La visión del mundo con los ojos del arte y la filosofía Eleazar Asael Quiroz

A lo largo de la historia, los seres humanos que habitaban la Grecia antigua por
ahí del siglo VI a.c. tuvieron la necesidad de crear una herramienta que los llevara
a contestar sus preguntas, un artefacto sustantivo que revelara sus profundos
misterios y como si de un espiral se tratara, llegar hasta el centro de este.
El nacimiènto de la Filosofía mas allá de ser un hecho histórico, fue la píldora
inefable, cuyos efectos fueron totalmente el alivio de la humanidad, pues meterse
en los profundos bosques de la duda y del saber, es totalmente enriquecedor.
Ahora bien, con la filosofía y la cantidad de preguntas por responder,
evidentemente existía la cuestión del sentimiento interno, de las arritmias ante lo
inexplicable, de lo bello, del bienestar que producía la lirica de Mesòmedes de
creta, de los poemas eróticos de Safo de Lesbos o, hasta del mismo sentimiento
que emerge de una relación de amistad. ¿Qué es esto que siento? ¿Cómo lo
explico? ¿Por qué me produce alegría?

Tras la inconmensurable cantidad de sucesos que han construido la historia, los

seres humanos, al ser participes de los mismos hechos, se han visto en la
necesidad de justificar su sentir y su pensar mediante poemas, pinturas,
esculturas, cartas o por que no, uno que otro tratado. Mencionar la palabra “arte”
desencadena una serie de definiciones que podrían confundirnos así que esta vez
el arte es lo que ampara a nuestro sentir y a nuestro pensar, es la producción de
los mas intimo de nuestro ser.

En la historia surgen personajes que se distinguen por querer crear una identidad
definitoria que los distinga de los demás, crean un pensamiento que relacióna sus
sentimientos con su contexto y de esta combinación nacen objetos maravillosos
que comunican su presente.

En la vena màs profunda del prerromanticismo alemán o mejor conocida como

“Sturm und Drang” lidereada por Goethe y Shiller en el siglo XVII, y la cual se
caracteriza por la renovación de la estética y la literatura, la libertad subjetiva e
individual, las emociones del artista y la oposición a la iliustraciòn alemana se
encuentra un personaje que lleva al limite el modelo de nostalgia y luto. Georg
Phillip Friedrich Von Hardenberg o conocido por su seudónimo Novalis, es la clara
evidencia de como un suceso puede cambiar la perspectiva de un pensamiento
pues la muerte de Sofi, esposa de novalis inspira a este a crear el “idealismo
mágico” y escribe los himnos a la noche en donde podemos percibir como novalis
logra tener una conexión con su “yo” interno, con la naturaleza y como la tristeza y
la noche pueden fundirse para crear un pensamiento dulce que revolucione
cualquier melancolía.

Por otro lado, en Francia, como una forma de expresar la visión del mundo y de la
revoluciòn francesa, podemos distinguir el enfoque que tiene el arte sobre su
contexto. Igualdad, Libertad y Fraternidad son los valores que preceden este
suceso no solo en el arte sino en el pensamiento moderno ya que la ansiedad por
distinguirse del otro, crea la libertad de crear y desapegarse de las técnicas
academicistas. Es por eso que la máxima “Liberté, Égalité et Fraternité” le grita a
la sociedad francesa que cualquiera, puede hacer lo mismo que hacen los demás.

Los sucesos trascendentales son aquellos que pausan la continuidad del tiempo y
es por eso que perduran. Son episodios que necesitan ser representados de
cualquier forma, son momentos que implican pasión para hacer revoluciones. El
placer que se obtiene al representar al presente se debe a que lo bello esta en
pensar su cualidad esencial. Pensemos en América latina y sus grandes héroes;
por ejemplo, José María Morelos y Pavón que en Los sentimientos de la nación
describe la soberanía de un país de una forma impetuosa y en la cual se respiran
los aires de libertad de una sociedad.
El arte y la filosofía están destinados a convivir una con la otra, son piezas clave
que nos ayudan a sensibilizar el alma, son factores indispensables que nos
permiten entender al mundo y a explicarlo. El arte y la filosofía son tan bellas como
el nacimiento de los prerrafaelitas que, tras un rechazo sublime a la academia de
Rafael, crean obras perfectas en las cuales podemos sentir nuestro lugar en el
mundo y nuestra posición en la naturaleza.