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FISIOTERAPIA II

UNIDAD I –Climatoterapia
1.1. Concepto
La climatología es el tratado de los climas, pero la climatología
médica considera el
clima como factor determinante de efectos favorables o desfavorables
sobre los seres
humanos. Ya Hipócrates destacaba que el sol, el agua, los vientos y los
restantes fac-
tores o elementos climáticos eran importantes en el mantenimiento y en
la recuperación
de la salud. Esta es la base de la actual bioclimatología y climatoterapia.
Pero, dado que
estos factores también pueden ser alterantes, surge el meteoro
patología. Todas estas
ramas de la ciencia se pueden considerar integrantes de la ecología,
que se ocupa de
las relaciones entre los seres vivos y el medio ambiente.
1.2. ¿Qué son los factores climáticos y cuáles son?
Los factores climáticos son aspectos que determinan o ejercen influencia
sobre los elementos climáticos. Son ellos los que justifican las
características de los tipos de clima. Entre los principales factores
climáticos destacan: latitud, altitud, maritimidad, continentalidad,
masas de aire, vegetación, corrientes marítimas y relieve
el clima de un determinado lugar se caracteriza, pres-
cindiendo de factores extraterrestres (radiaciones, luminosidad, etc.),
por la combina-
ción estable de los diversos factores meteorológicos o atmosféricos y
geológicos o telú-
ricos. En efecto, en la composición de la atmósfera más cercana es
trascendente para
todo ser vivo su contenido en: oxígeno, carbono, nitrógeno, gases
inertes, ionización,
etc.; temperatura, humedad, nieblas y nubes, precipitaciones, vientos,
etc.; factores geo-
lógicos o telúricos, como constitución del suelo, configuración, latitud,
altitud, distribu-
ción de mares y tierras, vegetación, etc.
Estos factores actúan siempre sobre el organismo y su capacidad de
respuesta, pero
su influencia se ejerce básicamente sobre los mecanismos reguladores
de las funciones
vegetativas. Asimismo, hay que considerar que tanto las acciones
como las respuestas
no se producen de forma aislada o independiente, sino de manera
conjunta o asociada,
lo que dificulta el conocimiento preciso de cuál es el factor realmente
actuante.
Realmente, hasta las situaciones más sencillas dependen de cambios
complejos. Así,
por ejemplo, una elevada temperatura supone variaciones en la
humedad, movimientos
del aire, radiación ultravioleta, etc.; la altitud implica cambios en la
presión atmosférica,
temperatura, humedad, etc.

1.3. Tipos de Clima y sus Características.


En teoría es posible encontrar diferentes tipos de clima, sin embargo,
en la práctica los
límites no están tan bien definidos, y las variaciones que se suceden
en el año, hacen
difícil las definiciones. Se dividen en:
1. Clima de llanura.

Característica: escasa ventilación todo el año, excepto ante el paso


de una perturbación
atmosférica. Frecuente ionización positiva del aire, escasas
precipitaciones, elevada
presión atmosférica. Humedad relativa frecuentemente elevada.
Escasa radiación ultra-
violeta.
2. Clima de bosque-colina.

Características: ventilación escasa con alguna brisa a


determinada hora del día, con
presión atmosférica menos elevada que en la llanura, humedad
relativa baja, ionización
del aire fundamentalmente negativa. Buena transparencia del aire.
Menor grado de in-
solación que la llanura, por la neblina invernal. Precipitaciones no
abundantes.
3. Clima de montaña, que a su vez se divide en baja, media, alta
montaña, y clima
alpino.
BAJA MEDIA ALTA

Características: baja montaña (700 a 1 200 m), media montaña (1


200 a 1 600 m), alta
montaña (1 600 a 2 000 m), clima alpino (más de 2 000 m).
La ventilación va acentuándose en la medida que la altura es mayor,
además la tempe-
ratura disminuye al igual que la presión atmosférica, la ionización
siempre es negativa.
La humedad relativa suele ser baja, pero las precipitaciones pueden
aumentar con la
altura, así como la insolación, y, por ende, la intensidad de la
radiación ultravioleta.
4. Clima de grandes lagos.

Características. La ventilación es favorable, la presión atmosférica es


elevada, la tem-
peratura fresca, y la humedad relativa alta, mucho más en la mañana
con la formación
de neblina. Existe buen nivel de precipitación, la insolación es alta, y
la radiación ultra-
violeta es intensa.
5. Clima continental.

Características. La ventilación es poco acentuada, la presión


atmosférica elevada, la
temperatura tiene significativas variaciones, la humedad relativa
siempre es elevada, la
ionización del aire es predominantemente positiva. Las
precipitaciones son poco regu-
lares, la radiación ultravioleta escasa por la presencia de neblina.
6. Clima marino.

Características. Aquí se trata de lo que se podría llamar más


propiamente talasoterapia,
o sea, que incluye no solo los baños de agua salada, sino también la
exposición al aire
y las radiaciones solares. La combinación equilibrada de esos
elementos, al actuar so-
bre el metabolismo orgánico, favorece tanto la asimilación como
la desasimilación, lo
que promueve la desintoxicación. A esa acción se debe añadir el
aumento de apetito,
un mejor funcionamiento intestinal y gástrico, la activación de la
circulación sanguínea
y la disminución del ritmo de las contracciones cardíacas, la mayor
producción de gló-
bulos rojos, la estimulación de los movimientos respiratorios y la
oxigenación general
del organismo. En resumen, los efectos fisiológicos son
simultáneamente tonificantes,
estimulantes y reconstituyentes.

1.4. Acción de los climas sobre el organismo.


las acciones más destacadas sobre el organismo son: sedante,
pero cuando las horas de sol son suficientes, tónica y activante de las
funciones respi-ratorias, circulatorias, hemopoyéticas y metabólicas.
Podemos citar las acciones sobre el organismo de algunos climas.
Clima de altitud o de montaña. Los efectos de este clima sobre el
organismo son: esti-mulante y tónico general, aumenta la frecuencia y
amplitud de los movimientos respira-torios y estimula el ritmo
cardíaco.
Clima marítimo. En cuanto a las acciones de estos diversos climas
sobre el organismo,
suele predominar la estimulante o tonificante, tanto más cuanto más
abierto y activo sea
el mar. Esta acción se manifiesta prácticamente sobre todas las
funciones orgánicas, pero es preciso tener en cuenta que, en zonas
cálidas, el clima marino puede ejercer
efectos sedantes.
Clima forestal. En general, las zonas boscosas dan mayor estabilidad
térmica, protec-
ción contra los vientos y purificación de la atmósfera.
Asimismo,elevan el contenido
iónico, en particular de cargas eléctricas negativas, de donde
proceden sus efectos esencialmente sedantes sobre el organismo y
estimulantes del metabolismo, y de los
cambios respiratorios y de la oxigenación tisular.

1.5. Técnicas de la curva climática. Autoionización.


lo primero que hay que determinar
es cuál puede ser el clima más favorable para el enfermo que se va a
tratar y, seguida-
mente, qué peculiaridades debe reunir dicha cura para que pueda ser
realmente eficaz.
Con estos fines, lo más conveniente es recurrir a las denominadas
“estaciones climáti-cas”, que se asientan en lugares privilegiados, ya
sean de llanura, de altitud o marítimos,
disponen de instalaciones y servicios adecuados para la mejor
atención de los enfermos y son realmente especializadas, lo que
potencia extraordinariamente la eficacia de este
proceder, siempre complejo.

1.6. Acción terapéutica.


− La cura climática es un factor coadyuvante importante en el
tratamiento de múl-
tiples procesos, puesto que las funciones respiratorias,
cardiovasculares, hemo-
poyéticas, digestivas, metabólicas, etc. pueden verse influidas.
− Está comprobado que el clima de montaña es favorable en
determinados proce-
sos tuberculosos pleurales o pulmonares.
− El clima costero es beneficioso en tuberculosis con localizaciones
ganglionares
y osteoarticulares.
− Los climas secos y templados son favorables en afecciones
reumáticas.
− Los climas de temperatura moderada y poco húmedos, de
escasa altitud, son
beneficiosos en afecciones hepatobiliares.
− Los climas de llanura o poca altitud, protegidos de los vientos y de
temperatura
y humedad medias, son favorables en distonías vegetativas o
manifestaciones
disreaccionales de tipo alérgico, dispepsias hiperesténicas y úlcera
gástrica; los
climas suaves de mediana altitud son aconsejables en procesos
renales en los
que el frío es mal tolerado.
− Los climas sedantes de llanura o lacunares son beneficiosos en
individuos hi-
perexcitables y distónicos vegetativos.
− Los climas de montaña y marítimos, por su riqueza en radiación
solar, dan ex-
celentes resultados en diversas dermatosis, en particular en psoriasis,
especial-
mente si se asocian con talasoterapia; los climas fuertes, excitantes,
deben evi-
tarse en trastornos metabólicos graves, pero pueden ser favorables
en obesida-
des pletóricas no complicadas.

2.
FISIOTERAPIA II – UNIDAD 1

− Finalmente, es destacable la beneficiosa acción de los cambios


climáticos en
procesos alérgicos respiratorios, en los que pueden hacer
desaparecer todas
sus manifestaciones. Además, en estos procesos, el clima de
montaña puede
ser muy favorable y también el clima marítimo, en particular en
niños adenoi-
deos, en los que puede estimular sus mecanismos de defensa y
liberarlos de los
factores agresores de su ambiente habitual.
1.7.    Indicación, contraindicación

a) Indicaciones
Clima de llanura (menos de 300 m de
altura)
Indicaciones: apropiados para los enfermos sensibles a los cambios
violentos de am-
biente y a la altura. Tranquilizan sobre todo a los que sufren de trastornos
nerviosos y
desequilibrios psíquicos y, según la región, pueden beneficiar también a
aquellos que
sufren ciertos tipos de bronquitis. Además, se recomienda en pacientes con
ligeras des-
compensaciones cardiovasculares, nefropatías crónicas, HTA y diabetes.
Clima de bosque-colina (de 300 a 700 m)
Indicaciones: la cardiopatía descompensada, nefropatías, poliartritis
reumatoide, conva-
lecencia postinfecciosa, TB pulmonar, síndromes ansiosos, distonías
vegetativas, cli-
materio, obesidad, bronconeumonías agudas.
Clima de montaña
Indicaciones: estos climas de altura fortalecen los movimientos respiratorios
y cardía-
cos, y estimulan la producción de los glóbulos rojos de la sangre y también
el apetito.
Los climas de montaña son convenientes para los individuos que
convalecen de enfer-
medades graves o de larga duración, los que padecen de agotamiento físico
y mental,
los anémicos, los trastornos de la tensión arterial, hipertiroidismo,
dermatosis alérgicas,
síndromes depresivos, artropatía gotosa y reumática, diabetes mellitus,
desintoxicación
(tabáquica, alcohólica y por drogas). Si la región es seca y soleada, es
recomendable
para los que sufren de asma, bronquitis crónica y tuberculosis ósea o
pulmonar.
Clima de los grandes lagos
Indicaciones. Déficits inmunitarios, asociados a problemas inflamatorios,
síndromes an-
siosos, etapas de convalecencias, hipertiroidismo, HTA, bronconeumonía
crónica obs-
tructiva, nefropatía crónica y el climaterio.
FISIOTERAPIA II – UNIDAD 1

Clima continental
Indicaciones. Hipotiroidismo, anemias, trastornos de personalidad y estrés.
Clima marino
Indicaciones: pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos
cardiovasculares, des-
pués de los 3 meses de rehabilitación, así como los pacientes con
cardiopatías descom-
pensadas moderadas, las alergias respiratorias no asmatiformes.
Afecciones ginecoló-
gicas inflamatorias crónicas (particularmente las de tipo micótica),
glomerulonefritis
aguda, edema de miembros inferiores, patologías digestivas funcionales,
insuficiencia
hepática, linfangitis, anemia hipocrómica, hipotiroidismo, artropatías
crónicas degenera-
tivas, osteoporosis, patologías traumáticas del SOMA, cefalea de origen
cervical, der-
mopatía alérgica, psoriasis, TB extrapulmonar, fiebre reumática.

b) Contraindicaciones
Clima de llanura (menos de 300 m de
altura)
Contraindicaciones: las depresiones, los estados alérgicos, cutáneos y
bronquiales.
Clima de bosque-colina (de 300 a 700 m)
Contraindicaciones: se describen los síndromes depresivos,
bronconeumonías cróni-
cas, pólipos nasales y de vías respiratorias.
Clima de montaña
Contraindicaciones: se encuentra la TB en fase activa, el cor pulmonar
crónico, la fiebre
reumática, las nefropatías severas, las descompensaciones
cardiocirculatorias, la hiper-
tensión arterial severa, el enfisema pulmonar, y la bronconeumonía
obstructiva.
Clima de los grandes lagos
Contraindicaciones: estados depresivos, las ciclotimias, los trastornos de la
personali-
dad y la descompensación cardiovascular.
Clima continental
Contraindicaciones: patologías cardiovasculares descompensadas.
Clima marino
Contraindicaciones: descompensaciones cardiovasculares severas, HTA
severa, infla-
maciones catarrales asmatiformes, TB pulmonar activa, inflamaciones
recidivantes gi-
necológicas. Las glomerulonefritis con insuficiencia renal grave, la úlcera
gástrica activa,
enfermedad de Crohn, disentería bacteriana, insuficiencia hepática, la
anemia aplásica,
hipertiroidismo, diabetes descompensada, artropatías en fase aguda,
dermatitis ecce-
matosa y TB.

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