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25-08 Comunicación
25-08 Comunicación
El león y el ratón
Estando durmiendo una león en la falda de una montaña, los ratones del campo,
que andaban jugando, llegaron allí; y casualmente uno de ellos saltó sobre el león,
y éste le cogió.
El ratón viéndose preso, suplicaba al león que tuviese misericordia de él, pues
no había obrado con malicia, sino por ignorancia, por lo que pedía humildemente
perdón. El león, viendo que no era digno de él tomar venganza de aquel ratón, por
ser animal tan pequeño, dejole ir sin hacerle mal.
Poco tiempo después el león cayó en una red y viéndose enlazado, comenzó
a dar grandes rugidos. Oyéndolo el ratón acudió al momento, y viendo que estaba
preso en aquella red, le dijo: “Señor, ten buen ánimo, pues no es cosa que debas
temer. Yo me acuerdo del bien que de ti recibí, por lo cual quiero volverte el servicio”.
Y diciendo esto, comenzó a roer con sus dientes y, rompiendo las cuerdas de la red
liberó al león.
El Cojo y el Ciego
HOMBRE 1.-
(Que abre la puerta y asoma desde la casa de ladrillo).
-¿Qué quieres?
ANDRÉS.-
Por favor, dame un poco de agua y un trozo de pan.
HOMBRE 1.-
Sigue tu camino y déjame en paz.
ANDRÉS.-
Puedo pagártelo.
HOMBRE 1.-
Tu dinero será tan sucio como tú. Vete de aquí.
HOMBRE 2.-
(Abre la puerta y asoma desde dentro de la casa).
Hueles muy mal. -¿Qué quieres, pordiosero?
ANDRÉS.-
Tengo hambre y sed.
HOMBRE 2.-
A mí me duele la espalda y no voy molestando a la gente con mi problema.
ANDRÉS.-
Por favor, un poco de agua y un trozo de pan.
HOMBRE 3.-
(Que sale desde la casa de paja).
-¿Qué te sucede, buen hombre?
ANDRÉS.-
Estoy hambriento y sediento.
HOMBRE 3.-
Se nota que no pasas por una buena racha. No tengo mucho, pero compartiré
contigo mi comida y mi bebida.
ANDRÉS.-
Eres muy amable.
HOMBRE 3.-
Entra, amigo.
HOMBRE 1.-
Dios los cría y ellos se juntan.
HOMBRE 2.-
Además de pobretón y perezoso, está loco.
HOMBRE 1.-
Ese pordiosero le robará lo poco que tiene.
HOMBRE 2.-
Yo no pienso ayudarlo.
HOMBRE 1.-
Tampoco yo. Quien ayuda al extraño…
HOMBRE 2.-
No se recupera en un año.
HOMBRE 1.-
Bien dicho. Buenas noches.
HOMBRE 2.-
Mejor escuchado. Buenas noches.
ANDRÉS.-
Ahora puedo continuar mi camino. Me has salvado la vida.
HOMBRE 3.-
Supongo que tú hubieras hecho lo mismo por mí.
ANDRÉS.-
Quiero agradecerte tu generosidad.
HOMBRE 3.-
No te preocupes. Lo poco que tengas, te será más necesario a ti que a mí.
ANDRÉS.-
Te equivocas. Este pesado saco está lleno de oro. Lo traigo desde muy lejos. Me
perdí y llevaba días sin nada que comer ni beber. Estas tres casas son las primeras
que he encontrado en mucho tiempo.
HOMBRE 3.-
Pensé que eras tan pobre o más que yo.
ANDRÉS.-
Eso pensaron tus vecinos.
HOMBRE 3.-
No puedo aceptar este regalo. Vale más de lo que yo te he dado.
ANDRÉS.-
Poco te doy. Me has salvado la vida. -¿Hay algo más valioso?
HOMBRE 3.-
-¡Gracias!
ANDRÉS.-
Adiós. Volveremos a vernos. Adiós, amigo.
HOMBRE 3.-
Adiós, amigo.
(Sale Andrés y 3 entra en su casa y cierra la puerta).
(1 y 2 salen de sus respectivas casas).
HOMBRE 1.-
-¿Has visto?
HOMBRE 2.-
Lo he visto y oído todo desde la ventana.
(3 sale desde su casa. Trae un pequeño saco, en el que suponemos que va la piedra
de oro).
HOMBRE 1.-
Buenos días, vecino. Si algo necesitas, ya sabes dónde estamos.
HOMBRE 2.-
Nuestra casa, es tu casa.
HOMBRE 3.-
Adiós, vecinos.
(Sale).
HOMBRE 1.-
-¿Te has dado cuenta?, ni nos ha saludado.
HOMBRE 2.-
Ahora se creerá superior a nosotros.
HOMBRE 1.-
Quién alto sube, desde arriba cae.
HOMBRE 2.-
Bien dicho, vecino.
HOMBRE 1.-
Mejor escuchado, vecino.
FIN