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Salud en la infancia

Para los pacientes adultos, los sucesos importantes del desarrollo temprano (a la edad en que el

niño aprende a sentarse, ponerse de pie, caminar, decir palabras y oraciones) suelen no ser
importantes

para investigarlos. La mayor parte de lo que el paciente sabe sobre estos hechos probablemente

le ha sido transmitido como mitología familiar, que está muy sujeta a la distorsión.

(¿Quién recuerda haberse alimentado del pecho o haber aprendido a ir al baño?) Pero si tienes

la sospecha de alguna discapacidad intelectual u otras difi cultades de desarrollo (como un


trastorno

específi co del aprendizaje), estos hechos pueden tener sufi ciente importancia para investigar

más con otro informante.

Trata de averiguar algo sobre la salud general en la infancia. ¿Hubo hospitalizaciones, operaciones

o visitas frecuentes a los doctores, o ausencias prolongadas en la escuela por motivos

de salud? ¿Cómo se ocupaba la familia de las enfermedades? (¿Sobreprotección? ¿Rechazo?) Si

el paciente fue un niño enfermizo, ¿los padres u otros familiares “premiaban” la conducta de

enfermar con mucha atención? La sobreprotección o los premios por la enfermedad pueden

preceder a lo que el DSM-5 ahora llama trastornos de síntomas somáticos y relacionados con

éstos (trastornos somatoformes en el DSM-IV).

¿Cómo era el temperamento del paciente y su nivel de actividad, en especial entre los 5 y 10

años de edad? ¿Era niño quieto y retraído o extrovertido y simpático? Las características de
temperamento

aparecen en los primeros meses de vida y tienden a mantenerse a lo largo de la infancia,

incluso en los años adultos. Pueden correlacionarse con los trastornos mentales adultos.

¿El paciente informa alguno de estos problemas relativamente comunes de la infancia?

● Mojar la cama

● Tics

● Tartamudeo

● Obesidad

● Pesadillas

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