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Martín de Murúa.
INTRODUCCIÓN
poder del Inca. Indagar en cuanto a la representación de las mismas y el significado que
estas tuvieron para el mundo andino. Se asume, por cierto, que dichos distintivos
denotaban el poder, no solo del Inca, sino de toda autoridad en el mundo andino. Cabe
anotar, además, que estas tuvieron marcadas connotaciones religiosas. Dichas insignias
del Inca fueron irrepetibles (hasta donde se conoce) en otras autoridades en tanto un
Es importante también reseñar que como marco teórico se parte de una explicación en
torno a la cosmología o concepción del cuerpo en los incas. Para la cosmología andina
el cuerpo fue utilizado como símbolo y mediador de las estructuras cósmicas. 1 Por ello,
estructuras mismas del cuerpo humano. Estas nociones, antes mencionadas, presentaban
1
CLASSEN, Constance. Inca cosmology and the human body. Salt Lake City: University of Utah Press,
1993.
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la duplicación existente que a su vez llevaba a pensar en una cuatripartición: expresión
del Tahuantinsuyo en sí2. En este contexto, cabe pensar que, finalmente, el modelo a
seguir sería no solo el cuerpo humano, sino el cuerpo del Inca. Es decir, si se ensaya una
cosmovisión porque es esta la forma de concebir e interpretar el mundo, en este caso del
mundo que tuvieron los hombres andinos, variarían drásticamente con la llegada de los
mundo cuatripartito fue respetado y tenido como dios viviente. Es así que dicha
autoridad buscará refrendar su poder a partir de una diferenciación con sus súbditos y
los Andes, sino en otros lugares del mundo. La elite o grupo dominante marcando
excepción. Por ello, no fue difícil distinguir a la voz de mando a la autoridad suprema.
Don Carlos I, monarca español, gozó también de una serie de atributos visibles que los
europeos,
Cabe también ir definiendo una serie de conceptos: atributo puede referir a la cualidad
de un ser o bien el símbolo que denota el carácter de las figuras. Insignia alude, en
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REGALADO DE HURTADO, Liliana. La sucesión incaica. Aproximación al mando y poder entre los
Incas a partir de la crónica de Betanzos. PUCP, Fondo Editorial, 1993.
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segunda noción que alude estrictamente a los objetos que permitieron diferenciar al Inca
dicho poder a través de una serie de emblemas, distintivos e insignias que ostentó.
¿Tuvieron dichos símbolos el mismo valor que para Occidente? ¿Se han interpretado (o
representan para el mundo europeo una categoría determinada. La labor del cronista, es
evidente, que consistió en informar acerca de todo lo que en estas tierras observó; sin
significación para el aventurero europeo que para el hombre andino ¿o tal vez sí? En la
costa norte se han encontrado hace poco una serie de hallazgos que nos han remitido a
único gobernante femenino que habría tenido el Perú antiguo y cuya momia tatuada ha
refrendar, de recordar a los subordinados del halo sacro que rodea al gobernante es
sumamente clara.
teocráticas, toda vez que el monarca también estuvo revestido de un halo de sacralidad
que era visible. No en vano el Pontífice era el encargado de investir a los reyes
europeos, consagrados así en nombre de Dios. El Inca, considerado hijo del Sol, reunió
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en torno a sí toda un parafernalia religiosa donde cada acto realizado por él iba revestido
por la adoración del dios supremo. Para la mirada del hombre europeo respecto de la
origen, y genealogía real de los Reyes Ingas [del Piru, de sus hechos, costumbres, trajes
y la interpretación que éste haga del atuendo y las insignias del Inca. Dicha crónica
elementos materiales como plumas, asientos que tendrán correlato en los mitos de
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ESTADO DE LA CUESTIÓN
como la de Martín de Murúa, en Historia General del Perú, rescata la descripción de los
“El Ynga, cuando salía de su casa, que era pocas veces, caminaba en unas andas y en la
guerra entraba en ellas muy ricamente aderezadas, con abundancia de pedrería, sobre
oro y plata, de que eran hechas, y plumería de todas colores. Estas andas era su oficio el
llevarlas en los hombros, con el Ynga, los indios rucanas, que es una provincia deste
reino, y ansí los llamaban incapricran, que significa hombros del Ynga. En las grandes
fiestas y solemnidades las llevaban curacas e indios principales, a remuda, y cuando
entraba en la guerra llevaba una honda en la mano, con la cual tiraba de rato en rato,
para animar la gente y esforzarla en la pelea.”3
lujo y pompa se desplazaba de lugar en lugar en las andas líneas arriba mencionadas.
ungido como tal, tomando la llamada “borla imperial” y acto seguido casarse con su
“Conté brevemente en los capítulos pasados cómo los que habían de ser nobles se armaban
caballeros y también las cirimonias que se hacían en el tiempo que los Incas se coronaban por
3
MURÚA, Martín de. MURÚA, Martín de. En: www.artehistoria.com. Historia general del Perú.
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reyes tomando la corona, que es la borla que hasta los ojos les caía; y fue por ellos ordenado
quel que hobiese de ser rey tomase a su hermana, hija legítima de su padre y madre, por muger,
para que la sucesión del reino fuese por esta vía confirmada en la casa real, pareciéndoles por
esta manera que, aunque la tal muger, hermana del rey, de su cuerpo no fuese casta y, usando
con algún hombre, dél quedase preñada, era el hijo que nasciese della y no de muger
extraña…”
Es evidente, para Cieza, como para otros cronistas, remitirse a sus propios
del mundo moderno por el cual recién se desplazaban. Ahora bien, Martínez se centra
vez que es el estudio de una jefatura local, no incluye los emblemas del Inca, aunque la
“En el tiempo deste Viracocha Inca habia mas de doscientos Senores caciques de pueblos y
provincias, cincuenta y sesenta leguas en la redondez desta ciudad del Cuzco, los cuales se
intitulaban y nombraban en sus tierras y pueblos Capac Inca, que quiere decir Senores e reyes;
y lo mismo hacia este Viracocha Inca, e intitulabase, como arriba diximos, Dios; de donde
vieron los demas Senores ya dichos, que se intitulaba de mas ser que ninguno dellos.”4
Con lo que evidencia que los señores locales toman algunos atributos del Inca
(en este sentido la autoridad regional replica a la cabeza). Se representa así el poder
político, pero investido de gran autoridad. Queda en claro que los incas se sirvieron de
estos señores locales para organizar el vasto territorio, donde no hay acceso al Inca, por
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En cuanto a las fuentes secundarias, podemos mencionar a José Luis Martínez
Cereceda en su obra, Autoridades en los Andes, los atributos del Señor, elabora un
estudio sobre la el poder ejercido desde el curaca o autoridad menor respecto al Inca.
Parte del supuesto que los objetos utilizados por el curaca, en definitiva, marcaron
ceremonias y solo por ellos. Este es el aporte más importante de Martínez, investigar en
torno a esta autoridad local, dado que, desde dicho estudio, se abre una interesante
Cajamarca. Encontramos ahí descripciones breves sobre el aparato que rodea al Inca, no
se especifican sus insignias de poder, pero si puede percatarse uno de las atribuciones
“Un escuadrón de indios vestidos de una librea de colores a manera de escaques […] estos
venían quitando las pajas del suelo y barriendo el camino. Tras estos venían otras tres
escuadras vestidos de otra manera, cantando y bailando. Luego venía mucha gente con
armaduras, patenas y coronas de oro y plata. Entre estos venía Atabalipa…”5
Constance Classen, en su Inca cosmology and the human body, hace un análisis
de la visión andina del cuerpo. La corporeidad es resaltada por Classen toda vez que el
cuerpo no solo forma parte de la representación del Tahuantinsuyo, sino del mismo
marco teórico en el que se desarrollará el mismo. Así mismo, Classen ofrece además, la
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PEASE, Franklin. Los Incas. Lima: PUCP. Fondo Editorial, 2007
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andina y cómo desde aquella perspectiva, esta cultura comprendió al mundo que lo
rodeaba.
Tahuantinsuyo. Sin embargo, cabe hacer unas aclaraciones respecto a la visión que los
subordinados tuvieron del personaje en cuestión. Diferentes panacas fueron las que,
como elite, detentaron, a través de la figura del Inca, el poder. Ahora bien, dicho grupo
alianzas con distintas autoridades del territorio andino y costeño 6, dichas panacas
“Como los Yngas, desde Manco Capac, que dio principio a esta monarquía, fuesen
cada uno por su parte añadiendo a su señorío y extendiendo sus reinos y vasallos, así
cada cual iba extendiendo y ampliando su casa y Palacio Real, con edificios
magníficos y suntuosos, aumentando la guarda de su persona y concediendo a los de
ellas más libertades y privilegios, y poniéndolos en más orden y policía, y haciendo
mayor muestra de su grandeza.”7
evidente que la descripción hecha por él podría ajustarse a cualquier monarca europeo.
monarquía como sistema político era universal. De la misma manera, los incas del
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REGALADO, Liliana. En: La sucesión incaica: aproximación al mando y poder entre los Incas a partir
de la crónica de Betanzos. Lima: PUCP. Fondo Editorial, 1993, p. 57.
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MURÚA, Martín de. En: www.artehistoria.com. Historia general del Perú.
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ellos poder ejercer un adecuado control de su extensa geografía. Como la mayoría de
hasta conseguir una suerte de síntesis. No estamos asumiendo, en modo alguno, que la
cultura cuzqueña haya sido una simple imitadora o “transcriptora” de los distintos
hacerse la idea de la imagen que los naturales tuvieron de su líder, no solo representante
del Estado (aunque esta noción es fundamentalmente europea), sino una autoridad
“Sobre cada provincia habia un governador, y este era un capitan del lnga, al cual
llamaban tucuyrico, que quiere decir"todo lo mira", y el que lo era en esta provincia
tenia su asiento en Vilcas, que es un tambo real, once leguas de esta ciudad,yendo hacia
el Cuzco. Este governaba cincuenta leguas de tierra, desde Uramarca, ques de aquel
cabo de Vilcas seis leguas, hasta Acos, ques junto al valle de Jauja; conocia de
cualesquier e podia castigar y matar al que lo mercia; tenia puestos en cada un pueblo
principal en lo a el sujeto un teniente; a este llamaban micho, el cual conocia de mojones
de terminos de lindes, de chaccras, de acequias y aguas, e pendencias livianas, y cuando
se ofrecia cosa de mas calidad, daba aviso dello al governador y enviabale la
informacion de palabra de lo que pasaba, y el proveia lo que le parescia.”8
por los mismos indígenas que habían alcanzado la época prehispánica. Resalta la vieja
sentir. En el caso de Betanzos, en su crónica Suma y narración de los Incas, seguida del
Discurso sobre la descendencia y gobierno de los Incas, nos hace llegar la siguiente leyenda,
conocida como la de los hermanos Ayar o del Pacaritambo. Interesa para el propósito del
presente trabajo, algunos detalles. Los cuatro hermanos y sus respectivas hermanas y esposas
salen de su pacarina, el Cerro Tamputoco portando entre otras cosas y en palabras de Betanzos:
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DE LA BANDERA, Damián. En Biblioteca de autores españoles.
9
“…despues llamaron Mango Capac, que quiere decir el rey Mango; y tras este salio su
mujer que llamaron Mama Ocllo; de unas vestiduras de lana fina tejida con oro fino, y a
los cuellos sacaron los cuales sacaron en sus manos, de dentro de la cueva, unas de oro,
y ellos salieron vestidos unas bolsas, ansi mismo de lana y oro, muy labradas, en con
unas mantas y fajas, que ellos llaman chumbis, muy labradas de oro, y con los
prendedores de oro muy fino, los cuales son unos alfileres largos de dos palmos que ellos
llaman topos…”
Hacedor, portaban objetos de oro, el metal sagrado que estará presente sobre todo en
espacios rituales (y el inca reviste toda esa carga religiosa), vestidos con cumbis y
portando el topayauri, unas varas que son descritas como una “alabarda de oro. Se van
perfilando las insignias de poder del Inca: el Topayauri a manera de cetro real. La borla
también las plumas del ave corequenque, ave considerada sagrada por los incas, pero
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2.2 Las insignias del Inca
Desde las crónicas que constituyen la primera entrada al tema de las insignias,
tejido en lana de vicuña. Era una especie de trenza con dichos colores 9 que daba cinco a
seis vueltas a la cabeza del Sapa Inca y sujetaba sobre la frente la mascaypacha que era
la borla o fleco que pendía de la frente del Inca indicando así su jerarquía. Desde las
crónicas, Martín de Murúa en su Historia General del Perú en el capítulo II del libro
“El vestido que ordinariamente usaba era una camiseta de cumbi labrada, la cual era
obra de las ñustas, que lo hilaban sutilísimamente para tejer los vestidos del Ynga, y
esculpían en ellas maravillosas labores de tocapo, que ellos dicen que significa
diversidad de labores, con mil matices de sutil manera, al modo de los almaisales
moriscos, de primor excelente, y unas veces de color morado, otras verde, otras azul,
otras carmesí finísimo. La manta que ellos llaman yacolla…”10
los Andes, los atributos del Señor. Abundando en más detalles, el capítulo dedicado a
los rituales, como mencionamos líneas más atrás, Martínez elabora un análisis en torno
a los emblemas y sus contextos, es decir, en qué ocasiones los señores locales utilizaron
dicha parafernalia. Cuatro eran los elementos en cuestión: tianas, plumas, trompetas y
9
“En la cabeza traían un rodete redondo que ellos llaman llaitu, ancho de dos dedos, el cual se ponían en
la frente y en el chaquira, y otros dijes y piedras preciosas, y allí asientan plumas y penachos. Esto usaban
en tiempo de paz, que al entrar en las batallas usaban de unas celadas fortísimas, que bastaban a defender
cualquier golpe de espada y, macana.”
10
MURÚA, Martín de. En: www.artehistoria.com. Historia general del Perú.
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“…el primer momento en el que un dirigente étnico podía usar o usaba una Tiana, era
durante el ritual de posesión. A partir de ese momento parecía adquirir el derecho a usar
el asiento como uno de los símbolos de status. Cobo es quien resalta el efecto
diferenciador que el pequeño mueble tenía en la sociedad andina.”11
dicho mueble, dicho privilegio había sido conferido por el propio Sapa inca por lo que
se colige que éste último tampoco tocaba el suelo, pero por un tema de ritualidad. Es así
que este objeto plantea la diferenciación social entre aquel que está al mando y quien
revistiendo cada acto de una ritualidad que llegó hasta lo cotidiano. Otros elementos
que Martínez analiza son las plumas aunque afirma que encontrar fuentes donde que
establecieran el real valor de estos objetos fue tarea difícil. Formaron parte de los
“Estas plumas que digo con que les juraban llamaban ellos tocto: eran de unos
pajaros que se crían en poblados fríos. Llamábanse estos pájaros yuco, y por otro
nombre guallatas. Esta ceremonia vide yo en el Cuzco cuando entramos la primera vez
allí que los naturales alzaron por señor a Mango Inga…”14
11
MARTÍNEZ CERECEDA, José Luis. Autoridades en los Andes, los atributos del Señor. Lima:
PUCP. Fondo Editorial, 1995. P. 69.
12
BAUER, Brian. Legimitization of the state in inca myth and ritual. Illinois University. JSTOR.
13
MARTÍNEZ CERECEDA, José Luis. Autoridades en los Andes, los atributos del Señor. Lima: PUCP.
Fondo Editorial, 1995, p. 83
14
PIZARRO, Pedro. Relación del descubrimiento y conquista de los reinos del Perú. En: MARTÍNEZ
CERECEDA, José Luis. Autoridades en los Andes, los atributos del Señor. Lima: PUCP. Fondo Editorial,
12
En este sentido, las plumas cobran importancia como un diferenciador más de la
autoridad. El inca porta determinadas plumas y los señores locales replican esta
al parecer la presencia del curaca o autoridad local no habría sido necesaria. Según
“De cómo el ynga sacrificaua a su padre el sol con oro y plata y con niños y niñas de
dies años que no tuviesen señal ni mancha ni lunar y fuesen hermosos y para eso hazía
juntar quinientos niños de todo el reyno y sacrificaua en el templo de Curicancha que
todas las paredes estaua guarnecida de oro finisimo y en lo alto del techo estaua
colgado muchos cristales y a los dos lados dos leones apuntando el sol alumbraua de
las ventanas claridad de los dos partes soplauan dos yndios y se confeauan el viento
del soplo y salia un arco que ellos le llaman cuychi y allí en medio se ponía el
ynga…”16
En cuanto a las andas si hay pruebas de que hayan sido utilizadas en contextos de
rito, no hay información acerca de su utilización fuera de este contexto. Además el Inca
sí habría sido el único en utilizar este elemento. Y así, citado por Martínez
encontramos:
“Las andas no eran permitidas a otro que el ynga y supremo señor, y aquellos caciques
y capitanes que, por sus asañas y grandezas en la guerra, abiendo meresido renombre
de balerosos, para honrarlos se les enbiaba el ynga, o les daua licencia de usar de
ellas, porque estos solos andauan en andas y tenían facultad de usar de esta majestad,
que entre ellos era de grandísima preminen(ci)a y estimacion.”17
1995, p. 83
15
Op. Cit, p. 84
16
Op. Cit, p. 85
17
Op. Cit., 93
13
CONCLUSIONES
A partir del presente trabajo, hemos querido señalar el valor que las insignias de
poder del inca tuvieron en el Tahuantinsuyo. A partir de las fuentes primarias puede
¿Por qué puede ser importante una somera investigación como la realizada? En
poco más acerca de las nociones de corporalidad, sino que iniciaría la posibilidad de
elaborar investigaciones de largo aliento en torno a las dichas insignias. Partir de los
incas y rematar en tiempos más contemporáneos. ¿Qué valor actual tienen los objetos
que acompañan a las autoridades del país? ¿Qué tanto los peruanos todavía sacralizamos
dichos objetos? O puesto de otra manera, ¿Cómo los interpretamos? Son preguntas que
muchos de los datos recogidos sean desde la perspectiva del “otro”, el europeo
conquistador.
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BIBLIOGRAFÍA
1. Fuentes primarias
MURÚA, Martín de, Fray. Historia del origen, y genealogía real de los Reyes
Ingas [del Piru, de sus hechos, costumbres, trajes y manera de gobierno. Madrid:
Testimonio: Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2004.
COBO, Bernabé. Inca religion and customs. Austin: University of Texas Press,
1990
BETANZOS, Juan Diez de. Suma y narración de los Incas, seguida del Discurso
sobre la descendencia y gobierno de los Incas. Madrid: Polifemo, 2004
2. Bibliografía general
VEGA, Juan José. Los incas: una aristocracia guerrera. Lima: Universidad
Nacional de Educación, 1969.
3. Bibliografía específica
CLASSEN, Constance. Inca cosmology and the human body. Salt Lake City:
University of Utah Press, 1993.
FEHER, Michel. Ed. Fragmentos para una historia del cuerpo humano. Madrid:
Taurus, 1990
15
MARTÍNEZ CERECEDA, José Luis. Autoridades en los Andes, los atributos
del Señor. Lima: PUCP. Fondo Editorial, 1995.
4. Bibliografía en línea
www.artehistoria.com
www.jstor.org
www.kb.dk/elib/msspoma
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