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Investiga los factores sociales de todo tipo (político, económico, cultural y moral) que
influye en la creación, mantenimiento, modificación e incluso desaparición del derecho y
de los valores jurídicos, entendiendo el Derecho en un sentido amplio que incluye,
además de las normas al sistema jurídico tal como es realmente aplicado y las diversas
instituciones, órganos y profesiones que operan dentro de él; investiga también los
factores sociales que influyen en la eficacia o ineficacia del Derecho, tratando de explicar,
entre otras cosas, las causas de la no aceptación social o de la no aplicación de un Derecho
vigente o de concretas normas jurídicas, así como las causas que impiden o que
determinan que una normatividad vivida en una sociedad llegue a convertirse en un
Derecho vigente.
En otro orden la Sociología Jurídica estudia la influencia del Derecho y de los valores
jurídicos sobre la realidad social, desarrollando ejes como el de las funciones del Derecho
en la sociedad considerada en su conjunto, el de los efectos sociales de normas o
instituciones jurídicas concretas, el de la función de los juristas en la sociedad, entre otras
temáticas.
Es necesario focalizar que estudiosos de esta rama de la Sociología, señalan como objeto
de la Sociología Jurídica dos problemas fundamentales: el “problema del Derecho en la
sociedad”, relativo a la posición, función y fin del Derecho en la sociedad considerada en
su conjunto y el “problema de la sociedad en el Derecho”, es decir, de los factores sociales
que están presentes e influyen en el ámbito del Derecho y que pueden dar lugar a un
Derecho libre, vivo, latente o en formación, al lado de Derecho formalmente vigente.
Debemos entender la Sociología del Derecho como “la parte especial de la Sociología que
describe y explica la influencia del derecho en la vida social y a su vez de qué modo los
fenómenos sociales y culturales se convierten en normas e instituciones jurídicas y por
qué”. Adviértase que estamos describiendo un sendero de “doble mano”, es decir, por
una parte, indagamos cómo influye el sistema normativo en la vida social y por la otra, de
qué modo la sociedad propicia la creación de nuevas normas e instituciones jurídicas. Por
ello y si pensamos objetivamente, la Sociología del Derecho tiene tanta legitimidad e
importancia como la Sociología Económica, la Sociología Educativa o la Sociología Política
con la que tiene una relación estrecha, en razón que las decisiones legítimas se imparten a
través de normas. Esto explica, a su vez, el extraordinario desarrollo que ha tenido como
campo de investigación científica en el último siglo.
La Sociología Jurídica, puede precisarse como una rama de la Sociología en General o,
diremos, en relación de la nueva convención, de la Sociología General. Es una rama de la
Sociología General, con el mismo título que lo es, por ejemplo, la Sociología Religiosa, la
Sociología Económica, la Sociología del Conocimiento o la Sociología de la Educación. Es
aquella especialidad de la Sociología General que tiene por objeto una variedad de
fenómenos sociales: los fenómenos jurídicos o fenómenos de Derecho. La palabra
fenómeno es capital, ya que marca de golpe la intención de mantenernos dentro de las
apariencias y de renunciar a alcanzar sus atributos. Es decir, los de fenómenos jurídicos.
Como el Derecho sólo existe en virtud de la sociedad, se puede permitir que todos los
fenómenos jurídicos sean, de alguna manera o al menos, fenómenos sociales. La premisa
reversa, empero, no es cierta. No todos los fenómenos sociales son fenómenos jurídicos.
Existe lo social no jurídico, formado por lo que se denomina los fenómenos de costumbres
o usos sociales. La persona que, en un comedor, comienza por la sopa y termina con el
postre y que luego de su consumo pide la cuenta, brinda repetidamente el espectáculo de
un fenómeno de costumbres (primero al ingerir lo salado antes que lo dulce ha observado
una regla no escrita de las sociedades occidentales) y después un fenómeno de Derecho
(se ha sentido obligada en virtud de un contrato ha de pagar lo consumido).
Cabe asimismo una concepción amplia de la Sociología Jurídica que la desarrolle a todos
los fenómenos sociales en los cuales se acierte algún elemento del Derecho, aunque este
dispositivo se halle surtido con otros y no en estado puro. Así pensada, la Sociología
Jurídica no tiene que restringir sus indagaciones a los fenómenos primarios, sino que
puede comprender fenómenos secundarios y derivados, tales como la familia, la
propiedad, el contrato, la responsabilidad, etc. El hecho de que en estos fenómenos
existan contribuciones de la sociedad que no pasan a través del Derecho, no es requisito
capaz para declarar ineficaz respecto de ellos a la Sociología Jurídica y competente, por el
contrario, a la Sociología General o a cualquier otra especialidad separada de esta última.
Es legítimo colegir de la pluralidad de efectos unas capacidades asistentes. No intimamos
deducir que la Sociología Jurídica haya de cortar para ella sola la cara que le interese y
renunciar a las otras (las costumbres, la ética, la economía, etc.) a la Sociología General.
Un desmembramiento similar del fenómeno social sería algo adulterado. Las dos
Sociologías, la general y la particular, tienen una aptitud semejante para aprisionar el
fenómeno íntegramente. En suma, se deberá aprehenderlo en el orden que le es propio.
Verbigracia, en el caso del matrimonio, la Sociología General indagará primero las
relaciones de costumbres, los factores económicos, entre otros, y hallará las reglas
jurídicas singularmente en el perímetro, como una causa eventual de tirantez, mientras
que la Sociología Jurídica partirá de las pautas y sólo inmediatamente inquirirá la forma en
que las reglas resultan sustentadas, o por lo inverso, evacuadas de su intríngulis por los
usos sociales, por la economía, etc. La variedad misma de las maneras debe admitir una
dominante penetración del fenómeno. La Sociología Jurídica respecto al Derecho y para
serle útil a este, debe tratar de cumplir una doble finalidad, una función científica y una
función práctica. La sociología del derecho parte de la premisa de que el derecho se
manifiesta en un contexto social, y no tiene sentido sin él.
La sociología jurídica tiene como objeto de estudio las relaciones entre derecho y el
comportamiento social. Sin embargo, cada vez es más evidente el vínculo con otras
ciencias que pueden tener temas comunes de interés, como lo antropología, la economía,
la política y la historia y que a su vez los estudios sociojurídicos se aproximan a uso de
métodos y enfoques propios de estas disciplinas. Hoyen día es muy difícil en la práctica y
esforzarse por marcar líneas divisorias puede ser un esfuerzo vano toda vez que lo que es
realmente importante es el resultado final de los estudios y formulaciones teóricas. Por
otra parte, cada vez es más difusa la línea que separa los distintos objetos de estudio, así
como sus métodos y propósitos. En el ámbito de las ciencias sociales y humanas, la
interdisciplinariedad implica una aproximación entre diferentes disciplinas, métodos y en
ocasiones profesionales, para dar una explicación de una realidad cada vez más compleja.
Hoy en día marcar una frontera entre la sociología jurídica y otras disciplinas sociales
resulta inocuo, también sabemos que es necesario establecer alguna identidad epistémica
entre las diferentes disciplinas. Lo ciertos es que la sociología jurídica posee una vocación
interdisciplinaria y transdiciplinaria. Situación positiva ya que a través de ella se promueve
un abordaje del conocimiento integral que da cabida a un espacio más abierto para la
creación del conocimiento.