Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Guía de Estudio
Historia del
Derecho
1
Las pieles y cueros se han empleado mucho como “vestidos”, y los salvajes contemporáneos
utilizan una variedad de instrumentos para aderezarlos y servirse de ellos como abrigos y refugios. Algunos
de los utensilios empleados así para raspar cueros, son muy similares a los pedernales primitivos.
La designación implica que los hombres no solo fabricaban los utensilios, sino que los empleaban
para preparar las pieles de sus vestidos; pero, desde luego, la validez de esta deducción tácita no ha sido
demostrada.
Lo más probable es que los primeros utensilios hayan servido para una multitud de propósitos. El
hombre primitivo tuvo que aprender por experiencia el hecho de que las piedras son más adecuadas para la
fabricación de instrumentos, lo mismo que el tallarlas correctamente.
En el curso de la producción de sus instrumentos, las comunidades primitivas tuvieron que edificar
una tradición científica, anotando y transmitiendo cuales eran las piedras mejores, en donde se los podía
hallar y como debían ser manipuladas Solo después de haber dominado la técnica de fabricación pudo el
hombre empezar a elaborar, con éxito, herramientas especificas para cada ocasión particular. Los hechos
comprobados son la fabricación de utensilios y el control del fuego.
El control del fuego fue, el primer gran pasó en la emancipación del hombre respecto de la
servidumbre a su medio ambiente. Calentado por las ascuas, el hombre pudo soportar las noches frías y
pudo penetrar en las regiones templadas y a un en las árticas. Las llamas le dieron luz en la noche y le
permitieron explorar los lugares recónditos de las cavernas que le daban abrigo. El fuego ahuyento a otras
bestias salvajes. Por el cocimiento, se hicieron comestibles sustancias que no lo eran en su estado natural.
El hombre ya no tuvo que limitar sus movimientos a un tipo restringido de clima, y sus actividades no
quedaron determinadas necesariamente por la luz del sol.
Al controlar el fuego, el hombre dominó una fuerza física poderosa y un destacado agente químico.
Pero, alimentando y apagando el fuego, transportándolo y utilizándolo, el hombre se debió
revolucionariamente de la conducta de los otros animales.
El hombre aprovechó y mantuvo los fuegos que ya encontraba encendidos, producidos por el rayo o
por otros agentes naturales. Aun esto supone alguna ciencia: observación y comparación de experiencias.
El hombre tuvo que aprender cuales eran los efectos del fuego.
Los pueblos salvajes producen el fuego por la chispa que resulta al golpear el pedernal contra un
trozo de pirita de hierro o de hematites, por la fricción entre dos pedazos de madera, o por el calor generado
al comprimir aire en un tubo de bambú. La primera forma ya era empleada en Europa durante la última edad
de hielo.
La variedad de procedimientos para encender el fuego indica, tal vez que el descubrimiento es
relativamente tardío en la historia humana, cuando nuestra especie ya se había desperdigado en grupos
aislados.
El hombre pudo, a partir de entonces, no solo controlar, sino también iniciar el enigmático proceso
de la combustión, el grande y misterioso poder del calor.
Se supone que los hombres mas primitivos tendían trampas y cazaban animales salvajes y aves;
atrapaban peces y lagartos, recolectaban frutas silvestres, moluscos y huevos, y extraían raíces y larvas.
También se supone que se hacían sacos de piel. Algunos se refugiaban, con seguridad, en las cavernas y
otros, deben haber levantado refugios rudimentarios de ramas. El éxito en la caza solo se pudo lograr por
una observación prolongada y cuidadosa de los hábitos de las presas; los resultados deben haber formado
una tradición colectiva de conocimientos sobre cacería. La distinción entre plantas nutritivas y venenosas,
es de creer que también fue aprendida por experiencia.
El hombre debe haber aprendido cuales eran las épocas propicias para la cacería de las diversas
presas y para recolectar las distintas especies de huevos y de frutas. Para hacerlo con éxito, debe haber
descifrado el calendario del cielo; pudo haber observado las fases de la luna y la ascensión de los astros.
Para tener éxito en la vida, aun el hombre más primitivo necesitaba tener un conjunto considerable de
conocimientos astronómicos, botánicos, geológicos y zoológicos.
Se puede inferir que los hombres aprendieron a actuar en compañía y cooperando unos con otros,
en la adquisición de su subsistencia.
Cerca de la ultima edad de hielo, se hicieron prominentes los hombres del llamado tipo
musteriense. Como vivían habitualmente en cavernas, para escapar del intenso frío se conocen más
detalles sobre sus vidas que respecto a los grupos anteriores. Industrialmente los musterienses seguían la
tradición de las lascas, aun cuando algunos aprendieron también a hacer utensilios de núcleos. Desde el
punto de vista biológico, pertenecieron a la especie de neandertal, ahora extinta. Caminaban arrastrando
los pies y no podían sostener erguida su cabeza. Su mandíbula carecia de barba, tenían una enorme
protuberancia ósea sobre los ojos y la frente inclinada hacia atrás, lo cual daba a su rostro un aspecto
bestial.
Económicamente los musterienses fueron cazadores y se especializaron en atrapar los grandes
mamíferos árticos. Naturalmente estas grandes bestias no podían ser perseguidas por individuos aislados o
2
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
pequeñas familias; la cacería del mamut es ocupación de una comunidad social mayor, cuyos miembros
cooperan con propósitos económicos.
El hecho más notable acerca de los musterienses, es el cuidado que ponían en el arreglo de los
muertos. En general procuraban proteger el cuerpo.
En algunos casos la cabeza descansa sobre una almohadilla de piedras encima y alrededor para
aliviar el peso de la tierra. Los muertos no solo eran enterrados cuidadosamente; ademas, sus tumbas eran
colocadas cerca del hogar; como si dieran calor a sus ocupantes. El muerto era provisto de utensilios y de
comida.
Todo este ceremonial testimonia la actividad del pensamiento humano en sentidos inesperados y no
económicos. Enfrentados ante el aterrador hecho de la muerte debe haberse iniciado el pensamiento
imaginativo entre los musterienses de aspecto bestial. No creyendo en cese completo de la vida terrena se
imaginaron oscuramente alguna forma de continuación de ella, en la cual el muerto tendría necesidad de
aliento material y de utensilios. El patético y vano cuidado de los muertos testimoniando en forma precoz, se
convertiría después en un arraigado hábito de la conducta humana, el cual había de inspirar maravillas
arquitectónicas como las pirámides egipcias y el TAJ-mahal.
Habían observado correctamente que existe una asociación entre la vida y el calor. Pudieron inferir
que el calor era una causa de la vida: la muerte se debería a un déficit de calor.
El fervor de la fe humana en los remedios mágicos es proporcional a su sentimiento de impotencia
ante crisis tales como la muerte. Sintiéndose impotente, el hombre no se atreve a dejar que lo abandone la
esperanza.
Al propio tiempo la magia ofrece un procedimiento abreviado de obtener poder.
Aborreciendo el pensamiento, el hombre acepta la explicación que encuentra más a la mano y se
aferra desesperadamente a ella.
Algunos milenios después, el clima glacial de Europa se mejoro ligeramente por un tiempo. Durante
este intervalo mas calido, aparecieron por primera vez los hombres de nuestra propia especie, en los
testimonios arqueológicos en Europa, el norte de África y en el cercano oriente. El “hombre” de Neandertal
desapareció bruscamente; su lugar fue ocupado por los hombres modernos, cuyos cuerpos difícilmente
provocarían comentarios en un depósito de cadáveres actual.
Todos los grupos del paleolítico superior se encontraban mejor equipados, para luchar con el medio
ambiente, que cualquier otro grupo anterior. Incluso fabricaban herramientas para hacer herramientas.
Trabajaban el hueso y el marfil con l misma habilidad que el pedernal; incluso, inventaron algunos artefactos
mecánicos simples, como el arco y el lanzador de venablos, para aumentar la fuerza muscular humana al
arrojar las armas.
A pesar del intenso frío, el medio ambiente en Europa era altamente favorable para los cazadores
equipados con medios de enfrentarse a el. Las llanuras de Rusia y Europa central, eran tundras
descubiertas o estepas. Durante el verano soplaban fuertes vientos de los glaciares y las laminas de hielo,
cubriendo estas llanuras con una capa de polvo fino, a través del cual brotaba la hierba tierna en la
primavera.
La carne solo se podía obtener por la cooperación efectiva de un número importante de individuos y
por el conocimiento detallado de los hábitos de las manadas.
En el centro de Francia, las mesetas de piedra caliza eran estepas en las cuales pastaban los
mamuts, renos, bisontes, toros, almizcleros, caballos y otros animales comestibles. El salmón invadía todos
los años las aguas del Dordoña, del Vezére y de otros ríos, en forma tan abundante como en la Colombia
británica en la actualidad.
Los profundos depósitos en las cavernas y la multitud de utensilios que pueden recogerse sugieren
el incremento de la población en el paleolítico superior. El número de esqueletos del paleolítico superior
encontrados tan solo en Francia excede al de todos los esqueletos anteriores juntos.
Con una caza tan abundante como para garantizar su seguridad y aun su comodidad, los
auriñacienses fueron capaces de formar una variada vida cultural, sobre las tradiciones heredadas de
ancestros desconocidos. En el aspecto material, su rasgo más notable es la posesión de maquinas: el
lanzador de venablos y el arco.
Estos pueblos deben haber vivido en grandes comunidades suficientes para cazar con éxito
grandes presas, como el mamut y el bisonte. Se desconoce, desde luego, el modo en que estaban
organizados.
Económicamente, cada grupo era autosuficiente. Pero la autosuficiencia no significa aislamiento.
El comercio no constituía una parte fundamental en la economía de estos grupos. Esta se basaba
en la caza y la recolección y, por lo menos en la época magdaleniense, en la pesca.
El aspecto más sorprendente y notable de las culturas del paleolítico superior es la actividad
artística de los cazadores. Tallaron figuras redondeadas en piedra o en marfil, modelaron animales en
arcilla, decoraron con sus armas con dibujos representativos y formales, ejecutaron bajorrelieves en las
paredes de roca de las cavernas en que se guarnecían y grabaron o pintaron escenas en los techos de las
3
cuevas. Por supuesto, tendría que trabajar con una confusa luz artificial: se han hallado realmente lámparas
de piedra; podemos suponer que el combustible era la gras animal y que el musgo servia de mecha. Las
pinturas son casi exclusivamente, retratos muy fieles de animales individuales.
Otras producciones del arte paleolítico pueden ser consideradas también como mágicas, solo que
en sentidos mas bien distintos. . Generalmente, los cuerpos son excesivamente gruesos y están exagerados
los rasgos sexuales, pero tienen el rostro casi sin tallar. Se supone que estas figuras eran amuletos de la
fertilidad. El poder generador de la mujer seria inherente a ellas y a través de ellas se encauzaría al
suministro de alimentos para la tribu, asegurando la fertilidad de la caza y la vegetación.
Después de la edad de hielo, llegaron una serie de representaciones enteramente convencionales.
El artista ya no trato de retratar a un ciervo vivo individual; se contento con dibujar el menor número posible
de trazos, para indicar los atributos esenciales por los cuales se puede reconocer a un ciervo. Por otro lado
se acostumbro a pensar en forma abstracta. Llegó a entender la idea de ciervo, en contraste con este o
aquel ciervo, y lo simbolizo en la forma más generalizada, omitiendo todas las peculiaridades individuales
que distinguen un ciervo de otro o al mismo ciervo en momentos diferentes.
Al terminar la edad de hielo, cuando los bosques invadieron las antiguas estepas y la tundra,
desalojando las manadas de mamuts, bisontes, caballos y renos de Francia, decayó la cultura basada en la
caza de animales. Otros pueblos crearon la nueva economía de productores de alimentos. De hecho, es
concebible que, desde la época de los cazadores auriñacienses y magdalenienses en Europa, ya existían
tribus en otros continentes que habían comenzado a cultivar plantas y crear animales.
apresuran a sembrar los granos de cebada en el sedimento acabado de depositar y recogen una grata
cosecha.
Los recolectores de alimentos deben haber utilizados los granos de trigo y cebada silvestres como
alimento antes de haberlos empezado a cultivar.
Respecto a Europa, es muy probable que la idea del cultivo y los cereales cultivados fueran
introducidos por vez primera por los agricultores de azada que se extendieron por el occidente de Europa,
desde el norte de África y por otros que emigraron desde la cuenca del danubio hacia Bélgica y Alemania.
Por otra parte la agricultura en Egipto no era una cosa tan simple. En su estado natural, el valle del
Nilo debe haber estado formado por una sucesión de ciénagas, ahogadas por espesos cañaverales, en los
cuales se guarecerían los hipopótamos y otras bestias molestas. Para hacerlas cultivables, la ciénagas
debieron ser drenadas y despejadas, ahuyentando a sus peligrosos habitantes. Tal empresa solo era posible
para una comunidad de cierta magnitud y equipada con instrumentos eficaces.
Es infructuoso especular acerca de cómo, cuando y en donde se inició el cultivo de cereales. Tal vez
es algo más útil indagar como la forma primaria de producir alimentos se integró y se convirtió en agricultura
mixta.
Esta economía característica de la etapa neolítica, en todos los lugares en los cuales existió. Los
animales domésticos para alimentación no eran muy variados. Pocas especies se han agregado a las
granjas en los periodos subsecuentes en otros países.
Una vez almacenados los granos, el agricultor pudo tolerar que los musmones o los bueyes muertos
de hambre invadieran sus parcelas cultivadas. Las bestias, por su parte, deben haber crecido mansamente
y se acostumbraron a la proximidad del hombre.
En las condiciones de la desecación incipiente, el agricultor tuvo oportunidad de agregar a su
familia no solo cachorros aislados, sino los restos de rebaños o manadas completas, comprendiendo
animales de ambos sexos y de todas las edades. Se dio cuenta, entonces de la ventaja de tener un grupo
de estas bestias medio mansas rondando en las cercanías de su vivienda, como una reserva de caza que
podía coger con facilidad, pudo encontrarse en la vía de la domesticación.
En un principio, es de presumir que las bestias mansas o domesticadas únicamente eran
consideradas como una fuente potencial de abastecimiento de carne. Mas tarde deben hacerse descubierto
otras maneras de servirse de ellas. Se pudo advertir que los cultivos se desarrollaban mejor en las parcelas
que habían servido de pastura. Por ultimo se dieron cuenta del valor del estiércol como fertilizante.
En las tierras del mediterráneo, en el verano existen buenos pastos en las montañas que se cubren
de nieve durante el invierno. Así, las ovejas y las vacas son llevadas hasta los pastos de la montaña durante
la primavera. Los pastores debían llevar consigo, provisión de granos y otros aprestos. En algunos casos, la
fracción de la comunidad que emigraba con sus parejos a los pastos de verano era bastante pequeña.
Esto no se encuentra muy alejado de una economía pastoril, en la cual la agricultura juega un papel
insignificante.
Los pueblos pastores no son muy afectos a dejar muchos vestigios que puedan servir a los
arqueólogos para reconocer su presencia. Tienden a emplear vasijas de cuero y cestas en lugar de objetos
de cerámica; a v vivir en tiendas, en lugar de refugios excavados, de chozas sostenidas por sólidos postes
de madera o por muros de piedra o tabique.
Cualquiera que haya sido su origen, la cría de ganado dio al hombre control sobre su propio
abastecimiento alimenticio, tal como lo hizo también la agricultura. En la agricultura mixta, la ganadería
asumió una función equiparable a la del cultivo, dentro de la economía productora de alimentos. Sin
embargo, del mismo modo que el termino “agricultura” incluye muchos modos distintos de obtener la
subsistencia asimismo la frase “agricultura mixta” señala igual disparidad y diversidad. Los varios modos
diferentes de cultivo de pueden combinar, en diversos grados, con distintas actitudes hacia la cría de
ganado.
También debemos recordar que la producción de alimentos no desalojó a la recolección de
alimentos.
La pesca es una gran industria que contribuye directamente a la dieta de todos. En un principio, la
montería, la volatería, la pesca, la recolección de frutas, caracoles y larvas siguieron siendo las actividades
esenciales para la obtención de alimentos de cualquier grupo productor de alimentos.
El grano y la leche se introdujeron como meros complementos de una dieta de caza, pescado,
hayas, nueces y huevecillos de insectos. Probablemente, la agricultura comenzó como una actividad
incidental de las mujeres, mientras sus maridos están dedicados a la actividad verdaderamente seria de la
montería. Solo de una manera lenta llego a conquistar la posición de una industria independiente y
finalmente predominante.
Hay dos aspectos de la simple economía productora de alimentos que merecen atención. En primer
lugar, la producción de alimentos, aun en su forma más simple, proporciona una oportunidad y un motivo
para la acumulación de un sobrante. Una planta cultivada no debe ser consumida tan pronto como se la
5
cosecha. Los granos deben conservarse y escatimarse de modo que duren hasta la siguiente cosecha, por
un año entero.
En segundo lugar, la economía es enteramente autosuficiente. La simple comunidad productora de
alimentos no depende, para ninguna de sus necesidades vitales, del trueque o del intercambio con otro
grupo.
Esta autosuficiencia económica no significa necesariamente el aislamiento. Las variaciones ya
indicadas en la simple productora de alimentos, la practica simultanea de diversos métodos para obtener la
subsistencia, por grupos diferentes, obligan a las distintas comunidades a entrar en contacto reciproco. Al
conducir sus rebaños a los pastos de verano, los pastores de una población tienen la oportunidad de
reunirse con los pastoriles de otro poblado. Al realizar expediciones de cacería a través del desierto, los
cazadores de un oasis pueden efectuar partidas comunes con los cazadores de otro oasis. Lejos de
constituida una dispersión de unidades discontinuas, el mundo neolítico debe ser considerado como una
cadena continua de comunidades. Cada una de ellas estaba enlazada a todos sus vecinos por contactos
recurrentes, así fueran poco frecuentes o irregulares.
El arte de la alfarería ya era complicado aun en su forma más tosca y corriente. Implicaba la
apreciación de varios procesos distintos y la aplicación de todo un conjunto de descubrimientos.
Entre las ruinas de las poblaciones neolíticas primitivas de Egipto y del Cercano Oriente,
encontramos los primeros indicios de la industria textil. Prendas de vestir fabricadas con tejidos de lino y
después de lana, empiezan a competir con los vestidos de piel o las faldas de hojas, en la proteccion contra
el frío y el sol. En primer lugar se tuvo que disponer de un material apropiado, una substancia fibrosa que
produjera fibras largas. Los pobladores neolíticos del lago fayum ya empleaban el lino. Debieron
seleccionarlo entre otras plantas y empezar a cultivarlo deliberadamente, ademas de los cereales cultivados
Entre las invenciones previas que son necesarias es importante el torno de hilar. Los pequeños
discos de piedra o arcilla cocida usados como contrapesos de la rueca, que sirven para dar peso al extremo
del huso, como una especie de volante en miniatura. Solo en condiciones verdaderamente excepcionales
se pueden conservar los propios productos textiles o los instrumentos de madera empleados en su
fabricación.
De dichos instrumentos, el fundamental es el telar. En realidad, es posible producir cierto tipo de tela
con la ayuda de un marco y por medio de un proceso de trama mezclada, semejante al que se emplea para
tejer esteras.
El telar es una pieza de maquinaria muy complicada. Su uso no es menos complicado. La invención
del telar ha sido uno de los grandes triunfos del ingenio humano. Sus inventores son anónimos, e hicieron
una contribución esencial al patrimonio del conocimiento humano, proporcionándole una aplicación científica
que solamente a un insensato le parecerá demasiado trivial como para merecer tal nombre.
Todas las industrias requieren para su operación de una destreza técnica que únicamente se puede
adquirir por el entrenamiento y la practica.
Todas las industrias, desde la agricultura hortense hasta los tejidos llegaron ha ser posibles solo por
la acumulación de experiencias y por la aplicación de deducciones extraídas de ellas.
Cada una de las operaciones realizadas en un oficio, debía acompañarse con los hechizos
apropiados y con los actos rituales que se consideraban de rigor. Todo este conjunto de reglas, prácticas y
mágicas, formaba parte de la tradición del oficio. El padre la transmitía al hijo por medio del ejemplo y del
precepto. La hija ayudaba a la madre a fabricar vasijas, la observaba atentamente, la imitaba y recibía de
sus labios orientaciones verbales, advertencias y consejos. Las ciencias aplicadas eran transmitidas, en el
periodo neolítico por lo que actualmente podemos llamar un período d aprendizaje.
Hemos presentado los oficios neolíticos como industrias domesticas. Sin embargo, las tradiciones
artesanas no son individuales, sino colectivas. Constantemente están contribuyendo a ellas la experiencia y
el saber de todos los miembros de la comunidad. En un a población moderna de África las amas de casa no
se separan para fabricar y cocer sus vasijas. Todas las mujeres del poblado trabajan juntas, conversando
sobre sus observaciones y comparándolas. La ocupación es pública; las reglas que se aplican son el
resultado de la experiencia común. Llevan el sello de una poderosa tradición colectiva, más bien que un
carácter individual.
Por lo demás, la economía neolítica en su conjunto no hubiera podido existir sin el esfuerzo
cooperativo. El pesado trabajo de desmontar parcelas en el bosque o de drenar un pantano, debe ser una
empresa colectiva. La excavación de tajeas, la defensa del poblado contra las bestias salvajes o las
inundaciones también constituyen responsabilidades comunes. Se ha comprobado que en las poblaciones
neolíticas, tanto en Egipto como en el oeste de Europa, las casas están dispuestas siguiendo un orden
regular y no esparcidas sin discriminación alguna. Todo esto implica la existencia de cierta organización
social, para coordinar y controlar las actividades de la comunidad. Cual haya sido esta organización, es
cosa que nunca sabremos con exactitud. Con todo esto parece plausible hace una aseveración.
Sin duda alguna las actividades cooperativas contenidas en la vida neolítica, encontraban expresión
visible en las instituciones sociales y políticas. Tampoco cabe duda de que dichas instituciones se
6
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
consolidaban y fortalecían a través de sanciones mágico religiosas, de un sistema mas o menos coherente
de creencias y supersticiones y de lo que los marxistas llamarían una ideología.
Es increíble que hayan existido tales cosas. La revolución neolítica no fue una catástrofe sino un
proceso. Sus diversas etapas fueron modificando, indudablemente, las instituciones sociales y las ideas
mágico religiosas de los recolectores de alimentos y de los cazadores.
Las instituciones firmemente establecidas y las supersticiones mantenidas con pasión son
notablemente hostiles a la transformación de la sociedad y a los avances científicos que la hacen necesaria.
Aun después de la primera revolución, la vida siguió siendo muy precaria para el pequeño grupo de
campesinos autosuficientes. Una sequía, una granizada o una plaga, podían traer consigo el hambre. Estos
campesinos no tenían un mercado mundial que permitiese compensar las deficiencias de la cosecha en una
región, con los excedentes de otra. Solamente se disponía de una reducida variedad de fuentes de
abastecimiento alimenticio. Una comunidad autosuficiente tiene plena conciencia, en forma inevitable, de su
dependencia inmediata respecto de las fuerzas que atraen la lluvia y el sol, la tempestad y el huracán. Pero
estas fuerzas actúan de manera caprichosa y terrible. Entonces, es necesario obligarlas, halagarlas y
propiciarlas.
En el valle del Nilo se han encontrado testimonios indirectos de la supervivencia de un sistema de
clanes totémicos. Parece ser que los poblados neolíticos mas recientes sirvieron de morada a tales clanes.
Posteriormente, en la época histórica, cuando dichas poblaciones se convirtieron en capitales de provincias,
conservaron sus nombres, como Elefantina y Villa del Halcón, aparentemente tomados del tótem del clan
local, el elefante y el halcón. Los estandartes de las capitales eran los emblemas del clan y, aun en la época
prehistórica, estos emblemas figuran en los vasos. Este sistema de clan no es raro entre los simples
productores de alimentos actuales, y puede ser una autentica supervivencia de los periodos neolíticos. Sin
embargo, n o se puede afirmar que todas las comunidades neolíticas estuvieran organizadas como clanes
totémicos.
En los cementerios o poblados neolíticos primitivos, no se ha encontrado algún testimonio definitivo
de la existencia del caudillismo. Es decir, no se han hallado tumbas notablemente más ricas, que hubieran
pertenecido evidentemente a una persona de jerarquía, ni casas que pudieran pasar por palacios. Las
tumbas formadas con grandes piedras, que han sido consideradas como dignas de príncipes, pertenecen a
una época en la cual se estaban difundiendo las ideas propias de la segunda revolución y, probablemente
se inspiraron en ella.
En cuanto a las nociones mágico-religiosas sostenidas por las comunidades neolíticas en general,
podemos aventurar algunas conjeturas. La asistencia a los muertos, cuyo origen se remonta a la edad
paleolítica, debe haber adquirido una significación mas profunda en la edad neolítica. En el caso de varios
grupos neolíticos, en realidad no se ha descubierto entierro alguno. Pero, en general, los muertos eran
sepultados cuidadosamente en tumbas edificadas o excavadas, ya sea agrupada en cementerios próximos
a los poblados o cavadas cerca de las casas individuales.
En la época histórica, estas figuras fueron trasladadas a los muros de las tumbas, añadiéndoseles
leyendas, las cuales muestran que tenían por objeto asegurar al muerto el goce continuo de los servicios
representados por ellas.
Tal asistencia denota una actitud hacia los espíritus de los antepasados, que se remonta hasta los
periodos más antiguos. Los espíritus de los antepasados deben haber sido considerados, seguramente,
como cooperadores en la germinación de las plantas cultivadas.
El culto a la fertilidad, los ritos mágicos practicados para ayudar u obligar a las fuerzas de la
reproducción, deben haberse hecho más importantes que antes, en los periodos neolíticos.
En los campos de la edad paleolítica se han encontrado pequeñas figurillas, talladas en piedra o en
marfil, con los caracteres sexuales muy acusados. Con frecuencia se les llama “Diosas de la fecundidad”.
En Europa la introducción de los carros con ruedas tirados por bueyes y otras bestias acelero las
comunicaciones y simplifico el transporte. Las mercancías se pueden cargar directamente en el lomo de las
bestias y a su vez el hombre montarse en ellas. El asno y el caballo domesticado favorecieron la velocidad
de las comunicaciones. Paralelo a las importantes mejoras en los medios de transportes se desarrollo
también la navegación. Los pescadores deben haber usado piraguas y canoas de cuero antes de la primera
revolución. Para ello el hombre debió adquirir conocimientos topográficos y astronómicos para poder utilizar
los caminos del mar.
Para sobrevivir los desastres que amenazaban la vida del hombre eran considerados misteriosos y
a su vez incalculables. Generalmente se consideraba que había fuerzas sobrenaturales que intervenían
como un castigo.
Cuando una tribu de inmigrantes llegaba traía nuevas costumbres, nuevas ideologías, etc. Entraban
en competencia, y esto suponía una conquista de uno hacia otro y los que conquistaban se convertían se
convertían en una especie de aristocracia a la que los otros campesinos debían pagarle tributos.
La conquista militar fue uno de los medios para asegurar la acumulación de un excedente de
riqueza.
Cuando en el emplazamiento de una aldea encontramos otra cuya arquitectura es distinta, quiere
decir que un pueblo dominó a otro por medio de la fuerza y de la guerra. Por eso se supone que en la
segunda revolución debe haber habido una especie de guerra. No es fácil distinguir entre las armas de
guerra y los de cacería, por eso no se lo pueden afirmar.
La guerra ayudó a hacer un gran descubrimiento: que el hombre podía ser domesticado igual que
los animales. En lugar de matar al enemigo este podía ser reducido a la esclavitud; como recompensa a la
gracia de la vida se le podía obligar a desempeñar un trabajo. Este descubrimiento es comparable con la
domesticación de animales. La esclavitud se convirtió en un instrumento poderoso para la acumulación del
capital. La guerra no fue el único medio de obtener esclavos, sino también el brindar proteccion. Los
exiliados de otras comunidades podían ser aceptados en las mismas condiciones. El hambre también fue un
agente de reclutamiento. Las grandes obras públicas ocupaban gran cantidad de mano de obra, que no
sabemos en que medida era libre y en cual era esclava. Si reconocemos la presencia de esclavos tenemos
que pensar que había caudillos, y consecuentemente la existencia de una clase privilegiada a la que estos
pertenecían. El hechicero debe haber sido el primer artesano independiente, que con su varita mágica, igual
que el cetro de un rey, obtuvo sus alimentos, sin contribuir en la producción de los mismos con su esfuerzo
físico. Las fuerzas descontroladas de la naturaleza hicieron que el hombre común recurriera a los hechizos
para tratar de controlarlas. Eso lo llevó a armar una especie de calendario formado por meses lunares,
tratando de conciliar el año lunar con el año solar.
10
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
11
Por sociedades sin estado entendemos aquellas sociedades que no tienen un territorio claramente
delimitado y fijo ni funcionarios de dedicación exclusiva, ni derecho, entendido este como un corpus
sistemático de normas escritas a cuyo cumplimiento pueda obligar una burocracia centralizada.
No obstante, las funciones políticas de todas las sociedades sin estado se basan en principios
informales de control social incrustados en las estructuras de parentesco y, por tanto se diferencian
tajantemente de las funciones políticas de las sociedades con estado, que realizan estructuras políticas
distintas de las estructuras de parentesco.
Niveles de integración sociocultural en las sociedades sin estado y sus procesos característicos
Los antropólogos han clasificado las sociedades humanas según los niveles o estadios de
tecnología y complejidad social.
La mayoría de las sociedades recolectoras son sociedades de subsistencia; es decir producen
tantos alimentos como se necesitan para la subsistencia, pero no trabajan de forma compulsiva, de manera
que habitualmente no es posible que se produzcan diferencias en cuanto a la acumulación de riqueza. En la
producción de alimentos, se necesitan para el consumo inmediato y entonces se acumula un excedente.
La distinción entre sociedades recolectoras y productoras es una clasificación fundada en técnicas
de subsistencia que prevalecen.
Service distingue cinco niveles de integración sociocultural: la banda, la tribu, la jefatura, el estado
primitivo y la civilización arcaica. Estos niveles se conciben constituyendo una secuencia evolutiva, en el
sentido de que algunas sociedades de banda se transforman en sociedades tribales, algunas sociedades
tribales en jefaturas, y así sucesivamente.
13
banda no es el tamaño de la población, sino las normas culturales que integran a las familias mediante el
intercambio de regalos y socios matrimoniales y la cooperación en actividades colectivas, como las
ceremonias religiosas, las expediciones bélicas y las grandes expediciones de caza y pesca.
Solo cuando un grupo de familias están unidas por normas de exogamia y de residencia matrimonial
puede hablarse de banda. Puesto que estas dos normas crean reglas matrimoniales precisas y la formación
de grupos residenciales de familias que cooperan; transforman la mera aglomeración de familias
yuxtapuestas en grupos integrados.
La primera función se ejerce a través del proceso de aculturación, puesto que de hecho las
costumbres se interiorizan por su “carácter moral” y su profunda cualidad gratificante. La sanción del
comportamiento desviado se produce en la mayoría de los casos mediante sanciones informales y el
principio de reciprocidad. La coordinación la llevan a cabo los dirigentes cuyo carácter carismático, de
acuerdo a su carácter carismático, rotativo y situacional.
Los conflictos y las peleas son inevitables donde hay seres humanos. Las venganzas de sangre
pueden comenzar como ofensas reales o imaginarias. Las bandas constituyen sociedades igualitarias y por
regla general funcionan basándose en decisiones unánimes y no en la regla de la mayoría.
La rapidez, la exactitud y la fuerza de movimientos determinan la cantidad de aplausos. El perdedor
debe dejarse herir hasta que el vencedor quede finalmente satisfecho. Otra forma de debate no letal es el
“duelo a golpes de pecho” que utilizan los yanomano de Venezuela para decidir las disputas de poca
importancia y reducir las hostilidades entre grupos enfrentados, Se elige un hombre de cada uno de los
grupos en litigio y se van turnando en golpearse el uno al otro en el pecho hasta que uno de ellos cae
derribado.
La solución de las disputas entre dos bandas o entre cierto numero de distintas comunidades es una
cuestión mas compleja y peligrosa que entre individuos. Puesto que las bandas son grupos cerrados de
parentesco, cualquier ofensa contra un miembro de la banda ofrece una respuesta comunitaria.
La guerra es un serio problema en todas las sociedades; en las sociedades cazadoras recolectoras
puede ser aun mas serio, pues dado su pequeño tamaño cualquier perdida de población constituye una
amenaza directa a los recursos económicos y defensivos de todo el grupo. En realidad, guerras entre
bandas ocurren muy rara vez, pues la organización social y económica opera contra la viabilidad de las
guerras totales prolongadas. Por algo no hay autoridad centralizada, sin la que son imposibles las
actividades bélicas prolongadas. Ademas, la economía recolectora cazadora impide la acumulación de
alimentos y, por tanto limita las posibilidades de una guerra dilatada. Sobre todo en las sociedades de banda
carece de sentido la expansión o la conquista territorial. En las sociedades tribales ni siquiera parecen
conocerse las ideas de expansión e incursiones que deben considerarse inventos culturales de las
sociedades civilizadas.
pueden determinarse mediante los limites lingüísticos; los limites del matrimonio preferencial y el
sentimiento subjetivo de los limites. La tribu se compone de sistemas políticos pluricentricos que se integran
cuando surge la amenaza de presiones exteriores y recuperan la autonomía en cuanto pasa la crisis. Los
sistemas políticos pluricentricos se organizan según la localización de la autoridad; pueden ejercerla:
Los grupos de filiación unilineal
Los grandes hombres
Asociaciones y sociedades concretas
Los grupos de edad
Consejos o asociaciones de pueblos y grupos territoriales
Los grupos locales que componen la tribu tienen un dirigente que puede ser el portavoz del grupo
y/o presidir las ceremonias.
Puesto que el poblado necesita un portavoz y un director de ceremonias, la posición del dirigente
puede mantenerse y suele ser cubierta por uno de sus descendientes o bien por el hombre más anciano. El
dirigente ha sido denominado cabecilla para indicar que tiene más autoridad simbólica que real, propia de
un cargo permanente.
En determinadas sociedades tribales, junto al cabecilla existe una categoría mas influyente de
dirigentes denominados “grandes hombres”, que sacan su prestigio de su habilidad personal, su fuerza pode
de persuasión y generosidad.
Los grandes hombres gozan de una influencia especial siempre que las tareas cooperativas
importantes y las amenazas exteriores exigen la movilización y coordinación de los recursos de todo el
grupo. Básicamente su liderazgo es situacional.
No obstante, el liderazgo situacional o simbólico y otros mecanismos indirectos de control no bastan
para integrar a las tribus grandes y mucho menos para resolver los conflictos entre las grandes tribus.
Los ejemplos clásicos de sistemas de linajes segmentarios se encuentran entre los nuer, un pueblo
linotico, y los tivi en África. Lo peculiar de estos dos sistemas tribales es que, aunque están compuestos de
segmentos autónomos como otras tribus, pueden expansionarse territorialmente desalojando a otras gentes
anteriormente establecidas.
Por ejemplo los antepasados de dos linajes fueron hermanos y por tanto sus dos linajes pertenecen
a uno mas amplio; el antepasado de otro linaje amplio- Esta estructura jerárquica compuesta de lazos
genealógicos aporta unidad al conjunto de la tribu, y en consecuencia, esta puede actuar como una entidad
corporativa contra los enemigos exteriores.
Los segmentos primarios del sistema de linajes segmentarios están conectados por el mecanismo
de la oposición complementaria y la estabilidad estructural.
Las asociaciones pantribales constituyen el mecanismo más típico y universal de integración tribal.
Una sociedad no es una tribu por el mero hecho de constar de cierto número de bandas yuxtapuestas, sino
porque tiene un mecanismo integrador, que engloba la creciente diferenciación y fragmentación de la
sociedad. Todos los segmentos tribales comparten una base residencial o proximidad física con excepción
de las parentelas y los linajes, cuyos miembros no necesariamente viven juntos.
La proximidad física de los grupos residenciales es el resultado de los lazos genealógicos, los
factores ecológicos y las necesidades económicas y defensivas, y no necesariamente el resultado de sus
funciones explicitas. Ejemplos de asociaciones pantribales son las sociedades secretas, las sociedades de
grupos de edad, etc. Las asociaciones por grupos de edad comprenden a todos los hombres de una
determinada edad que, juntos, van pasando por los distintos grupos de edad, como los jóvenes guerreros,
los guerreros adultos, los ancianos jóvenes, etc.
Un importante vinculo pantribal es el clan. Un clan puede abarcar gran cantidad de personas
16
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La sociedad política, al ser una sociedad dividida, es necesariamente una sociedad compleja. Tiene
el mismo sentido que sociedad civilizada. Las sociedades no civilizadas, suelen resultar complejas, por sus
sistemas de parentesco o por su culto religioso, pero no lo son en cuanto a la organización y las relaciones
de su economía política y de su sociedad.
17
Sir Leonard Woodley;
“Los Comienzos de la civilización”
18
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
necesariamente permanente: el esclavo era en potencia un hombre libre. Escaparse era para un esclavo,
teóricamente un delito de pena capital, su amo se limitaba a encadenarlo para impedir una segunda fuga;
por otra parte, ser cómplice en la fuga de un esclavo era un crimen contra el Estado que merecía la muerte:
el amo sin embargo, no podía matar al esclavo.
Los esclavos podían ser prisioneros de guerra. En los primeros tiempos de Súmer, cuando las
guerras se libraban las mas veces entre ciudades vecinas, cualesquiera cautivos que se tomaran eran sin
dudas ciudadanos de un Estado hostil, pero hombres de la misma raza que sus aprehensores. Pero el
esclavo podía ser también un ciudadano libre de nacimiento. Un quebrado podía ser esclavizado por deudas
o, como era más común, podía vender a su mujer, su hijo o su hija como esclavos, con objeto de adquirir
capital para liquidar sus debitos, o simplemente entregarlos como pago a su acreedor. Si un hijo, o un hijo
adoptivo, renegaba de sus padres podían ser expulsado y esclavizado; existen también casos en los que
un hombre había sido reducido a la esclavitud porque pego a su madre o hirió a su hermano mayor. Los
desdichados que se convertían en esclavos por deudas podían ser rescatados en cualquier momento y, en
todo caso, su servidumbre era por ley solo temporal. Si uno de ellos muriese como consecuencia de los
malos tratos de su amo transitorio el hijo de este seria muerto en castigo.
El esclavo babilónico, por lo menos en el primer milenio a.c. podía como el esclavo hitita, poseer
bienes y dedicarse a los negocios, Según el código de Hammurabi, podía casarse con una mujer libre, y
entonces los hijos serian libres, pero si bien en el caso de que fuera atacado y lesionado por un tercero, el
agresor era castigado con una multa, el dinero no iba a manos de el, sino a las de su amo.
Es evidente que la ley babilónica trata a expensas de la lógica establecer una transacción entre la
rigurosa definición de la esclavitud que haría del esclavo una mera partida de los bienes y el reconocimiento
en él de una persona con derecho a la proteccion del estado.
19
Parece que los oficiales reclutadores vivían en sus casas y cultivaban sus tierras. Se les concedían
feudos del estado que debían cultivar y mantener en buena condición y que eran inalienables; las tierras no
podían ser vendidas ni gravadas, pero por otro lado, no podían ser sometidas a contribuciones ni quitadas al
dueño por resolución del os tribunales o acto del gobernador de la provincia. Los privilegios que se atribuyan
a un hombre son totalmente incompatibles con la condición de plebeyo, no eran sin embargo, privilegios de
riqueza: los cuadrilleros no eran hombres ricos, como se deduce claramente de las cláusulas del código, y
sus feudos eran muy pequeños; por consiguiente, la distinción entre amelu y mushkenu, no es una
distinción entre ricos y pobres, sino entre ciudadano libre pleno y semilibre. A causa de la rivalidad secular
entre las ciudades estado sumerias el ejercito era después del culto del dios local, la institución mas
importante de la sociedad y por consiguiente, los términos ciudadano y soldado eran virtualmente
intercambiables. Pero el ciudadano soldado era también un fabricante, un artesano, podían ser hombres
libres del estado. Buena parte del código de Hammurabi estaba destinada a la proteccion de la clase media,
que era financieramente tan vulnerable, pero que desde el punto de vista legislativo, estaba casi, pero no
del todo, a la altura de la nobleza.
El ejercito
Se ha aludido constantemente a la influencia directa o indirecta del ejército en la historia del avance
del hombre en la civilización. El triunfo en la guerra y la resultante captura de prisioneros eran una de las
principales fuentes de trabajadores esclavos, los cuales eran en muchas las primeras comunidades
esenciales para el progreso y que la estabilidad económica y administrativa de los gobiernos ha estado
siempre condicionada por el apoyo militar a su disposición.
El origen del ejercito es, la “nación en armas”, la levée en masse de los miembros varones de la
comunidad con fines de defensa o ataque. El pueblo hebreo no paso de esta fase primitiva hasta los días
del Reino; cada hombre era un combatiente cuando hacia falta, llamado y mandado por el reconocido jefe
de su clan.
Los comienzos fueron, necesariamente parecidos, la levée en masse de una comunidad aldeana
amenazada por un ataque; pero como el delta llego a estar más rigurosamente parcelado en ciudades
estado que debían fidelidad a diferentes dioses patronos, el hambre de tierra, y todavía más, los celos
respecto a los suministros de agua se tradujeron en guerras endémicas. El jefe permanente y el mando de
las fuerzas de la ciudad era una de sus principales funciones; en un lugar donde esas fuerzas estaban tan
constantemente en acción.
El ejército babilónico estuvo basado en un sistema de conscripción; se guardaban los registros del
estado, las listas de todos los sujetos al servicio militar. En algún modo, estaba sujeta a el toda la población.
Se reclutaba a los mushkenu, pero solo como auxiliares y hasta los hombres alistados podían ser
exceptuados si las circunstancias lo justificaban: por ejemplo, donde se reclutaba a dos hermanos, uno de
ellos podía ser dejado libre, si los asuntos familiares así lo exigían y un pastor o un panadero podía ser
devuelto.
No se alistaba ni a esclavos ni a extranjeros. En la medida de lo posible, se tomaba a los hijos de
veteranos y esta profesión hereditaria significo la creación de una costa militar y de un espíritu de cuerpo de
valor incalculable. La disciplina era necesariamente estricta, pero el soldado de filas estaba protegido contra
la dureza o el trato injusto de sus jefes y parece que estuvo bien alimentado y razonablemente pagado. Los
gobiernos locales tenían que proporcionar raciones para los soldados que estuvieran en sus respectivas
comarcas y ademas se recaudaban impuestos especiales para las pagas, al parecer entre los ciudadanos
individuales.
El principal atractivo de la vida militar fue la donación de tierras. El rey daba a cada soldado una
parcela sobre una base feudal; suponía el deber de servir, pero inalienable y hereditaria; durante su
ausencia en campaña el soldado podía arrendar la tierra o tomar un socio, pero a su regreso , antes de
transcurridos tras años, podía reclamarla para si; estaba sin embargo obligado a cultivar y cosechar en su
tierra; si no lo hacia durante mas d e tres años y algún otro entendía el descuidado campo, entonces, solo
entonces, perdía el feudatario la posesión, una subordinación muy adecuada de la propiedad privada del
bien publico.
Otro privilegio atribuido al soldado babilónico consistía en que si era tomado prisionero por el
enemigo y no podía pagar su rescate, este seria pagado por el templo de su villa natal o, en su defecto por
el rey. El hecho de que el ejercito babilónico degenerara como lo hizo después de los tempos de la primera
dinastía de babilonia fue debido en parte, parecería, a la creciente riqueza comercial del país, que
empequeñeció los privilegios del militar e hizo impopular el servicio en el ejercito; pero también en parte, a la
introducción del carro de guerra tirado por caballos, que revolucionó la táctica e hizo anticuado al ejercito de
los babilonios.
Los hititas parecen haber sido la primera potencia del Asia occidental que hizo un uso regular del
caballo. El carro llego a Anatolia no después del fin del tercer milenio a.c. y muy pronto constituyo el arma
más importante de la fuerza combatiente hitita.
20
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Derecho
Ninguna comunidad puede mantenerse unida sin que ciertas reglas referentes a las relaciones entre
los miembros de la unidad social sean reconocidas como obligatorias para todos y cada uno. Tales reglas
pueden haber sido originalmente impuestas por la arbitraria voluntad del miembro más fuerte de la unidad o
pueden representar concesiones mutuas por las que el individuo se somete a un régimen tendiente al bien
común. Tan esenciales son para la misma existencia de la sociedad que, al cristalizarse la costumbre, en
precedente, tienden a adquirir una autoridad propia que es independiente de las opiniones de los
miembros vivos de la comunidad; lejos de imaginarse al estado como hacedor de las leyes, los hombres
tienden a suponer que es la ley la hacedora del Estado. A medida que el gobierno amplia su campo de
acción y fortalezca su autoridad, tendera a incluir en su esfera mucho de lo que en los antiguos tiempos
había sido dejado a la jurisdicción del consejo de aldea o del pater familias e insistirá en que un sistema
uniforme reemplace a las diversas costumbres de las antes dependientes unidades.
Se hace deseable una revisión de la ley, una modificación de los antiguos precedentes para
ponerlos en armonía con las cambiadas condiciones de la sociedad, pero, como es peligroso meterse con la
ley, lo probable es que cualquier cambio sea promulgado, no por el Estado en general, sino por algún
individuo cuya indiscutida autoridad asegure la obediencia general.
La verdadera naturaleza del derecho solo puede ser comprendida por la presencia formal de sus
dogmas en la forma de un código.
No eran realmente códigos en el pleno sentido moderno de la palabra, no eran una codificación de
las leyes del país, sino redacciones parciales basadas en la práctica. El legislador no intenta presentar un
corpus iuris. Esta publicando una serie de enmiendas a cláusulas de compilaciones anteriores. Son
casuísticas, en algún modo, teóricas; Hammurabi, por ejemplo, no hace ningún intento de buscar principios
jurídicos, su finalidad es dar instrucciones al juez y sus cláusulas no son testimonios de decisiones
comúnmente tomadas, sino modelos para decisiones q han de tomarse en lo futuro. Hammurabi estaba
poniendo al día un corpus de derecho consuetudinario, que ya había sido codificado hacia tiempo por livit-
ishtar de Ising, por ibisias y Ur-Nammu de ur y por otros y todavía anteriores monarcas de Súmer.
Análogamente en el código hitita la versión primera tuvo que tener en cuenta las distintas opiniones sobre el
crimen y el castigo que prevalecían entre los distintos estados miembros de la confederación hitita, mientras
que las versiones posteriores, trataron de insistir en la uniformidad para todo el imperio. Las cláusulas del
código de Urnamu pueden considerarse parecidas a las de Hammurabi, pero no idénticas. La diferencia
radica en que solo se sabe de dos clases sociales: El hombre libre y el esclavo y no tiene en cuenta a
ningún grupo correspondiente a los mushkenu del código de Hammurabi. En el derecho de Ising los hijos
nacidos de esclavas y un padre libre no tienen participación en la herencia paterna, la ley babilónica
concede al padre la facultad de legitimar a tales hijos con la simple declaración: “Vosotros sois mis hijos”.
El principio de la ley del Talión en Hammurabi es mas importante que en los anteriores. Tal vez sea
el resultado de un gobierno más fuerte y más centralmente organizado. En una sociedad primitiva la lex
taionis responde a los instintos naturales del hombre; es el individuo el dañado y el individuo que trata de
hacer a otro lo que el otro le ha hecho. Pero, como, la venganza violenta, por justificada que este lleva a
nuevas violencias y es antisocial en sus efectos, la comunidad primitiva desea que se haga la paz entre las
dos partes y el mejor modo de lograrlo es sobre la base financiera; las familias se reúnen bajo la presidencia
del jefe de la tribu, calculan el daño y arreglan el pago por parte del perjudicador. Pero, con el desarrollo de
un gobierno centralizado, lo que ha sido un desafuero civil se convierte en crimen contra el estado, cuyo
bienestar se ve por el amenazado. El estado tiene que defenderse y cuanto mas atroz sea el desaguisado,
mas severa debe ser la sanción; el Talión ocupa el lugar del arreglo. El hecho de que en la mayoría de los
casos en que Hammurabi incluye la pena de muerte, se trata de atentados contra la clase superior de
ciudadanos, o sea, de quienes tienen mas importancia para el estado, puede ser alegado como
demostración de que la mayor severidad del código de este legislador es una condición de progreso social
mas que un retorno a lo arcaico.
El hecho de que estos legisladores revisaran códigos anteriores es porque estos no eran
considerados sacrosantos. Es cierto que todo el derecho sumerio era nominalmente la palabra del dios de
la ciudad, pero esto se debe simplemente a que la ciudad estado sumeria era una teocracia y urukagina era
el Ensi, o sea, el representante humano del dios, hablaba en nombre de este; análogamente en los templos
se ventilaban causas legales con los sacerdotes como jueces, porque el dios era dueño de la ciudad y los
ministros del dios eran los ministros del estado. Hammurabi encabezó su edicto con una talla en relieve, que
lo muestra de pie ante el dios sol, que tiene en la mano la vara de medir y la línea, símbolo de la justicia y el
recto proceder. Esto significa que están basadas en los principios de la justicia y al formularlas ha buscado
la inspiración del dios. La ley humana no es más que una aproximación de la divina. El antiguo código había
sido un intento de legislar conforme a la voluntad del cielo, que podía ser ampliada de acuerdo con la
opinión que tuvieran de ella los hombres. Por eso podría ser posible una revisión.
21
Los egipcios y los hebreos tuvieron una opinión muy diferente de la ley. En la época de la XVIII
dinastía hallamos una alusión a los otros, como un código en el reino medio, que es como un corpus de
derecho y que no es ninguna revisión de la ley primitiva. El derecho egipcio se mantuvo relativamente
estático a través de toda su histórica. Como el faraón era un dios podía, desde luego emitir la orden que le
agradara, y esta orden no tendría menos autoridad que la ley tradicional.
Los hebreos con moisés no inventaron arbitrariamente un código, sino que codificaron una lista de
leyes tradicionales que debían ser observadas. Algunas fueron peculiares del clan patriarcal del que los
hebreos pretendían descender. Así la ley referente al toro que cornea fue tomada directamente de la ley
sumeria que iba a reaparecer como cláusula 251 del código de Hammurabi.
La situación de los hebreos era muy peculiar, formaban una horda de nomades, sin un gobierno
reconocido para hacer cumplir la ley. El mismo moisés fue desde luego un jefe, pero no un miembro de una
dinastía reinante y su ascendiente fue puramente moral y personal, sin que procurara garantía de que sus
decretos serian respetados después de su muerte en aquella sociedad imperfecta. La administración de la
ley tenia que ser dejada en parte a los cabezas de familia. La única sanción eficaz para el código mosaico
era la sanción de Dios. En ese código hay cláusulas puramente religiosas que se unen a cláusulas sociales
y penales y están representados como mandamientos emitidos por Jehová en persona. Fue un derecho
divino y por lo tanto debía perdurar eternamente. Entre los sistemas antiguos, el hebreo es el único en hacer
de la religión la base del derecho y en establecer de este modo un código moral.
Los aspectos sociales de la ley mosaica se ajustaron tan bien a las condiciones hebreas que
pudieron ser asimiladas fácilmente por las tribus bárbaras y con esta aceptación vino el reconocimiento de
la base moral de la ley. El código hebreo fue el primero en el que se estableció que el derecho es algo más
que un compromiso, que asegura los intereses del individuo y del gobierno y que depende, no del
precedente histórico sino de la moral última.
La costumbre de las enemistades de sangre, conforme a la que el pariente más cercano se venga
por sus propias manos, estaba demasiado arraigada para ser cambiada, y por eso Hammurabi nada dice de
ella, aunque al legislar sobre el homicidio, confina esas enemistades dentro de límites razonables.
Análogamente los códigos hititas se refieren únicamente a casos excepcionales de matrimonio y guardan
completo silencio sobre la adopción, la herencia y los contratos. No legislaron sobre esos asuntos porque
estaban ya convenientemente regulados por el derecho consuetudinario del pueblo.
La motivación básica de toda ley era evidentemente mantener la autoridad del estado y preservar el
organismo social y para este ultimo propósito la familia, como unidad ultima de la sociedad, exigía una
proteccion especial. Los delitos pueden por tanto, ser clasificados como cometidos contra los dioses, contra
el estado o contra el individuo, se establecen normas para todos los asuntos de familia, como el matrimonio,
la adopción y la herencia, en relación con las cuales pueden producirse fácilmente riñas familiares; ademas
para evitar disputas se fijan por ley condiciones de comercio, cargas de arriendo, salarios y tipos de interés.
Las cláusulas económicas explican realmente el carácter del código. Es inimaginable que se quisiera que
fueran validas de un modo general, porque las tarifas variaban con la ley de la oferta y la demanda.
Los delitos mas graves eran los cometidos contra el estado y contra los dioses, que de acuerdo con
la opinión antigua eran una sola y misma cosa.
En el código de Hammurabi, el ladrón que roba en el templo o el palacio y el receptador de tales
bienes robados son condenados a muerte. Según el derecho hitita, la rebelión contra el rey supone la
muerte de toda la familia del rebelde; el robo de la lanza de bronce, puesta en el palacio era un delito que se
castigaba con la pena capital.
La practica de la magia negra también era un crimen castigado; porque no solamente es un delito
contra los dioses, sino porque ademas elude al estado y frustra a la ley; la rebelión es como el pecado de
brujería y merece la muerte; esto sucede tanto en Hammurabi como en Morse. En el hitita la sentencia de
muerte se reemplazo con una multa en el caso que fuera un hombre libre.
En los casos civiles los castigos por delito contra la persona se basan en la lex talionis, que era la
tradición común de todos los pueblos de medio oriente. El código mosaico confirma la tradición ojo por ojo,
diente por diente y Hammurabi hace lo mismo cuando la victima es de una clase superior: un amelu; pero
dispone la indemnización monetaria cuando es de clase inferior: un mushkenu o un esclavo, mientras el
código hebreo concede la libertad al esclavo que haya perdido un ojo o un diente por la violencia del amo.
En el caso de homicidio ambos códigos mantienen la regla de que la venganza por asesinato es el deber de
los parientes más cercanos del muerto y no del estado, y el vengador no es culpable ante los ojos de la ley.
Según la ley babilónica se puede escapar con una indemnización monetaria. Los crímenes de violencia
contra la persona son sacados de la esfera de la venganza privada y puestos dentro de la competencia del
estado.
Los tribunales
22
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La eficacia de los códigos dependía de la administración de la justicia, del sistema de los tribunales
y de su modo de funcionar y esto no fue uniforme en los diversos países del medio oriente.
Los hebreos
El sistema de los tribunales no existió porque no había gobierno central y no existía la posibilidad de
una regulación del estado. Los llamados jueces eran en sus mayoría jefes guerrilleros que apoyados en
pasadas proezas ejercían su dominio sobre una comarca. La tarea de mantener vivo el código mosaico de
la ley dependía de las cabezas de familia.
Súmer y Babilonia
En Súmer la administración de la justicia la hacia el clero. Cada una de las ciudades estado era
gobernada por un rey, que era el representante terrenal del dios patrono de la ciudad o por un patesí (Ensi),
un príncipe y sacerdote y los tribunales no eran mas que un departamento del gobierno divino, que estaban
dirigidos por los servidores del dios. Cuando Súmer fue unificado por los poderosos reyes de la tercera
dinastía de Ur, la autoridad del Ensi, declinó de modo inevitable. Los jueces siguieron siendo en su mayoría
miembros de la clase sacerdotal y constituyeron una rama especializada de ella, el Mashkim, que bajo la
tercera dinastía de Ur estaba presente en todos los juicios y respondía del procedimiento judicial. Eran como
un juez, un árbitro, un perito, etc.
Antes del hundimiento de la tercera dinastía de Ur, se habían creado tribunales provinciales de
justicia presididos por un civil, el alcalde de la localidad (rabianu), con quien colaboraba una asamblea de
notables (shibuti). Posteriormente, el alcalde se hizo más poderoso y más aún bajo Hammurabi de
Babilonia, y es durante su reinado cuando vemos por primera vez jueces seglares dotados de plena
autoridad. De a poco los jueces civiles reemplazaron a los sacerdotes. En el juicio las dos partes tenían que
presentar los documentos escritos referentes al caso; seguidamente primero el demandante y luego el
demandado formulaban sus exposiciones, a continuación los testigos juraban por el dios local y por el rey y
prestaban testimonio, tras lo cual los jueces dictaban su decisión. Ambas partes tenían derecho a apelar a
un tribunal superior (los jueces de babilonia) y si aún no quedaban satisfechas al mismo rey. Si bien hay un
deseo manifiesto de hacer justicia en un juicio de pulcros procedimientos, también hay una impresionante
barbarie en las sentencias que la ley prescribe, por ejemplo, los hombres libres, podían ser vendidos como
esclavos por deudas y en casos graves la pena podía ser la mutilación o la muerte por inmersión o la
quema.
El derecho internacional
En el progreso de la civilización debemos atender a los contactos que existieron entre los distintos
pueblos, la difusión de las nuevas ideas y técnicas y con el intercambio de productos regionales aumentaron
los recursos del mundo moderno.
La guerra para un provecho de larga duración exige organización y disciplina y reclama algo
parecido al derecho internacional.
La guerra era un asunto de los dioses y era el dios del propio país quien declaraba la guerra al dios
del otro. El rey no era más que el agente mortal, el instrumento de la voluntad divina; sus victorias eran las
victorias del dios y si era derrotado, se debía a que en el consejo de los dioses, el propio dios patrono había
aceptado la dirección general. La victoria de la guerra significaba que el vencedor imponía su soberanía
sobre el conquistado u obligaría al príncipe ex enemigo a firmar un tratado reconociendo su vasallaje.
Vasallaje
La posición de un príncipe vasallo estaba claramente definida por la regla. Tenía que pagar un
tributo anual. Todas las cuestiones de política exterior quedaban reservadas para este. El vasallo estaba
obligado a ayudar a su señor con cuantas fuerzas armadas tuviera en cualquier operación militar ofensiva o
defensiva.
23
cuando se procedía al sacrificio de la victima el rey se pasaba la mano sobre la garganta dando a entender
que estaba dispuesto a morir de la misma manera si faltaba a su palabra.
El tratado más completo y detallado es el concluido entre Ramses II y Atusilis. De el procede la
sanción mencionada antes.
La alianza defensiva era de hecho la mas usual entre monarcas independientes, pero en ocasiones
también se concluya entre iguales la alianza ofensiva, que era obligatoria cuando se trataba de vasallos
(será el amigo de mi amigo y el enemigo de mi enemigo); en circunstancias especiales se introducía una
cláusula de neutralidad como cuando ambas partes convenían mantenerse al margen de una disputa entre
otros estados en la que una intervención significaría situarse en bandos opuestos.
Se concedía mucha importancia al derecho de extradición. Debían ser devueltos al país no
solamente los criminales sino los delincuentes políticos y los fugitivos de todas clases.
En Egipto hay amnistía para el fugitivo entregado, con subordinación de la conveniencia política a la
conciencia y es quizás la única en las relaciones internacionales del mundo antiguo. Se establecen normas
especiales para el arresto y la devolución de esclavos huidos. Los bandidos que hacían incursiones a través
de la frontera debían ser detenidos por las autoridades del país así invadido y debían ser devueltos a su
país de origen.
Si viajaban frecuentemente mensajeros especiales, con cartas o regalos, yendo y viniendo entre
reyes aliados, había también embajadores residentes. Se trataba de hombres de alto rango a los que cabía
confiar una actuación discrecional en la mayoría de las negociaciones con el monarca ante el que estaban
acreditados.
La guerra abierta, la tensión política y la debilidad del gobierno central podían cerrar los caminos
tanto a los mercaderes como a los mensajeros, sin embargo, el interés común cuidaba de que se
mantuvieran los contactos comerciales y políticos entre los estados. Egipto, Siria, anatolia y mesopotamia
ofrecían un mosaico de reinos grandes y pequeños, con todas sus diferencias de culturas y credos, con sus
celos y ambiciones, la tolerancia que hizo posible el comercio y la diplomacia internacional es sorprendente.
Si bien no estaba expresamente formulado solo hubo convenciones reconocidas cuyo origen debe ser
buscado en las leyes internas de babilonia. Los antiguos imperios acadio y sumerio se convirtieron en un
precedente muy importante. El idioma akadio escrito en escritura cuneiforme fue el lenguaje diplomático que
empleo inclusive la chancillería de Egipto, los reinos independientes adoptaron las normas que gobernaron
al comercio sumerio. Podemos decir que sobre ellas se erigió un sistema diplomático que anticipan en parte
al del mundo moderno
24
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La Sociedad Sumeria
Los centros religiosos naturales de sus distritos alcanzan en la época sumeria una importancia
mucho mayor que en las sociedades presumerias, pues su papel en el culto, que no puede estimarse
excesivo tratándose de un pueblo de notable religiosidad. De esta forma el santuario se convierte, con
exclusividad, en núcleo de toda la vida de la ciudad y su distrito, en centro de la administración de tierras y
del sistema de riego inseparable de ella, así como del comercio. La morada del dios de la ciudad y de su
equivalente femenino viene a ser el lugar de culto, sacrificios y oráculos, palacio, casa del tesoro, tribunal,
notaria, bolsa, oficina de bienes, depósito de provisiones, etc.
La cosmovisión rígidamente teocrática consideraba como propiedad de los dioses al país y a sus
habitantes nativos, convertidos en ciervos, y a los nuevos pobladores, junto con su caza mayor, ganado y
producto de la cosecha.
El dios es “el rey de la ciudad”. Se consideraba al sumo sacerdote como guía dado por Dios incluso
en los asuntos civiles. Y se hizo llegar el beneficio del trabajo a su divino propietario.
Los dos cometidos mas destacados del templo eran y culto y la economía. En el aparecían
cuidadosamente separados los locales destinados a fines de culto de los que servían a la administración del
templo.
Un almacén común suministraba herramientas y materias primas y cada oficio manual tenía en el
templo igualmente su centro, como en el caso de los agricultores y pastores del llano, y de este modo la
central, competente para todos, a la vez que servía para cumplir los deberes religiosos, era también lazo de
unión de todas las profesiones. A disposición del dios y de su representante, el sacerdote-rey, estaban los
productos de los campos, los rebaños de ganado mayor y menor y sus crías, el botín de la pesca y de la
casa y los frutos del múltiple trabajo manual. Todo esto servía para el mantenimiento de los sacerdotes,
escribas, funcionarios, soldados y el mismo pueblo se empleaba para la exportación beneficiosa o el pago
de la importación necesaria; proveía al fondo para la construcción de edificios sagrados; y por ultimo,
ingresaba como excedente en la caja del templo.
En el templo se almacenaban los granos, se traían los animales para el sacrificio, se entregaban la
leche y el queso, se distribuían las herramientas necesarias; Allí los escribas anotaban la labor diaria de los
trabajadores, repartían las raciones de harina, cerveza, etc., distribuían las ropas;
Cada templo poseía su biblioteca, que servía de archivo para las listas de la actividad económica
del templo y para los documentos del movimiento comercial en general.
Ciudadanos y labriegos iban al templo con múltiples negocios profanos.
En el templo se desarrollaban desde el servicio de ofrendas, las oraciones, la recepción de oráculos,
los ritos para los conjuros y las fiestas de culto hasta la administración de justicia. También en el estaba la
residencia de la escuela y la educación: Entonces aparecerá clara la posición central y sobresaliente del
santuario en el Estado sumerio y comprensible el tamaño de los edificios para el culto ya que en la época
clásica de Súmer, “Iglesia y Estado” se separaron temporalmente, la supremacía permaneció en el templo,
porque, ademas de tener el carácter de “propietario supremo” de todo el país, el santuario era aún
propietario directo de grandes bienes, que eran cultivados y utilizados por la administración del templo y
aseguraban a los sacerdotes continuamente ricas entradas.
Para los Sumerios la encarnación visible de este orden era el Ens., sacerdote príncipe, titulo que
otrora se leyó patesi o isag y cuya traducción mejor es la de “Sacerdote-Príncipe”.
Las inscripciones indican los nombres de los ensis de las ciudades de todo el país y muchas de sus
estatuas se han conservado en virtud de una extraña costumbre de su culto; los príncipes mandaban
colocar en estrados, junto a las paredes laterales del lugar de culto estatuillas sacras que los representaban
en actitud de oración.
Otras representaciones, en relieves y sellos cilíndricos, los muestran en el banquete ritual, que
representa, ante todo, las sagradas nupcias.
No solamente el Ensi, sino toda su familia desempeñaban un papel de importancia. Su esposa tenía
a veces a su cargo la administración del templo o era incluso la suma sacerdotisa y sus hijos
desempeñaban funciones en el templo como sacerdotes de los hijos del dios principal.
25
La actividad del Ens. Se eleva sobre la esfera del común de los mortales, pues el príncipe se había
convertido en lugar, titulo que traducimos como “rey”, exaltación que se realizaba mediante las nupcias
sagradas que el rey, como representante de su dios, celebraba en la fiesta de año nuevo con la suma
sacerdotisa en representación de la diosa de su ciudad.
Convertido en Dumuzi, dios de la vegetación y de la resurrección, cuidador y protector de los
rebaños, el Ens. Era el dios-hombre y su actividad tenía significación simbólica y salutífera. Tan solo en
tiempos posteriores el cargo de Ens. Baja a la categoría de administrados y aun parece que, en tal caso, no
era ni siquiera hereditario siempre.
Todo esto aparece como un ensayo de un culto estatal, semejante al de la Roma Imperial.
El Ensi y su esposa recibían ambos sepultura en un lugar profundo abovedado bajo tierra, se
entregaban al difunto sus armas, su yelmo y su sello.
No resulta difícil conocer como se componía en sus orígenes la población agrupada alrededor del
templo. Allí vivían los sacerdotes del dios y de la diosa, la familia del príncipe y su sequito, empleados y
escribas, comerciantes, obreros, capataces de los esclavos, trabajadores industriales y soldados, los
pastores de los rebaños del templo, los labradores de sus posesiones y, finalmente los esclavos que eran
propiedad de los nombrados. Por consiguiente, el número de habitantes de una tal “ciudad” primitiva debió
ser pequeño al principio. En el cursos del natural desarrollo político y comercial se cambió y acrecentó de tal
manera que algunas metrópolis llegaron a ser ciudades populosas, como la muestran las excavaciones.
Dejando a un a un lado el templo y el palacio, tres clases deben de haberse disputado la
supremacía dentro de los muros de la ciudad: los comerciantes y los artesanos y los soldados, los
labradores probablemente no gozaban de mayor consideración.
Toda operación comercial obtenía validez solamente después de su legalización y sellado por lo que
el derecho del sello desempeñó un papel decisivo en el desarrollo de la situación de los comerciantes. Al
depositar el documento en el archivo del templo, el dios, por así decirlo, asumía la defensa jurídica del
negocio realizado, ya se tratara solo de una oveja, ya de una gran operación comercial con metales nobles,
Una especial aptitud parece haber predestinado al sumerio al ejercicio de la actividad comercial y la vasta
extensión y las múltiples manifestaciones del comercio de la babilonia posterior elogiadas por Ezequiel y
otros escritores de la Biblia.
En aquel entonces se abrieron los grandes caminos para las caravanas, por los que habría de
desenvolverse el comercio durante milenios.
El creciente bienestar de Súmer había d e atribuirse y por cierto no en ultimo lugar, al activo y
emprendedor sector de comerciantes.
Los comerciantes sumerios encontraron y fijaron los caminos, pero también dieron impulso a la
navegación comercial a través del golfo pérsico a Arabia meridional y la costa africana oriental, de donde se
traían la tan solicitada diorita y muchas otras preciosidades.
En cambio, el país destinaba a la exportación además de los productos agropecuarios,
especialmente lana, los frutos de la artesanía, que elaboraba las materias primas importadas como madera,
piedras, metales, etc.
El segundo sector urbano de artesanos, era, por tanto el grupo productor primero en la sociedad
sumeria primitiva.
La clase de los artesanos albergaba en su medio también a los artistas, que en el antiguo Cercano
Oriente fueron siempre anónimos. El número de oficios de la artesanía correspondía al estado propio de una
civilización formada.
Madera, cuero, piedra, cobre y bronce constituían el material para la preparación de los pertrechos
de guerra destinados al reclutamiento general y también al ejército permanente. La Falange de la estela de
los buitres, uno de cuyos fragmentos muestra cuatro filas de seis soldados cada una con las lanzas tendidas
hacia delante listas para el ataque.
Frente a los habitantes de la ciudad se hallaba la extensa clase de los moradores del campo,
quienes, llevaban una vida laboriosa fuera de las murallas en calidad de agricultores, jardineros, pastores,
cazadores y pescadores.
El pescador arrojaba el anzuelo y extendía sus redes en los ríos de abundante pesca y en los
innumerables canales. Lo hacia como hombre libre, pero, acá, estaba obligado a entregar cada mes una
determinada cantidad de pescado. Los atrasos debían subsanarse posteriormente y solo entonces se
rompía la tablilla de deudas.
El pastor llevaba al ganado menor a la llanura en busca de pastos verdes.
Al jardinero, como al labrador correspondía la importante ocupación del mantenimiento, limpieza y
cuidado de los canales de riego, mientras que las vías de navegación se hallaban bajo la vigilancia de
funcionarios especiales, como lo demuestran innumerables documentos.
Al labrador le aguardaba el campo al que había de hacer producir frutos oleaginosos, cebada y
trigo. Tenía a su disposición el arado y algunos artefactos para la siembra
26
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
En el cultivo de la tierra el labrador se servia de bueyes y asnos. Era reducido el número de las
unidades de ganado mayor por falta de campos y pastoreo.
Las esclavas tenían a su cuidado el engorde de los cerdos.
En tiempos de paz el labrador, pese a la alta cuota de entrega podía vivir satisfecho. En tiempos de
guerra, en cambio, perdía su propiedad y el hambre pronto llamaba a su puerta.
La capa inferior de la población la constituían los esclavos, a los que se consideraba no como cosas
sino como personas. Como esclavos usaban un solo nombre, al que no se agregaba el del padre.
Se los reconocía por su cabello corto o la cabeza rapada y una señal de esclavitud. Los más
grandes poseedores de esclavos eran los santuarios y el palacio.
La joven esclava, como concubina de su señor y madre de hijos que este reconocía como suyos
alcanzaba una posición mejor y circunstancialmente también la libertad. Pero en general, la suerte de los
esclavos era naturalmente difícil. No eran punibles las lesiones por malos tratos. Los gigantescos edificios
sumerios son obra de los esclavos.
La provisión de esclavos se mantenía gracias a los prisioneros de guerra o a los bárbaros
importados, comprados o raptados del extranjero. Entre ellos gozaban de especial preferencia los nórdicos
de piel clara.
Los esclavos que lograban fugarse, si eran apresados, debían llevar, según parece, cadenas en los
pies para impedir nuevas tentativas de fuga.
Como es natural, se trataba de aprovechar al máximo su capacidad de trabajo, y sin duda era
penosa suerte de los esclavos contratados que el tratante alquilaba a los dueños de posesiones para la
labranza y la cosecha. Sin embargo el esclavo gozaba de una especie de derecho de reclamación para con
su amo, derecho que exigía averiguación judicial. Existía también una ley sumeria de la cual se puede
colegir que el esclavo podía cambiar de amo si hallaba un protector:
“En caso de que a un hombre, en una ciudad, se le escape un esclavo o una esclava y se compruebe que el
esclavo permaneció durante un mes en casa de otro hombre, este debe entregar esclavo por esclavo, y si no tiene
ningún esclavo, ha de pagar veinticinco ciclos de plata.”
Ya el derecho familiar otorgaba autoridad extraordinaria al pater familias, entre otros, el extraño
poder de vender como esclavos a los propios hijos. La Leyes sumerias muestran la posición dominante del
marido respecto de la mujer:
“En caso de que una esposa diga a su marido, al que odia: “Tu no eres mi marido”, se la arrojará al río.
En caso de que el marido diga a su mujer “Tu no eres mi esposa”, deberá el marido pagar la mitad de una
mina de plata”
“En caso de que un hijo diga a su madre: “tu no eres mi madre”, se le cortara el cabello en señal de
esclavitud, se lo conducirá a través de la ciudad y luego se lo arrojara de su casa”
De un documento judicial podemos deducir que también en vida del marido la oposición de la
esposa y madre bastaba para anular la promesa de matrimonio del hijo.
En recientes excavaciones se hallo un interesante documento judicial de la época post-sumeria, que
refleja indudablemente la practica jurídica de Súmer.
Habla de un asesinato y de su castigo. Tres hombres habían dado muerte a un empleado del
templo, cuya mujer, a quien ellos narraron el hecho guardo silencio sobre el homicidio.
Los tres asesinos fueron condenados a muerte, con la especificación de que debían ser ajusticiados
delante del domicilio del interfecto, mientras que la mujer, según parece, fue absuelta.
Igualmente procede de la época sumeria tardía, el código sumerio, cuyas disposiciones estaban en
rigor, al parecer, en la ultima época sumeria. Dicho código es mas breve que el código de Hammurabi, pero
es semejante a el en su redacción y en muchas otras cosas. La parte conservada y legible presenta
disposiciones sobre jardinería, delitos contra las plantas, responsabilidad en el escalamiento de una casa a
causa de las malas condiciones de las paredes, encubrimiento de esclavos, perdida de posesiones,
legislación sobre el matrimonio la herencia, y la responsabilidad del empleador de un niño.
Es seguro que Súmer poseía códigos mucho más antiguos, que aun no llegaron a nuestro
conocimiento.
Ya los tres códigos por ahora conocidos nos permiten saber cuan extraordinaria e intensamente
compenetrada por las normas jurídicas, según la voluntad de los dioses, estaba la vida cotidiana del antiguo
Súmer.
Los sacerdotes, los escribas, los jueces, los empleados de la administración, los médicos y los
comerciantes tenían necesidad de un extenso saber para estar en condiciones de cumplir con sus múltiples
27
obligaciones. Tales conocimientos los adquirían en las escuelas que existían en los templos para todas las
profesiones.
El escolar sumerio se llamaba, según parece, “Hijo de la casa de las tablillas” y gozaba de
considerable ascendiente, ya que la escritura era todavía un arte difícil y había príncipes y reyes entre los
discípulos.
Siguiendo la evolución general, en los últimos tiempos de Súmer, los establecimientos de
enseñanza de las ciencias no teológicas se separaron de su centro de otrora, el templo, centro a la vez de
toda la vida económica y social y se acogieron a la sombra de la corte real, que a allí formo una nueva
generación de empleados.
A pesar de la fidelidad a las tradiciones y de una postura general conscientemente conservadora, no
se pudo impedir que la historia sumeria, que abarca todo un milenio, cambiara sus formas de vida y
modificara la imagen de su sociedad, tanto mas cuanto que no faltó la sangre extranjera que fluía
incesantemente en las montañas del norte.
La primitiva coexistencia simultanea de ciudades-estados vecinos, a causa de su expansión y a
medida que midieron sus fuerzas entre si, acabó adquiriendo necesariamente la forma de una federación,
en la cual un soberano gobernaba sobre varios príncipes de ciudades. Esto trajo como consecuencia el
frecuente debilitamiento de las relaciones del soberano con el dios de su ciudad, pues los sacerdotes de las
ciudades subordinadas rivalizaban en el empeño de investir de títulos y dignidades al gobernante que casi
nunca dejaba de cumplir con la reverencia debida a su dios. En efecto, estos sacerdotes cortejaban al
soberano valiéndose de todos los medios.
La ascendencia espiritual del Ensi se debilitó frente a la pretensión del sumo sacerdote; la
abundancia de la corte debió ser, a menudo, superada por la riqueza del templo.
En otras palabras, el desarrollo político, económico y social de Súmer llevó a una disolución de la
unidad templo-corte real, iglesia y estado.
Como punto final del desarrollo aparece una federación de estados debilitada, que conserva con
grandes esfuerzos, las formas externas de un pasado grandioso, pero que no puede ocultar su debilidad
interna y su inconsistencia, no obstante los pomposos títulos y los soberanos con aires de césares.
Tan solo bajo el gobierno del gran restaurador y pacificador Hammurabi de Babilonia pudo gozar
nuevamente de la dicha, seguridad y bienestar propios de una sociedad organizada.
28
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Hammurabi de Babilonia
La Unificación de la mesopotamia
Hacia 1820 A.C. la Baja Mesopotamia aun esta dividida en los reinos de Babilonia, Isin, Larsa, Uruk
y otros mas pequeños.
La hegemonía la tienen Larsa en sur y Babilonia en el norte, y los reyes babilonios cultivan sus
relaciones con Uruk que, pese a su aislamiento, es un buen punto de apoyo contra Larsa.
Un primer proceso de concentración es obra de un personaje con dotes políticas fuera de lo común,
Rim-Sin de Larsa.
Con Rim-Sin dio inicio la política de expansión, que conocemos sobre todo a partir de las formulas a
datación de este larguísimo reinado: victoria sobre una coalición de Uruk e Isin con el apoyo e Babilonia;
destrucción y anexión de Der; conquista de Uruk y conquista Isin
Este ultimo acontecimiento gozo de tanto prestigio que los años posteriores se facharon a partir de
el. En efecto, con la conquista de Isin todo el país de Súmer quedó unificado bajo el dominio de Rim-Sin,
aunque seguía teniendo vecinos belicosos como Ela, Eshunna y Babilonia, que aislaron a larsa de los
grandes contactos y las grandes maniobras de la época de Mari.
Rim-Sin se dedico a la labor de consolidación interior. Promovió la construcción y restauración de
murallas, la excavación de canales, enriqueció los templos según la tradición sumeria.
Rim- Sin fue el primer rev de Larsa que promulgó medidas de desgravación fiscal. Cancelación de deudas y de la
esclavitud por deudas que en el norte se conocían con la formula de “restablecer la justicia en el país. Los textos
administrativos y jurídicos del tiempo de Rim -Sin reflejan la especial atención que dedico el rey de larsa a la
reorganización de la gestión de tierras publicas y el auge del comercio en el golfo.
Pero el año inmediatamente posterior a la conquista de Isin Hammurabi subió al trono de Babilonia, y se
revelo como un rival de Rim-Sin mucho más aguerrido que su padre, Sim-muballit. Toda la segunda mitad del reinado
de Rim-Sin estuvo marcada por la ascensión de Babilonia.
Desde un observatorio bastante apartado, como es el archivo real de Mari asistimos a una sucesión de guerras
cruzadas entre el frente del Eúfrates y el frente del Tigris. La zona de mayor tensión es la frontera entre Babilonia y
Eshnunna, porque ambas ciudades están muy próximas. Pero su posición es Sólida, de modo que los principales
movimientos tienen como escenario la Alta Mesopotamia, sin que ninguno de los contendientes tenga fuerzas
suficientes para aventurarse a un ataque frontal.
Solo en la fase final de su reinado, Hammurabi puede recoger los frutos de su progresiva ascensión y
consolidación. En cinco años Hammurabi Conquista y se anexiona a Larsa, hace to mismo con Eshnunna, derrota a
Mari y luego la destruye a raíz de una rebelión.
La unificación de Mesopotamia por parte de Hammurabi tuvo sus limitaciones tanto de tiempo como de
extensión. En el tiempo, la unificación tuvo una duración muy corta. Hammurabi logro sus objetivos solo al final de su
reinado y con sus sucesores no tardo en producirse una disgregación. En cuanto a la extensión, gran parte de los
territorios que se habían visto implicados en la política de movimiento Y confrontación de la edad de Mari quedaron
fuera del alcance de Hammurabi.
La Organización Sociopolítica
Los reinados de Rim-sin en larsa y de Hammurabi en Babilonia, suponen una consolidación de la
posición del estado, como consecuencia normal de la especial atención dedicada por estos soberanos
fuertes a la organización del reino y de su creciente capacidad para influir en el Orden de la sociedad. La
centralización del palacio se hace en perjuicio de la esfera familiar. Pero también de la esfera del templo
que pierde parte de sus prerrogativas, por ejemplo, el comercio que la tendencia a la privatización había
sustraído en gran parte a la gestión del templo, se vuelve a centralizar bajo control real. O la a
administración de la justicia, que antes era ejercida por jueces de los templos, y ahora es ejercida por jueces
del rey.
Por ultimo, la creciente actividad bélica v las importantes conquistas de Hammurabi, que
desembocan en la unificación de Mesopotamia, conllevan un volumen considerable de asignaciones de
tierras a soldados y veteranos las provincias conquistadas.
De todas maneras, es razonable pensar que las asignaciones masivas do parcelas a miembros de
una clase social bastante desposeída debieron servir para frenar el proceso de empobrecimiento y
esclavización., y seguramente proporcionaron mano de obra mas dispuesta a trabajar en el campo, donde
había crecientes dificultades debido al abandono, saturación y decadencia.
29
De momento, la intervención real, con creación de infraestructura y una extensa colonización mitiga
las dificultades por las que es ta pasando el país de Babilonia.
Al tiempo que surgen dificultades económicas se produce una reestructuración de las relaciones
sociales, siguiendo las líneas esbozadas en la época de Isin y Larsa. Hay dos tendencias fundamentales,
una hacia la independencia económica de los grupos privilegiados y otra hacia la servidumbre de los grupos
más vulnerables. Los dos procesos provocan un verdadero vuelco de las relaciones sociales y las jerarquías
económicas. Los privilegiados (escribas, sacerdotes, mercaderes, administradores y terratenientes de
origen diverso se “privatizan” y tratan de escapar del control real.
Frente a estos nuevos dependientes de bajo rango, el monarca representa un panel de rey justo,
buen pastor y padre solicito.
El famoso código nos proporciona una visón global de la sociedad bajo el reinado de Hammurabi.
Su original se encontraba en una estela de diorita erigida en el templo de Shamash, en Sippar (o en la
propia Babilonia), pero ha sido hallado en Susa, a donde fue llevado como botín por el rey elamita Shutruk-
Nakhurte hacia 1200.
En el código aparecen tres “clases” o condiciones sociales: la del awilum “hombre libre”, la del
muskenum o “dependiente” y la del Wardum o “esclavo”. La tercera categoría no tiene nada en particular,
ya que los esclavos están profusamente documentados en toda la historia mesopotámica, y se caracterizan
por pertenecer a otra persona, que posee sobre ellos un derecho absoluto. Los esclavos se adquieren como
botín de guerra o se compran en países extranjeros; en cambio, los conciudadanos no pueden ser esclavos,
pero si sometidos a servidumbre durante periodos mas o menos prolongados, pero sin que se pierda la
noción de su estatus original.
Los «libres» tienen autonomía económica, tanto si son libres terratenientes en el sentido tradicional,
como funcionarios altos o medios del templo o del palacio que han adquirido en forma permanente tierras y
prebendas derivadas de su servicio. Las categorías que el código reúne bajo la denominación de
muskenum se encuentran en una posición distinta. Dependen del estado para su sustento, de modo que
son “semilibres”. Pero no en el Sentido jurídico, sino mis bien en sentido económico, ya que no poseen
medios de producción. Por el código y otros documentos de la época sabemos que gozan de menos
prestigio que los libres, y mantienen un vínculo de proteccion y subordinación al rey.
En el campo penal se ha resaltado mucho la aparición de la ley del taliona es decir, una
reglamentación de las penas corporales como forma atenuada y cuantificada de la venganza y se ha
atribuido esta practica a la llegada de los amorristas frente al arraigado principio de la compensación
pecuniaria de la cultura sumeria y acadia.
En el campo civil el código supone la consagración definitiva de la importancia que han alcanzado
en la vida económica del país las tendencias a la privatización y por consiguiente de la necesidad de regular
las formas y competencias de los distintos tiempos de aparcería, trabajo asalariado, alquiler, participación
financiera, etc.
El código no introduce nada nuevo, y se limita a reseñar los usos y costumbres, normalizando las
tarifas que se aplican habitualmente, pero dándoles un aval regio que tendría su valor para los litigantes y
jueves.
Los códigos mesopotámicos no tienen ni pretenden tener valor normativo, y no dejan rastro en la
práctica judicial, ni tampoco la determinan. Basta con leer el código de Hammurabi entero, con prologo y
epilogo, para darse cuenta de que se trata de una demostración analítica.
La Reforma Religiosa
La época de Hammurabi supone un giro importante en el ámbito teológico. El giro se debe a la
nueva situación política, de unificación definitiva del país y aparición en escena de las ambiciones
ciudadanas.
La nueva estructuración del panteón tiende a situar en el vértice al dios de Babilonia Marduk. La
operación no es sencilla, porque se trata de una divinidad meramente local, bastante modesta a escala
regional, que encaja mal en las viejas teologías. El proceso comienza con Hammurabi, pero solo culminara
en la época casita. Entre los procedimientos utilizados para situar a Marduk en una posición prominente
uno de ellos es convertirlo en hijo de Ea y caracterizarlo como dios de las artes mágicas.
Otro procedimiento es situar a Marduk en el centro del mundo cosmológico, sustituyendo a Enlit,
que ya esta en decadencia, y asimilándolo parcialmente a el. La culminación de este proceso será el poema
religioso llamado Enuma elis, que se recitaba en un momento crucial de la fiesta de año nuevo babilónico.
El rey, por su parte, en vez de buscar la legitimación de su poder en la filiación divina, la busca, de
acuerdo con la sensibilidad gentilicia de las etnias occidentales en largas genealogías de antepasados
tribales.
30
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
31
Luis Díaz Molano: “El Sistema Jurídico en Tiempos de
Hammurabi”
Múltiples documentos de la época parecen confirmar la dependencia total del pueblo hacia su Rey,
el. Ilimitado poder de los gobernantes, la total sumisión de los gobernados.
Podemos recordar en el Epilogo del Código de Hammurabi:
"...Yo. Hammurabi, he sido un Rey perfecto para los cabezas negras de los que Enlil me hizo
presente de los que Marduk me dio el cavado de pastor. .. . He dado la luz a los hombres." "Los
grandes dioses me eligieron y soy el, pastor que trae la salad..." "...mi sombra benefactora se
extendía sobre la ciudad..."
Esta presunta dependencia de todos los habitantes del reino hacia el Soberano, incluyendo obviamente
a los awilum (hombres libres)' esta pre sente en el art. 129 del Código de Hammurabi en el caso de adulterio de
la mujer.
“Si una casada es sorprendida yaciendo con otro hombre, se los atara y se los arrojara al agua. Si el
marido deja vivir la esposa, el Rey dejara vivir a su servidor
Por distintas razones ese aparentemente inmenso poder de Hammurabi no era tal y la grandilocuencia
empleada en algunos documentos no se correspondía con la realidad.
Tal vez la primera limitación a ese poder real, la encontramos en la existen cia de poderes locales.
Entre las ciudades que dependieron de Babilonia en el tiempo de Hammurabi, hay antiguas y famosas como
Nippur, Uruk, Larsa, Der, Lagash, Isin. Girsu, Sippar, Ur y otras mas: son ciudades con capacidad para constituir por si
mismas, centros suficientemente autónomos, no solo de administración y de vida económica propias, sino de
tradiciones culturales propias, y tienen posibilidades de ser centros de oposici6n y de hostilidad mutua.
En esas ciudades subordinadas existían Gobernadores y también funcionaba la Asamblea de
Ancianos (pujrum) que tenía como función ordinaria aconsejar a1 detentador del poder, es decir al
gobernante local.
La tarea de la Asamblea No era puramente consultiva como lo demuestran los documentos que
hacen referencia a choques, conflictos entre la pujrum y el Príncipe de la ciudad.
La Asamblea de Ancianos podía deponer al Gobernador y el documento que hace referencia a esa
posibilidad emplea el mismo verbo nasahum que se utiliza para indicar el caso en que el Rey dispone el
cese de un oficial, establece que la Asamblea podía deponer al Príncipe e instituir un contra-poder aunque
sea para casos excepcionales'.'°
Una segunda limitación al poder real podría encontrarse en la inestabilidad de los reinados.
Un ejemplo significativo de la preocupación real por evitar o reprimir las conjuras y complots parece
encontrarse en el Art. 109 del C6digo de Hammurabi:
"Si se reúnen rebeldes en casa de una comerciante de vino de dátiles con sésamo y esta no
los toma y conduce al Palacio, será muerta."'.
Es necesario mencionar como Limitación al poder real lo que hoy llamaríamos la opinión pública
descontenta, a la cual se refieren numerosos documentos con expresiones como "el espíritu público
decaerá”.
En el plano histórico-político podemos arriesgar una conclusión: el poder de los soberanos
mesopotámicos del segundo milenio. Y Hammurabi no
fue una excepción, tenía una serie de limitaciones, no era exactamente el "despotismo oriental" que había
caracterizado Wittfogel
Lo que hemos venido llamando "Código de Hammurabi” a un texto que no es tal cosa que no tuvo
valor normativo directo. No se trata de un conjunto de normas jurídicas destinadas a ser aplicadas por los
tribunales en los casos futuros. Se trata de una compilación de sentencias dictadas por el propio Rey o por
los tribunales reales, que fueron consideradas ejemplares par los escribas del palacio que tuvieron a su
cargo la compilación.
Hay en la compilación de sentencias tradicionalmente llamada "C6digo de Hammurabi", un proceso
de abstracción y de construcción científica. Se eliminan los nombres de las partes, los datos
32
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
circunstanciales y concretos y se formula la decisión en términos de consecuencia que debe seguir a una
proposición condicional.
Si bien los babilonios no elaboraban principios generales fue pudieran luego ser aplicados
deductivamente a los casos concretos, realizaron una interesante tarea de elaboraci6n científica.
En el llamado "Código de Hammurabi" se abstraen los datos concretos del caso y se presenta una
proposición condicional seguida de la consecuencia deseada por los escribas.
Coherente con su época el llamado "Código de Hammurabi" es una recopilación de sentencias
judiciales. No supera el casuismo pero ha sido objeto de una elaboración científica acorde con su tiempo.
En todo sistema jurídico se pueden distinguir reglas primarias y reglas secundarias. Las primeras
contienen obligaciones y prohibiciones para los gobernados; las segundas no se refieren a la conducta de
los gobernados sino que tratan acerca de las reglas primarias. La más útil para nuestra indagaci6n es la
regla secundaria del reconocimiento.
La regla de reconocimiento de una sociedad, especifica las características que debe reunir una
regla primaria para ser considerada válida y obligatoria para quienes allí viven.
Aplicando la noción de regla de reconocimiento a la sociedad paleo babilónica podemos formular
una segunda suposici6n sobre el sistema jurídico en la Babilonia de Hammurabi: las disposiciones
normativas mas abundantes y más presente en la vida cotidiana surgen de la costumbre, con palabras de
Hart son reglas primarias que "se caracterizan por su larga vigencia consuetudinaria"
Bajo el reinado de Hammurabi se reconoce la costumbre como la principal fuente de Derecho, que
implica tener presente, por un lado, que las arraigadas tradiciones sumero-acadias han recibido la influencia
de las prácticas de los nómades y por otro, la incorporaci6n al reino de Babilonia de importantes ciudades
con tradiciones culturales propias que conservaron formas autónomas de gobierno, especialmente las
puhrum judiciales, debe llevarnos a reconocer que junto a las costumbres comunes a todo el reino también
se incorporaron normas provenientes de los nómades y se toleran numerosas costumbres regionales.
Al lado de In costumbre había un mecanismo normativo en manos del Rey que le permitía introducir
innovaciones en el sistema jurídico: los Edictos del Rey.
En conclusión, bajo el reinado del autoproclamado “Rey de Justicia” el llamado “Código de
Hammurabi” no aparece aplicado por los tribunales como fundamento de ninguna sentencia y tampoco
aparece fundamentando los documentos públicos ni los contratos privados.
Muestra también que la fuente predominante en la producción de normas jurídicas fue la costumbre.
No solo aquella que se observaba en todo el reino, sino también las costumbres locales.
Finalmente podemos agregar que la forma empleada por el Rey para introducir modificaciones que
no alteran ese ancho telón de fondo que fue el derecho consuetudinario, estuvo representada por edictos
reales y decisiones oficiales.
33
Finley M.: “Grecia primitiva: La edad de Bronce y la Era
Arcaica”
Las Islas:
Creta
Creta, la otra gran isla del Mediterráneo oriental, tuvo una evolución muy diferente.
En la antigüedad las partes central y oriental de Creta tenían merecido renombre a causa de sus
praderas y tierras altas de pastoreo, sus olivares y sus viñas, sus robles y cipreses y sus playas
resguardadas sobre las costas del norte y del este.
No obstante a diferencia de Chipre, Creta era pobre en minerales y su ubicación era menos
favorable con respecto al tráfico marítimo con Asia Menor, Siria y Egipto.
Durante mas de 3.000 años, Creta no dio muestras de lo que iba a llegar a ser en la Edad de
Bronce.
Las primeras poblaciones neolíticas se remontan al 6000 A.C., aproximadamente y están
localizadas en su mayor parte en las cavernas montañosas que tanto abundan en la isla.
Los metales hicieron su aparición más tarde que en el continente y no se los utilizo en abundancia
hasta el 2500 o 2300 a.c. Para esa época la gente ya había abandonado las cavernas, aumentando en
cantidad y hecho grandes adelantos en materia de tecnología.
El paso de la edad de piedra a la de Bronce no se conoce con claridad. Lo cierto es que constituyo
un largo periodo de transición.
Creta, al igual que Grecia no tenía una cultura uniforme y monolítica en esta época. El minoico
primitivo fue el producto de una evolución directa y no de un cambio en la cultura neolítica tardía.
Los excavadores han encontrado grandes cantidades de piezas de cerámica. Algunas de ellas
tienen conexión con depósitos contemporáneos de otros lugares de creta, pero otras no. Resulta más
interesante aún el hecho de que se hayan exhumado masas de arcilla volantes de rueca de piedra y pesas
de telar, así como muy pocos metales y algunos cientos de cuchillos de obsidiana de Melos.
El descubrimiento de un “centro textil” en un lugar apartado de la costa sur se presta a una gran
variedad de especulaciones. Se observa el predominio de las herramientas de piedra y arcilla en una época
muy posterior a la introducción de la metalurgia por la falta de útiles de metal para la agricultura y la
desproporción de la cantidad de dagas en el conjunto de objetos de metal.
Esto tiene relación con el desarrollo de una estructura social mas diversificada y con la
especialización del trabajo. Era fundamental la división entre la ciudad y el campo, cosa que deducimos por
la ausencia de implementos agrícolas en las viviendas urbanas y en las tumbas.
Debe de haber existido también una tendencia hacia la especialización, como la que había entre las
comunidades: de otro modo, un centro textil no puede admitirse. Las raíces de este importante desarrollo se
encuentran en la Era Neolítica Tardía, dentro de la misma Creta, aun cuando hoy resultan invisibles para
nosotros. Es decir que a pesar de que Creta emergió de su prolongado aislamiento para ingresar en el
complejo egeo de la Edad de Bronce, recibiendo influencias de Grecia y Macedonia.
Los signos de originalidad creativa son cuantiosos e inequívocos.
Con seguridad aprendieron de las cicladas las técnicas básicas de la metalúrgica, incluso el empleo
del arsénico como aleación para endurecer el cobre a falta de estaño.
Durante el transcurso de este periodo apareció en forma embrionaria el único estilo arquitectónico
cretense: una estructura aglutinada formando celdillas que iba a culminar siglos mas tardes en el palacio de
Cnosos, cuyos patios cubren alrededor de dos hectáreas de terreno.
Hacia fines del minoico primitivo, la tecnología cretense había progresado tanto como podría
haberlo hecho en toda la edad de Bronce. El período Minoico medio subsiguiente, la época dorada de creta,
entre el 2000 y el 1600 o 1550, estuvo jalonado por formidables avances en otras esferas en el poder
político, en la riqueza y en el arte.
Asimismo alcanzaron su máxima expresión las artes menores que, por su estilo y espíritu, su
sutileza y su sentido tan delicado del movimiento, permiten al punto identificarse como minoicas sin dar
lugar a confusión.
Es probable que la manifestación mas destacada de la originalidad cretense se encuentre en el
campo de la escritura. Cuando consideramos que poco son los sistemas de escritura que se han inventado
en el mundo en cualquier época de su historia podemos menos que reconocer que la contribución de creta,
un periodo relativamente breve, resulta incomprensible. Primero aparece un tipo de escritura pictórica
34
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
modificada que evans denominó jeroglífica por su analogía con la escritura egipcia. Luego en los primeros
siglos del Minoico Medio aparece una escritura mas elaborada, a la que evans le da el nombre de Lineal A,
cuyos signos representan en su mayor parte silabas. El Lineal A se difundió ampliamente en la isla y se ha
encontrado en el palacio de Hagia Triada y en Kato Zakro. Con el tiempo esta escritura cedió su lugar en
Cnosos al Lineal B, forma más complicada derivada del lineal A.
A pesar de que el Lineal B, a diferencia del Lineal A, su utilizaba también en Grecia continental, pero
por el momento no se han encontrado exponentes, de este en otro lugar que no sea en creta.
En el análisis de 25 jarras se han encontrado desde materias primas hasta productos elaborados.
En muchas tablillas hay datos sobre ovejas y lanas. Se registra un censo anual de rebaños y esquilas y de
los pastores. La cantidad de animales era de 100.000. El palacio de Cnosos ejercía un monopolio sobre las
ovejas y lanas.
Una Pregunta es como pagaban los cretenses el cobre, el oro y el marfil que debían importar.
Indudablemente que con la lana.
Las tablillas no pueden regular el mecanismo del comercio exterior. Hubo al parecer una
colonización minoica en algunas islas cercanas (talasocracia minoica).
No hubo un vasto imperio minoico.
En la gran cantidad de leyendas griegas que existen acerca de Creta Prehistórica, el énfasis recae
en puntos religiosos. La historia de Teseo y Minotauro constituye una excepción notable que merece
considerarse: El rey Minos estaba casado con Pasifae, hija del sol, quien sintió una pasión antinatural por un
toro proveniente del mar, ella apeló a Dédalo, que era un artesano divino, quien le ideó un artefacto para
tener relaciones con el toro, de ella dio a luz a un monstruo, mitad hombre y mitad toro, llamado el
minotauro, por orden del rey, dedalo construyó un laberinto para encerrar el monstruo. Los atenienses que
eran súbditos de Minos, debían ofrecerle siete mancebos y siete doncellas para alimentarlo. Teseo, hijo del
rey de Atenas logró que su padre lo incluyera en el grupo de victimas. Cuando llego a Creta, se enamoró de
Ariadna, hija de Minos y con su ayuda mató al minotauro. La pareja huyo a la isla de Naxos, allí Teseo
abandonó a Ariadna y la encontró el Rey Dionisos, quien se casó con ella. Esta leyenda refleja la sujeción
de Atenas a la supremacía Cretense durante la edad de bronce y su posterior emancipación. Este tipo de
monstruo, mitad hombre y mitad animal son corrientes y en las piedras o en los sellos de piedra aparecen
con aspecto inofensivo. El toro aparece como un elemento importante dentro de la religión, como animal de
sacrificio o en las escenas comunes de “salto del toro”, las que probablemente representen algún ritual en
vez de un mero deporte. Por lo tanto para dar una explicación de la leyenda del Minotauro podría decirse
que se trata de una historia posterior inventada para explicar alguna ceremonia, relacionada con el culto del
rey Dionisos.
Otra característica es el aspecto desguarnecido de la ciudad, a diferencia de las ciudades
fortificadas del continente. La nota que prevalece es la paz.
De la lectura de las tablillas se deduce que el palacio regía toda la sociedad. Allí se organizaba toda
la economía interna. Esta sociedad que gira en torno al palacio tiene parecido con Ugarit en Siria, pero sus
valores eran distintos.
Los gobernantes Babilonios, egipcios e hititas llenaron su territorio de monumentos, como
demostración de su poder y del de sus dioses.
En creta los gobernantes no hicieron nada de eso, ni en los palacios ni en las tumbas, se destaca la
decoración de las paredes. El trono no es ostentoso. No existe un solo cuadro que represente un
acontecimiento histórico o que muestre la actividad administrativa o judicial o cualquier otra manifestación
política.
En cuanto a los dioses parece que fueron muchos, se los veneraba en santuarios familiares, en
lugares sagrados al aire libre y en unas 25 cavernas distribuidas por la isla. En las ceremonias el aspecto
más importante era el de la epifanía, o sea la aparición temporaria de una divinidad en respuesta a la
oración, al sacrificio o a la danza ritual. El motivo central de las escenas es el éxtasis de los fieles y no en la
persona de Dios. Otro testimonio religioso lo es el hacha doble y los cuernos de la consagración, cuya
interpretación es muy discutida. En las cavernas se han encontrado cenizas y huesos de victimas de
sacrificios, como toros, ovejas, cerdos, perros y otros animales.
Posteriormente en las tumbas se imitan los modelos continentales. Más o menos en los alrededores
del 1400 a.C. se supone que un terremoto asoló la isla. La vida continuó en Creta, pero la época del poder y
los palacios terminó para siempre. De ahí en mas comienza la supremacía del continente, por las cerámicas
q se han encontrado en el egeo, esto coincide con el fin de la edad de bronce en el continente.
35
Vernant, “Los Orígenes del pensamiento Griego”
Alrededor del rey, la gran familia hitita agrupa los personajes más próximos al soberano, son
dignatarios del palacio, cuyos títulos destacan sus elevadas funciones administrativas pero que ejercen
también comandos militares. Junto con los combatientes que están bajo sus ordenes forman el pankus,
asamblea que representa a la comunidad hitita, es decir que agrupa el conjunto de los guerreros con
exclusión del resto del pueblo, según el esquema que contrapone, en las sociedades indoeuropeas, el
guerrero al hombre de la aldea, pastor o agricultor. En esta nobleza guerrera constituida en clase separada
y, por lo menos en lo que a lo más grandes concierne, alimentada en sus feudos por paisanos afincados en
las tierras, se reclutan los surigas, fuerza principal del ejército hitita. La institución del pankus puede haber
dispuesto, en su origen, de poderes más amplios: La monarquía habría comenzado por ser electiva;
posteriormente, a fin de evitar la crisis de sucesión, se habría sustraído a la asamblea de los guerreros la
calificación del nuevo rey.
Finalmente, el pankus, del que se habla por ultima vez en una proclama del rey telepino de fines del
siglo XVI habría caído en desuso; la monarquía hitita se habría aproximado así al modelo de las monarquías
absolutas orientales, apoyándose en menos en una clase de nobles cuyos servicios militares fundaban sus
prerrogativas políticas, que en una jerarquía de administradores directamente dependientes del rey.
En efecto, en todos los peldaños de la administración palatina hay un vínculo personal de sumisión
que una a los distintos dignatarios del palacio con el rey: estos no son funcionarios al servicio del estado
sino servidores del rey, encargados de manifestar, dondequiera que su confianza los haya colocado, aquel
poder absoluto de mando que se encarna en el monarca. Se comprueba también, dentro del cuadro de la
economía palatina, junto a una división a menudo muy detallada de las tareas y a una especialización
funcional con una verdadera catarata de vigilantes y supervigilantes, cierta fluctuación en las atribuciones
administrativas que se superponen unas a otras, ejerciendo cada representante del rey, por delegación y en
su propio nivel, una autoridad cuyo principio cubre sin limites todo el campo de la vida social.
36
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
37
villanos, hombres del damos en sentido propio, que proveen de peonaje al ejercito y que, para adoptar la formula
homérica.
Al basileus, aparece como una suerte de perfecto. Cabria preguntarse si esta dualidad de direcciones en el
nivel local no corresponde a la que hemos comprobado en el cuadro del palacio. Como el anax, el basileus, tendría
prerrogativas principalmente religiosas; el ko-re-te como el la-wa-ge-tas ejercería una función militar.
Habría que relacionar el término con koiros, tropa armada; tendría el sentido del kotranos homérico. Casi
armada; tendría el sentido del Koiranos homérico, casi sinónimo de hegemón, pero que, asociado a basileus parece
indicar, si no una oposición, por lo menos una popularidad, una diferencia de planos.
Es necesario extraer algunas conclusiones generales referentes a los rasgos característicos de las monarquías
micénicas:
Ante todo, su aspecto belicoso. El anax se apoya en una aristocracia guerrera, los aurigas, sometidos a su
autoridad, pero que constituyen, dentro del cuerpo social y del la organización militar del reino, un grupo
privilegiado con su organización particular, su modo de vida propio
Las comunidades rurales no están, respecto del palacio, en una dependencia tan absoluta que no puede subsistir
sin el. Suprimido el contralor real, el damos continuaría trabajando las mismas tierras con las mismas técnicas.
Como en el pasado, pero en un marco en adelante ya puramente aldeano, tendría que alimentar a los reyes y
a los ricos señores del lugar por medio de entregas, obsequios y prestaciones más o menos obligatorias.
La organización del palacio, con su personal administrativo, su reglamentación estricta de la vida económica y
social, presenta un carácter de limitación. Todo el sistema reposa sobre el empleo de la escritura y la
constitución de archivos. Son los escribas cretenses, pasados al servicio de las dinastías micénicas, quienes
transformando la escritura lineal usada en el palacio de Cnosos (lineal A) a fin de adaptarla al dialecto de los
nuevos señores (lineal B), les han aportado los medios de implantar en la Grecia continental los métodos
administrativos propios de la economía palatina.
Para los monarcas de Grecia, el sistema palatino representaba un notable instrumento de poder. Daba
la posibilidad de establecer un control riguroso del Estado sobre un extenso territorio. Absorbía y les permitía
acumular toda la riqueza del país y concentraba, bajo una dirección única, recursos y fuerzas militares importantes.
Posibilitaba también las grandes aventuras en países lejanos, para establecerse en tierras nuevas para ir a buscar,
los mares, el metal y los productos que faltaban en el continente griego. Se advierte una estrecha relación entre el
sistema de la economía palatina, la expansión micénica a través del mediterráneo y el desarrollo en Grecia misma,
junto a la vida agrícola, de una artesanía, ya muy especializada, organizada en gremios según el modelo oriental.
La invasión dórica destruye todo este conjunto. Rompe, por muchos siglos, los vínculos de Grecia con Oriente
para convertirse en una barrera.
Desconoce las múltiples corporaciones de “hombres de las herramientas”, agrupadas en las cercanías del
palacio o situadas en las aldeas para ejecutar allí las ordenes reales. Al caer el imperio micénico, el sistema
palatino se derrumbó por completo.
Para designar la función real, la palabra basileus, cuyo valor estrictamente local hemos visto y que, mas que
una persona única que concentre en si todas las formas del poder, designa, empleada en plural, una categoría de
grandes que se sitúan, tanto unos como otros, en la cúspide de la jerarquía social. Suprimido el reinado de anax, no
se encuentran huellas ya de un control organizado por el rey, de un aparato administrativo ni de una clase de
escribas.
La escritura misma desaparece como arrastrada por el derrumbe de los palacios.
Cuando los griegos vuelven a descubrirla, a fines del siglo IX, tomándola esta vez de los fenicios, no será solo
una escritura de otro tipo, fonética, sino producto de una civilización radicalmente distinta.
La escritura no tendrá ya por objeto la creación de archivos para uso del rey en el secreto de un palacio, sino
que responderá en adelante a una función de publicidad; va a permitir divulgar, colocar por igual ante los ojos de
todos, los diversos aspectos de la vida social y la política.
38
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
ii. Familia:
1. Matrimonio (Arts. 128, 151 y 152) y concubinato
2. Adulterio (art. 129 a 132; 155 y 158)
3. Violación (art. 130)
4. Deber de fidelidad-estado de necesidad (arts. 133 a 136)
5. Repudiación. Distintos casos (arts. 137 a 143)
6. Segundas nupcias (141 y 148)
7. Procreación (144 a 147)
8. Prohibición del incesto (154, 156, 157)
9. Adopción (185 a 193)
10. Reconocimiento de Hijos (170)
11. Emancipación (1659)
12. Herencia o sucesiones: Hijos herederos (art. 165 a 171) - Viuda (excepción) (171 Bis)
13. Desheredación (167 y 168)
iii. Propiedad:
1. Régimen de tenencia:
Sobre las tierras (arts. 26 a 66)
Sobre las personas – esclavitud (arts. 15 a 20; 32; 116 a 119; 141 y 280-281)
iv. Contratos:
Capitulaciones matrimoniales (art. 128, 151)
Adopción (185 a 193).
B. Derecho Comercial:
i. Contratos:
Locación:
De servicios (253 a 267 y 273 a 275)
De inmuebles urbanos (78)
De Predios Rústicos (44)
De tierras de cultivo ejs: (42,43,45,46,53 a 56)
De cosas o animales (242 a 249 y 268 a 272)
Compraventa (arts. 9 a 13).Objeto de la compraventa. Derecho de
rescisión o rescate.
Sociedad (arts. 60, 61 y 99)
Comisión (arts. 100 a 107)
Transporte (art. 112)
Mutuo (préstamo de dinero). Usura. Intereses. Pesas y medidas (arts.
89 a 96)
Garantías:
Pesas y medidas (arts. 89 a 96)
Prenda (114, 115 y siguientes)
39
Hipoteca (52 y 49)
Anticresis (50)
8. Deposito (arts. 120 a 125)
C. Derecho penal:
Principios Fundamentales
Tipos de Delitos
Tipos de Penas
Sistemas Penales
40
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La tradición escrita se inicia en Israel al comienzo de la época de los reyes; los recuerdos de épocas
anteriores se transmitían oralmente, en forma de leyendas. El estado de las fuentes, hace que los
resultados obtenidos en el área de la prehistoria y de la historia primitiva de Israel sean bastante dudosos.
Israel solo se configura como realidad histórica después de su inmigración a Canán; pero su conciencia
como pueblo se funda en tradiciones nacidas en época anterior al asentamiento en este país.
Partiendo de este hecho se puede dividir la historia de Israel en cinco o seis épocas:
I) Prehistoria Nómada (S. XV-XIII)
II) Epoca primitiva preestatal (S. XII-XI)
III) Época de los Reyes (100-587)
IV) Exilio (587-539)
V) Postexilio (desde 539)
VI) Era del Helenismo (desde 333)
La Prehistoria Nómade
Cuando Israel ingresó en el espacio histórico, los pueblos orientales antiguos tenían detrás de si un
largo pasado en el que Israel se había insertado. Los verdaderos antecesores eran grupos de población
aramea, que al pasar a la vida sedentaria adoptaron el hebreo, hasta el nombre de Yahvé es arameo (yo
estoy contigo).
Aproximadamente en la segunda mitad del segundo milenio a.c. se formaron tres tradiciones
fundamentales para la conciencia del futuro pueblo de Israel:
La Promesa a los patriarcas
La liberación de la Servidumbre en Egipto
La manifestación del Sinaí
Estas tres tradiciones están ligadas en una línea histórica continua: los padres Abraham, Isaac y
Jacob se hallan en una secuencia de generaciones y moisés constituye la figura de enlace en la serie de
acontecimientos que abarca un amplio espacio de tiempo, desde la opresión en Egipto, pasando por la
permanencia en el Sinaí, hasta la migración hacia el Este del Jordán. La fe entiende el pasado como la
acción de un dios sobre un pueblo que es conducido colectivamente a la tierra prometida y configura la
historia desde este punto final, en un sentido más unitario del que se descubre la mirada científica.
Originariamente dichas tradiciones no hablaban de la totalidad del pueblo. Las leyendas del libro de los
jueces describen aún la época posterior en términos más objetivos, como historia de las tribus.
Concretamente sobre la religión de los antepasados, solo cabe hacer conjeturas. Se detectó al comienzo
una religión familiar o tribal, que encajaba bien en la forma de vida de los nómades: la fe en el dios de los
padres.
Según el Génesis los patriarcas hacían un alto en sus migraciones y allí gozaban de las
manifestaciones divinas. Los grupos patriarcales se asentaron en los alrededores de estos lugares:
Abraham en Hebrón, Isaac en Berseba, Jacob al este del Jordán. Estos grupos vivieron inicialmente
separados inicialmente unos de otros, pero luego se fundieron en un estado. A través del comercio, de la
búsqueda de pastos o por la visita a los santuarios, al hacerse sedentarios, los seminómadas toparon con
los cananeos nativos e identificaron los dioses de estos con los de la tierra fértil.
La religión se presenta como el cumplimiento de una promesa y la liberación de Egipto se
convirtieron para Israel en su creencia fundamental. La tradición contiene un núcleo seguro: Algunos
antepasados de Israel se vieron obligados a emigrar a Egipto por la amenaza del hambre y tuvieron que
41
trabajar allí en las construcciones de ciudades. El grupo de trabajo huyó y fue perseguido, pero se puso a
salvo, quizá gracias a una catástrofe. Esto se pone de manifiesto en los signos donde se reclama la
intervención de Dios para librarlos de los peligros-
El nombre de Dios va ligado inicialmente al Sinaí.
El legado primitivo comprende sin duda la teofanía y muy probablemente el encuentro con Dios, que
da lugar a unas relaciones permanentes que solo mucho después se designaran como alianza.
El Período Monárquico
En la llanura costera surgió una nueva potencia: Los Filisteos, que no eran semitas, estos eran una
población marítima nacida de una migración dórica, que obligó a Israel a organizarse bajo una monarquía y
un estado único. Así el reinado de Saúl fracasó ante la amenaza de los filisteos, que solo logró consumar un
modo definitivo. David fue ungido como rey, primero para la casa de Judá y luego para todas las tribus. Este
no solo reinó sobre las tribus meridionales y septentrionales, sino que incorporó también a las ciudades
cananeas independientes y sometió a pueblos vecinos como los filisteos. Conquistó la ciudad de Jerusalén,
y la convirtió en el centro cultural de la Fe Yahvista. Salomón fue nombrado sucesor por decisión de David.
Las relaciones comerciales que entabló a nivel intencional le procuraron riquezas. El templo en estrecha
conexión con el palacio real adquirió la dignidad de un santuario estatal.
42
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
43
Breves nociones de derecho Hebreo
Las fuentes que tendremos en cuenta son dos: La Biblia y el Talmud.
Sujetos de Derecho
Dos situaciones merecen especial atención: La de los esclavos y la de los extranjeros:
Esclavos: Existe una marcada diferencia entre el esclavo hebreo y el extranjero esclavo. El hebreo puede
ser esclavo por:
venta hecha por el padre de un hijo
Por condena Judicial
Por venderse el mismo por pobreza
El esclavo hebreo no podía ser vendido y recuperaba su libertad al año del jubileo, cada 50 años.
Los esclavos extranjeros pueden ser comprados y vendidos libremente y su propiedad se transmite
hereditariamente, no recuperan la libertad el año del jubileo.
Extranjeros: Los extranjeros libres tenían los derechos civiles. Al no participar del culto oficial no tenían los
derechos políticos y no gozaban de lo que hoy llamaríamos la ciudadanía. Existía una situación singular que
hoy llamaríamos extranjero naturalizado, son los llamados extranjeros de justicia, que se debían presentar
delante de los jueces de Israel y expresar sus deseos de asociarse a ese pueblo, se le practicaba la
circuncisión: era bautizado y debía ofrecer el sacrificio de un cuadrúpedo o de una paloma. Desde ese
momento adquiría los derechos de un nativo de Israel.
Familia
Matrimonio: aparecen contemplados distintos matrimonios, algunos considerados excepcionales y
otros considerados normales:
Matrimonio Monogámico: tiene por finalidad la procreación y comprende tres fases: la promesa de
matrimonio, la ceremonia en si y la convención escrita.
Matrimonio poligámico: hay varias referencias a la unión con varias mujeres.
Matrimonio por captura: En el período de conquista y ocupación efectiva de Canáan, Palestina, se narra
la toma de varias ciudades cananeas y se describe luego el Botín tomado, así en el Deuteronomio
dice que cuando encontraras alguna cautiva que te gustara la llevaras a tu casa y podrás ser su
marido y ella tu mujer y si no te agradara la dejaras en libertad y no la venderás y no la tendrás en
libertad.
Matrimonio Sábico: consiste en la unión de mujeres pequeñas casi niñas, que permanecían viviendo con
sus padres y si tenían hijos estos se integraban a la familia de los padres de ella
Levirato
Es una institución que también aparece en la india y consiste en lo siguiente: si muere un hombre
casado sin haber dejado descendencia el hermano varón deberá casarse con la viuda y el primer hijo varón
de esta segunda unión llevará el nombre del hermano muerto.
Patria Potestad
El poder del hombre es muy grande, podía vender a los hijos por necesidad económica. Podía
castigarlos, para matarlo era necesario que estuviera de acuerdo la madre y con el correr del tiempo debía
llevarlo junto a los ancianos de la ciudad, manifestar la falta grave cometida y estos le autorizaban o no la
muerte.
44
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La autoridad paterna concluye con la mayoría de edad, para el Varón a los 13 años y para la mujer a los
12 años y 6 meses y si se casa pasa bajo la autoridad del marido.
Adopción
Entre los hebreos la adopción esta permitida, dentro de un circulo cercano, se pueden adoptar
nietos para mejorar su situación en el momento de heredar, hijos de la esclava (especie de legitimación) y
también hijos de otros esclavos por agradecimiento al amo (una forma de manunición y legitimación a la
vez).
Propiedad
La tierra será dada por Dios y durante 7 años se podrá trabajar y obtener sus frutos, en el séptimo
año la tierra tendrá descanso y luego volverás a ella. La tierra es mía y no se venderá, dice Yahvé.
Contratos
El desarrollo del comercio fue muy importante entre los hebreos. Inicialmente los contratos no tienen
formalidades. La forma escrita tardo en aparecer y el modo inicial de prueba fueron los testigos.
Aparecen las mismas figuras contractuales que en el Código de Hammurabi, indicando semejanzas
en las necesidades, que resolvía el comercio: la locacion, el depósito, la prenda, el préstamo y la represión
de la usura. Las formas de garantía en Hammurabi son siempre reales: prenda con desplazamiento, y una
especie de anticresis sobre inmuebles, mientras que los hebreos conocieron y crearon la fianza.
Herencia
En el Talmud aparece un orden sucesorio estructurado: en primer lugar hereda el varón mayor, si no
hay hijos varones, las hijas. Si no hay descendientes, los hermanos del muerto (primero los hermanos
varones, después también se admite a las hermanas). Los ascendientes no heredan. En la Biblia la viuda no
hereda. La jurisprudencia posterior recogida en el Talmud le da derecho a heredar. También el Talmud
consagra la libertad de testar modificando el criterio rígido de la transmisión intestada.
Derecho Penal
El derecho hebreo consagra la igualdad de todos ante la ley. No hay diferencias en el castigo, según
la personalidad la condición social o religión (diferencia con el código de Hammurabi).
Los delitos mas severamente reprimidos son los cometidos contra Dios, La moral y la familia. Los
primeros se vinculan con el intento de imponer el monoteísmo.
Siguiendo los textos bíblicos en los primeros tiempos se desarrollan formas de venganza privada y
luego aparece el criterio talional, que supone una proporción entre el daño y el castigo.
Finalmente en el Talmud, aparece la composición en lugar de la venganza del talión: se puede
ganar la paz con una compensación pecuniaria y los ofendidos renuncian a la venganza.
Entre los hebreos existieron distintas penas: La muerte, el suplicio, los azotes, la prisión, el ruego,
varias formas de sanción pecuniaria, una especie de muerte civil que colocaba fuera de la sociedad y una
curiosa clase de destierro asilo que permitía al autor de un domicilio involuntario marcharse de la ciudad de
donde había cometido el hecho y refugiarse en otra ciudad.
Derecho Procesal
Existieron tres clases de tribunales:
Ordinario: hoy diríamos que es la justicia de paz. Funcionaba en las puertas de las ciudades. Estaba
integrado por tres miembros. Cada parte elegía uno y el tercero era elegido por los dos miembros.
Entendían los juicios civiles de poca monta, en los delitos leves y en los atentados contra las costumbres.
Podía indicar penas pecuniarias y también corporales. Cada parte presentaba sus argumentos y se resolvía
cuando había dos votos en un sentido por lo menos.
Pequeño Consejo de Ancianos de la Ciudad: Es de primera instancia, se ocupan de los delitos y de
cuestiones civiles de poca monta. Estaba compuesto por 23 ancianos, once de los cuales debían tener
profesiones diferentes para que pudieran conocer de todo.
Gran Sanedrín o Gran Consejo de la Nación: Estaba compuesto por 23 miembros. Su función era la de
un tribunal supremo: y ademas podía hacer interpretaciones autenticas de las leyes (civiles, penales y
morales, y por ese camino creaban normas jurídicas).
45
En los distintos tribunales los miembros no cobraban, seguían con sus actividades habituales y debían
acudir dos veces a la semana a escuchar a los litigantes
46
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La colonización
Hay pruebas arqueológicas de que la era de colonización fue precedida del desarrollo de un comercio
que amplió el horizonte geográfico de los griegos y que dio a conocer las tierras, a las que luego se dirigiría
la corriente colonizadora. Intereses comerciales fueron a veces el móvil de la colonización, por encima de
todo, y especialmente en su fase inicial, la causa actuante fue la necesidad de ocupar tierras de cultivo en
las que asentar el excedente humano de una Grecia superpoblada.
Encontraban tierras cultivables para su sustento, de las que no podían disponer en su país natal.
Fueron las luchas políticas internas las que obligaban a emigrar las gentes de una facción.
La salida de emigrantes se canalizó naturalmente por los grandes puertos comerciales, que podían
orientar, guiar y transportar colonos en sus naves, notablemente perfeccionadas por entonces.
Excepcionalmente, un grupo étnico tomó parte directa en una empresa colonizadora; pero también
excepcionalmente el nombre de la fundación fue el mismo de la estirpe: locros.
Al frente de cada grupo de emigrantes se colocaba un miembro de la aristocracia de la ciudad de
donde partía la expedición, el cual ostentaba el titulo de oikistes, y recibía, después de muerto, honores de
héroe. A las nuevas tierras colonizadas se transplantó la unidad política que en la Grecia peninsular estaba
llegando a su completa madurez, la polis.
La vinculación entre la colonia y la metrópoli se manifiesta especialmente en el dominio religioso y
cultural: nombres de las tribus, divinidad protectora, calendario, alfabeto.
La dirección de las principales corrientes colonizadoras estuvo determinada, no solo por las
condiciones geográficas y económicas del litoral mediterráneo, sino también por la situación política de los
países ribereños. La existencia del entonces pujante imperio asirio desvió del mediterráneo oriental la
expansión griega. En occidente, faltaba un poder político organizado, que, en Italia, en el sur de Francia, en
Iberia o en el norte de África, pudiese constituir un obstáculo al establecimiento de colonos griegos, a lo que
se unía otro factor importante: los etruscos y las estirpes itálicas habían mostrado ya su gusto por los
productos del arte griego y debieron adoptar, en principio, una buena disposición hacia los primeros
llegados. La colonización de las costas del mar Negro no tropezó tampoco con entidades políticas; y seguía
ademas una ruta ya explorada por los griegos del último período micénico.
47
La Colonización de Magna Grecia
Con total exclusión de todo móvil comercial, la ocupación griega del litoral de Italia meridional
obedeció a la necesidad de tierras de labor que sentían principalmente aquellas estirpes griegas expuestas
más directamente a la presión de tesalios y beocios y que precisamente se veían, empujadas en dirección a
aquellas regiones de occidente. Se trata de los habitantes de las dos costas del golfo de Corinto: locros y
aqueos.
Hacia el año 700, los espartanos fundan Tarento, que vivió casi ininterrumpida prosperidad hasta su
caída en poder de los romanos. Colonia de los tarentinos fue Heraclea, a poca distancia de la metrópoli,
importante por sus riquísimos trigales.
El helenismo arraigó profundamente en la Italia meridional, donde todavía hoy se conserva vivo un
dialecto griego, que se remonta a la primera ocupación griega de estas tierras. Megále Hellás, esto es,
Magna Grecia, las llamaron los colonizadores, tal vez, con la intención de poner de relieve su contraste con
la escasa extensión de las regiones de donde procedían. En el S. VI solo Jonia supera a la Magna Grecia
en cuanto a la importancia y trascendencia de sus aportaciones a la historia del desarrollo cultural de los
helenos.
La Colonización Focense
El control del estrecho de Mesina por los calcidios pretendía cerrar el lucrativo mercado etrusco a
los demás griegos, con la excepción de Samos y sus aliados, entre los cuales se contaba precisamente
Focea. Esta libre navegación a través del estrecho permitió a los navegantes de Samos el conocimiento del
extremo occidental del Mediterráneo, mientras Calcis consumía sus energías en la agotadora guerra
lelántica contra Eretria.
En la isla de Córcega los focenses fundaron Alalía, en la costa oriental, frente a Etruria, como puerto
de escala a medio camino entre Mesina y Marsella. A Alalía llegaron nuevos contingentes de colonos
cuando en 540 la metrópoli, Focea, fue sitiada por los persas.
Hacia 535, se libre frente a este puerto una batalla naval a consecuencia de la cual se hizo
insostenible la situación de la colonia. Los habitantes se embarcaron y se establecieron en Elea, al sur del
golfo de Nápoles. A partir de este momento se paraliza la expansión griega en Occidente; Casi
incomunicadas con el resto del mundo griego, Marsella y sus colonias llevaron una existencia
independiente, protegida por los alpes de los etruscos y por buena parte de la península Ibérica de la
amenaza cartaginesa.
El Imperio Corintio
Para proteger el comercio con Italia, que era la base de la prosperidad de Corinto, los tiranos de
esta gran ciudad trataron de controlar la ruta de Occidente mediante la fundación de colonias a lo largo de
ella, a las que mantuvieron dependientes contra lo que fue norma en todo el mundo griego. La parte mas
importante de este programa fue la colonización del No. De Grecia.
Corcira, la floreciente colonia corintia del S. VIII, hobo ahora de someterse a Corinto, aunque por un
poco tiempo, ciertamente. La política de expansión comercial de los tiranos no olvido el Egeo; en la
península Calcídica, potidea era una colonia corintia que, todavía al comienzo de la guerra del Peloponeso,
la metrópoli envidiaba un epidamiurgós.
fortificada en uno de los brazos del delta del Nilo, Naucratis importante factoría comercial milesia que
permitió un activo intercambio colonial con Egipto.
Hacia 630, colonos de Tera se establecieron en la Costa Líbica fundando Cirene, que en el siglo
siguiente fundo a su vez en la misma región otras colonias.
Cirene, experimentó un rápido auge gracias sobre todo a su ganadería, y pudo mantener su
independencia frente a la amenaza de imperios vecinos.
Panhelenismo
La llamada segunda colonización contribuyó a la formación de la conciencia de la nación helénica.
Al entrar en contacto con los pueblos extraños de las tierras donde se asentaban, los griegos adquirieron
conciencia de su unidad nacional, cultural y lingüística, por encima de las pequeñas diferencias que los
separaban, y que se exageraban en las limitadas perspectivas de la Grecia peninsular.
Este sentimiento de unidad panhelénica, al que también contribuyeron los juegos olímpicos y la
actividad del oráculo délfico, se refleja en la cerámica.
En la época precedente, las gentes no viajaban. Desde ahora los hombres y las cosas se mueven
por todas partes. Por otro lado, esta época agitada de arriesgadas aventuras ultramarinas, se desvincula de
las tradiciones patrias e intensifica el individualismo, que se manifiesta vigorosamente en la poesía lírica y
que precipitará en la transformación política y social.
Las Anfictionías
Las anfictionías eran ligas de estados surgidas en torno a un culto, que a la misma organización se
encargaba de mantener.
49
La gestión de la anfictionía no se reducía a los asuntos puramente religiosos. Un antiguo juramento
anfictiónico prohibía que los miembros de la liga se destruyesen ciudades y se cortasen el agua unos a
otros.
Entre los griegos de Asia Menor existían organizaciones político-religiosas semejantes. Las regiones
jónicas constituyeron una anfictionía, ya en el siglo VIII, con un jefe militar electivo a su frente; el centro
religioso de la organización era el santuario de Posidón Heliconio en Mícale. Las comunidades de la Dóride
se agruparon en torno al santuario de Apolo, junto a Conido, y es probable que las de la Eólide lo hicieran
en Gryneion, también en el santuario de Apolo.
La Aristocracia
El gobierno de las ciudades griegas había pasado a las manos de las familias de nobles
terratenientes, y ello por evolución pacífica, como resulta del hecho de que la tradición griega no atacó
nunca a la realeza. Donde esta se mantuvo, sus poderes fueron en todo caso limitados, e incluso donde la
aristocracia se impuso totalmente, el rey no fue eliminado, sino que conservó las funciones religiosas, que
en época anterior le correspondían en cuanto jefe de la comunidad, había de velar por las buenas
relaciones del reino con los dioses.
No obstante, las atribuciones casi religiosas de la administración de la justicia pasaron a la nobleza.
Frente a los atropellos de los jueces aristócratas, los hombres de las clases inferiores solo podían
invocar el castigo de Zeus, protector de la justicia.
Es probable, pero no seguro, que en algunas ciudades el gobierno de la aristocracia fuese
precedido de un estado intermedio en el que el rey era elegido para un cierto número de años. La nueva
forma de gobierno, con los arcontes o magistrados supremos, no s es conocida principalmente en Atenas.
La nobleza basaba su poder en la riqueza, derivada de sus grandes propiedades, aumentadas sin
cesar a costa de los más humildes y podía dedicarse a sus aficiones favoritas en duro contraste con las
míseras condiciones de las otras clases sociales.
Solo la nobleza contaba, porque era la única clase que podía sostener una tropa a caballo en una
época en que, tras abandonarse el carro de guerra micénico a comienzos del I milenio, la táctica guerrera
exigía el uso de la caballería. Las clases aristocráticas de las distintas partes de Grecia anudaban
relaciones familiares entre si, contribuyendo de esta manera a la formación de alianzas y rivalidades en la
política interregional de Grecia, pero también al fortalecimiento de la naciente conciencia helénica. A los
juegos de Olimpia y, después a los demás grandes certámenes deportivos, concurría la nobleza de todas
las partes del mundo griego.
La industrialización
Junto a la emigración masiva que en gran parte fue la segunda colonización, la industrialización fue
otro de los remedios aplicados para aliviar la presión demográfica que sufría Grecia en la época arcaica. Ya
que las técnicas agrícolas rudimentarias no permitían un incremento de las únicas fuentes de riqueza
tradicionales en el país, la agricultura y la ganadería, ese incremento, necesario para el sostenimiento de la
creciente población, hubo de buscarse en la exportación de productos industriales.
Que ya en el Siglo VIII existía un comercio de exportación y una industria capaz de alimentar ese
comercio, esta demostrado por las grandes cantidades de cerámica griega que desde entonces se
encuentran en Italia.
Corinto era la ciudad industrial y comercial más importante de la Grecia peninsular, debido
principalmente a su situación privilegiada.
La producción de cerámica estaba determinada por las necesidades de estandarización que impone
toda fabricación y todo comercio organizado. La forma y la decoración de un vaso eran como una marca de
fábrica que garantizaba la calidad e incluso la capacidad del recipiente. La repentina generalización de un
nuevo estilo se explica por la buena aceptación que tiene un nuevo tipo de vaso, fabricado en seguida serie.
La Introducción de la Moneda
Decisiva para el desarrollo del comercio e importante como factor perturbador de la economía fue la
introducción de la moneda en Grecia, desde las costas de Asia Menor.
El origen de la moneda hay que buscarlo en el comercio de metales preciosos, fundidos en lingotes
de forma y tamaño manejable, y contrastados con un sello como garantía de calidad.
El inconveniente de las primeras monedas de oro y de electrón era su mucho valor que les hacia
inutilizables en un pequeño intercambio cotidiano.
La introducción del dinero alteró la naturaleza de la riqueza, que ya podía existir
independientemente de la propiedad rústica. De este modo se minaron las bases económicas del poder
político de los nobles terratenientes y se preparó el terreno para la evolución hacia la democracia.
50
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Esparta comprendió el peligro que la economía monetaria significaba para su sistema de castas
apoyada en la riqueza territorial de los ciudadanos: los espartanos se mantuvieron alejados del comercio y
prohibieron la entrada de cualquier clase de moneda dentro de las fronteras de su Estado.
El Ejército de ciudadanos
Otro de los factores que contribuyeron a la liquidación del poder de la nobleza fue el cambio en la
táctica guerrera que se realizó, lo más tarde, a mediados del S. VII. La guerra lelántica, que en la primera
mitad de dicho siglo sostuvieron por la posesión del valle del Lelanto las dos grandes ciudades comerciales
e industriales de la isla de Eubea, Calcis, y Eretria, fue todavía una guerra aristocrática a la antigua usanza
caballeresca, que mostró bien las conexiones interregionales de las familias aristocráticas. La batalla era
decidida en los combates singulares de los nobles a caballo, ávidos de botín y de gloria personal. La
transformación consistió en la introducción de la falange de hoplitas, esto es, de la formación compacta de
combatientes a pie, provistos de lanza y espada, escudo manejable, casco, y rodilleras, armamento que el
desarrollo de la metalurgia permitía fabricar en cantidad necesaria. En la nueva táctica, la fuerza no era la
del individuo, sino la del conjunto, lo que hacia tanto mas necesaria una disciplina rigurosa que mantuviera a
cada cual en su puesto, y un cuidadoso entrenamiento; frente a los hoplitas los caballeros podían poco.
Esparta fue el primer gran estado griego que adoptó la nueva táctica y que hizo de ella el instrumento militar
de su predominio.
La táctica política requirió la participación en las tareas bélicas de un gran número de hombres
libres.
En adelante, la aristocracia se vio desbordada por una masa de ciudadanos, que, por su
participación decisiva en la guerra, adquirieron plenos derechos políticos. Por debajo quedaba aún la clase
de los hombres libres sin medios para costearse un equipo. Tal es el fundamento económico de la
timocracia: en un principio no se trata de una limitación del derecho de voto y de los demás derechos
políticos, sino una limitación de la obligación del servicio militar, según la capacidad económica de cada
miembro de la polis. Solo secundariamente, ello condujo a una diferenciación de los derechos políticos
según la fortuna personal.
51
En esparta, que no llegó a ser una verdadera polis y que se mantuvo aferrada a estadios políticos
mas primitivos, no se llegó a ninguna codificación del derecho.
La Tiranía
De la efervescencia política producida por la exasperación de los campesinos y del proletariado en
lo que fue una verdadera revolución industrial, surge la tiranía. La palabra griega “tirano” no envolvía el
sentido peyorativo que le dio la historiografía posterior bajo la influencia de la propaganda adversa de los
regímenes que siguieron.
La tiranía, verdadera dictadura del proletariado, fue un estado intermedio entre la oligarquía
aristocrática y la democracia.
El tirano era un aristócrata, generalmente reñido con los suyos, que con un golpe de estado se
apoderaba del poder y luego buscaba su proteccion con una guardia personal.
Se comprende también que fuese en las ciudades económicamente más adelantadas donde la
tiranía encontrase el suelo mejor abonado.
En su política interior, los tiranos hubieron de satisfacer las necesidades del proletariado, mejorando
sus condiciones de vida. Mediante grandes obras públicas, proporcionaban trabajo al pueblo, al que, por
otra parte ofrecían nuevas ocasiones de diversión con nuevas fiestas religiosas. Se comprende que los
tiranos fomentasen el culto de Dioniso, dios popular y agrario.
En las fiestas dionisíacas que se establecieron en su honor, surgió la tragedia, concebida sin duda
como un instrumento de educación popular.
En Atenas, no obstante, la tiranía se instauró con cien años de retraso respecto a Corinto. El Ática,
en realidad, era aun en el siglo VII una región fundamentalmente agraria; su primer desarrollo industrial data
de la primera mitad del S.VI; entonces es cuando se dan los supuestos económicos y sociales que explican
el fenómeno de la tiranía. En esparta, que, según hemos visto, se mantuvo alejada del desarrollo industrial y
comercial, no hubo nunca tiranía.
A pesar de sus esfuerzos por tener contento al demos, los tiranos acabaron por hacerse
impopulares. Las arbitrariedades anejas a todo poder personal, resultaron insoportables para las nuevas
generaciones que no habían conocido el poder despótico de la oligarquía aristocrática que procedió a la
tiranía. Por otra parte, la industrialización y el comercio habían producido una clase media, cada vez más
consciente de su fuerza política. Incluso los aristócratas habían aprendido la lección; algunos eran
empresarios en el comercio y en la industria.
En suma, llegó un momento en que los tiranos se encontraron sin apoyo alguno y fueron
derrocados. La tiranía había cumplido su papel: el servir de transición entre la dura oligarquía de la nobleza
y el régimen republicano, unas veces en la forma de una aristocracia moderada, como en corinto, otras en la
de una democracia que llegaría a los mas radicales extremismos como en Atenas.
Capitulo 3:
El estado Espartano
LA conquista de mesenia
Esparta buscó un remedio diferente del de la colonización: la conquista militar de las fértiles llanuras
de mesenia con el valle del Pámiso como núcleo principal, realizada en el último tercio del siglo VIII.
Con la conquista de Mesenia, Esparta se convirtió en el estado más importante del Peloponeso, y
dio origen a su única colonia: Tarento.
El precio que hubo de pagar esparta por e la Consolidación de su dominio sobre Mesenia fue
exorbitante, pues, para tener esclavizados a los mésennos como siervos de la gleba, los espartanos
hubieron de someterse ellos mismos a la durísima disciplina de una absorbente vida militar.
La Constitución Política
La crisis provocada por la segunda guerra mesenia debió empezar por un descontento popular, a
raíz de los reveses sufridos en aquella, con agitación y reclamaciones de una redistribución de la tierra.
Pero en lugar de dar paso a la tiranía, la solución espartana, consistió en una serie escalonada de
profundas reformas políticas, militares y sociales, que la tradición ha compendiado presentándolas como la
obra de un legislador legendario, esto es, la llamada constitución de Licurgo.
52
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
El colegio de los cinco éforos, elegidos anualmente, surgió de los esfuerzos de la aristocracia por
limitar el poder real.
La conservación del carácter hereditario de la monarquía espartana fue un hecho sin paralelo, que
hizo a los reyes rivales de los éforos y les redujo a comandantes del ejército en expedición fuera de Esparta.
Pero en esa dualidad, los éforos fueron el órgano ejecutivo del estado.
El consejo de los ancianos, constituido por treinta miembros vitalicios, incluyendo a los dos reyes,
tenia como función la de presentar propuestas a la asamblea del pueblo, sobre cuyas decisiones poseía,
ademas, el derecho de veto. La asamblea popular era soberana, ya que por votación de sus miembros se
tomaban las decisiones sobre todos los asuntos importantes. Los componentes de esta asamblea eran solo
los espartiatas, hoplitas, que ascendían a varios militares y que eran llamados "los iguales”, designación que
por si misma muestra que, con anterioridad a estas reformas, había habido desigualdad entre los
ciudadanos dorios. Es probable que para dar la debida base económica a esa igualdad de los ciudadanos,
hubiese, en la época a que nos referimos, un reparto de tierras. Al menos todavía en el S. IV se distinguía
entre tierras inalienables, por proceder del reparto original, de aquellas otras que legalmente podían ser
vendidas aunque esta practica estuviese mal vista.
La importancia de esta igualdad económica entre los ciudadanos reside en el hecho de que la
condición primaria del espartiata era el poder contribuir en especie las comidas en común y dedicar todo su
tiempo al ejercicio de las armas. La venta de las tierras propias hubiera privado a esparta de ciudadanos y
soldados.
Educación Espartana
Las comidas colectivas, el adiestramiento de los jóvenes y la separación de los sexos son las
características mas salientes del sistema espartano de educación, en el cual se encuentran elementos
propios de estados primitivos en general, otros, que coinciden con instituciones cretenses y otros que es
lógico suponer fueron introducidos, para mayor rigidez del sistema, en las reformas que siguieron a la gran
crisis de la segunda guerra mesenia.
El estado se hacia cargo de los muchachos a los 7 años y de los 14 a los 25 entraban en
agrupaciones diferenciadas por la edad, en las que recibían rigurosa instrucción militar. Los hombres adultos
hacían, como hemos visto mas arriba, las comidas en común. La vida familiar era, pues prácticamente
inexistente, lo que confería a la mujer espartana una independencia y unas posibilidades de desarrollo de su
personalidad desconocidas en otras partes de Grecia. El matrimonio y la familia servían únicamente para la
procreación de los hijos. Se comprende así la enorme importancia que tuvo esparta en el amor a los efebos.
La organización Militar
En lo que se refiere a la organización militar, se mantenía la antigua división del ejército en tres
regimientos, correspondientes a las tres antiguas tribus dorias.
Esta organización primitiva dio paso, a otra en la que el ejército tenía cinco unidades llamadas
lóchoi, correspondientes a cinco aldeas.
Se trata de una estructura local del ejército de acuerdo con las características administrativas del
estado. Las formaciones de hoplitas de los lóchoi combatían apoyadas por unidades de arqueros periecos,
los habitantes libres, pero sin derecho de ciudadanía, de las otras aldeas de Laconia.
Todavía a fines del siglo V, el ejercito espartano sufrió una reorganización, que lo dividió en seis
unidades llamadas morai integradas por ciudadanos y periecos.
53
Lo más probable es suponer que en aquella época Licurgo no era más que un nombre y que los
sucesivos reformadores presentaban sus reformas como restauraciones de leyes olvidadas, dictadas en
tiempos míticos por esa figura prestigiosa.
Capitulo 4:
El estado Ateniense
Evolución Política
Atenas era, en el Siglo VII, un estado notablemente aristocrático. Todos los cargos políticos y
religiosos están en manos de grandes familias nobles: los Alcmeónidas, los Eterbútadas, los Medóntidas.
Los licómidas, los Filaidas, etc.
El colegio de los arcontes significó, en Atenas como en otras ciudades, la primera limitación del
poder real. En un principio, los arcontes eran tres: el linaje real de los Medóntidas conservó en principio, con
carácter hereditario, el cargo de basileus, al que se agregaban el polemarco y el arconte propiamente dicho.
En el siglo VIII, los tres arcontes eran elegidos cada diez años y desde principios del siglo VII, anualmente.
Poco después, el colegio fue elevado a nueve miembros por la inclusión de loss seis thésmothétai,
encargados de asuntos de justicia. Por encima del basileus y del polermarco estaba el arconte, llamado
epónimo porque los años designaban por su nombre cuyas atribuciones eran con mucho las más amplias.
La Intentona de Cilón
En 636-632 se produjo la primera tentativa de instaurar una tiranía en Atenas. Cilón, vencedor en los
juegos olímpicos y casado con una hija de Teágenes, tirano de Mégara, ocupó la acrópolis con la ayuda de
los megarenses. Pero el pueblo no se sublevó conforme a los planes de aquél, sino que apoyó el gobierno
aristocrático del arconte Megacles, de la familia de los Alcmeónidas. Ciclón logró escapar; pero sus
partidarios, refugiados en los altares, fueron sacados por la fuerza y asesinados por orden del propio
Megacles, que con ello atrajo sobre su linaje y sobre Arenas una impureza hereditaria de increíble
trascendencia política.
Conflictos Internos
En el interior, la situación política y social era de gran desasosiego. El Ática sufría la misma presión
demográfica que otras regiones de Grecia habían resuelto, en parte con la colonización. La industrialización
de Atenas era solo incipiente. Los ciudadanos indigentes eran muy numerosos en una región en la que las
tierras productivas no eran muchas y las grandes propiedades rústicas estaban en manos de la aristocracia
tradicional.
El campesino ya no podía trocar sus productos, sino venderlos por dinero, porque con dinero es con
lo que había de tomarlo en prestamos de los ricos terratenientes, que gracias a la moneda, podían ya
54
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
acumular riquezas en un grado que era imposible mientras la riqueza consistía principalmente en fincas y
cabeza de ganado. El estado, controlado por los ricos, protegía con rigor extremado los derechos del
acreedor frente al deudor, que cuando era un pequeño labrador apenas si podía ofrecer otra garantía que
su tierra, su persona y su familia.
Las tierras hipotecadas, en el caso frecuente de impago, mediante una venta onerosa para el si
lograba devolver el importe de la deuda. De hecho, se había llegado a una expropiación generalizada de las
tierras de los pequeños labradores. En la otra forma de garantía, el campesino hipotecaba su trabajo: de
pequeño propietario pasaba a ser una especie de esclavo que trabajaba para el acreedor. Esta condición es
la reflejada en el término hektémoros, que, en la interpretación mas favorable, designaba a los aparceros
que pagaban al propietario cinco sextos de la cosecha y retenían el sexto restante para sus propias
necesidades, incluyendo la semilla para el año siguiente. Pero ademas de esta institución, el acreedor podía
imponer la condición de que, si la deuda no era pagada, el deudor y toda su familia se convertirían en sus
esclavos, que podían incluso ser vendidos en el extranjero.
Este estado de cosas explica bien el descontento de la masa de los atenienses. Las mismas gentes
que treinta años antes habían acudido a defender el orden aristocrático establecido frente a la intentona de
Cilón, abrigaban ahora propósitos revolucionarios.
La Reforma Constitucional
Solón acometió la reforma de la estructura política de Atenas con objeto de privar a la aristocracia
del monopolio del poder.
Solón innovó estableciendo una división de los ciudadanos atenienses en cuatro clases, según los
ingresos en especie de trigo y aceite que cada uno tenía. La clase más rica eran los pentakosiomédimnoi,
con quinientos medimnos de trigo.
Las otras tres clases llevaban designaciones procedentes de la organización militar: los hippeîs
“caballeros”, los zeugîtai, sinónimo de hoplitas y los thêtes “obreros a sueldo”, que constituían la mayor
parte de la población, incapaz de costearse ni siquiera un equipo hoplita.
En el fondo, de esta clasificación timocrática esta la concepción de la asamblea del ejército; la
posición económica es tenida en cuenta en la medida en que capacita a cada uno para su participación en
la guerra.
La clase inferior, los thêtes, recibió sólo el derecho de voto en la asamblea de los ciudadanos,
(ekklesia) que podía también reunirse con capacidad judicial, como tribunal de apelación en esta época,
55
aspecto de la mayor importancia, pues significaba que Solón había sustraído la administración de la justicia
del monopolio de la aristocracia, pasándola a las manos del cuerpo entero de los ciudadanos atenienses.
Solón dio una periodicidad fija a las reuniones de la asamblea, mientras que en tiempos
precedentes el pueblo era convocado raras veces y ello solo para refrendar las decisiones ya tomadas por
el colegio de arcontes. A partir de las reformas solonianas la legislación y todas las cuestiones de interés
eran tratadas en la asamblea.
Para el buen funcionamiento de la Ekklesia se necesitaba un organismo probuleutico que
presentase a la asamblea los proyectos de ley. Existía desde antiguo el consejo de ancianos del Areópago;
pero Solón decidió prescindir de el, porque todos sus componentes eran aristócratas que obstaculizarían las
reformas proyectadas por el mediador. El areópago constituido en adelante con carácter vitalicio por los
ciudadanos que habían sido arcontes y presidido por el arconte basileús, fue relegado por Solón a la función
de ser guardián de la nueva constitución y de castigar a los homicidas cuando los particulares no habían
emprendido acción alguna ante los tribunales públicos.
En su lugar, como cuerpo deliberativo, Solón creó un nuevo consejo, integrado por cuatrocientos
miembros pertenecientes a las tres clases superiores.
El poder ejecutivo siguió en manos del colegio de arcontes, que desde un siglo antes estaba
compuesto por nueve miembros renovados cada año. En la constitución soloniana, los nueve arcontes y el
secretario eran elegidos por votación de la asamblea, solo entre los individuos de las dos clases superiores
del centro timocrático.
La legislación soloniana se completaba con una serie de leyes civiles y penales, enderezadas a
modernizar el derecho ateniense en materia de herencia, proteccion de esclavos, limitación de la
fastuosidad de los funerales, etc. Las leyes penales fijaban incluso la pena para cada figura del delito. La
codificación de Solón fue el cuerpo legislativo sobre el que se construyó todo el derecho ático de los dos
siglos siguientes. Con razón era un patrimonio de todos los atenienses: por eso las leyes estaban
guardadas en los famosos áxones, custodiados en el pritaneo y expuestas al público en pilares llamados
kyrbeis.
La lucha entre dos partidos organizados, cuya fuerza se había ya manifestado precisamente con
ocasión del arreglo que siguió a la caída de Demasías.
El partido de la llanura dirigido por Licurgo y el de la costa, cuyo jefe era Megacles, hijo de Alcmeón,
aristócratas que se encontraban aparte de los demás de su clase por su propia ambición y por la mancha
que pesaba sobre ellos desde el asesinato de los partidarios de Cilón.
Pisístrato, que se había destacado ya por la conquista de Nisea, organizó un tercer partido, que
unas fuentes designan con el término hyperákrioi “los que están más allá de las alturas”, y otras con el de
Diákrioi “los de la región montañosa”.
El partido de Licurgo era el de los oligarcas de la antigua nobleza de terratenientes, cuyas fincas
radicarían principalmente en la llanura; el de Megacles, el de los comerciantes y pescadores de la costa
junto con los pequeños burgueses de la ciudad surgidos del desarrollo industrial y comercial; los seguidores
de Pisístrato serian los campesinos humildes del interior, que hacían causa común con el demos de la
ciudad, el proletariado industrial. Un rasgo interesante es que los tres partidos estaban dirigidos por nobles
fuera de los medios aristocráticos a que pertenecían, personalidades movidas por la ambición personal
aceptaban sin escrúpulos el apoyo que les brindaban las clases medias y proletarias; éstas por su parte,
necesitaban la inteligencia y la experiencia política de esos aristócratas y sabían que, gracias al voto
popular establecido en la constitución de Solón, podían prescindir de su caudillaje en cuanto los resultados
de su política no les pareciesen satisfactorios.
Política Interior
Písitrato tuvo la ventaja de encontrar resuelto el problema de los privilegios aristocráticos y de
disponer de órganos eficaces para el gobierno, todo ello gracias a las reformas de Solón, Así, Pisístrato
pudo permitirse no tocar las leyes ni las instituciones. Para mantenerse y hacer su política, le bastaba con
procurar que los elegidos para las magistraturas le fuesen afectos y con tener contento a su partido. Pero
precisamente los nobles terratenientes eran sus enemigos derrotados, muertos o desterrados, de modo que
le fue a Pisístrato fácil confiscar sus tierras y repartirlas entre sus seguidores, que no habían tenido nada
que ganar con las medidas de Solón, y que ahora veían cumplidas las promesas de reforma agraria que
Pisístrato les había hecho.
Aristóteles encontró digno de admiración el tacto con que Pisístrato supo conciliarse la simpatía de
todas las clases sociales, evitando el sistema de la represión universal para mantenerse en el poder,
inspirando respeto a sus súbditos, tratando con diplomacia a las clases superiores y atrayéndose con
métodos demagógicos a las inferiores.
Política Exterior
57
La política exterior de Pisístrato estuvo inspirada por la propia experiencia de su conquista de poder:
le importaba impedir que los desterrados políticos pudiesen encontrar apoyo de otras ciudades para
organizar una expedición contra el. Por eso su política fue de paz y amistad con todos.
Pero no por ello renuncio a proseguir, en el norte del Egeo, la misma política iniciada ya antes de
Solón y las empresas mineras que el mismo había acometido durante su exilio. Así reconquistó Sigeo la
importancia de esta posición en la orilla sur del helesponto para el tráfico comercial de Atenas, que
dependía cada vez más del aprovisionamiento de trigo del Mar Negro a causa del continuo aumento de
población y de la intensificación del monocultivo del olivo y de la vid.
Política económica
La tiranía de Pisístrato proporcionó a Atenas una era de paz y de prosperidad, que nada pone mejor
de manifiesto que la progresiva transformación de campos de cereales en olivares, pues el plantar un olivo,
que tarda tanto en crecer y producir y que con tanta facilidad es victima de devastaciones en las guerras,
requiere paz y confianza por parte de los campesinos.
A la reforma agraria de Pisístrato hay que atribuir en buena parte que cien años mas tarde el Ática
fuese todavía una región de pequeños labradores, cuya prosperidad no desmerecía al lado de las clases
comerciantes e industriales. Creó ciertamente, un impuesto sobre los productos agrícolas, que no debió
parecer exagerado a los que por primera vez se veían dueños de una tierra; pero con el instituyó un fono de
prestamos a los labradores. Consta que él mismo hacia visitas de inspección y que creó la institución de los
jueces ambulantes para resolver pleitos de poca cuantía, dando uniformidad a la administración de justicia,
evitando a los campesinos el tener que desplazarse a Atenas y robusteciendo al mismo tiempo la autoridad
central.
La industria ateniense prospero de un modo que todavía podemos apreciar en la calidad de la
fabricación y en la exportación de la cerámica. Los productores salidos de los talleres de alfarería y de las
manos de los decoradores atenienses desbancaron definitivamente de todos los mercados los artículos
fabricados por las demás ciudades. Los productos salidos de los talleres de alfarería y de las manos de los
decoradores atenienses desbancaron definitivamente de todos los mercados los artículos fabricados por las
demás ciudades.
Con grandiosas obras públicas, la tiranía dio ocupación a la mano de obra ciudadana, que constituía la
masa de sus partidarios. Pisístrato construyó el templo de Atena en Parhénos, la columnata que servía de
acceso a la acrópolis; el recinto de Apolo Pítico; la fuente Enneákrunos, “la de los nueve caños”; dejó
empezado el gran templo de Zeus Olímpico, que no se concluiría hasta el S. II d.c. El perfeccionamiento de
la escultura se manifiesta ya en las encantadoras Kórai “muchachas” encontradas en la Acrópolis.
Política religiosa
La política religiosa de Pisístrato estuvo enderezada a superar los particularismos locales que
podían manifestarse en una región tan extensa con carácter nacional, dando mayor esplendor a las
Panateneas, en las que reguló las recitaciones épicas de los rapsodos, y construyendo en la acrópolis el
templo ya mencionado.
Aun mayor importancia tuvo la organización en Atenas de un culto oficial de Dioniso, con la
institución de las grandes fiestas dionisiacas de la primavera. La imagen y culto fueron llevados desde
Eleuteras y establecidos en una capilla en la ladera sur de la Acrópolis, donde en 535-534 se representó la
primera tragedia como parte del ritual del culto.
La Sucesión de Pisístrato
A la muerte del tirano en 528-527, el poder pasó a sus hijos Hipias e Hiparco, no sin ciertas
concesiones a la oposición aristocrática.
En los cinco primeros años después de la muerte de Pisístrato, el arcontado estuvo desempeñado
primero por el tirano en persona; luego por los representantes de dos o tres familias significadas y
finalmente, cuando las pretensiones de estas habían sido satisfechas, por el hijo del tirano, que iniciaba así
una carrera política sin continuación. Evidentemente los Pisistrátidas, con éstos y otros favores, trataron de
atraerse la simpatía o, al menos, la tolerancia de las grandes familias, para con ello reducir la oposición y
hacer más variable la propia tiranía.
De los dos hermanos se suele estar de acuerdo en admitir que Hipias era la cabeza política que
logró mantener incólume su poder durante más de diez años.
Asesinato de Hiparco
58
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
En el año 514 surgió una conspiración contra los tiranos, dirigida por un grupo de jóvenes
atenienses que, según las fuentes, pretendían solo vengar una ofensa personal.
En las Panateneas de dicho año Hiparco fue muerto por los conspiradores: Harmodio pereció en el
atentado y Aristogitón fue apresado y ejecutado después. La tradición popular y la propaganda democrática
del periodo subsiguiente convierten a Hiparco en el tirano y glorifican a los asesinos como tiranicidas y
mártires de la libertas. Aunque Hipias endureció su dictadura, la tiranía ateniense estaba herida de muerte
La bulé, o consejo soloniano de los cuatrocientos, fue incrementada hasta comprender quinientos
miembros, ciudadanos, cualesquiera que no necesitaban pertenecer a las clases superiores de la división
timocrática de Solón. Cada una de las diez tribus elegía cincuenta consejeros de entre los demos de que
constaba, proporcionalmente al numero de ciudadanos. Los cincuenta consejeros de cada tribu en la bule
formaban una pritania, que, por riguroso turno entre las diez tribus, constituía una especie de comisión
directiva de la bule durante la décima parte del año.
59
Los pritanes se reunían en la tholos, próxima al bouleterion o sede de la bule; allí comían a
expensas del estado y elegían cada día por sorteo un presidente, que también presidía la bule y la tholos.
Incumbía a los pritanes convocar la Buele y también la ekklesia o asamblea de los ciudadanos, la cual
siempre trataba de asuntos previamente discutidos en la bulé.
Para impedir la instauración de cualquier tipo de poder personal, Clístenes instituyo el llamado
ostracismo o votación sobre ostrakon. Cada año en la sexta pritania, se planteaba en la asamblea popular la
cuestión de si habría lugar a un ostracismo; en caso afirmativo, la votación tendría lugar en la octava
pritania, poniendo cada ciudadano el nombre del personaje peligroso en un ostrakon.
Pero la solidez de las instituciones democráticas creadas por Clístenes se prueba en el hecho de que
durante veinte años no hubo necesidad de ninguna medida preventiva.
Las fundamentales reformas de Clístenes se aplicaron todas simultáneamente.
60
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Capitulo 2:
El Mundo Homérico
El mundo Micénico
La historia de los griegos en la antigüedad conoció dos grandes fases bien diferenciadas: la historia
de Grecia en las ciudades, que comienza al final de la era oscura al final de la época arcaica y la historia de
Grecia, que estuvo precedida por la de la Grecia micénica, es la historia de los reinos minúsculos
centralizadores y burocráticos, en cierta medida modelados según las civilizaciones coetáneas de oriente
próximo. Fundamentalmente, la conocemos, por una parte, gracias a los descubrimientos arqueológicos
inaugurados por Heinrich Schlemann y continuados posteriormente. Dichos descubrimientos sacaron a la
luz los grandes palacios de Micenas, Tirente, Pilos y otros yacimientos. Otro trabajo arqueológico descifro
las tablillas de escritura silábica llamada Lineal B, procedentes de Cnosos, Micenas y Pilos, desciframiento
que reveló en detalle el funcionamiento de los grandes palacios centralizadores, que contabilizaban con
extraordinaria minuciosidad toda la actividad económica. Este mundo micénico desapareció a lo largo del
siglo XII. Con el desapareció de la historia de Grecia el tipo de estructura social que representaba y todo lo
que con el se relacionaba, en el terreno de las instituciones y en el de los hechos de civilización.
61
de las relaciones con el extranjero. Lentamente el mundo griego logró restablecerse y consolidarse,
superadas las vicisitudes que marcaron el final de la época micénica.
Por otro lado, la sociedad homérica es demasiado uniforme en sus instituciones: no da ninguna
sensación de diversidad entre las distintas regiones del mundo griego de la época. Resulta difícil ser que en
la realidad ocurriera lo mismo. Lo que en casi todas las épocas caracterizó a Grecia fue la desigualdad de
desarrollo habida entre las distintas regiones del mundo griego. Pero para la época en la que se situaría
grosso modo la sociedad homérica, faltan los medios de control: la imagen del mundo homérico deberá
guardar cierto grado de abstracción.
En realidad no existe una sociedad homérica, sino dos sociedades; de la Ilíada y de la Odisea. En
primer lugar hay una diferencia de edad: la Ilíada refleja un mundo más arcaico y menos abierto que la
Odisea. Existe también una diferencia de tema: La Ilíada muestra una sociedad en guerra, en la que la
aristocracia guerrera desempeña un papel esencial por la supremacía militar que ostenta, y en la que el
papel de las clases inferiores queda más desdibujado, pues ni en la guerra ni en el consejo cuentan. La
Odisea, en cambio, da una imagen mucho más detallada de la sociedad y de lo que nosotros llamamos
economía. Sobre todo presta mayor atención al individuo; los humildes, cuyo papel en la Iliada resulta muy
restringido, tienen mayor protagonismo y el poeta se interesa mucho más por su suerte.
Resultaría difícil intentar trazar un cuadro de la sociedad de la Ilíada.
62
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
consideraciones de prestigio. El poderío del noble guerrero se medirá entre otros patrones, por la magnitud
de su tesoro y por la magnificencia de los regalos que puede ofrecer a los huéspedes de su mismo rango.
Entre las comodidades esenciales que el oikos no estaba en condiciones de proporcionar se
hallaban ante todo los metales y los esclavos: por lo tanto, era imposible permanecer sin contactos con el
mundo exterior. Los mecanismos a los que recurrían los héroes para subvenir a estas necesidades vitales,
resultan reveladores de la mentalidad y de los valores del mundo homérico.
Las incursiones organizadas con la intención de saquear no son nada excepcional, antes bien, los
héroes homéricos se jactarán tranquilamente de sus hazañas.
El botín que se toma al enemigo se repartirá luego entre los participantes en la expedición, y el jefe
tendrá derecho a una parte especial.
Sin embargo, la guerra no podía constituir el único medio de adquisición. Generalmente, para
obtener metales y objetos preciosos debía recurrirse al intercambio, ya que la guerra a veces comportaba
demasiados riesgos.
El mundo homérico, en efecto, aunque otorga un importante papel a la violencia, también conoce un
amplio código de relaciones con el extranjero, al menos en la odisea, mediante el cual pueden organizarse
los intercambios sin renuncia a la ética aristocrática.
Se hallan en la odisea numerosos ejemplos de una determinada técnica de intercambio, basado en
el regalo y en el regalo por correspondencia, bien conocida en numerosas sociedades primitivas. En el
mundo homérico, al igual que en numerosas sociedades arcaicas, no existen donaciones desinteresadas.
No se da simplemente para hacer un favor, sino porque así se asegura, en plazo más o menos largo, un
regalo o un servicio de vuelta. Este principio se halla tan admitido en el mundo homérico que nunca se
discute: es una práctica que el poeta sobrentiende que es natural. El regalo establece la obligación del
regalo de correspondencia. De ese modo un héroe recibirá a sus huéspedes y se afanará en darles regalos,
y esperara sin falta que le sea devuelto en especie o en servicios que le compensen.
Así, este estilo de correspondencia logra inscribirse de manera aceptable en el marco de la ética
aristocrática. Veremos a los héroes homéricos emprender, en persona, viajes para procurarse a través de
los intercambios lo que le falta al oikos.
Homero no tiene un término técnico para definir a los comerciantes; para él son simples prekteres,
agentes.
La palabra emporos, no tiene otra acepción que la de pasajero. Los únicos y auténticos
especialistas de comercio son extranjeros, en particular los fenicios. Aparecen poco en la Iliada, y mucho
más frecuentemente en la odisea. Llegada la ocasión pueden convertirse con facilidad en piratas y vender
como esclavos a sus pasajeros. S reputación no deja en ningún momento de ser mala: se aceptan sus
mercancías, pero se desconfía de ellos. No contribuirán a una valorización positiva del comercio, sino todo
lo contrario. El lugar que ocupa el comercio en la escala de valores homérica es bien claro.
63
nuevamente, pero trasladado a la escala cívica y en el marco de las luchas entre ciudades griegas,
expresado por Pericles en los discursos de Tucídides.
Contrariamente, en Feacia, las mujeres se reparten entre si las diversas funciones, y, ademas, esa
especialización de las funciones se correlaciona con la habilidad marinera de los Feacios. En dicha utopía
se anuncia intuitivamente y con varios siglos de antelación el perfil de la Atenas clásica, lo cual sugiere, que
el modelo ateniense no es en absoluto ninguna innovación, hecho que había comprendido perfectamente
Tucídides, cuando su arqueología lo remonta al pasado.
A pesar de todo, los Reacios, a los que se considera sus antecesores, no son los héroes de la
odisea. Incluso en la época de las primeras aventuras marineras y coloniales, Homero se convierte en el
cantor de un mundo que vive tierra adentro.
Capítulo III:
La Época Arcaica (Siglos VIII-VI)
El desarrollo de la “polis”
La época arcaica es probablemente el periodo más importante de la historia de Grecia.
En el plano de las instituciones la mayor novedad es el desarrollo de la polis, que será durante
varios siglos el marco esencial para el desarrollo de la civilización griega hasta la época helenística.
El nacimiento de la polis resulta oscuro. Intentar señalar un principio absoluto es verdaderamente
difícil: la polis representa un tipo ideal, y todo dependerá del criterio que se adopte.
La unificación entre la ciudad y el campo, característica fundamental de la ciudad arcaica y clásica,
todavía no se había realizado: desde su aldea de Ascra, hesíodo ve la ciudad de Tespías como un mundo
lejano y hostil en el que reinan los reyes “devoradores de presentes”.
Los textos literarios verdaderamente explícitos no se remontan más allá de la segunda mitad del
siglo VII.
La mayor evidencia de los comienzo de la polis la proporciona la colonización, iniciada,
aproximadamente, a mediados del siglo VIII.
Las colonias implantadas en Sicilia, en el sur de Italia y en otras zonas, con excepción de ciertos
emporios, son todas, desde un principio, poleis, que imitan las instituciones de sus metrópolis, prueba
evidente de la existencia de la polis desde los comienzos de la colonización.
No se conocen muy bien las causas del desarrollo de la polis. Por lo general se hace intervenir al
factor geográfico: el fraccionamiento físico de Grecia habría tenido como resultado su fraccionamiento
político. Cierto es que la polis se inscribe con frecuencia en un marco geográfico característico de Grecia.
El asentamiento urbano se establece al pie de una acrópolis que sirve de refugio a sus habitantes. Cerca del
asentamiento urbano se encuentra la tierra de la ciudad, propiedad de los individuos, constituida por una o
varias llanuras fértiles.
El asentamiento urbano se halla generalmente situado cerca del mar, pero no suele encontrarse en
sus orillas: si la ciudad posee un puerto, generalmente éste no formará parte del asentamiento urbano.
La polis se constituyó primero en Asia menor, en la Grecia de la costa oriental y en la Grecia central,
en las islas del Egeo y en Creta.
Algunas de estas primeras ciudades se habrían formado alrededor de antiguas ciudadelas
micénicas, que habrían servido de refugio; la continuidad en la ocupación no prueba nada por si misma.
Aquí la polis existe y es el grupo restringido o amplio de ciudadanos el que pasa a constituirse en
grupo dirigente; este grupo choca con las realidades materiales de la época y las transforma.
Hagamos un simple esbozo de las principales conquistas de la época arcaica en este terreno. En
primer lugar y a partir del siglo VIII, la codificación de las leyes, con frecuencia por obra de un legislador,
personaje con funciones a la vez profanas y publicas: se definen las normas que rigen a la ciudad; así, al
ser sustraídas a la arbitrariedad de los poderosos, la justicia se convierte en un asunto público. Se pasa de
de un estado de prederecho a uno de derecho.
En general, mejora la situación económica y social de los ciudadanos. Un rasgo fundamental en el
desarrollo del sentimiento comunitario, lo constituye la reforma de los hoplitas, que tiene lugar a lo largo del
siglo VII: el soldado ciudadano que combate en grupo se convierte en el reflejo militar de la ciudad.
Paralelamente a la noción de ciudadano se desarrollan las nociones de no ciudadano, la de
extranjero dentro de la comunidad política, y sobre todo la del esclavo, el extranjero total, privado de
libertad, y que en teoría carece de todo derecho: la noción de ciudadano es inclusiva y exclusiva. La relación
entre el desarrollo de estas dos nociones extremas y contrapuestas, la de ciudadano libre y la del esclavo,
es más que una simple relación teórica. La época arcaica conoció simultáneamente el desarrollo de la
64
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
noción de comunidad y la llegada de los ciudadanos al interior de la ciudad, a la par que el desarrollo de la
esclavitud –mercancía en una escala considerable. El trabajo servil en una forma u otra no es desde luego,
ninguna primicia de la época arcaica: homero ya habla de esclavitud. Por otro lado, los griegos conocieron
otras formas de sometimiento más arcaicas que la esclavitud-mercancía, ante todo el ilotismo.
Pero la institución de la esclavitud mercancía y su difusión constituyen efectivamente una novedad
de la época arcaica. La esclavitud-mercancía de la que se conservan en ateneo buena cantidad de citas.
Resulta interesante ver que los habitantes de Quíos pasaban por haber sido los primeros en comprar
esclavos extranjeros: pues bien, uno de los testimonios más precoces de la evolución hacia la democracia
procede precisamente de Quios. Los dos procesos se hallan vinculados: mas tarde se expondrá un ejemplo
concreto acerca de las reformas de Solón.
65
Aristóteles, quien conocía muy bien la explicación puramente económica de la invención de la
moneda, al parecer también guardaba, al menos el concepto de una explicación ética del papel q había
tenido. Sería conveniente volver a situar la moneda en el marco del desarrollo de las relaciones sociales y
de la definición de los valores, tendencia fundamental de la época arcaica, en la que se codifican y publican
leyes para acabar con la arbitrariedad en su interpretación. La vida de la comunidad ciudadana no se
concibe sin la existencia ni la aplicación de normas conocidas por todos; es en este aspecto donde debería
encuadrarse la invención de la moneda.
De la ausencia de denominaciones menudas en la acuñación que realizan numerosas ciudades se
deduce que la invención de la moneda no tuvo como finalidad la agilización del comercio local. A su vez, el
comercio de amplio radio no habría sido un factor importante en el momento de la creación de la moneda.
Esta regla tiene dos excepciones: Atenas y las ciudades de la costa tracia y de Macedonia. Puede
constatarse que sus monedas fueron ampliamente exportadas al extranjero, sobre todo a Levante y a
Egipto.
¿A qué responde la invención de la moneda?
Es primordial encartar el desarrollo de la conciencia cívica: en la historia de las ciudades griegas la
moneda prevalecerá siempre como un emblema cívico. Acuñar moneda con las armas de la ciudad
constituye una orgullosa proclamación de su independencia política. Cuando en el siglo V Atenas intente
prohibir las monedas de plata de sus aliados e imponerles las suyas, el significado quizás sea ante todo
político: se trataría de demostrar así el poderío de Atenas. La rápida expansión de la acuácion a lo largo del
siglo VI, fenómeno en su origen puramente griego, ha de ponerse en relación con el fenómeno social que
significa el desarrollo de las ciudades y de los sentimientos cívicos.
66
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Por otro lado había una masa de atenienses cuyas deudas los habían llevado a la esclavitud. La
deuda y no la insolvencia posiblemente haya sido la causa directa de su esclavitud. Así lo hacen suponer
ciertos paralelismos extraídos de otras sociedades: Los campesinos humildes se colocaban bajo la
dependencia de los grandes propietarios para asegurarse la existencia, y estos últimos intentaban aumentar
de ese modo su mano de obra. La deuda o el préstamo, simplemente habría sido para ambas partes un
medio en la transacción y no un fin de si mismo.
67
territorio que ocupaban y formaban comunidades cívicas autónomas, mientras que Al mina no parece que
fuera una autentica polis, sino simplemente un lugar de encuentro entre griegos y no griegos con la
finalidad de realizar intercambios.
Náuucratis constituye el caso mejor conocido de esta época de lo que Kart Polanyi llamó el port of
trade, asentamiento puramente económico, en el que se organizan y controlan los intercambios entre las
sociedades de diferente tipo económico. Lo que se sabe de Naucratis resulta instructivo: el asentamiento
griego dependía del Faraón, quien ejercía el control mediante una vigilancia estricta. Así, todo el comercio
entre Egipto y el mundo friego se canalizaba y controlaba por medio de este puerto. En Naucratis el barrio
griego se hallaba netamente separado del egipcio, y los matrimonios que unieran a griegos con egipcios
estaban propiamente prohibidos.
Capitulo IV:
Esparta y las ciudades arcaicas
Tipología de los estados griegos
68
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Hay que hacer una primera distinción entre el ethnos y la polis, términos que pueden traducirse
por Estado sin centro urbano y Estado con centro urbano. Atenas es en este sentido un Estado polis,
perfectamente típico: su territorio engloba toda el ática, pero la ciudad de Atenas es su centro político.
Contrariamente en el Estado-ethnos vive una extensión más o menos grande diseminada por numerosas
aldeas. Los vínculos políticos que le unen podrán ser bastante laxos y con frecuencia el Estado no tendrá
más que una existencia un tanto desdibujada. Por lo general, será la extensión geográfica el factor que
decidirá su falta de centralización haciendo difícil su transformación en poleis autenticas con un único centro
urbano. El Estado ethnos representa un estado mucho mas atrasado respecto a la polis y es
cronológicamente anterior a ella. En efecto será en aquellas regiones en las que la polis tuvo un desarrollo
insignificante donde encontremos al tennos, es decir las regiones occidental y septentrional de Grecia,
regiones que no conocían la civilización micénica. En ellos la unidad de grupo pudo mantenerse, en
diferentes grados, durante mucho tiempo.
Podía incluso haber tensiones entre el ethnos unitario y las polis separatistas, como aconteció en
tesalia en la época clásica.
Se trata principalmente de los etolios y los aqueos, que van a desarrollar Estados federales, y sobre
todo de Macedonia, caso bastante singular, debido al hecho de la supervivencia en ella de una monarquía
hereditaria desde tiempos inmemoriales.
El estado moderno será siempre una polis, mientras que por el contrario el arcaico podrá ser o una
polis o un tennos. El criterio básico que distingue los Estados modernos de los tipos mas arcaicos es el
grado de claridad con el que se definen las nociones de ciudadano y de hombre libre por oposición al
esclavo. Las nociones son bien claras y las categorías intermedias están eliminadas. Por un lado están los
ciudadanos, que, salvo algunas excepciones, tienen todos la misma condición y por otro los extranjeros,
divididos en hombres libres y esclavos, sin que ni unos ni otros tengan participación alguna en la comunidad
política. Pero no todos los Estados griegos alcanzaron este estadio: en los Estados arcaicos las nociones
de ciudadano y de hombre libre quedan desdibujadas, las categorías están menos diferenciadas y la
existencia de grados intermedios entre ellos hace aun más imprecisos los límites. Tanto si se trata de poleis
como si son ethne, todas son en esencia comunidades rurales, que viven más o menos alejadas del mundo
exterior y de las grandes vías de comunicación, incluso voluntariamente xenófobas, como esparta. Los
extranjeros solo tienen en ellas un papel secundario, mientras que en Estados del tipo ateniense
constituyen uno de los elementos más característicos. Su lugar lo ocupa una población interna sometida,
sobre la que reina una aristocracia de guerreros sometida, sobre la que reina una aristocracia de guerreros
que la dirige.
69
técnicos a fin de canalizar la lealtad del espartano a sus camaradas e inculcarles la obediencia a sus
mayores.
A los 20 años termina su educación y el joven espartano entra en la categoría de los hombres. En
este momento esta obligado a casarse, pero la ceremonia del matrimonio tiene un carácter triste y furtivo, y
no va a señalar el comienzo de una vida de familia normal, como ocurrirá en el resto de Grecia. Hasta los
30 años el espartano seguirá viviendo con sus compañeros, y solo visitara a su esposa en breves
intervalos. Incluso después de esa edad, el espartano continuara comiendo con sus compañeros; la
posesión de los plenos derechos cívicos depende de la posibilidad de contribuir a las syssitiai y de la
regularidad de su presencia. La vida de familia queda así desvalorizada de punta a cabo: su única finalidad
es la de producir ciudadanos vigorosos que se conviertan en buenos soldados. Con este fin exclusivamente
reproductor pueden darse serias divergencias con el principio de la monogamia respetado en todas las
demás regiones de Grecia.
Entre los espartanos el ideal era el de la igualdad, reflejada incluso en el nombre que se daban a si
mismos: los iguales. Se ejercitaban juntos, compartían la misma vida y la misma mesa y combatían en
común. Pero de hecho entre el ideal y la realidad hubo siempre cierta distancia, que no dejo d e
ensancharse hasta ser una de las causas primordiales de la decadencia de Esparta.
Entre los iguales había, dos personas automáticamente privilegiada, y dicha preferencia se debía
tan solo a su nacimiento y no a sus meritos personales. Por otro lado, es evidente que había una
aristocracia dentro del grupo de los iguales que sobrepasaba en riqueza e influencia existiera desde la
formación de la esparta clásica. La pertenencia al grupo de los iguales dependía de la posibilidad de aportar
regularmente la propia contribución a las syssitiai: si no se cumplía con esta obligación se descendía, según
parece, a una clase mas baja, la de los hypomeiones o inferiores, lo que significaba la perdida de los plenos
derechos de la ciudadanía. En general, el espíritu competitivo que animaba a los iguales y regulaba toda su
vida propiciaba la formación de elites, implicando al mismo tiempo la existencia de una mayoría menos
afortunada. De este modo se constituían las elites entre los iguales. Aparte de los inferiores, había también
los tresantes esto es los que habían temblado en la guerra y consecuentemente eran victimas del
ostracismo, perdiendo una parte de sus derechos cívicos. Queda claro que la igualdad de los espartanos
nunca fue mas que un ideal imposible y la realidad iría alejándose cada vez mas de el.
Los Periecos
Formaban pequeñas comunidades independientes sobre todo en Laconia, pero también en
Mesenia. A pesar de gozar de cierta autonomía local, estaban completamente subordinados al gobierno de
Esparta en lo concerniente a la guerra y cualquier aspecto de la política exterior. Estas comunidades
debieron ser reducidas por Esparta a la condición de dependientes en épocas muy antiguas.
Existía una profunda diferencia entre el Estado arcaico y el de tipo ateniense, es que aunque
carecían de voz en las decisiones de gobierno en Esparta, estos periecos formaban igualmente parte del
Estado. Por consiguiente, eran algo más que simples aliados o súbditos de Esparta. En efecto, la
designación oficial del Estado espartano no es “los espartanos”, como cabria esperar según la analogía del
Estado ateniense, sino los Lacedomononios, término que incluye expresamente a todos los periecos, que
en cierta medida eran ciudadanos de segunda. Pero al mismo tiempo que formaban parte del estado, los
periecos eran también ciudadanos cada uno de su propia comunidad. Así pues, se observa que la noción de
ciudadano en Esparta era mucho mas difusa que en Atenas.
Las pequeñas comunidades homogéneas de periecos poseían sus propias tierras. De nuevo en este punto
se encuentra una diferencia fundamental respecto a los metecos atenienses, de orígenes diversos y
totalmente privados del derecho a la propiedad de la tierra, privilegio exclusivo de los ciudadanos, y a
diferencia también de los Ilotas, los periecos tampoco pagaban rentas regulares a los ciudadanos
espartanos aunque cada uno de los reyes de Esparta detentaba el derecho a un temenos tomado de entre
las tierras cultivadas por los periecos. Estos eran reclutados regularmente para el ejército espartano. Hasta
las guerras médicas estuvieron en contingentes separados, pero luego, durante la guerra del Peloponeso,
se mezclan con los espartanos.
Aunque sirvieran en el ejército, los periecos no estaban obligados a la ética aristocrática y guerrera
de los espartanos. Se dedicaban a todas las actividades económicas a las que aquellos se negaban.
Cultivaban sus tierras y se dedicaban a la artesanía; Así pues, aun privados de poder político los periecos
gozaban de una situación relativamente envidiable: el sistema espartano les garantizaba una seguridad de
la que gozaron durante tanto tiempo pocos Estados griegos. Muy raramente y excepcionalmente se
encontraran entre ellos actitudes de desafecto a los espartanos. En general fueron uno de los elementos
básicos para la estabilidad de Esparta.
Los Ilotas
70
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Los griegos de la época clásica generalmente denominaban esclavos a los ilotas, incluso en los
textos oficiales.
Pero no hay que equivocarse: entre los esclavos de tipo ateniense, esclavos mercancía importados
del extranjero y comprados en el mercado y los grupos de ilotas existió una diferencia fundamental.
Efectivamente, fueron dos tipos de sometimiento muy diferentes, cada uno con su propia historia y un
origen bien distinto. Asimismo constituyen dos estadios de una misma evolución: la esclavitud de tipo
ateniense fue una institución más moderna, mientras que el ilotismo representa otra de tipo más arcaico.
Lo que caracteriza a los grupos de tipo Ílota por oposición a los esclavos de tipo ateniense es, ante
todo, su homogeneidad: todos son pueblos indígenas, que hablan la misma lengua, de quienes gusta decir
que fueron reducidos a la condición de dependientes por la conquista, acaecida a la llegad de los que luego
se convertirían en sus dueños y formarían una aristocracia guerrera.
Por el contrario, los esclavos de tipo ateniense, cuyo Orión fue muy variado, no pueden ser
designados con un nombre de conjunto: carecían de identidad común, mientras que los grupos de tipo ilota
en cierta medida la tuvieron. Como poblaciones homogéneas, estos grupos se reprodujeron en su propio
seno: los ilotas no se compraban en el mercado de esclavos, en tanto que el esclavo ateniense
normalmente era de importancia y se compraba como mercancía.
En Atenas, raramente se reclutaban esclavos para el servicio militar; los casos son muy poco
frecuentes y corresponden siempre a situaciones de emergencia. Por lo demás, cuando se recurre a los
esclavos para la guerra, se empieza por liberarlos. En Esparta, en cambio, es normal servirse de los ilotas
para la guerra; y la liberación se produce muchas veces después del periodo de servicio. En teoría, los
ilotas no forman parte del Estado: el termino “los lacedemonios” abarca a espartanos y periecos, pero
excluye a los ilotas.
La situación ateniense es bien distinta: el esclavo liberado deviene meteco, su condición personal
mejora, pero no le acerca al Estado ateniense. En Atenas, el meteco prescindiendo de las evidentes
ventajas de que gozaba, sigue siendo tan extraño a la comunidad política como el esclavo.
Las rebeliones ilotas subrayan a su vez las diferencias entre los dos tipos de población sometida. A
pesar del elevado número de esclavos atenienses, apenas hay autenticas rebeliones de esclavos en la
Atenas de la época clásica. La situación en esparta es completamente distinta: las rebeliones de ilotas
son un dato permanente de su historia. Estas rebeliones tuvieron su foco principal en Mesenia, pues a este
respecto se ha de distinguir entre dos grupos de ilotas, los de Laconia y los de Mesenia. Estos últimos
fueron conquistados en época relativamente reciente y mantendrán clara conciencia de su identidad de
origen, conciencia que los ilotas de laconia parece que habrían perdido.
El caso de las rebeliones de ilotas en Esparta es el mejor conocido, pero da toda la impresión de
ser un fenómeno típico en esta guerra de grupos.
Otra característica de los ilotas es que se halla atestiguado el empleo de pensestas y de
mariandinios para la guerra.
Es interesante extenderse un poco mas acerca de los matrimonios que no fueran estrictamente
entre espartanos, pues ilustran muy bien la diferencia entre las sociedades arcaicas y las modernas. En
Atenas, los únicos matrimonios conocidos legalmente son los que se realizan entre atenienses, de modo
que solo será ateniense el que descienda de padre y madre atenienses, mientras que antes bastaba con
que solo lo fuera el padre.
La situación es totalmente distinta en las sociedades arcaicas. Las leyes de gortina prevén la
eventualidad de matrimonios entre ambas categorías. En esparta las uniones entre Iguales e ilotas podían
tener como resultado hijos que poseyeran o pudieran reivindicar algún tipo de ciudadanía. Ya se ha hecho
alusión a la posibilidad del “poder femenino” en Esparta y en las sociedades arcaicas por la vía de las
uniones entre mujeres espartanas e ilotas, cuyos hijos reivindicaban el poder político. Un grupo especial en
Esparta era el constituido por los mothakes, de quienes no se conoce su composición exacta, debido a la
poca claridad que al respecto ofrecen las fuentes. Dicho grupo incluía tanto a esclavos nacidos en casa,
como a ilotas que participaban en la educación de los jóvenes espartanos, ejerciendo en cierta manera de
sustitutos de estos, a los que el estado otorgaba la libertad.
La originalidad de Esparta
No hay que perder de vista ciertas particularidades de Esparta que hacen de ella un estado único
en la historia de Grecia. Como el hecho de que sposeyera un territorio bastante superior extensión y
calidad al de los demás estados griegos, lo que le permitía materializar gradualmente el ideal de autarquía,
reduciendo al mínimo los contactos con el exterior.
Obsérvese asimismo una particularidad institucional como la doble realeza. Señalemos también el
hecho singular de que Esparta, si bien era considerada por los demás Estados griegos una polis y aunque
su historia se vincula a la de la polis en general, era atípica en relación con las demás poleis, dado que no
tenia un verdadero centro urbano mas de no existir fortificaciones, pues los únicos que habían de defender
71
la ciudad eran los hombres, ni siquiera tenían una acrópolis fortificada, tal como se conoce en muchísimos
centro cívicos.
Los espartanos Vivian diseminados en cinco aldeas. Estudiados aisladamente, pocos son los
elementos de la sociedad espartana que carezcan de parangón en el resto del mundo griego: todo el
aspecto ritual y arcaico de Esparta – la existencia de las clases de edad y supervivencia de numeroso ritos
de pasaje como la crypteia, que resultan mas llamativos en Esparta que en los demás sitios-.
Lo que dio mayor originalidad a esparta y lo que constituyo el punto de arranque del espejismo
espartano, espejismo que ha tenido una larga historia desde la antigüedad hasta nuestros días, es la
manera en que se hallaban combinados entre si los diversos elementos de la sociedad espartana para
converger en una sola finalidad y como el Estado organizaba con toda conciencia la educación de los
iguales para inculcarles su propio ideal de virtud guerrera y obediencia. Nos encontramos ante el único
ejemplo de un Estado griego que se atribuye deliberadamente el papel de de educador de sus miembros,
por considerar que sin subordinarlos a un único fin no seria posible su supervivencia. El estado espartano,
militar pero en realidad no militarista no pretendía la victoria sobre los extranjeros y la conquista por la
fuerza, aunque estos móviles existieron en un estadio anterior de la historia de esparta.
Capítulo V:
La Atenas Clásica
Características del tipo Ateniense
Las características del estado ateniense son: eliminación completa de la población interna
sometida, y logro de una situación de igualdad jurídica y política de todos los ciudadanos. Exceptuando el
hecho de que ciertas magistraturas quedan reservada para la primera clase del censo, no hay diferentes
grados de participación en el Estado como ocurre en Esparta; En Atenas se es ciudadano y se participa
ecuánimemente en el Estado o no se es y por consiguiente se es extraño a la comunidad política, lo mismo
si se es libre que si se es esclavo.
En Atenas se ve claramente la separación entre las distintas categorías legales: la distinción entre
hombre libre y esclavo, lo mismo que entre ciudadano y no ciudadano, es bien nítida y quedan eliminadas
las categorías intermedias. A medida que desaparece la población interna sometida, va adquiriendo mayor
importancia el papel de los extranjeros, hallándose ambos procesos enlazados.
Por otro lado, mientras que la condición de los atenienses se igualaba y continuaban los avances
en el progreso hacia la democracia, el grupo de los ciudadanos se volvía totalmente exclusivo y cerrado
para los extranjeros. Hasta la ley de Pericles para llegar a ser ciudadano bastaba descender de padre
ateniense: existen varios casos de miembros de la aristocracia ateniense que tuvieron madre extranjera.
Estas alianzas “internacionales” entre familias aristocráticas son características de la época arcaica.
Después vino la ley de Pericles: a partir de ese momento solo serian ciudadanos los hijos nacidos de padre
y madre ciudadanos atenienses. Esta ley no fue aplicada con todo el rigor, pero se consideraba fundamental
el principio que implicaba: en efecto, una de las medidas de la restauración de la democracia fue reafirmar
la ley de Pericles en los mismos términos que antes.
La concesión del derecho de ciudadanía a extranjeros constituyo siempre y en principio un
privilegio, a veces otorgado a individuos y muy raramente a grupos; la actitud de la restauración de la
democracia es significativa: cabria esperar que Atenas dispensara con generosidad el derecho de
ciudadanía, en parte para recompensar a todos los metecos que habían luchado al lado de los demócratas
y en parte para reconstruir el cuerpo cívico tan debilitado tras la guerra del Peloponeso y la guerra civil de
404-403.
Constituían la población ateniense tres categorías legales: los ciudadanos, los metecos y los
esclavos.
Los ciudadanos
La única distinción económica autentica que separa a los ciudadanos de los no ciudadanos,
concierne a la propiedad del suelo: el derecho a adquirir, poseer y enajenar una finca en el ática es
privilegio exclusivo de los ciudadanos. Este vinculo con la tierra cultivada queda fuertemente señalado.
En el caso de que los no ciudadanos se vean favorecidos con este derecho, se tratara siempre de
un privilegio especial, de una excepción y nunca de una regla. Nadie en Atenas llegara a proponer la
abolición pura y simple de la restricción del derecho a la propiedad del suelo.
72
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Cualquier comunidad griega de la época clásica será una comunidad de propietarios agrícolas,
aunque paralelamente luego se desarrollen fortunas mobiliarias.
En la práctica este vínculo entre la tierra y el ciudadano tendrá varias consecuencias. Por un lado,
numerosos estados griegos permitían que los derechos cívicos dependieran de alguna manera de la
propiedad inmobiliaria. Atenas se distinguía de otros estados griegos en que los ciudadanos sin propiedad
inmobiliaria fueron admitidos a la plena participación en los derechos políticos.
El vínculo existente entre la tierra y el ciudadano podía actuar en sentido contrario: el ciudadano
quería ser terrateniente y su calidad de ciudadano le valía el titulo para el derecho a la propiedad de la
tierra. Como este era el único campo en el que había una clara distinción económica entre ciudadanos y no
ciudadanos, los primeros remitirán sus reivindicaciones económicas a temas que conciernan a la tierra:
como se ha podido observar en la época arcaica y volverá a constatarse en el siglo IV.
Siguiendo con este razonamiento, como Atenas era entonces la ciudad donde la artesanía y el
comercio habían alcanzado el mayor desarrollo de todo el mundo griego, resulta verosímil que en otras
ciudades la proporción de ciudadanos que participaran de la propiedad del suelo hubiera de ser aun más
elevada.
La elite intelectual y social de Atenas estará compuesta mayoritariamente por terratenientes, al
menos hasta la guerra del Peloponeso, cuando apunta a una nueva evolución. Hasta esa fecha la
aristocracia dirigente esta formada por los grandes terratenientes del ática.
Hasta el comienzo de la guerra del Peloponeso no s apunta cambio alguno y hasta entonces no se
vieron nuevos ricos, cuya fortuna no se debiera a la propiedad del suelo y que pretendieran conducir al
pueblo como lo habían hecho Pericles y sus predecesores.
El verdadero cambio consistió en el desarrollo de las fortunas mobiliarias, evolución que continuara
durante el siglo IV.
Se ha sostenido que la propiedad del suelo en el ática había sido inalienable hasta la guerra del
Peloponeso y que entonces desapareció la restricción debido a los disturbios causados por la guerra.
Expresada en términos extremos, la teoría no es aceptable. Resulta totalmente increíble que la tierra haya
permanecido en el ática literalmente inalienable durante siglos, incluso desde el primer asentamiento de los
griegos en el ática.
Es bien cierto que la guerra afecto al régimen inmobiliario en el ática, y la tierra es, desde luego,
perfectamente enajenable en el siglo IV, pero el hecho es que disponemos de fuentes mucho mas
numerosas en el siglo IV que antes. Sin embargo, no basta con decir que al tierra era enajenable:
enajenación no significa necesariamente comercialización, y veremos como en el siglo IV cuando la tierra
cambia de manos no es considerada un valor de compraventa. No se puede hablar de enajenación de la
tierra en abstracto: hay que definir las diferentes formas y las diversas condiciones en las que podía
realizarse la enajenación, situándola, siempre en el marco institucional, social y económico de la sociedad
en cuestión.
Los Metecos
Los metecos eran hombres libres, griegos y no griegos, domiciliados en Atenas o en el Ática.
Parece que, pasado un determinado plazo de permanencia, el extranjero de paso por Atenas debía
inscribirse obligatoriamente como meteco, si no, se le podía vender como esclavo; uno podía convertirse en
meteco automáticamente. Los metecos se hallaban sometidos a diversas obligaciones: tenían que pagar el
metoikion, sin duda no muy elevado, pero que simbolizaba su condición de inferioridad respecto a los
ciudadanos. Estos no pagaban impuesto alguno sobre las personas, solamente sobre los bienes, y esto ni
siquiera con regularidad. La falta de pago también importaba la venta como esclavo. Por lo demás, los
metecos quizá tuvieran que pagar ciertos impuestos sobre los extranjeros, similares a la tasa para tener
derecho a comerciar en el ágora. Sin embargo podía darse el caso que se concediera a un meteco la
isotelia, con lo cual se situaba al mismo nivel que los ciudadanos en todas las obligaciones financieras y le
dispensaba del metoikion. Ademas cada meteco tenia que procurarse un prostates, ciudadano ateniense
que se encargara de representarlo ante la justicia. Cual era el papel del prostates no es muy bien conocido;
puede que a lo largo del siglo IV, quedara más desdibujado, si bien desde el siglo V los extranjeros podían
recurrir a los tribunales sin el concurso de un próstatas. La sanción impuesta para quien no cumplía esta
obligación era de nuevo la venta como esclavo. Los metecos tenían asimismo que inscribirse y domiciliarse
en alguno de los demos del ática, pero no formaban parte de los demos con el mismo titulo que los
ciudadanos. La distinción queda bien clara en las inscripciones: los nombres de los ciudadanos van
seguidos del demótico, los de los metecos solo de la mención “domiciliado en tal demo”.
Finalmente, los metecos estaban obligados, a los mismos deberes financieros que los ciudadanos.
En el ejército servían en contingentes separados, pero generalmente no participaban de las expediciones
que se realizaban lejos del ática.
73
Aunque sus obligaciones no fueran particularmente onerosas, la condición de meteco padecía, sin
embargo, ciertas restricciones frente al ciudadano. El meteco no tenía ningún derecho político: no podía
tomar parte en la asamblea ni en el consejo, ni ejercer magistratura
Alguna. No existía ningún proceso automático de naturalización, ninguna epigamia con los ciudadanos y,
por lo tanto, no tenía ninguna esperanza de acceder a la condición de ciudadano. Aunque el meteco era
protegido por la ley, su personalidad jurídica era inferior a la de un ciudadano: así, el asesinato de un
meteco se asimilaba a un asesinato involuntario. Desde el punto de vista económico le afecta una limitación
mas grande, la incapacidad de adquirir tierras y casas en el ática, excepto por privilegio especial. Un
meteco no podrá contratar un préstamo con la garantía de las tierras.
Al estar excluidos del acceso a la propiedad inmueble, los metecos se vuelcan, consecuentemente
en la practica de cualquier actividad económica distinta de la agricultura, es decir, la artesanía, el comercio,
la actividad bancaria, etc. El mundo del dinero, se desarrolla junto al de la tierra y esos dos mundos
coexisten en dos planos diferentes sin fundirse nunca en uno solo.
Resulta difícil escribir una historia verdadera de los metecos atenienses anterior a las postrimerías
del siglo V, pues solo a partir de esa fecha y mayormente para el siglo IV se dispone de fuentes suficientes,
¿Por qué había todos esos extranjeros en Atenas y cabria añadir en tantas otras ciudades griegas?
No es exclusivo de ella y se ve atestiguado en otras muchas ciudades griegas. Ya sean filósofos,
hombres de Estado o simples particulares los que la den, la respuesta no ofrece dudas: la ciudad necesita
metecos, debido a todos los servicios económicos que le proporcionan, a causa de los ingresos que
reportan al estado sin costarle nada y debido a su utilidad en la marina y el ejercito.
Los filósofos admitirán la presencia de extranjeros en la ciudad, ya que estos son necesarios para
que su vida económica funciones, a pesar de que desconfíen, por principio, de las nefastas influencias que
podrían derivarse del contacto con el mundo exterior.
La presencia de los metecos no solo es tolerada, sino incluso incentivada activamente por el
estado. Aunque los metecos resultan indispensables para la vida económica de la ciudad, pese a todo no
forman realmente parte de la ciudad, puesto que se hallan excluidos de todos los derechos políticos. En
esta cuestión teoría y práctica coinciden: la polis de los ciudadanos no puede existir sin la presencia de
extranjeros.
Los Esclavos
Los esclavos carecen en teoría de cualquier derecho: son una propiedad de su dueño de la que
este puede disponer a su antojo. En la práctica, sin embargo, los esclavos gozaban de algunas
protecciones legales: no se podía maltratar ni quitar la vida de un esclavo impunemente. El esclavo no
obstante, carece de personalidad jurídica, excepto algunos grupos privilegiados, los esclavos en general no
pueden presentarse a los tribunales por su propia cuenta. Dependen directamente de su amo. Su testimonio
no se acepta, por lo general, más que bajo tortura.
Sobre las funciones que realizaban en Atenas los esclavos puede establecerse el principio de que
no había prácticamente ninguna actividad específicamente servil, y que los esclavos hacían lo mismo que
cualquier hombre libre de Atenas.
Los esclavos no tienen ningún derecho político; el esclavo ateniense a diferencia del ilota
espartano, normalmente no toma parte en la guerra. Fuera de estas excepciones, encontraremos esclavos
casi en todos los ramos de la actividad ateniense y haciendo el mismo trabajo que los hombres libres.
Solo el trabajo en las minas era considerado una actividad más bien propia de esclavos, debido a
las condiciones especialmente duras en que se realizaba, con que, a pesar de que encontremos a hombres
libres trabajando en ellas, no cabe duda de que la mano de obra servil los superaba ampliamente. Pero, por
lo general, no había prácticamente distinción real alguna entre el tipo de trabajo realizado. El hombre libre
trabajaba por su propia cuenta, mientras que la mayoría de los esclavos trabajaba por cuenta ajena. La
organización de la actividad artesanal ilustra bien los efectos de esta manera de ver las cosas.
El artesano libre querrá trabajar por cuenta propia por interés de seguir siendo independiente; las
empresas que empleen únicamente hombres libres serán siempre pequeños negocios familiares. Las
misma constatación puede hacerse para el trabajo en las minas; los prospectores libres trabajaran
aisladamente, mientras que los grupos que trabajen para otros estarán compuestos únicamente por
esclavos.
74
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
ser vendido como esclavo. Por el contrario, el esclavo liberado tendrá una condición semejante a la de
meteco, y el privilegio mas alto al que se puede aspirar un meteco es la obtención de los derechos de
ciudadanía ateniense. Pero si bien las categorías están claras desde el punto de vista legal, no hay que
imaginarlas como tres clases sociales bien definidas.
De estas categorías legales, el grupo de los ciudadanos es, con mucha diferencia el más
homogéneo. Los ciudadanos forman más o menos una sola unidad: la gran mayoría de los ciudadanos es
indígena, y entre ellos solamente un pequeño grupo adquirirían el derecho de ciudadanía ateniense siendo
extranjeros. Esta homogeneidad étnica se habría visto reforzada por la ley de Pericles sobre la ciudadanía.
Pero socialmente los atenienses no forman una única clase. Las diferencias de fortuna son considerables:
en la cúspide una pequeña minoría muy rica, y en la base una mayoría pobre que no posee ninguna tierra
o muy escasa en cantidad de ella, sin que por lo demás sea posible trazar una idea más nítida entre ricos y
pobres.
La democracia no se apoyaba tan solo en los ciudadanos más pobres, como gustaban repetir su enemigos,
sino que gozaba asimismo de una fuerte adhesión por parte de las clases acomodadas que, por otro lado,
le proporcionaron la mayoría de sus jefes políticos a lo largo de su historia.
No existe una homogeneidad comparable en las otras dos categorías. Los orígenes de los metecos
resultan muy confusos. En el siglo V los metecos atenienses son por lo general griegos y la mayoría de las
veces vienen a establecerse en Atenas de manera más o menos permanente; en el plano social estos
metecos podían llegar a alcanzar un alto grado de asimilación de la comunidad. Cuando se establecen en
Atenas, mantiene su identidad de origen; ademas con mucha frecuencia estos metecos bárbaros no se
instalan en Atenas definitivamente. La categoría de los metecos conoció la mayor variedad étnica
imaginable.
¿Qué pensaban los ciudadanos de los petecos? En algunos autores se encuentran indicios de
hostilidad hacia ellos; se trata generalmente de fuentes de tendencias antidemocráticas y xenófobas que se
lamentan de la libertad concedida a los extranjeros y a los esclavos en Atenas. En los abogados del siglo IV
constataremos también a veces un toque de atención a la xenofobia de los jueces en procesos contra
metecos. Fuera de estos casos nadie ponia en tela de juicio la necesidad de los metecos para el
funcionamiento de la ciudad: incluso l pseudo-jenofonte la admite.
Como revela el pseudo-jenofonte, podía darse, en su época, una uniformización del pueblo bajo: en
Atenas llego a no distinguirse entre el ciudadano pobre, el meteco y el esclavo. La hostilidad hacia los
metecos que a veces se manifiesta que a veces se manifiesta se debe al sentimiento xenofóbico y a los
prejuicios sociales, no es debida a ningún tipo de rivalidad económica entre ciudadanos y metecos. Los
atenienses nunca tuvieron la sensación de que los metecos pudieran competir con ellos en ese terreno.
En su actitud respecto a la democracia ateniense los metecos no formaron un grupo distinto, ni
siquiera antagonista, del de los ciudadanos, con un programa propio y unas reivindicaciones personales. A
pesar de que hubo algunos metecos comprometidos en el asunto de los Hermes de 415, es evidente que
una gran parte de ellos no deseaba un derrocamiento de la democracia ni una revolución política.
La mayoría de los metecos aceptaban simplemente el estado de las cosas existente’ que les
permitía prosperar en paz y beneficiarse del poderío y la riqueza de Atenas.
Puede hacerse una serie de puntualizaciones parecidas acerca de los esclavos atenienses. No
tienen ninguna unidad de origen: los frigios y los tracios son bastante numerosos.
Entre los esclavos atenienses había griegos, pero en realidad predominaban los bárbaros, sobre
todo en el siglo IV, al igual que entre los metecos. Como ocurría con estos, es una categoría social en la que
existían grandes diferencias. Algunos gozaban de una situación casi privilegiada, como los esclavos
públicos o los esclavos que vivían aparte, que de hecho casi eran libres y cuya situación no difería mucho
de la de los pequeños artesanos libres. Los esclavos domésticos podían esperar ser liberados a más o
menos largo plazo; por el contrario la suerte de los que trabajaban en las minas del Laurion, en condiciones
lamentables, era totalmente miserable, sin que se les ofreciera ninguna esperanza de libertad. Dadas todas
estas diferencias de situación y de origen, resultaría fácilmente comprensible por que a pesar del número
elevado de sus esclavos, Atenas nunca conoció rebeliones de esclavos, a diferencia de Esparta y de los
Estados arcaicos donde las rebeliones de ilotas estaban a la orden del día. Los esclavos atenienses no
formaban una clase social y al igual que los metecos, los ciudadanos no les consideraron como potenciales
competidores en la actividad económica. Se ha dicho con frecuencia que el incremento de la oferta del
trabajo servil agravo la situación de los ciudadanos pobres y produjo una competitiva tensión entre ellos y
los esclavos.
Sobre todos no se trata de una competencia general entre el trabajo libre y el servil, y en cualquier
caso, Jenofonte refuta la objeción después de haberla planteado. No parece que el ciudadano pobre
hubiera visto en el esclavo un posible rival, por el contrario, lo considera como un “compañero de trabajo”.
Los esclavos estaban para completar, y en el mejor de los casos, reemplazar, el trabajo de los hombres
libres: entre ambos grupos no había una autentica competencia económica. Las inscripciones sobre las
construcciones de templos resumen muy bien esta falta de competitividad económica, entre las distintas
75
categorías legales: en ellas se encuentra a ciudadanos; metecos y esclavos que trabajan juntos en la
misma obra, realizando las mismas tarea y recibiendo el mismo salario.
76
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
78
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
79
aparece. El orden es anterior a la relación del poder. El corazón de su vida es la guerra, aquí la palabra no
es una herramienta política, ni tampoco la discusión ni la argumentación ni la refutación ni la persuasión. El
poder y el temor es lo que doblega a todos los ciudadanos a la obediencia. Se jactan de discursos breves y
concretos.
80
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Primera Parte:
La Antigüedad Clásica.
4. Roma
La evolución constitucional de la ciudad conservó el poder político aristocrático hasta la misma fase
clásica de su civilización urbana.
Roma nunca conoció las sacudidas del gobierno de los tiranos. Una nobleza hereditaria mantuvo
intacto su poder por medio de una constitución civil extremadamente compleja que sufrió importantes
modificaciones populares en el transcurso de una prolongada y feroz lucha social dentro de la ciudad, pero
que nunca fue abrogada ni sustituida. La república estuvo dominada por el Senado, que estuvo controlado
durante los primeros siglos de su existencia por un pequeño grupo de clanes patricios. La pertenencia al
senado era vitalicia. Los magistrados anuales eran elegidos por las asambleas del pueblo, que comprendían
a todos los ciudadanos de roma, aunque organizados en unidades “centuriadas” de peso desigual para
garantizar una mayoría de las clases poseedoras. Los consulados eran los cargos ejecutivos supremos del
estado y estuvieron legalmente monopolizados por el orden cerrado de los patricios.
Los plebeyos recién enriquecidos obligaron a la nobleza “patricia” a concederles el acceso a uno de
los dos consulados anuales.
Este cambio lento condujo a una ampliación en la composición del mismo senado. El resultado de
ello fue la formación social de una amplia nobleza que incluía tanto a familias “patricias” como a “plebeyas” y
no el derrocamiento del sistema de gobierno aristocrático.
En la república tuvo lugar una lucha de las clases más pobres para conseguir mayores derechos
dentro de ella.
La presión de estas clases desembocó en la creación del tribunado de la plebe, representación
corporativa de las masas populares de los ciudadanos. Los tribunos eran elegidos todos los años por una
asamblea de “Tribus” que, a diferencia de la asamblea “centuriada” fue en principio genuinamente
igualitaria.
El tribunado formaba un organismo ejecutivo secundario y paralelo, destinado a proteger a los
pobres contra la opresión de los ricos. Finalmente a principios del siglo III, las asambleas tribales que
elegían a los tribunos obtuvieron derechos legislativos, y los mismos tribunos consiguieron el derecho
nominal del veto sobre los actos de los cónsules y decretos del senado.
El tribunado y la asamblea tribal se añadieron simplemente a las instituciones centrales ya
existentes del senado, los consulados y la asamblea centuriada.
Los tribunos, que normalmente eran hombres de considerable fortuna, se convertían así durante
largos períodos en instrumentos dóciles del Senado.
El tribunado y la asamblea tribal se añadieron simplemente a las instituciones centrales ya
existentes del Senado, los consulados y la asamblea centuriada.
Los tribunos, que normalmente eran hombres de considerable fortuna, se convertían así durante
largos período en instrumentos dóciles del Senado.
La República romana mantuvo, pues, el dominio oligárquico tradicional, por medio de una compleja
constitución, hasta la época clásica de su historia.
81
La nobleza patricia había luchado desde muy pronto para concentrar en sus manos la propiedad de
la tierra.
La tendencia a reducir al campesinado por medio de la servidumbre por deudas, a la condición de
arrendatarios dependientes fue detenida, aunque persistiera el problema de las deudas, pero no lo fue la
expropiación del ager publicus ni la depresión de los pequeños y medianos agricultores. Para estabilizar la
propiedad rural de los ciudadanos ordinarios de Roma no se produjo ninguna insurrección económica o
política.
En la república romana nunca tuvo lugar una reforma agraria duradera o sustancial.
La creciente monopolización de la tierra por la aristocracia se tradujo en un continuo descenso del
número de assidui y en un inexorable aumento en la extensión de la clase de los proletarii. El
expansionismo militar de Roma también tendió a reducir las filas de los assidui.
A consecuencia de todo esto, a hacia finales del siglo III a.c. los proletarii ya constituían
probablemente la mayoría absoluta de los ciudadanos y fue preciso llamarlos para contener la amenaza de
la invasión de Italia por Aníbal.
Mientras el campo se llenaba de grandes dominios nobiliarios, la ciudad se poblaba de una masa
proletarizada, desprovista de tierras o de cualquier otra propiedad. Esta amplia y desesperada subclase,
una vez completamente urbanizada perdió toda voluntad de retornar a la condición de pequeño propietario y
pudo ser manipulada con frecuencia por las camarillas aristocráticas contra los proyectos de reforma agraria
apoyados por los agricultores assidui.
Para la oligarquía senatorial que controlaba la República era preferible un proletariado pasivo y
consumista a un campesino recalcitrante y productivo.
Roma exigió a sus aliados soldados para sus ejércitos y no dinero para su tesoro, fue capaz de
conseguir que estos aliados se integraran en su propio sistema político de una forma a la que nunca pudo
aspirar ninguna ciudad griega.
Lo que permitió este hecho fue la peculiar estructura social de Roma.
La constitución romana no era sólo formalmente oligárquica, sino que su contenido era mucho más
profundamente aristocrático. Las ciudades italianas se rebelaron finalmente contra Roma. El objetivo de su
guerra fue un estado peninsular italiano con una capital y un senado. En consciente imitación del orden
unitario romano y no una vuelta a las dispersas independencias municipales.
La república romana fue la primera que unió a la gran propiedad agraria el trabajo de esclavos en el
campo a gran escala.
Roma quedó sistematizada por una aristocracia urbana que gozaba ya del dominio social y
económico de la ciudad. El resultado de ello fue la nueva institución rural del gran latifundio esclavista. La
mano de obra utilizada en estas enormes propiedades que surgieron a partir de finales del siglo III fue
suministrada por la espectacular serie de campañas que dieron a Roma el dominio del mundo mediterráneo.
La continua situación de guerra entrañaba una movilización sin fin. Los assidui, llamados años tras
año a la legión. Caían a millares bajo sus banderas mientras los supervivientes eran incapaces de conservar
sus tierras, absorbidas de forma creciente por la nobleza.
Las guerras victoriosas proporcionaban más esclavos para enviar a las ciudades y fincas de Italia.
El resultado final fue la aparición de unas propiedades agrarias, de una inmensidad hasta entonces
desconocida, cultivadas por esclavos.
Los latifundios no formaban necesaria e invariablemente bloques compactos de tierras cultivados
como unidades singulares.
El militarismo depredador de la República romana fue su principal palanca de acumulación
económica. La guerra aportó tierras, tributos y esclavos; los esclavos, los tributos y las tierras
proporcionaban el material para la guerra.
El poderío de Roma integró el Mediterráneo occidental y a su hinterland del norte en el mundo
clásico. Esta fue la decisiva realización de la República que, a diferencia de sus cautelas diplomáticas en
oriente, dirigió desde el principio su fuerza anexionista fundamentalmente hacia occidente.
La expansión colonial romana en el mediterráneo occidental tuvo un contexto y un carácter
básicamente distinto.
En esta época fue cuando se registro probablemente el mayor avance de la antigüedad clásica en el
ámbito de la tecnología agraria: el descubrimiento del molino giratorio para moler el grano. El éxito en la
organización de la producción agrícola a gran escala por mano de obra esclava fue la condición previa de la
conquista y colonización permanentes de los grandes hinterlands del oeste y el norte.
La misma creación de una economía rural y esclavista dependía de la implantación de una próspera
red de ciudades que representaran los puntos terminales de sus excedentes y su principio estructural de
articulación y control.
Roma se percató de las enormes riquezas que estaban disponibles en oriente. Pero los regímenes
republicanos administraron generalmente las rentables provincias asiáticas, que sus generales arrebataban
ahora a sus soberanos helenísticos, con un mínimo de cambio social o interferencia política, declarando
82
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
haberlas liberado de sus déspotas y contentándose con los exuberantes ingresos fiscales de la región. En el
mediterráneo oriental no se introdujo la esclavitud agraria a gran escala y los numerosos prisioneros de
guerra hechos esclavos eran embarcados hacia occidente para ser empleados en la misma Italia.
El derecho civil romano apareció en toda su unidad y singularidad. El sistema legal romano se
preocupó esencialmente de regular las relaciones informales de contrato e intercambio entre ciudadanos
privados. Su orientación fundamental se basaba en las transacciones económicas y en sus concomitantes
de tipo familiar, matrimonial o testamentario.
Lo que constituyó el terreno peculiar de su notable avance no fue el derecho público o criminal sino
el derecho civil que regía los pleitos sobre la propiedad entre las partes en litigio. El desarrollo de una teoría
legal de carácter general era completamente nuevo en la antigüedad. Ese desarrollo fue una creación de
juristas especializados y aristocráticos que permanecían al margen del proceso de litigación y aportaban
opiniones sobre cuestiones de principio legal más que de asuntos de hecho a la judicatura que veía los
casos reales.
El desarrollo económico del intercambio mercantil encontró su reflejo jurídico a finales de la
República en la creación de un derecho comercial sin precedentes. La decisiva y gran hazaña del nuevo
derecho romano fue, su descubrimiento del concepto de propiedad absoluta. Ningún sistema legal anterior
había conocido nunca la noción de una propiedad privada sin restricciones.
La civilización romana fue la primera en separar el color puro de la propiedad del espectro
económico de la posesión opaca e indeterminada que la había precedido.
La República había conquistado para Roma un imperio, pero sus propias victorias la hicieron
anacrónica. La oligarquía de una sola ciudad no podía mantener unido al mediterráneo en un solo sistema
político. El ultimo siglo de conquistas republicanas fue acompañado de vertiginosas tensiones sociales
dentro de la propia sociedad romana. La agitación campesina en demanda de tierras reaparecía ahora
dentro del propio ejército. La aristocracia senatorial se había beneficiado enormemente del saqueo
financiero del mediterráneo, pero no tuvo ninguna preocupación por proporcionar ni si quiera una módica
compensación a la tropa, cuyas batallas le habían procurado esas inauditas riquezas. Los legionarios
recibían una humilde paga y eran licenciados sin contemplaciones y sin ninguna recompensa por los largos
periodos de servicio en los que arriesgaban sus vidas y sus propiedades.
El resultado fue la creación de una tendencia inherente a los ejércitos del último período de la
república a retirar su lealtad militar al estado y dirigirla hacia los generales victoriosos que podían garantizar
a sus soldados, por su poder personal, botines o donativos. El vínculo entre el legionario y el jefe militar se
hizo cada vez mas parecido al que existía entre patrón y cliente en la vida civil.
La consecuencia inmediata habría de ser la aparición de las grandes guerras civiles.
La difícil situación de las masas urbanas agudizó enormemente la crisis del poder senatorial.
En los últimos años de la república su disposición de ánimo se hizo cada vez más amenazadora y
hostil hacia el orden político tradicional.
Tras la muerte de César, fue una vez mas el tumulto popular en las calles de Roma ante la ausencia
de su heredero lo que obligó al Senado a pedir a Augusto que aceptara la renovación de los poderes
consulares y dictatoriales, época del definitivo entierro de la república.
Es significativo que cada una de las tres guerras civiles que determinaron el destino de la república
siguieran la misma pauta geográfica: todas fueron ganadas por el bando que controlaba occidente y
perdidas por el partido asentado en Oriente, a pesar de su superior riqueza y recursos.
El centro dinámico del sistema imperial romano estaba en el Mediterráneo occidental.
El nuevo Augusto recogió el poder supremo uniendo tras de si a las múltiples fuerzas del
descontento y la desintegración existentes en la república de la última época. Augusto se apoyó en los
terratenientes de la provincia italiana que buscaban su participación en los cargos y los honores del sistema
que habían ayudado a construir. De Accio surgió una monarquía estable y universal, porque solo ella podía
superar el estrecho municipalismo de la oligarquía senatorial de Roma.
El difícil paso de la ciudad-Estado al imperio universal se realizó con un éxito notable bajo el
principado.
Las tensiones más peligrosas del último período republicano fueron reducidas gracias a una serie
de medidas políticas astutas. Augusto concedió parcelas de tierra a los miles de soldados desmovilizados
después de las guerras civiles, pagando a muchos de ellos con su fortuna personal.
Se hicieron en su mayoría a costa de otros pequeños propietarios, que fueron desalojados para
dejar sitio a los veteranos que volvían a sus casas y por lo tanto no sirvieron para mejorar mucho la
situación social del campesinado ni para transformar el modelo general de la propiedad agrícola en Italia. Si
sirvieron para calmar las demandas de la importante minoría del campesinado en armas, que constituía el
sector clave de la población rural.
A partir del año 6 d.c recibieron una prima en metálico al licenciarse que equivalía al salario de
trece años y se pagaba con cargo a una tesorería militar creada especialmente para ello y financiada por
pequeños impuestos sobre las ventas y la herencia con que se gravó a las clases poseedoras de Italia.
83
En la capital, el proletariado urbano fue aplacado con distribuciones de trigo, se puso en práctica un
ambicioso programa de construcciones, que ofreció a los plebeyos considerables oportunidades de empleo,
y se mejoraron notablemente los servicios municipales de la ciudad con la creación de un cuerpo de
bomberos y abastecimiento de agua. Las cohortes pretorianas y la policía urbana se estacionaron
permanentemente en roma para sofocar los tumultos.
En las provincias se estableció un sistema fiscal uniforme que se componía de un impuesto sobre
la tierra y una capitación y basado en censos muy exactos. A consecuencia de ello aumentaron los ingresos
del Estado central. Los gobernadores provinciales recibieron a partir de entonces salarios regulares. El
sistema judicial fue reestructurado con objeto de ampliar las posibilidades de recurrir contra las decisiones
arbitrarias. Se creo un sistema regular de comunicaciones a todas las diversas provincias del imperio.
La llegada del principado significó la promoción de las familias municipales italianas a las filas del
orden senatorial y a la alta administración.
El senado dejó de ser la autoridad central del estado romano. A partir de entonces se convirtió en
instrumento obediente y subordinado de los sucesivos emperadores. El orden senatorial continuó siendo la
clase dirigente del imperio y dominando la maquinaria imperial del estado.
En Roma no existió ningún conflicto social entre la literatura y la política: el poder y la cultura
estaban concentrados, bajo la república y el Imperio, en una aristocracia muy sólida.
El estado imperial romano se basaba en un sistema de leyes civiles y no en el mero capricho real, y
su administración pública nunca interfirió gravemente en el marco legal básico establecido por la república.
El principado elevó por primera vez a los juristas romanos a posiciones oficiales dentro del Estado y confirió
autoridad imperial a sus interpretaciones de la ley. Los mismos emperadores tuvieron que legislar a partir de
entonces por medio de edictos, adjudicaciones y rescriptos para responder a las cuestiones o a las
peticiones de sus súbditos. El desarrollo de un derecho público autocrático a través de los decretos
imperiales hizo a la legalidad romana mucho más compleja y complicada de lo que había sido durante la
República.
Los preceptos establecidos durante la república continuaron protegiendo jurídicamente la propiedad
de las clases poseedoras.
El principado conservó el clásico sistema legal de Roma, aunque le superpuso los nuevos poderes
innovadores del emperador en el ámbito del derecho público.
La historia posterior del principado fue, en buna medida la de una creciente provincialización del
poder central dentro del imperio. Una vez roto el monopolio de los cargos políticos centrales, poseído hasta
entonces por la aristocracia romana, un proceso gradual de difusión integró en el sistema imperial a un
sector cada vez más amplio de las clases terratenientes occidentales residentes fuera de Italia.
El decreto de caracalla de 212 por el cual se le concedía la ciudadanía romana a casi todos los
habitantes libres del imperio. La unificación política y administrativa fue acompañada de la seguridad
exterior y la prosperidad económica. Las técnicas agrícolas y artesanales mejoraron un poco: la producción
del aceite; las máquinas amasadoras facilitaron la manufactura del pan y se hizo general el método de
soplado del vidrio. La nueva pax romana fue acompañada de una espléndida oleada de rivalidad municipal y
de construcciones urbana en casi todas las provincias del imperio, que explotaron el descubrimiento
arquitectónico romano del arco y la bóveda.
El modo de producción esclavista de la antigüedad no disponía de ningún mecanismo natural e
interno de autor reproducción, porque su fuerza de trabajo nunca podía estabilizarse homeósticamente
dentro del sistema. La oferta de esclavos dependía de las conquistas extranjeras, ya que probablemente los
prisioneros de guerra siempre representaron la principal fuente de trabajo servil en la antigüedad. Con el
cierre final de las fronteras imperiales, el manantial de cautivos de guerra se secó de forma inevitable. El
comercio de esclavos no pudo suplir la escasez resultante. La periferia bárbara que rodeaba a todo el
imperio continuó suministrando esclavos, pero no en cantidades suficientes para resolver el problema de la
oferta en situaciones de paz.
Los precios comenzaron a subir drásticamente. La renovación de la mano de obra servil exigía una
fuerte inversión.
Los esclavos agrícolas vivían en condiciones muy cercanas a las de las prisiones rurales. Las
mujeres esclavas eran muy pocas, ya que generalmente resultaban improductivas para los propietarios. De
ahí que la composición sexual de la población esclava rural siempre estuviera radicalmente desequilibrada
y se caracterizara por la ausencia virtual de conyugalidad. El resultado quizá haya sido un índice
habitualmente bajo de reproducción que puede haber disminuido el volumen de la mano de obra de
generación en generación.
Los terratenientes practicaron la crianza de esclavos de forma creciente al final del principado,
concediendo premios a las esclavas por tener hijos. Este recurso no pudo aportar una solución a largo
plazo.
El decreciente volumen de la mano de obra no podía ser compensado tampoco con los aumentos
en su productividad.
84
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La supervisión de los trabajadores esclavos era notablemente difícil en los extensos campos de
cereales. El modo de producción esclavista no estuvo privado en lo absoluto de progresos técnicos.
El modo de producción esclavista poseía muy poca tendencia objetiva al avance tecnológico, ya que
su tipo de crecimiento por adición de trabajo constituyó un campo estructural resistente, en último término, a
las innovaciones tecnológicas, aunque en principio no las excluyera.
Los límites de la economía agrícola romana se alcanzaron muy pronto y se mantuvieron
rígidamente.
Los dos inventos más importantes ocurridos durante el principado fueron el molino de agua y la
máquina segadora.
El imperio no hizo un uso general del invento, que fue prácticamente ignorado durante el principado.
La cosechadora con ruedas nunca fue aceptada fuera de la Galia. La falta de interés era el reflejo de una
incapacidad más general para cambiar los métodos de la agricultura mediterránea.
Para la enfermedad del campo no existía ninguna salvación urbana.
Una población compuesta en su mayoría por campesinos míseros, trabajadores esclavos y pobres
urbanos reducía los mercados de consumo a una escala muy pequeña.
El estado era el mayor consumidor del imperio y el único verdadero foco para la producción masiva
de artículos de primera necesidad que podría haber creado un dinámico sector manufacturero.
Durante toda la antigüedad clásica las obras públicas ordinarias eran realizadas por trabajadores
esclavos.
Una vez cesada la expansión exterior, ya no se produjo ningún aumento de la producción en la
agricultura ni en la industria dentro de las fronteras imperiales que pudiera detener la silenciosa decadencia
de su mano de obra servil.
El resultado fue una incipiente crisis en el sistema económico y social que muy pronto se transformó
en un colapso general del orden político en medio de violentos ataques contra el imperio. La repentina
escasez de fuentes hace muy difícil trazar retrospectivamente su rumbo o sus mecanismos exactos.
La presión germana sobre las fronteras del Danubio había desembocado en las largas guerras
contra los marcomanos.
A mediados del siglo III se produjo un colapso completo de la moneda de plata, que redujo el
denarius al 5% de su valor tradicional. La estabilidad política degeneró al mismo ritmo que la estabilidad
monetaria.
Entre 235 y 284 hubo 18 emperadores y el imperio se vio acechado por una serie de invasiones y
ataques extranjeros.
Los francos y otras tribus germánicas llegaron con sus saqueos hasta Hispania; los alamanes y los
yutungos marcharon sobre Italia; los carpos invadieron la Dacia y la Mesia; los hérulos asaltaron Tracia y
Grecia.
Roma tuvo que ser nuevamente fortificada. El torbellino político interior y las invasiones extranjeras
trajeron muy pronto consigo sucesivas epidemias que debilitaron y redujeron las poblaciones del imperio,
disminuidas ya con las destrucciones de la guerra. Las tierras fueron abandonadas, aumentó la escasez de
suministros. El sistema de impuestos se desintegró con la depreciación de la moneda y los pagos fiscales
retrocedieron a entregas en especie. La construcción urbana sufrió una repentina parálisis.
A fines del siglo III y principios del IV se produjo una transformación y recuperación del Estado
Imperial. La seguridad militar fue gradualmente restablecida por una serie marcial de generales danubianos
y balcánicos que tomaron sucesivamente la púrpura.
Diocleciano, hizo posible el precario resurgimiento de los cien años siguientes. Aumentó
radicalmente los ejércitos imperiales por medio de la reimplantación del reclutamiento obligatorio. Un gran
número de voluntarios bárbaros se incorporaron al ejército. La aristocracia senatorial fue desplazada de su
posición central del sistema político a medida que el supremo poder imperial pasaba cada vez más al
cuerpo de oficiales profesionales del ejército. Diocleciano cerró sistemáticamente a los senadores el acceso
a la administración civil.
Se estableció un nuevo sistema fiscal que fundió los principios del impuesto sobre la tierra y la
capitación en una sola unidad, calculada sobre la base de censos nuevos y exhaustivos. Por vez primera en
el mundo antiguo se introdujeron los cálculos presupuestarios anuales, que pudieron ajustar los niveles de
impuestos a los gastos corrientes.
El principado dio paso al dominado cuando los emperadores, a partir de Aureliano se
autodenominaron dominus et deus e impusieron la ceremonia oriental de la postración de cuerpo entero
ante la presencia real.
El carácter político del dominado se ha interpretado frecuentemente como un desplazamiento del
centro de gravedad del sistema imperial romano hacia el mediterráneo oriental. La crisis del modo de
producción esclavista tardío afectó con mas fuerza a occidente, donde estaba mucho mas profundamente
arraigado y lo dejo en una situación comparativamente peor, al no poseer ya un dinamismo autóctono que le
85
permitiera contrarrestar la tradicional riqueza de Oriente, con lo que comenzó a hundirse como la parte más
pobre del mediterráneo.
El cristianismo había nacido en Oriente y allí se extendió progresivamente durante todo el siglo III,
mientras occidente permanecía relativamente inmune en comparación.
La razón más obvia del auge de los gobernantes panonios e ilirios radica en el papel desempeñado
por las provincias danubianas y balcánicas en el suministro de soldados para el ejército: ambas zonas eran
ya entonces una reserva tradicional de soldados y oficiales profesionales para las legiones.
Panonia y Dalmacia actuaron siempre como el puente estratégico central que unía a las dos
mitades del territorio imperial.
En un estudio sobre el Imperio a finales del siglo IV se describe a panonia como importante
exportador de esclavos. La crisis de la agricultura esclavista no fue tan temprana o tan radical.
La unificación política del Mediterráneo trajo consigo una vez más la división social en el seno de las
clases dominantes. La aristocracia senatorial ahora estaba separada del aparato del mando militar, que era
la fuente del poder político imperial, el cual había pasado frecuentemente a oficiales arribistas procedentes
de los empobrecidos.
El senado fue ampliado y en su seno se creo una nueva élite patricia. Al mismo tiempo, la
composición de la aristocracia en toda la extensión del imperio se transformó radicalmente debido al gran
cambio institucional del reinado de Constantino: la cristianización del Estado después de la conversión del
emperador. La nueva religión oriental solo conquistó el imperio cuando fue adoptada por un césar en
Occidente.
El establecimiento del cristianismo como Iglesia oficial del imperio añadió a partir de entonces una
enorme burocracia clerical al ya tremendo peso del aparato secular del estado.
El imperio romano de los siglos IV y V se vio gravado con un vasto y exagerado aumento de sus
superestructuras militar, política e ideológica.
En los niveles sociales más bajos, los pequeños artesanos abandonaban las ciudades en busca de
seguridad y de trabajo en las fincas de los grandes magnates del campo. Se crearon dos sistemas
monetarios separados, evidencia palmaria de la polarización social del imperio tardío.
La crisis final de la Antigüedad tuvo su origen en el propio campo. En la economía rural tuvieron
lugar cambios trascendentales que presagiaban la transición hacia otro modo distinto de producción.
Un cambio decisivo se produjo cuando la curva del precio de los esclavos subió de forma
interrumpida durante los primeros doscientos años del principado, debido a la escasez de la oferta, los
propietarios dejaron de preocuparse por el mantenimiento de muchos de sus esclavos y, con objeto de que
se cuidaran de si mismos, los establecieron en pequeñas parcelas, cuyo plusproducto recogían. Las
grandes fincas tendieron a dividirse en reservas señoriales centrales, trabajadas todavía por esclavos,
rodeadas por una gran masa de tenencias campesinas, cultivadas por siervos. Es posible que con este
cambio la productividad se incrementara marginalmente, aunque no el producto total, dado el descenso
global de la mano de obra en el campo. Las aldeas de los pequeños propietarios y de los arrendatarios
libres cayeron bajo el patrocinio de los grandes magnates rurales en su búsqueda de protección contra las
exacciones fiscales y el reclutamiento forzoso por el estado y llegaron a ocupar unas posiciones económicas
muy similares a las de los antiguos esclavos.
El resultado de este proceso fue la aparición y el predominio final del colonus, esto es, el
arrendatario campesino dependiente que estaba vinculado a la finca de su señor y le pagaba por su parcela
rentas en especie o en dinero, o la cultivaba bajo un acuerdo de reparto de la cosecha. Las ventajas
económicas que la clase explotadora obtenía con este nuevo sistema de trabajo se pusieron brutalmente de
manifiesto cuando los terratenientes se mostraron dispuestos a pagar más del precio de mercado de un
esclavo para evitar la llamada a filas de un colonus. Los poderes jurídicos de los terratenientes sobre los
coloni aumentaron ininterrumpidamente durante los siglos IV y V. Los esclavos agrícolas dejaron de ser
gradualmente mercancías.
Valentiniano I prohibió formalmente su venta separados de la tierra que trabajaban. Se formó en el
imperio tardío una clase social de productores rurales dependientes jurídica y económicamente distintos de
los esclavos y de los arrendatarios libres o de los pequeños propietarios. La aparición de estos colonos
alivió los problemas de la dirección y supervisión de las grandes fincas, un aumento global en las
dimensiones de las fincas de la aristocracia romana.
La esclavitud no desapareció en absoluto. Los esclavos proporcionaban en todas partes un lujoso
servicio domestico a las clases poseedoras. Continuaron siendo relativamente numerosos en el campo,
trabajando los latifundios de los terratenientes de las provincias.
Una abrumadora carga de impuestos cayó incansable e insoportablemente sobre el campesinado.
A finales del imperio, el volumen de los impuestos sobre la tierra era probablemente tres veces
superior al de la república tardía y el estado absorbía entre un cuarto y un tercio del producto agrícola bruto.
La iglesia establecida añadía una nueva carga parasitaria a la agricultura, de la que exigía el 90%
de sus rentas. El lujo ostentoso de la Iglesia y la implacable avaricia del Estado se vieron acompañados por
86
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
una drástica concentración de la propiedad privada rural, ya que los grandes magnates de la nobleza
adquirieron las fincas de los terratenientes menores y se apropiaron las tierras de los antiguos campesinos
libres.
El imperio estaba desgarrado por las crecientes dificultades económicas y la polarizacion social
cuando transcurrían los últimos años del siglo IV. Estos procesos solo llegaron a su fin en Occidente con el
colapso de todo el sistema imperial ante los invasores bárbaros.
La creencia de que la debilidad interna del imperio no pudo haber sido un factor importante de su
decadencia es claramente insostenible. En occidente se implantó prácticamente virgen la economía
esclavista republicana. Aquí fue donde se fundaron la inmensa mayoría de las ciudades romanas. Allí
siempre residió el grueso de la clase dirigente de las provincias que se elevó al poder con el principado.
En oriente, la conquista romana únicamente se superpuso y coordino una civilización helenística
avanzada. El modo de producción esclavista se estableció principalmente en occidente, por lo que su
colapso afectó principalmente a esta parte del imperio. Los síntomas fueron más extremos allí donde el
medio era más puro.
El descenso de población a partir del siglo III afectó con mas rigor a occidente que a Oriente, por
estar el primero mucho menos densamente habitado.
El sistema del colonato procedía de Oriente, pero su transformación en un importante sistema rural
fue en occidente, donde llegó a predominar en un grado mucho mayor que en la agricultura helenística del
Mediterráneo oriental.
En oriente las aldeas libres conservaron a menudo sus propios concejos autónomos y su
independencia como comunidades rurales, la pequeña propiedad campesina subsistió en un grado mucho
mayor que en occidente. La carga impositiva imperial también parece haber sido relativamente más ligera
en oriente.
Ambas regiones estuvieron dominadas por unas clases poseedoras significativamente diferentes.
En oriente, los propietarios rurales constituían una nobleza media, basada en las ciudades y acostumbrada
a estar excluida del poder político central.
No hubo en oriente ninguna guerra civil, mientras occidente fue asolado por las repetidas
usurpaciones y las luchas internas en el seno de la clase de los magnates.
Ningún emperador de occidente intentó nunca frenar la expansión del patrocinium, a pesar de que
sustraía grandes áreas territoriales a la vigilancia de los agentes del estado; sin embargo, los sucesivos
emperadores de oriente legislaron repetidamente contra él durante el siglo IV.
A lo largo del siglo III, la clase senatorial había perdido sus mandos militares y buena parte de su
influencia política, pero nunca fue privada de sus tierras y nunca olvidó sus tradiciones.
El orden senatorial de occidente era no solo el sector económica y políticamente más poderoso de
la nobleza rural del Imperio, sino también el reducto ideológico del paganismo tradicional y potencialmente
el mas hostil a las innovaciones religiosas de Constantino.
Los emperadores que sucedieron a Constantino fueron con frecuencia oficiales militares de baja
extracción social.
La diferencia con Oriente es impresionante: allí, las mismas funciones burocráticas eran ocupadas
por plebeyos. La maquinaria militar del Imperio de Occidente se mantuvo fuera del centro de la red
aristocrática occidental.
La evasión fiscal y la negativa al reclutamiento forzoso habían sido males endémicos entre la clase
terrateniente occidental. Su carácter civil recibió un nuevo impulso con el paso de los mandos militares de
occidente a los generales germanos, que eran étnicamente incapaces de asumir la dignidad imperial.
A comienzos del siglo V y en medio de la insoportable presión de los impuestos y las rentas y de la
destrucción e inseguridad de las fronteras las insurrecciones de los bagaudes explotaron con una nueva y
superior intensidad. En la zona rebelde central de la Armónica, que se extendía hacia el norte desde el valle
del Loira, los insurgentes campesinos crearon un Estado prácticamente independiente, expulsando a los
funcionarios, expropiando a los terratenientes, castigando con la esclavitud a los propietarios de esclavos y
creando su propio ejercito y sistema judicial. La polarización social de occidente acabó en un doble y
sombrío final en el que el imperio fue desgarrado desde arriba y desde abajo por fuerzas del interior antes
de que otras fuerzas del exterior le dieran el golpe de gracia.
87
Mario C. Russomanno:
Breve Historia del Derecho Romano
Capítulo I:
Nociones Introductorias
El derecho privado romano fue organizado en torno a la familia y que esta es un órgano idéntico a la
primitiva ciudad - estado (civitas).
Así como el estado tiene un jefe político-religioso, lo mismo ocurre en la familia con su jefe único
que es el pater familias.
Además, la semejanza entre las facultades del rey con relación a sus súbditos y las del pater
familias con respecto a los filii familias es innegable; y por otra parte, así como el estado tiene su territorio, la
familia primitiva tiene su heredium.
La distinción del jus populi o publicum y del ius privatum, de las respublica y la res privata o
familiares, no podía ser en los orígenes sino una distinción de esferas diversas, pero jamás de esencias
diversas.
En cuanto a la inexistencia de la representación en los negocios jurídicos del derecho quiritario, por
no admitirse que los efectos de aquellos pudiesen recaer sobre personas que no hubiesen intervenido en su
celebración.
Lo que caracteriza notablemente al derecho quiritario es el formalismo y la Oralidad de los antiguos
negocios jurídicos. Así se realizaban, por ejemplo, los testamentos, las constituciones y transmisiones de
derechos en general, y los actos procesales.
88
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
En este período adquieren valor de derecho positivo las respuestas de los jurisconsultos, que
constituyen la denominada jurisprudencia clásica.
Capítulo II:
Época del derecho Quiritario y del Derecho de Gentes.
89
Constitución Social Primitiva: Familia y Gens
La cédula social básica fue la familia. La finalidad de todo grupo primitivo es el orden y la defensa,
por lo cual es dable afirmar que toda sociedad primigenia tiene la misma función que el estado y puede ser
considerada como organismo político.
La familia primitiva era un organismo político más amplio que la familia de la época clásica.
Cuando hablamos de la familia primitiva, nos referimos a tres grupos políticos que en la época
clásica se denominaban familia propio jure, familia communi jure, es la que integraban quienes dependían
de un pater familias común, manteniéndose unidos después de muerto este.
El consortium era el que integraban los miembros de una familia después de la muerte de su pater
común, mientras mantenían indiviso el patrimonio de este.
Cada una de tales “familias” tenía algunos rasgos que unían entre si a sus miembros,
distinguiéndolos de los de otras familias, e impidiendo su disgregación. Entre otros, tales elementos eran:
los vínculos de sangre, el culto a los antepasados y los ritos religiosos comunes.
Por el exiguo numero de sus miembros, debieron subsanar su debilidad integrando organismos mas
numerosos y, por consiguiente, mas fuertes, con asentamientos territoriales mas extensos: las “gentes”. En
otras palabras: varias familias se unían formando una gens.
Cada gens era un complejo de familias, cuyo vínculo era un nombre común, indicativo, de ser todos
sus miembros descendientes de un antepasado común.
Los cultos constituían los sacra, que se denominaron sacra privata para distinguirlos de los sacra
pública.
Los miembros de una misma Gens tenían vestidos y costumbres (mores) particulares e, inclusive,
se cree que cada gens tenía un ordenamiento político y leyes (decreta) propios.
Otro elemento esencial era su territorio, que sus integrantes cultivaban y disfrutaban en común. Ese
territorio no obstaba a que cada familia tuviese su heredium en propiedad exclusiva.
Ademas se cree que cada gens tenía un jefe (pater gentis), entre cuyas funciones estaba la de
presidir los sacra gentilitia y ejercer el mando en operaciones militares.
Patricios y Plebeyos
En la generalidad de los pueblos de la antigüedad y, en particular, en todos los pueblos itálicos
coexistían una clase social superior dominante y opresora, con otra clase inferior, dominada y oprimida.
En roma se denominaban, respectivamente, patriciado (patres) y plebe (plebs) y sus miembros eran,
los patricios (patricii) y los plebeyos (plebeii)
Las teorías formuladas con respecto al origen de estas castas pueden dividirse en tres grupos:
A. Teorías Étnico-Raciales:
Según estas teorías la división entre patricios y plebeyos proviene de la diferencia entre un pueblo
dominador y el sojuzgado por este, ademas de los inmigrantes incorporados a Roma después de su
fundación.
Estas teorías no son aceptables porque las poblaciones del Lacio y de la Italia central se han
formado a través de una serie de inmigraciones y de superposiciones que no han permitido que se
conservara una neta distinción étnica.
Teorías económico-sociales
Encuentran el origen de la diferencia en factores económicos y sociales por la desigual distribución de la
riqueza; los primitivos terratenientes dieron origen a la clase de los patricios, los artesanos campesinos y
comerciantes fueron plebeyos.
Teorías Mixtas
Los partidarios de este grupo consideran que su origen provino de diversos motivos políticos y
económicos.
El senado de Rómulo se componía de los nobles, a quienes tanto el rey distinguió que los quiso
llamar patres y a sus hijos patricios.
Generalmente se ha admitido que los patricios fueron los descendientes de los fundadores de
Roma, o de los primeros senadores o de los primeros senadores, o de las “gentes” más antiguas y
poderosas.
El resto de la población constituía la plebe. “el pueblo” se componía de todos los órdenes de la
ciudad; la plebe, plebs, era el pueblo menos las familias patricias.
90
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La Clientela
Fue una antiquísima institución que existió entre los distintos pueblos itálicos. La tradición atribuía
su creación al mítico fundador de Roma, Rómulo.
Se trata de una institución análoga: en la antigua Roma había un vinculo recíproco entre los
patronos y los clientes.
El patrono brindaba protección y auxilio al cliente y su familia. Así, debía asesorarlos y defenderlos
en los litigios, cuidar de sus intereses y negocios, etc.
Los clientes debían obediencia y asistencia a sus patronos, tenían deber de contribuir
pecuniariamente para los gastos del matrimonio de las hijas de sus patronos, para pagar recate del
cautiverio de ellos o de sus hijos o para el pago de las costas de juicios perdidos, etc.
Existían deberes recíprocos de patronos y clientes: no ser acusadores el uno del otro, no ser
testigos uno contra otro, apoyarse con su voto, etc.
El incumplimiento de esos deberes provocaba la declaración de impuro (sacer), lo cual, además, de
la total desestima social, podía acarrear la pena de muerte en sacrificio de los dioses o bien ser
impunemente muertos por cualquier ciudadano de acuerdo con un precepto de la ley de las XII Tablas.
El incumplimiento de los deberes del patrono en su época provocaba la tacha de infamia, lo que
importaba una profunda desestima social.
Las fuentes de la clientela fueron:
El Rey
Era el jefe político, religioso, militar y judicial de la comunidad. El Rex Romanorum no era un
monarca absoluto ni un déspota: simplemente era el representante de la comunidad, era el ciudadano al
cual su pueblo había conferido el poder de representarle y dirigirle.
El rey era un magistrado único, vitalicio e irresponsable. Es dudoso si el cargo era hereditario o no.
En cuanto al nombramiento del rey, la opinión generalizada es que era elegido por su antecesor,
previa revelación divina por medio de presagios, principalmente por el vuelo de las aves.
91
Como jefe religioso, el rey tenía la dirección del culto público, pudiendo dictar e interpretar normas al
respecto y sancionar las infracciones a las mismas. Los diversos sacerdotes eran auxiliares dependientes
del rey.
Como jefe político correspondía dirigir la vida de la comunidad, establecer sus leyes, guiar a su
ejército y organizar su defensa. Tenía poder disciplinario (coercitio) sobre sus súbditos, creyéndose que
llegase hasta el derecho de vida y muerte, como el pater familias primitivo.
Tenía además facultades jurisdiccionales que emanaban de su condición de sumo sacerdote,
correspondiéndole la iniciativa de la represión penal y la facultad de intervenir para regular la defensa
privada probablemente imponiendo a los litigantes la solución de sus pleitos por árbitros.
Tribus y Curias
En la época monárquica roma estaba dividida en tres “tribus”: ramnes, tities y luceres. Son etruscos
los vocablos que designan a las tres tribus.
Parece razonable admitir que las tribus eran comunas federales preexistentes a la civitas y que,
posteriormente, constituyeron cuarteles o zonas de la primitiva Roma, a los que se agrego el campo
contiguo.
La antigua división de la población romana en tres tribus fue de carácter político militar. En efecto:
en ramnes, tities y luceres, se dividían las primeras centurias de caballeros del ejército romano y, asimismo,
en esa remota época histórica, la división tribal era la base de formación de las curias, según la tradición,
cada tribu estaba dividida en diez curias.
Las curias eran subdivisiones político administrativas y religiosas de la ciudadanía. Tenían gran
importancia en la primitiva civitas. En punto al derecho constitucional, los comicios de ciudadanos estaban
organizados en curias. En cuanto a la religión los ritos de culto político estaban a cargo de las curias.
También revestían las curias interés militar, en ellas se efectuaban las levas para la integración del ejércitos.
Estas agrupaciones no eran propias de Roma, sino que se las encuentra en otras poblaciones
itálicas.
Comicios Centuriados
En la época monárquica las asambleas cívicas de los ciudadanos eran los comicios en los cuales
aquellos se agrupaban en las curias, por lo que, se denominaban “comicios curiados”.
Los votos se contaban por curias, no por los ciudadanos votantes en estas.
Se reunían para consultar los auspicios para elegir el rey y para investir a este de sus importantes
poderes, mediante la lex curiata del imperio. Con el nombre de “comicios calados” autorizaban a las
adopciones de personas sui juris, es decir, no dependientes de una potestad familiar e intervenían en el
otorgamiento de testamentos.
La doctrina mas autorizada niega que tuvieran otras funciones y, en especial, que tuviesen otras
funciones y en especial, que tuvieran funciones legislativas.
92
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Comicios Centuriados
Con base en esa misma organización y sin desplazar a los comicios curiados y por tribus
aparecieron los comicios Centuriados, con competencia para votar leyes y elegir a los magistrados
superiores. Tenían como unidad de votación las centurias.
Se consideraban primero los votos de las centurias de caballeros y, después, de las centurias de las
distintas clases en orden sucesivo.
Los pobres no tenían ningún poder en los comicios que, eran los de la aristocracia de fortuna.
Capítulo III:
93
Época Clásica del Derecho Romano - itálico
La República
El último rey del estado romano, fue Tarquino el Soberbio, quien habría sido violentamente
destituido por una sedición de los patricios.
Se considera probable que en 509 a.c. se produjese la sustitución del rey por dos cónsules, como
resultado de un lento y progresivo debilitamiento de la monarquía, al cercenarse las funciones del rey
mediante la creación de diversas magistraturas, de modo tal que las atribuciones del monarca quedaron
reducidas a cuestiones religiosas.
El año 509 a.c marca el comienzo de la vigencia de un nuevo régimen de gobierno de Roma; la
República.
El nuevo régimen introdujo un gobierno democrático como resultado de una larga lucha por la
igualdad entre patricios y plebeyos; pero en la última fase de la República, la democracia degeneró en
demagogia y ello produjo el retorno al sistema monárquico que, se conoce como Imperio.
La colegialidad
la temporalidad
3. la responsabilidad
la gratuidad
la efectividad
La colegialidad importa que cada cargo debía estar cubierto por varias personas dotadas de las
mismas atribuciones; cada magistrado gozaba de todo el poder inherente al cargo y las diferencias se
solucionaban mediante el veto.
El mismo poder de veto tenía cada magistrado contra las disposiciones de otro magistrado de rango
inferior.
La colegialidad sólo es característica de las magistraturas ordinarias.
La temporalidad constituía una característica común a todas las magistraturas. No se permitía la
reelección sin intervalo.
La responsabilidad: los magistrados podían ser llamados a rendir cuentas de los actos cumplidos en
el ejercicio de sus cargos siendo responsables civil y penalmente.
La gratuidad: las magistraturas eran gratuitas porque eran consideradas honores a los ciudadanos,
aunque les producían generalmente grandes gastos.
En cuanto a la efectividad sólo caracteriza a las magistraturas en época avanzada del período
republicano. A comienzos de la república el magistrado designaba a su sucesor.
El “Cursus Honorum”
Para ser magistrado se debía ser ingenuo (haber nacido y haber sido siempre libre), gozar del pleno
ejercicio de la ciudadanía, ser patricio o plebeyo según lo requiriese la magistratura en cuestión, y tener la
edad necesaria para votar y formar parte del ejército.
Paulatinamente fueron introduciéndose otros requisitos, llegándose a establecer un determinado
orden que constituye el Cursus Honorum, es decir, el “curso de los honores”.
En el año 180 a.c, la ley Villia Annalis dispuso:
94
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Mas adelante en el año 81 a.c una ley Cornelia abolió el servicio militar para los ciudadanos y estableció
edades mínimas para las magistraturas: 30 años para el cuestor, 40 para ser pretor y 43 para ser cónsul.
El Consulado
Los cónsules concentraron todo el Imperium de paz o de guerra. No adquirieron la dignidad
sacerdotal del rey, la cual fue atribuida al jefe del colegio de pontífices, tuvieron la jefatura del ejército y del
poder ejecutivo, así como las funciones judiciales, que fueron limitadas con la creación de la pretura.
Asimismo dispusieron del derecho de vetar las decisiones de cualquier otro magistrado, de la facultad de
convocar al pueblo a comicios y de proponer leyes, y de convocar e interrogar al senado.
Cuando el poderío romano se extendió fuera de Italia, tras cumplir el año de ejercicio pasó a
desempeñarse con similar poder al frente de la provincia, concediéndosele así el que se llamó “poder
proconsular”.
El Imperium del cónsul estuvo limitado cuando imponía pena capital o corporal, en roma y hasta una
milla alrededor de ésta, a un ciudadano porque éste podía apelar al pueblo.
Para situaciones críticas, los cónsules tuvieron facultades de nombrar en su reemplazo a un
dictador, magistrado extraordinario, por un lapso no mayor de seis meses, durante el cual cesaban todas las
magistraturas ordinarias.
La Pretura
En razón de que los cónsules debían atender principalmente sus funciones militares, se creó un
cargo de pretor para administrar justicia entre los ciudadanos.
En 242 a.c se creó otro cargo de pretor, al que se designó “peregrino”, para administrar justicia en
los litigios entre peregrinos o entre estos y ciudadanos.
La Edilidad
La edilidad constituyo un cargo sacerdotal plebeyo unipersonal.
95
Cuando se creó el tribunado de la plebe, el edil pasó a ser un lugarteniente del tribuno. Fue creada
una magistratura patricia: la edilidad curul.
Se nombraron dos ediles Curules, patricios, con duración de un año, que tuvieron a su cargo la
vigilancia de las asociaciones, organización de los grandes juegos de la ciudad, supervisión de los graneros
y almacenes de la república, conservación de los edificios públicos, caminos y mercados, el abastecimiento
de la ciudad y el orden y seguridad públicos.
La edilidad curul fue accesible a los plebeyos a solo dos años de su creación.
La Cuestura
Los cuestiones no eran verdaderos magistrados, sino oficiales auxiliares de los cónsules en el
ejercito romano; y posteriormente pasaron a ser magistrados menores, que carecían del poder de mando
militar (imperium).
Tuvieron funciones judiciales en asuntos penales y en la administración del Tesoro público.
El Tribunado
En el siglo V a.c los plebeyos se rebelaron contra las arbitrariedades del patriciado. Tal situación
pudo superarse mediante una especie de tratado entre ambas partes, por el cual los patricios mantuvieron
su poder político, pero los plebeyos obtuvieron para defensa de sus derechos una suerte de magistratura
propia: el tribunado de la plebe. Los tribunos fueron “sacrosantos”, lo que implicaba que quienquiera que
atentara contra la vida de alguno de ellos era considerado impuro y pasible de ser muerto impunemente por
cualquier ciudadano.
Tuvieron la facultad de convocar y presidir los concilios de plebeyos y actuaron como árbitros en los
litigios entre plebeyos, pero su primordial atribución fue el poder de veto mediante el cual podían enervar las
decisiones de cualquier magistrado o de otro tribuno. Eran auxiliados por los ediles plebeyos.
Al principio se les permitía asistir a las sesiones del Senado, pero más tarde se les dio la facultad de
convocar y presidir ese cuerpo.
La Censura
Los romanos llevaron un censo de ciudadanos que era un registro en el cual cada jefe de familia
tenía el deber de hacerse inscribir, anotando las personas que integraban su familia, los bienes que poseía y
su justiprecio correcto.
Las tareas censales las realizaban primitivamente dos de los tribunos militares pero posteriormente
se crearon dos censores que debían realizarlas en el plazo máximo de 18 meses.
Eran elegidos por los comicios centuriados, tenían la facultad de revisar y juzgar las inscripciones
en el censo, pudiendo por ello aminorar la dignidad social de los ciudadanos, privándolos del servicio militar
y del sufragio.
Esta magistratura era asequible a patricios y plebeyos y confería gran dignidad.
Gozaban de potestad, pero carecían de imperium, por lo cual eran magistrados menores.
El Senado
El cuerpo lo formaban ex magistrados y ciudadanos prominentes, correspondiendo su elección a los
censores, aunque después bastó haber ejercido una magistratura para tener acceso al Senado sin esperar
la designación.
96
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
El cuerpo era presidido por un cónsul, quien interrogaba a los senadores según el siguiente orden:
4) ex censores
ex cónsules
ex pretores
5) ex ediles
ex tribunos
ex cuestores
El senado fue el cuerpo consultivo de los magistrados. Esta asamblea de ancianos tuvo durante
siglos la efectiva dirección del estado, constituyéndose en el organismo de más autoridad. Así ocurrió
porque no solo en él se acumulaban la experiencia y jerarquía social y cultural de los ciudadanos más
preclaros, sino porque en medio de las periódicas renovaciones de los magistrados, el cuerpo constituía el
único factor de estabilidad de la vida constitucional romana durante la República.
97
Eran los remedios emergentes del “imperium” del pretor. Son los que el pretor aplica en virtud de su
imperium, que era el poder de imponer sus decisiones.
La estipulación era un contrato verbal consistente en una pregunta y una respuesta congruente
formuladas en el mismo acto.
El pretor tenía la facultad de emitir algún edicto referido a cuestiones imprevistas; este se denominó
edicto repentino. Tanto el anual como el repentino se exhibían en el foro impresos en tablas de madera
pintadas en blanco con títulos en rojo.
La ley
Ley pública es un estatuto que emana directa o indirectamente del pueblo y se impone a la
observancia del pueblo.
La ley podía ser dada o rogada: la primera es la que emana del senado o de algún magistrado por
delegación del pueblo; ley rogada es la que emana directamente del pueblo reunido en codicio centuriado.
Los ordenamientos votados en los concilios de la plebe, aunque eran de aplicación general, se
denominaban técnicamente plebiscitos.
Muchas llamadas “leyes” fueron, en realidad plesbicitos.
Durante la República, solo podían proponer leyes los cónsules, los pretores, y los tribunos, y según
el proponente se denominaban, respectivamente, leyes consulares, pretorias o tribunicias.
Partes de la ley
Las leyes tenían tres partes:
1. La praescriptio: contenía el nombre del o los proponentes. Se acostumbraba agregar un titulo que
reseñaba el contenido de la ley.
La rogatio es el texto de la ley.
La sanctio establece las penalidades que acarreaba la violación de la ley.
Se cree que, a diferencia de los integrantes de otros grupos, estos jurisconsultos exigían y recibían
remuneración por sus servicios legales. Del mero conocimiento del derecho se pasa a una ciencia del
derecho en el sentido estricto de la palabra.
La actividad de los juristas republicanos se comprendía en las palabras cavere, agüere y
responaere. El cavere consistía en la preparación de los esquemas o modelos para la celebración de los
negocios jurídicos.
Agüere eran los oradores, que aconsejaban la acción a instaurar e indicar los modelos procesales
convenientes a los intereses de sus consultantes.
El respondere fue la función principal de los jurisconsultos, ya que consistía en opinar sobre las
cuestiones jurídicas y judiciales que les consultaban tanto particulares, como magistrados o jueces.
Capítulo IV:
Época Clásica. El Principado
La Crisis de la República
La expansión de Roma, con la anexión de territorios conquistados, puso en poder del estado tierras
cultivables que pasaron a integrar el ager publicus.
Los terratenientes habitaban en Roma y demás ciudades importantes de la península. Roma se
convirtió en una potencia comercial y resultaba mas barato recibir cereales por vía marítima que de campos
ubicados en la península itálica que, debían remitirse por vía terrestre.
Roma pasó a ser el más importante mercado de capitales, apareciendo una nueva aristocracia
formada por comerciantes, financistas y nuevos ricos, que integraron la clase de los caballeros.
Muchos habitantes de los territorios conquistados trasladaban su domicilio a Roma. La ciudad desde
el siglo II a.c padeció los problemas de la superpoblación y de un elevado y creciente número de proletarios,
existiendo por un lado fuerzas activas que formaban los terratenientes y los capitalistas-caballeros, y por
otro la turbulenta clase de los proletarios, se produjeron graves disturbios sociales que condujeron al
naufragio de la república.
Se produjo una guerra civil o social que duró tres años.
Tras el asesinato de Julio cesar y la guerra entre Octavio y Marco Antonio, se llega a la época
imperial en el año 27 a.c con el advenimiento al poder de Octavio, que adquiere el nombre de Augusto e
inaugura una nueva forma constitucional sustitutiva de la República: el Principado.
El Principado de Augusto
Octavio concentró en él todo el poder militar siendo nombrado por el ejercito Imperator. La guerra
contra Antonio la llevó como princeps del Senado, por lo cual su prestigio en este cuerpo aumentó
sensiblemente, siendo nombrado cónsul año tras año, el derecho de apelar ante el pueblo fue reemplazado
por el Senado por la provocación al princeps y se le confirió el derecho de crear patricios; la potestad
censoria vitalicia y el poder proconsular por diez años.
El senado le otorga el título de Augusto y le renueva el de princeps por diez años.
Si bien en el año 23 a.c renunció al consulado, con lo que debilito su autoridad en pro del senado,
por otra parte la aumentó en las provincias por el poder proconsular.
En 19 o 18 a.c el senado le acordó la censura perpetua.
Augusto logró mayor auctoritas que los demás magistrados. De ese período iniciado por Augusto,
denominado del Alto Imperio o del Principado se habló de diarquía o “época diárquica”, el poder estaba
dividido en dos órganos: el Príncipe y el Senado.
Las provincias fueron divididas en imperiales y senatoriales, y las áreas estatales eran dos: el fisco,
perteneciente al príncipe y el Erario perteneciente al Populus Romanus.
Por una parte estaban los comicios, concilios y magistrados y por otra parte los funcionarios del
príncipe.
Pero realmente por un lado estaban los órganos de la república protegidos y por otra parte estaba el
Príncipe protector, lo que demuestra que el poder pertenecía totalmente a este, que se constituyó en un
verdadero monarca.
La Burocracia Imperial
99
La expansión de Roma provocó que fueran necesarios servicios que los pesados órganos
republicanos no podían atender, como, por ejemplo, una policía de la ciudad, el servicio de incendios, un
correo estatal.
Con el advenimiento del principado tales servicios estuvieron a cargo del Príncipe, siendo dirigidos y
administrados por funcionarios nombrados por él.
Tales cargos ya no fueron gratuitos u honorarios, sino bien remunerados con altos salarios y no
fueron de duración sino ilimitada, dependiendo su elección y remoción de la exclusiva voluntad del príncipe.
El poder del príncipe se consolidó fuertemente, porque distribuyó astutamente las más importantes
funciones entre los caballeros y la nobleza.
100
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
o imaginarios, con estilo y lenguaje de tal concisión y pureza, que constituyen la expresión característica de
la literatura jurídica de entonces y la diferencian de la demás producción literaria de la época.
Una de las formas usuales fue la publicación de sus propias opiniones, otra fue la exposición de sus
opiniones en respuesta a supuestos ficticios; ademas, los jurisconsultos mas prestigiosos produjeron
comentarios sobre temas jurídicos, que se denominaron “digestos” e incluían la obra total de sus autores.
Algunos juristas produjeron manuales sintéticos de enseñanza del derecho, que se denominaron
“instituciones”.
Existieron comentarios y monografías, casi todos relativos al derecho privado.
Sabinianos y Proculeyanos
Bajo Augusto, vivieron dos juristas que tuvieron especial relevancia, por haber sido los principales
exponentes de dos tendencias jurídicas distintas.
Labeon, pese a ser de familia noble, en el cursus honorum no pasó de la pretura, dedicándose a su
actividad jurídica, llegando a escribir 400 libros.
Capiton progresó más en la carrera de las magistraturas, ya que llegó al consulado, pero fue menos
importante como jurista, versando su obra específicamente sobre los ritos del derecho pontificio.
Dichas “escuelas” no lo eran de enseñanza, sino agrupaciones de juristas divididos según el origen
jurídico formativo de ellos.
El mayor esplendor de la jurisprudencia clásica ocurre en el siglo II de nuestra era. Esa época, en el
aspecto de la labor de los jurisconsultos, se caracteriza por el detallado análisis y estudio de cada caso
considerado.
Capítulo V:
Época Posclásica. El Bajo Imperio o Dominado
101
Esa nueva clase militar sostenida por los emperadores, llegó a convertirse en el principal factor de
poder, produciendo sucesivas revoluciones y nombrando a los emperadores de entre sus filas.
La situación provocó el tremendo cambio político-social comenzado por Diocleciano, iniciador del
nuevo orden estatal que por algún tiempo logró estabilidad: el dominado, bajo imperio o Imperio Tardío.
La Administración Pública
Al frente de la administración central estaban los oficios de palacio, que eran el ministro de justicia,
el encargado de la correspondencia con los funcionarios judiciales, el ministro de la hacienda pública, y el
ministro de hacienda privada del emperador. Estos altos funcionarios y otros de menor jerarquía
dependientes de ellos formaban el consejo o consistorio del emperador.
Al frente de las prefecturas estaban los “prefectos del pretorio”. Representaban al emperador en el
ámbito del derecho y administraban los impuestos, pero no tuvieron, como antes, funciones militares.
A la cabeza de la administración militar estaban los magistri militum. Se conservaron las antiguas
magistraturas y el Senado. Los magistrados y los senadores eran nombrados y removidos por el emperador,
siendo el Senado un simple consejo consultivo y receptor de las leyes que le eran enviadas por el monarca
para su aprobación.
102
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Constantino se proclamó Augusto, después de graves guerras intestinas. Luego de duras batallas
Constantino y Liciano se proclaman como augustos de oriente y occidente respectivamente. Ambos
augustos sancionan en Milán un edicto, por el cual deciden la aplicación en todo el imperio del edicto de
tolerancia de Galerio que confería la libertad de cultos, con lo que se favoreció al cristianismo, que hasta
entonces era objeto de terribles persecuciones. Años mas tardes ambos augustos se enfrentan en terribles
guerras, hasta que Licinio es vencido definitivamente en Crisópolis, quedando entonces Constantino como
único emperador de todo el dilatado imperio.
Constantino mantuvo las divisiones administrativas concéntricas de Diocleciano, de provincias
agrupadas en diócesis, y de éstas englobadas en prefecturas.
El edicto de Milán constituyo el reconocimiento de un hecho consumado: la mayoría de los
habitantes del imperio había abrazado la fe cristiana. Así, Constantino el Grande logró establecer la paz
entre el Estado y la Iglesia de Cristo.
El emperador por su parte, se convierte en el defensor y en casi un apóstol de la Iglesia cristiana.
Con Constantino el Grande, se consolida la orientalización del imperio
El Código Teodosiano
El joven emperador de Oriente, Teodosio II, encomendó la recopilación a ejemplo de los códigos
Gregoriano y Hermogeniano, de las constituciones generales o ediciales sancionadas desde el
advenimiento al trono de constantino, ordenándolas por materia y cronológicamente.
Fue publicada el 15 de febrero de 438, y tras su reconocimiento por el emperador de Occidente,
Vialentiniano III comenzó a regir en ambos imperios.
Mantenía vigentes los códigos Gregoriano y Hermogeniano. Dejando establecido que las demás no
incluidas en la recopilación quedaban derogadas.
Los jueves en caso de discordancia entre las opiniones de esos juristas acerca de las cuestiones a
resolver, debían aplicar la mayoritaria.
En caso de no haber, debían consultarse y aplicarse las opiniones de otros jurisconsultos.
Capítulo VI:
La Compilación Justinianea
Justiniano Y su Obra
Justiniano advino al trono del imperio Romano de Oriente en 527 y reinó por casi 40 años.
Su principal objetivo fue recuperar los territorios ocupados por los bárbaros y unificar el imperio.
Para él, la unidad religiosa era el fundamento de la unidad política. En materia legislativa, Justiniano
se propuso y logró, la codificación de la legislación y la doctrina jurídica, adaptadas a las necesidades de su
época.
Supo coordinar su amor a la jurisprudencia clásica y su respeto por el Derecho con las innovaciones
que los tiempos exigían. Su obra ha servido de fundamento para el sistema del Derecho Positivo hoy
vigente.
La labor codificadora de Justiniano resulto favorecida por dos circunstancias: el progreso de la
ciencia jurídica alcanzado por las escuelas de derecho de Berito y Constantinopla; y por la colaboración de
Triboniano, quien dada su inapreciable actuación fue elevado por el emperador a la dignidad de Ministro de
Justicia.
El Código
La primera empresa fue la recopilación de las leyes que Justiniano ordenó en su constitución. Se
encomienda a una comisión, la misión de recopilar todas las constituciones imperiales contenidas en los
códigos Gregoriano, Hermogeniano, y Teodosiano, las novelas post-teodosianas y las posteriores a estas.
Quedaron derogadas todas las constituciones no incluidas en dicho Codex, así como todos los
códigos anteriores.
El Codex Iustinianus muy pronto resultó anticuando porque el emperador promulgó muchas
constituciones resolviendo importantes controversias, por lo cual se hizo una recopilación oficial de
cincuenta de esas constituciones, que se denominó quinquaginta decisiones.
Nació entonces la necesidad de reformar el código de 529, por lo cual Justiniano dispuso que se
redactara otro. Por lo que el código de 529 es conocido actualmente como “Codex vetus” (código viejo)
mientras que el que lo remplazó es nombrado como Codex Novas (Código nuevo).
Las disposiciones del código se citan generalmente así, por ejemplo: C. 6, 3,1 (Código, Libro 6,
Titulo 3. constitución 1ª.
El Digesto (o Pandectas)
Una vez concluido el primer código, Justiniano encomendó a su cuestor Triboniano que formara una
comisión de juristas como colaboradores suyos, con la finalidad de recopilar en un solo cuerpo y
enmendarla, toda la doctrina jurídica anterior.
Los compiladores fueron expresamente facultados para retocar y modificar los textos que eligieran
para concordarlos con el derecho entonces vigente.
Por la misma constitución Deo Auctore se prohibió que se hicieran comentarios del Digesto.
El digesto se completó en tres años y la constitución Tanta, le confirió fuerza de ley. Consta de
cincuenta libros, divididos en títulos precedidos por sendas “rúbricas” que indican sus respectivos
contenidos, y cada título contiene los fragmentos seleccionados, cada uno de los cuales tiene una inscriptio.
La colección griega, sin duda la más importante conocida hasta ahora, así como los Edicta Iustiniani,
están incluidas en la edición del Corpus Juris Civilis de Krueger, Mommsen, Schoell y Kroll.
4. Instituciones
5. Digesto
6. Código
7. Novelas
105
Vincenzo Arangio Ruiz:
Instituciones del Derecho Romano
106
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
permanecido siempre como tales; libertinos los que nacieron esclavos o de cualquier manera sufrieron una
iusta servitus, de la que fueron liberados
La inferioridad de la posición de los libertinos actúa sobre todo en el campo del derecho público, en
el sentido de exclusión de determinados cargos, de distribución en pocas tribus para hacer menos efectivo
su voto político, etc.
Pero también en instituciones del derecho privado se hace sentir a veces, como por ejemplo las
leyes augusteas sobre el matrimonio.
El libertino permanece en cierto modo ligado al antiguo patrón.
El “Status Civitatis”
Además de la libertad, la ciudadanía es, condición para ser sujeto de derecho; el principio sufre
muchas atenuaciones y es diversamente aplicado; pero formalmente puede considerársele vigente en todas
las épocas del derecho romano.
Ciudadanos de pleno derecho eran, los habitantes de la ciudad, los de las tribus rústicas.
Una posición intermedia entre ciudadanos y peregrinos es ocupada por los latini, a los cuales las
fuentes distinguen entres clases: prisci (antiguos habitantes del lacio), coloniarii (pertenecientes a las
colonias latinas), iuniani (libertinos que, habían sido manumitidos en forma no solemne, son considerados
por la lex iunia norbana como libres, pero privados del status Civitatis.
El “Status Familiae”
La plena capacidad jurídica patrimonial está condicionada por el hecho de que el sujeto sea jefe de
familia, no sometido a la potestad de otro.
Los habitantes de las civitas libertasque se distinguen en personas sui iuris y alienae potestati
subiectae.
Sui iuris es el que no tiene ascendentes legítimos, o que ha sido liberado por el ascendiente de quien
dependía: se les llama también patres familiarum, independientemente del hecho de que tengan o no hijos
u oras personas sometidas, como también sin consideración a la edad, que puede hasta ser infantil.
Alienae potestati subietus es el diluís familiae, descendiente legítimo o adoptivo de un pater que
vive, sin ningún limite de edad.
La s consecuencias de la pertenencia a la familia en calidad de persona alieni iuris son opuestas a
aquellas a que conduce la falta de la civitas: mientras el no ciudadano es favorecido lo mas posible en las
relaciones de derecho privado, pero rigurosamente excluido de todo derecho público, los hijos de familia y
los hombres in causa mancipii son equiparados a los patres en el ius suffragii y en el ius honorum, y están,
en cambio, privados de capacidad jurídica patrimonial.
Toda adquisición del sujeto a potestad entra automáticamente en el patrimonio del pater; todo
contrato del sujeto a potestad crea, para él, una obligación simplemente natural y solo en casos particulares
es concedida al tercero una acción contra el pater.
Mientras con relación al esclavo estas reglas han permanecido en vigor en todas las fases del
desarrollo del derecho romano, respecto de los sujetos a potestad libres se han ido modificando.
Hacia fines de la República, se llegó a considerar al hijo de familia como posible deudor de
obligaciones civiles, salvo que éstas solo se hacían exigibles a la muerte del padre o cuando, de otra
manera, el hijo se hiciera sui iuris.
107
2. Addicti y nexi: En la categoría de addicti caen los deydires contra quienes se ha iniciado el
procedimiento de la manus iniectio.
Los addicti y los nexi son libres y ciudadanos, pero sufren las limitaciones de la libertad que derivan
de la disponibilidad concedida al acreedor sobre su persona.
3. Auctorati: son los hombres libres que han alquilado sus servicios a un empresario de combates de
gladiadores, están en situación cuasi servil.
5. La religión como causa de disminución de la capacidad: los ciudadanos que por motivos
religiosos son colocados en condiciones inferiores se distinguen en tres grupos: los paganos y
hebreos; los apostatas y heréticos, y por último, mas gravemente perseguidos los maniqueos. Los
paganos y hebreos son atacados sobre todo en derechos políticos, en cuanto se los excluye, en
general de los cargos y oficios; los hebreos no pueden tener esclavos cristianos ni contraer
matrimonio con personas de esta religión. Los apostatas y heréticos, a la exclusión de los cargos se
agregó la incapacidad para testar y donar. El maniqueísmo es castigado como delito: aparte de la
capacidad para donar y testar, se les quitó a los secuaces de esta herejía también la de recibir
herencias y legados y de contratar a cualquier título y respecto de los esclavos se consideró hecho
lícito abandonarlos para servir a un patrón ortodoxo.
7. Limitaciones en razón del sexo: La mujer no puede en el derecho clásico adoptar hijos o ser
tutora de impúberes; esta limitada en la capacidad de suceder; no puede contraer obligaciones en
favor de otros
Capítulo XX:
Familia y Parentesco
108
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Capítulo XXI:
El Matrimonio
110
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Además deben constar todos los ascendientes intermedios entre el jefe de familia y el esposo,
porque de otra manera a la muerte de dicho jefe caerían bajo su potestad, descendientes no deseados.
A los hombres desde los 25 hasta los 60 años, a las mujeres desde los 20 hasta los 50, se les
impone el deber de contraer matrimonio con personas que estén dentro de los respectivos límites de edad;
el matrimonio tardío es considerado como inexistente.
Como sanción del deber matrimonial y como estímulo a la procreación se imponen notables
pérdidas patrimoniales a los célibes y orbi, y se conceden ventajas a los matrimonios fecundos, sobre todo
si la prole es numerosa.
El derecho clásico no podía ser hostil a las segundas nupcias; se ha visto que las leyes hacían de
ellas una obligación, transcurrido cierto intervalo, para las mujeres. Se imponía a la viuda un período de diez
meses, dentro del cual las nupcias le estaban prohibidas; ese período estaba destinado a evitar la
incertidumbre sobre la paternidad legítima. Sanción de esta prohibición era la infamia con sus diversas
consecuencias.
El derecho posclásico extiende al caso de divorcio la obligación de no volver a tomar marido dentro
de cierto tiempo, eleva el término a un año.
En esta época las segundas nupcias son tratadas desfavorablemente aunque sean contraídas por
la viuda después de transcurrido el tiempo prescrito, o por el viudo.
112
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Concubinato y Contubernio
Se llama concubinato a la unión permanente entre personas de distinto sexo, sin la intención de
considerarse marido y mujer. Semejantes uniones tuvieron en el mundo romano gran difusión, por las
prohibiciones que el ordenamiento jurídico decretaba contra ciertos matrimonios, sobre todo de senadores
con libertinas, de cualquier ciudadano con prostitutas, de gobernadores de provincia con mujeres de la
misma provincia, de los militares, etc. Cuando tales disposiciones prohibitivas no se fundaban sobre una
grave exigencia moral, la jurisprudencia no consideraba las uniones en cuestión como reprobables, sino
como perfectamente lícitas con la salvedad de que no producían los efectos del matrimonio.
Solamente en la época posclásica la legislación interviene en esta materia, sea para regular en
alguna parte la posición recíproca de los concubinos, sea para evitar las consecuencias perjudiciales para la
prole. Este último camino es decididamente comprendido por Justiniano: los hijos de la concubina (liberi
naturales) se distinguen de los vulgo concepti, se hacen capaces de legitimación, adquieren también sin ella
algún limitado derecho de sucesión. Por otra parte, queda permitido tener en concubinato también a una
mujer honesta con tal que esto sea solemnemente declarado y la mujer se resigne a sufrir una disminución
en la existimatio, y se prohíbe a la liberta concubina abandonar al patrón.
Algún relieve tiene también, desde la época clásica, el contubernium, es decir, la unión permanente
entre esclavos, que en la práctica no sólo tolerada, sino con frecuencia favorecida por los patrones.
Como en materia de obligaciones el régimen de obligaciones el régimen de las deudas y créditos
entre los libres se reproduce entre los esclavos en las llamadas naturales obligaciones, también aquí se
forman, bajo la égida del patrón, verdaderas familias serviles, y, es especialmente a los hijos de estas cuasi
familias que el derecho clásico da el nombre de liberi naturales; desde constantino en adelante la legislación
tiende a impedir, en las enajenaciones y en las divisiones de herencia, que las familias serviles sean
separadas. Contubernium es también la relación entre amo y esclava, y también los hijos nacidos de ésta
son liberi naturales.
El parentesco natural que procede de contubernio es, en materia de impedimentos matrimoniales,
semejante, por lo menos por el lado materno, al parentesco propiamente dicho; y en el derecho justinianeo
deriva también de él, si padres e hijos adquieren la libertad, un derecho de sucesión de éstos con relación a
aquellos.
Capítulo XXI:
La “Patria Potestas”
116
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
derecho real, crédito, herencia, de que el hijo haga acto de adquisición, se entiende adquirido para el padre;
y el padre se hace por derecho civil propietario de la cosa o titular del derecho.
Por el contrario, la enajenación hecha por el hijo, la deuda por él contraída, estaban desprovistas de
efecto jurídico para el padre, salvo los casos que daban lugar a las acciones adiecticiae qualitatis. Es
verdad que por lo menos en la época imperial se admitió que el hijo se obligase por contrato y que la acción
fuese intentada por el acreedor contra él: pero no se podía proceder a la ejecución de la sentencia
condenatoria mientras durase la potestad.
Las consecuencias de la incapacidad de derechos fueron mitigadas, mediante la institución del
peculium. Es en este un conjunto de bienes que el padre asigna al hijo, toda vez que por razones
comerciales o de residencia o de dignidad, crea oportuno concederle cierta libertad económica: la
costumbre exigen que de él formen parte integrante las herencias y los legados atribuidos al hijo y la dote
que le hubiere llevado a la mujer.
El peculio era, en la consideración social, un patrimonio del filius familias, dentro de cuyo círculo las
adquisiciones y las pérdidas se operaban con plena eficacia por actos de disposición suyos propios,
mientras que las deudas por él contraídas en los límites del activo del peculio eran exigibles intentando
contra el padre la especial actio de peculio.
Es probable que desde la época republicana los padres acostumbrasen considerar como parte del
peculio lo que el hijo adquiría en el servicio militar, a titulo de sueldo, de donativo o de participación en el
botín. Pero en la crisis de la república y en los comienzos del imperio, el desarrollo de los donativos y la
transformación del servicio militar en obligación de todo ciudadano en oficio retribuido, hicieron sentir la
oportunidad de sustraer la suerte de los bienes en cuestión al arbitrio de los padres; y, por otra parte, la
siempre creciente entrada de elementos provinciales en el ejército obligó a tener en cuenta la concepción
difundidísima en Oriente, de que el hijo de familia pudiese tener un patrimonio propio.
El régimen se extiende, siguiendo la extensión que en él asume el concepto de militia; son así
equiparados al peculio castrense los bienes adquiridos en las dignidades o en los servicios de corte, en los
oficios imperiales, en la abogacía, en el sacerdocio, cuando tales actividades no llevan directamente
consigo la extinción de la potestad.
Todas estas entradas se distinguen con el nombre de peculium quasi castrense.
El concepto del peculio castrense y del cuasi castrense se extiende también por otra vía, en cuanto
se comprenden en él además de los bienes adquiridos a causa del servicio, también los provenientes de
donaciones hechas al hijo de familia cuando ha estado enrolado u ocupado en el servicio público y, por
efecto de una constitución de Adriano, a la herencia de la mujer.
Pero la reforma mas grande en la situación de todos los filii familiarum esta en la institución a que
se dio el nombre de adventicium. A partir de Constantino formaron parte de él los bona materna,
provenientes de la herencia testamentaria o legítima de la madre; posteriormente los bona materni generis,
provenientes de los ascendientes maternos.
De estos bienes es propietario el hijo de familia, y con la emancipación que es de uso al
cumplimiento de la mayoría de edad adquiere el goce de ellos con la facultad de testar; el padre es su
usufructuario, con facultad de pagar las deudas conexas con la adquisición de los mismos bienes de
vender las cosas perecederas, pero con la obligación de sustituir en el usufructo las cosas vendidas por su
precio y de rendir cuentas de la administración. Sin embargo, también el usufructo es negado al padre si él
ha rehusado su concurso en la adquisición, o si los bienes fueron donados al hijo bajo la condición de que el
padre no tenga su goce, o si, finalmente, proceden de la herencia de otro hijo, dividida entre el padre y los
hermanos supérstites.
Un desarrollo paralelo se produjo con relación a la capacidad del hijo de familia para ser actor en
causa propia. Mientras el ius civile le negaba esta capacidad, el pretor admitió, con una cláusula especial
del edicto, que él pudiese intentar la acción de injurias cuando la ofensa recibida no pudiese ser vengada ni
por el pater por hallarse éste ausente, ni por un procurador del padre mismo.
En la cognitio extra ordinem los hijos de familia fueron admitidos con mayor amplitud; y el
predominio del sistema de las cognitiones concurrió con los nuevos criterios sobre el ordenamiento de la
familia a determinar la tendencia del derecho posclásico y justinianeo de conceder al filius familias toda
suerte de acciones, cuando circunstancias graves impidieran al padre obrar en tutela de sus intereses.
El ejercicio de la potestad puede se turbado, ora por la actividad de extraños que se comporten con
relación al hijo de otro como si fueran los titulares de la potestad. De la primera hipótesis no se ocupa el
ordenamiento jurídico; corresponde al padre llamar al orden o buscar al hijo, comprobar su culpa y
castigarlo. La segunda, en cambio, daba lugar, desde la época más antigua, a un proceso que, por la
analogía que los antiguos veían entre propiedad y potestad, se desarrollaba en las formas de la actio
sacramenti in rem, y también en un primer estadio de la época del procedimiento formulario se consideró
aplicable a esta relación la rei vindicatio.
117
Sucesiones y Donaciones
La Herencia.
El Testamento
El mas antiguo testamento, el calatis comitiis, es la adopción de un pater familias (adrogatio),
cumplida en persona de los comicios curiados, convocados a este fin por el pontífice máximo dos veces al
año.
Parece que los romanos hubieran conocido medios destinados a determinar, en la inminencia de un
grave riesgo, la suerte eventual de uno u otro objeto en propiedad individual. A este fin parece haber servido
el llamado testamentum in procinctu, realizado durante la guerra, inmediatamente después de consultados
los auspicios para la batalla, y destinado a que el ciudadano soldado pudiese disponer de sus armas y de
otros objetos queridos.
En un momento posterior, el fin de asegurar a determinadas personas, bienes particulares, se
alcanzó mediante un gestum per aes et libram, que tomó el nombre de mancipatio familiae. El disponente
vendía su patrimonio, en bloque y con la inteligencia de que la venta debiese tener efecto después de la
muerte, a un hombre de confianza; y le indicaba a este, de viva voz o en un escrito que le entregaba, los
destinatarios de los diversos bienes.
El típico testamento romano, nació solamente cuando el antiguo acto de nombramiento del
heredero se fundió con la mancipatio familiae. En este nuevo y complejo negocio jurídico, que lleva el
nombre de testamentum per aes et libram, el familiae emptor es un figurante que, aparte de no adquirir
nada de la herencia, no toma ingerencia siquiera en la ejecución de las disposiciones; en la declaración que
pronuncia cuando hace acto de adquisición del patrimonio, el alcance de esta aserción está limitado por las
palabras endo mandatelam team custodelamque meam, y mas todavía por la explícita observación de ser
ésta una mera formalidad.
Solo excepcionalmente la redacción misma del testamento ocurría en presencia de los testigos, del
libripens y del familiae emptor, recogiéndose por otra persona de confianza las últimas voluntades del
testador.
Estas operaciones fueron minuciosamente reguladas en la época de Nerón, sobre todo con el fin de
evitar las falsificaciones. El testamento debía contener al principio la institución de uno varios herederos, en
la forma L. Titius heres esto o L. Titius C. Seius, etc. Heredes sunto, a la cual podían agregarse
desheredaciones, legados, nombramientos de tutores, manumisiones.
Entre las formalidades descritas, externas e internas, la conciencia social fue estableciendo una
jerarquía, según la mayor o menor importancia sustancial. Por eso el pretor confirió la bonorum possesio
secundum tabulas a quien hubiese sido instituido heredero en un documento sellado por siete testigos: en
ese sentido se habla de testamentum praetorium.
De la observancia de las referidas solemnidades estuvieron exentos, por privilegio, los militares, a
los cuales una disposición autorizó para hacer testamento en la forma que mejor les pareciese: no solo
respecto de la forma externa, sino también del principio que imponía la institución de heredero en la cabeza
del testamento, y del que prohibía la concurrencia entre la delación legítima y testamentaria, y de cuantos
otros limitaban con normas inderogables la libertad de testar de los burgueses.
En la época posclásica, la oposición entre testamento civil y pretorio adquiere un sentido totalmente
nuevo.
El testamento civil solo se consideraba balido si era ológrafo, es decir, únicamente extendido de
puño y letra del testador.
Por su parte, la legislación imperial introduce la obligación de las suscripciones del testador y de los
testigos, que deben indicar por lo menos la naturaleza del acto; si el testador es analfabeto o está impedido
para escribir es necesario que alguien suscriba por él.
En los tiempos de Justiniano lo redactaba un notario de profesión, quien daba forma jurídica a las
declaraciones hechas por el testador en presencia de los testigos; las suscripciones de estos ya no servían
para la sola garantía de la autenticidad de las tabulae, sino que hacían fe de la correspondencia de las
cláusulas escritas con las declaraciones verbales.
Testamentos especiales son: el del ciego, en el cual la intervención del tabularius se hace necesaria
bajo pena de nulidad; el tempore pestis conditum, que renuncia al principio de la unitas actus permitiendo a
los testigos ir a suscribirlo separadamente; el ruri conditum, para el cual los testigos pueden ser analfabetos,
siempre que después de la muerte del testador juren que su voluntad fue exactamente reproducida.
Testamento extraordinario se ha hecho ahora también el antiguo testamentum militis, permitido a los
118
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
militares solamente durante la guerra y, por el contrario, extendido también a los no militares que siguen al
ejército.
Al formalismo externo se agrega el interno, que tiene mucha importancia con respecto a la heredis
institutio.
La persona del heredero debe estar indicada claramente y de modo que corresponda a la efectiva
voluntad del testador; no es, sin embargo necesario que sea llamado por el nombre; basta con una
circunlocución que designe netamente a una persona cierta y en la época posclásica también a una pesona
jurídica.
El heredero puede ser instituido bajo condición suspensiva, con tal que esta no se reduzca a remitir
la institución al mero arbitrio de un tercero; no puede ser instituido ni bajo condición resolutoria ni bajo
término porque esto representaría una derogación a la regla semen heres semper heres, vestigio de la
estructura primitiva de la herencia.
Si no se ha hecho asignación de partes, rige la regla concursu partes fiunt, que implica igualdad de
cuotas entre los aceptantes.
El derecho justinianeo considera a los instituidos ex re certa como herederos en partes iguales
respecto al patrimonio, beneficiados además con legados en cuanto a las res certae mencionadas.
Si se trataba, sin embargo, de dos conjuntos patrimoniales enteramente distintos, también los
créditos y deudas relativos accedían a las cosas corporales que en ellos estaban comprendidas.
Del principio nemo pro parte testatus pro parte intestatus decedere potest, deriva el ius
adscrescendi. Consiste en que, desapareciendo uno de los instituidos, su porción vaya a aumentar
proporcionalmente las cuotas de los coherederos que pueden y quieren aceptar.
Las reglas del ius adcrescendi fueron temporariamente subvertidas por la legislación matrimonial de
Augusto, que para castigar a los célibes y a los cónyuges sin prole y para beneficiar a las familias fecundas,
impedía a los primeros la adquisición en todo o en parte de las cuotas hereditarias que se les atribuyese en
el testamento de un extraño o pariente lejano, y reducía los legados entre marido y mujer cuando
excediesen cierta medida, asignando los bienes que quedaban vacantes a los casados con prole que
hubiesen sido contemplados en el mismo testamento, aunque fuera como legatarios.
La institución de uno o varios herederos puede perseguida por sustituciones, es decir por
disposiciones que llaman en segundo lugar a la herencia o a sus cuotas a otras personas.
El derecho clásico conoce dos tipos de sustitución, que solamente tienen de común entre si los
pocos rasgos genéricos hasta ahora fijados: la vulgar y la pupilar.
La sustitución se llama vulgar cuando el segundo heredero es llamado para la eventualidad de que
el primero no pueda o no quiera aceptar la herencia, y va por lo común acompañada por un término
impuesto al llamado en primer lugar para la aceptación solemne.
Puede haber también sustituciones de grado ulterior, en el sentido de que al llamado en segundo
lugar lo reemplace un tercero, y así sucesivamente.
En la sustitución pupilar se encuentran en su más clara expresión aquellas tendencias místicas que
hacen del causante y del heredero familiar una sola persona. Se produce la sustitución pupilar cuando el
padre nombra un heredero al suus impúber, para el caso de que muera antes de la pubertad. Dada la
estructura de esta sustitución, no es ni siquiera necesario que ella esté comprendida en el testamento en
que el pater dispone de los propios bienes; por el contrario, el puede redactar dos documentos separados,
uno para su herencia y otro para la del filius, y esta costumbre es en la época clásica tan dominante que la
sustitución pupilar se indica también con el nombre de secundae tabulae.
Es Justiniano quien introduce un tercer tipo de sustitución, la cuasi pupilar o ejemplar, consistente
en el nombramiento de un heredero al descendiente enfermo mental para el caso de que muera en tal
estado. Esta sustitución no exige el requisito de la potestad sobre el demente, y puede, en consecuencia,
ser dispuesta por cualquier ascendiente, varón o mujer. Presupone que el furiosus haya sido instituido, y
parece que, en consecuencia, el sustituto solamente pudiera recoger la cuota asignada al enfermo mental.
Hay varias categorías de personas que aunque partícipes de la testamenti factio en cuanto pueden
ser instituidas herederas, son por una u otra razón incapaces de testar. En esta categoría están
comprendidos, para el antiguo derecho, por ejemplo, los esclavos, los hijos de familia, los impúberes, etc.
Diversas situaciones fueron luego atenuadas: así, a los servi publici se les permitió testar por la
mitad del peculio, a los hijos de familia por el peculio castrense y cuasi castrense, y por el derecho
justinianeo pueden testar también los locos en los intervalos de lucidez y los sordos y mudos que observen
formalidades especiales. En cuanto a las mujeres solo podían testar con la auctoritas del tutor legítimo.
Incapaces de ser instituidos son, las mujeres, respecto de los ciudadanos de censo superior a los
cien mil ases.
La prohibición de instituir a los liberi naturales, sancionada por constantino, fue reducida pocos
decenios después a una simple limitación de la cuota de que se podía disponer en su favor.
119
Al lado de esos qui heredes institui non possunt están los que, aun pudiendo ser instituidos, no
pueden hacer propios los bienes hereditarios, y aquellos a quienes la herencia ya adquirida se les retira a
causa de indignidad.
En la concepción romana como en la actual, el testamento es un acto esencialmente revocable: los
romanos observaron con energía el principio que quiere al testador libre de cambiar las disposiciones hasta
el último momento.
La revocación del testamento no es, en el sistema romano, un negocio jurídico autónomo; por el
contrario, un testamento solo puede ser revocado por otro testamento, y la revocación se produce aún sin o
contra la voluntad del testador, cada vez que el nuevo testamento sobrevenga.
A las consecuencias de esta revocación obvió el pretor concediendo, en las hipótesis de apertura,
cancelación o destrucción voluntaria del testamento por parte del testador, la bonorum possessio sine
tabulis a las personas a quienes la ley o su propio edicto hubiera llamado ab intestato y defendiendo a los
bonorum posesores así investidos contra los herederos instituidos en el testamento destruido.
En el derecho justinianeo subsistió la máxima de la incompatibilidad de los testamentos sucesivos.
Solamente la herencia de un militar podía desde la época clásica ser deferida sobre la base de varios
testamentos si, siendo las disposiciones compatibles entre si, resultaba la intención del testador en el
sentido de que fueran simultáneamente aplicados.
El testamento clásico, que era generalmente escrito y sellado, exigía un ceremonial de apertura. En
el acto de la apertura tenían facultad para intervenir, aparte de los parientes más próximos, aquellos a
quienes el depositario del testamento había indicado en el acto de entregar el documento a la statio, como
probables heredes scripti; tenían la obligación de intervenir en él los testigos, para reconocer los propios
sellos.
La Sucesión Intestada
La antigua costumbre no conocía otros herederos que los sui: tales son los hijos que han
permanecido bajo la potestad del causante hasta su muerte, la mujer in manu que es loco filiae y todos los
descendientes de grado ulterior, comprendidas las nueras y esposas in manu de los nietos, que por el
prefallecimiento o emancipación de los ascendientes intermedios se hacen sui iuris a la muerte del
causante. Entre los hijos la herencia se divide por cabezas; si uno o mas de los varones que han
prefallecido ha dejado descendientes, se divide por estirpes, en el sentido de que se hacen tantas partes
cuantos hijos o estirpes filiales concurran, y dentro de cada estirpe filial tantas partes como nietos o estirpes
de nietos concurran, cualquiera que sea en cada estirpe el número de los nietos y biznietos.
Es éste el criterio que la legislación moderna, que lo adopta, da el nombre de “representación”
Cuando faltase el heres suus, y el difunto no hubiese creado artificialmente uno mediante la
adrogatio-testamento, la costumbre primitiva debía estar bajo el influjo de varias tendencias: las tierras de
las gentes patricias, de las cuales cada gentil gozaba a título precario, volvían a confundirse con el
patrimonio colectivo de la gens; en los consortia plebeyos, la cuota perteneciente a cada uno de los
hermanos o primos iba a acrecentar las cuotas de los supérstites; de otra manera se aplicaba la regla según
la cual los bienes que quedaban sin titular eran res nullius, ocupables por cualquiera.
Todos los agnados del mismo grado eran llamados a la herencia por cabezas, cualquiera que fuese
el tipo de parentesco. Ninguna diferencia parece que hicieran las XII tablas con relación al sexo; pero la
jurisprudencia, elaborando la norma decenviral según el criterio inspirador de la lex voconia.
Entre agnados del mismo grado ulterior están excluidos por los de grado anterior, aunque éstos no
acepten la herencia, y que la existencia de un agnado excluye definitivamente a los gentiles. Entre agnados
del mismo grado, las cuotas son distribuidas no sobre la base del número de los existentes sino sobre la del
número de los aceptantes: también aquí, como entre coherederos testamentarios, concursu partes fiunt.
Esto vale para la sucesión de los ingenui; la herencia de los libertini corresponde a los heredes sui,
pero el puesto de los agnados es ocupado por el patrono o no en caso de prefallecimiento, por sus
descendientes varones.
Lo mismo que a los libertinos, estas reglas también se aplican a los manumissi ex causa mancipii, y,
en consecuencia, el padre sucede al hijo emancipado que muera sin descendientes e intestado; es ésta la
única hipótesis en que el antiguo derecho romano tiene lugar la sucesión intestada del ascendiente varón al
descendiente.
Distinto es el caso del libertino ex lege Iunia Norbana, cuyos bienes son devueltos al patrono como
si hubiese continuado siendo esclavo; no basta, para equipararlo a los otros libertinos, la eventual
adquisición posterior de la ciudadanía, sino que es necesario, por lo menos por regla, que la haya obtenido
con el consentimiento del patrono.
Hacia fines de la República este sistema parecía bajo muchos aspectos repugnante;
120
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Las correcciones mas urgentes las llevó a cabo el pretor con el sistema de la bonorum possessio
sine tabulis. A ella son llamados, en primer lugar, los liberi, en cuya categoría están comprendidos
conjuntamente con los sui también los descendientes que han salido de la potestad del causante, con tal de
que en el momento de su muerte no formen parte de otra familia. Aplicándose también a esta bonorum
possessio el principio de la representación, el nieto emancipado quedaba excluido por su padre que había
permanecido en potestad.
Los pretores republicanos habían ya previsto y evitado otra iniquidad. Por lo común, era fin de la
emancipación la autonomía económica del descendiente; mientras por esta vía podía formarse un
patrimonio propio, esto era impedido a los descendientes que quedaban bajo potestad, que continuaban
adquiriendo para el pater y que ahora corrían el riesgo de perder una parte del fruto de sus fatigas.
A falta de liberi, el pretor llamaba a la bonorum possessio a los legitimi, es decir los agnados; a falta
de agnados, a los cognati, es decir los parientes por vía femenina hasta el sexto grado inclusive, y junto con
ellos a los ex agnados salidos de la familia por emancipación; a falta de cognados, al cónyuge supérstite.
En este sistema lo que todavía sorprende es el ínfimo lugar ocupado por la sucesión entre madre e
hijo, reducida en los limites de la bonorum possessio unde cognati. Pero la exclusión se mantenía firme por
aquel gran poder de la familia originaria de la mujer, de que se ha hablado a propósito de la tutela de las
mujeres.
La sucesión de los hijos a la madre fue regulada por el senadoconsulto Orficiano, con preferencia a
los citados senadoconsultos, son heredes del liberto no fueran descendientes propiamente dichos sino
adoptivos o mujeres in manu, sea en el sentido de una mas adecuada valoración de las diversas
situaciones a que la manumisión podía dar lugar.
En reemplazo de los hijos premuertos, son llamados a la sucesión de la abuela los nietos, según el
principio de la representación, pero con una deducción a favor de los hijos inmediatos supérstites o de los
agnados, que solo Justiniano deroga.
Sin embargo, en las grandes compilaciones justinianeas la equiparación entre parentesco civil y
parentesco de sangre, entre agnados y cognados, esta todavía en estado de tendencia, plenamente
actuada en un primer orden de colaterales: los hermanos y hermanas con sus descendientes.
Con la novela 118 de Justiniano se tuvo una reforma radical. Según estas disposiciones, tanto a los
hombres como a las mujeres suceden a los parientes de la sangre, sin distinción entre línea paterna y
materna, entre miembros de la familia communi iure en el sentido antiguo y miembros que salieron de ella
por capitis deminutio. De los parientes, que son ahora todos cognati, hace Justiniano cuatro clases:
pertenecen a la primera los descendientes que suceden por estirpes. A la segunda, los ascendientes que
suceden por ramas y conjuntamente los hermanos y hermanas germanos y sus descendientes, que
suceden por estirpes; dividiéndose la herencia en tantas cuotas como sea la suma de las ramas
ascendientes y de las estirpes fraternas concurrentes; a la tercera, los hermanos y hermanas
consanguíneos, siempre llamados por estirpes con sus descendencias; a la cuarta todos los otros parientes,
que suceden en orden de grado y en el mismo grado por cabezas.
Para asegurar la paridad del testamento entre los descendientes, la novela 118 sistematiza
definitivamente también la institución de la collatio, que ya se había afirmado en constituciones de
precedentes emperadores con el mismo nombre pero con el mismo nombre pero con una función
totalmente distinta que la de la collatio pretoria.
Quedan sujetas a colación la dote, la donatio propter nupcias, la suma entregada por el padre para
adquirir un cargo para su hijo; las donaciones menores solo deben colacionarse frente a quien, por su parte,
colaciona alguna de las donaciones indicadas. La colación tiene lugar llevando directamente los bienes a la
masa hereditaria o por imputación, es decir, descontándose su valor en el acto de la división.
121
después, con la separación de las dos ideas de filius y de heres, en una simple declaración testamentaria
que excluía a ciertos descendientes de la herencia. Surgió así el principio sui aut instituendi sunt aut ex
heredando, que impuso al testador la obligación alternativa de instituir a los descendientes inmediatos bajo
potestad o bien de hacer seguir al nombramiento de los herederos la expresa desheredación de los
descendientes excluidos.
Los modos de la desheredación y las consecuencias de la eventual preterición son diversos según
que el suus (existente o póstumo) sea un hijo o bien una hija o descendiente de grado ulterior. Para el hijo la
desheredación debe hacerse nominatim con expresiones que designen netamente a la persona; mientras
que para la hija y para los descendientes ulteriores basta la llamada exheredatio Inter. Ceteros. En cuanto a
las consecuencias, la preterición de un hijo quita al testamento todo su vigor, de manera que caen todas las
instituciones en él contenidas y las libertades y los legados, abriéndose la sucesión legítima; en cambio, si
se han omitido las hijas o los descendientes de grado ulterior, el testamento conserva su eficacia, salvo que
los preteridos concurren con los herederos testamentarios por una cuota calculada sobre el número total de
las estirpes concurrentes, si los instituidos son otros sui, o por la mitad del patrimonio si son extraños.
En una sola hipótesis el pretor crea, bajo el mismo nombre de bonorum possessio contra tabulas,
una sucesión necesaria material; es la de patrono y de sus descendientes, a quienes se deja a salvo contra
toda disposición testamentaria, y sin facultad de desheredación, la mitad del patrimonio del liberto que
hubiese muerto sin hijos o desheredando a los hijos.
Pero entre el fin de la República y el principio del imperio y probablemente como consecuencia de
los testamentos escandalosos que la corrupción de las costumbres llevaba consigo, se ofreció finalmente a
los mas próximos parientes, como medio de ataque contra la injusta desheredación, la querela inofficiosi
testamenti.
El procedimiento ordinario se reveló en muchos casos inadecuado, y la querela pudo deducirse en
forma de cognitio extra ordinem, en la cual el magistrado mismo o un juez, por el delegado, decidía la suerte
del testamento.
En el derecho justinianeo, que tiene la más perfecta expresión en la novela 115 del año 542, los
resultados prácticos a que el derecho clásico tendía se precisan en el sentido de crear una verdadera
sucesión necesaria material.
La pars legítima corresponde a los descendientes, a los ascendientes y también a los hermanos y
hermanas cuando son excluidos en beneficio de una persona torpe.
Los descendientes tienen derecho a la institución como herederos, pero en la estimación de lo que
a cada uno se le ha asignado se computan también los legados, las donaciones mortis causa, las
donaciones recibidas en vida.
El cambio en la concepción de la institución se hace patente en los medios concedidos al
legitimario. La querela inofficiosi testamenti se presenta en las compilaciones como una institución vigente,
pero ya no es un ataque contra el acto de última voluntad viciado por injusta ira o por reprobable odio
familiar, sino el ejercicio judicial de un derecho del legitimario a esa determinada parte de la herencia. La
querela conserva su antiguo nombre, y es también una forma de petituio hereditatis, si ha sido
insuficientemente beneficiado, se habla de acto ad suplendam legitimam. En todo caso la acción triunfante
del legitimario no elimina el testamento, pero sustituye por el actor a los instituidos en la medida en que
estos habían tomado su lugar, dejando intacta toda otra disposición.
La desheredación es admitida cuando no solo se hace nominatim, sino que está justificada por
motivos expresos y plausibles, cuya correspondencia con la verdad puede ponerla siempre en discusión el
legitimario.
122
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Primera Parte:
II: La Transición
El Marco Germánico
En tiempos de César, las legiones romanas tropezaron por vez primera con las tribus germanas,
eran agricultores sedentarios con una economía predominantemente pastoril. Imperaba un modo de
producción primitivo y comunal. La propiedad privada de la tierra era desconocida y todos los años los jefes
de las tribus decidían que parte del suelo común habría de ser arada y asignaban las diversas porciones a
los clanes respectivos.
Las redistribuciones periódicas impedían grandes diferencias de riqueza entre clanes y familias, los
rebaños eran propiedad privada y constituían la riqueza de los principales guerreros; los jefes militares de
carácter excepcional se elegían en tiempo de guerra. Muchos clanes eran todavía matrilineales. Esta
estructura social se modificó muy pronto con la llegada de los romanos.
Para comprar los artículos romanos, los jefes guerreros de las tribus vendían ganado o asaltaban a
otras tribus para capturar esclavos con objeto de exportarlos a los mercados romanos. En tiempos de
táctitos, la tierra ya había dejado de ser asignada a los clanes y era distribuida directamente a personas
concretas, mientras disminuía la frecuencia de las redistribuciones. El cultivo era muy cambiante, las tribus
carecían de una gran fijeza territorial. Este sistema agrario favorecía la guerra estacional y permitía
movimientos migratorios. Una aristocracia hereditaria, con riquezas acumuladas formaba un consejo
permanente que ejercía el poder estratégico en la tribu, aunque una asamblea general de guerreros libres
todavía podía rechazar sus propuestas.
Económica y políticamente, por medio del intercambio comercial y de la intervención diplomática, la
presión romana aceleró la diferenciación social y la desintegración de los modos de producción comunales
en los bosques germánicos.
Sus técnicas agrícolas eran más avanzadas y eran en su mayoría labradores con algunas
artesanías rurales y un alfabeto rudimentario. La economía visigoda dependía tanto del comercio
transdanubiano con Europa.
La asamblea general de los guerreros había desaparecido por completo. Un consejo confederado
de optimates ejercía ahora la autoridad política central sobre unas aldeas obedientes. Los optimates
formaban una clase poseedora, con fincas, séquitos y esclavos.
Mientras tanto y dentro del propio imperio romano los ejércitos imperiales utilizaban en sus filas a
un número creciente de guerreros germanos. Los aliados o clientes que conservaban su independencia
fuera de las fronteras romas, defendían los intereses romanos dentro del mundo bárbaro a cambio de
subvenciones financieras, apoyo político y protección militar.
Muchos guerreros germánicos libres se alistaban como voluntarios en los regimientos de roma,
atraídos por la paga y la promoción dentro del sistema militar del imperio. Había cierta mezcla de elementos
romanos y germánicos dentro del propio aparato del Estado Imperial.
123
Cuando toda Germania sufrió la conmoción provocada por la presión de los hunos y las tribus
comenzaron a lanzarse a través de las fronteras romanas, una nobleza con séquito solidificada y la riqueza
individual de la tierra había suplantado casi por doquier a la tosca igualdad originaria de los clanes.
De la colisión y fusión de ambas en su cataclismo final habría de surgir, en último término, el
feudalismo.
Las Invasiones
La unidad militar, política y económica del imperio de occidente quedó irreversiblemente
destrozada.
Ahogada o a la deriva su administración tradicional, las provincias cayeron en el desorden y la
confusión endémicos; el bandidaje y la rebelión social se adueñaron de grandes zonas; las culturas locales,
arcaicas y enterradas, resurgían a medida que la pátina romana se agrietaba en las regiones más remotas.
En la primera mitad del siglo V, el orden imperial había sido asolado por la irrupción de los bárbaros en todo
el occidente.
Las tribus germánicas que hicieron pedazos al imperio occidental no eran capaces de sustituirlo por
un orden político nuevo o coherente.
Los pueblos bárbaros eran todavía unas comunidades extremadamente primitivas. Ninguno de ellos
había conocido jamás un Estado territorial duradero; en lo religioso, todos eran ancestralmente paganos;
carecían de escritura. No hubo en ningún caso de una comunidad bárbara que se limitara a ocupar las
tierras romanas directamente contiguas a su originaria región de residencia. Los primeros estados bárbaros
reflejaban relativa debilidad y aislamiento. Se apoyaban fuertemente en las preexistentes estructuras
imperiales, que de forma paradójica conservaron, siempre que fue subjetivamente posible, en combinación
con sus equivalentes germánicos para formar un sistemático dualismo institucional.
El primero y más trascendental problema fue el de la disposición económica de la tierra. La solución
fue un modelo similar al de las anteriores prácticas romanas, particularmente familiares a los soldados
germanos, y, una ruptura radical con el pasado tribal, orientándose hacia un futuro social claramente
diferenciado.
La distribución de tierras bajo el sistema de hospitalidad probablemente afectó muy poco a la
estructura de la sociedad romana local: dado el pequeño número de conquistadores bárbaros, las sortes o
parcelas que se les asignaban nunca abarcaron más que una parte de los territorios situados bajo su
dominio.
En todos los pactos entre romanos y bárbaros sobre las divisiones de las tierras que han llegado
hasta nosotros intervienen únicamente dos personas: el terrateniente provincial y un germano.
Al cabo de una generación, aproximadamente, ya se había consolidado sobre la tierra una
aristocracia germánica, con un campesinado dependiente situado por debajo de ella e incluso en algunos
casos con esclavos indígenas.
La evolución política de los pueblos germánicos después de las invasiones confirmó y reflejó esos
cambios económicos. La formación del estado era ahora ineluctable.
Así como el proyecto económico de los primeros asentamientos germánicos se basaba en un
reparto formal de las tierras romanas, así también la forma política y jurídica de los nuevos estados
germánicos estaba fundada en un dualismo oficial que administraba y legalmente dividía el reino en dos
órdenes distintos.
Los reinos germánicos característicos de esta fase eran todavía monarquías rudimentarias, con
inseguras normas sucesorias.
La comunidad romana conservó normalmente su estructura administrativa, con sus unidades y
funcionarios condales, y su propio sistema jurídico, desempeñados ambos por la clase terrateniente de las
provincias.
Normalmente, subsistieron dos códigos legales diferentes, respectivamente aplicables a cada
población: un derecho germánico derivado de las tradiciones consuetudinarias y un derecho romano que se
mantuvo prácticamente sin cambios desde el imperio.
La organización social tribal era inseparable de la religión tribal.
La iglesia católica ignoró o desdeñó a los recién llegados al imperio. Los invasores adoptaron
unánimemente el arrianismo, y no la ortodoxia católica, y aseguraron en consecuencia su distinta identidad
religiosa dentro del común universo del cristianismo. La consecuencia fue una Iglesia germánica paralela a
la Iglesia Romana en todos los primeros reinos bárbaros.
El arrianismo germánico no fue ni fortuito ni agresivo; fue, por el contrario, un símbolo de
separación dentro de una cierta unidad aceptada.
124
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
La mayoría de los dirigentes germanos se afanaron por restaurar la mayor parte posible de los
edificios romanos que inicialmente habían derribado.
Se mantuvo la esclavitud agrícola en gran escala junto con las otras instituciones rurales básicas
del imperio de occidente, incluyendo el colonato.
En el occidente mediterráneo la esclavitud rural continuó siendo un importante fenómeno
económico.
Mientras las ciudades continuaban su decadencia, el campo salio casi indemne de la primera ola de
invasiones; ninguna región del occidente romano fue lingüísticamente germanizada por ninguno de estos
primeros conquistadores.
La vida de estos primero estados bárbaros no fue muy duradera.
La siguiente oleada de migraciones germánicas fue la que determinó, de forma profunda y
permanente, el definitivo mapa del feudalismo occidental.
Estas migraciones fueron muy diferentes porque en todos los casos representaron una extensión
relativamente modesta y lineal desde una base geográfica de partida adyacente.
La sedimentación cultural de la segunda ola de conquistas fue mucho más profunda y duradera que
la primera.
La primera ola ya había barrido completamente toda resistencia organizada por el sistema imperial
en occidente.
Gradualmente tuvo lugar un lento proceso de difusión que integró a elementos germánicos y
romanos en una nueva síntesis que habría de sustituir a ambos. El mas importante de estos
acontecimientos es desafortunadamente el que ofrece una luz más débil a la historiografía posterior.
Ya no se hacía uso del sistema de hospitalitas. Se impuso un modelo dual y más amorfo de
asentamiento. Por una parte, los dirigentes francos y lombardos se limitaron a confiscar en gran escala los
latifundios locales.
El cambio de manos de la gran propiedad agraria fue probablemente mucho mayor en la segunda
ola de invasiones que en la primera.
La masa demográfica de las últimas migraciones fue considerablemente superior al de las primeras.
El derrumbe del dominio romano socavó la estabilidad del instrumento básico de la colonización
rural latina, el sistema de villae.
El modelo de los asentamientos rurales anglosajones contrastaba notablemente con el de la
agricultura romana que le había precedido y prefiguraba algunos de los más importantes cambios de la
posterior agricultura feudal.
Esta segunda ola de invasiones, a la vez que producía por doquier una aristocracia germánica
dotada de fincas mas extensas que nunca, pobló también el campo con duraderas comunidades aldeanas y
con núcleos de pequeña propiedad campesina.
Políticamente, la segunda oleada marcó o presagió el fin de las administraciones y los derechos
dualistas con la desaparición del legado jurídico romano. Los lombardos promulgaron un nuevo código legal
basado en las normas tradicionales germánicas, pero que muy pronto predominó sobre el derecho romano.
El derecho germánico pasó a ser gradualmente el dominante.
El separatismo religioso germánico comenzó a desaparecer. Los francos adoptaron directamente el
catolicismo. El reino lombardo aceptó el catolicismo. Con estos cambios se produjo un constante
intercambio matrimonial y un proceso de asimilación de las dos clases terratenientes, la romana y la
germana, allí donde coexistían.
La mezcla similar de las ramas romana y germánica en la iglesia exigió mucho más tiempo.
Es posible que las mejoras climáticas del siglo VII se plasmaron en un ciclo de tiempo algo más
cálido y seco, y el aumento en el crecimiento demográfico beneficiaran a la economía rural. Las monedas
de oro desaparecieron después del año 650,
Ni la simple yuxtaposición ni una tosca mezcla podían dar origen a un nuevo modo de producción
general, capaz de salir del callejón sin salida de la esclavitud y el colonato, y con él un nuevo orden social
internamente coherente. Únicamente una auténtica síntesis podía conseguir esto.
Hacia La Síntesis.
La colisión catastrófica de los dos modos anteriores de producción en disolución produjo finalmente,
el orden feudal que se extendió por toda la Europa medieval. El feudalismo occidental fue el resultado
específico de una fusión de los legados romano y germánico.
El mundo romano fue conquistado gradualmente desde dentro por los germanos, que habían
penetrado en él pacíficamente.
125
Heinrich Brunner:
Historia del Derecho Germánico
El Período Germánico
La vida Económica
Practicaban la caza; pero la ganadería constituía el punto central de su vida económica. El ganado
era dinero. Las penas pecuniarias se pagaban en cabezas de ganado. Su posesión, y no la posesión
territorial, era la base principal de la riqueza.
Por el tiempo de César no existía sobre los inmuebles ni propiedad privada ni disfrute separado. La
tierra se asignaba anualmente. En tiempo de tácito se encuentra ya en propiedad separada del particular
por lo menos la casa y el huerto. Nadie tenía interés en recibir más de lo que podía cultivar.
El derecho de los comarcanos sobre el suelo, el derecho a la casa y huerto, a la tierra laborable y a
la marca común, se resume como unidad económica en la expresión hufe.
ocupan un grado medio entre los libres y los siervos, estado de semilibres que deben su nacimiento a la
sumisión voluntaria al vencedor.
El lite es sujeto de derecho, pero carece de libertad de domicilio y por la razón misma de su
nacimiento viene obligado a prestar servicios a su señor. El siervo pude ser promovido a la condición
semilibre mediante la manumisión o franqueamiento, sin que faltaran formas de manumitir privilegiadas que
determinan la libertad plena.
La organización política
El antiguo estado germánico se ofrece como una corporación para la guerra y para el derecho de
los miembros libres del pueblo; descansa sobre bases democráticas, si al afirmarlo se prescinde del dato de
que carece de derecho la parte de la población que vivía en servidumbre.
La civitas es una comunidad de población singular, cerrada y con sustantividad política. El gau es
una subdivisión, una asociación territorial, que presumiblemente procede del asentamiento de una Villena.
Las gentes del gau se encuentran ordenadas en las centenas que sirven a los fines del ejército y de la
administración judicial.
El centro político de la civitas descansa en la asamblea del país. Se reúne en épocas determinadas
abriéndose y clausurándose con actos religiosos. Los miembros del pueblo acuden armados.
El concilium es asamblea del ejército. Decide sobre la guerra y la paz.
Es en el concilium donde se arma a los jóvenes y se recibe a los manumitidos como asociados de
pleno derecho. También es asamblea electoral donde tiene lugar la elección y reconocimiento del rey.
Actúa como asamblea judicial y juzga especialmente sobre delitos políticos y militares, traición a la
patria, deserción al enemigo y cobardía.
En todas partes, la dirección de la civitas compete a una o a varias estirpes dominantes.
De tiempo en tiempo, dentro de una misma Nación se truecan recíprocamente realeza y principado.
Los príncipes actúan como jueces en el pagus, acaudillan en la guerra la sección del ejército de su distrito y,
en su conjunto, forman un consejo de la civitas al que incumbe resolver los asuntos ordinarios y preparar los
de mayor importancia que correspondían al concillium Civitatis. A causa de que los Estados constituidos en
principado carecían de una autoridad suprema permanente, se hizo indispensable elegir un duque para al
dirección del ejército en caso de guerra y la necesidad de la representación sacral de toda la civitas condujo
a la formación de una especial jerarquía eclesiástica territorial. El rey es el jefe del ejército y sumo sacerdote
de la Nación y tiene la cualidad de juez presidente en el concilium. Bajo él se encuentran como virreyes los
principales de cada distrito.
Los reyes se hacen conceder las dignidades y los títulos de las magistraturas de Roma o Bizancio.
La población romana conserva su libertad, su derecho y sus bienes y sólo tiene lugar una
distribución de la tierra basada en el sistema romano por cuarteles. Cada possessor romano tuvo que
ceder una parte de su fundo al germano que le había sido atribuido por sorteo, siempre con el fin de
asentamiento permanente y no para un acuartelamiento transitorio. A causa de que esta clase de
asentamiento distribuía espacialmente los nuevos moradores entre los provinciales romanos, quedó
facilitada en grado sumo la rápida fusión de ambas nacionalidades.
127
Hombres libres armados se dedican como gente de acompañamiento al servicio del rey, o de los
príncipes. Juran fidelidad y reciben protección, manutención y armamento, acompañándole en la paz como
en la guerra.
A causa de que la gente de acompañamiento vivía en la casa de su señor; su número sólo pudo
haber sido relativamente pequeño.
La declaración del derecho tenía lugar en la asamblea judicial pública. Todo habitante libre estaba
obligado a frecuentar la asamblea y a participar en la administración de la justicia. La apertura de la
asamblea se iniciaba por las preguntas solemnes.
La sentencia no se adoptaba por el juez, que era solo interrogador del derecho, sino que se
acuerda por la asamblea reunida, a base de una propuesta de sentencia que originariamente pudo solicitar
el juez de cada uno de los miembros de la asamblea presentes.
Si la propuesta encontraba el asentimiento y conformidad de los circunstantes, el juez dictaba un
mandamiento de derecho correspondiente a la sentencia.
El Derecho Procesal
El procedimiento público y oral, y descansaba por entero en el principio acusatorio, estaban
abandonadas a las partes la iniciación y la continuación del proceso.
La autoridad del tribunal era muy limitad y, en parte, venía a quedar sustituida por coacción jurídica
del formalismo. El proceso se iniciaba por el convenio litigioso en que las partes se obligaban a ventilar su
contienda ante el tribunal. El demandante podía citar en forma de pleito a su contrario. A la parte con plena
capacidad jurídica no le estaba permitido litigar por medio de representante. El demandante interpone su
propuesta de demanda con palabras solemnes y bajo la invocación de los dioses. El demandado jura
contestar la demanda.
Quien quedara descontento de la sentencia podía impugnarla, interponer una querella contra el
juzgador por causa de sentencia injusta.
A causa de que no era posible un contrato de reconciliación, solo cabía pronunciarse en la
sentencia a favor o en contra de la proscripción o de la muerte, despectivamente.
Las partes concluyen ante el tribunal un contrato en que se promete la práctica de la prueba. Los
medios de prueba eran de naturaleza formal. Incumbía por lo regular al demandado la carga probatoria.
Jura este unipersonalmente o con un número determinado de cojuradores que declaran que el juramento es
pureo y sin perjurio.
El concepto de los testigos era más limitado. Se tenían por tales los hombres que en la celebración
y los vecinos que declaraban sobre las circunstancias y los sucesos de la comunidad.
128
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Si ambas partes presentaban testigos llevaban precedencia, los del demandado. Subsidiariamente
tienen aplicación como medios de prueba los juicios de Dios. Como tales se conocían las ordalías del fuego
del agua, la ordalía de la suerte y el duelo.
El demandado que no comparece a la citación del tribunal incurre en una multa, salvo que pueda
disculpar su ausencia por un verdadero caso de necesidad.
La contumacia del demandado en su desobediencia le conducía finalmente a la pérdida de la paz.
Contra la parte que se negara a prometer el cumplimiento de la sentencia no se disponía de más
recurso que la pérdida de la paz, que no sólo comprendía la persona sino también el patrimonio de quien
perdió la paz.
El Período Franco
1. Historia General del Derecho
El Reino franco
El reino somete a todas las demás naciones de Alemania y estructura la serie de estados que han
erigido los pueblos germánicos sobre el continente romano. En la fundación del reino franco se conjugan las
conquistas de los núcleos de población románicos y germánicos, la iglesia católica favorece intensamente la
expansión del reino franco bajo Clodoveo y sus hijos.
Carlomagno convirtió el reino franco en una monarquía universal romano germánica, el Papa le
coronó emperador y como tal fue adorado, hecho que llevaba en germen la disolución del imperio franco.
La fuerza del imperio había menguado los asuntos interiores y los enemigos del exterior no le
dejaron subsistir, y, finalmente, se desmembró en cinco pequeños reinos.
La separación entre los francos del oeste y los francos del Este, en cuya unión había descansado la
esencia de la monarquía universal franca.
129
La tutela de la sippe viene a quedar reducida por los derechos del tutor nato a una situación de alta
vigilancia tutelar, asume el poder del Estado.
La iglesia pone en vigor una amplia prohibición de matrimonios entre parientes.
Dentro del círculo de los libres nacen relaciones personales y reales de protección y dependencia.
Los libres menesterosos de defensa se entregaban como hombres sub tuitio al dominio tutelar de un
poderoso que debía protegerles. Pagaban la protección en censos fijos o servicios y dejaban de contarse
entre los plenamente libres. Nació en el vasallaje una relación de protección y servicio de orden superior.
El contraste entre libres y no libres sufre también una debilitación gradual ya que en general, se
hace partícipes a los siervos obtienen una capacidad jurídica limitada y algunas clases de siervos obtienen
una condición próxima a la semilibertad, o bien ingresan directamente en el estado de los semilibres.
Los menestrales del rey y los servicasati del fisco alcanzan el wergeld y la posición de los
semilibres.
También tienen privilegios generales los siervos de la iglesia.
Los no libres podían ser enajenados como bienes muebles.
1. Las Leges
Están destinadas a recibir el derecho del tronco respectivo.
El contenido de las leges es en gran parte de la naturaleza jurídico penal y procesal.
En la mayoría de los troncos el contenido de la Lex redactada originariamente recibe adiciones y
sufre enmiendas con posterioridad por nuevos actos legislativos.
La lex salica interesa como el más primitivo y de mayor antigüedad de todos los derechos populares
alemanes. Solo que la estructura fundamental ostensible en los textos mas antiguos conservados,
únicamente puede haberla recibido la lex de un tiempo en que los francos estuvieran ya cristianizados en
parte, de forma que el cristianismo y el paganismo, ignorados por igual en las normas jurídicas mantuvieran
aún recíprocamente el equilibrio en la masa del pueblo, de un tiempo en que el reino franco se encontraba
ya bajo la soberanía de un rey, limitaba con el reino de los visigodos y había sobrepasado el Loira, y luego
de una modificación del sistema monetario sucedida poco antes, según la cual cuarenta denarios
componían un sueldo.
Algunos pasajes y normas jurídicas de la lex tienen por base la utilización de las leyes del rey
visigodo Eurico. El contenido de la lex, prescindiendo de la transformación jurídico consuetudinaria del
130
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
antiguo derecho salio fue modificado numerosas veces por nuevos actos legislativos de los que varios
fueron dictados sólo para alguno de los reinos fraccionarios merovingios.
La lex ribuaria, el derecho popular de los francos ribuarios, solo ha sido transmitida en un texto que
procede de la época carolingia, probablemente del siglo VIII, en todo caso antes del 803. Ha sido elaborada
con utilización de la lex salica y contiene también referencias a la Lex Burgundionum.
La redacción mas antigua transmitida del Derecho popular de los alamanos es el llamado pactus
que solo ha llegado a nosotros en cinco fragmentos. Trátese de Derecho estatuido que emplea las
expresiones jurídicas específicas de los francos salios y que probablemente nace en la primera mitad del
siglo VII, al parece bajo Dagoberto I.
Un derecho estatuido más extenso y mejor ordenado recibe el tronco de los alamanos por la lex
Alamannorum, de la que solo poseemos una redacción.
El derecho popular bávaro, la Lex Baiuwariorum fue redactado con fuerte utilización de aquellas
leyes del rey visigodo Eurico que habían permanecido vigente en los territorios de las Galias abandonados
por los visigodos después de la caída de Alarico II.
Presumiblemente dictó Carlomagno la Capitulatio de Parlibus Saxoniae en cierto modo una ley
sobre la condición de las personas llamada a procurar mediante penas severísimas la dominación de los
francos y del cristianismo.
Aproximadamente al mismo tiempo aparece la Lex Thuringurum, llamada en una de las dos formas
del texto que conocemos Lex Angliorum et Werinorum, hoc est thuringorum. Es una constitución de Derecho
para el tronco de los anglos establecido en Turingia, que vivía en el territorio de Unstrut y de los varinos sus
vecinos orientales. Esta basada en la lex ribuaria y en algunos pasajes utiliza también la Lex Saxonum.
La llamada Lex Frisionum no se ofrece como una Lex sino como una compilación de materiales de
diverso carácter y también de diferente tiempo de origen. En parte, contiene normas jurídicas que
presuponen la práctica del cristianismo y, en parte, otras indicativas de la supervivencia local del
paganismo.
2. Los Capitulares
La producción regia del derecho de la época merovingia lleva los nombres de edictum preceptio,
decretum, decretio, auctoritas. En la época Carolingia llegó a ser denominación técnica de aquella actividad
la palabra capitulares. Capitulum quiere decir una sección del documento donde se estatuye el Derecho. El
conjunto de los capítulos nacidos y escriturados simultáneamente fue llamado capitulares o capitula. La
forma de reducirlos a documento esta emparentada con la usual en los concilios eclesiásticos o laicos, los
capitulares se dividían en Capítula eclesiástica y Capítula mundana. Sin embargo, hay algunos que podrían
llamarse Capítula mixta, es decir, que regulan materias tanto eclesiásticas como seculares.
Hay tres clases típicas de capitulares:
1. Los capitula legi bus addenda, que debían tener igual fuerza legal que el derecho popular. En ellos
se crea bien derecho del tronco, y por tanto, derecho personal de los pertenecientes a un tronco
singular, o bien un derecho común para los pertenecientes a diversos troncos, según que debieran
adicionarse a una determinada Lex o a todas las Leges. Donde la jurisprudencia fue cosa de los
tribunales comunales, los capitula legi bus addenada requerían fundamentalmente el asentimiento del
pueblo.
2. Los capitula per se scribenda: ordenaciones propias que creaban derecho territorial del imperio o
del país.
3. Los capitula missorum, capitulares dirigidos a los missi reales. Por lo común les eran entregados al
partir para su distrito, fuera como instrucciones para sus actividades de funcionarios o bien para ser
publicados por ellos con el fin de observancia general.
131
3. Las Formulae Turonenses: más modernas que las de Marculfo, pero pertenecientes a la época
merovingia.
4. Las Collectio Flaviniacensis: reelaboración de las fórmulas de Marculfo y de las turonenses, que
aparece en el claustro burgundio de Flavigny en la segunda mitad del siglo VIII y contiene algunos
fragmentos propios importantes.
5. Las Formulae Senonenses: también inadecuadamente Appendix marculfi, probablemente el libro
formulario de un escribano del conde de Sens.
6. Las Formulae Biluricenses: compilación extraordinariamente desordenada de elementos de
varias épocas y que con probabilidad fueron recogidas en Bourges hacia los últimos tiempos del reinado
de Carlomagno.
7. Las Formulae Bignonianae: aparecidas antes de 775 en territorio jurídico de los salios.
8. Una colección de fórmulas francas occidentales: que ha publicado por primera vez Merkel,
redactadas primeramente en la época carolingia y en un lugar con densa población salia, pero
completadas por el año 775.
9. Las Formulae Salicae Lindenbrogianae.
10. Colección Pithoucense: recopilación de más de cien fórmulas o fragmentos de fórmulas para
negocios de Derecho privado que estaba contenida en un manuscrito desaparecido.
11. Las Fórmulas imperiales: Fórmulas para los documentos imperiales reunidas.
12. Las Formulae Augienses: tres colecciones aparecidas en el claustro de Reichenau.
13. El llamado formulario del obispo Salomón III de Constanza: reunió en San Gall el monje Notker
el Tartamudo, a fines del siglo IX.
14. Los fragmentos de San Emmeram: restos de una gran compilación que recibe las fórmulas
Lindenbrogianae y una reelaboración de las fórmulas de Marculfo.
Los documentos se dividen en documentos reales y documentos privados. Sólo los documentos
reales, de los cuales los diplomata, capitularia, plácita e indiculi son los más valiosos como monumentos
jurídicos. Son Públicos, es decir, hacen prueba por si mismos, porque son documentos irrefragables. A
diferencia de los documentos privados, podían crecer de testigos, característica que comparten con ellos los
documentos judiciales longobardos. Los documentos privados se dividen en Cartae y notitiae.
La carta es documento constitutivo, documento del negocio. El negocio jurídico que incorpora no
queda simplemente probado en el documento sino que se celebra en él. El documento se libra por la parte
contraria del destinarlo, es decir, del que debe recibirlo. Constituye la forma del negocio jurídico concluido
por carta el acto documental al que es de esencia la traditio cartae, la entrega del documento de mano de
su librador a la del destinatario.
concordancia de singulis causis. A base del edicto, de los capitulares y de leyes reales posteriores se
desarrolla en Italia una intensa actividad jurídica que tuvo su punto de partida en la Escuela de derecho de
Pavia.
Para la práctica de los tribunales se redactó poco después un extenso comentario al liber papiensis.
El libro recibió antes de 1100 una nueva forma, la llamada lombarda, que ordenó sistemáticamente y a su
vez glosó los materiales jurídicos y que fue comentado en el siglo XII. De entre las demás fuentes del
derecho longobardo hay que destacar el Cartularium Langobardicum. Es una colección de fórmulas
procedentes del siglo XI probablemente de Pavia, observadas en la traditio cartae por el librador o su
prolocutor y en las declaraciones verbales que precedían a la redacción de notitiae judiciales.
La Monarquía
La monarquía nacional germánica queda desplazada en el reino franco por otra de nueva
concepción, cuyas conquistas acrecentaron su poder en tal medida que reunió en sus manos la plenitud de
la soberanía estatal. En la población galorromana predominó una clase de súbditos habituados a una
dominación ilimitada.
Los carolingios prepararon inicialmente el camino hacia un fortalecimiento del poder real por la
expansión y desarrollo del germen del feudalismo y por la estrecha amalgama de la iglesia y el Estado. Pero
por obra y gracia de tales inspiraciones, que provocaron aquel robustecimiento sin acertar a mantenerlo
durante largo tiempo, el reino inició una decadencia incontenible.
Probablemente inspirado en un modelo anglosajón, agregó Carlomagno al título de rey la fórmula
reverencial del Gratia Dei. En la época carolingia se añaden la corona, la espada y la cruz.
Solo tiene derecho a la sucesión el tronco masculino de la casa real merovingia, sin distinción por
nacimiento con derecho a la sucesión, se divide entre ellos la administración del reino a partes y derechos
iguales, así que ninguno de los gobernadores parciales posee sobre los demás derechos de soberanía
como un rey de rango superior.
La llegada de Pepino al trono lo fue también de su casa a la estirpe real franca. Bajo los carolingios
se dividía la administración del reino en partes iguales con iguales derechos.
Los hijos del rey habidos fuera del matrimonio no tienen derecho alguno al trono frente a los in
matrimonium. En oposición al principio tradicional de la división, exigía la idea del imperio, por presuponer la
monarquía universal, que se introdujese la sucesión individual. La ordinatio imperio que ensayó un término
medio entre aquellos extremos mediante una división en partes y derechos desiguales, resultó impracticable
y, tras una serie de contiendas sin éxito, tuvo que ser repuesto en vigor el antiguo principio de división y así
se hizo el tratado de Verdun.
133
El reino pasa también al vástago real menor de edad. El derecho político franco, al igual que el bajo
derecho romano no tiene en cuenta la edad de la cabeza suprema del estado.
El acceso al gobierno fue, entre los merovingios, un acto estrictamente laico.
Desde Pepino y por influencia anglosajona se hizo usual la unción eclesiástica. En el siglo IX seguía
a la unción la coronación del rey, consistente en un acto eclesiástico o laico, pero que al igual de la unción
carece de significación jurídico-pública para la obtención de la dignidad real.
El rey tiene frente a todos los súbditos el poder del coto regio, es decir, el derecho de mandar y
prohibir bajo pena. Coto se llama a una orden de esa índole y a las consecuencias de su trasgresión.
Los súbditos deben al rey fidelidad: en la época merovingia, llamándose leudes u homines del rey y
fortalecen su obligación de fidelidad con un juramento de fidelidad. De otro lado todos los súbditos están
bajo la protección del rey. La paz general se ofrece como paz regia. La pérdida de la paz por orden del rey
se llama en las fuentes extra sermonem regis ponere.
El rey tiene potestad sobre el ejército, determina en cada caso la medida en que deben contribuir al
servicio militar los obligados a formar en el ejército. Es el órgano supremo de la conservación de la paz. El
rey tiene derecho a intervenir en los asuntos eclesiásticos, especialmente el derecho a la convocatoria de
sínodos y a la provisión de las dignidades episcopales.
El rey vivió en el período merovingio según el derecho salio y conforme al ribuario en la época
carolingia. La palabra real goza de alta veracidad. Su testimonio no puede impugnarse en el procedimiento,
bajo pena de muerte. Interpuesta acción en nombre del rey, su representante está desligado de la
obligación de fortalecer la demanda por un juramento previo.
134
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
B) La sociedad Feudal
Segunda Parte.
Europa Occidental.
135
Ante la falta de una burocracia pública, la coerción y administración locales se añadieron
inevitablemente a la función judicial.
La justicia medieval incluía un abanico mucho más amplio de actividades que la justicia moderna,
ocupaba estructuralmente una posición mucho más central dentro del sistema político global. La justicia era
el nombre ordinario del poder.
136
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Mac Bloch:
“La Sociedad Feudal”
Parte Primera
Capítulo V: Los Fundamentos del Derecho
El Imperio de la Costumbre
¿Cómo debía dictar sentencia un juez en la Europa prefeudal de principios del siglo IX? Su primer
deber era interrogar los textos: compilaciones romanas, si el proceso tenía que ser decidido por las leyes de
Roma; costumbres de los pueblos germánicos, edictos legislativos, que los soberanos bárbaros
promulgaron en gran número.
Fracciones enteras de la vida social estaban reguladas en los textos con mucha imperfección o no
lo estaban en absoluto. Por ello, junto al derecho escrito, existía ya una razón de tradición puramente oral.
En Francia, la última capitular es del 884; en Alemania, la fuente parece agotada desde el
desmembramiento del imperio.
En esta pobreza se ha creído a veces reconocer un efecto de la debilidad en que había caído el
poder monárquico. Pero esta explicación, que se podría admitir para Francia, evidentemente no vale para
Alemania, donde los soberanos eran mucho más fuertes. Incluso eso emperadores sajones o salios que, al
norte de los Alpes, siempre trataban casos individuales en sus diplomas, en sus Estados de Italia se hacían
legisladores, aunque en ellos no poseían una fuerza superior a la que tenían en Alemania.
En el curso del siglo X, las leyes bárbaras, como las ordenanzas carolingias, cesan poco a poco de
ser transcritas o mencionadas como no sea mediante ligeras alusiones. Las citas de leyes romanas que
puede hacer algún notario son, en la mayoría de los casos vulgaridades o, bien, carecen en absoluto de
sentido.
Las relaciones estrechas que unen así, en Francia y en Alemania, la decadencia de los antiguos
derechos con la de la educación entre los laicos resaltan, por otra parte, con claridad por algunas
experiencias en sentido inverso.
En la Inglaterra anglosajona, en la que la lengua de las leyes era la de todo el mundo, los jueces
que no sabían leer podían hacer que otra persona les leyera los manuscritos y comprenderlos, los príncipes
hasta canuto, se ocuparon en codificar las costumbres o en completarlas, y hasta en modificarlas
expresamente mediante sus edictos.
Allí donde el derecho cesó de fundarse sobre lo escrito, multitud de reglas antiguas de diversas
procedencias, se conservaban, no obstante, por tradición oral. Inversamente, en los países que continuaban
conociendo y respetando los antiguos textos, las necesidades sociales hicieron surgir a su lado,
completándolos o suplantándolos, un gran número de nuevos usos.
En las provincias continentales de la antigua Romania, ocupada por los bárbaros, mas tarde en la
Germania, conquistada por los francos, la presencia, unos junto a otros, de hombres que pertenecían por su
nacimiento a pueblos distintos, provocó, en un principio, la mas singular mezcolanza que pueda soñar, en
sus pesadillas un profesor de derecho.
A partir del siglo IX, nadie podía poner en duda que, régimen tal se hizo en exceso molesto y que
cada vez se adaptaba menos a las condiciones de una sociedad en la que la fusión de los elementos
étnicos estaba casi realizada.
La monarquía visigoda lo eliminó conscientemente desde el año 654. Pero cuando estos derechos
particulares estaban fijados por escrito, su fuerza de resistencia era grande. Es significativo que el país
donde se mantuvo mas tiempo esta multiplicidad de obediencias jurídicas fue la sabia Italia.
Su derecho agrario obedece a las costumbres particulares de su comunidad. Entre las cargas que
recaen sobre ellos, unas, que soportan en tanto que ocupantes del suelo, están fijadas por la costumbre del
señorío, cuyos límites casi nunca coinciden con los del terruño de la aldea; otras que, si son de condición
servil, alcanzan a sus personas, se regulan por la ley del grupo, en general mas restringido, que componen
los siervos de un mismo señor, habitando el mismo lugar.
Entre las reglas practicadas en el interior de distintos grupos de una determinada región, reinaba de
ordinario una gran semejanza; a menudo, incluso, este parecido se extendía mas lejos. Algunas ideas
137
colectivas, sólidas y simples, dominaron el Derecho de la era feudal, una veces propias de tal o cual
sociedad europea, y otras, comunes a toda Europa.
138
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
El impulso llegó de Italia, favorecida por una vida de relaciones más intensa que la de antaño, la
acción del grupo boloñés se propagó por sus enseñanzas, abiertas a los auditores extranjeros, por el escrito
y por la emigración, en fin, de muchos de sus maestros.
Esta penetración no dejó de suscitar vivas oposiciones. De esencia secular, inquietaba, por su
paganismo latente, a muchos hombres de iglesia.
Los teólogos lo acusaban de suplantar las únicas especulaciones que les parecían dignas de los
eclesiásticos. Los propios reyes de Francia o sus consejeros parecen haberse mostrado inquietos por las
justificaciones que proporcionaba con facilidad a los teóricos de la hegemonía imperial.
En el mediodía de Francia, donde la tradición consuetudinaria conservó con fuerza la huella
romana, los esfuerzos de los juristas, permitiendo el acceso a los textos originales, tuvieron por resultado
elevar el Derecho escrito a la categoría de una especie de Derecho común, que se aplicaba a falta de usos
expresamente contrarios.
En otras partes, la acción fue menos directa, incluso allí donde encontraba un terreno favorable las
leyes ancestrales estaban enraizadas con demasiada solidez en la “memoria de los hombres” y demasiado
estrechamente ligadas a la estructura social, muy diferente de la antigua Roma, para tolerar ser
trastornadas por la voluntad aislada de algunos profesores de leyes.
Si en los siglos XII y XIII se ve a algunos notarios luchar para expresar, en el vocabulario de los
códigos, la realidad de su tiempo, estas torpes tentativas no tocaban al fondo de las relaciones humanas.
Enfrentados con los preceptos puramente tradicionales que hasta entonces gobernaron la sociedad,
la actitud de los hombres formados en la escuela del derecho romano debía ser necesariamente la de
trabajar para borrar sus contradicciones y sus incertidumbres.
La reagrupación de los elementos sociales en grandes Estados o principados favorecía no sólo el
renacimiento de la legislación sino también, en vastos territorios, la extensión de una jurisprudencia
unificadora.
Existen escritores que, sin misión oficial y para comodidad de los prácticos, se dedican a poner por
escrito las normas jurídicas en vigor en sus regiones.
Durante las generaciones siguientes, la obra debía proseguirse con actividad; tanto que, para
comprender una estructura social imperfectamente descrita antes del siglo XIII y de la que a pesar de
graves transformaciones, muchos rasgos subsistían todavía en la Europa de las grandes monarquías, es
forzoso referirse con frecuencia, con todas las precauciones necesarias a estas obras relativamente tardías,
pero en las que se refleja la claridad organizadora propia de la edad de las catedrales y de las sumas.
¿Pero este Derecho que a partir de ahora, estaba fijado en parte, y que, en su totalidad, se
ens1eñaba y escribía, no perdería mucho de su plasticidad y diversidad? Es cierto que nada en absoluto le
impedía evolucionar, y eso fue lo que hizo. No obstante, se modificaba más conscientemente y, por
consiguiente, más raramente, pues reflexionar sobre un cambio es siempre exponerse a renunciar a él. A un
período singularmente inconstante, a una edad oscura y profunda gestación, va a suceder, a partir de la
segunda mitad del siglo XII, una era en que la sociedad tendrá tendencia a organizar las relaciones
humanas con mas rigor, a establecer unos límites más claros entre las clases, a barrer muchas variedades
locales y a no admitir, en fin, mas que transformaciones muy lentas.
La Venganza
La Edad Media, y en particular la era feudal, vivieron bajo el signo de la venganza privada. Esta
incumbía ante todo como el más sagrado de los deberes, al individuo ofendido.
El hombre aislado no podía hacer mucho, y, además, con frecuencia lo que había que expiar era
una muerte. Entonces, entraba en liza el grupo familiar y se veía nacer la faire, según la vieja palabra
germánica que se extendió por toda Europa.
“la venganza de los parientes que llamamos faide”, dice un canonista alemán. Ninguna obligación
moral parecía más sagrada que esta.
Entre los frisones, el mismo cadáver reclamaba la venganza; guardado en la casa, se consumía,
hasta el día en que los parientes, cumplida la faide, tenían por fin derecho a enterrarlo.
Todo el linaje, agrupado de ordinario bajo las órdenes de un “jefe de guerra”, tomaba las armas para
castigar la muerte o solamente la injuria inferida a uno de los suyos. Pero no sólo contra el autor de la
ofensa, pues a la solidaridad activa respondía una solidaridad pasiva. En Frisia, la muerte del asesino no
era absolutamente necesaria para que el cadáver, ya aplacado, fuese bajado a la tumba; bastaba la de un
miembro de su familia.
Entre estas venganzas, las crónicas han retenido en especial las luchas entre los grandes linajes
caballerescos.
En todas las capas sociales triunfaban las mismas costumbres. Sin duda cuando en el siglo XIII la
nobleza se constituyó definitivamente en cuerpo hereditario, tendió a reservarse, como un timbre de honor,
todas las formas del recurso de las armas.
La renunciación a toda venganza, que no era ni posible en la práctica, ni moralmente concebible
imponerla a una casta guerrera, era más fácil obtenerla del resto de la población. Así la violencia se
convirtió en un privilegio de casta; al menos en principio. Pues incluso algunos autores estiman que “solo
los gentilhombres pueden guerrear” no disimulan la ineficacia real de esta regla.
Si las primeras constituciones urbanas tuvieron la paz como principal motivo de preocupación: si
aparecieron, en esencia, según el nombre que ellas mismas se daban a veces, como documentos de paz,
fue, en especial, porque entre muchas otras causas de desórdenes, las burguesías nacientes estaban
desgarradas.
Estos sentimientos no eran únicos, sino que chocaban con otras fuerzas mentales: el horror ante la
sangre vertida que enseñaba la iglesia; la noción tradicional de paz pública y sobre todo, la necesidad de
que esta paz no fuese alterada.
Los “odios mortales” que sin cesar engendraban los vínculos del linaje eran indiscutiblemente una
de las causas principales del ambiente de desorden. Pero solo algunos utopistas podían soñar en conseguir
140
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
su total abolición, pues formaban parte integrante de un código moral al que, en lo secreto de sus
corazones, los más ardientes apóstoles del orden continuaban fieles.
En su mayor parte, los poderes públicos no actuaron de otro modo; se dedicaron a proteger a los
inocentes contra los más injustos abusos de la solidaridad colectiva y fijaron plazos para prevenirse; se
dedicaron a distinguir las represalias autorizadas de los simples bandidajes, emprendidos con la excusa de
una expiación.
Salvo en Inglaterra la desaparición de todo derecho legal de venganza fue uno de los aspectos de
la tiranía real. Tanto mas que los propios procedimientos judiciales, cuando por casualidad la parte
lesionada los prefería a la acción directa, no eran otra cosa que venganzas regularizadas.
La facultad de querellarse correspondía casi siempre de manera exclusiva a los parientes y aun en
el siglo XIII en las ciudades y principados mejor organizados el homicida no podía ser perdonado por el
soberano o por los jueces si antes no se conciliaba con la familia de la victima.
Según usos muy antiguos, la reconciliación se hacía, de ordinario mediante la entrega de una
indemnización.
A decir verdad, las tarifas de composición que poco antes la leyes bárbaras elaboraron con tanta
minucia y en particular en caso de muerte, el sabio escalonamiento de los precios del hombre ya no se
mantenía y aún muy retocada, mas que en algunos lugares.
Los viejos derechos étnicos habían sido sustituidos por costumbres de grupo, comunes a
poblaciones de tradiciones penales opuestas. Los poderes públicos, en otros tiempos interesados en el
estricto pago de las sumas prescritas, por que en ellas tenían una parte, perdieron durante la anarquía de
los siglos X y XI la fuerza de reclamar nada.
Como la venganza, el pago que le ponía fin interesaba a grupos enteros, si bien parece que
cuando se trataba de una simple ofensa se estableció el uso de limitar la compensación al individuo
ofendido. Cuando se trataba de una muerte o de una mutilación, era la familia de la victima la que, en todo o
en parte, cobraba el precio del hombre.
De ordinario, el pago de la indemnización no bastaba para sellar el trato: era necesario, ademas, un
rito de satisfacción o más bien de sumisión para con la victima o los suyos. Con frecuencia al menos entre
personas de una categoría relativamente distinguida, revestía la forma del gestote subordinación de más
grave sentido que se conocía entonces: el del homenaje de boca y de manos. Incluso en este acto,
contaban más los grupos q los individuos.
La Solidaridad Económica
El occidente feudal reconocía, de manera unánime, la legitimidad de la posesión individual, pero en
la práctica, la solidaridad del linaje se prolongaba, con frecuencia, en sociedad de bienes. Por todas partes,
en los campos, numerosas hermandades agrupaban alrededor de un mismo fuego, de un mismo puchero y
en la misma tierra indivisa a varias familias emparentadas. El señor, muchas veces, animaba o imponía
estas compañías, pues juzgaba ventajoso el tener a sus miembros, de buen o mal grado, como solidarios
del pago de censos.
Sin duda estas costumbres eran menos generales en las clases más elevadas, porque el
fraccionamiento se hace más fácil a medida que la riqueza aumenta.
Multitud de pequeños señores practicaban como los campesinos, la indivisión explotando en común
el patrimonio y viviendo todos juntos en el castillo ancestral.
Incluso, consideraron como indiviso el gobierno general del feudo, y usaban todos, de manera
uniforme, el mismo título de conde o príncipe de toda Provenza.
Cuando, por otra parte, la posesión era francamente individual tampoco escapaba por ello de toda
traba familiar. Entre dos términos que nosotros juzgaríamos antinómicos, esta edad de participación jurídica
no veía ninguna contradicción.
¿Ocurre que algún pariente no habiendo sido consultado en la ocasión, pretende, a veces después de
muchos años argüir la nulidad del acto? Los beneficiarios claman la injusticia o la impiedad, y algunas veces
llevan el asunto ante un tribunal y ganan la causa.
Sin embargo, después del siglo XII, a estas costumbres a menudo inciertas, pero sometidas a
algunas grandes ideas colectivas, las substituyó poco a poco un Derecho mas lleno de rigor y de claridad.
Por otra parte, las transformaciones de la economía hacían cada vez menos soportables las dificultades
opuestas a los cambios. Hasta poco antes las ventas inmobiliarias habían sido bastante raras: incluso su
legitimidad, ante la opinión común, parecía discutible, si no tenían por excusa una gran pobreza. Cuando el
comprador era una iglesia se disfrazaban bajo el nombre de limosnas.
A partir de ahora, la pura venta, por el contrario, va a convertirse en una operación frecuente y que
se declara con franqueza. Ciertamente, para hacerla libre en absoluto, fue necesario, en sociedades de tipo
excepcional, el espíritu comercial y la audacia de algunas grandes burguesías.
141
Se aspiraba en principio a que, antes de cualquier enajenación a título oneroso, el bien fuese objeto
de una oferta previa a los parientes, al menos si provenía de una herencia; restricción grave que debía
hacerse duradera. Después, a partir de principios del siglo XIII se reconoció a los miembros de la familia, en
un radio y según un orden dados, la facultad, una vez hecha la venta, de sustituir al comprador mediante la
entrega del mismo precio pagado por este. En la sociedad medieval, no hubo institución más universal que
este “retracto de linaje”.
Así, a través de los tiempos, se perpetuaba bajo formas a la vez menos fluctuantes y más
atenuadas, el imperio económico del linaje.
142
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Guerreros domésticos
Sin embargo, ya desde entonces existía un grupo de personas en dependencia, distinto por sus
condiciones de vida. Era el que integraban, alrededor de cada poderoso y del propio rey, sus guerreros
domésticos. Pues el más urgente de los problemas que se imponían entonces a las clases dirigentes era
mucho menos el administrar, durante la paz, el estado o las fortunas particulares, que procurarse los medios
de combatir. Pública o privada, emprendida como diversión o con el fin de defender los bienes y la
existencia, la guerra tenía que aparecer, durante muchos siglos, como la trama cotidiana de toda la vida de
un jefe y la razón de ser profunda de todo poder del mando.
143
Todo hombre libre era un guerrero. El estado franco, bajo sus dos dinastías sucesivas, mantuvo el
principio de la leva general que, por otra parte, tenía que mantenerse durante toda la edad feudal y aun
sobrevivirle. Las ordenanzas reales se esfuerzan en vano para regular esta obligación proporcionalmente a
los medios de fortuna, intentando reunir a las gentes más pobres en pequeños grupos, cada uno de los
cuales debería proporcionar un soldado.
Ocupado por los ciudadanos de una agricultura mas estabilizada, el germano común, en la época
de las migraciones, guerrero mas que campesino se convertía poco a poco en campesino mas que
guerrero.
En cambio, en el estado franco, aparte las guardias que rodeaban al rey y a los grandes, no existían
otras tropas permanentes, y por tanto, tampoco instrucción regular de los reclutas. Falta de diligencia y de
experiencia y dificultades de armamento. Estos defectos pesaron sin duda desde un principio en el sistema
militar del período merovingio.
En cuanto al combate, la carga a caballo se convirtió en una de sus formas más frecuentes, pero no
la única. Cuando las condiciones del terreno lo exigían, los guerreros desmontaban y provisionalmente, se
convertían en soldados a pie.
Todo conspiraba en la Galia franca, para hacer cada vez más necesaria la presencia de guerreros
profesionales, educados por una tradición de grupo y que fuesen, ante todo, jinetes.
En medio del desorden de la época merovingia, el empleo de semejantes sequitos armados debía
imponerse más que nunca. El rey tenía su guardia, a la que se llamaba truste y que, en gran parte, estaba
formada por jinetes. También la tenían sus principales súbditos, ya fuesen francos o de origen romano.
Estos gladiadores formaban cuadrillas bastante mezcladas, en las que no faltaban aventureros de
la peor calaña. Los amos no dudaban en enrolar a ellas a los más vigorosos de sus esclavos; sin embargo,
parece que los hombres libres eran en mayor número.
No obstante, de manera progresiva cedió lugar a un nombre indígena: el de vasallo, destinado a
tener una gran expansión. Esta nueva denominación no era de origen romano, sino celta.
El sentido de vasallo en el momento de su paso al latín vulgar, era mucho más humilde: muchacho
joven y también por un deslizamiento semántico análogo al que sufrió el latín puer esclavo domestico. ¿A
los que el amo tiene siempre a su alrededor no los llama con naturalidad sus muchachos? Este segundo
valor es el que continúan dando a la expresión en la Galia Franca diversos textos escalonados entre los
siglos VI y VIII.
Los otros miembros de esta cohorte, sin ser esclavos, Vivian también en la vivienda del amo,
llamados a servirle de mil maneras y a recibir directamente sus órdenes. Ellos eran sus muchachos, por lo
que se les incluyó, junto con sus camaradas de nacimiento servil, bajo el nombre de vasallos, desde
entonces especializado en su significación de seguidores de armas.
Por último, la denominación que hasta entonces había sido común, evocadora de familiaridad, fue
reservada para los hombres libres de la tropa.
Los vínculos que unían a estos camaradas de guerra con su jefe eran uno de esos contratos de
fidelidad libremente consentidos propios de las situaciones sociales mas respetables. El nuevo recluta
enrolado en esta tropa juraba fidelidad, a cambio de lo cual el rey se comprometía a socorrerlo. Estos eran
los principios en que se basaba toda encomienda; sin duda, los poderosos y sus gasindi o vasallos
intercambiaban promesas análogas.
A medida que, en la descomposición del Estado, todo gobernante tenía que buscar sus ayudas de
una forma mas exclusiva entre los hombres que estaban directamente agregados, y que, en la decadencia
de las viejas costumbres militares, el llamamiento al guerrero profesional se hacia cada día mas necesario y
mas admirada la función de todos los que eran portadores de armas, quedó evidente que, entre todas las
formas de subordinación entre individuos, la mas elevada consistía en servir con la espada, la lanza y el
caballo a un señor al que se declaraba solemnemente la fidelidad.
Pero ya empezaba a vislumbrarse una influencia que, actuando profundamente sobre la institución
del vasallaje, debía de manera amplia, hacerla desviar de su primera orientación.
El Vasallaje Carolingio
De la política de los carolingios se puede decir que estuvo dominada por hábitos adquiridos y por
principios. Salidos de la aristocracia, llegados al poder como consecuencia de un largo esfuerzo contra la
monarquía tradicional, los primeros de la raza se hicieron, poco a poco, amos del pueblo franco, agrupando
a su alrededor un ejército de guerreros domésticos e imponiendo su patronazgo a otros jefes.
Deseaban que reinase el orden y la paz cristiana en sus reinos, y querían soldados para extender a
lo lejos su dominación y llevar contra los infieles la guerra santa, generadora de poder y fructuosa para las
almas.
144
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
145
Este homenaje servil se oponía al de los vasallos por un contraste decisivo: no tenia necesidad de
ser renovado de generación en generación. Pues se llegaron a distinguir dos maneras de estar ligado a un
jefe. Una es hereditaria, y esta marcada por toda clase de obligaciones que son tenidas como de naturaleza
bastante baja. Sobre todo, porque excluye toda elección en la sujeción, ella constituye todo lo contrario de
lo que ahora se llama libertad. La mayor parte de encomendados de orden inferior cayeron en la
servidumbre.
La otra relación que se llama vasallaje, dura de derecho, si no de hecho, únicamente hasta el día en
que terminará una u otra de las dos vidas atadas. Por esta misma nota distintiva, que le ahorra el ofensivo
aspecto de una obligación heredada con la sangre, se acomoda al honorable servicio de la espada, pues la
forma de ayuda que comporta es esencialmente guerrera. El vasallaje militar representaba su aspecto mas
elevado.
146
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
El poderoso que forzaba a uno más débil a vincularse a él, exigía que las cosas le estuviesen sometidas
como las personas. Los inferiores ofrecían con sus propias personas, sus tierras al jefe. Este, una vez
contraído el vinculo de subordinación personal, restituía al nuevo sometido los bienes cedidos pero no sin
haberlos ligados a su derecho superior, lo que se expresaba por el peso de cargas diversas. Este gran
movimiento de entrega del suelo se prosignó, durante la época franca y la primera edad feudal, de arriba
debajo de la sociedad. Pero las formas eran muy distintas, según la categoría del encomendado.
Al rústico, su fondo le era devuelto cargado de censos, en especie o en dinero y de prestaciones
personales agrícolas. El personaje de condición más elevada y de costumbres agrícolas. El personaje de
condición más elevada y de costumbres guerreras, después de haber prestado homenaje recuperaba su
antiguo patrimonio en calidad de honorable feudo de vasallaje. Entonces acabo de marcarse la oposición
entre las dos grandes clases de derechos reales: por un lado, las modestas tenores en villanía, que
obedecían a las costumbres colectivas de los señoríos y por el otro, exentos de toda dependencia, los
alodios.
Un poseedor de alodio puede con facilidad tener por debajo suyo a feudatarios, cuyos derechos de
disfrute del suelo, en la practica, con frecuencia hereditarios, limiten imperiosamente el suyo. En otras
palabras, el alodio no es forzosamente hacia abajo un derecho absoluto; pero lo es hacia arriba.
La anarquía que acompaño y siguió al desmoronamiento del Estado Carolingio ofreció a bastantes
feudatarios la ocasión de apropiarse pura y simplemente de los feudos que recibieran en concesión
condicional, en particular cuando el que había concedido era un iglesia o el rey. He aquí por ejemplo, con
treinta y ocho años de diferencia, dos documentos de limoges.
Como el sistema feudal, que se definía esencialmente bajo la forma de una red de dependencias,
no alcanzó jamás, ni aun en las regiones donde había nacido, el estado de un régimen perfecto, siempre
subsistieron alodios. Pero, muy abundantes todavía bajo los primeros carolingios, su numero, a partir del
siglo X, fue decreciendo con inusitada rapidez, mientras que el de los feudos aumentaba sin cesar. El suelo
entra en sujeción junto con los hombres.
Fuese cual fuese la procedencia real del feudo de vasallaje se presentaba oficialmente como
concedido al señor. La intervención de un acto ceremonial, concebido según las formas comunes entonces
a todas las tradiciones de derechos reales, que recibía el nombre de investidura. El señor entregaba al
vasallo un objeto que simbolizaba el bien, contentándose con frecuencia con un simple bastoncillo.
Los juristas bordaron poco a poco una multitud de distinciones, variables según los países. Cuando
la donación era entregada a un nuevo vasallo, la investidura tenia lugar inmediatamente después del
homenaje y la fe; nunca antes.
En principio, cualquier bien podía ser feudo. En la práctica la condición social de los beneficiarios
cuando se trataba de feudos de vasallaje imponía ciertos límites.
En una palabra, la mayor parte de los feudos de vasallaje eran señoríos grandes o pequeños.
Otros, sin embargo consistían en rentas que, dejando por igual a sus poseedores el privilegio de una noble
ociosidad, no incluían salvo a titulo accesorio, poderes sobre los otros dependientes.
Estos feudos de cámara tenían amplias ventajas.
Sueldo de un encomendado, la concesión en feudo tenía por duración natural la del vínculo humano
que era su razón de ser.
El beneficio o feudo fue en adelante considerado como debiendo ser detentado por el vasallo hasta
su muerte o la de su señor y solo hasta ahí.
Ayuda y Protección
Ayudar y proteger: con estas palabras de los mas antiguos textos resumían las obligaciones
recíprocas del fiel armado y de su jede.
Era fatal que se sintiese de manera creciente, la necesidad de precisar las consecuencias jurídicas
del contrato de homenaje: en particular, en cuanto a las cargas del subordinado.
Los juristas profesionales no tuvieron más que un papel tardío y, en suma mediocremente eficaz.
Pero, aunque interesante como síntoma de la penetración del Derecho culto en un terreno que
hasta entonces había sido extraño, esta tentativa consiguió elevarse por encima de una escolástica
bastante vacía. La acción decisiva, en todas partes, correspondió a la costumbre, alimentada por los
precedentes y cristalizada por la jurisprudencia.
Después se tomo la costumbre cada vez con más frecuencia de hacer pasar estas estipulaciones
antes puramente tradicionales, al propio acuerdo. El juramento de fe que se podía alargar a voluntad, se
prestaba a su minucia mejor que las pocas palabras con que se acompañaba el homenaje. La sumisión del
147
hombre fue reemplazada por un contrato prudentemente detallado. Un exceso de precaución, que nos dice
mucho sobre la debilitación del vínculo, el vasallo no prometió solo ayudar, sino que también se
comprometió a no perjudicar.
Por definición, el deber primordial era la ayuda de guerra. El hombre de boca y de mano debe servir
en persona a caballo y con su arnés completo. Sin embargo, raramente comparece solo. Ademas de sus
propios vasallos, si los posee, que se agruparan bajo su bandera, su comodidad, su prestigio y la costumbre
le obligan a hacerse seguir por uno o dos escuderos como mínimo.
Con frecuencia el vasallo es asimismo obligado a tener g guarnición en el castillo señorial.
Cuando el mismo posee una casa fuerte, deberá abrirla su señor.
Poco a poco, las diferencias de rango y de poder, la formación de tradiciones necesariamente
divergentes, los acuerdos particulares, e incluso los abusos transformados en derechos introdujeron en
estas obligaciones innumerables variantes.
Un grave problema nacía de la Jerarquización de los homenajes. Al propio súbdito y señor, más de
un vasallo disponía a su vez, de vasallos. El deber, que le mandaba ayudar a su señor con todas sus
fuerzas, parece que le debía obligar a presentarse en la hueste señorial rodeado por todos sus
dependientes. La costumbre, no obstante, le autorizó muy pronto a no llevar más que una cantidad de
servidores.
Esta progresiva reducción hacia arriba de la obligación militar fue sin duda, una de las principales
causas de la ineficacia final del sistema de vasallaje, como medio de defensa o de conquista en manos de
los poderes públicos.
Los vasallos, grandes y pequeños, asociaban ante todo a no se retenidos en el servicio de manera
indefinida.
Por el contrario, los viejos derechos germánico usaron con amplitud de una especie de plazo tipo,
fijado en cuarenta días.
La legislación militar franca lo adoptó como límite del tiempo de reposo a que tenían derecho los
llamados a las armas entre dos convocatorias. Esta cita tradicional, que acudían naturalmente al espíritu
proporciono desde fines del siglo XIl, la norma ordinaria de la obligación impuesta a los vasallos. Una vez
transcurrido el plazo, eran libres de volver a sus casas, lo más a menudo para el resto del año.
Pero, entonces, debían ser pagados por el señor. El feudo, antaño salario del satélite armado había
dejado de cumplir su primera misión hasta tal punto que era preciso suplirla con otra remuneración.
El señor no se limitaba a llamar a sus vasallos solo para el combate. En tiempo de paz, formaban
su corte, que en fechas más o menos regulares, coincidiendo de ordinario, con las principales fiestas
litúrgicas, convocaba con gran aparato: era al mismo tiempo tribunal, consejo que la moral política de la
época imponía al señor en todas las circunstancias graves, así como también servicio de honor.
El señor, por la costumbre y por el interés distribuía a sus hombres los regalos de caballos, de
armas y de vestidos, que eran a la vez la prenda de su fidelidad y el signo de su subordinación: y, por
ultimo, que la presencia de los vasallos no dejo nunca de ser exigida con exactitud.
La fe imponía al vasallo ayudar a su señor en todas las cosas. Desde luego, con su espada y con
su consejo: a lo que mas tarde se añadió: con la bolsa también.
En los principios se entreve una simple practica de regalos, excepcionales y mas o menos
benévolos.
La ayuda para la cruzada, o también, la que el señor cobraba cuando sus superiores lo callaban a
el mismo. De esta forma, el elemento dinero se introducía poco a poco entre las viejas relaciones hechas de
fidelidad y de hechos.
Todavía debía introducirse por otro camino. Forzosamente, el servicio de guerra dejaba por
momentos de ser cumplido. Entonces el señor reclamaba una multa o indemnización: en ocasiones, el
vasallo ya la ofrecía por adelantado.
A partir del siglo XIII el deber militar se hizo simplemente cada vez menos apremiante sin tasa de
sustitución.
El deber de proteccion se prestaba menos que el de servicios a semejantes precisiones. El hombre
será defendido por su señor contra toda criatura que viva o que muere. Sobre todo en su integridad física:
también en sus bienes y mas particularmente en sus feudos. De este protector convertido en juez surge una
buena y pronta justicia.
Primitivamente, como retribución del servicio: el feudo había restablecido el equilibrio. A medida
que, transformado en la práctica en bien patrimonial, su función primitiva cayó en el olvido, la desigualdad
de las cargas pareció más evidente y mas vivo, por consiguiente fue el deseo de limitar su carga entre
aquellos a los que perjudicaba.
148
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
El hombre que no tiene señor, si su parentela no toma su suerte en sus manos, es, según el
derecho anglosajón del siglo X, un ser fuera de la ley. El vasallo, frente al señor y este, frente a su sometido,
quedó durante mucho tiempo como un pariente suplementario.
La originalidad del mundo feudal es haber concebido la relación desde abajo hacia arriba. Las
obligaciones de dependencia y de gratitud así contraídas eran muy fuertes. Por el contrario, del señor para
con el vasallo los derechos se hicieron mucho mas precisos.
A pesar del relajamiento progresivo del vínculo de vasallaje no pudo escapar a este peligro, cuya
sombra acecha a casi todo régimen de protección personal: transformarse en un mecanismo de explotación
del débil por el fuerte.
Reciprocidad y Rupturas
El contrato de vasallaje unía dos hombres que por definición, no eran del mismo rango. Pero fuese
cual fuese cual fuese el desequilibrio entre las cargas exigidas de una y otra parte no dejaban de formar un
todo indisoluble, la obediencia del vasallo tenía como condición la obligación del señor de cumplir sus
promesas.
El hombre debe a su señor fe y lealtad en razón de su homenaje como este debe a su hombre.
Pero en la inmensa mayoría de los casos el vínculo personal se unía a uno material. Cuando la falta
incumbía al vasallo no había dificultad: el bien volvió al señor ofendido. Era lo que se llamaba el comiso.
Cuando la responsabilidad de la ruptura corresponde al señor el problema es más delicado. El
feudo, remuneración de los servicios que se dejaban de prestar, perdía su razón de ser.
La Jerarquización de las fidelidades permitió salir de esta dificultad. Los derechos del señor indigno
pasaban a su propio señor: igual que si habiendo saltado un eslabón la cadena se cerrase por encima del
vacío.
La legislación carolingia definió los agravios que, a sus ojos justificaban el abandono del señor por
el vasallo.
En primer lugar, el tribunal señorial, formado por los propios vasallos, a los que se tenía por jueces
naturales de los procesos entre el señor y el hombre de este, su igual: después, en el grado superior del
jefe al que el señor a su vez, había prestado el homenaje.
Pero el gran defecto del feudalismo fue precisamente su ineptitud para constituir un sistema judicial
verdaderamente coherente y eficaz.
149
Lo seguro es que de los súbditos libres, confiados a su custodia, los oficiales reales no tardaron
mucho en exigir por su propia cuenta, mas de una tasa o de una prestación de trabajo.
Con el nombre honorable de regalo o servicio benévolo, pero pronto, el abuso se convertía en
costumbre.
La inmunidad fortificaba el poder señorial.
Muchos pequeños bienes independientes fueron, sin ninguna clase de proceso sumados a los
señoríos.
Los señores se extendieron por otro procedimiento, a fuerza de contratos.
Seguramente existen muchos medios para imponer la protección a uno mas débil aunque no sea
mas que empezando por perseguirlo.
No por ello debemos pensar que la situación del hombre sin señor era envidiable. Aquel campesino
que transformaba su alodío en censo, bajo la condición de ser en adelante “guardado, defendido y
garantizado”. En ocasiones era una aldea en bloque la que se colocaba bajo la protección de un poderoso.
No todas las conquistas de los señores fueron rurales: el régimen de la Tenure con sus cargas
ordinarias se introdujo hasta en las antiguas ciudades romanas.
El señorío era una aglomeración de pequeñas fincas sometidas y el propietario alodial, al
convertirse en colono, aunque asumía obligaciones nuevas no cambiaba las condiciones de su explotación.
150
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Todo elemento contrario al principio del modo de producción feudal prepara su destrucción. Este
principio es la propiedad de las tierras en diferentes grados y la propiedad limitada de las personas, de
donde resultaba un circuito casi totalmente cerrado entre el producto agrícola y el consumo conjugado de
las clases campesinas y las clases feudales.
Que los intercambios exteriores perturban ese circuito, que la circulación monetaria se desarrolla,
que la propiedad absoluta progresa ante la propiedad feudal, que los hombres libres son cada vez mas
numerosos que aquellos que están vinculados a las relaciones feudales, que la ciudad adquiere una gran
importancia al lado de los campos, que se constituyen fortunas mobiliarias, que los impuesto del estado
vienen a competir con los tributos señoriales: todos estos hechos son amenazas a la pureza del régimen
feudal y preparan su disgregación.
Estos esbozos aislados retroceden en seguida y no se puede hablar de verdadero paso al
capitalismo más que cuando regiones suficientemente extensas viven bajo un régimen feudal francamente
nuevo. El paso solo es decisivo cuando las revoluciones políticas sancionan jurídicamente los cambios de
estructuras y cuando nuevas clases dominan el estado. Por eso la evolución dura varios siglos. Al final se
acelera por la acción consciente de la burguesía. Por tanto, la instalación del capitalismo será al final más
rápida que la del feudalismo, igual que la del socialismo, más consciente aún, tiene la posibilidad de ser aún
más rápida.
1. Por el ejemplo que dan a muchas comunas rurales que se liberan también;
2. Por el asilo que ofrecen a los siervos fugitivos, otra fuente de libertad.
En el interior de las ciudades, los nobles, los mercaderes, las corporaciones artesanas se disputan
el poder municipal, se eliminan recíprocamente o firman compromisos.
151
En efecto, vemos que si la crisis general del feudalismo, en los siglos XIV y XV que se mantengan a
flote algunas ilustres prosperidades urbanas, algunas brillantes fortunas mercantiles, resulta que esta
impresión es mas una apariencia que una realidad. Es el tiempo del lujo de las grandes construcciones del
mecenazgo artístico. Pero no es, en cambio, el auge productivo. Las grandes burguesías enriquecidas viven
en lo sucesivo de rentas, o compran tierras feudales; imitan a los grandes señores.
En el interior de las comunidades, las luchas de clase se agravan y los sistemas representativos,
que siempre habían sido oligárquicos, se transforman en “tiranías”.
Por ultimo, las ciudades que habían realizado las mas importantes repúblicas mercaderes, las del
mediterráneo, caen en una decadencia al menos relativa por el hecho de la conquista de oriente por los
turcos y ante el próximo triunfo de las rutas comerciales del Atlántico.
La primera etapa de la formación del capitalismo, tras la crisis de los siglos XIV y XV, no podía
basarse más que en un salto delante de las fuerzas productivas: este tuvo lugar entre mediados del siglo
XV y mediados del XVI.
152
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
• Los Saqueos: delicadas alhajas arrebatadas a los indios de las islas, inmensos tesoros, de los príncipes
mejicanos e incas: todo fue directamente transferido a Europa.
Esta claro que de todas formas una economía no puede basarse durante mucho tiempo en el
simple y puro saqueo.
Además, desde el tiempo de Isabel, una de las grandes fuentes de enriquecimiento en la corte real
inglesa había sido la piratería, el pillaje directo de los cargamentos españoles
• Explotación Colonial y alza de precios en Europa: Se produce en Europa en el siglo XVI una llegada
masiva de oro y sobre todo de plata; esto desencadena una “Revolución en los precios”; el precio de los
productos europeos sube, a veces, en una proporción de 1 a 4. Como los salarios suben mucho menos se
produce una “Inflación de beneficios”, y el primer gran episodio de creación capitalista.
El esquema no es falso y Marx fue el primero en describirlo en el año 1847 en trabajo asalariado y
capital.
“En el Siglo XVI, la cantidad de oro y plata en circulación en Europa aumentó a consecuencia
del descubrimiento de las minas americanas, mas ricas y fáciles de explotar. El resultado fue que el
valor del oro y de la plata la disminuyo con relación al de otros artículos de consumo. A los
trabajadores se les continuaba pagando los mismos salarios por su fuerza de trabajo. Su salario-
dinero se mantuvo estable, pero su salario disminuyó porque a cambio de la misma cantidad de
dinero recibían una cantidad menor de bienes. Este fue uno de los factores que favoreció el
crecimiento del capital y el ascenso de la burguesía en el siglo XVI”.
No dice como Keynes y sus discípulos: la llegada del oro americano, el alza de los precios, el trazo
relativo de los salarios son la causa del empuje productivo del siglo XVI. No dice: 1º porque en el siglo XVI
la casi totalidad de la producción no se obtenía bajo el régimen de asalariado; lo que favorece precisamente
el alza de precios es la instalación del asalariado; nos encontramos en la fase preparatoria del capitalismo,
en la acumulación “primitiva. 2º, el beneficio capitalista se facilita, pero es mensurado por el desnivel que
se produce entre precios y salarios, depende en efecto del tiempo de trabajo incorporado con el tiempo
trabajo incorporado en el salario del trabajador que lo producido; pero ese tiempo de trabajo depende de
condiciones muy complejas y no solamente de las variaciones monetarias. 3º, por ultimo, ademas, los
precios europeos no suben del siglo XVI porque el oro y la plata fueron “mas abundantes”; suben porque el
precio de coste del oro y la plata había disminuido; por tanto, las ganancias se extraían aún mas del trabajo
de los mineros americanos que de la explotación creciente de los trabajadores europeos.
Los beneficios se obtenían entonces con menos facilidad y en el siglo XVII la acumulación primitiva
de capital fue menos intensa que en el siglo XVI; volvió a subir en el siglo XVIII, cuando el ascenso
demográfico y la explotación colonial reorganizada permitieron de nuevo que disminuyeran los precios de
los costes de extracción minera: de este modo vemos que la intensidad de la acumulación monetaria en
Europa, condición para la instalación del capitalismo, dependió del grado de explotación del trabajador
americano. Esto no vale solo para las minas. La acumulación primitiva del capital europeo dependió tanto
del esclavo cubano como del minero de los andes.
153
Fue el primer contacto entre condiciones coloniales y condiciones europeas el que impulsó primero
el alza de los precios.
Todos los mercaderes del continente afluyeron a las ferias de la Península Ibérica. Fue el mayor
boom histórico del capital mercantil.
Pero un movimiento de tal envergadura llevaba en si su propia contradicción: en primer lugar,
aquellos países en donde los precios subieron demasiado fueron eliminados por competencia.
Por otra parte, cuanto más dinero circula, mas difícil es exigir intereses usurarios; la usura no murió
por las inútiles condenas lanzadas por la iglesia; murió debido a la circulación del dinero. Por último, a
medida que la navegación hacía progresos, el mercado mundial pasaba a ser una realidad cotidiana y, por
tanto, desaparecieron cada vez más las ocasiones para la gran especulación comercial. Los precios
tendieron a igualarse.
• La aparición del maquinismo: a partir de 1730 se suceden una serie de invenciones que van a sustituir la
manufactura por la maquinofactura, es decir, al tiempo que se multiplica la productividad del trabajo
humano, reducir ese mismo trabajo a un mecanismo cada vez mas abstracto cada vez menos unido al
objeto productivo, y por ultimo permitir utilizar una mano de obra de fuerza menor: es la movilización masiva
del trabajo de mujeres y niños. Estas invenciones son las que afectan a la metalurgia y, por ultimo, la
maquina de vapor. Este salto hacia delante de las fuerzas productivas era necesario para trastocar las
estructuras económicas y sociales. En lo sucesivo, la producción industrial masiva será la fuente esencial
del capital, por la distancia que se establece entre el valor producido por el obrero y el valor que le es
restituido bajo forma de salario por aquellos que disponen de enormes medios de producción nuevo.
• La explotación cada vez mas acentuada del trabajo humano es su consecuencia y su precio: el siglo XVII
es un siglo de alza general de los precios debido a la fuente colonial de este fenómeno: es aun el siglo de
las grandes fortunas edificadas sobre el oro de brasil, la plata mexicana, el azúcar y el ron de las islas, el
algodón de América y de la india, todo ello extraído de los pueblos colonizados.
154
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Se constata, sin embargo, que el siglo XVII, especialmente en los países mas avanzados como
Inglaterra, ve desaparecer ya que no la carestía y la crisis de falta de pan, si al menos las hambres
mortales.
Se debe en primer lugar a que los obreros trabajan aun más y las mujeres y los niños son puestos a
trabajar. El salario familiar aumenta hasta el mínimo de subsistencia, pero en relación a una cantidad de
trabajo extraordinariamente aumentada.
• La revolución agrícola y la libertad del comercio de granos, que permite que sean alimentados con un
mayor número de hombres y con mayor regularidad; en los países más avanzados se suprime el barbecho
y se utilizan más las leguminosas y los tubérculos. Esto hace que disminuyan los beneficios de
especulación de antaño, cuando, se aprovechaban las crisis alimenticias.
El capital industrial, cada vez que puede disminuir el contenido-valor de la alimentación
mínima del obrero, se asegura un beneficio siempre en aumento. Se ve con claridad de qué modo, en lo
sucesivo, el capitalismo industrial, que, en este caso, merece simplemente el nombre de capitalismo,
sustituye a las modalidades primitivas de la formación del capital. Pero siempre en los países mas
avanzados como Inglaterra, la agricultura misma en manos de los granjeros empresarios se adapta a la
producción en masa para la venta, es decir, también al capitalismo.
No todos los países entran, ya desde el siglo XVIII en esta fase decisiva. Por muchas
características Francia se encuentra muy retrasada con respecto a Inglaterra.
Solamente en el siglo XIX se propagará al capitalismo industrial tal y como había nacido en
Inglaterra a partir de 1760.
A cada modo de producción corresponde no solo un sistema de relaciones sociales de producción,
sino también un sistema de derecho de instituciones y de formas de pensamiento.
Un régimen social en decadencia se sirve precisamente de ese derecho, de esas instituciones y de
esos pensamientos ya adquiridos, para oponerse con todas sus fuerzas a las innovaciones que amenazan
su existencia. Esto provoca la lucha de las nuevas clases, de las clases ascendientes, contra las clases
dirigentes que se hallan aun en el poder y determina el carácter revolucionario de la acción y el
pensamiento que animan estas luchas.
El régimen feudal no murió sin defenderse. Y el ataque que se llevó contra él no comenzó solo con
las formas mas desarrolladas de los nuevos modos de producción. Estas formas, en efecto, no pudieron
triunfar más que cuando ya se habían librado de los inconvenientes, de las trabas que las instituciones de
tipo feudal les oponían necesariamente. Es la historia de las revoluciones burguesas.
155
Reyna Pastor de Tognery:
Historia del Movimiento Obrero
En medio de las crisis que azotan a Europa durante el siglo XIV el mundo feudal se derrumba y con
el los modos de producción que le son propios: el trabajo que en el campo el siervo o semisiervo realizaba
en beneficio de su señor: las rígidas corporaciones artesanales, monopolizadoras del trabajo y del mercado.
Las viejas formas entran en un período de crisis o mientras surgen otras nuevas, como el trabajo rural
domiciliado, el que desde el campo se realiza para las industrias.
En la Europa del siglo XI al XV los campesinos constituyen el 95% de la población.
Se transforman las viejas industrias como la textil o se desarrollan otras como la minera; se amplían
los mercados.
Las industrias rurales domiciliadas serán una forma de transición y la que va a iniciar
transformaciones en el campesinado que lo preparan para la revolución industrial, ya que lo alejan de la
tierra, lo despojan de sus medios de producción, lo obligan al trabajo rutinario realizado en largas jornadas,
lo van convirtiendo en asalariado.
Entre los siglos XIV y XVII los trabajadores rurales, lo mismo que los artesanos, llevarán adelante
frecuentemente acciones de protesta y de rebelión. Estas rebeliones son motivadas por las razones, más
diversas, incluso las religiosas y muchas veces se mezclan en ellas grupos sociales cuyos intereses
económicos son muy diferentes.
aprendices ponen su fuerza de trabajo al servicio del capital de los dueños de los talleres: los maestros. En
otros casos contrataban el trabajo de todo el taller incluidos los maestros, proporcionaban las materias
primas, pagaban y retiraban las mercaderías. El taller se transformará en una dependencia productora de
los mercaderes ricos.
Las corporaciones de mercaderes y de artesanos se rigieron por estatutos que muchas veces se
fueron modificando a favor de los maestros.
Las corporaciones eran dueñas de una caja común, de una casa donde se reunían sus miembros;
poseían distintivos propios y un santo protector; realizaban fiestas especiales y protegían a las viudas y
huérfanos de sus afiliados.
157
En el país se tejía la lana por el sistema artesanal, pero hacia fines del siglo XIV se había cumplido
en Inglaterra el proceso por el cual los mercaderes pañeros habían obtenido el monopolio de la
comercialización y los artesanos habían sido sometidos a su presión económica.
Este tipo de producción mixta trajo diversos cambios en el seno de los gremios artesanales. Lleva a
los maestros artesanos a convertirse en empresarios del trabajo domiciliado.
Son frecuentes las luchas de gremios entre si o fusión de gremios para entenderse de los
mercaderes.
El gran mercader será la figura dominante de este período.
El trabajo rural a domicilio es propio de la etapa de transición hacia el modo de producción
capitalista.
Un negociante distribuía la materia prima entre los campesinos y adquiría con ello parte de su
fuerza de trabajo. La familia campesina continuaba realizando tareas de campo al mismo tiempo que las del
tejido. Pero pronto el patrón monopoliza toda la fuerza de trabajo del campesino. Las deudas que contrae
este con el patrón o distribuidor hacen que termine trabajando solo para el.
Mediante este sistema el campesino se convierte en un obrero industrial a domicilio que produce
para el mercado y que vende al empresario parte de su fuerza de trabajo.
En algunos lugares de Inglaterra familias enteras de campesinos pasaron a vivir exclusivamente de
su trabajo artesanal y abandonaron las tareas rurales.
Este sistema permitió que se formaran nuevas ramas industriales o dio un gran impulso a otras
industrias.
En ciertas épocas, la mano de obra urbana se traslada al campo.
Otra ventaja del trabajo ingles provenía de mano de obra femenina, factor que duplicaba la
producción.
Hacia el siglo XV se inventó el molino cardador, lo que significó un enorme ahorro de mano de obra.
El invento de las maquinas de hilar, de la lanzadera volante y de la maquina de tejer harán que los
campesinos-obreros se trasladen a la ciudad, donde formen el primer proletariado.
Parte de la mano de obra vacante fue absorbida por las industrias textiles domiciliadas, parte por
las mismas, explotadas mediante el mismo sistema y por los astilleros.
En las regiones donde se había impuesto el mayorazgo, el cual determinaba que solo el hijo mayor
heredara los bienes paternos, los demás hermanos debieron buscar otras fuentes de trabajo.
En las regiones en donde la población creció mucho se fue subdividiendo. Los predios eran
insuficientes para alimentar a las familias y esto hacia que se buscara una entrada complementaria, la cual
fue proporcionada por el trabajo industrial domiciliario.
Se perfiló una clase de trabajadores rurales que se fue desprendiendo cada vez más de las tareas
del campo para pasar a las textiles o las mineras.
En Francia, como en Inglaterra, llegó a haber campesinos que vivían casi exclusivamente de su
trabajo industrial. Las guerras religiosas provocaron en ellos emigraciones de tal importancia que se
produjeron verdaderos cambios en la producción de tejidos, e incluso hay zonas que se arruinaron por la
huida de la mayor parte de la mano de obra.
Entre los ríos Mosa y Sambre se produjo un gran desarrollo de la metalurgia. Los empresarios
proveían la materia prima y luego pagaban por pieza realizada.
La región de Lleja fue, entre los siglos XIV y XV, el centro más importante en la extracción de
carbón.
También hay que destacar la fabricación del vidrio.
159
Desde el siglo XIV ciertos factores comienzan a actuar con el fin de despojar a los explotadores
libres de sus beneficios. El más importante lo constituyen las ventajas de que gozaban los fundidores, los
traficantes en metal y los compradores de estaño y que llevarán al trabajadores de la mina a una situación
cada vez mas dependiente.
Los estañeros pobres y los tributarios fueron quedando en situación de dependencia frente a los
estañeros provenientes de la clase señorial y a los intermediarios.
Los estañeros pobres y los tributarios comenzaron a recibir subsidios, con los que se endeudaron
más y cayeron en la situación de dependencia.
El pago en trueque empeoró más su situación y su ingreso termino reducido a un mero salario.
Se estableció con respecto al estaño el monopolio de la compra del metal.
Los precios que recibían los productores bajaron.
Los mineros pedían la venta libre del estaño; los estañeros ricos se oponían a sus demandas.
Hacia 1700 los propietarios de las fundiciones empleaban directamente a mineros por un salario a
destajo.
160
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
uno u otro sentido, contra unos o contra otros, y así lo hicieron, pero aisladamente, por lugares, por
regiones. Otras veces hubo levantamientos generales.
Son raras las rebeliones cuyo objetivo sea obtener mejores salarios. La conciencia de la necesidad
de defender el salario no es todavía clara. El descontento se manifiesta más a nivel del consumo que a nivel
del salario.
Estas crisis de subsistencia son en la casi totalidad de los casos el trasfondo de las revueltas
sociales.
A veces, los obreros de las industrias rurales se rebelan en defensa de sus empresarios porque a
estos el rey a través de los impuestos les privaba de capital y con ello les impedía dar trabajo a sus obreros.
Entre las clases populares de los siglos XVI y XVII solo hubo solidaridades parciales y que muy
esporádicamente se dio una verdadera conciencia de clase.
161
Michael ·E. Tigar y Madeleine R. Levy:
El Derecho y el Ascenso del Capitalismo al Poder
Derecho Romano
Las gentes de Europa occidental seguían transitando por las vías construidas en tiempos de
Augusto. El mercader y su abogado, personas instruidas, habían aprendido que tras la conquista romana
habían llegado las leyes romanas y el comercio romano, que incluían la libertad de comprar y vender por
medio de contratos susceptibles de ejecución forzada.
Para la iglesia, y para los señores temporales que también aspiraban al dominio universal, el
imperio romano presentaba un modelo organizativo consciente.
La sociedad romana había sido la primera que estuvo regulada por el derecho en el sentido de un
sistema de normas respaldado por el poder del estado.
Pero Roma, a diferencia de las sociedades anteriores, había dejado detrás de si una literatura
jurídica variada y rica. El comercio romano había generado leyes que los mercaderes de la Edad Media y
sus abogados encontraban fundamentales. Y el derecho romano, llegó a obtener el respaldo espiritual y
temporal del papado.
Los jurisconsultos romanos aparentaban que todos los principios legales de importancia se
derivaban de las XII Tablas.
Las XII Tablas estipulan únicamente los más simples principios legales referentes a la propiedad, el
derecho de familia y la ciudadanía y se caracterizan por su confianza en la magia y el ritual como medios
para generar obligaciones.
En las XII Tablas vemos por primera vez el surgimiento de ideas jurídicas sobre el crédito, el
contrato y el perjuicio civil.
El nexum era la obligación creada entre el deudor y el acreedor por la promesa del primero de
someterse al segundo hasta tanto se cumpliera el pago de la deuda.
162
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
El vínculo subsistió en todo su vigor originario mucho tiempo después que los deudores hubieron
olvidado los orígenes de la ley que ligaba a sus acreedores.
El procedimiento romano primitivo para la ejecución en los litigios también estaba cargado de
formalismo. El actor debía plantear su demanda empleando una fórmula precisa y pronunciar las palabras
requeridas exactamente dirigiéndose al magistrado.
La colonización de las costas del mediterráneo en los siglos III y II a.c originó una gran expansión
del comercio y generó la necesidad, con ello, de un sistema jurídico mas general. Un sistema legal que sólo
diera derechos a los romanos no podría servir para el comercio con los no romanos.
Para los mercaderes romanos se creó una nueva magistratura, la de los pretores, en 367 a.c, con
facultades para dictar edictos anuales que establecían las acciones que los tribunales habrían de admitir en
litigios entre romanos.
En 243 a.c. se designó un praetor peregrinus para supervisar los litigios que involucraban a no
romanos.
El antiguo pretor tomó el nombre de praetor urbanus, y sus edictos se basaban en la ley vigente, el
jus civile; según las palabras de Gayo el jus civile era “la ley que un pueblo dicta para si mismo como
peculiar de él… como el derecho especial de la civitas”.
Este derecho de todos los pueblos no era un puro engendro de los juristas romanos, impuesto por
el poder de Roma: presenta rastros de las civilizaciones de occidente que fueron las primeras con que los
romanos comerciaron y las primeras que colonizaron.
Para Gayo la razón natural significaba mas presumiblemente aquellas costumbres que habían sido
usadas por muchos pueblos a lo largo del tiempo, y que las clases comerciantes y legisladoras habían
encontrado razonables.
Los cambios introducidos por el praetor peregrinus ratificaban y permitían la expansión de la
creciente hegemonía comercial de Roma, mientras que la coexistencia del Jus Civile y el jus gentium
condujo a modificaciones sutiles y profundas del primero en lo relativo al derecho de las obligaciones, de la
compraventa, de la propiedad y del procedimiento.
Hacia el tiempo en que se creo el cargo de praetor peregrinus el derecho romano ya reconocía los
compromisos obligatorios unilaterales: X podía prometer a Y entregarle determinados bienes cierto día, y la
ley ofrecía remedios para el quebrantamiento de tal promesa. Un contrato que obliga a hacer algo en el
futuro se llama ejecutorio, y su existencia es un presupuesto de todas las transacciones comerciales
modernas.
El jus gentium ratificó y elaboró contratos referentes a la compraventa, el arriendo, el depósito y la
sociedad, así como conceptos comerciales de vinculación fiduciaria.
La obligación unilateral se creaba por la persona que asumía la obligación. Si el obligado no
cumplía, el beneficiario de la promesa podía demandarlo para ejecutar el compromiso o para exigir
indemnización por el incumplimiento. Un contrato así rara vez puede reflejar siquiera la realidad de la
transacción comercial mas sencilla, pues por lo general una de las partes promete entregar y la otra
promete pagar bajo la condición de que los bienes lleguen y se reciban en condiciones satisfactorias.
A los romanos les debían los juristas medievales la noción de la sociedad como persona artificial
ficticia, facultada para comprar, vender y ejecutar sus demandas ante los tribunales.
La diferencia era la siguiente: una asociación simple, formada por el acuerdo de sus integrantes,
seguía siendo ante los ojos de la ley una amalgama de derechos y deberes individuales. Para demandar a
la asociación y obtener un fallo que pudiera ejecutarse en los capitales de sus miembros, había que llevar a
todos los asociados ante el tribunal. Y si era la asociación la que recurría a la justicia, por lo general, debía
litigar a nombre individual de sus miembros. Una sociedad, en cambio, engloba las identidades de sus
participes-propietarios en su propia personalidad común y artificial y demanda y es demandada, posee
derechos y obligaciones por su propia cuenta.
El carácter de personas jurídicas de instituciones tan diversas como una compañía de mercaderes,
una ciudad medieval y toda la iglesia católica romana, hizo que las palabras de Ulpiano llegaran a ser acaso
las más comentadas de toda la jurisprudencia romana.
El jus gentium también dio a los tribunales romanos, y específicamente al praetor peregrinus, la
facultad de dirimir litigios racionalmente al dictar sentencia sobre demandas y contrademandas originadas
en la misma acción.
Hacia 150 d.c. comenzó la prolífica producción de textos jurídicos romanos que habría de
convertirse en la base del conocimiento medieval del derecho romano. Esas obras, de emperadores y
sabios abogados, fueron haciéndose cada vez más áridas y decadentes a medida que el imperio romano de
occidente se acercaba a su fin. Periódicamente aquellos grandes torrentes se codificaban, se condensaban
y se clasificaban por materias.
La codificación mas conocida fue el corpus iuris Civilis compilado bajo la dirección del emperador
Justiniano en el siglo VI d.c. Se compone de tres partes: el código propiamente dicho, una colección de
edictos imperiales desde los tiempos de Adriano hasta 533 d.c.; el digesto, una obra similar, pero que
163
consiste en las opiniones de los principales jurisconsultos de la Roma Imperial, todos los cuales vivieron
entre los siglos I y III d.c. y las Institutas, una sinopsis del Código y del Digesto para estudiantes de derecho.
Los monasterios siguieron siendo centros de derecho romano y de estudio latino. A la vez, no cabe
duda de que con la muerte de la vida mercantil concomitante con la caída del imperio de occidente en 476
d.c, los preceptos técnicos y hábilmente construidos del derecho romano clásico y la estructura de su
aplicación cayeron en desuso.
Derecho Feudal
La caída del imperio de occidente en 476 no fue más que el acto final de un proceso de
desintegración.
La necesidad de sobrevivir y de lograr defensa militar, la falta de una presencia gubernamental
Romana y de las legiones de Roma, hicieron posible y forzoso un sistema señorial en que se encuentran los
orígenes de lo que los autores posteriores habrían de llamar feudalismo.
Poseedores de solares de diverso tamaño se vieron absorbidos por el sistema feudal por la
necesidad de proteccion o por la fuerza. Europa era un campo de batalla, escenario de sucesivas
invasiones: de los húngaros por el este, de los moros por el sur y de los escandinavos por el norte.
En la parte de Europa antes dominada por Roma el feudalismo representaba la retirada a los
señoríos y aldeas, de una clase dominante privada de protección por el gobierno imperial en decadencia y
extinción. En las restantes regiones, se trataba del cambio de una existencia pastoril y nómada, centrada en
la guerra por una vida agrícola más estable.
La esencia de la relación feudal residía en este vínculo personal, originariamente destinado a durar
la vida del vasallo y más tarde extendido a los sucesores del vasallo en línea hereditaria masculina.
La muerte y la mutilación eran frecuentes en la sociedad feudal y la retribución era rápida y
vengativa.
El comercio se contrajo a un mínimo tráfico de artículos de lujo. Los feudos eran entidades
autosuficientes y el comercio era predominantemente local. En el interior del feudo, la calidad de la vida
estaba regulada por los administradores del señor y por su corte. El poder del señor y el de su corte, lo
incluían todo respecto de sus vasallos.
El derecho aplicado por los tribunales feudales se fundaba en lo esencial en dos principios a veces
inconciliables: el carácter personal del derecho y las normas consuetudinarias aplicables a determinado
territorio.
El principio de la personalidad de las leyes no sobrevivió, salvo en casos aislados, sino que dio
paso a la aplicación uniforme a todas las personas comprendidas en un mismo territorio, de una misma ley
dictada por el señor y fundada en su mayor parte en la costumbre o el uso memorial, salvo en casos
aislados, sino que dio paso a la aplicación uniforme a todas las personas comprendidas en un mismo
territorio, de una misma ley dictada por el señor y fundada en su mayor parte en la costumbre o el uso
inmemorial.
La noción de un derecho “personal” sobrevivió solo para aquellos que tenían un estatus especial y
que habían luchado para que les fuera reconocido.
El procedimiento ante los tribunales feudales seculares era uniformemente lento, arbitrario e injusto
con los sectores más bajos de la sociedad. Se caracterizaba por la confianza en una tradición oral de
costumbres conservada por el señor y sus funcionarios y jueces. Podía disponerse la realización de una
encuesta para determinar el contenido del derecho consuetudinario, por una especie de jurado cuyos
integrantes se llamaban inquestors en ingles o coutumiers o turbiers en Francia.
El sistema jurídico era un mundo aparte, regido por individuos que hablaban moult bele: en latín, y
que conocían palabras, como dice una recopilación francesa, que la gente ordinaria no comprendía aunque
fueran dichas en frances.
Semejante sistema social no tenía necesidad de un derecho mercantil. El comercio entre los años
500 y 1000 consistía en bienes para la clase dominante: sedas, especias, joyas y otros objetos livianos que
permitieran a una pequeña caravana transportar mercancías de alto valor total por vías terrestres desde el
oriente.
La clase nobiliaria comenzó de mala gana a admitir algunas prácticas mercantiles, por lo menos
cuando el señor feudal pudiera lograr con ellas dinero por medio de impuestos y peajes.
La redacción escrita de las costumbres originariamente autorizada por una ordenanza de San Luis
en el siglo XIII pero comprendida sistemáticamente mucho después, marco la consolidación del dominio
feudal y el surgimiento de un rey o príncipe al frente de la jerarquía feudal en una región determinada.
164
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
A comienzos del Siglo V el papado estaba manteniendo unido lo que quedaba del imperio
desmembrado.
Había transcurrido poco más de un siglo desde que el catolicismo fuera legalizado por el imperio
mediante el Edicto de Milán.
La Iglesia reflejaba ideológicamente y desde el punto de vista organizativo la sociedad feudal,
exigiendo fidelidad de sus incontables dominios soberanos, y a la vez proporcionándoles sus fundamentos
ideológicos.
El derecho de la iglesia invocaba una jurisdicción tan extensa como sus intereses. Los tribunales
eclesiásticos aspiraban a conocer en todos los litigios en que estuviera en juego el bienestar de las almas,
y apremiaban a los tribunales seculares a que también aplicaran a esos pleitos el derecho canónico.
También por estipulación contractual podía optarse por los tribunales de la iglesia para la
dilucidación de litigios puramente seculares.
LA iglesia, tras la caída de Roma, había sido victima de las mismas fuerzas centrifugas que las
demás instituciones de Europa: la primacía de la sede romana era metafórica, las comunicaciones con los
obispados remotos no existían. A pesar de ello, los tribunales eclesiásticos no dejaban de funcionar y la
Iglesia tenía centros de poder fuera de Roma.
Y la Iglesia tenía poder, incluso cuando no disponía de tropas para imponer su voluntad. Era un
señor feudal: desde los comienzos de la época feudal, los prelados aceptaron el homenaje de los
campesinos, caballeros y pequeños nobles, y aumentaban su fortuna con las propiedades que dejaban los
ricos y piadosos. La centralización y la autoridad temporal de la iglesia alcanzaron su culminación durante
las ciudades.
Los eruditos del derecho interno propio de la iglesia recopilaron las leyes, decretos, dictámenes y
sentencias de la autoridad eclesiástica. Alrededor de 1140 Graciano publicó su Concordancia Discortantium
Canonum. Constituyó la primera sección del Corpus Juris Canonici de 1528, que hasta el siglo XIX siguió
siendo el documento fundamental del derecho canónico y fue por cierto la base de toda la codificación
ulterior del derecho eclesiástico. A partir de este comienzo, el derecho canónico se desarrolló por decretos
papales, interpretaciones oficiales y por el proceso litigioso ante las cortes eclesiásticas.
El derecho romano era propicio a los intereses de los mercaderes. Para los canonistas constituía
un problema central la conciliación de los textos romanos con las enseñanzas morales de la iglesia. Una
religión que había comenzado por ser la fe de las victimas perseguidas por la civilización comercial romana
había sostenido durante siglos que ser mercader era sospechoso, si no inmoral.
El dilema no se resolvió sino en el siglo XII. Para entonces, el renacimiento del derecho romano se
había convertido en un elemento importante en la consolidación de la autoridad secular y eclesiástica por la
iglesia, y esta dejó de lado cualquier pretensión de creas una comunidad apostólica de los creyentes.
La iglesia sostenía que se ocupaba de las almas y definió sobre esa base su pretensión de poder
temporal así como sus decisiones sobre casos individuales.
El proceso ante los tribunales de derecho canónico era mas regular y de resultados mejor
predecibles que ante los arbitrarios tribunales feudales. Las demandas y defensas escritas se hicieron
práctica corriente mucho antes que en los tribunales seculares, y del mismo modo el registro escrito de
testimonios y sentencias era más común en las cortes eclesiásticas.
Después de haber considerado durante siglos que el juramento era sacrilegio y blasfemia, la iglesia
admitió en el siglo XI la idea de que el testimonio prestado bajo juramento constituía el medio más eficaz
para la averiguación de la verdad.
El derecho canónico adoptó en gran medida el derecho romano en materia de contratación, también
aquí poniendo fuerte acento en los elementos morales del negocio.
LA clase mercantil que surgía era bastante débil y estaba bastante acosada sin necesidad de
exponerse a la condenación eterna, que en aquel tiempo se miraba como cosa muy real.
La iglesia tenía la facultad de excomulgar, así como el poder de hacer quemar en la hoguera, pero
la hoguera estaba reservada para los herejes; las desviaciones doctrinarias de los mercaderes se
manejaban bastante más suavemente.
Con el abandono de la legislación personal aplicaba sus propias normas. No era raro que un
litigante pudiera esperar un derecho más favorable y un procedimiento más propicio en un tribunal que en
otro.
Todos los bienes y derechos posesorios que tuviera un vasallo estaban ligados por el vínculo feudal
de fidelidad. Los señores feudales aspiraban a aplicar su poder jurisdiccional a todas las controversias que
implicaran reclamos contra cualquiera de sus vasallos. Esto se debía a que cualquier orden dictada contra
un demandado para que pagara una suma o hiciera otra cosa amenazaría directa e inmediatamente el
interés predominante del señor sobre los bienes y servicios del vasallo, ya fuera este un simple campesino
o un noble subalterno demandado en la corte de su señor.
Estas ambiciones de jurisdicción estaban en el fondo de los conflictos entre los tribunales
eclesiásticos, señoriales y reales durante los siglos que transcurrieron antes que la burguesía derribara los
165
regímenes monárquico-feudales y pusiera fin al poder de los tribunales eclesiásticos. El negocio judicial
también significaba ingresos para la clase de los funcionarios judiciales que una clase dominante cada vez
mas prospera respaldaba.
En los tribunales seculares, la norma es que A debe demandar a B ante la corte del señor B. Ni A ni
el señor de A tolerarían que el señor de B faltara en una demanda contra A que B pretendiera introducir en
el mismo litigio.
En los tribunales cristianos la pretensión de la iglesia de ejercer jurisdicción sobre todos los fieles, al
menos en ciertas materias, hacia posible admitir contrademandas, aunque no sin alguna resistencia de los
señores seculares.
La iglesia era una fuerza omnipresente en el desarrollo financiero y jurídico europeo. Como el
mayor de todos los terratenientes de Europa, la iglesia estaba interesada en la defensa del feudalismo y con
toda su autoridad ayudó en la supresión de las revueltas campesinas que surgieron por toda Europa.
La iglesia tradujo la razón natural romana haciendo de ella el “derecho natural”, y colocó a Dios, en
lugar del consenso común de la humanidad, como arbitro de ese derecho.
La iglesia exigía buena fe y equidad en los negocios; los capitalistas adoptaron estos términos y
adujeron que se referían a la buena fe y equidad que un mercader manifestaría conforme a los usos del
mercado.
La iglesia solamente toleraba el precio justo y exigía el pago del salario justo; pero si los vínculos
feudales se destruían o se debilitaban, y entraban en juego las fuerzas del mercado, entonces “justo” podría
muy fácilmente pasar a significar “lo que el mercado pueda soportar”.
El Derecho Real
La idea del poder real y en particular la del poder absoluto de dictar leyes y ejecutarlas, comenzó a
desarrollarse en el siglo XI. Durante el transcurso de ese lapso las relaciones entre la monarquía y los
mercaderes fueron cordiales las más de las veces, debido a que la misma política de consolidación servía
para los intereses de ambos.
Los mercaderes y artesanos de las ciudades también tenían que luchar por su derecho de ejercer
sus oficios y dedicarse al comercio. Sus levantamientos contra los señores locales les dieron fama de ser
muy poderosos en las armas.
No es extraño, entonces, que sea esta clase de comerciantes llegara a confiar en grandes señores
y protectores poderosos. Las ciudades italianas podían amasar fortunas y armar buques suficientemente
grandes para arrancarle a los árabes el control de las rutas comerciales del Mediterráneo.
Los reyes unieron a sus nobles subordinados mediante las Cruzadas y obtuvieron el control de
importantes centros comerciales del Mediterráneo oriental. El poder de legislar, caído en desuso desde el
siglo IX, se revivió a fin de establecer sistemas jurídicos y judiciales nacionales. La legislación real prohibió
las guerras privadas, con variado éxito pero con invariable determinación. Las ciudades, en sus orígenes un
producto de la rebelión burguesa y de las concesiones nobiliarias, se pusieron bajo control y patrocinio del
rey. Las transacciones mercantiles se reglamentaron a fin de proteger a los ciudadanos de la competencia
de los extranjeros y para aumentar los ingresos provenientes del intercambio internacional; la política
exterior de los monarcas incluía el establecimiento de consulados en el extranjero para proteger a los
comerciantes.
Para el rey el mercader podía ser un importante medio de obtener dinero, y de asegurar superávit
de oro en la balanza de pagos internacional.
Existe una diferencia fundamental entre el poder real unificado y el sistema feudal que al comienzo
encabezó y luego ayudó a quebrar. La relación feudal se fundaba en el vasallaje personal, y combinaba en
un mismo individuo o institución los papeles de propietario y terrateniente, principal defensor militar y
legislador. Este señorío feudal con su posesión personal o inmediata de la tierra, contrasta con la noción del
Estado como entidad separada.
En el siglo XIII los juristas empezaron a llamar a los reyes en sus obras “soberano”, y a atribuirles la
autoridad que el derecho romano asignaba a los emperadores. La máxima de Ulpiano “lo que place al rey
debe tomarse por ley”, aparece en Beaumanoir como un aforismo de derecho consuetudinario y el análisis
que Beaumanoir hace de la soberanía esta entre los primeros reconocimientos registrados en Francia de
una nueva especie de poder estatal.
Es en Inglaterra, sin embargo, donde encontramos la idea clara de la noción fundamental del
derecho real y su relación con las demandas de la clase mercantil en ascenso.
Con el poder de gobernar, reforzado de inmediato por la exigencia de que todos los nobles
pronunciaran un juramento sometiéndose al rey como su señor, en cuyo nombre poseían sus tierras vino
también la facultad de dictar leyes para el gobierno de todo el reino. Para imponer esas leyes, los
funcionarios reales desplazaron a los funcionarios feudales locales comenzando con ello la separación
entre el poder de los terratenientes y el poder estatal.
166
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Durante un periodo de siglos los burgueses de las ciudades se establecieron en tierras que
nominalmente pertenecían a barones feudales, pero que en realidad se controlaban cada vez más por la
Corona y sus funcionarios. En el siglo XIII se consideraba que una ciudad consistía en todos sus habitantes,
con similar estatus; pero después la concentración de riqueza y poder en manos de unos pocos mercaderes
y empleados condujo a la separación entre la ciudad y la totalidad de sus moradores.
Los principios básicos del derecho marítimo y mercantil hicieron grandes incursiones en el common
law, aunque la toma del poder no se perfecciono hasta los sangrientos levantamientos del siglo XVII.
El modelo ingles se repitió en otros lugares: una alianza entre la Corona y los mercaderes, con
estos respaldando los poderes legislativos y jurisdiccionales de aquella a fin de obtener leyes uniformes
favorable al tráfico comercial en los territorios extensos. El mercader retribuía esto pagando impuestos y
derechos de aduana y en muchos casos haciendo fuertes prestamos a la Corona para llevar a cabo su
política militar en el exterior.
La importancia económica de las ciudades fue reconocida en una serie de decretos reales que les
concedían el gobierno autónomo y un monopolio sobre la exportación de bienes, y que a su vez extraía de
ellas impuestos y derechos de aduana. Las ciudades fueron reconocidas en el parlamento escocés, y en el
siglo XV sus representantes tenían la misma posición que los barones feudales.
Escocia desarrolló un sistema jurídico independiente del ingles. Tuvo una alianza con Francia desde
1295; esta auld alliance trajo consigo la ciencia jurídica francesa, y las obras escocesas de derecho
muestran, tanto en los textos escritos por juristas escoceses como en las leyes del parlamento de Escocia,
una gran familiaridad con el derecho romano y canónico.
Lo que aquí observamos es que las aspiraciones reales de control territorial coincidían con la
necesidad que tenían los mercaderes, de un área comercial unificada. La alianza resultante fue un factor
decisivo tanto para la legislación de una clase burguesa en ascenso como en el avance de una economía
mercantil a otra industrial.
Los nobles tenían derechos exclusivos; los religiosos tenían su propio conjunto de privilegios.
No debe sorprendernos que los comerciantes tuvieran un derecho propio, reimplantando en Europa
con el renacimiento del comercio. El derecho mercantil era una forma de ley internacional cuyos elementos
fundamentales eran la facilidad con que permitía la celebración de contratos obligatorios, el acento puesto
en la seguridad de los contratos y la diversidad de mecanismos que preveía para la concesión, transmisión
y recepción del crédito.
Para el comerciante internacional, la ley mercantil era imprescindible. La ley mercantil, al menos en
teoría, se aplicaba uniformemente a los negocios entre los mercaderes de todos los países. Como tal,
fomentaba la conciencia del burgués, de que era integrante de una clase.
Tal vez la analogía más cercana sea la que ofrece el derecho actual en las causas de almirantazgo.
Si un buque ingles y otro holandés chocan en alta mar y de ello resulta un litigio, cualquier tribunal aplicará
las mismas normas, un cuerpo de derecho internacional que es consuetudinario salvo en cuanto lo
modifiquen los tratados.
La propia universalidad de este derecho estimula el requerimiento de los litigios marítimos a
tribunales especiales de arbitraje y no a cortes cuyos jueces pueden ser o no expertos en las complejidades
del derecho marítimo. Algunos países tienen tribunales especiales para causas de almirantazgo.
En 1622 las cortes inglesas estaban dispuesta a convocar a comerciantes para que testimoniasen
acerca de sus costumbres y ayudaran al tribunal a dirimir un litigio.
El Derecho Natural
La idea de que el derecho natural pudiera significar algo diferente de la pretensión de la iglesia
católica, de que sus propias leyes estaban dotadas de respaldo divino, se remonta a los levantamientos
comunales urbanos de los siglos XI y XII. Invocando el nombre de Dios, se comprometieron a permanecer
unidos como un solo cuerpo. Esta pretensión rudimentaria de apoyo divino es el comienzo del ideal de un
derecho natural burgués, por oposición al de la iglesia y de la jerarquía feudal.
En los siglos XVII y XVIII, una serie de autores unió estas formas de derecho natural con los
principios del derecho comercial romano.
Aspiraban a la liquidación de los vínculos feudales y a la creación de sociedades civiles basadas en
la libertad de contratación y de propiedad.
La combinación de historia con ideología era evidente y poderosa; la clase cuyos intereses
representaban estos autores se proponía tomar el poder, y ya estaba convencida de la necesidad histórica
de que lo hiciera. Pero esa combinación refleja también la verdad de que las revoluciones no eliminan
totalmente las viejas instituciones, sino que conservan dos clases de reglas derivadas del pasado: las que
representan concesiones arrancadas por la clase derrotada del antiguo régimen, y aquellas que dan
seguridades a las masas de que no ha sucedido nada demasiado drástico. Una vez que el pueblo ha
cumplido su misión expulsando por la fuerza de las armas al antiguo régimen, el nuevo necesita reglas que
167
obliguen al pueblo a volver a sus hogares y dejar de pelear antes que la revolución ponga en peligro los
intereses de la nueva clase dominante. La reacción cromwelliana contra los igualitarios y el terror blanco de
la Revolución francesa son ejemplos de esto.
Sus consecuencias pueden verse en la plena imposición del régimen feudal establecido en
palestina por los segundones, ávidos de tierras, de la nobleza.
El control político de las cruzadas comenzó en manos de la nobleza feudal, frenado por los
esfuerzos del papado por incitar a unos grupos contra otros.
Hacia 1098 los cruzados habían logrado considerables avances territoriales en Palestina y Siria.
Génova procuró entonces sus concesiones en Antioquia. Luego Venecia trató de aumentar el poder que ya
tenía establecido en el Mediterráneo oriental, construido como parte de su larga asociación con el imperio
bizantino.
Muy pronto, Pisa y Génova estaban comerciando activamente en las áreas cristianas, celebrando
acuerdos con diferentes señores feudales. El comercio oriental, efectuado casi enteramente por mar, estaba
en sus manos. Las demás ciudades italianas competían con la posición privilegiada de Venecia en
Constantinopla, y desarrollaban el comercio entre Italia y el delta del Nilo, asegurando el aprovisionamiento
de productos provenientes de las tres rutas del Mediterráneo oriental hacia occidente.
Los príncipes feudales cristianos occidentales, sin embargo, fracasaron en el empeño de conservar
sus dominios en Palestina.
Las cruzadas representaban, pues, una oportunidad económica independientemente por completo
de cual resultara el bando victorioso militarmente.
En 1099, los principales mercaderes y capitalistas de la ciudad fundaron una organización, la
compagna, dirigida por un jefe electo. La compagna no era una organización de negocios; era más bien
algo parecido a una corporación, dotada de personalidad ficticia y sus miembros se vinculaban con la
organización por términos breves, acaso por un año. Pronto la compagna logró el poder político y se instaló
como comuna de Génova.
Encontramos por esta época la mención a un nuevo grupo de profesionales, identificado con los
grandes mercaderes, pero que trabajaban también con, y para, empresarios menores, y hasta algunas
veces con los campesinos. Eran los abogados. Hay distingos en sus títulos formales: los notarios
generalmente redactaban contratos y otros papeles de negocios mientras que los abogados propiamente
dichos litigaban en los tribunales.
Hacia 1100 la mayoría de los contratos se redactaba en el norte de Italia por abogados preparados.
Comenzando en Génova en la época de las cruzadas y difundiéndose por el litoral mediterráneo y
hacia el norte por las rutas comerciales, fue entrando en uso gradualmente un nuevo derecho adaptado
especialmente a las necesidades de los comerciantes. Este derecho requería la presencia de personas
versadas en la redacción de los contratos, y los abogados van apareciendo e identificándose como tales.
Como prueba del mejoramiento de la instrucción formal de los nuevos notarios, sus contratos
aparecen redactados en un latín mucho mas refinado, preciso y coherente que antes.
Otros cambio mas significativos se manifestaron en esta época: modos de asociación que permitían
la combinación de capitales de varios participantes; métodos para el traslado de créditos de un puerto a
otro, antecesores de las cartas de crédito y de las letras de cambio del comercio internacional; un
refinamiento del derecho contractual y la elaboración de métodos de venta y de cambio; las técnicas de la
banca, que permitían el agrupamiento de miles de pequeñas sumas de capital en manos de un inversor, el
mercader banquero.
Génova desarrolló la societas maris, similar a otros mecanismos empleados en otras ciudades bajo
nombres diversos por la misma época. Un socio adelantaba desde las dos terceras partes hasta la totalidad
del capital necesario para un viaje marítimo redondo desde Génova. Si el viaje fracasaba, cada parte
soportaría su propia pérdida. Si tenía existo, los beneficios se distribuirían según una proporción
predeterminada, que aseguraba una tasa de beneficio que podía llegar a 150%. Este tipo de contrato era en
realidad una variedad modificada de préstamo o deposito. Lleva claramente la marca de su origen romano,
específicamente del contrato romano de mandato, pero se asemeja más estrechamente a la concepción
bizantina de esta clase de convenios.
Con la aparición de grandes navíos, y la necesidad simultanea de volcar al comercio los ahorros
líquidos de muchas personas, la división en acciones constituía un desarrollo natural.
A menudo se agrupaban muchas sumas pequeñas de dinero para adquirir una participación. El
control del capital por los patrocinadores era característico del contrato marítimo de sociedad.
En las ciudades interiores de Lombardía se desarrollaron formas mas generalizadas de
concentración de capital. Se reunían sumas grandes y pequeñas de dinero de gentes de todas las clases y
se las entregaba a un mercader banquero, que a su vez financiaba viajes de compra y venta en las ferias y
mercados. La entrega de dinero en esta forma tenía una estrecha similitud con el contrato romano de
depósito.
El contrato de venta adquiere importancia como fuente de derechos más que como mero accesorio
de la posesión. En el ambiente incierto de la sociedad feudal, la posesión de los bienes era la esencia de la
propiedad; los derechos que solo existieran en el papel eran inútiles en un sistema que no asegurara su
reconocimiento rápido y cierto.
169
Hacia fines del siglo XI la idea jurídica mas importante que surgió es la del contrato como acuerdo
de voluntades, reflejando en compromisos de una, dos o mas personas que, por virtud de un sistema
jurídico que existe para ejecutarlos, resultan obligatorios sin necesidad de otras formalidades.
Este contrato obliga al vendedor a entregar el bien comprometido, y al comprador a entregar su
precio. Esta es la esencia del contrato de compraventa del derecho romano, que era bilateral y se fundaba
en la buena fe y separaba totalmente el contrato de la entrega de la cosa y del pago del precio; el acuerdo
destinado a hacer tales cosas constituía lo esencial.
El contrato de compraventa crea también la posibilidad de relaciones comerciales continuadas.
Como la propiedad no se transfiere con la firma del contrato, las partes pueden convenir en la venta de
cosas futuras: los frutos de la próxima cosecha, la carga de un buque que no ha llegado. La venta puede
incluir cosas aun mas intangibles: es posible convenir en comprarle a otro toda su producción de cierto
lapso, o en adquirir las existencias que determinado mercader o compañía de mercaderes tenga de ciertas
mercancías.
Otro indicio de la presencia de los precedentes romanos en las instituciones burguesas nacientes,
es la nueva conciencia de los abogados acerca de las posibilidades de proteccion contra el fraude y la
coacción en las ventas, permutas y donaciones.
Algunos de estos contratos estipulan que las ventas tienen por objeto financiar un viaje al Santo
Sepulcro; son constancias del comienzo de una peregrinación, o de que un campesino ha de seguir como
soldado de infantería el ejemplo de algún señor poderoso de la vecindad.
Sabemos que los abogados habían empezado a evocar las disposiciones del derecho romano que
tendían a la protección de las partes más débiles, porque en el siglo XII esas disposiciones comienzan a
enumerarse en los contratos. Sin embargo, la enunciación de los derechos de la parte mas débil es casi
siempre el preludio de una cláusula contractual de renuncia de esos derechos; se desiste de la protección
de los menores de edad; se renuncia a los derechos fundados en el sexo; el vendedor se obliga a no objetar
la entrega de la cosa bajo el pretexto de no haber recibido la totalidad del precio, o de que el precio pagado
es totalmente inadecuado; o bien el vendedor declara que si el valor de la tierra que enajena fuera mayor
que el precio que recibe, realiza una libre donación de la diferencia al comprador.
Podemos reconstruir tres efectos de las cruzadas partiendo de los contratos y registros
conservados. En primer lugar, los mercaderes de las ciudades-estado italianas comenzaron a luchar por el
poder gubernamental o por la protección que les permitiera comerciar. En segundo término, ese poder se
emplea, para validar mecanismos, tales como la societas maris de Génova, que permitían la explotación de
las oportunidades financieras abiertas por el aumento del comercio con Oriente. En tercer lugar, los
principios del derecho romano sobre la contratación y la propiedad reaparecen para proporcionar un marco
a las relaciones mercantiles en expansión.
A comienzos del siglo XII apareció un libro titulado Exceptiones Petri: El plan del petrus presenta
una mayor similitud con la codificación de Justiniano que con las compilaciones de origen occidental.
Durante el siglo XII apareció en Provenza el libro práctico Lo Codi. Sus consejos concuerdan en la
mayoría de los detalles con contratos conservados de aquella época. Lo Codi opta por las soluciones del
derecho romano para los problemas e ignora las restricciones feudales.
A comienzos del siglo XII, como hemos observado, Génova y Pisa habían desarrollado versacion en
el derecho romano y una clase de personas destinada a aplicarlo. El derecho romano llegó mas tarde a
aquellas ciudades donde el ritmo del comercio solo empezó a acelerarse con el progreso de la primera
Cruzada.
Arles, una ciudad que nunca había quedado totalmente abandonada durante la alta Edad Media,
presenta un crecimiento de población, un aumento del comercio y un resurgimiento del derecho romano,
una docena de años después que la región de Marsella.
El derecho romano apareció después, con la difusión del comercio sistemático y de gran alcance
geográfico. Llegó como respuesta a sus claras necesidades de normas para la concentración de capitales y
para aquellos grupos económicos y políticos que disponían del capital necesario para fundar centros de
estudio y preparación de acólitos de sus misterios.
Existe una aguda polémica acerca del lugar donde comenzó el resurgimiento del derecho romano
en el siglo XII. El derecho romano empezó por surgir a lo largo de las rutas mercantiles, y que el estudio
académico de los textos conservados fue estimulado entonces y financiado por los poderes políticos y
económicos.
Los comerciantes que volvían de Oriente trajeron consigo el derecho romano, también, o por lo
menos una versión mas sistemática y aprovechable comercialmente que la que hubiera sobrevivido en
parte en occidente.
El derecho que rápidamente comenzó a imponerse en el siglo XII contiene no solamente elementos
del derecho comercial romano según existía cuando Constantino dejó Roma, sino también referencias
expresas a disposiciones promulgadas por Justiniano en Constantinopla, modificando normas romanas
anteriores.
170
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
En las décadas iniciales de las Cruzadas, la fricción entre Bizancio y Occidente no existía. Bizancio
era una aliada temprana y útil, sino entusiasta, de los cruzados; y no hubo resistencia de parte de los
occidentales a los conocimientos de origen bizantino. Cuando el rompimiento entre ambos se estableció
clara y firmemente en el siglo XIII, el crecimiento económico de occidente había permitido ya la implantación
de instituciones para salvaguardar y ampliar la base jurídica de orden económico.
Los árabes también conocían, tal vez por medio de las tradiciones mediterráneas que se
remontaban a la culminación del Imperio romano, las ideas de asociación con agrupación de capitales, de
venta a crédito y de letras de cambio.
En 1095, la cruzada se llamaba guerra santa; y la apoyaban elementos de la nobleza como medio
para resolver problemas sociales acuciantes y violentos dentro del régimen feudal.
Los beneficiarios que obtuvieron provecho más significativo y permanente fueron los mercaderes de
occidente, que establecieron puestos mercantiles de avanzada que podían sobrevivir y en efecto
sobrevivieron, a los cambios militares y políticos. Esos puestos eran provechosos para cualquiera que
gobernara la región, porque generaban derechos, impuestos y tributos.
Los mercaderes y banqueros se beneficiaron financieramente y aprendieron nuevas técnicas de
comercio y nuevas formas institucionales y jurídicas. Su comercio subsistió provechosamente hasta que el
mediterráneo quedó desplazado como principal ruta del tráfico mercantil por los viajes alrededor de África y
a los continentes americanos. Las fuerzas económicas alimentadas por las cruzadas aceleraron la ruina de
las mismas instituciones feudales podrían ayudar a salvar.
El Ascenso de la Burguesía
Introducción
Influidas por el aflujo de oro plata y productos primarios del Nuevo Mundo, las economías de
Europa occidental sufrieron una profunda alteración.
Los principios fundamentales del derecho privado burgués, del derecho relativo a las relaciones
interpersonales en la contratación, la propiedad, etc. Habían remplazado, para 1600 las relaciones
personales feudales.
En el campo del comercio se instauro una nueva estructura de relaciones económicas.
Hacia 1500, los cambios en las relaciones económicas habían asestado un duro golpe y este
sistema legal había comenzado a despedazarse.
Hubo ciudades, y hasta ligas de ciudades, que se vieron incapaces de sobrevivir; la defensa militar
y la generación de capitales suficientes determinaban que únicamente una nación-estado resultara la forma
económica social y política adecuada para la época histórica siguiente. La ilusión de la iglesia católica de
una cristiandad unificada se desvaneció con la Reforma.
Con la caída de Constantinopla Italia perdió sus fuentes de aprovisionamiento en Oriente. El banco
Medici quebró en 1494. La burguesía y la nobleza rica de Italia se mostraban incapaces de alcanzar la
unidad política necesaria para formar una burguesía nacional y un mercado nacional de bienes y de trabajo.
Un orden jurídico adecuado a su propio desarrollo tuvo lugar a partir de 1500 casi exclusivamente
en Francia e Inglaterra.
Hasta 1400 el mercader era un artesano con base local, o bien un aventurero internacional. Entre
1400 y 1600 el predominio de la manufactura involucra la coordinación y sistematización de la producción
artesanal.
El mercader antiguo tenía una vinculación puramente “externa” con el modo de producción,
comprándoles al productor y trastornando los bienes al lugar donde encontraran el precio mas elevado. Los
mercaderes comenzaron a invertir directamente en la producción, la producción sobre una base capitalista
libre de las restricciones de los gremios.
El comienzo de la marcha hacia el capitalismo industrial, la participación mediante el derecho, la
conquista del Nuevo mundo, la preservación de una balanza comercial que hiciera ingresar en el país mas
riquezas que las que de el salían se lograban a un alto costo.
171
El derecho de propiedad, dominium, es el poder jurídico global de una persona sobre un objeto
tangible. Por lo que toca al objeto, la propiedad es una institución universal: todos los bienes corpóreos,
incluso la tierra. La propiedad es igualmente universal respecto del sujeto.
La institución de la propiedad sitúa a una persona y una cosa ligadas por una norma jurídica
llamada propiedad o dominio. La sociedad humana se descompone en individuos aislados, y el mundo de
las cosas se disgrega en artículos separados.
Los feudalistas tenían una ventaja inicial. Gran parte de los recursos de la corona se derivaban de
servicios feudales. Estos recursos podían emplearse para el pago de impuestos directos en dinero convino
someterse a este tributo a cambio de una participación creciente en el gobierno y de concesiones reales en
la reestructuración de la legislación.
Solo en 1660 por una ratificación legislativa de la revolución inglesa se llegó a incluir toda la tierra
de Inglaterra en un régimen de similar grado de transmisibilidad por testamento y por compraventa.
La burguesía tenia sus propios tribunales tanto de distrito como mercantiles.
La tensión entre las fuerzas burguesas y feudales se manifiesta muchas veces a medida que los
tribunales de derecho común fueron remodelando el derecho agrario.
La admisión de que ciertas relaciones feudales no servían a ningún propósito social exigía el
replanteo de la separación por el derecho inmobiliario frances entre el “dominio directo” y el “dominio útil”, el
derecho de explotar la tierra bajo cualquier forma de posesión.
Las adquisiciones de tierras nobiliarias por burgueses en el campo, que crecieron durante el siglo
XVI eran de dos clases: una atacaba directamente la división entre dominio directo y dominio útil y la otra
tendía a preservarla.
En el primer caso el comprador burgués adquiriría ambas especies del dominio, ya fuera por dinero
efectivo o por una renta perpetua.
En el segundo caso, el burgués se limitaba a adquirir el “dominio directo”, por dinero efectivo o por
una renta perpetua y algunas veces compraba a la vez hasta el propio titulo de señor: una enajenación de
esta clase colocaba al burgués en la posición del señor dentro del sistema feudal.
En Inglaterra, la modificación de las relaciones jurídicas respecto de la tierra fue más dramática y
constituye una clave de importancia para comprender por que el capitalismo industrial se desenvolvió antes
en Inglaterra que en Francia. Mientras los juristas franceses elaboraban teorías sobre la monarquía
absoluta, los príncipes Tudor, eran efectivamente tales monarcas.
Bajo los Tudor, la unificación del país se realizó a expensas de los señoríos locales de la clase que
seguía fastidiando a los reyes franceses.
La única manera de enfrentar los problemas de escasez de tierras consiste en emprender la
incautación y redistribución global. Una confiscación suficientemente amplia puede afectar de tal modo el
mercado de tierras que se altere todo el sistema de relaciones inmobiliarias.
Pero la explotación eficiente de estas propiedades para propósitos comerciales exigía reunir la
producción de lana en bruto con la manufactura textil; esto a su vez implicaba el cercamiento de las tierras
comunes y la transformación de los aldeanos en obreros asalariados.
172
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Las riquezas derivadas por la corona francesa y por la burguesía del comercio con España tras la
apertura del Nuevo Mundo permitieron efectuar inversiones en las artes y ciencias y en las universidades.
Cujas y sus discípulos iniciaron el reestudio sistemático del derecho romano desde una perspectiva
humanista del renacimiento. Volviendo a los textos romanos discutidos y desvirtuados por los glosadores y
por generaciones de abogados prácticos.
Ni la burguesía en cuanto clase ni sus aliados en la estructura real disponían de semejante poder.
La competencia de los tribunales reales se incrementó en detrimento de las cortes señoriales, y de que a
los señores feudales se les prohibió a comienzos del siglo XII actuar en tribunales por si mismos y se los
obligo a emplear a jueces profesionales.
En Francia, Francisco I llegó a crear una oficina para la venta de cargos. En 1567 la corona
reconoció y aprobó el otorgamiento real de la nobleza de toga, nueva especie nobiliaria reservada a los
juristas. Los nobles de toga solo fueron superados por los financistas en las compras de tierras alrededor de
la ciudad, que habían pertenecido a pequeños propietarios.
En síntesis, la presencia en Francia e Italia de grupos importantes de personas con formación
jurídica al servicio de la burguesía no producía efecto alguno sin un mercado nacional unificado y un
aparato estatal fuertemente ligado a los intereses de aquella.
Este proceso se cumplió sin violencia abierta contra la clase terrateniente, cuyos intereses
quedaron nominalmente amparados, en espera de tratados con mayor dureza en algún futuro ulterior.
173
Unidad V: La Formación de los Estados
Nacionales en Europa
174
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
En la época de las monarquías absolutas las partes debían someterse a un poder exterior a los
señores, el poder judicial estatal.
Cada vez que se comete un delito interviene el procurador del rey. El autor del delito además del
daño a la victima ha ofendido al Soberano, ha infringido la ley, el orden, el poder político. El delincuente
debe ser castigado, le reclame o no el particular afectado. Los delitos pasan a ser acción pública, dejan de
depender de la acción de la víctima.
Al considerar que el delincuente daño también al rey, el castigo pasara a ser no solo una
satisfacción a la victima, también debe significar una reparación al soberano: las multas y las confiscaciones
de bienes.
El proceso judicial de la época de las monarquías absolutas supone la existencia de jueces
designados por los monarcas, encargados de dictar sentencias que pongan fin a los pleitos, basando sus
decisiones en la verdad.
175
Eric Hobsbawn: La Era de la Revolución
Tenía una economía lo bastante fuerte y un estado lo bastante agresivo para apoderarse de los
mercados de sus competidores.
Las guerras de 1793-1815 eliminaron virtualmente a todos los rivales en el mundo extraeuropeo,
con la excepción de los jóvenes Estados Unidos. Inglaterra poseía una industria admirablemente equiparada
para acauillar la revolución industrial en las circunstancias capitalistas, y una coyuntura económica que se lo
permitía: la industria algodonera y la expansión colonial.
La industria británica tuvo su origen como un subproducto del comercio ultramarino que producía su
material crudo y los artículos de algodón indio o indianas, que ganaron los mercados, de los que los
fabricantes europeos intentarían apoderarse con sus imitaciones.
Por fortuna, los antiguos y poderosos magnates del comercio del anas conseguían periódicamente
la prohibición de importar los calicoes o indianas.
La esclavitud y el algodón marcharon juntos.
Las plantaciones de las Indias occidentales, a donde los esclavos eran llevados, proporcionaban la
cantidad de algodón en bruto suficiente para la industria británica, y en compensación los plantadores
compraban grandes cantidades de Algodón elaborado en Manchester.
Entre 1750 y 1769, la exportación de algodones británicos aumentó más de diez veces. Las
ganancias para el hombre que llegara primero al mercado con sus remesas de algodón eran astronómicas y
compensaban los riesgos inherentes a las aventuras técnicas. Pero el mercado ultramarino, y
especialmente el de las pobres zonas subdesarrolladas se extendía constantemente sin limites. En términos
mercantiles, la revolución industrial puede considerarse como el triunfo del mercado exterior sobre el
interior.
La industria británica había establecido un monopolio a causa de la guerra, las revoluciones de otros
países y su propio gobierno imperial.
Hispanoamérica vino a depender virtualmente casi por completo de las importaciones británicas
durante las guerras napoleónicas y después de su ruptura con España y Portugal se convirtió casi por
completo en una dependencia económica de Inglaterra, aislada de cualquier interferencia política de los
posibles competidores de este último país.
Las indias Orientales habían sido el exportador tradicional de mercancías de algodón. Pero cuando
los nuevos intereses industriales predominaron en Inglaterra, los intereses mercantiles de las Indias
Orientales se vinieron abajo. La India fue sistemáticamente desindustrializada y se convirtió a su vez en un
mercado para los algodones del Lancashire.
Solamente la conservadora y autárquica China se negaba a comprar lo que occidente o las
economías controladas por occidente ofrecían.
Los nuevos inventos que lo revolucionaron eran relativamente sencillos y baratos y compensaban
enseguida sus gastos de instalación con una altísima producción.
Pero la fabricación del algodón tenía otras ventajas. Toda la materia prima venía de fuera, su
abastecimiento podía aumentarse con los drásticos procedimientos utilizados por los blancos en las
colonias, más que con los lentísimos procedimientos de la agricultura europea.
La industria algodonera británica encontró su suministro en los recién abiertos Estados del Sur de
los Estados Unidos. El algodón padeció las consecuencia de una merma de trabajo barato y eficiente,
viéndose impulsado a la mecanización total.
El camino evidente de la expansión industrial en el siglo XVIII era no construir talleres, sino extender
el sistema llamado domestico, en el que los trabajadores elaboraban el material en bruto en sus casas, con
sus utensilios propios o alquilados, recibiéndolo de y entregándole nuevo a los mercaderes, que estaban a
punto de convertirse en empresarios.
El tejer se mecanizó al cabo de una generación y en todas partes los tejedores manuales murieron
lentamente, a veces rebelándose contra su terrible destino, cuando ya la industria no los necesitaba para
nada.
La opinión tradicional que ha visto en el algodón el primer paso de la revolución industrial inglesa es
acertada. El algodón fue la primera industria revolucionada. La algodonera era la única en la que
predominaba el taller o hilandería.
La producción fabril en las otras ramas textiles se desenvolvió lentamente y en las demás
manufacturas era casi insignificante.
Las palabras industria y fabrica en su sentido moderno se aplicaban casi exclusivamente a las
manufacturas del algodón en el Reino Unido.
Los esfuerzos realizados en otras ramas de la producción sobre todo en las textiles de la
alimentación y bebidas, en la construcción de utensilios domésticos, muy estimuladas por el rápido
crecimiento de las ciudades.
En primer lugar, todas ellas empleaban a muy poca gente.
En segundo lugar, su poder de transformación era mucho más pequeño: la industria cervecera,
escasamente afectó a la economía general.
177
En tercer lugar, la expansión de la industria algodonera fue tan grande y su peso en el comercio
exterior británico tan decisivo, que dominó los movimientos de la economía total del país.
Las manufacturas de algodón representaron entre el 40 y el 50 por ciento del valor de todas las
exportaciones inglesas entre 1816 y 1848. Si el algodón prosperaba, prosperaba la economía; si decaía,
languidecía esa economía.
Su progreso distaba mucho de ser uniforme y en la década de 1830-1840 suscitó los mayores
problemas de crecimiento. Estos primeros tropiezos de la economía industrial capitalista se reflejaron en
una marcada lentitud en el crecimiento, esta primera crisis general capitalista no fue un fenómeno
puramente ingles.
Sus más graves consecuencias fueron sociales: la transición a la nueva economía creo miseria y
descontento, la revolución social estalló en la forma de levantamientos espontáneos de los pobres en las
zonas urbanas e industriales dio origen a las revoluciones de 1848 en el continente y al vasto movimiento
cartista en Inglaterra. El descontento no se limitaba a los trabajadores pobres.
Los trabajadores sencillos e incultos reaccionaron frente al nuevo sistema destrozándolas maquinas
que consideraban responsables de sus dificultades; pero también una cantidad de pequeños patronos y
granjeros simpatizaron abiertamente con esas actitudes destructoras por considerarse también victimas de
una diabólica minoría de innovadores egoístas. La explotación del trabajo que mantenía las rentas del
obrero a un nivel de subsistencia suscitaba el antagonismo del proletariado.
El hombre medio era quien sufría y quien en todas partes y en todas las épocas del siglo XIX
solicitaba, sin obtenerlos un fácil crédito y una flexibilidad financiera. Los obreros y los pequeños burgueses
descontentos mostraban el mismo descontento, que les uniría en los movimientos de masas del
“radicalismo”, la democracia, el “republicanismo”.
Los tres fallos más evidentes fueron el ciclo comercial de alza y baja, la tendencia de la ganancia a
declinar y la disminución de las oportunidades de inversiones provechosas.
Las crisis periódicas de la economía que conducían al paro, a la baja de producción a la bancarrota,
etc. eran bien conocidas.
La industria del algodón inicialmente disfrutaba de inmensas ventajas. La mecanización aumentó
mucho la productividad al reducir el costo por unidad producida de los trabajadores, muy mal pagados en
todo caso, y en gran parte mujeres y niños. Y la construcción de fábricas era relativamente barata: el mayor
costo fue drásticamente rebajado por la rápida expansión del cultivo del algodón en los Estados del Sur de
Norteamérica.
Después de 1815 estas ventajas se vieron cada vez mas neutralizadas por la reducción del margen
de ganancias. La revolución industrial y la competencia causaron una constante y dramática baja en el
precio del artículo terminado, pero no en los costos de la producción.
Las ganancias padecían una ligera baja, la situación general en toda la industria británica no era del
todo trágica.
Como las ventas totales seguían ascendiendo, el total de ingresos ascendía también, aunque la
unidad de ganancias fuera menor.
Sin embargo parecía que el retroceso de las ganancias tenía que detenerse o al menos atenuarse.
Esto solo podía lograrse reduciendo los costos. Y de todos los costos, el de los jornales era el que mas se
podía comprimir.
Solo si el costo de la vida descendía, p odian descender más allá de ese punto los jornales. Los
fabricantes opinaban que ese costo se mantenía artificialmente elevado por el monopolio de los intereses de
los hacendados.
Manchester se convirtió en el centro de una desesperada y creciente oposición militante al
terratenientismo en general.
La industria se veía obligada a mecanizarse a racionalizarse y a aumentar su producción y sus
ventas, el aumento efectivo en producción y exportación fue gigantesco; también lo fue la mecanización de
los oficios hasta entonces manuales o parcialmente mecanizados, sobre todo el de tejedor. La industria
algodonera británica se estabilizó tecnológicamente en 1830.
La siguiente fase del desarrollo industrial fue la construcción de una industria básica de bienes de
producción.
Ninguna economía industrial puede desenvolverse mas allá de cierto punto hasta que posee una
adecuada capacidad de bienes de producción.
En las condiciones de la empresa privada, la inversión de capital necesario para ese
desenvolvimiento no pude hacerse fácilmente.
El problema es como encontrar con rapidez buenos y vastos mercados al alcance de los
fabricantes. Semejantes mercados no existen, por ejemplo para la industria pesada del hierro, pues solo
empiezan a existir en el transcurso de una revolución industrial, por lo que aquellos que emplean su dinero
en las grandes inversiones requeridas, incluso para montar fundiciones modestas, antes de que ese dinero
sea visible, mas parecen especuladores, aventureros o soñadores que verdaderos hombres de negocios.
178
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
179
También tiene que aprender a adaptarse a los estímulos pecuniarios. Los patronos ingleses se
quejaban constantemente de la indolencia del trabajador o de su tendencia a trabajar hasta alcanzar el
tradicional salario semanal y luego detenerse. La solución se encontró estableciendo una disciplina laboral
draconiana pero sobre todo en retribuir tan escasamente al trabajador que este necesitaba trabajar
intensamente toda la semana para alcanzar unos salarios mínimos. Se consideró a veces mas conveniente
el empleo de mujeres y niños, mas dúctiles y baratos que los hombres.
Otro procedimiento para asegurar la disciplina. Fue el subcontrato o la practica de hacer de los
trabajadores expertos los verdaderos patronos de sus inexpertos auxiliares.
El subpatrono tenía desde luego un interés financiero directo en que sus operarios alquilados no
flaqueasen.
Era difícil reclutar o entrenar a un numero suficiente de obreros expertos o preparados
técnicamente, pues pocos de los procedimientos preindustriales eran utilizados en la moderna industria.
La industrialización británica descansó sobre aquella inesperada aportación de los grandes
expertos, con los que no contaba el industrialismo continental. Lo cual explica el sorprendente desdén
británico por la educación general y técnica, que habría de pagar caro mas tarde.
Junto a tales problemas de provisión de mano de obra, el de la provisión de capital carecía de
importancia. La gran dificultad consistía en que la mayo parte de quienes poseían riquezas eran reacios a
invertirlas en las nuevas industrias, que por eso empezaron a menudo con pequeños ahorros o préstamos.
Lo exiguo del capital local hizo a los primeros industriales mas duros, tacaños y codiciosos, y, por tanto, mas
explotados a sus obreros.
Las leyes e instituciones financieras o comerciales de Inglaterra eran torpes y parecían dictadas
mas para dificultar que para favorecer el desarrollo económico.
La revolución francesa proporcionó a los franceses una maquinaria legal mas racional y efectiva
para tales finalidades, En la practica los inglese se las arreglaban perfectamente bien y con frecuencia
mucho mejor que sus rivales.
De esta manera casual, improvisada y empírica se formó la primera gran economía industrial.
Su comercio era el doble que el de Francia, su más próxima competidora.
Inglaterra era “El taller del mundo”.
La revolución industrial cuya única ley era comprar en el mercado mas barato y vender sin
restricción en el más caro, estaba transformando al mundo.
180
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
Ficha De Cátedra:
Revolución Industrial
A. Concepto
Se cambió el método de producción, remplazando la mano del hombre por la maquina. La incorporación
de la máquina, provocó la revolución industrial y esta a su vez trajo modificaciones en las condiciones
de trabajo, y transformaciones en el orden político y social.
B. Causas
Los grandes inventos mecánicos se producen en Inglaterra porque era por ese entonces el centro
comercial del mundo, y necesitaba aumentar la producción para satisfacer las demandas.
Las primeras manifestaciones fueron:
1. La lanzadera volante
2. El telar
3. La Maquina de Hilar
4. Las Cortadoras y peinadoras mecánicas.
Los progreso mas importantes en materia de fueraza motriz se dieron con la máquina a vapor de
Watt, permitiendo entre otras cosas la creación del ferrocarril.
C. Modificaciones Técnicas
El maquinismo necesitó amplias instalaciones, maquinas costosas, legiones de obreros y enormes
capitales. Esto trajo aparejadas diversas consecuencias.
La producción no queda dividida solamente entre distintas profesiones, sino que dentro de cada una de
ellas, aparecen distintas especialidades: los oficios. Esta división del trabajo hace del obrero un especialista.
Se examina también el cansancio como un factor que impide mantener el ritmo de trabajo. Especialistas se
ocupan des estudiar métodos necesarios para hacer rendir al máximo posible al operario. Se pueden
resumir las modificaciones así:
1. Producción en serie
2. Producción en gran escala.
3. División del trabajo.
D. Modificaciones Económicas
Se concentran en pocas manos inmensos capitales. Por otro lado una inmensa cantidad de obreros
que no tienen más que su fuerza de trabajo. Se desarrollará una nueva forma de explotación conocida como
capitalismo industrial.
Se hizo necesario adoptar un régimen de mayor libertad, más favorable al espíritu de la empresa.
Surge así el liberalismo económico, sostenido por la revolución Francesa, que tendrá su principal
manifestación en la libre competencia.
Como consecuencia de las grandes concentraciones obreras, se despueblan las zonas rurales. El
aglutinamiento de los trabajadores en las ciudades que pasaran a convertirse en grandes y pujantes centros
urbanos.
E. Modificaciones sociales:
La necesidad de producir en gran escala y al menor costo posible llevó a los empresarios a emplear
gran cantidad de obreros a los que se imponía jornadas agobiantes.
Esto provocó que se agrupasen para la defensa de sus derechos y obtención de las mejoras en las
condiciones de trabajo. Surgían así las primeras asociaciones o sindicatos y la huelga como método típico y
eficaz de los movimientos obreros.
181
Las luchas entabladas entre la burguesía y el proletariado configura la llamada “cuestión social”.
Es la fisura de la sociedad en dos clases antagónicas separadas por su papel económico: a una le
corresponde la dirección, y a la otra, la ejecución.
Los burgueses se convierten en grandes financistas, grandes industriales, grandes comerciantes,
con aspiraciones de nobleza.
Los obreros viven agobiados. Su salario es insuficiente, y su alimentación apenas se compone de
pan y papas.
F. Modificaciones Políticas.
Siguiendo los pasos de la Revolución Francesa que proclamó la igualdad de todos los hombres, el
pueblo reclamaría fundamentalmente el sufragio universal.
De este modo se producen diversos movimientos a lo largo del siglo XIX, entre los cuales:
1. La revolución de 1830 en Francia: La burguesía aprovechó las fuerzas populares para derrocar a la
monarquía
2. Revolución de 1848 en Francia: proporcionó grandes amenazas a la clase obrera.
Surgen en Europa nuevas corrientes de pensamiento político, las que fundamentalmente se orientaron
a buscar soluciones a la miseria de la clase trabajadora.
Se las conoce como doctrinas socialistas. Dentro de ellas cabe hacer una distinción según sus
fundamentos:
Movimiento Sindical
Como consecuencia de las pésimas condiciones de trabajo, de la insensibilidad de los gobernantes,
y de la decepción que ello trae aparejada, la clase obrera se organiza. Las coaliciones obreras para
defender sus derechos sufrieron esta evolución: primero fueron terminantemente prohibidas, luego
toleradas, y por ultimo admitidas, como uno de los fundamentales derechos obreros; el de asociación
profesional o sindicatos.
La evolución de la asociación de los obreros se produjo así:
1. Asociaciones por profesión: primero los obreros de una misma fabrica y después todos los obreros
de una misma actividad en todo el país.
2. Asociaciones nacionales: Luego se nuclear a los distintas asociaciones y se hace resaltar la
solidaridad que debe existir entre la clase obrera.
3. Federaciones internacionales: la clase obrera no tiene fronteras, porque su condición es idéntica en
cualquier parte del mundo. Así los asalariados se reúnen mediante representantes en la Primera
182
Guía de Estudio - Historia del Derecho - AGRUPACIÓN UTOPÍA
183
Ficha de Cátedra: La Rev. Industrial (2)
A fines del siglo XV la expansión europea hace que en poco más de medio Siglo América y Asia se
incorporen fundamentalmente como productores de materia prima, al circuito de la economía europea, que,
amplía y desarrolla sus mercados. Surge la necesidad de una mayor productividad. Comienza la producción
de excedentes para colocar en esos nuevos mercados. Se aclara el proceso de disolución de las estructuras
sociales y económicas del mundo feudal, cambia la organización de la producción: se disuelve el taller
artesanal característico de ese momento y se afirma y generaliza el trabajo manufacturero. El régimen de
trabajo asalariado es el rasgo masivo que va a definir a una clase obrera en crecimiento, y que aparecerá
como sector diferenciado y determinante en los años de la revolución industrial.
El taller artesanal en extinción funcionaba sobre la base del maestro artesano, que sabe el oficio,
aprendices y algunos obreros que realizan las tareas pesadas. Se fabricaban plazas únicas y completas,
una por una. La obra de arte o de maestría caracteriza a esta forma de trabajo. Se produce para un
mercado muy restringido, por encargo. Las corporaciones, integradas por maestros de cada oficio, procuran
evitar la apertura de nuevos talleres y monopolizan la producción.
La ampliación del mercado producirá la disolución del taller artesanal y su reemplazo por la
manufactura, pero antes aparecerá una forma de transición: el trabajo domiciliado.
La principal diferencia entre el trabajo a domicilio y el taller medieval consiste en la realización de
una parte solamente de la obra final, la continuidad esta dada por la persistencia de la estructura interna del
taller. La manufactura supone la reunión de un número relativamente grande de obreros en un taller de
propiedad de un empresario capitalista. La materia prima y las herramientas son provistas y los trabajadores
son asalariados. Estamos en una forma de producción capitalista.
La reunión de los trabajadores en un mismo establecimiento es otra de las características de la
manufactura que permite el aumento de la fuerza productiva. Las dos maneras como surge la manufactura
históricamente son:
Las manufacturas conducen al mismo resultado: disolución de los oficios, división del trabajo,
especialización de la tarea de cada trabajador, aumento de la producción, creación de las condiciones
técnicas que harán posible la incorporación de las maquinas y con ellas la Revolución Industrial.
La manufactura requiere obreros parciales, que realizan operaciones manuales simples, que las
ejecuten lo más automáticamente posible, la manufactura puede ser definida como una maquina cuyas
piezas son los hombres.
Producirá un aumento vertiginoso en el ritmo de acumulación del capital y también la concentración
del mismo en pocas manos.
Mano de obra disponible, acumulación capitalista, descubrimientos científicos, innovaciones
tecnológicas, son algunas de las bases de la revolución industrial. La incorporación de la maquina a la
producción cambiara decisivamente la vida de los hombres, la estructura social, las ideas prevalecientes y
con ella aparecerá o se modificaran las llamadas “ciencias Sociales”.
184