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Científicos aseguran: “Jesús no

caminó sobre las aguas, lo hizo sobre


un trozo de hielo flotante”
El Nuevo Testamento describe a Jesús caminando sobre las aguas del mar de Galilea,
pero según una investigación de un prestigioso oceanógrafo estadounidense, lo más
probable es que haya caminado sobre un trozo aislado de hielo flotante, un rarísimo
fenómeno en el norte de Israel.

El estudio fue dirigido por Doron Nof, profesor en la Universidad del Estado de
Florida, con la participación de Nathan Paldor, del Departamento de Ciencias de la
Atmósfera de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Fue editado en el Journal of
Paleolimnología, una publicación referida a la historia de los lagos y lagunas.

Los científicos indagaron acerca de una extraña combinación de condiciones óptimas


del agua y de la atmósfera, que produce un fenómeno único y localizado de
congelamiento, que llamaron hielo de manantiales. Y llegaron a la conclusión de que
pudo haberse formado en la superficie fría del mar de Galilea —conocido hoy como
lago Kinneret, de agua dulce—, cuando las temperaturas de por sí frescas bajaron
abruptamente por muy poco tiempo, durante uno de los dos extensos períodos fríos
ocurridos entre 2.500 y 1.500 años atrás.

No existen registros recientes de congelamiento total de la superficie del lago Kinneret.


Incluso en invierno, las temperaturas son de dos dígitos. Sin embargo, a lo largo de la
orilla oeste existen afloramientos de agua templada y salada. Como la “pluma” formada
por estas surgencias no se diluye cuando el agua está por debajo de los 4ø, es probable
que el agua se haya congelado por encima de los manantiales salados, cuando el clima
era más fresco que en la actualidad.

Los investigadores estudiaron las dinámicas de las regiones adyacentes a los


manantiales, a través de distintos modelos y de un registro paleoceanográfico de la
superficie del mar Mediterráneo. Estimaron que durante los eventos fríos ocurridos
entre 1500 y 2500 años atrás, el hielo de manantiales se produjo aproximadamente
una vez cada 160 años o menos; con el clima actual, en cambio, la probabilidad es de
una en 10.000 años.

Uno de estos manantiales se encuentra en Tabgha, un área donde se han documentado


muchos hallazgos arqueológicos vinculados con Jesús.
Como estas “plumas” miden unos 30 metros, los investigadores piensan que, para un
observador situado a cierta distancia, una persona de pie o desplazándose por encima
puede parecerle que está caminando sobre el agua. Esto se acentúa si llovió después de
formarse el hielo, porque las gotas de lluvia alisan la superficie. Y según el Nuevo
Testamento, era de noche y había tempestad cuando los discípulos vieron a Jesús
caminar sobre las aguas.

“Si esto ocurrió o no, es un asunto que deben decidir los expertos en religión, los
arqueólogos, los antropólogos y los creyentes —señaló Nof—. En tanto científicos, sólo
explicamos que estos procesos únicos de congela miento probablemente hayan
ocurrido en la región muy pocas veces durante los últimos 12.000 años”.

Había una vez una niñita sentada en un parque, todos pasaban por ahí y nadie se detenía para saber  que le
ocurría. Vestida con un traje descolorido, zapatos rotos y sucios, la pequeña estaba sentada mirando a todo el
mundo pasar.

Ella nunca trato de hablar no dijo una palabra. Muchas personas pasaron junto a ella, pero nadie se detuvo. Al
día siguiente, yo decidí volver al parque a ver si la niña todavía estaba ahí en el mismo lugar en el que estaba
ayer....Con la misma mirada de tristeza en sus ojos. Me dirigí hacia ella; al acercarme note que en su espalda
había una joroba. Ella me miro con una tristeza tan profunda que me rompió el alma. Me senté a su lado y
sonriendo le dije; ''Hola''. La pequeña me miro sorprendida y con una voz muy baja respondió a mi saludo.
Hablamos hasta que los últimos rayos del sol desaparecieron. Cuando solo quedábamos nosotros dos y la
oscuridad alrededor, le pregunte porque estaba tan triste. La pequeña me miro y con lagrimas en sus ojos me
dijo; ''Porque soy diferente''. Yo respondí con una sonrisa: ''Lo eres''. Y ella dijo aun más triste: ''Lo sé''. Yo le
dije: ''Pequeña, ser diferente no es malo. Tú me recuerdas a un ángel, dulce e inocente''. Ella me miro, sonrió
y por primera vez sus ojos brillaron con la luz de la alegría. Despacio ella se levanto y dijo: ''Es cierto lo que
acabas de decir?'' ''Si'',  respondí, "Eres como un pequeño ángel guardián enviado para proteger a todos los
que pasan por aquí'' .Ella movió su cabeza afirmativamente y sonrió. Ante mis ojos algo maravilloso ocurrió.
Su joroba se abrió y dos hermosas alas salieron de allí. Ella me miro sonriente y dijo; ''yo soy tu ángel
guardián''.  No sabía que decir. Ella me dijo; "Por primera pensaste en alguien más. Mi misión está cumplida.''
Yo me levante y le pregunte porque nadie la había ayudado. Ella me miro y sonriendo dijo: ''Tú eras la única
persona que podía verme.'' Y  ante mis ojos desapareció.

Después de ese encuentro mi vida cambio drásticamente. Cuando pienses que solo te tienes a ti mismo,
recuerda que tu ángel guardián esta siempre pendiente de ti.

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