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COMO SANAR EL HÍGADO GRASO

6 Julio 2022
By Karim A Nesr

Vamos a ver qué es el hígado graso o esteatosis hepática, cuáles son sus causas y como
curarlo, y cual es la dieta que nos ayudará a limpiar el hígado que es el segundo órgano
más grande del cuerpo. Ayuda a procesar nutrientes de alimentos y bebidas, y filtra
sustancias dañinas de la sangre.

El hígado graso es una enfermedad que hay que tomar en serio pues puede avanzar y
ser causa de cirrosis y de cáncer de hígado.

Sepa como su alimentación actual puede estar causando este problema en el hígado,
otras causas de hígado graso y el poder de los antioxidantes y el ejercicio físico para
combatirlo.

¿Qué es el Hígado Graso?

Es una acumulación de grasa en el hígado que se produce por un desequilibrio entre el


aporte y eliminación de triglicéridos, un tipo de grasas, en las células del hígado.

Los ácidos grasos que se utilizan para la formación de triglicéridos en el hígado derivan
de la dieta, la síntesis y del tejido graso acumulado en el cuerpo.

Cuanto mayor sea el contenido de grasa en una dieta o el organismo no pueda


metabolizar rápidamente la grasa consumida, mayor será el exceso que se encontrara
en el hígado.

Causas de hígado graso

 Alcoholismo
 Género: Las mujeres son más propensas al hígado graso que los hombres, debido
a la diferencia en el trabajo del hígado
 Historia familiar
 Embarazo
 Obesidad y sobrepeso
 Niveles altos de colesterol en la sangre
 Diabetes
 Infección por hepatitis C
 Aumento de las cantidades de hierro en el cuerpo
 Ciertos medicamentos como aspirina, esteroides, tetraciclina
 Enfermedades autoinmunes
 Desnutrición
 Pérdida excesiva de peso

 Síntomas

En muchos casos, el hígado graso no causa síntomas evidentes. Pero podría sentirse
cansado o experimentar molestias o dolor en la parte superior derecha del abdomen.

Algunas personas con enfermedad del hígado graso desarrollan complicaciones,


incluyendo cicatrices en el hígado. La cicatrización hepática se conoce como fibrosis
hepática. Si desarrolla fibrosis hepática severa, se conoce como cirrosis.

La cirrosis puede causar síntomas como:

 Pérdida del apetito


 Pérdida de peso
 Debilidad
 Fatiga
 Hemorragia nasal
 Picazón en la piel
 Ictericia (coloración amarilla de la piel y en los ojos)
 Grupos de vasos sanguíneos similares a telarañas bajo la piel
 Dolor abdominal
 Distensión abdominal
 Hinchazón en las piernas
 Acumulación de líquido en el cuerpo o ascitis
 Aumento de las mamas en los hombres
 Confusión

Grasas, calorías, comida chatarra

La comida chatarra, los procesados, frituras, refinados... son las principales fuentes de
grasas y calorías en la dieta de muchas personas, y en muchos casos a esas grasas las
acompañan harinas refinadas y fructosa que predisponen al hígado graso.
Por ejemplo: hamburguesas, pizzas, tortas, bollería industrial, platos precocinados,
frituras en aceítes de semillas…

Carbohidratos simples, azúcar, edulcorantes, dulces, bollería industrial, harinas


blancas...

Una alimentación rica en carbohidratos promueve la síntesis de triglicéridos en el


hígado.

Por ejemplo, el jarabe de maíz alto en fructosa se encuentra en muchos productos


envasados como gaseosas, refrescos, jugos, galletas, cereales y hasta en salsas de
ensaladas.

Un exceso en el consumo de estos alimentos hace que los carbonos de la dieta se


dirijan al hígado para aumentar la síntesis de triglicéridos.

A diferencia de la glucosa, la fructosa de este jarabe circulante se absorbe casi


completamente por el hígado y lo afecta de la misma manera que lo haría un alto
consumo de alcohol.

Llevar una dieta alta en fructosa durante 6 días puede incrementar 6 veces la síntesis
de grasas, la resistencia a la insulina, la cual conduce a mayor acumulación de grasa en
el cuerpo y aumenta los triglicéridos.

Carbohidratos complejos, harinas integrales, arroz, tubérculos, verduras, frutas...

Es importante también evitar el exceso de carbohidratos en su dieta.

Los carbohidratos procedentes de alimentos saludables como verduras, frutas, harinas


integrales y arroz en cantidades mayores a su gasto diario por actividad física, se
acumulan como triglicéridos en el hígado.

Es por esto que una dieta occidental conduce a enfermedades como las que vamos a
ver y después a la aparición de hígado graso.

Deficiencia de Colina (vitamina B7)

Una de las causas del desarrollo y complicación del hígado graso es la deficiencia de
colina.
La colina participa en el metabolismo del hígado. Un bajo contenido puede deberse a
un consumo pobre de alimentos como brocoli, garbanzos, coliflor, espinacas, semillas
de calabaza, berenjenas. Los alimentos que la contienen en mayor cantidad son la
carne y el hígado de ternera y los huevos.

Factores genéticos

La presencia de un gen PNPLA3 duplica la posibilidad de desarrollar hígado graso.

Se ha observado que este gen es prevalente en la población hispana y se asocia con


una presencia de hígado graso 3 veces mayor.

Por este motivo las personas de origen hispano deben cuidar aún más su dieta,
evitando los excesos y cuidando su estilo de vida para prevenir esta enfermedad.

ENFERMEDADES QUE CAUSAN HÍGADO GRASO

Obesidad

La presencia de obesidad abdominal predispone a sufrir hígado graso.

Esto se debe a que la presencia de grasa entre los órganos o grasa abdominal cuenta
con mayor capacidad para liberar ácidos grasos que son captados por el hígado.

Dislipemia. Niveles de LDL o triglicéridos demasiado altos.

El aumento de grasas (ácidos grasos y triglicéridos) en sus células incrementan los


triglicéridos y colesterol malo en el hígado y se reduce el colesterol bueno, lo que
conduce al hígado graso.

Diabetes

Un aumento de azúcar en sangre incrementa los niveles de insulina, aumentando los


triglicéridos y esto predispone a hígado graso.

De este modo el hígado graso puede formar parte del síndrome metabólico, con la
resistencia a la insulina como principal conexión.
Resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina puede ser una consecuencia de la obesidad o diabetes tipo 2


y colaborar en el aumento de grasas en los hepatocitos (las células del hígado).

La resistencia a la insulina además puede llevar a un aumento de la producción de


sustancias inflamatorias que hacen que el hígado graso progrese.

Síndrome metabólico

El hígado graso es considerado actualmente como una característica más del síndrome
metabólico en conjunto con la obesidad central, diabetes, dislipemia, hipertensión y
enfermedad cardiovascular.

Principalmente la disminución de la sensibilidad a la insulina produce alteración de las


grasas, acumulación en el hígado y oxidación que conduce a largo plazo al daño en el
hígado.

COMO LIMPIAR EL HÍGADO GRASO. TRATAMIENTO

Perder peso con una dieta adecuada y la actividad física diaria mejoran el hígado graso.

La pérdida de peso necesaria se recomienda de 5 a 10% del peso inicial o 0, 5 a 1.5 kg


por semana.

Se considera normal una cantidad de un 5% de grasa en el hígado, un mayor contenido


conduce a un aumento del riesgo de padecer hígado graso.

El porcentaje de grasa total en el cuerpo no debería superar el 25% de la masa corporal


total en la mujer y el 30% en el hombre adulto, para evitar la acumulación de grasa en
los órganos como el hígado.

Valores Normales de grasa corporal (%) según edad y sexo

Edad Hombre Mujer

20-29 7-17 % 16-24%

30-39 12-21 % 17-25%


40-49 14-13% 19-28%

50-59 16-24% 22-31%

+ 60 17-25% 22-33%

Fuente: American College of Sport Medicine

No se aconseja un descenso de peso rápido porque altera al hígado al acelerar la


destrucción de grasas.

ALIMENTACIÓN PARA LA CURACIÓN

Si observamos las causas de desarrollo del hígado graso, una alimentación saludable es
de gran importancia para la prevención de esta enfermedad.

La dieta mediterránea es la más apropiada para prevenir y curar el hígado graso.

Es fundamental la reducción al máximo o incluso eliminar el consumo de grasas


saturadas, alimentos refinados como pan blanco, dulces como fructosa y sacarosa en
refrescos, gaseosas y jugos. Estos productos favorecen la síntesis de triglicéridos en el
hígado como ya hemos dicho y predisponen al organismo a las enfermedades que
causan el hígado graso como dislipemia, diabetes, resistencia a la insulina.

La dieta ideal si padece hígado graso, es rica en grasas monoinsaturadas así como
ácidos grasos omega-3 y baja en carbohidratos.

Es necesario aumentar el consumo de granos enteros con moderación y consumir


abundante cantidad de frutas y verduras, aceite de oliva, nueces, frutas, verduras,
legumbres y pescado, alimentos que poseen un alto aporte de fibra, fitoquímicos y
ácidos grasos omega 3 muy beneficiosos para la prevención y tratamiento del hígado
graso.

Estos alimentos y nutrientes cuentan además con virtudes antiinflamatorias y permiten


lograr valores normales de azúcar e insulina en sangre, regulando además la cantidad
de grasas en el metabolismo, impidiendo su acumulación.

Las personas con hígado graso consumen menos grasas poliinsaturadas, fibra,
vitaminas antioxidantes como la C y E.
La incorporación de alimentos ricos en vitamina E a la dieta ha demostrado reducir el
contenido de grasa en el hígado.

La vitamina E (aceites, nueces, verduras de hoja verde como el brócoli y las espinacas,
semillas como la soja, el germen de trigo, la levadura de cerveza. También puede
encontrarse en alimentos de origen animal, como la yema de huevo) y C (papaya, kiwi,
frutas rojas y piña, pimientos, brócoli, col rizada, coliflor... ) reducen la inflamación en
el hígado lo que evita la progresión del daño.

Mantenga niveles adecuados de vitamina D la deficiencia de este micronutriente se


asocia con el desarrollo de hígado graso. La vitamina D se encuentra en pescados como
salmón y atún, hongos, queso curado y yema de huevo y tomar el sol cada día es
indispensable.

Es importante incorporar Vitamina D3 (colecalciferol) para corregir las enzimas


hepáticas incrementadas y el hígado graso, efecto que no se logra solo con la vitamina
D. La mejor forma de obtener vitamina D es tomando el sol, si es posible totalmente
desnudos, si no, con la mayor parte posible de piel expuesta.

Se encuentra en mariscos, salmón, arenques, atún, sardinas, bonito, carne de pollo,


ternera, conejo, hígado de ternera, de pollo, yema de huevo, queso curado,
champiñones..

SÚPERALIMENTOS PARA EL HÍGADO GRASO

Hay alimentos específicos que protegen y ayudan a recuperar el hígado graso como por
ejemplo:

 Ajo

El consumo de ajo en dietas altas en grasas brinda protección del desarrollo de hígado
graso al actuar sobre la vía de una proteína AMPK y así evitar el aumento de las grasas
en el cuerpo.

Además, es un antibiótico natural y antiinflamatorio, ayuda a desinflamar el hígado, es


depurativo de la grasa y el colesterol, el ajo crudo mejora la resistencia a la insulina y el
metabolismo de los lípidos, aporta antioxidantes previniendo el hígado graso.
 Café

Según estudios, el consumo de café reduce la acumulación de grasa en el hígado y


ejerce un efecto protector contra el cáncer de hígado al disminuir la inflamación y el
estrés oxidativo de las células.

 Bayas de goji

Las Bayas de goji son ricas en betacarotenos, vitamina C, minerales y polisacáridos,


contienen betaína y betasitosterol, principios activos útiles para reducir el colesterol y
evitar el hígado graso, pero destaca la presencia de sustancias antioxidantes como
carotenoides, zeaxantinas y xantófilos. Además del hígado protegen a otros órganos
muy importantes como los riñones y el corazón. Ayudan a mejorar la circulación
sanguínea, evitando así la formación de coágulos de sangre.

 Cardo Mariano

Por su parte el Cardo mariano contiene silibina y flavolignatos como la silimarina,


betacarotenos y flavonoides con poder hepatoprotector, antinflamatorio y
antioxidante que previenen las complicaciones del hígado graso. Además estimula la
proliferación de nuevas células en el hígado.

EJERCICIO, CONTROL DEL PESO

La actividad física contribuye a incrementar las mitocondrias en el músculo y aumentar


un tipo de fibras tipo I. Además ayuda reducir la grasa en el hígado por el descenso de
peso.

En las mitocondrias de las células se produce la oxidación de ácidos grasos por lo cual el
ejercicio físico regula la grasa en el hígado.

Una persona con hígado graso debe practicar de 20 a 60 minutos de ejercicio rítmico
moderado que incluya los grupos musculares grandes y realizarse al menos 5 días a la
semana.

Si se necesita que haya descenso de peso se deben sumar más de 250 minutos de
ejercicio a la semana, si solo hay que prevenir el aumento de peso un tiempo de entre
150 a 250 minutos a la semana suele ser suficiente.
Si la persona lo tolera, es aconsejable un entrenamiento de intensidad entre moderada
y alta al menos 3 días a la semana para mejorar la sensibilidad a la insulina.

Cuente con su médico

Si sospecha que puede padecer hígado graso, consulte con su médico, hable con
confianza con el y pídale que le guíe para utilizar la dieta y productos naturales como
primera estrategia de abordaje antes de recurrir a los fármacos.

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