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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Derecho y Criminología

 
Métodos Alternos y Soluciones de Conflictos

Ensayo:
“Proceso de mediación.”

Karla Leticia Cancino Junco – 1988614

Jesús Roberto Garza Castillo

  

Ciudad Universitaria, San Nicolás de los Garza, Nuevo León a 2 de febrero de


2022.
¿Qué es la mediación?

La mediación es un sistema para resolver conflictos entre dos o más personas y


donde un tercero imparcial, llamado “mediador”, ayuda a que las partes puedan
encontrar por sí mismas una solución al conflicto puntual. Tiene como finalidad
intrínseca llegar a la solución integral de un conflicto entre partes, evitando de este
modo llegar a la instancia judicial.

Características de la mediación.

En el sistema judicial tradicional, incluso los casos más simples pueden demorar
años en resolverse. Pero hay estadísticas que demuestran que un proceso de
mediación dura, como promedio, un mes y medio durante el cual se celebran
sesiones con duración de una o dos horas máximo, las reuniones de mediador con
las partes pueden ser semanales o quincenales dependiendo del caso y del
criterio del mediador.

En este proceso las partes conservan el poder de comunicar sobre el conflicto que
les afecta. El mediador no tiene facultad decisoria. Su función consiste en manejar
el proceso, facilitando la comunicación entre las partes a fin de que sean los
propios interesados quienes arriben a una solución equitativa, pacífica y justa.

La mediación ofrece un procedimiento simple, lineal, claro, ajeno a formalidades y


gratuito.

Constituye un proceso de absoluta confidencialidad, por lo que es ideal para


aquellos casos en los que las partes involucradas, por determinada razón, no
desean que el conflicto trascienda frente a terceros o frente a la opinión pública.
Por otra parte, la información que se maneja en un proceso de mediación no
puede ser presentada en juicios o arbitrajes posteriores.

La mediación como proceso de comunicación entre las partes, orientadas hacia la


búsqueda de una solución compartida, evita que la relación se destruya. Y dirige
sus esfuerzos a que sean las partes en conflicto las que desarrollen soluciones
satisfactorias para ambos.

Las decisiones que, dentro de un proceso de mediación, toman conjuntamente


todas las partes afectadas, puede adaptarse a la medida de las necesidades de
cada una de ellas, satisfaciendo sus intereses reales, con fórmulas originales y
creativas.

La experiencia nos demuestra que las personas que llegan a un acuerdo por si
mismas son más propensas a cumplirlo que cuando un tercero ajeno al conflicto
(en este caso el Juez) les dice o impone lo que tienen que hacer. También están
mejor dispuestas a “renegociar” sus acuerdos, cuando las circunstancias cambian.
Perfil y características del mediador.

Algunas de las características personales de un buen mediador son la originalidad,


la actitud conciliadora, el autocontrol, el sentido del humor y la espontaneidad,
diferenciándolas de las profesionales que tendría que ver con aspectos formativos
y éticos.

El mediador como tercero neutral que facilita el proceso de diálogo en general


debe tener una serie de características relacionadas con conocimientos,
habilidades, actitudes y aptitudes necesarias.

Algunas actitudes, aptitudes y habilidades, que un mediador debe ser capaz de


demostrar:

 Capacidad para escuchar activamente y para empatizar profundamente con


las partes.
 Capacidad de analizar problemas, identificar y separar los temas
involucrados, y tomar una decisión o llegar a una resolución con respecto a
los mismos.
 Capacidad de usar un lenguaje verbal y escrito en un tono neutral y claro.
 Sensibilidad hacia los valores que las partes viven y defienden, incluyendo
temas relacionados con el grupo étnico, el género y las diferencias
personales o culturales.
 Capacidad para tratar con objetivos e información insuficiente, compleja y a
veces confusa.
 Presencia y tenacidad. Capacidad para sostener un compromiso expresado
con la honestidad, el respeto a las partes y la capacidad de crear y
mantener el control de un grupo diverso de personas en disputa.
 Capacidad para identificar y para separar los valores personales de la
persona.
 Capacidad de permanecer neutral y objetivo bajo las presiones de las
partes, equilibrando las diferencias de poder entre las partes.
 Capacidad para establecer una relación de interés por el discurso ajeno, de
conexión, respeto y empatía.

De modo más específico, los mediadores especializados en conflictos


organizacionales deben tener un amplio perfil como consultores en gestión de
conflictos, así como un perfil específico mediador, todo ello complementando en
equipos inclusivos, multidisciplinares y estables, que proporciones un modelo de
actuación para las personas de las organizaciones.

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