Un Phineas Gage de

nuestro tiempo

Gage, es la situación más habitual en la

literatura neuropsicológica en cuanto

tiene relación con pacientes con lesión

en la corteza prefrontal. Lo

sorprendente, es que pese a lo

estrepitoso que ha sido el percance,

Gage sobrevive, camina, habla y ríe

como si no hubiese pasado nada. La

lesión cerebral que había sufrido,

otorgó a comprender un elaborado realmente sorprendente, esto ha sido, que aun cuando los

procesos cognitivos representantes del intelecto, a saber la idealización, la abstracción, el

lenguaje, la memoria de trabajo entre otros, no estuvieran involucrados, y aun cuando el

razonamiento de las convenciones sociales se mantuviera, la práctica de dichos últimos podría

verse enormemente alterados gracias a una lesión cerebral en la corteza prefrontal Entremediar

(CPVM).

Elliot mostro un cociente intelectual de rango superior, ya que se le realizaron varios exámenes

psicológicos y neuropsicológicos que evaluaron su memoria, su habilidad perceptual, la

capacidad para calcular, entre otros; pero todos demostraron que él tenía habilidades superiores

o iguales al promedio. En la década de 1960, la psicóloga Brenda Milner mostró que los pacientes

con lesiones cerebrales a menudo estaban en riesgo en este estudio, y otros investigadores

confirmaron repetidamente este hallazgo Elliot ha tenido éxito en seis categorías con 70 empates,

un resultado que la mayoría de las personas con lesiones del lóbulo frontal no pueden alcanzar.
Una estimación inadecuada basada en el razonamiento es otro indicador de una funcionalidad

intelectual más avanzada que comúnmente se ve afectada en pacientes con mal en el lóbulo

frontal. Por otro lado, otros pacientes presentan este patrón de disociación, sin embargo, por lo

menos según los datos que poseemos, no hay una disociación tan catastrófica.

• Respuesta del Desafío

Cuando se retomó el caso de Elliot, fue con un distinta perspectiva, ya que la preocupación por

su estado de inteligencia, funcionamiento de sus herramientas racionales y por otros motivos,

fue dada en vano, por que presentaba un adecuado control de sus emociones, sin embargo, un

análisis a profundidad, reveló que había ausencia de algo, ya que al momento de contar su

historia, Elliot lo hacía de manera tranquila no presentaba sufrimiento alguno, contrario al

terapeuta que sentía sufrimiento con solo pensar lo que le había pasado. Es por ello, que se le

designó al terapeuta Daniel, el cual trabaja la estimulación visual, teniendo como resultado, el

que Elliot le es indiferente a algunas emociones, esto resume que Elliot es alguien que sabe, pero

no siente, por lo tanto, se volvió aplicar más estudios conciencia y consecuencia brindando

resultados óptimos. Finalmente, esto nos da a entender que el caso de Elliot y Gage, eran un paso

para entrar de lleno a la neurobiología de la racionalidad.