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AJOLOTE MEXICANO

El ajolote (Ambystoma mexicanum) del náhuatl āxōlōtl («ā» -atl- ‘agua’, «xōlōtl»
‘animal’: "animal de agua") es una especie de anfibio caudado de la familia
Ambystomatidae. Es endémico del sistema lacustre de la Cuenca de México y ha
tenido una gran influencia en la cultura mexicana. Se encuentra en peligro crítico de
extinción por la pérdida de hábitat, introducción de peces exóticos, sobreexplotación,
contaminación y su consumo como alimento. Es una especie neoténica, es decir,
puede alcanzar la madurez sexual reteniendo sus características larvarias, y al
contrario que la mayoría de anfibios no pasa por un proceso de metamorfosis.
Taxonomía
Los ajolotes se clasifican dentro de la familia de los ambistomátidos. Antiguamente se
los denominó Siredom mexicanum, pero en la actualidad pertenecen al género
Ambystoma. También en un principio se le confundió como ejemplares larvas de la
salamandra tigre (Ambystoma tigrinum) que no habían experimentado la
metamorfosis. Sin embargo, hoy se les reconoce como especies distintas.
Características
Mide alrededor de 15 cm de longitud total, siendo raros los ejemplares que miden más
de 30 cm. El ajolote tiene la apariencia de un renacuajo gigante con patas y cola. Se
caracteriza por tener tres pares de branquias, las cuales salen desde la base de su
cabeza y van hacia atrás, ojos pequeños, piel lisa y patas cuyos dedos son finos y
puntiagudos, pero que no desarrollan uñas. La coloración del ajolote es muy variable:
en estado silvestre, la mayoría son de color café oscuro con el dorso negro, el vientre
más claro, y manchas oscuras débiles y poco visibles en flancos y dorso. Sin
embargo, también pueden presentar patrones de coloración diferentes, especialmente
en cautiverio: gris, café, verde pardo, rosado, anaranjado e incluso blanco con ojos
negros, albino dorado, albino blanco o casi negro.
Distribución y hábitat
El ajolote es endémico del Valle de México más concretamente del sistema de canales
de Xochimilco, en la Ciudad de México. Antes de que sus poblaciones se vieran
fuertemente disminuidas habitaba todo el complejo lagunar del valle, incluyendo los
lagos de Texcoco y Chalco, también se encuentran distribuidos por Tlaxcala, en el
municipio de el Carmen Tequexquitla. Su hábitat son lagos o canales de aguas poco
profundas con mucha vegetación acuática. Es una especie semiacuática.
Alimento
Su dieta es muy variada y en vida libre incluye pequeños peces, alevines y acociles
(Cambarellus spp.). En cautiverio, se les alimenta comúnmente con gusanos tubifex,
lombrices de tierra, tenebrios, gusanos y pequeños trozos de carne cruda de pavo,
pollo o restos.
Conservación
El ajolote se encuentra en la categoría de peligro crítico de extinción respecto a su
estado de conservación actual según la lista roja de la UICN. Sus poblaciones en
libertad son muy pequeñas, y la principal causa de su reducción en años recientes es
la grave degradación que ha sufrido su hábitat natural, principalmente a través de la
contaminación de las aguas, pero también por la introducción de especies de peces
que compiten o depredan al ajolote. Otras causas de su grave estado de conservación
incluyen la sobreexplotación y captura como alimento, por sus supuestos usos
medicinales (no constatados) y para el comercio de mascotas, y la quitridiomicosis1
ligada a reducciones de las poblaciones de anfibios a nivel mundial.
Medidas de conservación
Las acciones de conservación se centran en la mejora del lago de Xochimilco, por un
lado, a través de la educación para la conservación del medio y por otro a través de
incentivar el turismo ecológico y la puesta en marcha de trabajos de restauración del
hábitat y la biorremediación. Además, hay varias colonias de ajolotes mantenidas en
cautiverio en todo el mundo, ya que la especie es utilizada en la investigación
biomédica y fisiológica, así como en el comercio de mascotas. Algunas de estas
colonias, como la mantenida en el Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas
Cuemanco (CIBAC), de la Universidad Autónoma Metropolitana, tienen entre sus
objetivos conservar la diversidad genética de la especie. Sin embargo, de momento la
reintroducción no se recomienda, ya que primero hay que mitigar las amenazas en su
medio natural, y las enfermedades y los riesgos genéticos de las poblaciones
silvestres y cautivas deben ser evaluadas. Parte de las poblaciones de ajolote
mexicano se encuentra protegidas dentro del Parque Ecológico de Xochimilco, que
dentro de su plan de rescate incluye un proyecto para la conservación del ajolote. De
manera complementaria, por iniciativa del Darwin Initiative Project del gobierno del
Reino Unido, y con base en talleres técnicos en los que participaron diversos sectores
de la sociedad, se elaboró un Plan de Acción Nacional para el Manejo y la
Conservación del Ajolote en Xochimilco.
En cautiverio
El mantenimiento en cautiverio del ajolote, generalmente, se hace en acuarios y
requiere condiciones agua, pH, filtración, temperatura, luz y alimentación que
satisfagan sus necesidades al emular las que se encuentran en su medio natural.
Dado que el ajolote está protegido por la NOM-059-SEMARNAT-20107 en México, se
deben tramitar permisos para mantener a esta especie como mascota.
Uso como organismo modelo
Se enviaron de la Ciudad de México al Jardin des Plantes de París, en 1863, seis
ajolotes incluyendo un espécimen leucístico. No consciente de la neotenia de esta
especie, Auguste Duméril se sorprendió cuando, en lugar de los ajolotes, encontró en
el vivero una especie "nueva", similar a las salamandras del género Ambystoma. Este
descubrimiento fue el punto de inicio de la investigación sobre la neotenia. No se sabe
a ciencia cierta si en el cargamento no se incluyeron especímenes de Ambystoma
velasci. Vilem Laufberger, en Alemania, utilizó inyecciones de hormona tiroidea
para inducir a un ajolote a desarrollarse como una salamandra terrestre. El
experimento fue realizado también por el inglés Julian Huxley, que no conocía
los resultados de Laufberger, utilizando tiroides molidas. Desde entonces, los
experimentos se llevan a cabo con inyecciones de iodo u hormonas tiroideas
para inducir la metamorfosis.Hoy en día, el ajolote aún se utiliza en la investigación
como un organismo modelo y se cría en grandes números en cautiverio. Son
particularmente fáciles de reproducir, a diferencia de otras salamandras de la familia,
que casi nunca se mantienen en cautiverio debido a las necesidades que implica su
vida terrestre. Una característica atractiva de los ajolotes para la investigación es el
gran tamaño y facilidad de manipulación de los embriones, que permiten ver el
desarrollo completo de un vertebrado en el huevo.
Los ajolotes se utilizan en estudios sobre defectos cardíacos debido a la
presencia de un gen mutante que causa falla cardíaca en los embriones. Ya que
los embriones sobreviven casi a término a pesar de la carencia de función del
corazón, el defecto se puede observar con facilidad. El ajolote también se
considera un modelo animal ideal para el estudio del cierre del tubo neural, esto
debido a las similitudes en la formación del tubo y placa neural entre humanos y
ajolotes, en los que, a diferencia de las ranas, no se encuentran escondidos
debajo de una capa de epitelio. También hay mutaciones que afectan otros
órganos, algunas bien caracterizadas y otras no tanto. La genética de las variaciones
de color en los ajolotes también ha sido objeto de estudio. La característica de estos
anfibios que más atrae la atención para la investigación en medicina es su
capacidad de regeneración: el ajolote no forma cicatrices, sino que es capaz de
regenerar apéndices completos en cuestión de meses y, en ciertas condiciones,
inclusive estructuras vitales, como partes del cerebro. También pueden aceptar
fácilmente trasplantes de otros individuos, incluyendo los ojos y partes del cerebro,
restaurando la funcionalidad total de los mismos. En algunos casos, se ha visto
ajolotes que reparan una extremidad dañada y regeneran una adicional,
terminando con un apéndice extra que los hace atractivos para el comercio de
mascotas. En individuos metamorfoseados a su forma terrestre, sin embargo, la
capacidad de regeneración se ve disminuida considerablemente. El ajolote es, así,
utilizado como modelo para el desarrollo de extremidades en vertebrados.

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