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PERÚ
2022–II
PERICIAS EN LOS DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
PECULADO Y COLUSIÓN
“RESUMEN”
La prueba pericial cumple un rol muy importante en los procesos judiciales porque
aporta información específica para aclarar un caso la prueba pericial es un medio
probatorio fundado principalmente en la técnica y la ciencia que aporta un perito, en
base a sus conocimientos específicos y su experiencia. Por eso, en los procesos
judiciales se recurre a la ayuda del perito para comprobar o constatar hechos concretos
de la causa que requieren un análisis especial en un proceso judicial, las partes pueden
valerse de diferentes medios de prueba como por ejemplo el interrogatorio de las
partes, los documentos públicos y privados, el reconocimiento judicial, el
interrogatorio de testigos y el dictamen de peritos. En cuanto a éste último, su principal
objetivo consiste en convencer al juez de la objetividad de las afirmaciones realizadas
por las partes en el proceso.
Tipos de pericias
DELITO DE COLUSION
Colusión agravada
DELITO PECULADO.
El delito de peculado doloso sanciona, en líneas generales, a aquel funcionario que
aprovechando su cargo se apropia o utiliza indebidamente bienes públicos en
provecho personal o de un tercero, mientras que el peculado culposo sanciona a
aquel funcionario que imprudentemente permite que otra persona sustraiga los
bienes públicos. Este delito está tipificado en el artículo 387 del Código Penal tanto
en su modalidad dolosa, como culposa.
1.- El autor del delito de colusión debe ser un funcionario o servidor público;
2.- El autor del delito de colusión además debe tener facultades legales para
intervenir en cualquiera etapa del proceso de contratación;
A ello también contribuye el que una aplicación del artículo 401 del CP respetuosa
del principio de legalidad, en directa vinculación con el de presunción de
inocencia, impide calificar como enriquecimiento ilícito y, por consiguiente,
condenar por semejante acto delictivo el mero hecho de contar, siendo funcionario
público, con un desbalance patrimonial que no encuentra su justificación en las
retribuciones declaradas; ello, en todo caso, podría ameritar una eventual
investigación fiscal. La necesidad de vincular ese desbalance patrimonial a actos
funcionales irregulares se convierte en el eje central de esta figura, lo que exige
acreditar y definir la fuente de la que procede ese patrimonio indebido. Si ello
conduce a actos ya tipificados bajo específicas formas delictivas, la figura del
enriquecimiento ilícito, sencillamente, cede su paso ante esa particular conducta
criminal generadora del incremento patrimonial ilícito.