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PARCIAL DERECHO COMERCIAL II

CONSIGNA UNO (25 puntos)


Punto 1. Enumere y defina los diversos elementos materiales e inmateriales
que componen una hacienda comercial, según lo establecido por la ley 11.867.
Punto 2. Conforme el régimen de transferencia de una hacienda comercial
según la ley 11.867, indique las distintas etapas a cumplir para transferir un
fondo de comercio, cuando el contrato se celebra entre comprador y vendedor.
Punto 3. Redacte el edicto que establece la ley 11867 conforme el art. 2 de la
misma, contemplando el supuesto fáctico de la consigna anterior.

CONSIGNA DOS (25 puntos)


Punto 1. Un cliente suyo, Miguel Jordán, que necesita realizar operaciones
comerciales en otros puntos del país, le consulta sobre la existencia de un
contrato que permita válidamente hacerlo sin que tuviera que trasladarse a
dichos lugares personalmente; por lo que requiere de usted la instrumentación
y la confección de dicho contrato.
Usted, a los fines de su elaboración, debe considerar las cuestiones, y en base
a ello responda lo siguiente con fundamento jurídico:
a. ¿Cuál es la figura contractual adecuada para que una persona, actuando en
nombre de otra, pueda realizar operaciones comerciales en otro lugar?
b. Por los actos realizados, ¿quién es la persona que queda obligada frente al
tercero con el que se contrata?
c. ¿Quién corre con los gastos que estos actos demanden?
d. ¿Tiene derecho el apoderado a una retribución por los actos encargados?

Punto 2. José Guardiola, empleado estatal, presta a Margarita Flor,


comerciante dedicada a la compra y venta de artículos del hogar, la suma de
pesos Veinte mil, para que ella la devuelva en el plazo de sesenta días de
celebrado el contrato, con más un interés del diez por ciento anual.
En base a ello, indique con fundamento jurídico:
¿Qué contrato han celebrado las partes?
¿En qué momento quedó perfeccionado dicho contrato?
Habiéndose pactado la onerosidad en este contrato, ¿cuál es la clase de
interés que debe el deudor al acreedor?
¿Puede con arreglo a derecho el acreedor no entregar la cantidad prometida?

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Punto 3. Enzo Pérez decide consultar con usted y le cuenta que dos días atrás
estacionó su automóvil en una playa de estacionamiento del centro de la
ciudad. Al volver y subir a su automóvil, luego de haber pagado el costo del
estacionamiento, advierte que del mismo fue extraído el matafuego y la rueda
de auxilio que se encontraban en el baúl. Inmediatamente realiza el reclamo al
titular de la playa de estacionamiento por los elementos faltantes, quien niega
cualquier responsabilidad, debido a que en el ticket entregado y los carteles
existentes en la entrada del establecimiento indican que éste no se hace
responsable respecto de los daños o faltantes que pudieran ocasionarse
durante la estadía del vehículo, rechazando en consecuencia el reclamo
efectuado.
En base a ello, indique lo siguiente con fundamento legal:
¿Qué contrato han celebrado las partes? ¿Puede clasificarse como voluntario o
necesario? ¿Regular o irregular?
¿Cuáles eran las principales obligaciones del depositario?
¿Resulta ajustada a derecho la postura esgrimida por el establecimiento,
rechazando el reclamo por los faltantes efectuados?

CONSIGNA TRES (25 puntos)


Punto 1. El Sr. Marcelo Gallardo concurre a su Estudio, a los fines de requerir
sus servicios por haberle llegado a su domicilio una cédula de notificación
cursada por un Banco, en la que se le informa de la iniciación de un juicio en su
contra y se le reclama el pago de una suma de dinero por encontrarse impago
un crédito que tomara un primo de su cliente, por el cual el Sr. Gallardo ofició
de garante en forma simple.
En base a ello, y antes de proceder a contestar la demanda, usted debe tener
en claro las siguientes cuestiones, debiendo responder:
¿Qué contrato se celebró entre el Sr. Gallardo y el banco acreedor?
¿Puede en este caso el garante y demandado invocar los beneficios de división
y excusión?
¿En qué consisten cada uno de ellos?
¿Puede en este caso atacar judicialmente el banco el patrimonio del garante?

Punto 2. Un acreedor particular de Viviana, a la que le iniciara un juicio por


cobro de pesos, intenta trabar embargo sobre bienes muebles que se
encuentran en el domicilio de ésta, por haberlo así ordenado el tribunal que
entiende en dicha causa. Al diligenciarse la medida, Viviana le indica a su

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acreedor y al Oficial de Justicia que, respecto de un reloj antiguo de pared que
tiene en su poder y se encuentra en su domicilio, el embargo no podrá
efectivizarse porque la cosa no es suya y la tiene en carácter de acreedor
prendario de otra persona, sin indicarle nada más. Pese a la advertencia verbal
de Viviana, su acreedor y el Oficial de Justicia interviniente, hacen caso omiso,
aduciendo que la ley permite diligenciar la medida cautelar ordenada y se traba
efectivamente el embargo. Deberá usted indicar respecto del bien prendado, si
el embargo estuvo bien efectivizado o no, y si la postura del acreedor de
Viviana es conforme al derecho, fundamentando su respuesta.

Punto 3. Homero Manzi, productor de indumentaria masculina muy selecta,


consulta sobre las posibilidades de expandir su negocio sin abrir sucursales. Es
su intención mantener un nivel selecto de clientes, por lo que intenta que la
oferta de sus productos mantenga la línea ya probada en su local de calle
Alvear en la ciudad de Buenos Aires. Considera que Córdoba ofrece un buen
mercado (inexplotado) en la zona del Cerro de las Rosas, pero teme que si no
establece férreas pautas de control financiero-contable, estético, logístico, de
marketing, sus productos perderán valor agregado. Ante el ofrecimiento de una
boutique local de comercializar sus productos, sugiere autorizar
contractualmente la explotación comercial a dicha boutique, concediendo el
derecho de uso y comercialización de sus productos, en forma idéntica a su
negocio.
En base a ello, responda lo siguiente:
¿Cuál es el contrato más adecuado para la situación planteada? Brinde una
breve explicación del mismo.
¿En qué consiste el derecho de exclusividad que una parte le concede a la
otra?
¿Cuál de las partes carga con la inversión original, gastos de instalación,
pautas edilicias y de comercialización del nuevo negocio?
¿Qué contraprestación debe brindar el fabricante?
¿Cuál es el plazo mínimo legal del contrato?
CONSIGNA CUATRO (25 puntos)
Punto 1. Norberto Alonso, productor frutihortícola de la provincia de Corrientes,
este año advierte que la cosecha de naranjas será extraordinaria, en virtud de
lo cual, tras haber contactado a un distribuidor mayorista de Francia, espera
exportar en los próximos meses a dicho país el total de su producción. Para
poder ingresar sus manzanas al mercado europeo, Norberto debe modernizar
su línea de empaquetado, a la que debe mecanizar y someter a estrictas reglas
de calidad que sus compradores imponen como condición sine qua non.

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Con la idea de obtener financiamiento para adquirir las maquinarias necesarias
para montar su línea de empaquetado, se dirige a la filial del Banco Nación en
la ciudad de Corrientes. Acuerdan entonces que las máquinas serán adquiridas
por la entidad bancaria, la cual se las cederá en arriendo con opción a compra
por su valor residual una vez transcurrido el término del contrato, a cambio de
un canon mensual que consistirá en el precio de financiación.
En base a ello responda lo siguiente:
¿Cuál es el contrato que deben celebrar el empresario y el banco, cuál puede
ser su objeto y cómo debe instrumentarse el mismo?
¿Cuándo debe fijarse la llamada opción de compra y el monto del valor residual
o precio de la opción de compra?
¿Cuáles son las principales obligaciones que recaen sobre el tomador de este
contrato?
¿Cuándo, en su caso, adquiere el tomador la propiedad del bien objeto del
contrato?
¿Cuáles son las acciones que la ley otorga al dador en caso de falta de pago
del canon por parte del tomador, recayendo el contrato sobre bienes muebles?

Punto 2. Amadeo Raúl Labruna, productor televisivo de 50 años de edad,


soltero, sin hijos, cuyos padres fallecieron hace años tras haber sufrido un
severo infarto, se preocupa por ordenar sus bienes porque teme padecer una
muerte súbita. Su sobrino Eugenio (único heredero) se encuentra en Francia
cursando el segundo año del Doctorado en Física cuántica y nada entiende del
negocio televisivo. Compungido Amadeo por lo que entiende será el fin de su
larga carrera, y advirtiendo que años de sacrificios padecidos para consolidar
su patrimonio corren serio riesgo por la inexperiencia de su sobrino en el área
televisiva, decide otorgar testamento. Dispone que, a su muerte, la propiedad
fiduciaria de la productora se transfiera a su socio minoritario para que la
administre en beneficio de su sobrino a cambio de una retribución periódica
cuyo monto dependerá de las ganancias netas que obtenga.
Ud. debe resolver lo siguiente con el correspondiente fundamento legal:
¿Cuáles son las principales obligaciones a cargo del fiduciario?
¿Puede ser la propiedad fiduciaria embargada por los acreedores particulares
del fiduciante y del fiduciario?
¿Cómo se establece la retribución del administrador fiduciario?
¿Debe rendir cuentas el fiduciario, y de no haberse pactado, cada cuánto
deberá hacerlo?
¿A quién debe transmitirse, a la finalización del contrato, la propiedad
fiduciaria?

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Punto 3. José Froilán González ha celebrado como tomador, un contrato de
leasing financiero con el Banco Prestigio, como dador de dicho contrato,
habiéndose cumplido con el requisito de inscribir el contrato. El tomador
protagoniza un accidente de tránsito con el bien dado en leasing, embistiendo a
otro automotor y causando diversos daños en el mismo. El tercero propietario
de dicho automóvil inicia acciones judiciales por los perjuicios sufridos, tanto en
contra de José, como en contra del banco propietario del bien y dador en el
contrato de leasing, fundando la responsabilidad de este último en el art. 1757
del Código Civil y Comercial. El Juez, en su sentencia, hace lugar a lo
solicitado por el actor sólo en contra de José González, el tomador, rechazando
la acción que fuera entablada en contra del dador banco en el contrato de
leasing.
Deberá usted indicar si la decisión del Juez es conforme a derecho,
fundamentando jurídicamente su respuesta.

Derecho comercial II
Modulo 1 LA HACIENDA COMERCIAL.  ELEMENTOS. RÉGIMEN DE
TRANSFERENCIA

En este módulo nos interesa principalmente que usted logre reconocer la


unidad de la hacienda comercial y su régimen de transferencia para distinguir
claramente los elementos que la componen e intervenir adecuadamente en su
transmisión.

Empresa, Hacienda y Sociedad

Estos tres conceptos no deben confundirse, por lo que realizaremos la


siguiente aclaración.

Se ha dicho que la empresa es la actividad organizada con la finalidad de


producir bienes o servicios para el mercado. Se encuentra constituida por
diversos factores, tanto humanos (empresarios, dependientes, obreros y
terceros) como materiales, los que confluyen para la realización de la actividad
comercial que se tiene prevista. Resaltamos que para el derecho la empresa es
actividad organizada, sin que tenga personalidad, la que se le atribuye al
empresario, sea éste una persona humana o sea una persona jurídica de las
contempladas en la ley.

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Es por esto que la empresa puede ser analizada desde distintos puntos de
vista por el derecho, como son el administrativo, el laboral, el fiscal, el
aduanero y, por supuesto, el comercial.

En consecuencia la empresa, como actividad organizada, puede tener


generalmente una hacienda comercial como sustento material, o sea, un
conjunto de bienes destinados a la producción de bienes o servicios, aunque
en determinadas ocasiones esto puede darse sin que exista hacienda
comercial. Es decir que puede existir hacienda mercantil sin empresa y,
viceversa, empresa sin hacienda mercantil. Esto implica que un mismo
empresario puede ser titular de varias haciendas comerciales que se
encuentren vinculadas a la misma empresa, pero diversificadas en sus fines
comerciales.

Para iluminar más el concepto, hacienda comercial es un bien, y la


empresa es actividad organizada. En lo que sí coinciden es que en
ninguno de los dos supuestos existe personalidad jurídica. Esta
solo puede tenerla la persona, física o jurídica, titular de la
hacienda y creador de la actividad empresarial organizada. Por
ello no debe haber confusión posible entre empresa y sociedad, ya
que es la sociedad (empresario) el titular de la explotación,
pudiendo encontrarse dentro de sus bienes una hacienda
comercial.

DENOMINACIÓN HACIENDA COMERCIAL

El conjunto de bienes de que se vale la empresa es lo que se conoce como


hacienda mercantil, a la que Fontanarrosa define como el conjunto de bienes
organizados por el empresario para el ejercicio de su actividad profesional. En
suma, la hacienda mercantil es el soporte de la actividad empresarial, y tiene
ínsita la idea de permanencia en el cumplimiento de la actividad comercial que
desarrolla la empresa. Distintos nombres se le dan a este instituto: hacienda
comercial, fondo de comercio y/o establecimiento comercial, debiendo precisar,
por lo menos académicamente, cada uno de ellos.

La palabra hacienda no es propia de las ciencias jurídicas, sino por el contrario


de las ciencias económicas cuando se refiere a la cosa pública. Téngase
presente que suele llamarse a los ministros de economía, también ministros de
hacienda.

La palabra fondo de comercio deriva del francés, y de allí su uso en nuestro


país. En cambio no es correcta la denominación establecimiento comercial,
aunque la misma ley lo utilice, ya que en realidad hace mención al espacio
físico en donde la hacienda puede tener su asiento territorial.

NATURALEZA JURÍDICA

Una de las cuestiones que ha preocupado a la doctrina es el definir qué es una


hacienda comercial, fondo de comercio o establecimiento comercial en el

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mundo del derecho. Para ello se elaboraron distintas teorías que se
preocuparon por encontrar la naturaleza jurídica de la hacienda comercial,
pudiendo dividirlas entre las que no le reconocen unidad a la hacienda y las
que por el contrario sí se la atribuyen.

Teoría Atomística:

Esta teoría le niega unidad a la hacienda comercial, no reconociendo que los


elementos que pueden componer la misma forman un todo, un conjunto, y por
lo tanto para los sostenedores de esta postura la hacienda comercial no es una
cosa ni conjunto, sino meros elementos dispersos que utiliza el comerciante
para el ejercicio de su actividad.

Teorías Universalistas:

Por contraposición a la postura anterior, existen las llamadas teorías


universalistas que le reconocen unidad a la hacienda comercial, existiendo
entonces un conjunto de elementos que forman un conjunto, y no meros
elementos dispersos. Para aclarar como ejemplo, no siendo haciendas
comerciales por supuesto, para la teoría atomística una reunión de libros o de
ovejas no forman por ello absolutamente nada; mientras que para las teorías
universalistas, el conjunto de libros sería una biblioteca, y la reunión de ovejas
un rebaño.

La discusión entre estas teorías universalistas, es si ese conjunto, esa cosa


que se forma, surge de la ley o de la mera voluntad del comerciante o
empresario.

Dentro de las primeras nos encontramos con las llamadas universalidades de


derecho, que afirman que la unidad que se forma deviene de la ley, esto es,
que la ley es la que le confiere unidad de la hacienda comercial. Estas
universalidades de derecho o teorías universalistas de derecho reconocen dos
sub teorías:

1. Teoría de la Personalidad Moral: Se afirma que la hacienda no es sólo


una universalidad, sino también un sujeto de derecho, con su propia vida
en el campo jurídico, y por ende con posibilidad de ser titular de
derechos y obligaciones. Es una teoría que a la luz de nuestro derecho
resulta insostenible, ya que no existen más personas que las
reconocidas por el Código Civil y Comercial.

2. Teoría del Patrimonio de Afectación: Es una afectación patrimonial a


un fin determinado que, si bien no constituye un sujeto de derecho, es
parcialmente autónomo respecto a su titular. De acuerdo a la normativa
vigente en nuestro derecho, entendemos que no existe ni personalidad
jurídica propia de la hacienda, sino del titular de la misma, y tampoco
como en este caso, un patrimonio de afectación. Esto permitiría que una
persona pudiera tener más de un patrimonio y responder frente a sus

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acreedores con el patrimonio afectado. Salvo pocas excepciones, a toda
persona le corresponde un solo patrimonio, y responde frente a sus
acreedores con todo ello. Por ello es que esta postura, por lo menos en
el estado actual de nuestra legislación, no es sostenible en nuestro
derecho.

 Teoría de la Universalidad de Hecho:

Finalmente, conforme la doctrina italiana y siguiendo el Art. 2555 del Código


Italiano, la tesis más sustentada es aquella que sostiene que la hacienda es
una universalidad de hecho, o sea un conjunto de bienes, reunidos para el
cumplimiento de un fin determinados, exclusivamente por la voluntad de su
titular, comerciante o empresario, sin que dichos bienes pierdan su
individualidad. Es entonces sólo la voluntad del comerciante, un hecho, el que
crea lo que llamamos hacienda comercial. Se trata de un bien mueble de
carácter complejo y de naturaleza incorporal. Esta es la teoría aceptada
mayoritariamente en nuestro derecho.

Elementos de la hacienda comercial: Ley 11867

El Art. 1º de la ley establece cuáles pueden ser los elementos que componen la
hacienda comercial, enumerándolos en forma meramente enunciativa. Esto
quiere decir que pueden existir todos o solo alguno de ellos, y que pueden
existir otros que ni siquiera se encuentren enumerados en la ley.

Reza dicho artículo que se declara como elementos integrantes de la hacienda


comercial a las instalaciones, la existencia de mercaderías, el nombre y la
enseña comercial, la clientela, el derecho al local, las patentes de invención, las
marcas de fábrica, los dibujos y modelos industriales, las distinciones
honoríficas, y todos los demás derechos derivados de la propiedad comercial e
industrial.

La doctrina distingue entre ellos, los llamados elementos Dinámicos y


elementos Estáticos, y dentro de estos últimos, los materiales e inmateriales.
En general, la hacienda presenta ambos tipos en su composición.

Elementos Dinámicos

Dos son los elementos dinámicos que la doctrina distingue, que por su
existencia o no, su difícil cuantía o mensuración, su dinamismo en definitiva
han sido denominados de este modo, los que se detallan a saber:

El Valor Llave: Según Fontanarrosa, es la capacidad de la hacienda, por su


composición y por el impulso dado a su organización, de producir
económicamente y brindar beneficios al empresario. Se trata, en definitiva, del
valor que tiene la organización creada por el empresario para el logro de sus
fines comerciales, que está integrado por diversos aspectos, como son la
organización interna, el lugar, el prestigio, la trayectoria, la marca, el nombre
comercial, etc. Es una posibilidad de atracción que puede existir y su valor ser
considerable, formando parte del precio de la hacienda, por ese sinnúmero de

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razones que la valorizan. O por el contrario, el valor llave puede no ser
relevante o directamente no existir. Piense por ejemplo en un negocio mal
ubicado, sin un nombre acreditado en el mercado, sin una marca de fábrica
prestigiosa, sin trayectoria, etc. Adviértase que este puede ser un elemento de
importancia en la cuantificación económica de la hacienda comercial, y
dirimente para eventualmente decidir su adquisición o no, y sin embargo es uno
de los elementos que no se encuentra enumerado en el listado del Art. 1 de
esta ley.

Ahora bien, de existir, forma parte del valor de la hacienda y lo es en razón de


esa posibilidad de atracción tan importante.

La clientela: Es el otro elemento dinámico, es la otra cara de la moneda. Así


como el valor llave es esa posibilidad de atracción, lo atraído es la clientela.
Resulta indiferente si esta clientela es de la llamada habitual o de paso, ya que
eso depende del tipo de negocio o hacienda de que se trate. Pueda definírsela
como el conjunto más o menos heterogéneo de personas que tienen relación
con un establecimiento comercial. La ley sí menciona a la clientela como un
elemento del fondo de comercio y establece que de existir la transferencia o
cambio de manos del fondo de comercio, debe transferirse la clientela. Las
preguntas son: ¿Puede la clientela ser objeto de apropiación y transferencia?
¿Puede garantizarse al nuevo adquirente que los clientes seguirán vinculados y
haciendo negocios con él? La respuesta es evidentemente negativa, lo que nos
lleva a dilucidar entonces, ¿cuál es el sentido de la inclusión de la clientela
como elemento del fondo, cuando la misma no es sujeto de apropiación? La
respuesta, y por ende el sentido de la inclusión de la clientela en el artículo
primero, es la llamada garantía del hecho personal o garantía del no
restablecimiento.

 Es la prohibición que pesa sobre quien enajena una hacienda comercial de
reestablecerse con otra similar a la que acaba de transferir, protegiendo de ese
modo al adquirente. Si bien esta garantía del no restablecimiento no es
absoluta, tiene como efecto el hacer cesar ese restablecimiento por vía judicial.

Elementos Estáticos

1. Mercancías: No constituyen un elemento esencial, pues existen haciendas


comerciales que sólo brindan servicios y no poseen mercancías. Constituyen,
en general, los bienes de cambio que producen o de que se sirven los negocios
para la obtención de sus fines.
Sus elementos son:

a. Corporalidad y movilidad: Se trata en todos los casos de cosas muebles, que


pueden ser desplazadas de un lugar a otro.

b. Aptitud para el tráfico: Debe tratarse de cosas que están en el comercio,


cuya venta sea permitida, y que no se encuentren vedadas por una disposición
legal determinada, cualquiera sea el índole de la prohibición.

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c. Valor ínsito: Tienen un valor en sí mismas. Son cosas con algún valor, por
mínimo que éste sea.

d. Que pertenezcan a la actividad económica: Esto es lo que le da la


caracterización a la mercancía, puesto que implica que la cosa mueble, que
está en el comercio, se encuentra dentro de la actividad comercial en el
momento del análisis. Por ejemplo, hay obras de arte, que al momento de su
adquisición al artista se encuentran en el comercio, pero que luego que sean
afectadas a un lugar público, dejan de estarlo. Para constituir una mercancía, la
cosa mueble debe encontrarse, en el momento en que pertenece a la hacienda
comercial, dentro de la actividad comercial.

Por todo ello se ha definido a la mercancía como la cosa mueble con aptitud
para el tráfico, con valor ínsito y que pertenece actualmente a la actividad
económica.

2. Materias primas: Son las sustancias que se utilizan para la elaboración de


las mercaderías y que también integran el fondo de comercio.

Instalaciones, útiles y máquinas: Son los elementos materiales de que se vale


el comerciante para el cumplimiento de su cometido comercial. Se encuentran
formando parte del establecimiento comercial con una idea de permanencia. Se
considera a las máquinas como aquellos elementos materiales que integran en
una mayor medida el proceso productivo. Son junto con las materias primas
considerados bienes de uso, por contraponerlos a las mercaderías como
bienes de cambio.

3. Derecho al local: Es el derecho que tiene el negocio de utilizar un


determinado sector, con prestigio para el establecimiento en ese sitio
específico. Es el derecho que tiene el nuevo adquirente, si lo desea, de
continuar gozando del espacio físico en donde la hacienda se encuentra
asentada, por un título legítimo. Esto es que si la hacienda tiene un
establecimiento físico, el nuevo adquirente tiene el derecho de que
eventualmente le vendan, la alquilen, o le subalquilen dicho inmueble. Esto en
el caso de que la hacienda tuviera en espacio físico territorial (local comercial,
galpón, etc.), ya que si no lo tiene o necesita (carros ambulantes, circo) no
existe derecho al local. Este elemento no debe ser confundido con el inmueble,
el que no forma parte de la hacienda comercial, y su transferencia por cualquier
título es parte de otro negocio distinto.

4. Menciones honoríficas: Son toda mención, diploma, distinción, medalla,


etc., que hayan sido otorgados en razón de la explotación comercial. Sólo
forman parte de la hacienda comercial y se transmiten aquellas que han sido
otorgadas al negocio y no al comerciante. Su transferencia conjuntamente con
el establecimiento tiene su razón de ser en que integran el mismo al tomar
parte de la fama del negocio.

5. Contratos Laborales: Por imperio de la ley de contrato de trabajo, la


transferencia de la hacienda comercial no resuelve estos contratos,

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continuando con el nuevo adquirente como empleador. La razón de ello es la
protección del empleo y las fuentes de trabajo.

6. Contratos en curso de ejecución: Son contratos vigentes con terceros


(proveedores, clientes vinculados contractualmente, etc.) que se han celebrado
por la explotación. De existir se transfieren junto con la hacienda, debiendo el
transmitente hacer cesión al adquirente de los derechos que surjan de dichos
contratos.

7. Las marcas de fábrica: Puede ser, de existir, un elemento sumamente


importante dentro de la hacienda comercial. Tan importante es que existe una
ley que regula especialmente este instituto. La ley 22362 es la que regula este
tema estableciendo en sus tres primeros artículos qué es lo que puede ser
considerado una marca y lo que no puede serlo. La marca es un verdadero
colector de clientes, identificando un producto o un servicio para ser distinguido
de otros similares. Se protegen dos intereses importantes: El interés individual
del comerciante, titular de la marca, que ha logrado su distinción y acreditación
en el mercado de dicho producto. Pero también se protege un interés
general,el de los consumidores, que adquieren un producto, distinguiéndolo de
otro por la marca, en razón de las bondades o satisfacciones que ese producto
o servicio les procura. El Art. 1 al cual nos remitimos establece que puede ser
una marca (nombres, palabras, letras, números, combinación de los mismos,
envases, frases publicitarias), y en general todo rasgo distintivo. No pueden
serlo, por el contrario, nombres de países, estados, regiones o provincias,
símbolos patrios, religiosos, el nombre o seudónimo de una persona sin su
consentimiento o sus herederos, el color natural del producto, la designación
común del mismo, y en definitiva todo aquello que no tenga signo distintivo o
sea contrario a la moral y buenas costumbres.

El Art. 4 de esta ley de marcas establece claramente que para ser titular de una
marca y así tener derecho al uso de la misma se requiere la registración. De allí
el nombre marca registrada. Dicha registración tiene un efecto constitutivo y
atributivo, y se realiza en la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial, que
tiene su domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no existiendo
delegaciones en el interior del país. La titularidad de una marca autoriza al
comerciante a impedir- judicialmente- que una persona pueda registrar una
marca idéntica a una registrada, ni una marca similar, sean ellas nacionales o
extranjeras.

8. El Nombre Comercial: El nombre comercial o designación identifica al


comerciante o la actividad realizada, a diferencia de la marca que identifica al
producto. Este nombre comercial sirve entonces para la identificación del
establecimiento y de una actividad determinada. Su propiedad, a diferencia de
la marca que requiere expresamente la registración, se adquiere por el uso,
conforme los establecen los Arts. 27, 28 y 29 de esta misma ley 22.362. Si bien
puede ser registrado, es su uso el que hacer nacer el derecho al nombre
comercial. Se aclara por último que este nombre comercial no debe ser
confundido con el nombre como atributo de la personalidad, que de ningún
modo es transferible.

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Régimen de transferencia

Es importante recordar que esta ley 11.867 fue dictada con la


finalidad de evitar los abusos en que incurrían deudores
inescrupulosos que transferían libremente sus activos mercantiles,
violando así el derecho legítimo de sus acreedores. Por ello, se ha
instrumentado un procedimiento con citación por edictos a los
acreedores, con el fin de que estos puedan hacer valer sus
derechos.

La hacienda comercial no es una persona, no tiene ni personalidad ni


patrimonio propio, por lo que el titular de las deudas es siempre el comerciante
o empresario.

Se advirtió que se volvió una práctica un tanto sistemática el montar haciendas


comerciales, contraer deudas en razón de la existencia de la misma y proceder
a su transferencia. El acreedor del vendedor, que además otorgó crédito por la
existencia de la hacienda dentro del patrimonio de su titular, veía y no podía
evitar de ningún modo que un bien sumamente importante dentro del
patrimonio de su deudor cambiaba de manos, y como el patrimonio que es
prenda común de los acreedores se veía disminuido, sin poder reclamarle nada
más que al vendedor y eventualmente pudiendo sólo atacar lo que quedaba en
dicho patrimonio. Se aclara que como lo que se transfiere es una cosa, y las
cosas no contraen obligaciones, nada podía reclamarle al nuevo adquirente.

Por ello, y no tutelando las normas del derecho común, esta cuestión es que se
sanciona esta ley que, en una serie de pasos previstos a partir del Art. segundo
de la misma, los intervinientes deben cumplir uno tras otro y en forma
concatenada, para que se materialice de este modo la protección querida para
los acreedores. Resulta necesario indicar que la aplicación de esta ley
presupone una operación de transferencia previa, ya sea en forma directa o
privada, ya sea por subasta pública.

Dicha ley incluye, dentro de sus disposiciones, toda transferencia de un fondo


de comercio, sea a título oneroso o gratuito, de un establecimiento comercial o
industrial, sea por venta directa o en remate público.
Son requisitos de la transferencia:

a. La publicidad del acto durante cinco días en el Boletín Oficial y en el diario


de mayor circulación de la sede del establecimiento.

b. El vendedor deberá entregar al comprador una nota firmada donde se


indique el monto de los créditos adeudados, como así también la
individualización de sus acreedores.

c. Pasado el plazo de la publicación, comienzan a correr diez días, para que los
acreedores puedan realizar ante el comprador o la persona que éste hubiera
designado (escribano, corredor, etc.) la oposición. Esto es, presentarse y

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acreditar prima facie su calidad de acreedor, el origen de su acreencia y el
monto de la misma.

d. En caso de que se haya realizado oposición, el comprador o los


intervinientes por él mismo designados (abogado, contador, escribano,
martillero, etc.) tiene que depositar el monto de las oposiciones en un banco
oficial, y mantenerlo por el plazo de 20 días a los fines de que los acreedores
puedan solicitar judicialmente el embargo de dichas sumas.

e. Luego de esto se instrumenta el contrato y se inscribe en el registro público


de comercio.

f. El precio de venta de un establecimiento nunca puede ser inferior al monto de


las oposiciones, si la transferencia se hace en forma directa, salvo que medie la
conformidad unánime de los acreedores.

g. Los créditos en virtud de los cuales puede formularse oposición a la


transferencia son aquellos de los acreedores denunciados por el vendedor,
como así también de los acreedores que han comparecido con un documento
que acredita, prima facie, la existencia y legitimidad del derecho crediticio
invocado. Dicha oposición se realiza ante el comprador o la persona designada
por el mismo.

h. El derecho del acreedor alcanza a pedir garantía para el pago de su crédito y


no para evitar que se concrete la transferencia. Por tal motivo, el Juez puede
autorizar la transferencia contra caución suficiente del pago del crédito. Se
hace expresa aclaración de que el acreedor que formula oposición debe
embargar la suma en el plazo de veinte días; vencido dicho término sin que se
concrete la medida cautelar, el dueño del establecimiento tiene derecho a
retirar el dinero. En suma, el depósito del monto de la oposición no tiene un
efecto de cancelar la deuda que funda la oposición, sino que su finalidad es
permitir al oponente que pueda resguardar su derecho mediante el embargo de
la suma consignada en garantía de su acreencia.

Estos pasos se encuentran establecidos desde el Art. 2 hasta el Art. 8 de la ley.

En cuanto a la consecuencia por no cumplir con esta ley, por cualquiera de sus
intervinientes, el Art. 11 consagra la responsabilidad solidaria de todos los
intervinientes frente a los acreedores y por el monto de sus acreencias.
Adviértase que la sanción es importante, ya que si no se cumple con la ley en
todo o en parte, el comprador y/o el escribano, martillero, corredor, etc.
contraen una responsabilidad dineraria que de otro modo no hubieran asumido.

Venta por remate público

Puede resultar que en lugar de hacerse el negocio en forma privada, el titular le


encargue la venta fraccionada o en bloque de la hacienda comercial a un
Martillero. Lo primero que hay que aclarar en este supuesto, es que el remate a
llevarse a cabo, previo trámite de ley, no es judicial, ni existe ejecución forzosa
de bienes, ni juicio alguno ni juez que ordene el remate.

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El martillero debe cumplir con la ley 11867, debiendo labrar un inventario de los
bienes que forman la hacienda, debiendo publicar o anunciar la subasta,
conforme el Art. 2 y luego de ello recibir por el plazo de 10 días las eventuales
oposiciones que distintos acreedores pudieran haberle realizado.

Aquí se altera uno de los pasos que la ley establece para la venta directa o
privada, ya que el martillero llevará a cabo la subasta, y del monto obtenido en
la misma, existiendo en consecuencia un precio, deberá depositar el monto de
las oposiciones en el banco oficial a los efectos de la traba del embargo por los
acreedores, previa deducción de la comisión y gastos originados por la
subasta. Para el caso de que el precio obtenido en la misma, no hubiera
superado el monto de las oposiciones, a diferencia del supuesto anterior, la
venta es válida, pero la retención del martillero en concepto de comisión y
gastos (ambos) no puede superar el quince por ciento de lo obtenido, debiendo
depositar la totalidad del saldo restante.

Modulo 2 CONTRATOS DE COLABORACIÓN, DE CIRCULACIÓN, Y DE


CRÉDITO

En el presente módulo estudiaremos los contratos llamados de colaboración,


es decir, aquellos utilizados por el derecho para permitir que una persona,
actuando en interés y por encargo de otra, obligue a ésta patrimonialmente.
Este análisis debe vincularse con la teoría general de la representación
estudiada en el segundo módulo de la asignatura anterior (Derecho Comercial
A), motivo por el cual hemos de advertir que dicha representación puede estar
presente o no en estos contratos.

En una primera parte se analizan, dentro de ese contexto, los contratos de


mandato ya sea con o sin representación y el contrato de consignación,
entendiendo el primero como el género y el segundo como la especie. Ambas
formas contractuales han tenido y tienen vital importancia para favorecer la
realización de negocios, la circulación de bienes y la expansión territorial de la
actividad comercial, por lo que será objeto de estudio el contrato de corretaje,
regulado hoy en el código civil y comercial.

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El mutuo y el depósito serán analizados desde la óptica de su utilización actual.
El primero de ellos representa la forma normal de otorgamiento de crédito de
las operaciones mercantiles, y ha adoptado diversas modalidades y variantes, y
el segundo, en la necesidad de resguardar cosas o valores, fundamentalmente
mercaderías que hacen al tráfico mercantil. 

También estudiaremos el contrato de transporte, incorporado legislativamente


en el nuevo código y típico de la actividad mercantil, deteniéndonos en los
derechos y obligaciones de las partes y algunas modalidades del transporte
internacional. La novedad es que se ha sistematizado y actualizado este
contrato, sin perjuicio de la vigencia de leyes especiales que también regulan
esta materia.

La cuenta corriente mercantil ocupa la última parte del módulo; como una forma
en que los comerciantes pueden otorgarse crédito recíprocamente facilitando
su actividad, motivo por el cual su manejo, teórico y práctico, reviste especial
importancia.

El Mandato y la Representación

Una de las primeras cuestiones que deben precisarse al ingresar al estudio de


estos contratos de colaboración, es el distinguir distintas figuras que pueden
confundirse y conllevar a error.

Es fundamental en esta instancia reconocer y separar al mandato


de la representación. Esta última es una figura o instituto más
amplio que el mandato, y que tiene su regulación específica a
partir del art. 358 del nuevo Código Civil y Comercial.

Dice Fontanarrosa que representación existe cuando por la


utilización de la voluntad de un tercero (representante) se
adquieren derechos y contraen obligaciones en la esfera del
representado, como si éste hubiera actuado por sí mismo.
Para sintetizar, la representación es el negocio por el cual una
persona llamado representante, da vida a negocios jurídicos con
terceros, en nombre y por cuenta de otra persona llamada
representado, recayendo los efectos del acto en la personal del
tercero y el representado.

Asimismo, la representación tiene distintas fuentes: La representación legal,


aquella que la ley le impone a los incapaces de ejercicio (ya sean padres,
tutores o curadores), la contractual, que generalmente proviene del contrato de
mandato, y la llamada representación orgánica que le corresponde a las
personas jurídicas.

El Mandato

El nuevo Código Civil y Comercial distingue claramente el mandato

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representativo o con representación, y el mandato no representativo. Según el
art. 1319 del actual Código, hay contrato de mandato cuando una parte se
obliga a realizar uno o más actos jurídicos en interés de otra.

Los arts. 1320 y 1321 tratan claramente la cuestión, resumiéndose del primero
que el mandato puede ser otorgado con la facultad de representar, y el
segundo de estos preceptos legales, sin la facultad de hacerlo. La diferencia
estriba que en el primer supuesto, el mandatario actuará frente al tercero en
interés y en nombre y por cuenta de su mandante, y en el segundo supuesto lo
hará en interés del mandante, pero obrando frente al tercero en nombre propio.
La consecuencia de esto es que si en el mandato existe representación,
quienes quedarán directamente obligados por la actuación del mandatario,
serán el tercero y el mandante; mientras que si el mandato no es
representativo, quien se obliga frente al tercero es la persona del mandatario.

En definitiva, si el mandatario actúa en nombre y por cuenta del mandante,


estamos frente a un mandato representativo. Si por el contrario la persona del
mandatario, obra con el tercero en nombre propio, estamos frente a un
mandato no representativo.

Existiendo el mandato con representación y para que los efectos del acto sean
imputables al mandante y al tercero, y que exista entonces el negocio
representativo, deben darse los siguientes requisitos. Estos son la facultad de
representar, la autorización, el poder o procura; el actuar dentro de los límites
de dicho facultamiento; y la llamada contemplatio domini, que es la obligación
que tiene el mandatario de hacerle conocer al tercero al contratar, que él no se
está obligando personalmente, sino que obliga al mandante. Por el contrario, si
se adolece de algunos de estos requisitos, ya sea la ausencia de poder o
facultad de representar, la actuación fuera de límites o la contemplatio domini,
el mandatario es responsable frente a tercero por los daños que causare, no
pudiendo el mismo reclamarle nada al mandante.

Caracteres:

1. Oneroso: Lo que le otorga el derecho al mandatario a cobrar una


retribución por la labor encomendada, existiendo una contraprestación
dineraria a favor del mandatario.

2. Bilateral: Surgen siempre obligaciones recíprocas para ambas partes.

3. Consensual: Basta el acuerdo de voluntades para su


perfeccionamiento.

4. No formal: No se requiere formalidad alguna para su conformación,


salvo que la por naturaleza del acto a realizarse la ley imponga algún
tipo de forma instrumental como el instrumento público o el instrumento
privado.

16
Obligaciones de las partes
Las obligaciones genéricas del mandatario se encuentran establecidas
genéricamente en el art. 1324 del nuevo código:

1. Mandatario:

1.1 Cumplir los actos encomendados conforme las  instrucciones recibidas, y


en defecto de estas conforme los usos y costumbres, con el cuidado y previsión
como si el negocio hubiera sido propio.

1.2 Debe poner en conocimiento del mandante cualquier hecho que pudiere
hacer variar las condiciones del mandato e incluso revocarlo.

1.3 Mantener en reserva las informaciones que recibiera.

1.4 Dar aviso de todo valor que recibiera y ponerlo a disposición del mandante.

1.5 Rendir cuenta de su gestión.

2. Mandante: Estas obligaciones se encuentran establecidas en el art. 1328


del Código Civil y Comercial.

1. Anticipar fondos para el cumplimiento del mandato.

2. Reintegrar los gastos que haya debido realizar el mandatario para el


cumplimiento de su gestión.

3. Indemnizar por daños y perjuicios al mandatario cuando el mismo los haya


sufrido por la ejecución del mandato y no se hayan producido por su culpa.

4. Abonar lo convenido por la tarea cumplida.

Cesación del mandato

Conforme al Art. 1329 del Código Civil y Comercial, el mandato cesa por
cumplimiento del objeto perseguido en el mismo o por haber terminado la
gestión encomendada. Cesa también por revocación del mandato, por renuncia
del mandatario, por fallecimiento de las partes y por incapacidad sobreviniente.
En cuanto a la renuncia al mandato, el mandatario puede renunciar en
cualquier momento, haciendo conocer ello al mandante. Pero si dicha renuncia
intempestiva causa un daño al mandante, deberá indemnizarle los perjuicios
que dicha renuncia intempestiva le cause. (Art. 1332 Código Civil y Comercial).

El Contrato de Consignación

El Código Civil y Comercial ha derogado la figura del contrato de comisión, el


que queda subsumido en las normas generales del contrato de mandato, en
este caso sin representación. Pero sí regula especialmente un mandato no
representativo, cuyo objeto es la venta de cosas muebles. Dicho contrato es el
que lleva el nombre de consignación.

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El art. 1335 define al contrato diciendo: “Hay contrato de consignación
cuando el mandato es sin representación para la venta de cosas
muebles.”
Existe aquí un mandato sin representación, ya que el consignatario frente al
tercero obra en nombre propio, quedando el mismo directamente obligado, sin
que exista, por el negocio realizado, acciones que pudieran intentarse
recíprocamente el comitente o mandante y el tercero (Art. 1337).

Para que exista contrato de consignación, se requiere que se trate de la venta


de un bien mueble. Cualquier otro acto encomendado no será una
consignación, sino lisa y llanamente un mandato no representativo en forma
general.

Caracteres: Es un contrato oneroso, bilateral, consensual y no formal en


general, pero la ley puede establecer determinadas formas para su celebración.
Es indivisible, por cuanto aceptada una comisión se presume que es en su
totalidad.

La vinculación que se establece entre comitente y comisionista es similar a la


del mandato, mientras que la que nace entre comisionista y tercero lo obligan a
aquel (comisionista) frente a éste (tercero) como si hubiera actuado en interés
propio (Art. 233).

Obligaciones del consignatario

Vale aclarar que genéricamente las mismas obligaciones que


surgen entre mandante y mandatario, surgen entre comitente y
comisionista. Sin perjuicio de ello y en forma especial, el  art. 1338
establece que el consignatario debe ajustarse  a las instrucciones
recibidas, y es responsable por el daño que sufriere el comitente
por los negocios en que se hubiera apartado de dichas
instrucciones. Tiene derecho al cobro de una retribución conforme
lo pactado con la otra parte, o la  que sea usual en el lugar de
cumplimiento del acto encomendado (art. 1342).

Obligaciones del comitente

1. Debe pagar la comisión pactada; si así no lo estuviere, la que


corresponde de acuerdo a los usos y costumbres.

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2. Debe reembolsar todos los gastos tenidos por el consignatario, en  caso
de  que así se hubiera establecido.

Prohibiciones del consignatario: No puede adquirir para sí los bienes que le han
sido confiados en venta, salvo autorización expresa del comitente (Art. 1341).

 El Corretaje

El art. 1345 del Código Civil y Comercial define al corretaje diciendo que es el
contrato por el cual una persona denominada corredor se obliga ante otra, a
mediar en la negociación y conclusión de uno o varios negocios, sin tener
relación de dependencia o representación con ninguna de las partes.
El corredor lo que hace es facilitar la concreción de distintos negocios que las
partes realizan gracias a su intermedio, agregándose a esa labor de facilitación,
de acercamiento entre las partes, el correspondiente asesoramiento
profesional, siendo obligatorio como veremos más adelante, el tener un título
universitario para poder ejercer esta profesión.

La comercialidad de la tarea del corredor estriba justamente en la


intermediación que realiza entre partes, facilitando la realización del negocio.
Es un típico acto de intermediación y justamente esa tarea es la que es
considerada comercial.

Debe recordarse que no es el corredor el que realiza ni concreta el negocio,


sino  que son las partes que él mismo puso en contacto. Por ello no debe
confundirse el negocio que realizan las partes, que puede ser cualquier negocio
lícito y posible, con la labor del corredor que es siempre de intermediación,
facilitación y asesoramiento.

Principales obligaciones del Corredor

Según el art. 1347 del nuevo código el corredor debe:

a. Asegurarse de la identidad de las personas que intervienen en el negocio y


de su capacidad legal para contratar.

b. Proponer el negocio con exactitud, precisión y claridad.

c. Mantener la confidencialidad respecto de las negociaciones en las que


intervenga.

d. Asesorar profesionalmente a las partes respecto del negocio de que se trate.

Prohibiciones: Art. 1348

a. Adquirir por sí o por interpósita persona efectos cuya negociación le ha sido


encargada.

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b. Tener cualquier clase de participación o interés en la negociación o en los
bienes comprendidos en ella.

Retribución: Art. 1350

El corredor tiene derecho a una comisión estipulada si el negocio se celebra


como resultado de su intervención. Si no hay estipulación, tiene derecho a la
del uso en el lugar de celebración del contrato o, en su defecto, en el lugar en
que principalmente realiza su cometido. A falta de todas ellas, la fija el juez.
Cabe aclarar que, al margen de lo establecido precedentemente, si no
estuviera estipulada la comisión, antes de recurrir a los usos y costumbres y
eventualmente al juez, habrá que recurrir a las leyes especiales que regulan la
actividad y establecen en su caso el porcentaje de la comisión por la labor
realzada, lo que ocurre con las leyes nacionales que regulan la actividad y las
leyes provinciales de existir en su caso.

 Contrato de mutuo

Dentro de los contratos de préstamo, nos encontramos con dos clases. El


préstamo de uso, llamado en derecho contrato de comodato, y el préstamo de
consumo, llamado contrato de mutuo.

El art. 1525 define al contrato diciendo que: Hay contrato de Mutuo cuando el


mutuante se obliga a entregar al mutuario en propiedad, una determinada
cantidad de cosas fungibles, y éste se obliga a devolver igual cantidad de
cosas, en la misma calidad y especie.

Objeto: El contrato de  mutuo sólo puede recaer sobre cosas muebles
fungibles  y/o consumibles.

Caracteres del contrato

 Consensual: Es, al igual que el resto y al haberse suprimido la


categoría de contratos reales, uno de los contratos que queda
perfeccionado con el mero consentimiento de las partes.

 Bilateral: Genera obligaciones para ambas partes, siendo para el


mutuante la entrega de la cosa, y para el mutuario, la restitución de igual
cantidad de cosas   de la misma especie y calidad, y si el mutuo fuera
oneroso, abonar los intereses correspondientes.

 No formal: La ley no exige ninguna formalidad para la instrumentación


del con- trato, por lo que podrá ser celebrado verbalmente, a diferencia
del mutuo bancario (préstamo otorgado por un banco) que debe hacerse
por escrito.

 Oneroso: Conforme el art 1527 el contrato es oneroso, salvo pacto en


contrario, admitiendo la gratuidad en este caso.

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 Lugar y tiempo de la restitución: Art. 1528

En caso de que las partes no hubieran establecido cuándo y dónde debe


devolverse las cosas prestadas, el acreedor puede reclamar la devolución
recién pasados diez días de la celebración del contrato y en el domicilio real del
deudor.

Intereses:

El interés es el fruto natural de un capital. Eso nos permite distinguir qué clases
de intereses puede generar este contrato.

 Compensatorios: Como la misma palabra lo indica, son lo que siendo


establecidos por las partes, compensan al mutuante (prestamista) por la
no disponibilidad de la cosa por el tiempo que se hubiera pactado el
préstamo. La tasa o cuantía del interés variará conforme el momento
económico imperante o la realidad económica, pero como fruto natural
de un capital, siempre tiene que existir una relación proporcional con el
capital prestado.

 Pacto de Intereses sin monto: En caso que las partes hubieran


pactado la onerosidad del contrato, pero no su cuantía el código remite a
las llamadas obligaciones de dar suma de dinero y lo establecido en el
art. 767 (fijación por un precio de uso o plaza-intereses bancarios- o
fijación por parte del juez).

 Moratorios: También, como la misma palabra lo indica, son los que


devienen de  la  mora en  la  restitución del capital prestado. Entonces
al  vencimiento de    la obligación, en forma automática, comienzan a
correr estos intereses, cuya cuantía es la misma que la de los intereses
compensatorios, debiendo tener también una relación de
proporcionalidad con el capital prestado (art. 768).

 Punitorios: Estos llamados intereses no son tales, siempre entendiendo


que el interés es el fruto natural del capital. Aquí estamos frente a una
multa tabulada,  a una cláusula penal, pactada por las partes que
constriñe al cumplimiento o castiga y pena el incumplimiento, pero no es
lo que la cosa naturalmente rinde. Para que proceda entonces el cobro
de intereses punitorios, los mismos deben estar expresamente
establecidos en el contrato, y su cuantía puede ser mayor a   lo que la
cosa rinde naturalmente.

 Anatocismo: Es la fijación de intereses sobre intereses, los que


devengados y no percibidos, pueden adicionarse al capital y seguir
produciendo nuevos intereses. El art. 770 del Código Civil y Comercial
permite esta capitalización de intereses por acuerdo de partes, pero solo
con una periodicidad no inferior a los seis meses. También proceden por
demanda judicial.

 Sistemas: Existen en general tres sistemas para el cálculo de intereses:

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1. El alemán, en virtud del cual las cuotas e intereses se calculan al
principio, dividiéndose la obligación por el número de cuotas, que son
todas iguales. El monto del capital que se amortiza en cada cuota es
igual, siendo decreciente el monto del interés que se calcula sobre saldo
deudor.

2. El francés, en el que el cálculo se realiza capitalizando el interés total


del préstamo y dividiéndolo por el número de cuotas. De esta manera,
en una primera etapa se amortiza mayormente interés, y en las últimas
cuotas casi todo es capital.

3. El americano, en virtud del cual en una primera etapa se cancelan nada


más que intereses, y en la última cuota se cancela totalmente el capital.

 Préstamos en especie

En caso que lo prestado no fuere dinero, si el mutuo es oneroso, los réditos o


intereses deben siempre calcularse en dinero, tal cual surge del art. 1527 en su
tercer párrafo.

Contrato de Depósito

El Código Civil y Comercial en su Art. 1356, establece que hay contrato de


cuando una de las partes se obliga a recibir de otra una cosa con la obligación
de custodiarla y restituirla con sus frutos.

Caracteres:

Es un contrato oneroso, bilateral, consensual y no formal. La onerosidad del


contrato surge del mismo Código estableciendo dicha presunción en el art.
1537, admitiendo la gratuidad sólo en caso de pacto expreso.

Clases de depósito:

 Depósito Regular: Es cuando el depositario tiene prohibido usar la cosa


depositada, lo que se presume en caso de silencio de las partes.

 Depósito irregular: Por el contrario es cuando el depositario ha sido


autorizado a utilizar la cosa.

 Depósito Voluntario: Se verifica cuando la persona del depositante


puede elegir libremente a la persona del depositante, esto es que elige
con quien realizar el contrato.

 Depósito Necesario: Regulado en el art. 1368 del nuevo código, se


verifica cuando la persona del depositante, que necesita realizar el

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contrato, no puede elegir libremente la persona del depositario por estar
sometida a una imperiosa necesidad. Esta clase de depósito se
manifiesta en supuestos de caso fortuito, fuerza mayor, estragos,
inundaciones, etc., que obligan al depositante a entregar las cosas en
depósito sin poder elegir al depositario. Vg: Si se produce una
inundación del pueblo y el único lugar para guardar las cosas es en la
parte alta del mismo en el cuartel de bomberos. También, y esto es 
mucho más  común, esta clase de depósito se verifica en los efectos que
el viajero introduce en las posadas, cabañas, hoteles, etc., en donde se
verifica accesoriamente al contrato de hospedaje, un contrato de
depósito por el equipaje, siempre y cuando dichos efectos sean los que
normalmente se llevan en los viajes, lo que en caso de controversia,
será una cuestión de apreciación. Aquí el contrato se perfecciona no con
la entrega de los enseres, sino con su ingreso al hotel, al igual que
eventualmente el automóvil del pasajero, si el hotel contara con
cocheras al efecto. Por último cabe aclarar que las leyendas o avisos
que eximan de responsabilidad por daños y/o faltantes en dichos efectos
son nulos de nulidad absoluta, pudiendo ser reclamado el valor de los
mismos por el pasajero. (Arts. 1369, 1370, 1371, 1373, 1374, 1375
Código Civil y Comercial.

Derechos y obligaciones de las partes

Del depositario:

1. Recibir la cosa y dar recibo de la misma, ya que si bien el contrato es


no formal, el depositante tiene derecho a exigir este recibo.

2. Conservar la cosa, debiendo actuar con diligencia como si fueran


propios  los bienes.

3. No usar la cosa objeto del contrato, salvo con la autorización del


depositante.

4. Restituir la cosa una vez terminado el contrato o cuando ello sea


requerido por el depositante, previo derecho a exigir el pago de lo
pactado.- Cabe aclarar que en caso de que el contrato se hubiera
celebrado por un plazo, este cede a favor del depositante.

Del depositante:

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1. Pagar la retribución pactada; en caso de no haberse pactado, será la
comisión que sea corriente en plaza.

Conclusión del contrato:

1. Si fue por tiempo determinado, al cumplirse el plazo; si fue por


tiempo indeterminado, cuando una de las partes lo solicite.
2. Por la pérdida total de la cosa depositada.
3. Por la venta que hiciera el depositante de la cosa depositada.

El Contrato de Transporte

El contrato de transporte, tanto de personas o cosas, tiene una regulación


general en el Código Civil y Comercial, sin perjuicio de tener que abrevar luego
a distintas leyes especiales que regulan los distintos tipos de transporte
existente.

Artículo 1280. Definición

Hay contrato de transporte cuando una parte llamada transportista o porteador


se obliga a trasladar personas o cosas de un lugar a otro, y la otra, llamada
pasajero o cargador, se obliga a pagar un precio o flete.

No cabe duda de la importancia de ese contrato en materia comercial,


especialmente respecto del transporte de mercadería, que sin dudas hacen a la
comercialización de bienes y la circulación de la riqueza, sobre todo en un país
con la vastedad geográfica como el nuestro.

Cuenta Corriente Mercantil

Contrato utilizado generalmente entre comerciantes por el cual se conceden


recíprocamente crédito, aplazando el pago de los negocios que ambos realizan
por un tiempo determinado, compensando al final de dicho plazo, apareciendo
recién un saldo exigible.

Artículo 1430. Definición

Cuenta corriente es el contrato por el cual dos partes se comprometen a


inscribir en una cuenta las remesas recíprocas que se efectúen y se obligan a
no exigir ni disponer de los créditos resultantes de ellas hasta el final de un
período, a cuyo vencimiento se compensan, haciéndose exigible y disponible el
saldo que resulte.

La utilidad del contrato resulta manifiesta ya que les permite a las partes
negociar entre ellas, sin tener que disponer de efectivo hasta que aparezca, al
finalizar el plazo un deudor y un acreedor.
No debe ser confundido con la cuenta simple o de gestión, en donde una de las

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partes  es la que concede crédito a la otra, quedando claro desde el inicio quién
es el deudor y quien el acreedor, ni tampoco con la cuenta corriente bancaria,
regulada especialmente a partir del art. 1393 y en donde una de las partes es
necesariamente un banco.
Para finalizar, una vez realizada la lectura de esta presentación, le proponemos
realizar las actividades propuestas en este módulo para afianzar sus saberes y
siempre tomar como referencias la  normativa señalada en cada una de ellas.

Modulo 3 CONTRATOS DE COMERCIALIZACIÓN Y DE GARANTÍA

Este módulo comprende el estudio de los llamados contratos


decomercialización empresaria y los contratos de garantía. En los primeros, sin
cargar con el costo de apertura de sucursales, el empresario hará llegar sus
productos o servicios a los consumidores, ampliando de este modo su red de
comercialización.

Los contratos de agencia, concesión y franquicia serán objeto importante de


este módulo, teniendo en cuenta que han sido incorporados legislativamente en
el nuevo código.  

Abordaremos el tema desde distintos puntos de vista, dado que pretendemos


encarar la totalidad de las formas usadas por el comerciante para hacer llegar
sus productos al público.

Generalmente, el comerciante no encara la venta de sus productos en forma


directa, sino que lo hace a través de otras estructuras, diversificando costos y
riesgos. Así, han nacido nuevas formas de comerciar, tales como la franquicia
o la concesión comercial. Ambos temas hemos de abordar desde los puntos de
vista teórico y práctico.

Contrato de agencia

Una primera aproximación al tema nos permite vincular este contrato con el de
mandato y con la tarea de corretaje. El agente es una especie de mandatario,
dado que actúa en nombre y por cuenta de una tercera persona que le ha
encargado la gestión. Pero como además tiene por finalidad la promoción para
la conclusión de contratos, de alguna manera se identifica con el corredor.

Por lo anterior, se ha dicho que el agente es un mandatario especial que se


diferencia del corredor por su carácter de permanencia en la función; en
cambio, el corredor es general ocasional o para un negocio en particular.
Además, el agente actúa en beneficio de una de las partes, mientras que el
corredor debe mantener su independencia de las partes y actuar con
ecuanimidad.

El agente comercial se encarga de desplegar una actividad adecuada,


tendiente a conseguir clientes para su comitente y remitir a éste el pedido de
mercaderías o servicios cuya comercialización le ha sido encomendada. Su
retribución es siempre una comisión sobre el precio del producto.

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Por todo ello es que se ha dicho, en una primera etapa de la evolución, que la
agencia se asimilaba al mandato, fincando toda distinción en la actuación en
nombre y por cuenta del comitente; luego, en la evolución de la figura por el
cambio operado en el mundo comercial, se ha advertido que se trata de una
figura con características propias que la diferencian de las demás.

El nuevo Código Civil y Comercial regula legislativamente por


primera vez esta figura, definiéndola en el art. 1479: “Hay
contrato de agencia, cuando una parte denominada agente, se
obliga a promover negocios por cuenta de otra denominada
proponente o empresario, de manera estable, continuada e
independiente, sin que medie relación laboral alguna,
mediante una retribución. El agente es un intermediario
independiente, no asume el riesgo de las operaciones ni
representa al proponente.”

Las características propias del contrato son:

1. Autonomía entre el agente y el proponente, desarrollando aquel su tarea


en forma independiente de éste.
2. Estabilidad de la relación entre agente y proponente, dado que su
vínculo no se limita a una operación sino a un conjunto.
3. El agente es generalmente titular de un establecimiento comercial.
4. El agente es un comerciante con todas las notas distintivas del mismo.
5. Generalmente, el agente actúa dentro de una zona, y en ese ámbito lo
hace con exclusividad.
6. El agente no es parte de los contratos que se celebran entre el
comitente y el cliente.
7. Generalmente, el agente es remunerado por un porcentaje.

Caracteres del contrato

La doctrina, de manera prácticamente unánime, se manifiesta en el sentido de


que el contrato es:

 Consensual: Perfeccionado a partir del acuerdo de las partes.

 Bilateral: Dado que nacen obligaciones recíprocas, como hemos de


considerar seguidamente.

 Formal: Ya que debe instrumentarse por escrito (art. 1479 in fine).

 Oneroso: En razón del derecho a retribución que al agente le confiere la


ley.

Obligaciones del agente

Estas obligaciones se encuentran reguladas en el art. 1483, las que


genéricamente se enuncian.

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 Actuación en interés del proponente: El agente actúa siempre tratando
de obtener la máxima ventaja en favor de su comitente. El agente influye
generalmente en la voluntad del tercero con la finalidad de concertar la
operación comercial beneficiosa para su proponente.

 Colaboración: El agente debe siempre estar al servicio del proponente,


brindándole la información que éste le requiera y notificándolo en forma
permanente de la marcha de los negocios.

 Fidelidad: La confianza que el comitente ha depositado en el agente no


debe ser defraudada, sino todo lo contrario. Por ello, el agente no podrá
adquirir para sí los artículos o mercaderías que le han sido confiadas
para su venta La fidelidad implica que el agente está obligado a rendir
cuentas de las operaciones concertadas.

 Celebrar los negocios encomendados, obrando con la prudencia y


diligencia de un buen hombre de negocios, debiendo informar
periódicamente al empresario de las gestiones realizadas, como así
mismo percibir de terceros dinero o valores y rendirlos oportunamente al
empresario.

Obligaciones del empresario


El art. 1484 trata genéricamente las mismas:

1. Actuar de buena fe para permitir al agente el ejercicio de sus funciones.

2. Poner a disposición del agente las muestras, catálogos, tarifas y demás


elementos que le permitan desarrollar su actividad.

3. Pagar la remuneración pactada. En caso de falta de pacto, la comisión


se fijará de acuerdo al volumen de los actos realizados, o conforme los
usos y prácticas del lugar.

4. Comunicar al agente por lo menos dentro de los quince días hábiles, la


aceptación o rechazo de la propuesta de negocios que le fueran
comunicados por el agente.

Modalidades del contrato


Puede pactarse que el agente se desempeñe con exclusividad o no del
comitente. En caso de no haberse pactado nada en especial, el agente puede
desempeñar su mismo rol para más de un comitente, puesto que ello es uno de

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los caracteres distintivos de la institución, que es independiente del comitente.
Por ello, el contrato puede aparecer con exclusividad o sin ella, como agente
general o regional (de acuerdo a la zona otorgada), como agente con
representación o sin ella, etc.
Puede decirse entonces, siguiendo a Ernesto Martorell en Tratado de los
Contratos de Empresa (tomo III), que las cláusulas más frecuentes que se
incluyen en los contratos son:

1. Identificación de las partes y del objeto del contrato: Este es el meollo


del instrumento en el cual se concerta el negocio mercantil de agencia.
Debe existir en el instrumento constitutivo del mismo una adecuada y
completa identificación de los contratantes y, si son personas jurídicas,
quién las representa y en qué carácter. Pero además se debe delimitar
claramente cuál es el objeto del contrato, el fin perseguido por las partes
al arribar al acuerdo.

2. Zona de actuación: En el instrumento del contrato se debe delimitar con


absoluta claridad la zona que se le otorga al agente para promover los
negocios del principal. Generalmente, los agentes comparten su actuar
con otros, motivo por el cual la delimitación geográfica de sus facultades
es de trascendental importancia.

3. Modalidad de las operaciones: La manera en que se concertarán los


negocios, y la forma de actuar del agente y del principal.

Plazo del contrato


Conforme el art. 1491, el plazo del contrato, salvo pacto expreso, se entiende
de plazo indeterminado. Por ello cualquiera de las partes puede resolver el
contrato, pero con un preaviso de un mes por cada año de vigencia del
contrato, conforme lo establecido por el art. 1492.

Conclusión del contrato


Conforme el art. 1494, el contrato puede resolverse por muerte o incapacidad
del agente, quiebra de cualquiera de las partes, vencimiento de plazo,
incumplimiento grave de alguna de las partes.

Contrato de franquicia
Constituye una moderna forma de comercialización que le permite al
franquiciante expandir su área de comercialización con beneficios directos. Al
franquiciado le permite poder contar con un producto generalmente afamado
para el desarrollo de su actividad comercial. A cambio de ello, se le imponen
severas pautas de actuación en materias relacionadas con las políticas de
comercialización, de publicidad, de técnicas, lo que se condensa en el know
how. Este último es lo que transfiere el franquiciante al franquiciado.

Se lo ha considerado como un contrato de colaboración empresaria que vincula


a comerciantes distintos. Mediante él, uno pone a disposición de otro un
producto conocido, y técnicas industriales y de comercialización definidas. El
otro pone su capacidad empresarial al servicio del desarrollo de una
determinada área comercial. Los ejemplos más comunes son los de

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importantes empresas norteamericanas, como Coca Cola y Mc Donalds; y a
nivel local, Grido, Café Martínez, Havanna, y muchos otros.
El nuevo Código Civil y Comercial regula este contrato por primera vez,
comenzando con una definición en el art. 1512: Hay franquicia comercial
cuando una parte, denominada franquiciante, otorga a otra llamada
franquiciado, el derecho a utilizar un sistema probado, destinado a
comercializar determinados bienes o servicios bajo el nombre comercial,
emblema o marca del franquiciante, quien provee un  conjunto  de
conocimientos técnicos y la prestación continua de asistencia técnica o
comercial, contra una prestación directa o indirecta del franquiciado.
Caracteres: Es un contrato consensual, bilateral, oneroso, de colaboración, de
comercialización, y de adhesión

Objeto

1. Expansión amplia de los negocios del franquiciante, con el impulso


empresarial de otros.
2. Mayor facilidad de control de la cadena de comercialización, dado que
las pautas de trabajo están perfectamente especificadas.
3. Mayores economías de escala en suministros y equipos.
4. Resguardo de la imagen del producto.
5. Asistencia permanente del franquiciante al franquiciado.
6. Otorgar un amplio poder financiero al franquiciado por la importancia de
la cadena comercial que lo avala.
7. Otorgar al franquiciado un negocio estable, con técnicas modernas que
le son transferidas por el franquiciante.

Las obligaciones de las partes se encuentran establecidas en forma genérica


en los arts. 1514 (obligaciones del franquiciante) y art. 1515 (obligaciones del
franquiciado), las que en su caso pueden resumirse en las siguientes:

1. Las cláusulas usuales del contrato implican el cumplimiento de


obligaciones previas del franquiciado, y a su vez beneficios a su favor.
Así, se puede citar que generalmente tiene otorgada una zona exclusiva
para la comercialización de los productos, con posibilidad de
subfranquiciar, con contrato de términos amplios, debiendo cumplir un
mínimo de ventas y con precios y condiciones de comercialización que
le son fijadas por el franquiciante.

2. Autorización al franquiciado para usar el nombre del franquiciante, sus


logos, marcas, insignias y demás signos distintivos de la actividad
comercial.

3. Suministro al franquiciado del know how, tecnología, experiencias,


métodos de venta, etc.

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4. Fijación de la zona de actuación del franquiciado y prohibición de operar
fuera de esa zona.

5. Obligaciones a cargo del franquiciado de comercializar los productos de


una determinada manera, que no puede ser modificada ni siquiera en
mínimos detalles. Ello se otorga a través de las instrucciones dadas en
el manual de la franquicia.

6. Régimen de pagos de la franquicia.

7. Duración del contrato, cláusulas penales y accesorias, entre ellas la


facultad del franquiciante de auditar permanentemente la actividad del
franquiciado.

8. Abonar la tasa inicial o royalty por el otorgamiento de la franquicia.


Generalmente se estipula también el pago de una regalía periódica
durante el curso el contrato.

9. Instalar el negocio a su exclusivo costo, pero siguiendo expresas


instrucciones que le son impartidas por el franquiciante.

10. Obligación de compra de una determinada cantidad de productos, lo que


le implica el cumplimiento de determinadas metas de comercialización.

11. Remitir información periódica al franquiciante sobre la marcha de su


negocio.

PlazoEn cuanto al plazo el art. 1516 remite al plazo del contrato de concesión
(art. 1506) que es de cuatro años, pudiendo pactarse un plazo menor si por la
naturaleza del negocio a llevarse a cabo lo aconsejara.

CONTRATOS DE GARANTÍA

En el desarrollo de los contenidos nos interesa que usted pueda conocer los
contratos de garantía, identificando la fianza y la prenda en sus variantes
fijadas por la legislación vigente, para asegurar cabalmente el cumplimiento de
obligaciones principales.

Como se ha dicho reiteradamente, uno de los fundamentos del comercio es la


existencia del crédito y éste sólo es factible en la medida de que existan formas
de garantizar las operaciones que se concreten. Hay garantías personales,
como la fianza y el aval, y reales, como la prenda e hipoteca. En las primeras
no existe afectación de bien alguno, ya que va a ser el garante, avalista o fiador
en su caso, el que con todo su patrimonio se obliga accesoriamente a cumplir,
en caso que el deudor de la obligación principal garantizada, no cumpliera con
ella.

Mediante las últimas (garantías reales) el acreedor, al detentar la tenencia del


bien dado en garantía, se asegura el cumplimiento de la obligación, ya que la

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garantía no es otra persona, sino un derecho real sobre la cosa misma.
Claramente, su garantía recae sobre la cosa. Estos actos de garantía son actos
accesorios que justamente permiten garantizar obligaciones que surgen de un
acto principal.

En las llamadas garantías reales se constituye un derecho real de garantía


sobre una cosa. Eso nos lleva a brindar un breve concepto de los derechos
reales, que son los que vinculan directamente a las personas con las cosas.
Dentro de esos derechos reales nos encontramos con la prenda, en sus dos
modalidades, y la hipoteca, la que no es objeto de estudio en esta asignatura.

Contrato de fianza

Concepto: La fianza es un contrato accesorio y de garantía por el cual una


persona llamada fiador se obliga accesoriamente por un tercero, y el acreedor
de ese tercero acepta dicha obligación accesoria.

Si bien los contratos se celebran para cumplirse, puede ocurrir que no se


cumplan y es donde las garantías tienen eficacia e importancia. En cuanto a la
clase de garantía, este contrato se encuadra dentro de las llamadas garantías
personales, en donde el garante genéricamente se obliga a cumplir, en caso
que el deudor principal no cumpla, respondiendo frente al acreedor con todo su
patrimonio y sin afectación de bienes determinados. Esto diferencia estas
garantías personales de las llamadas garantías reales, en donde se constituye
un derecho real sobre una cosa, siendo la dicha cosa la garantía para el
acreedor.

En la fianza, el fiador se obliga a cumplir, ante el incumplimiento del deudor, sin


que se afecte ningún bien especial, sino que responderá frente al acreedor con
el patrimonio que tuviera. Por ello hay que descartar las mal llamadas garantías
propietarias, puesto que eventualmente el bien que es propiedad del fiador no
queda afectado a la garantía, siendo meramente una manifestación de
solvencia que el acreedor puede exigir para aceptar al fiador o fiadores. Hay
que distinguir también la fianza de otra garantía personal denominada aval.
Este también es una garantía personal, pero más limitada que la fianza, ya que
mientras esta puede garantizar cualquier clase de obligaciones, el aval solo
sirve para garantizar obligaciones cambiarias instrumentadas en un título de
crédito (un avalista, garantiza el pago de ese cheque o de ese pagaré).

En este contrato sólo el acreedor y el fiador son partes, siendo ajeno a esta
relación jurídica el deudor, que obviamente es parte en el contrato principal
cuyas obligaciones se pretenden garantizar.

Este contrato se encuentra definido legislativamente en el art. 1574 Código


Civil y Comercial que establece que existe el contrato cuando una persona se
obliga accesoriamente por otra a satisfacer una prestación para el caso de
incumplimiento.

Caracteres: Es un contrato que presenta estos caracteres:

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1. Consensual: La fianza queda perfeccionada con el consentimiento de
las partes (acreedor y fiador).

2. Unilateral: Basta la simple manifestación del fiador. Además, del mismo


sólo derivan obligaciones para una de las partes, el fiador, que
eventualmente deberá cumplir la obligación principal.

3. Formal: Ya que el art. 1579 establece que debe convenirse por escrito.

4. Accesoria: La fianza es un contrato accesorio, esto es necesita de un


acto principal cuyas obligaciones se pretenden garantizar.

Obligaciones que pueden ser afianzadas:

Conforme a lo preceptuado por el Art. 1577, todas las obligaciones pueden ser
afianzadas, sean éstas condicionales, a plazo, actuales o futuras. Como se
trata de una obligación accesoria, la viabilidad de la fianza depende de la
existencia de la obligación principal, motivo por el cual los vicios que invalidan a
ésta afectan a la fianza.

Obligación principal y fianza:

Conforme a lo establecido por las normas civiles de aplicación supletoria, la


fianza puede garantizar una parte o el todo de la obligación principal, pero
nunca una suma superior, dado que de aceptarse se perdería el carácter
accesorio de la fianza. Debe existir, en consecuencia, una identidad entre la
obligación principal y la accesoria, habiéndose resuelto en materia de
jurisprudencia que la quiebra del deudor no altera ni extingue la obligación del
fiador.

EFECTOS: Responsabilidad del fiador. Beneficios de Excusión y División

Según el art. 1583 Código Civil y Comercial el fiador goza del llamado beneficio
de excusión. Ello implica que el acreedor no puede exigir el cumplimiento al
fiador, sin haber ex cutido (ejecutado, rematado) primero los bienes del deudor
principal. Y recién si habiendo ocurrido ello, podrá el acreedor dirigir su acción
contra el fiador por el saldo impago. Pero es menester expresar que no estando
frente a una norma de orden público, este beneficio que la ley concede al fiador
es renunciable, lo que permitiría entonces que ante el incumplimiento el
acreedor pudiera perseguir conjuntamente al deudor y al fiador.

El fiador que paga queda subrogado en sus derechos en contra del deudor
principal, asumiendo su misma condición en cuanto al alcance, privilegio y
garantía del crédito anterior (Art. 1592 Código Civil y Comercial). También
puede el fiador oponer al acreedor todas las excepciones y defensas que tiene
el deudor en contra del mismo, y aun en contra de la voluntad del propio
deudor (Arts. 1587 Código Civil y Comercial).

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En el supuesto de que existieran varios fiadores de un mismo crédito
(cofiadores) estos gozan del llamado beneficio de división (Art. 1589),
consagrándose la responsabilidad simplemente mancomunada, respondiendo
cada uno de los cofiadores solo en la parte proporcional conforme el número de
cofiadores que hubiera. Este beneficio de división también es renunciable, por
lo que en su caso, de ocurrir dicha renuncia, los cofiadores dejan de responder
en forma mancomunada, para pasar a responder en forma solidaria, pudiendo
entonces el acreedor, exigir la totalidad de la deuda contra uno, todos o
cualesquiera de los fiadores. Impidiendo que en caso de que existieran varios
fiadores ser dividiera la deuda en forma proporcional al número de fiadores que
hubiera.

PRENDA:

La prenda como derecho real de garantía tiene dos modalidades: la llamada


prenda común, o con desplazamiento, y la llamada prenda con registro.  En la
primera el bien se desplaza a manos del deudor o un tercero a manos del
acreedor, mientras que en la segunda el bien mueble objeto del contrato queda
en manos del propio del deudor.

La Prenda Común o con desplazamiento, se encuentra regulada por el Art.


2219 del Código Civil y Comercial, que determina que es aquella por la cual el
deudor, o un tercero en su nombre, entrega al acreedor una cosa mueble no
registrable o un crédito instrumentado en un documento, en seguridad y
garantía de una operación comercial.

Esta modalidad de la prenda requiere la entrega efectiva de la cosa mueble o el


crédito instrumentado (ej. un pagaré) al acreedor, del bien que servirá de
garantía del pago de la deuda. El nombre común y no jurídico de este contrato
es el “empeño”. Aquí el bien es entregado por el deudor al acreedor en garantía
de la obligación contraída por el deudor.

Caracteres:

1. Accesorio: Por cuanto garantiza el cumplimiento de una obligación


principal, y depende en su existencia de dicho contrato principal.

2. Formal: Porque conforme el mismo art. 2219 Código Civil y Comercial


establece que debe instrumentarse por instrumento público o privado. El
no cumplimiento de esta formalidad hace inoponible el contrato frente a
terceros, según el art. 2222 del código. Lo que se traduce que para que
el contrato sea oponible a terceros, debe mediar instrumento escrito.

3. Indivisible: Lo determina el Art. 2191 del Código Civil y Comercial ya


que un deudor no puede ser desobligado por la división de la deuda
principal. Recordemos que el acreedor no está obligado a recibir pagos
parciales, y si los recibe, o si ello se hubiera pactado, esto no le da
derecho al deudor a exigir parte de la devolución de la cosa dada en
prenda, si esta fuera divisible, o de algunas de las cosas dadas en
prenda, si hubiera entregado varias.

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Obligaciones objeto de la garantía:

Cualquier obligación puede ser garantizada por el contrato de prenda, siempre


y cuando se le haya asignado un valor en dinero.

Derechos del acreedor:

1. Derecho de Retención: El acreedor tiene el derecho de retener la cosa


legítimamente hasta que sea satisfecha la obligación principal, según el
art. 2187.

2. Derecho a vender el bien prendado ante el incumplimiento de la


obligación garantizada, por imperio de lo establecido por el Art. 2229 del
Código Civil y Comercial.

3. Privilegio: Al vender el bien prendado, del producido del mismo, el


acreedor se cobra gozando de un privilegio especial que le permite
cobrar antes y con preferencia que otros acreedores del deudor (Art.
2582 Código Civil y Comercial).

Obligaciones del acreedor prendario:

 Responder por la pérdida de la cosa, deteriorada o extraviada por su


culpa o negligencia

 Prohibición de usar la cosa prendada.

 Conservar la cosa, realizando los gastos necesarios que luego deberán


ser reintegrados por el deudor.

 Devolver la cosa prendada con el cumplimiento de la obligación por el


deudor.

Ejecución de la garantía (Art 2229 C. Civil y Comercial)

En caso que no sea cumplida la obligación principal, el acreedor tiene derecho


a hacer vender la cosa y cobrarse del producido de la misma, gozando del
privilegio especial que este contrato le confiere. De ningún modo el acreedor
prendario puede quedarse con la cosa. La forma de venta de la misma es en
subasta pública extrajudicial, debiendo publicar la su realización con diez días
de anticipación. Este modo de enajenación de la cosa y ejecución de la
garantía es extrajudicial, lo que implica que, al vencimiento, el acreedor
contrate un martillero y se proceda al remate de la cosa. Es una evidente
ventaja para el acreedor que la ley consagre la vía extrajudicial, lo que ahorra
tiempo y dinero al acreedor y hace más eficaz la garantía. De lo obtenido en el
remate se cobrará la comisión del martillero, los gastos necesarios para la
realización de la subasta y el capital e intereses de la obligación garantizada. El
mismo Art. 2229 contempla dos excepciones a esta forma de ejecución, que
son si las partes hubieran acordado una forma distinta de venta, o si lo dado en

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prenda fueran títulos que cotizan en un mercado, donde se obvia el remate,
entregándoselos a un corredor para que los venga al precio de cotización.

Prenda con registro

Concepto:

Es el derecho real de garantía constituido en favor de cualquier acreedor, para


garantizar cualquier clase de obligación, recayendo prevalecientemente sobre
bienes muebles de propiedad del deudor o de un tercero, que restan en poder
de éstos, reemplazándose la tradición mediante una inscripción registral,
conforme lo establece el art. 2220 del Código Civil y Comercial. Este mismo
artículo remite a la ley especial que tutela el contrato, que se encuentra
regulado en una ley 12962, modificada por el Decreto Ley 15348/46, que se
encuentra incorporada al Código Civil y Comercial como ley especial de
carácter nacional.
En este contrato accesorio se reemplaza la tradición de la prenda común por
una inscripción registral del contrato, reemplazando la misma. El bien o bienes
quedan en poder del deudor, y por ello se la llama también prenda sin
desplazamiento. Cabe una aclaración aquí; se la denomina prenda con registro
y objeto de registración, no porque recaiga sobre bienes muebles registrables,
sino porque lo que debe registrarse es el contrato o certificado prendario.

Objeto:

De acuerdo a lo dispuesto en la ley, la prenda puede recaer sobre toda clase


de bienes muebles, semovientes, frutos o productos, aunque estén en pie o no
cosechados, y también sobre toda clase de mercaderías y materias primas en
general de un establecimiento comercial. En ambos casos es necesaria la
completa individualización de los bienes prendados en el contrato, a los efectos
de su registración.

Partes:

En el contrato de prenda con registro, aparecen claramente dos partes: el


acreedor y el deudor. El primero es el titular de la obligación principal; el otro
constituye la garantía para garantizar cualquier clase de obligación que tenga
un valor dinerario o el que las partes le hayan atribuido dicho valor económico,
ya que la prenda sirve para garantizar cualquier clase de obligaciones. Este
concepto caracteriza a la prenda fija sobre un determinado bien, que queda en
poder del deudor o del tercero propietario del mismo, pero no a la flotante, dado
que ésta no sería un derecho real por la indeterminación de los bienes
afectados a la garantía, lo que permite al titular de los bienes su transferencia
con la sola condición de que produzca su reemplazo.

1. Deudor: El deudor, o sea el constituyente de la garantía prendaria, debe


reunir los siguientes requisitos:

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1.1 Ser persona capaz de obligarse de acuerdo a las reglas propias del
derecho ya analizadas.

1.2 Ser propietario de la cosa, pues nadie puede prendar un bien ajeno.

1.3 Conservar el bien en su poder, en el caso de la prenda fija, pues en la


flotante el acreedor prendario mantiene la libre disponibilidad de los bienes
sometidos a la garantía prendaria.

2. Acreedor: De acuerdo a lo establecido por el Art. 5 de la ley, modificado por


el Dec. 6810/63, cualquier persona física o jurídica puede ser acreedor.

Caracteres:

 Es un contrato consensual, dado que queda perfeccionado con el sólo


consentimiento de las partes, no produciéndose desplazamiento de
bienes ni cambio de posesión de los mismos.

 Es unilateral, porque al no producirse desplazamiento sólo engendra


obligaciones a cargo del prendante, sea éste el deudor o un tercero.

 Es formal, por cuanto debe ser confeccionado en formularios


especiales.

Prenda fija y flotante:

La prenda fija (Art. 10) afecta sólo materiales específicamente determinados, y


el privilegio que nace de ella sólo puede ejercerse sobre la venta de los
mismos.
La prenda flotante (Art. 14), en cambio, recae sobre mercadería o materias
primas, existentes en un comercio o empresa, que puede ser legítimamente
vendida por el propietario, siempre que la reemplace con una similar sobre la
que recaerá la prenda. Tiene como finalidad permitir que el comerciante tenga
acceso a un determinado crédito, sin que ello trabe el tráfico comercial.

Plazos: La prenda fija, dura inscripta cinco años, aunque puede renovarse si la
obligación es por un plazo mayor, mientras que la flotante sólo puede
garantizar operaciones de no más de ciento ochenta días (Arts. 12 y 16 de la
ley).

Derechos del acreedor prendario:

1. Persecución de la cosa prendada cuando ha sido transferida como


bien libre, aun frente a los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
acciones penales.

2. En caso de ejecución por un tercero del bien prendado, tiene


privilegio sobre el precio obtenido.

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3. Derecho de fiscalizar el estado del bien. También puede convenir con
el deudor que éste le informe periódicamente (Art. 13, Dec. 15348).

4. Derecho a secuestrar los bienes en caso de que se le impida su


fiscalización, o de que se hayan sacado del lugar donde se encontraban
al momento de constituir la garantía (Art. 13, Dec. 15348/46).

5. Derecho a oponerse a la constitución de una nueva prenda, en un


todo de acuerdo a lo dispuesto por el Art. 7 del decreto-ley citado.

Derechos y obligaciones del deudor:

1. Derecho a la posesión de la cosa prendada, salvo que exista uno de


los supuestos que autoriza al secuestro por parte del acreedor.

2. Derecho al uso y goce de la cosa prendada.

3. Derecho a enajenar la cosa prendada, siempre que el nuevo


adquirente se haga cargo del gravamen, con el mismo alcance que
tuviera, y que sea notificado el acreedor (Art 9)

Obligaciones:

1. Guardar y conservar la cosa prendada.

2. Permitir la inspección de la misma cuando lo requiera el acreedor.

3. Notificar al mismo en caso de que se decidiera la transferencia del bien


y del gravamen.

Elementos del contrato:

1. Datos personales del acreedor y del deudor.

2. Cuantía del crédito, tasa de interés pactada, tiempo y lugar de pago.

3. Individualización del bien prendado.

4. Privilegios que existieren sobre el bien prendado al momento de


constituirse el gravamen.

En la flotante, además, es necesario detallar los seguros que existieren.

Inscripción:

Fija: En el lugar donde se encuentren los bienes o donde estuvieren


registrados.

Flotante: En el registro correspondiente al domicilio del deudor.

Efectos de la inscripción:

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Respecto de terceros, la inscripción de la prenda otorga efectos a partir de ese
momento, mientras que entre las partes el contrato queda concluido a partir de
su celebración. En consecuencia, en caso de omitirse la inscripción, el contrato
es válido entre las partes que lo han celebrado, pero no en relación a terceros.
De tal manera, el acreedor prendario no podrá hacer valer sus derechos
persecutorios en contra del comprador de buena fe, ni tampoco el privilegio
prendario en caso de remate del bien.

Duración: Los efectos de la inscripción se prolongan por cinco años, pero el


acreedor puede solicitar su reinscripción por el mismo plazo. El término se
computa a partir de la fecha de inscripción y no de la fecha de celebración del
contrato.
La reinscripción puede solicitarse todas las veces que se estime necesario; en
caso de no hacerse caduca el derecho del acreedor.

Caducidad: La caducidad de la inscripción por vencimiento del término


perjudica el derecho del acreedor en cuanto al efecto persecutorio y al privilegio
prendario.

Cancelación: La cancelación puede producirse por lo siguiente:

1. Por orden judicial.


2. Cuando el acreedor lo solicite.

3. Cuando lo pida el deudor, acreditando haber satisfecho el crédito


garantizado.

4. Al anularse, por cualquier causa, la obligación principal.

5. Al vencerse el termino de inscripción y no pedir en tiempo hábil la


reinscripción.

Certificados de gravámenes:

Son los expedidos por el registro que se hace a requerimiento judicial, de


establecimientos bancarios, de escribanos públicos y de quien comprueba un
interés legítimo. Acreditan la existencia del gravamen prendario, el alcance del
mismo y todos los demás datos del contrato.

Transmisión del contrato prendario:

Se realiza por vía de endosos, los que deben encontrarse registrados en el


mismo registro de la inscripción del contrato. Deben constar en el mismo título
prendario y no es necesario notificar al deudor cedido, salvo a los efectos del
pago.

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La cancelación del endoso se produce cuando lo solicita el acreedor o dueño
de la cosa prendada, adjuntando certificado que acredite su derecho.
El endosante responde solidariamente en favor de los posteriores, pero es una
solidaridad subsidiaria, pues sólo podrá irse contra los bienes del endosante
luego de haber realizado el bien prendado.

Bienes sobre los que recae:

 Prenda fija: Sobre cosas que se encuentren en el comercio y que sean


perfectamente individualizadas en el contrato prendario. Esto será de
acuerdo a la naturaleza de los bienes de que se trata, indicando el lugar
de ubicación de los mismos.

 Prenda flotante: Como la prenda recae sobre bienes indeterminados,


deberá especificarse si se trata de cosas fungibles o no, indicándose
especie, calidad, variedad, etc. La falta de una perfecta individualización
no afecta a la prenda, pudiendo ser identificados los bienes por los
medios de prueba comunes.

 Mora: Salvo cláusula en contrario, la mora es automática, no siendo


necesario requerimiento judicial o extrajudicial alguno para acreditar el
incumplimiento.

 Ejecución prendaria: La ejecución de una garantía prendaria puede


realizarse mediante la acción prendaria judicial o por la ejecución
privada a favor de ciertos acreedores.

Acción prendaria judicial:

1. Actor de la acción: Puede iniciarla el porteador legítimo del título


prendario, o sea, tanto el acreedor original como aquel que ha llegado a
la titularidad del derecho por medio de una cadena regular de endosos,
mientras los mismos se encuentren inscriptos.

2. Demandado de la ejecución: La acción se debe dirigir en contrato del


deudor prendario y en contra de los anteriores endosantes. Para que no
caduque su acción en contra de los endosantes, deberá haber iniciado el
juicio dentro de los treinta días de vencida la obligación prendaria (Art.
24 del Dec-ley 15348/46).

3. Qué se puede reclamar: A partir de la ley de convertibilidad, el


acreedor sólo puede reclamar el monto del capital, intereses y gastos,
incluyéndose las costas judiciales (Art. 26 Dec-ley 15348/46).

4. Tribunal competente: A elección del acreedor, puede interponerse la


acción ante el juez del lugar de cumplimiento de la obligación, del lugar
donde se encontraban los bienes al momento de la constitución del
gravamen prendario, o del lugar donde se encuentran actualmente los
bienes, y del domicilio del deudor.

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Defensas procesales oponibles:

1. Incompetencia de jurisdicción: Tiene su fundamento en la iniciación


de la demanda ante un tribunal que no puede entender, sea en razón de
la materia o del territorio.

2. Falta de personería: Se puede cuestionar la personería aducida por el


demandante (no estar legitimado de acuerdo al título) o por el
demandado (no ser deudor prendario ni endosante). También es
procedente cuando se demanda en virtud de una personería mal
acreditada (falta de poder).

3. Renuncia del crédito o del privilegio prendario: Sólo será procedente


cuando la renuncia que se invoca surge de documentos emitidos por el
acreedor prendario.

4. Pago: Deberá acreditarse mediante documentos emitidos por el


acreedor.

5. Caducidad de la inscripción: La inscripción del contrato prendario


tendrá una vigencia temporal de cinco años, momento a partir del cual
caduca, salvo el derecho del acreedor a solicitar su reinscripción.

6. Nulidad del contrato de prenda: El vicio se debe desprender del propio


contrato acompañado a autos como base de la demanda deducida.

Ejecución privada extrajudicial:

Sólo se encuentran habilitados para iniciarla los acreedores mencionados en el


Art. 39, o sea: el Estado, las reparticiones autárquicas, los bancos oficiales y
privados con autorización para funcionar, y las entidades financieras
internacionales. Los demás acreedores no pueden pactar dicho procedimiento
de ejecución extrajudicial.
No obstante ello, se cumple un trámite judicial, dado que el acreedor prendario
debe solicitarle al tribunal que ordene el secuestro del bien prendado.

Una vez ocurrido ello y ya teniendo el acreedor la cosa en su poder, la remata


extrajudicialmente con la actuación de martillero, teniendo como único requisito
el de publicar la subasta con diez días de anticipación.

Extinción de la prenda con registro:

1. Por extinción de la obligación principal.

2. Por orden judicial, de acuerdo a lo dispuesto por el Art. 25 del Dec-ley


15348/46.

3. A pedido de las partes, o sea, por requerimiento del acreedor o del


deudor que acompañe constancia de haber depositado el importe del
crédito en un banco oficial, o con la conformidad del acreedor, sea

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expresa o tácita, al mantener silencio en el término de diez días de
haber sido notificado.

4. Por caducidad, o sea, al transcurrir cinco años desde la inscripción del


gravamen sin que el mismo sea renovado por el acreedor.

Modulo 4

CONTRATOS FINANCIEROS. LAS BOLSAS Y MERCADOS.

Este módulo comprende los contratos con finalidad financiera, o sea aquellos
que sirven para aportar fondos necesarios en el cumplimiento de la actividad
mercantil. En una primera parte se estudiará el factoring, llamado ahora
contrato de factoraje, también incorporado legislativamente en nuestro Código
Civil y Comercial, y el que día a día adquiere mayor importancia, relacionando
entidades financieras con comerciantes, ya que minimiza los riesgos de la
cobranza de bienes transmitidos a terceros, y conlleva la prestación de otros
servicios esenciales que una entidad financiera brinda  al comerciante o
empresario, optimizando su actividad y la cobranza de sus acreencias con
terceros.

Luego se conocerá el leasing y el fideicomiso que también significan modernas


formas de obtener capitales para ponerlos al servicio de fines comerciales,
habiendo sido derogadas las leyes especiales que los regulaban, quedando
comprendidos ahora dentro del articulado del nuevo código.

Contrato de leasing El origen de este contrato tuvo que ver con la necesidad
de una empresa o comerciante de contar con bienes muebles en su momento
de última tecnología o generación, sin que fuera para dicha empresa o
comerciante conveniente adquirirlo en propiedad al inicio. Comenzó siendo un
contrato innominado y atípico, hasta la sanción de la ley 24.441 que incluyó
legislativamente un capítulo dedicado a este contrato. En el año 2000 se
deroga el capítulo de dicha ley, y se sanciona la ley 25.248, que comenzó a
regular exclusivamente este contrato hasta que dicha ley fue derogada y el
contrato fue incorporado en el ordenamiento y articulado general del Código
Civil y Comercial.

El art. 1227 del código conceptualiza al leasing como el contrato por el cual una
persona llamada dador se obliga en entregar la tenencia de un bien
determinado para su uso y goce a otra persona llamada tomador, obligándose
éste a pagar un precio en dinero por ese uso y goce, concediéndole una opción
de compra del bien por un precio.

El leasing es un contrato eminentemente financiero, que permite a


una persona acceder a modernos equipamientos por un costo
similar al de un alquiler, y obtener la titularidad dominial del bien
mediante el pago de un valor residual convenido ab initio. Es un
contrato mediante el cual una persona que requiere de un bien -
equipamiento o maquinarias- recurre a un intermedio financiero

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que lo adquiera al fabricante con el fin de cederle su uso durante
un tiempo determinado, por el pago de un canon, y estableciendo
un valor residual que permita su adquisición. La naturaleza del
contrato entonces es de un alquiler con opción de compra.

Dentro de sus principales caracteres puede afirmarse que es un contrato


bilateral, oneroso, consensual, típico y formal.

El art. 1228 nos dice que el contrato de leasing puede tener como objeto a
cosas muebles e inmuebles, marcas, patentes o modelos industriales y
software, de propiedad del dador o sobre lo que el dador tenga la facultad de
dar en leasing.

Respecto del canon locativo o precio del contrato, el art. 1229 Código Civil y
Comercial establece que el monto del mismo y la periodicidad de su pago se
determina convencionalmente, esto es que queda sujeto a lo que las partes
convengan, y el art. 1230 del mismo cuerpo legal establece que el precio de la
opción de compra o valor residual deberá estar fijado en el contrato, o poder
ser determinado por pautas expresamente pactadas.
Conforme el art. 1234, el contrato debe instrumentarse en escritura pública si
tiene como objeto inmuebles, buques o aeronaves. En los demás casos podrá
celebrarse por instrumento público o privado.

A los efectos de su oponibilidad frente a terceros, el contrato debe inscribirse


en el registro que corresponda según la naturaleza de la cosa que constituye
su objeto. La inscripción en el registro podrá efectuarse a partir de la fecha de
celebración del contrato de leasing, la inscripción debe solicitarse dentro de los
cinco días hábiles posteriores. Pasado ese término, producirá ese efecto desde
que el contrato se presente para su registración. Si se trata de cosas muebles
no registrables o software, deben inscribirse en el Registro de Créditos
Prendarios del lugar donde se encuentren las cosas o en su caso, donde las
cosa o software se deba poner a disposición del tomador. En el caso de
inmuebles la inscripción se mantiene por el plazo de veinte años; en los demás
bienes e mantiene por diez años. En ambos casos puede renovarse antes de
su vencimiento, por rogatoria del dador u orden judicial.

La inscripción de un contrato de leasing lo hace oponible a terceros, y en


cuanto a la oponibilidad, en el art. 1237 tenemos que son oponibles a los
acreedores de las partes los efectos del contrato debidamente inscripto. Los
acreedores del tomador pueden subrogarse en los derechos de éste para
ejercer la opción de compra.

Clases

 Leasing operativo: Es aquel mediante el cual se produce, como


elemento preponderante del contrato, una locación de cosa con opción
de compra mediante el pago de un valor residual.

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 Leasing financiero: Es la intermediación que realiza una empresa
financiera, cediendo el uso y goce de una cosa a un comerciante por el
pago de un canon determinado.

 Lease back: Mediante esta modalidad contractual una parte transfiere la


totalidad de su hacienda comercial a una entidad financiera, la que a su
vez se la retransmite por un pago de alquiler mensual y un pago final
para recuperar los bienes transferidos.

Partes: Las partes de este contrato se denominan dador y tomador, variando la


figura del dador, ya sea un leasing operativo (será el mismo fabricante del
bien), o un leasing financiero (será la entidad financiera que adquirió el bien del
fabricante para darlo en leasing).

El art. 1239 limita las facultades del tomador del bien, el que lo podrá usar y
gozar de acuerdo a su destino, pero se encuentra imposibilitado de afectarlo
con gravámenes de ninguna naturaleza y menos aún venderlo. Pesan
asimismo otras obligaciones sobre el tomador que se traducen principalmente
en el pago del canon convenido (su cuantía y periodicidad lo establecen las
partes), el pago del seguro del bien, el pago de impuestos que graven al
mismo, como también las multas que por la utilización del bien pudieran
aplicarse. Con respecto al canon locativo, el mismo es establecido por las
partes en una suma de dinero, sin especificarse en el contrato qué es lo que
comprende dicha suma. Si se desmenuzara dicho canon, parte del monto sería
el alquiler propiamente dicho, otra parte la amortización del bien, ya que se va
pagando parte del precio, y como ello se hace en forma financiada, también
conlleva el cálculo de intereses por dicha financiación.

Una cuestión crucial queda resuelta por el artículo 1240 del código, que
establece que la opción de compra puede ser ejercida una vez abonado el 75%
del canon o precio fijado, pero dicho porcentaje puede ser modificado por las
partes en el propio contrato.

A partir de dicho momento, conforme la ley o antes si se hubiera convenido, el


tomador puede hacer uso del derecho de ejercer la opción de compra, y de ese
modo hacerse dueño del bien. Se aclara que la opción de compra es un
derecho que tiene el tomador y sólo el mismo puede decidir sobre ello.

Si hace uso de la opción de compra, deberá abonar el dador el llamado valor


residual, que se fijó inicialmente al momento de la celebración del contrato. Si
por el contrario no hace uso de la opción de compra, deberá restituir el bien al
dador, ya que dicho bien continúa siendo de su propiedad.

En cuanto a ello y la responsabilidad por los daños que podrían causarse a


terceros por el uso de la cosa, el art. 1243 del código, modifica expresamente
el principio general en materia de responsabilidad objetiva contenido en el art.
1757 del Código Civil y Comercial, haciendo responsable por dichos daños
exclusivamente al tomador, liberando de responsabilidad al dador, aclarando
que ello siempre y cuando el contrato estuviera inscripto y pueda ser oponible a
terceros.

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Por último, los arts.1248 y 1249, establecen las facultades resolutorias por
incumplimiento, las que la ley concede al dador, dependiendo si el objeto del
contrato, ya sea un bien inmueble (desalojo) o un bien mueble (perseguir el
pago y obtener el secuestro de los bienes objeto del contrato).

 EL FIDEICOMISO

En la actualidad, la mayor parte de los grandes emprendimientos mercantiles


se realizan en base a afectaciones patrimoniales, y fundamentalmente en base
a fideicomisos financieros. Esto será motivo de nuestra preocupación
fundamental, por lo que estudiaremos no sólo los aspectos teóricos sino
también los prácticos, incluyendo la redacción de tipos contractuales.

Esta figura tiene su regulación normativa en el Código Civil y Comercial a partir


del artículo 1666, habiendo quedado derogada la parte de la ley 24.441 que lo
regulaba con anterioridad.

El vocablo fideicomiso deriva de fiducia, que quiere decir confianza. Es una


figura que permite por excepción la ruptura de la llamada unidad patrimonial, ya
que en este caso una persona, durante la vigencia del contrato va a ser titular
de dos patrimonios; el suyo personal, y el llamado patrimonio fideicomitido o
dominio fiduciario. En el código se distinguen claramente las partes de este
contrato: el fiduciante, el fiduciario, el o los beneficiarios y también la persona
del fideicomisario.

También se establece que el negocio puede instrumentarse por testamento o


por contrato, que debe hacerse por escrito y cuál es el plazo de duración del
contrato.

Se analizará la naturaleza jurídica de la propiedad fiduciaria y la prohibición


legal que tanto los acreedores singulares y/o colectivos de las partes puedan
atacar la propiedad fiduciaria, lo que produce un blindaje legal sobre dichos
bienes, minimizando los riesgos y facilitando de ese modo la inversión.

El cúmulo de derechos y obligaciones del fiduciante, del fiduciario, de los


beneficiarios y del fideicomisario serán motivo de estudio, al igual que la
distinción del fideicomiso común y el fideicomiso financiero.

Los grupos de ahorro, si bien son afectaciones patrimoniales determinadas,


constituyen una fuente importante de otorgamiento de crédito, en especial en
materia de automotores, a través de las llamadas sociedades de ahorro y
préstamo para la adquisición de bienes, más conocidos como autoplanes
aunque también existen para la adquisición o construcción de inmuebles; los
que en ambos casos favorecen la circulación de la riqueza.

Las bolsas y mercados son objeto de la última parte del módulo, donde


analizaremos su actuación, tanto como género y especie de una actividad
similar. Las primeras serán entendidas como la reunión de los comerciantes
para realizar determinadas actividades mercantiles, en prácticas de vieja data,

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y los segundos como especies de la primera, en donde se comercializan
determinados objetos. Advertiremos que el principio de la cristalinidad en las
transacciones es el que prima en la actividad bursátil.

Asimismo, consideraremos la actuación de la Comisión Nacional de Valores, el


cual es ente estatal de control y fiscalización de la actividad que desarrollan los
mercados de valores.

Mercado de capitales

En esta materia el nuevo Código Civil y Comercial incorpora este tipo de


contratos, pero no los regula especialmente, haciendo una remisión a las leyes
especiales que regulen el tema en forma específica, conforme lo establece el
art. 1429 del nuevo ordenamiento legal, por lo que no existen cambios en esta
cuestión.

Bolsas - Nociones generales

En general, bolsa es toda agrupación de comerciantes para la realización de


actos de comercio. Este es el sentido que se le otorga al término y al cual nos
hemos de referir en este módulo. Se han dado diversos orígenes a este
término, pero la más aceptada lo identifica con un comerciante de la ciudad de
Brujas (actual Bélgica) que tenía tres bolsas en su escudo y que habitualmente
comerciaba en las plazas reunido con otros comerciantes.

Si nosotros partimos de la base de que el comercio es esencialmente


intercambio de bienes o servicios, debemos concluir que las bolsas son el
ámbito natural del ejercicio comercial, y de allí deviene la importancia del
estudio del tema.

Se ha dicho que existen tres sistemas diferenciados que regulan la actividad de


las bolsas, a saber:

 El sistema libre, como el New York Stock Exchange, donde las bolsas
son organizaciones de comerciantes que se dictan sus propias normas y
sólo caen en la órbita del Estado a través de la legislación penal general.
Las bolsas son conducidas y gobernadas por órganos electos por sus
propios miembros y que tienen amplios poderes, incluso el de eliminar a
sus miembros, en decisiones prácticamente inapelables.

 El sistema estatal, como el francés, donde las bolsas son


organizaciones gubernamentales y los agentes de bolsa funcionarios de
gobierno.

 El tercer sistema es el mixto, adoptado en nuestro país, donde las


bolsas se organizan como personas jurídicas privadas, pero su
funcionamiento queda bajo supervisión y control estricto del Estado. En
Argentina ello se realiza por intermedio de la Comisión Nacional de
Valores, que funciona en la órbita del M. de Economía y que está
regulada por la ley 17.811.

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La CNV tiene funciones reglamentarias, pudiendo y debiendo dictar las normas
a las que deben atenerse las personas físicas y jurídicas que intervengan en la
oferta pública de títulos valores. Puede: a) requerir informes, b) pedir el auxilio
de la fuerza pública, c) iniciar acciones judiciales, d) denunciar ilícitos y
constituirse como parte querellante.

En nuestro país, las bolsas de comercio deben constituirse como


asociaciones civiles con personería jurídica o como sociedades
anónimas. Las bolsas tienen como finalidad promover y facilitar a
sus asociados la realización de negocios y transacciones sobre
mercaderías o títulos, registrar y publicar las operaciones y ejercer
la representación de las entidades empresarias en todos los
ámbitos, agrupando a los distintos mercados existentes como el
de valores, carne, cereales, etc.

En contrapartida, los mercados de valores son considerados organismos


técnicos de fiscalización y liquidación de operaciones sobre títulos valores. En
ellos se realizan las transacciones sobre los mismos. Las bolsas de comercio,
cuando pretenden intermediar en la cotización de acciones, deben requerir la
autorización previa de la Comisión Nacional de Valores, la que también
autoriza a la oferta pública de un determinado título (Art. 32, Ley 17811).

Las bolsas se encuentran autorizadas para:

 Autorizar, suspender o cancelar la oferta de un determinado título


valor.
 Establecer los requisitos para la cotización de un título.
 Controlar el cumplimiento de las obligaciones legales y estatutarias
de las sociedades que cotizan.
 Dictar normas para asegurar la veracidad de los estados contables
de las empresas que cotizan.
 Publicar los precios de las cotizaciones.

(Art. 30, Ley 17811)Las bolsas también tienen una función de árbitros para
dilucidar los conflictos que se plantean entre sus miembros; se puede decir que
cada mercado de valores organiza su propio tribunal arbitral con apelación ante
el tribunal arbitral general de la Bolsa de Comercio al que pertenezca.

En caso de que un miembro no cumpla con lo resuelto por el tribunal arbitral,


más allá de las sanciones disciplinarias que le corresponden se puede solicitar
la homologación del laudo arbitral dictado ante los jueces de comercio con
competencia a tales fines.

Dentro del ámbito de las bolsas existen algunas instituciones y operatorias que
deben ser mencionadas, tales como:

 Cámaras compensadoras: Son reguladas por el Art. 27 de la ley


17811, y permiten a cada bolsa liquidar las operaciones sin que exista la
transferencia efectiva de dinero. El objeto de la cámara es el de

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compensar por cuenta de cada uno de sus asociados la totalidad de las
operaciones concertadas, a los fines de establecer un saldo final. Se rige
por un reglamento dado por la propia bolsa y no constituye una persona
jurídica, sino una simple operatoria.

 Mercados de valores: Deben constituirse siempre como sociedades


anónimas, con acciones nominativas. En su seno sólo se puede permitir
la negociación de títulos valores previamente autorizados por la CNV
para ser ofertados públicamente, y las operaciones de bolsas que se
concentran en el mercado deben ser realizadas por los agentes de
bolsa, que son accionistas del mismo mercado. Los mercados de
valores dictan las normas que aseguran la transparencia de las
operaciones que allí se concentran.

Agente de bolsa

La ley 17811, en sus Arts. 39 a 51, reglamenta las actividades de los


intermediarios en la oferta y venta de títulos valores, denominándolos agentes
de bolsas. Estos agentes actúan siempre en nombre y por cuenta propios,
como verdaderos comisionistas o mandatarios sin representación. En la
actualidad, tal función se ha visto sobrepasada, actuando los agentes de bolsa
como financistas de las operaciones que conciertan, reuniendo capitales para
las realizaciones de los negocios bursátiles. En estos últimos casos, deben los
agentes someterse a las leyes que regulan la actividad financiera.

Son requisitos para ser agente de bolsa de un mercado determinado:

 Ser mayor de edad.


 Ser accionista del mercado de valores correspondiente.

 Constituir fianza a la orden del mismo.

 Poseer idoneidad para la función y solvencia moral.

 Ser socio de la bolsa a la que pertenezca el mercado.

Por ende, no pueden ser agentes de bolsas los fallidos, las personas en
relación de dependencia con las sociedades que coticen acciones, los
funcionarios nacionales y las personas que ejerzan funciones que se declaran
incompatibles.

Operaciones de bolsas: Debemos puntualizar que las operaciones de bolsas


siempre tienen un origen contractual, por lo que generalmente se las
denomina contratos de bolsa. Estas operaciones se realizan siempre en el
ámbito del mercado de valores o de mercaderías comerciadas, y no ante la
bolsa a la que el mismo pertenece.

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Son contratos de bolsas los celebrados bajo determinadas modalidades, que
se concertan y se cumplen en un mercado y con la intervención de ciertos
intermediarios, denominados agentes de bolsas.

Las operaciones o contratos de bolsa pueden adquirir diversas modalidades a


lo largo de una jornada de bolsa, a saber:

1. Operaciones de contado: Son verdaderos contratos de compraventa


de acciones que realizan los agentes de bolsa. Fontanarrosa dice que
son contratos de ejecución continuada, calificados como de pronta
ejecución, y la propiedad de los títulos queda perfeccionada de acuerdo
a la ley de circulación de los mismos.

2. Plazo firme: El contrato se perfecciona ab initio de la operación, pero


sólo se cumple al final del plazo que las partes han estipulado,
procediéndose en ese momento a la entrega de los títulos y al pago del
precio convenido. Puede darse que el mercado de valores al que
pertenezca el agente garantice o no la operación. En el primer caso, lo
hace en virtud de los fondos que integran el fondo de garantía que se
constituye como un porcentaje de las comisiones de los agentes.
Generalmente, los agentes o el mercado invierten los fondos que
constituyen el fondo de garantía en la adquisición de una acción
autorizada, lo que contribuye a su incremento. En el caso de que el
mercado no garantice la operación, ante su incumplimiento por parte del
agente el propio mercado emite un certificado que tiene fuerza ejecutiva
para reclamar su cobro por vía judicial, la que podrá ser ejercida sobre la
fianza constituida por el agente como condición para comenzar a operar.

3. Operaciones de pase: Son operaciones mediante las cuales un agente


realiza compras de contado y las vende a plazo a otro agente que
realiza la operación inversa. El mercado de valores tiene reglamentado
que las operaciones de pase no pueden ser realizadas por un plazo
mayor a un mes bursátil, a los fines de evitar corridas financieras.

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