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Algunas cosas que sé sobre liderazgo y una anécdota sobre mi experiencia docente.

“Dejaron hombres armados a igual distancia y se acercaron cada uno con


un intérprete; eran los generales más grandes de su tiempo, comparables,
además, con cualquier rey o general de cualquier nación de toda la historia
anterior a ellos. Guardaron silencio unos instantes mirándose uno al otro
como sobrecogidos de admiración mutua”.

Encuentro entre Aníbal Barca y Publio Escipión. (Tito Livio historia de


Roma desde su fundación. libro XXX)

La docencia es sin lugar a duda una de las actividades mas exigentes que se pueden
realizar, la misma requiere -como he dado cuenta a lo largo de los años- de esfuerzos
mentales y físicos que nunca sospeché. Mi practica ha tenido sus cimas y sus valles, pero en
cada etapa ha dejado grandes lecciones, una de ellas, quizá la más valiosa es haber formado
(y seguir formando) un líder en mí y a partir de allí un líder en otros.

El presente ensayo es más una reflexión que una fría comparación entre autores, no
significa esto que tenga carácter personalísimo, todo lo contrario, lo que busca es poner de
manifiesto que cada autor es un líder, que cada experiencia es única, que cada contexto es
diferente. Sea que usted se dedique a la gerencia de grandes empresas, al comando de
tropas, a la dirección pública, o como en mi caso, a enseñar la lengua inglesa, todos los que
dirigimos grupos somos lideres y nuestro impacto a veces es mucho mayor de lo que
podemos imaginar por ello estoy seguro de que algo de lo plasmado en estas líneas puede
servir de modesto ejemplo a alguien, quien lo sabe.

¿Qué es liderazgo?

La definición básica de liderazgo es aquella que afirma “que es ir adelante” esto en sentido
lato parece un sinsentido o una perogrullada, sin embargo, tal acepción encierra en sí
misma un significado más profundo, ya que en efecto un líder es una persona que va
adelante, que marca pautas y que señala un camino, y eso es precisamente lo que hacen los
lideres en todos sus niveles. No obstante, y pese lo anterior, existe hoy en día una
tendencia a pensar que el liderazgo nos conduce hacia el futuro, cuando en realidad es un
ejercicio presente. Esto se debe a que el liderazgo responde a desafíos diarios y Drucker
(1999) afirma que “quienes afirmen que los desafíos del hoy se conviertan en desafíos del
mañana quedaran rezagados” por ende podemos concluir con este autor que el liderazgo no
es mas que “un llamamiento a la acción”.

¿Cuántos tipos de lideres existen?

Luego de haber dado una definición básica hemos de pasar a hablar de los tipos de
liderazgo, tema ampliamente debatido y más en nuestros días donde se venden modelos de
todo tipo. Bástenos con visitar una librería y dirigirnos a la sección de “liderazgo” para
constatar con pasmo cuantos tipos de manuales se ofrecen como “el manual definitivo” que
le enseñará a afrontar cualquier reto que se le presente, hay manuales para el líder de
familia, hay manuales para el político, manuales para el docente etc. Ahora, si usted es una
persona familiarizada con este tipo de textos podrá echar de ver que todos tienen una
estructura similar, y lo primero que abordan es una especie de “clasificación” de los lideres
para que el lector se inspire y desee seguir el ejemplo que se nos quiere vender y esto es lo
que da el sentido a la pregunta con la que abrimos este acápite, ¿Cuántos tipo de lideres
existen? Nuestra respuesta es: tantos como lideres hay. Si esta respuesta resulta
insatisfactoria podemos decir apegarnos a aquellos que parafraseando a weber proponen los
siguientes tipos de liderazgo ajustados a personas y a situaciones a saber:

1. Liderazgo autocrático: el poder absoluto

En este el líder es el único en tomar las decisiones y los demás deben acatar sus
órdenes. Es útil para situaciones críticas de pronta respuesta. Sin embargo,
causa insatisfacción cuando se ejerce durante demasiado tiempo pues requiere
de una personalidad estricta y autoritaria para que funcione.
2. Liderazgo burocrático: al margen de las reglas

Un líder burocrático sigue el manual al pie de la letra y se encarga de que


las personas en su equipo también lo hagan. Son eficientes y se aferran a
los planes trazados.

3. Liderazgo democrático: todos participan

“Construir en equipo, pero con una guía clara” es la definición adecuada


para el cuarto de los tipos de liderazgo. Acá el líder escucha las opiniones
de todos y luego toma la decisión más adecuada. Además, tiene una
personalidad mediadora y proactiva para resolver las faltas de consenso
que surjan dentro del equipo.

4. Liderazgo transaccional: orientado a los objetivos

Acá la persona es recompensada por sus logros y el líder se beneficia con


el cumplimiento de las tareas.

5. Liderazgo Laissez-faire: déjalo ser

Se trata de un líder que se involucra poco en las actividades de sus


trabajadores, pues confía en sus capacidades para llevar a cabo sus
funciones sin supervisión constante.

6. Liderazgo orientado a las personas: mejorar el ambiente

Este tipo de líder busca resaltar el valor humano por encima de la


retribución económica. Son personas protectoras y al servicio de los otros.
Para sacarle provecho, debes priorizar la creación de ambientes de
convivencia donde el trabajador pueda desarrollar el máximo de sus
capacidades.

7. Liderazgo orientado a la tarea: conseguir objetivos


La contraparte al anterior de los tipos de liderazgo. En este se busca
alcanzar las metas y propósitos por encima del bienestar del equipo de
trabajo. Para ello, debes priorizar la definición de objetivos, ordenar las
actividades y los roles de cada trabajador.

8. Liderazgo carismático: motivar a los otros

Relacionado con la personalidad del animador, este líder inspira, alienta y


motiva a las personas a su alrededor. Además, busca crear un ambiente de
trabajo amistoso.

9. Liderazgo natural: nacido para ello

Aquí vemos personalidades capaces de liderar de forma simple la


consecución de logros, satisfaciendo a su vez las necesidades de sus
trabajadores. Si siempre tomas la iniciativa y tu proyecto de vida es ser
líder, de seguro naciste para el liderazgo natural.

10. Liderazgo transformacional: verdadera confianza

Se trata de un líder cuyo propósito es integrar a cada uno de sus


trabajadores, cambiando sus expectativas, percepciones y motivándolos a
trabajar día a día. Son personas emprendedoras y consejeras. Para
aprovecharlo, debes generar apropiación de los valores, metas e ideas para
que el proyecto crezca.

¿Un líder se nace o se hace?

Luego de haber visto algunos de los modelos de liderazgo propuestos es necesario aclarar
que ninguna persona que sea líder o ejerza liderazgo se ajusta estrictamente a uno solo de
los estilos que hemos señalado antes, sino que los mismos sirven como marco de referencia
a partir de los cual podemos ubicarnos y a partir de allí implementar estrategias para
concretar metas y objetivos. Pero, lo dicho no responde nuestra pregunta, el líder ¿nace o se
hace? Esta pregunta no es nueva en modo alguno, ya que filósofos como platón y Sócrates
o historiadores y biógrafos como Tito Livio y Plutarco se la formularon, de ello dan cuenta
sus libros y los personajes que refieren. En sus paginas encontramos hombres de
inmarcesible virtud o de execrable vicio, que bien podrían caber en alguno de los ejemplos
que mencionamos, sin embargo, cada uno a su modo dejó huella en la historia, y un líder lo
hace. En cuanto a mi opinión sobre el asunto creo que se nace para liderar y también que en
muchos casos las circunstancias no impelen a liderar. Por ello nacen lideres y se hacen
lideres.

A manera de anécdota. Mi nombre y mi liderazgo.

como uno desea mencionar a un personaje ilustre con el que se si bien no se comparte la
grandeza por lo menos sí el nombre, en mi caso, me gusta decirles a mis estudiantes que
soy descendiente del gran Publio Cornelio Escipión, el más grande de los generales
romanos, el conquistador de Cartago, el vencedor de Aníbal el primero en ser saludado con
el título de emperador y el que ganó África para Roma. Después de tan humilde
presentación y ya con la atención ganada y una que otra risa doy comienzo a la conquista
de las jóvenes mentes en las que espero que se anide algo más que el verbo to be.
Bibliografía.

Drucker P. (1999) los desafíos para la gerencia del siglo XXI. Norma.

Weber M. (1922) Economía y Sociedad. Fondo de Cultura Económica

Livio T. Historia de Roma desde su fundación. (1982) Gredos.

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