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Sesión 3. Desarrollo de las economías iberoamericanas
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Objetivo cognitivo.
Analizar el Desarrollo Humano mediante sus componentes para relatar como se
construye el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Objetivo procedimental.
Integrar los elementos necesarios del IDH mediante la metodología propuesta por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para su elaboración.
Objetivo actitudinal.
Seleccionar entidades regionales y/o globales mediante la información disponible
para realizar diagnósticos de desarrollo humano y sus implicaciones en la economía.
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Para la presente sesión, abordaremos los siguientes subtemas:
1. Definición de desarrollo humano y su medición
2. Comparativa del desarrollo humano
3. Impactos económicos del desarrollo humano
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Nuestro primer Subtema compete a la Definición de desarrollo humano y su
medición
“El desarrollo humano tiene por objeto las libertades humanas: la libertad de
desarrollar todo el potencial de cada vida humana —no solo el de unas pocas ni
tampoco el de la mayoría, sino el de todas las vidas de cada rincón del planeta—
ahora y en el futuro. Esta dimensión universal es lo que confiere al enfoque del
desarrollo humano su singularidad”. Helen Clark, (2017).
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Clark (2017) también argumenta que dicho principio pese a ser muy ambicioso y poco
realista (en este momento), acorde al último reporte del PNUD, destaca un progreso
significativo en el desarrollo humano, tales como una población más longeva, más
familias logran salir de la pobreza extrema, existe menos desnutrición, entre otros.
Sin embargo, esto no se ha logrado de manera equitativa y no en todos los casos
aplica.
No obstante, dicho informe resalta los avances del Desarrollo Humano en un lapso de
25 años, cuyo período se comprende de 1990 a 2015 de manera significativa,
experimentando exclusión y desafíos, especialmente en grupos vulnerables y
minorías.
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Dado lo anterior, nos preguntamos entonces:
¿Qué se debe hacer para combatir la exclusión y continuar con los avances que
hasta ahora se han obtenido?
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Respondiendo la pregunta anterior, se muestra la figura 1, donde se exhiben los
objetivos de desarrollo sostenible que en el Informe de Desarrollo Humano han
acordado la mayoría de los países a través de sus rondas y encuentros. Estos
objetivos empatan con la Agenda 2030 en tres aspectos: i) Ambos se vinculan en el
universalismo, es decir la mejora de libertades, ii) Erradicar la pobreza extrema y
garantizar la igualdad de género y iii) El principio de sostenibilidad se mantiene.
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Sin embargo, para cumplir con los objetivos mostrados, es importante tener un
indicador que nos permita medir el desarrollo humano, y realizar comparativas entre
países y toma de decisiones; por tanto, se utiliza el Índice de Desarrollo Humano
(IDH) propuesto inicialmente por Amartya Sen el cual es desarrollado por Mahlub ul
Haq, mismo que utiliza el PNUD desde 1990 (Griffin, 2001).
Dentro de la metodología para la construcción del IDH, el PNUD toma en cuenta los
siguientes componentes para su cálculo:
1. Esperanza de vida al nacer
2. Años promedio de escolaridad
3. Ingreso per cápita
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A continuación se muestran las dos metodologías para calcular el IDH, el cual, es
importante mencionar que dicho índice oscila entre los valores 0 y 1, para ello, se
clasifica en cuatro categorías y tres subcategorías:
• Cuando el IDH es MUY ALTO, los rangos son entre 0.900 y 1.000
• Cuando el IDH es ALTO, los rangos son entre 0.800 y 0.899
• Cuando el IDH es MEDIO, los rangos son entre 0.500 y 0.799
• Cuando el IDH es BAJO, los rangos son entre 0.000 y 0.499
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A continuación se presenta un mapa de la distribución del IDH acorde al informe del
PNUD 2016 a nivel mundial.
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Dado que el IDH se calcula con la esperanza de vida, el ingreso per cápita y la
escolaridad, a continuación se muestran las metodologías para calcularlo.
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Sin embargo, dada la ecuación anterior, y la especificidad de cada componente, es
importante mostrar como se calcula cada uno de ellos.
• Del Índice de Ingreso per cápita (IPIB) en la ecuación (1.3), se calcula dividiendo el
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logaritmo del Ingreso per cápita ajustado (PIB PPA) en dólares menos el logaritmo
del ingreso mínimo (100) entre el logaritmo del ingreso máximo, es decir, 40 mil
menos el logaritmo del ingreso mínimo (100).
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Con la nueva metodología, existen cambios importantes, comenzando por el IDH, ya
no se calcula a partir de una media aritmética como se efectuaba anteriormente (ver
ecuación 1), sino que ahora se calcula a partir de una media geométrica,
expresándose el nuevo índice con al siguiente ecuación:
IDH = (IS*IE*II)1/3
Es decir, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es igual al producto del Índice Salud
(IS), Índice de Educación (IE) e Índice de Ingreso (II), elevado al exponente (1/3) o
bien, se puede expresar como la raíz cúbica del producto. Nótese que las
dimensiones o componentes para calcular el IDH no cambian. Sin embargo, la
medición de dos componentes cambian ligeramente.
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Sin embargo, dada la ecuación anterior, y la especificidad de cada componente, es
importante mostrar como se calcula cada uno de ellos.
• Índice de Salud (antes Esperanza de Vida) de la ecuación (2.1) mantiene la misma
metodología anterior, pero con nuevos máximos y mínimos, es decir 83.4 y 20
años desde que nacen.
• Índice de Educación (IE), de la ecuación (2.2) obtenemos la raíz cuadrada del
producto de los Índices de años promedio escolares en adultos mayores a 25 años
o más y el de años esperados de escolaridad para personas entre 6 y 24 años de
edad, dividido entre el máximo de educación, que por convención metodológica su
valor es 0.978. Asimismo, de dicho índice calculamos sus subcomponentes:
• La ecuación (2.2.1) corresponde al primer término, es decir, Índice de años
promedio escolares y se calcula dividiendo años promedio de escolaridad
en adultos de 25 años o más entre el máximo de años escolarizados de la
misma población (que por metodología el dato se fija en 13.1).
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• La ecuación (2.2.2) corresponde al segundo término, es decir, Índice de
años esperados de escolaridad y se calcula dividiendo años esperados de
escolaridad de personas menores a 25 años de edad entre el máximo de
años esperados de escolaridad de la misma población (que por convención
metodológica se fija en 18).
• Por consiguiente, para calcular los años esperados de escolaridad
(ver ecuación 2.2.2.1), aplicamos la sumatoria de dividir a la
población matriculada de edad “i” en un ciclo escolar “t”, entre, la
población de edad “i” en un ciclo escolar “t”.
• Del Índice de Ingreso per cápita (II) expresada en la ecuación (2.3), la calculamos
dividiendo el logaritmo del Ingreso Nacional Bruto per cápita ajustado con el Poder
de Paridad de Compra (PPC) en dólares americanos menos el logaritmo del ingreso
mínimo (100) entre el logaritmo del ingreso máximo, es decir, 107,721 dólares
menos el logaritmo del ingreso mínimo (100).
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En el presente cuadro (Figura 3), se muestran las diferencias que hay entre ambas
metodologías utilizadas por el PNUD al construir el IDH.
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2. Comparativa del desarrollo humano.
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Como se pudo observar, el índice de Desarrollo Humano pese a ser un indicador
relativamente sencillo de calcular. Asimismo, es importante no solo construirlo sino
realizar comparativas a nivel regional, nacional e internacional con fines de análisis
económico y de desarrollo.
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En la figura 4, se muestran algunos países segmentados por categorías, tal es el caso
de la primera, correspondiente a un MUY ALTO DESARROLLO HUMANO, se muestra
como Noruega es el país por excelencia en términos de desarrollo humano, ya que se
ha mantenido no solo en la categoría sino en primer lugar durante varios años.
Asimismo, se observa como de América del Norte son Canadá y Estados Unidos
quienes mantienen un muy alto desarrollo también.
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De la figura 4.1, correspondiente básicamente al DESARROLLO HUMANO MEDIO, se
aprecia como la mayoría de los países iberoamericanos se ubican en el este rubro. Al
respecto de México y Brasil, se observan comportamientos similares, así también, los
incrementos graduales y paulatinos de su IDH a diferencia de Chile o Argentina. Sin
embargo, es importante puntualizar como los cuatro países mencionados y gran
parte de Latinoamérica, en términos de desarrollo humano están por encima de
China, la segunda potencia económica más grande del mundo.
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En cuanto a la figura 4.2, se observa un IDH por segmentos tanto a niveles de
categorías como regiones. Para el caso de Latinoamérica y el Caribe, en promedio
mantiene un IDH entre el nivel medio y alto, considerando que hay países a niveles
altos y varios aunque son a nivel medio e están cerca de brincar al umbral de alto
desarrollo. Tal es el caso de Uruguay y Panamá por ejemplo (ver figura 4.1)
Por último, se observa el IDH promediado a nivel mundial, el cual mantiene un nivel
MEDIO.
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De la gráfica 1, los niveles de desarrollo humano sectorizado por regiones han ido
mejorando, aunque se aprecia como a partir del 2010 ha ido en incremento a un
ritmo menor, reflejando importantes avances en salud y educación de acuerdo con
las cifras oficiales y el incremento de desarrollo humano en países desarrollados
incrementó 46% mientras que los países emergentes el aumento fue de 40% (en
ambos casos es una tasa promedio de crecimiento que toma en cuenta un período de
1990 a 2015).
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3. Impactos económicos del desarrollo humano.
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Los impactos económicos que pueden atribuirse al desarrollo humano no solamente
es como la construcción del indicador mismo, sino en sus componentes. Griffin
(2001) comenta como a mediados de la década de los setenta del siglo pasado la
Organización Internacional de Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés) afirmó que el
desarrollo debe ser en pro de la creación de empleo y satisfacción de las necesidades
humanas, tales como la alimentación, vestido, calzado, vivienda y educación básica, y
por supuesto, la redistribución del ingreso.
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Uno de los impactos económicos que han sido observados a través del IDH es la
reducción de la pobreza extrema a nivel mundial, pese a que la población ha
incrementado, es decir, para el año 1990 se estimó una población de 5 mil 300
millones de habitantes y veinticinco años más tarde se calcularon 7mil 300 millones;
la pobreza se redujo en más de mil millones de habitantes (PNUD, 2016).
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Un desafío importante es la distribución de la riqueza, ya que se encuentra más
concentrado en los deciles más altos. Y se considera un desafío para los nuevos
objetivos del milenio planteados para el 2030 (PNUD, 2016).
Como se puede ilustrar en la gráfica 2, el ingreso del 1% más rico se vio incrementado
en 46%, quedando entonces en el 10% más acaudalado. Es decir, el 1% más rico
aumentó sus ingresos, pasando del 32% al 46% de incremento. Lo cual, es una tarea
ardua y de mucha voluntad no solo política sino empresarial (actuando a través de los
salarios y mejores condiciones de trabajo y cumplimiento de los derechos humanos y
garantías) que debe monitorearse constantemente para su cumplimiento.
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Conclusiones…
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Si deseas ahondar más sobre el Subtema, te invito a consultar la siguiente bibliografía
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