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ESTADO
El autor se remonta hasta los orígenes históricos del estado para explicar su forma
contemporánea y crisis. Hay definiciones que explican que el Estado tiene tres características:
2) El gobierno es servido por personal especializado como funcionarios, para tomar decisiones
militares por ejemplo.
3) La entidad es reconocida por otras. El estado es soberano, tiene leyes y una autoridad.
Fontana explica que estas condiciones no se han dado siempre de la misma manera. El
estado ha tenido formas distintas en culturas y momentos diversos. Si queremos entender el
concepto de estado necesitamos analizarlo históricamente.
Orígenes
El estado, entendido como la forma de organización civil de las colectividades humanas estables,
es muy antiguo. Nace cuando un grupo de hombres (mayor a una tribu por ejemplo) se coordinan
bajo un mando único.
En la edad media existió también la forma de estado islámica. Donde el poder se le atribuía a los
califas, soberanos universales del Islam. Tras la desaparición del califato, el estado Islámico se
organizó en torno al sultán. El sultanato culminó con el imperio otomano: monarquía hereditaria
basada en el poder militar.
Había lugares donde la monarquía había conseguido debilitar el poder de las cortes y
legislaba directamente. En otros casos como en Francia, el rey había podido imponer
administración directa a algunas provincias pero debía tolerar en otras la continuidad de las cortes
y privilegios. En Inglaterra, la confrontación entre la monarquía y el parlamento la ganó este en el
siglo XVII y se pudieron asentar los principios de un gobierno representativo.
Ni siquiera donde los soberanos legislaban personalmente sin ninguna oposición se puede
decir que tuvieran un poder absoluto. Ya que carecían de una administración adecuada y no tenían
capacidad para controlar el territorio más allá de la corte.
NACIÓN
Fontana dice que es más fácil definir nacionalismo que nación. El nacionalismo es una de
las fuerzas más poderosas y problemáticas del mundo moderno. Es una fuerza que nace de la
adhesión de los hombres a una idea. En un principio es una fuerza neutral: ni buena ni mala,
depende del uso que se le aplique.
Hay visiones étnicas del origen de las naciones y es evidente que hay casos en que la etnia
puede proporcionar lo fundamental de una conciencia nacional. Se considera en general que la
existencia de un pasado cultural compartido, la lengua, costumbres, visión común de la historia; es
una condición necesaria para la nacionalidad. Estos signos de identificación son históricos, han
nacido de una evolución.
Todo esto puede formar una conciencia nacional. Es necesaria una colectividad que
reivindique rasgos de identidad, que tenga proyectos colectivos, y que recuperen signos distintivos.
ESTADO- NACION
De la revolución francesa salió un nuevo modelo de estado que modernizaba los principios
de los sistemas representativos, con una constitución escrita que definía las reglas.
El rasgo más importante de esta nueva forma de estado era el hecho de que se identificaba
con la nación y basaba el pacto social en la pertenencia del conjunto de sus miembros a una
colectividad con una cultura, una historia y una lengua comunes. Para evitar confusiones de
estado-nación con la nación conviene ver cómo ha nacido.
Los viejos estados del absolutismo, al ver erosionarse las monarquías de origen divino en
que se fundamentaban, han optado por transformarse convirtiéndose en naciones. Los estados-
nación de la Europa contemporánea han nacido en la mayoría los casos sobre fronteras de las
viejas monarquías que juntaban naciones diferentes, cuyas personalidades han sido
homogeneizadas en una conciencia unitaria cultural impuesta desde arriba en un proceso de
ETNOGENESIS.
Para reforzar el sentido de identidad se inventaron los himnos nacionales, las banderas y el
patriotismo.
Se dan dos situaciones diferentes: la de los estados plurinacionales y la de las naciones sin
estado. Hay naciones sin estado como por ejemplo los gitanos. O estados que no necesariamente
son una nación.
Hay dos aspectos del estado-nación que hay que examinar: el de LA AUTONOMÍA del
estado y el de la igualdad política de los ciudadanos.
El estado es autónomo, se supone que es una entidad neutral. El estado habla en nombre
de todos pero sirve muchas veces a los intereses de determinados grupos y perjudica a otros. Esto
condujo a una visión crítica del estado como trampa al servicio de los grupos dominantes.
IMPERIO Y COLONIAS
El estadio superior al de estado-nación moderno ha sido el de imperio, entendido como
una reunión de territorios bajo un mismo dominio personal, como eran los imperios del pasado,
como un proyecto destinado a favoreces el crecimiento económico de la metrópoli con la
explotación de unas colonias que la proveen de materias primas y consumen sus manufacturas. La
historia de este imperialismo moderno se desarrolla en 1850 a 1950. Su edad de oro en 1880 y
1914.
Inglaterra tenía un fuerte apoyo gracias a la disponibilidad del mercado de la india, que vio
prosperar grandes colonias de población en América y Oceanía. Sirvió de estímulo a otros países
europeos para fundar sus propios imperios. Francia lo construyó en África y en el sudeste asiático
(Indochina), Holanda contaba con las islas de las indias orientales (actual indonesia), Bélgica
nacionalizó el estado libre del Congo.
Los que llevaban retrasados al reparto del mundo se lanzaron a disputarse lo que quedaba.
Los grandes imperios ingleses y franceses no resultaron rentables para el conjunto de las
sociedades metropolitanas. Los estudios que se hicieron sobre los costes y beneficios del imperio
británico muestran un balance final negativo, lo que llevo a concluir que fue el resultado de una
equivocación de gobernantes.
En algunos casos representaba más un gasto (recursos) que un beneficio. Fontana dice que
dentro de la misma nación imperial el beneficio fue de manera desigual porque los costos de la
dominación imperial lo pagaban todos, pero los beneficios se los quedaban las empresas,
inversores o grandes comerciantes que lograban adquirir determinados recursos de las colonias.