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La docencia es sin lugar a duda una de las actividades mas exigentes que se pueden
realizar, la misma requiere -como he dado cuenta a lo largo de los años- de esfuerzos
mentales y físicos que nunca sospeché. Mi practica ha tenido sus cimas y sus valles, pero en
cada etapa ha dejado grandes lecciones, una de ellas, quizá la más valiosa es haber formado
(y seguir formando) un líder en mí y a partir de allí un líder en otros.
El presente ensayo es más una reflexión que una fría comparación entre autores, no
significa esto que tenga carácter personalísimo, todo lo contrario, lo que busca es poner de
manifiesto que cada autor es un líder, que cada experiencia es única, que cada contexto es
diferente. Sea que usted se dedique a la gerencia de grandes empresas, al comando de
tropas, a la dirección pública, o como en mi caso, a enseñar la lengua inglesa, todos los que
dirigimos grupos somos lideres y nuestro impacto a veces es mucho mayor de lo que
podemos imaginar por ello estoy seguro de que algo de lo plasmado en estas líneas puede
servir de modesto ejemplo a alguien, quien lo sabe.
¿Qué es liderazgo?
La definición básica de liderazgo es aquella que afirma “que es ir adelante” esto en sentido
lato parece un sinsentido o una perogrullada, sin embargo, tal acepción encierra en sí
misma un significado más profundo, ya que en efecto un líder es una persona que va
adelante, que marca pautas y que señala un camino, y eso es precisamente lo que hacen los
lideres en todos sus niveles. No obstante, y pese lo anterior, existe hoy en día una
tendencia a pensar que el liderazgo nos conduce hacia el futuro, cuando en realidad es un
ejercicio presente. Esto se debe a que el liderazgo responde a desafíos diarios y Drucker
(1999) afirma que “quienes afirmen que los desafíos del hoy se conviertan en desafíos del
mañana quedaran rezagados” por ende podemos concluir con este autor que el liderazgo no
es mas que “un llamamiento a la acción”.
Luego de haber dado una definición básica hemos de pasar a hablar de los tipos de
liderazgo, tema ampliamente debatido y más en nuestros días donde se venden modelos de
todo tipo. Bástenos con visitar una librería y dirigirnos a la sección de “liderazgo” para
constatar con pasmo cuantos tipos de manuales se ofrecen como “el manual definitivo” que
le enseñará a afrontar cualquier reto que se le presente, hay manuales para el líder de
familia, hay manuales para el político, manuales para el docente etc. Ahora, si usted es una
persona familiarizada con este tipo de textos podrá echar de ver que todos tienen una
estructura similar, y lo primero que abordan es una especie de “clasificación” de los lideres
para que el lector se inspire y desee seguir el ejemplo que se nos quiere vender y esto es lo
que da el sentido a la pregunta con la que abrimos este acápite, ¿Cuántos tipo de lideres
existen? Nuestra respuesta es: tantos como lideres hay. Si esta respuesta resulta
insatisfactoria podemos decir apegarnos a aquellos que parafraseando a weber proponen los
siguientes tipos de liderazgo ajustados a personas y a situaciones a saber:
En este el líder es el único en tomar las decisiones y los demás deben acatar sus
órdenes. Es útil para situaciones críticas de pronta respuesta. Sin embargo,
causa insatisfacción cuando se ejerce durante demasiado tiempo pues requiere
de una personalidad estricta y autoritaria para que funcione.
2. Liderazgo burocrático: al margen de las reglas
Luego de haber visto algunos de los modelos de liderazgo propuestos es necesario aclarar
que ninguna persona que sea líder o ejerza liderazgo se ajusta estrictamente a uno solo de
los estilos que hemos señalado antes, sino que los mismos sirven como marco de referencia
a partir de los cual podemos ubicarnos y a partir de allí implementar estrategias para
concretar metas y objetivos. Pero, lo dicho no responde nuestra pregunta, el líder ¿nace o se
hace? Esta pregunta no es nueva en modo alguno, ya que filósofos como platón y Sócrates
o historiadores y biógrafos como Tito Livio y Plutarco se la formularon, de ello dan cuenta
sus libros y los personajes que refieren. En sus paginas encontramos hombres de
inmarcesible virtud o de execrable vicio, que bien podrían caber en alguno de los ejemplos
que mencionamos, sin embargo, cada uno a su modo dejó huella en la historia, y un líder lo
hace. En cuanto a mi opinión sobre el asunto creo que se nace para liderar y también que en
muchos casos las circunstancias no impelen a liderar. Por ello nacen lideres y se hacen
lideres.
como uno desea mencionar a un personaje ilustre con el que se si bien no se comparte la
grandeza por lo menos sí el nombre, en mi caso, me gusta decirles a mis estudiantes que
soy descendiente del gran Publio Cornelio Escipión, el más grande de los generales
romanos, el conquistador de Cartago, el vencedor de Aníbal el primero en ser saludado con
el título de emperador y el que ganó África para Roma. Después de tan humilde
presentación y ya con la atención ganada y una que otra risa doy comienzo a la conquista
de las jóvenes mentes en las que espero que se anide algo más que el verbo to be.
Bibliografía.
Drucker P. (1999) los desafíos para la gerencia del siglo XXI. Norma.