato. Es decir, se mantiene fiel a su tradición. De igual manera los elementos
representativos para llevar a cabo un grafiti son el aerosol, rotulador (conocido también
como plumón) y algún espacio para realizarlo de preferencia una pared (Fernández, 2018).
Su concepto de ser antisistema de violentar, rebelarse contra él, ser clandestino y
encontrarse en los límites de la ley produce adrenalina y emociones particulares a estos
autores. Respecto a esto Vivero comenta:

Los grafitis y los murales, especialmente los de carácter político, representan un


mecanismo de resistencia, pues, su irrupción en el espacio público es un soporte
político y una forma simbólica de lucha de clases. Es decir, responde
simbólicamente a la dominación simbólica del sistema dominante, por lo tanto, da
cuenta de la contradicción y el conflicto manifestado en esta dialéctica entre clase
que domina y clase dominada. (2012, p. 79)

Es por eso que se volvió tan popular que comenzó a expandirse en todo el mundo y llegó
al Perú. Las zonas deshabilitadas se convirtieron en lienzos accesibles y del mismo modo
los muros sin autorización, originando enfrentamientos e incomodidad para los
domiciliados perjudicados (Cumpa, 2016). Debido a esa razón existen unas normas en el
cual está prohibido grafitear, pintar o atentar con las propiedades públicas. Por ejemplo,
según el diario El Peruano existe una normativa promulgada en la Municipalidad Distrital
de Carmen de la Legua-Reynoso en donde expresa:

Artículo 4º.- Prohibiciones


Quedan prohibidas, con o sin autorización del titular del predio, las siguientes
conductas:

1. Realizar grafitis y pintas sobre las fachadas de predios públicos y privados, así
como en mobiliario urbano y bienes de uso y servicio público.

2. Pegar afiches en predios públicos y privados, así como en mobiliario urbano y


bienes de uso y servicio público. (2016)

Asimismo, la Municipalidad Distrital de Magdalena del Mar en su ordenanza N° 328


alega:

ARTÍCULO

PRIMERO. - Queda prohibido la realización de graffitis y pintas en la vía pública,


monumentos, mobiliario urbano, cierres de obras, muros y paredes de predios
públicos y privados y en general en cualquier bien de uso público del distrito de
Magdalena del Mar.
ARTÍCULO TERCERO. - Se establece que los responsables de las infracciones a
la presente Ordenanza, podrán sustituir la multa por la obligación personal de
limpiar las pintas y graffitis en las condiciones y plazos que fije la Municipalidad, a
través de la Gerencia de Desarrollo Urbano y Obras. (2017, p. 2)

Luego tenemos al grafiti legal. Aquí se encuentran aquellos grafiteros que si bien
comenzaron haciendo grafiti ilegal posteriormente sus piezas comenzaron a verse dentro
de los museo, galerías o subastas. Estos tienen una relación más directa con el reglamento
ético dentro de las artes visuales ya que al exponer sus obras en museos pasan a ser parte
del sistema y hay ciertas normas que tienen que cumplir para que su material sea expuesto
adecuadamente, algo que el grafiti tradicional está totalmente en contra. Rafael Mendez
(DuckOne) para su entrevista con D’Marreos Y Chavez (2013) explica que el grafiti legal
tiene una finalidad de reconocimiento, perspectiva artística, beneficio, embellecimiento
urbano y atracción visual para un conjunto de personas específicas.

Resaltar también los diferentes tipos de grafiti como, por ejemplo: Tag o firma, Buble
letters, Throws up, Block letter, Wilde Style, Estilo 3D, Dirty, Grafiti orgánico, Grafiti
Abstracto, con personajes e íconos (Méndez, 2016).

Uno de los artistas que más destacó fue Keith Haring, comenzó grafiteando vagones de
trenes en los años 80´s (año donde el grafiti llegó a su auge) e incluso fue arrestado
numerosas veces. Sus figuras tan peculiares llamaron la atención de todas las personas en
Nueva York y de los directores de museos, de esa forma el anonimato para Haring se
extinguió. Sus obras tenían un concreto pero sencillo mensaje político social en donde
abordaba temas como la muerte, la sexualidad, la guerra y en especial hacer conciencia
sobre la enfermedad VIH SIDA, la cual lo llevó a su muerte en 1990 (Calvo, 2016).

Por otro lado, en el Perú empresas y municipalidades son más inclusivas con el grafiti
realizando concursos, ferias y exposiciones para así permitir a los jóvenes desarrollarse en
este movimiento, pero de forma legal porque reconocen que mientras más prohíban el
grafiti más ilegal se vuelve. Uno de los festivales más grandes que hay en nuestro país
titulado “Meeting of Styles” reúne a grafiteros del todo el mundo con la intención de que
compartan sus experiencias, aprender e ilustrar con nuevas técnicas a los jóvenes y
adolescentes que están iniciando en este medio (D’Marreos y Chávez, 2013).
En conclusión, el graffiti como concepto tradicional no es arte porque no se origina con ese
propósito, su esencia siempre será la clandestinidad y lo ilegal, a través de esas
características han expresado su molestia social y llamar la atención de las clases sociales
más bajas se sienten segregadas de las clases sociales más pudientes.

Sin embargo, puede ser contemplado como arte por los diferentes elementos, técnicas y
causas. Ser promovido de manera legal siguiendo las normas y así evitar altercados y la
molestia de personas ajenas al movimiento. Por último, agregar que el arte es subjetivo,
cada sujeto va a considerar arte aquella pieza que le transmita algún tipo de emoción o
sentimiento y que lo haga reflexionar.
Referencias:
Calvo, M. (2016). Keith Haring. Histori-arte. Recuperado de:

https://historia-arte.com/artistas/keith-haring

Cumpa, L. (2016). Expresión del grafiti en el espacio urbano de Lima. Comunifé.

Recuperado de:

https://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/compunicacion/comunife16/

EXPRESION%20DEL.pdf

D’Marreos, M & Chávez, P. (2010): El graffiti, desafío de inclusión social en nuestros

días. Cuestiones Sociales. Recuperado de:

https://cuestionessociales.wordpress.com/2013/06/08/el-graffiti-desafio-de-

inclusion-social-en-nuestros-dias/

El Peruano. (2016). Ordenanza nº 021-2016-mdclr. Recuperado de:

Fernandez, E. (2018). Origen, evolución y auge del arte urbano. El fenómeno Bansky y

otros artistas urbanos. [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid.

Recuperado de: https://eprints.ucm.es/id/eprint/46424/1/T39585.pdf

Hidalgo L. (2019). El graffiti como forma de expresión y comunicación en los muros de

Guayaquil [Tesis de titulación], Universidad Politécnica Salesiana. Cybertesis.

Repositorio de tesis ups. Recuperado de:

https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/17450/1/UPS-GT002682.pdf

https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/ordenanza-que-prohibe-los-grafitis-pintas-y-

afiches-en-las-ordenanza-no-021-2016-mdclr-1424346-1/#:~:text=Quedan

%20prohibidas%2C%20con%20o%20sin,de%20uso%20y%20servicio%20público.
Méndez, J. (2016). A través del graffiti: de la pared a los libros. Artium. Recuperado de:

https://catalogo.artium.eus/dossieres/4/traves-del-graffiti-de-la-pared-los-libros/

tipologias

Municipalidad Magdalena del Mar. (2017). Ordenanza n° 328-mdmm. Recuperado de:

https://www.peru.gob.pe/docs/PLANES/10067/PLAN_10067_ORDENANZA

%20N°%20328_2008.pdf

Reyes, F. (2012). Graffiti. ¿Arte o Vandalismo? Pensar la Publicidad, vol. 6, nº especial,

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Rodríguez M., Celis M., Camelo L., Ro García, H. (2017) El grafiti como artefacto

comunicador de las ciudades: una revisión de literatura. Revista Encuentros,

Universidad Autónoma del Caribe, vol. 15-01. , pp.77-89. DOI:

http://dx.doi.org/10.15665/re.v15i1.812

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