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Sistema nervioso

El cuerpo humano está constituido por millones de estructuras pequeñas que efectúan
legión de actividades distintas. Te has preguntado ¿cómo todas estas actividades
diferentes se unen, se integran, se organizan para lograr la máxima función del cuerpo
que es la supervivencia? La respuesta es: comunicación y control. Los impulsos nerviosos
y las substancias químicas, principalmente hormonas, bióxido de carbono y ciertos iones,
constituyen las dos clases de “mensajes” o comunicaciones que se establecen dentro del
cuerpo. En consecuencia, el sistema nervioso y el sistema endocrino constituyen sus dos
principales sistemas de comunicación con apoyo del sistema circulatorio al distribuir las
hormonas y otros mensajeros químicos. Los tejidos del sistema nervioso están
compuestos principalmente de neuronas y neuroglias.

Neuroglia

Ejecutan las funciones menos especializadas de sostén y protección del sistema nervioso.
Se clasifican principalmente en: astrocitos, oligodendroglia y microglía.
• Los astrocitos (del griego astron = estrella y kytos = huevo o célula) tienen forma
de estrella que poseen muchas ramificaciones que se introducen alrededor de las
neuronas y las fijan a los vasos sanguíneos; se ha postulado que funcionan como
parte de la barrera hematocerebral. Son las más numerosas de todas las células de
neuroglia. Se encuentran en gran cantidad en el encéfalo y médula espinal
• Las oligodendroglias poseen menos ramificaciones que las de los otros dos tipos
de neuroglia. Dan sostén a las neuronas y producen la vaina de mielina alrededor
de las fibras nerviosas del encéfalo y médula.
• Las microglías son células pequeñas, pero que aumentan de tamaño y se mueven
en el tejido cerebral inflamado o degenerativo; efectúan la fagocitosis, es decir,
engloban y destruyen los gérmenes y los desechos celulares.

Neuronas

Las neuronas son las especialistas en la conducción de impulsos, cuya función general es
la comunicación y la integración que hace posible todas las demás funciones del sistema
nervioso.
• Estructura. Todas las neuronas están constituidas por: un cuerpo celular (llamado
también soma o pericarion) y por lo menos dos salientes, un axón o cilindroeje y
una o más dendritas (del griego dendron = árbol), vaina de mielina (estructura
segmentada alrededor de una fibra nerviosa, está constituida por mielina,
sustancia grasosa. Por el gran contenido de grasa de la mielina, los haces de fibras
mielínicas tienen un color blanco cremoso y son los que constituyen la substancia
blanca del SN) y células Schwann que son las que forman las túnicas de mielina
alrededor de las fibras nerviosas periféricas. Como las dendritas y axones son
extensiones filiformes del soma de una neurona a menudo se llaman fibras
nerviosas.
Las neuronas se clasifican según los dos criterios: dirección en la que conducen los
impulsos y número de ramificaciones que tienen.
Según la dirección en que conducen los impulsos, las neuronas son de tres tipos:
sensitivas, motoras e internunciales.
• Las neuronas sensitivas: (aferentes) transmiten impulsos nerviosos la médula
espinal o cerebro.
• Las motoneuronas: (eferentes) transmiten impulsos nerviosos en sentido
centrípeto desde el cerebro o médula espinal hacia los músculos o tejido
glandular.
• Las interneuronas: (intercaladas) conducen los impulsos desde las neuronas
sensitivas hacia las neuronas motoras. Se encuentran en su totalidad dentro del
SNC (cerebro y médula espinal).
Según el número de salientes:
• Multipolares: un axón y varias dendritas.
• Bipolares: un axón una dendrita.
• Unipolares: sólo una saliente del cuerpo celular neuronal, que se divide casi
inmediatamente en un axón y una dendrita.
La conducción de los impulsos nerviosos se lleva a cabo a través de los siguientes
mecanismos:
1. Mecanismo del potencial de reposo. La diferencia de voltaje a través de la
membrana plasmática de una neurona que se encuentra en reposo; esto es, que no
está mandando señales eléctricas.
El potencial de reposo está determinado por los gradientes de concentración de
iones a través de la membrana y la permeabilidad de la membrana para cada tipo
de ion.
En una neurona en reposo, existen gradientes de concentración de Na+ y de K+ en
la membrana. Los iones se desplazan por sus gradientes mediante canales, lo que
conduce a una separación de cargas que crea el potencial de reposo.
La membrana es mucho más permeable al K+ que al Na+, por lo que el potencial
de reposo está cerca del potencial de equilibrio del K+ (el potencial que generaría
el K+ si fuera el único ion en el sistema).

2. Mecanismo del potencial de acción (impulso nervioso). Un potencial de


acción se define como un cambio repentino, rápido, transitorio y que se propaga
en el potencial de membrana en reposo. Solo las neuronas y las células musculares
son capaces de generar un potencial de acción. A esta propiedad se le denomina
excitabilidad.
3. Mecanismo de la conducción a través de la sinapsis (neurotransmisores).
Espacio entre el extremo de una neurona y otra neurona. Los impulsos nerviosos
se transmiten habitualmente a la célula vecina por medio de sustancias químicas
que se llaman neurotransmisores. La neurona libera los neurotransmisores y otra
célula del otro lado de la sinapsis los recibe. La célula vecina puede ser otra
neurona, una célula muscular o una célula glandular.

Tipos de sinapsis.

Las sinapsis eléctricas: se encuentran en el sistema nervioso central, en el tejido


muscular liso y cardíaco y en los tejidos neuroendocrinos. En las sinapsis
eléctricas las células están separadas por una fisura sináptica de 2-4 nm, por lo
tanto, tan estrecha que se puede considerar un espacio virtual.
En las sinapsis químicas: la llegada de un potencial de acción a la célula
presináptica provoca la liberación de un neurotransmisor que determina la
respuesta eléctrica en el elemento postsináptico. En el caso de las sinapsis
químicas hay una fisura sináptica relativamente amplia (20-40 nm), así como
especializaciones estructurales que permiten distinguir el elemento presináptico
del elemento postsináptico.

Neurotransmisores de médula espinal y encéfalo

En la médula espinal.

1. Acetilcolina. Es un éster, neurotransmisor excitatorio o inhibitorio.


Movimiento voluntario de los músculos, sueño REM, vasopresina y
prolactina, La acetilcolina es el principal neurotransmisor del sistema nervioso
autónomo, que tiene funciones tan importantes como contraer la musculatura
lisa, dilatar los vasos sanguíneos, aumentar las secreciones corporales y
disminuir la frecuencia cardíaca.
2. Ácido glutámico. Neurotransmisor excitatorio.
3. Glicina y ácido gama aminobutírico. Neurotransmisor inhibitorio.
4. Encefalinas. Neurotransmisores inhibitorios.

En el encéfalo.

1. Noradrenalina (NA). Es un neurotransmisor y hormona que actúa en


múltiples puntos del cuerpo humano. Se trata de una catecolamina, grupo de
sustancias configurado por noradrenalina, dopamina y adrenalina las cuales
provienen de la tirosina y que, junto a la serotonina, acetilcolina, glutamatos,
glicina, opioides, anandamida y GABA forman parte de los principales
neurotransmisores cerebrales.

2. Dopamina (DA). Neurotransmisor excitatorio.


3. Serotonina (5-HT). Neurotransmisor excitatorio del sistema límbico. Esta
hormona se produce de un aminoácido llamado triptófano, que se obtiene a
través de los alimentos
La serotonina es una hormona que tiene la función de regular el humor, el
sueño, el apetito, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, la sensibilidad y
las funciones intelectuales y por esto, cuando esta hormona se encuentra en
baja concentración, puede causar mal humor, dificultad para dormir, ansiedad
o incluso la depresión.
4. Encefalinas. Neurotransmisores inhibitorios del tálamo y de las amígdalas
(sistema límbico).
El sistema nervioso (SN) para su estudio se clasifica en: sistema nervioso central (SNC)
y sistema nervioso periférico (SNP).

Sistema nervioso central

Está constituido por el encéfalo y médula espinal.


Encéfalo: Es uno de los órganos más grande del adulto. Pesa aprox. 1.5 kg, pero en
general es más pequeño en mujeres que en hombres y en ancianos que en jóvenes.
Alcanza su tamaño máximo hacia los 18 años, crece con rapidez sólo durante los 9 meses
primeros años
En el interior del encéfalo existen varias cavidades que se denominan ventrículos los
cuales están llenos de líquido cefalorraquídeo, el cual está constituido por agua, sales
minerales, sustancias orgánicas y algunas células sanguíneas
El encéfalo tiene cuatro divisiones principales: cerebro, cerebelo, diencéfalo y tronco
encefálico.
Cerebro: La actividad cerebral dura tanto como la propia vida; los electroencefalogramas
son registros de su actividad eléctrica. Las funciones generales son:

1. Funciones sensitivas. Comparación, evaluación e integración de las


sensaciones para formar percepciones totales.
2. Funciones motoras somáticas. Control de los movimientos voluntarios.
3. Funciones de integración.
4. Conocimientos: estado de percepción de uno mismo, del medio ambiente
y de otros seres.
5. Memoria: función de las neuronas de la corteza cerebral, cuyos
mecanismos no se conocen bien.
6. Función de lenguaje: dominar el lenguaje hablado y escrito y
comprenderlo depende de procesos corticales.
7. Emociones (sistema límbico del cerebro): tanto la experiencia subjetiva
como la expresión objetiva de las emociones.
8. Especialización hemisférica y localización funcional dentro del
hemisferio:
• El hemisferio izquierdo se especializa en producir y comprender los
sonidos del lenguaje, el control de los movimientos hábiles y los gestos de
la mano derecha.
• El hemisferio derecho se especializa en la percepción de sonidos que no
son del lenguaje, por ejemplo: melodías, tos, llanto y carcajadas y localiza
los objetos del espacio, la percepción táctil y de las relaciones espaciales.
• Ciertas áreas de la corteza de cada hemisferio cumplen una función
dominante en una actividad particular

Cerebelo: El cerebelo solo representa un 10% del encéfalo. Está especializado en


el control de los movimientos y la postura, de las integraciones sensitivo-
motoras y del equilibrio corporal.

Diencéfalo: Este se divide en cuatro partes principalmente: tálamo, epitálamo,


subtálamo, hipotálamo.
• Tálamo. Está compuesto por 80 núcleos neuronales diferentes. El tálamo
se encarga principalmente de transmitir los estímulos sensoriales a la
región cerebral adecuada, exceptuando el olfato.
• Epitálamo. forma parte del sistema límbico, por tanto, colabora en la
creación de las sensaciones de placer y en el desarrollo de las conductas
instintivas. El epitálamo destaca por contener la hipófisis, una estructura
compuesta por numerosas neuronas que se encargan de regular la
melatonina, una hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.
• Subtálamo. Se asocia con el movimiento del cuerpo, ya que está
conectada con la corteza motora y prefrontal y los ganglios basales,
conjunto de núcleos que colaboran en la regulación del movimiento
corporal. Además, está vinculada a la elaboración de dopamina, un
neurotransmisor que regula las sensaciones de placer y relajación.
• Hipotálamo. Controla las funciones viscerales junto con el sistema
endocrino y vegetativo. Mantiene la homeostasis o autorregulación del
organismo, regula la conducta afectiva en colaboración con el sistema
límbico y produce oxitocina, la hormona de la felicidad.

Tronco encefálico: Es la parte más caudal del encéfalo y está conformada por
el mesencéfalo, el puente y el bulbo raquídeo (médula oblonga). Entre los tres regulan
la respiración, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, entre otras funciones
importantes. Todas estas funciones son posibles gracias a que alberga los núcleos de
los pares craneales y además da paso a numerosas vías importantes del sistema nervioso
central.

Pares craneales
Conjunto de 12 nervios periféricos e inervan las estructuras de la cabeza, cuello, tórax y
abdomen.
Médula espinal: La médula espinal se encuentra dentro de la cavidad raquídea, que se
extiende desde el oricio magno del occipital hasta el borde inferior de la primera vértebra
lumbar. La médula no llena por completo la cavidad espinal, pues también contiene
meninges, liquido cefalorraquídeo, un acojinamiento del tejido adiposo y vasos
sanguíneos.

Funciones de la médula espinal

Efectúa funciones sensitivas, motoras y reflejas. Los haces de la médula espinal son
vías de conducción en dos sentidos, los nervios periféricos y el encéfalo. Las vías
ascendentes conducen impulsos hacia arriba, desde la médula hacia el encéfalo. Las
descendentes lo hacen por la médula desde el encéfalo.
En médula espinal se originan 31 pares de nervios; a diferencia de los craneales, no
tienen nombre especial sino se numeran según su altura del raquis en la cual salen del
conducto raquídeo. En consecuencia, hay 8 pares cervicales, 12 dorsales o torácicos,
5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo

Sistema nervioso periférico

Está compuesto por todo el tejido nervioso que se localiza fuera de la columna vertebral
y del cráneo, incluye los 12 pares de nervios craneales, los 31 pares de nervios espinales
y más de 100 mil millones de células nerviosas que recorren todo el cuerpo.
Funcionalmente, el SNP puede ser dividido en sistema nervioso autónomo (vegetativo) y
sistema nervioso somático.

Sistema Nervioso Autónomo

Está constituido por un conjunto de nervios que ponen en contacto el eje cerebroespinal
con los órganos involuntarios, ordenando su funcionamiento y recogiendo su sensibilidad
diferenciada. El SNA se divide en dos grupos de estructuras: sistema nervioso simpático
(SNS) y sistema nervioso parasimpático (SNPS).

Sistema Nervioso Simpático

Se encarga de un gran número de funciones involuntarias, tareas como el control de la


frecuencia cardíaca, la digestión, la sudoración, etc. son actividades que regulan tanto el
sistema nervioso simpático, como el parasimpático o el entérico.
Ahora bien, el sistema nervioso simpático es el que se encarga de una serie de tareas muy
concretas: regular y activar nuestros reflejos y reacciones. Es, como ya hemos indicado,
ese centro orgánico que nos permite reaccionar ante cualquier estímulo emocional “no
neutro”. Como lo es, por ejemplo, toda situación de estrés, ya sea leve o intenso, tal y
como nos revela un estudio llevado a cabo por la Universidad Welfare, en Osaka.
A su vez, está conformado por una cadena de 23 ganglios que parten del bulbo raquídeo
y que se conectan a ambos lados de la médula espinal y a los órganos que inervan.
Por otro lado, este sistema está conformado por dos tipos de neuronas. Las primeras son
las preganglionares, las cuales, se conectan con la médula espinal y el propio ganglio.
Así, para poder llevar a cabo sus funciones necesitan de un neurotransmisor muy
concreto: la acetilcolina.
Por su parte, el otro tipo de neurona que rige el sistema simpático es la postganglionar, la
cual necesita noradrenalina para poder comunicarse entre el ganglio y el órgano que
inerve (corazón, hígado, estómago, intestinos, pulmones, etc.)
Ahora bien, el mecanismo de actuación del sistema simpático en cualquier situación de
peligro o de ansiedad es uno de los procesos más complejos a la vez que llamativos.
Veamos a modo de esquema cómo reacciona ante un estímulo amenazante:

• Favorece la liberación de adrenalina y noradrenalina en la sangre a través de


los riñones. La finalidad de ello es simple: necesitamos más energía y
activación para poder reaccionar, y esa energía exige por ejemplo que el
hígado produzca más glucosa.
• Aumenta la frecuencia cardíaca (aumenta la presión arterial) para aportarnos
más oxígeno y nutrientes a través de la sangre.
• Se produce la broncodilatación: es decir, necesitamos más oxígeno y nuestros
pulmones trabajan al máximo rendimiento.
• Todas las actividades relativas a la digestión se enlentecen. No podemos
olvidar que este proceso exige una gran energía y en momentos de estrés y
alarma, esta tarea es secundaria. Lo único que quiere el cerebro es que
reaccionemos, que nos enfrentemos a ese estímulo o bien que huyamos.
• A su vez, y no menos interesante, el sistema simpático produce la midriasis o
dilatación pupilar. De este modo, esta reacción inconsciente nos permite
aumentar el campo visual y reaccionar con mayor seguridad.
• En el caso de los hombres, se produce la vasoconstricción de sistema
circulatorio que llena al pene de sangre. Esto evitará que se efectúen
erecciones mientras huyen o pelean.

Sistema Nervioso Parasimpático

Para terminar de comprender en qué consiste el sistema nervioso simpático, es importante


tener en cuenta las funciones del sistema nervioso parasimpático.
Las reacciones de activación provocadas por el sistema simpático serán posteriormente
contrarrestadas por el sistema parasimpático, logrando así un equilibrio homeostático que
mantiene el organismo en un estado óptimo de funcionamiento, según los estímulos del
ambiente externo.
Dicho esto, el sistema nervioso parasimpático, está destinado a proporcionar una
respuesta de relajación. Así, induce una ralentización de la frecuencia cardíaca, la
actividad respiratoria y una reducción de la presión arterial. Asimismo, favorece la
función digestiva y el apetito sexual.
No obstante, los sistemas simpático y parasimpático no siempre producen efectos
opuestos. Por ejemplo, la vasoconstricción de las arteriolas está bajo el control exclusivo
de la rama simpática; la estimulación simpática provoca la vasoconstricción de las
arteriolas, mientras que la ausencia de estimulación produce vasodilatación. Las
glándulas sudoríparas están reguladas únicamente por los nervios simpáticos. En el
sistema reproductor masculino, los papeles de ambas ramas son complementarios; así, la
erección es una función del parasimpático y la eyaculación está regulada por el sistema
simpático.

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